miércoles, 4 de marzo de 2009

GUSTOS


Llega el día en el que de repente te das cuenta de que te han cambiado los gustos.

Cosas por las que protestaba, renegaba y refunfuñaba ahora me gustan. Es una sensación muy rara porque no sé si es porque me he vuelto más sabia y ahora conozco el secreto de “los mayores”, o simplemente me he dejado convencer sin saber muy bien cómo.

Me pasa por ejemplo con los espárragos y la mayonesa. Estuve años aborreciendo esas dos comidas: “ que ascooo”, “ es que sólo el olor me da ganas de vomitar”…me recuerdo a mi misma diciendo mientras arrugaba la nariz. Era insoportable. Ahora me encantan los espárragos y la mayonesa es una salsa capaz de mejorar cualquier plato.

Me pasa también con la siesta. Odiaba echarme la siesta, yo quería bañarme en la piscina, ver la tele o leer. LO que fuera menos dormir. Ahora mataría por una siesta.

Odiaba ir en coche, me parecía una pérdida de tiempo y un rollo. Ahora, disfruto los viajes en coche, me gusta conducir, o ir de copiloto mirando por la ventana. Quiero llegar al destino ( casi siempre) pero no me molesta el viaje en sí.

Con 12 años llevar bolso era de señoras mayores y completamente innecesario y los leotardos eran una prenda creada por una madre vengativa. Ahora llevo el bolso más grande que encuentro, lleno de multitud de mierdas, y me encantan los leotardos y si son de colores mejor.

Me pasa con mis gustos por los tios. “¿ peró como te puede gustar Rafa si tiene 28 años?. Es un viejo“ . Ahora si tiene menos de 35 ni los veo. Me encantan los tios mayores, 50 años me parece una edad estupenda para los tíos, no les veo más que virtudes. A uno joven solo le veo desventajas.

También hay cosas que me encantaban de pequeña y que ahora sencillamente o son imposibles o no ejercen la fascinación que en su momento tuvieron sobre mi. Me encantaba el tobogán y podía pasarme horas bajando por lo que a mi me parecía una rampa peligrosa e interminable. O el baño con mis hermanos: burbujas, diversión, cataratas..aquello era una juerga, o que montar en bici, que era el mejor medio de transporte que se te podía ocurrir. Ahora odio el tobogán porque está en el parque, no sé bañarme y la sola visión de una bici en la televisión me hace agotarme.

Y hay cosas que siguen igual.

Los informativos me parecían un coñazo con 9 años y ahora me lo siguen pareciendo y además sé que ni siquiera informan. Las páginas salmón del periódico me parecían relleno y ahora las uso para hacer aviones. El Quijote era aburridísimo y ahora me duermo si lo leo. Los pantera rosa, esos bollos rosa chicle con aspecto de plástico, me hacían vomitar y ahora además de provocarme arcadas me traen a la mente visiones de arterias colapsadas de colesterol rosa. Jim Morrison era un místico plasta, y lo sigue siendo y además tonto por morir joven. Sigo odiando la sopa.


Me escondía para leer y aquí estoy agazapada en el despacho con mi libro.

10 comentarios:

Nahum dijo...

"Y además tonto por morir joven".

Bravo: alguien que no hace apología del malditismo que tanto gusta en general.

Ah, a mí los Tigretones y las Panteras Rosas me recuerdan a las meriendas infantiles, cuando Colesterol no era más que un país imaginario...

JuanRa Diablo dijo...

Pues yo ha sido ver la foto y salivar a borbotones. Otra cosa no, pero los pastelillos de la Pantera Rosa... ¡por favor!MMMM

Vale,Molinos, no me mires tan mal que a los fans se les ha de querer un poquito al menos.

María Galván dijo...

Me flipaba la pantera rosa, un día de estos me compro una. ¿ Y lo de los tipos de 50 años Moli? Será para charlar sobre el sentido de la vida porque para lo demás cuanto mas yogurín mejor.
Pánico al tobogán ahora y siempre. Amén

Ion Egúzkiza dijo...

Voto también por las Panteras Rosas.

José Antonio Calvo dijo...

Me encantan las Panteras Rosas, aunque todavía no sé de qué es esa cobertura de color tan especial. Lo mismo me pasa con el relleno. Mañana voy a buscar una y a comérmela.

Anónimo dijo...

Curiosamente los de esos años debemos estar más o menos cortados por el mismo patrón, porque lo que cuentas respecto a lo que odiabas y ahora te gusta, a mi me pasa igual.

Además, me has echo recordar algo que tenía muy, muy olvidado... yo era de los que les gustaba los Bonis y cuando salio la Pantera Rosa, fui corriendo a la panadería, la probé, y tal que me acabe el bollito, lo vomité todo y nunca más he podido ni olerlo.

molinos dijo...

Muy bien..locos de los colorantes artificiales y amantes de los derivados del petroleo saborizados con azucar en masa...atufaros las venas con colesterol..pero luego no digais que no os avisé.

María Galván dijo...

Ja, ja, ja. Se te ha puesto rebelde el auditorio Moli

Adaldrida dijo...

Molinos, a mí me flipaba el colesterol rosa, digo el chocolate rosa, y creo que ahora me seguiría gustando sólo que si peco lo hago con chocolate Lindt o un maldito cuarto de libra con queso del McDonalds que sabe taaaan bien, me recuerda a las vacaciones y a las primeras salidas con amigas a los catorce años.
Los hombres: ¡40-50! ¡La mejor edad!

Sílvia dijo...

Supongo que a todos nos pasa...yo odiaba las acelgas y la coliflor y sigo odiándolas.

Pero lo que me gustaba, me sigue gustando...mmm será eso un signo de inmadurez???

Pero lo de los 50?????????? Ahí si que no comulgo, amiga molinos...

Lo de los pantera rosa, puagh y puagh...a mi me daban bocata jamón.

Besoooo