1.- Antes de salir no hay que decir jamás cosas como: "salgo pero paso de beber", "No sé para qué voy sino me apetece", "Voy, me tomo una copa y me vengo", o lo peor “Volveré pronto”. Si no dice nada le caerá la bronca, pero si dice esas mentiras y luego llega a cuatro patas con el sol pegándole en la espalda, a la bronca por la borrachera se añadirá la de: Además eres una mentirosa... ¿NO decias que no te apetecía? Pues si te llega a apetecer……espiral de mal rollo. NO hay que decir nada.
2.- NO mezcle, no hace falta. Esto lo sabe todo el mundo que tenga más de 17 pero a veces se nos olvida. Es muy mala idea empezar con los tintos de verano, para luego darse a las cañas y después lanzarse al universo copa. Eso lo aprendimos hace milenios, pero hace milenios la resaca de mezclar se nos había pasado a mediodía...ahora podemos confundirla con los estertores de la muerte y su duración oscila entre 3 días y una semana. Mala idea. Hay que centrarse, y además coño, con dos cojones...si la barbacoa empieza a las 9 y lo que nos apetece son gintonics...pues se empieza con ellos...que además son superdigestivos.
3.- Si ha decidido lanzarse por la pendiente del bebercio, busque compañía adecuada. Esto es, la gente sobria no le conviene. No por nada, simplemente porque recordaran todo lo que usted diga y eso no nos viene bien. Así que huya de sobrios recalcitrantes (a mi es que el alcohol no me gusta), sobrios absurdos (yo no necesito beber para divertirme), sobrios circunstanciales (embarazadas) y sobrios que dan mal rollo (molimadre en una boda...por ejemplo). Conviene hacer migas con el sobrio circunstancial que va a llevarle en coche a casa…pero esto es por interés. Esté atento. Los sobrios conductores no son padres, así que no están receptivos a la hora de esperar que usted se termine la última copa y desde luego si usted pota y se entera, sus posibilidades de ser recibido cordialmente en el coche bajan drásticamente.
2.- NO mezcle, no hace falta. Esto lo sabe todo el mundo que tenga más de 17 pero a veces se nos olvida. Es muy mala idea empezar con los tintos de verano, para luego darse a las cañas y después lanzarse al universo copa. Eso lo aprendimos hace milenios, pero hace milenios la resaca de mezclar se nos había pasado a mediodía...ahora podemos confundirla con los estertores de la muerte y su duración oscila entre 3 días y una semana. Mala idea. Hay que centrarse, y además coño, con dos cojones...si la barbacoa empieza a las 9 y lo que nos apetece son gintonics...pues se empieza con ellos...que además son superdigestivos.
3.- Si ha decidido lanzarse por la pendiente del bebercio, busque compañía adecuada. Esto es, la gente sobria no le conviene. No por nada, simplemente porque recordaran todo lo que usted diga y eso no nos viene bien. Así que huya de sobrios recalcitrantes (a mi es que el alcohol no me gusta), sobrios absurdos (yo no necesito beber para divertirme), sobrios circunstanciales (embarazadas) y sobrios que dan mal rollo (molimadre en una boda...por ejemplo). Conviene hacer migas con el sobrio circunstancial que va a llevarle en coche a casa…pero esto es por interés. Esté atento. Los sobrios conductores no son padres, así que no están receptivos a la hora de esperar que usted se termine la última copa y desde luego si usted pota y se entera, sus posibilidades de ser recibido cordialmente en el coche bajan drásticamente.
4.- NO cuente trolas. Mentir es de listos, mentir bien requiere memoria para el detalle. Dos cosas claramente incompatibles con las desconexiones neuronales que provoca el exceso alcohólico.
5.- No aproveche para confesarse con quien sea. Parece buen momento, el ambiente propicio, de noche todos los gatos son pardos, la otra parte contratante de la conversación parece estar al mismo nivel que usted, la estúpida idea de que la sinceridad absoluta mola trillones le posee y entonces confiesa un secreto inconfesable: tengo pelos en los pezones. Muy mal. Nada más soltar la confesión suprema que cree que va a liberarle, verá con estupor en los ojos del otro que sinceramente no necesitaba saber ese secreto, el arrepentimiento por su lenguaraz despiste subirá a niveles intolerables y murmurará: voyaporotracopa…deslizándose sin remedio por el alcoholismo del arrepentimiento..uno de los peores que hay.
6.- No lleve móvil. JAMÁS. Su uso más allá de la primera copa es SIEMPRE mala idea. SIEMPRE. Creo que no hay que explicar más. Si tiene una llamada urgente..use una cabina, todavía existen, yo las he visto.
7.- Si sale en pareja, vuelva en pareja a casa. El integrante de la pareja que se pira, parece receptivo a que usted se quede, pero es una falsa percepción provocada por su exceso alcohólico. Cuando llegue a casa pensando que su pareja es lo más en comprensión alcohólica y note como una extraña necesidad conversadora le posee: cariño...lo he pasado genial...hemoff eftado bailando pero te he echadfdo...muchifimo de menos…CONTROLESE, es mala idea. Su pareja no está receptiva a esa cháchara auto exculpatoria y menos con el aliento que pega. Al día siguiente comprobará que era mentira cuando vea como la parte contratante abre la puerta del dormitorio y dice: ¡¡¡entrad a despertadle que ya es hora!!!!....penará horas y horas esa falsa percepción.
8.- Tenemos una edad. Huya antes de entrar en el momento pánico que la salida del sol provocará en usted.. PERO..¿QUÉ HORA ES?..Demasiado tarde. ES demasiado tarde.
9.- No corra peligros. No se acerque al fuego si es una barbacoa, no se asome a la terraza si es una fiesta en un ático, no se acerque al mar si está en un puerto ( M. si me dejas cuento esa historia genial), no se suba a un autobús…en fin…no exponga su vida a nada más allá del peligro de cirrosis.
10.- No beba. Ja. Esto es broma.
Hoy tengo un plan con todos los ingredientes malignos. Voy a ver si imprimo esto y lo llevo en la cartera.