Que levante la mano el que no haya caído en ninguno de ellos nunca.
1.-Barroquismo formal.- Cuando uno empieza un blog, aquello está desierto. Un mar de dudas asaltan al principiante, ¿Qué plantilla cojo? ¿Qué color? ¿Qué letra? Como aquello parece complicado, se elige algo sencillito y se empieza a escribir con mucho miedo. Posteriormente y con bastante frecuencia, el bloguero se da cuenta de que no tiene tanto que decir, que escribir es chungo y que al mismo tiempo que su creatividad mengua, aumenta su control de las herramientas de diseño de blogs. Para no asumir que aquello se ha terminado, que está finito, que no hay nada interesante que decir, uno se dedica a cambiar la plantilla, petar la columna lateral de gadgets, añadir un millón de opciones al pie de las entradas ( que ya no se escriben), apuntarse a 27 clubs de blogueros y asociaciones y llenarlo todo con los correspondientes banners, a poner sígueme en FB, sígueme en Twitter, sígueme en Tuenti, a colgar la lista de spotify, algunos optimistas añaden publi creyendo que algo sacaran, ponen la palabra de verificación porque han leído algo sobre “spam” y el blog acaba pareciendo una revista del corazón: mucho colorín y nada que leer. Si por una casualidad se les ocurre algo…ya no se verá.
2.-El síndrome del Blogstar. - Ser bloguero es una gilipollez. Tener un blog consiste en escribir algo en un sitio que puede leer más gente. No hay más secreto. No hay una mística. Tienes mucho que decir, o crees tener mucho que decir y un buen día decidiste subirlo a la web en vez de seguir emborronando cuadernos…algunos ni siquiera habían emborronado cuadernos pero un día se aburrieron y decidieron empezar un blog “por si acaso”, “para ver qué era aquello”. Bien, pues esa es la actitud…” voy a escribir hoy porque me apetece o me aburro o se me ha ocurrido una idea que quiero ver cómo queda por escrito”. No hay más. Pocos blogueros son realmente unas autoridades en aquello de lo que hablan, si lo fueran probablemente no serían blogueros…y además les pagarían por escribir. Creerse que ser bloguero o tener un blog confiere un halo especial es como creerse que ser opinador de barra de bar tiene prestigio.
3.-Pontificar.- Esto es inevitable porque además pasa en cualquier ambiente. Todos tenemos opinión y todos estamos deseosos de esparcirla por el mundo alegremente. Un blog permite comunicar al mundo tu opinión con total libertad y con espacio para desbarrar alegremente sin que nadie te interrumpa. El problema surge cuando uno pontifica siempre y pierde el sentido del humor y la cintura para permitir que la gente disienta. Si has caído en el momento Blogstar normalmente tu nivel de pontificación sube como la espuma.
4.-Aburrir.- esto es gravísimo. No hay nada peor que un blog aburrido. Un post tiene que enganchar desde la tercera línea...ese es el umbral de lectura tolerable. Si en la tercera línea el lector no se ha enganchado o se encuentra mirando por el rabillo del ojo mirando la extensión del post…abandona la lectura. Si encadenas muchos posts en los que el nivel de abandono en la línea 3 es alto…el lector huye. Uno no puede ser siempre ameno y divertido, se puede perdonar un post aburrido, dos, pero cuando se convierte en tendencia, lleva directamente al “marcar como leído”. Y cuando el lector decida hacer limpieza de suscripciones en el Reader…ese blog encabezará la escabechina.
5.-Repetirse.- obviamente un blog tiene una especie de unidad temática o de estilo, por eso se leen varios, sobre diversos temas. El pecado es que todo lo que escribas se parezca muchísimo, tanto que el lector piense “¿esto no lo he leído ya?”. Uno va a comer a casa de su madre porque le mola su comida...pero si cada vez que va le da sopa castellana y pollo asado acaba hasta los cojones. Uno quiere algo conocido, confortable...pero con variedad. Los blogs se leen por lo que cuenta el autor o por como lo cuenta, pero siempre se agradece la variedad, la sorpresa, el cambio, el ligero matiz o un giro radical en un determinado post. Eso airea un blog y atrae a distintos lectores. Ser previsible es otra manera de ser aburrido.
6.-Escribir para que te lean.- Si no te gusta lo que escribes, si lo que se te ocurre lo moldeas pensando en lo que los demás quieren leer…ni te gustará a ti ni probablemente a los demás. Ya es complicado ajustar lo que tú quieres decir con lo que consigues decir, cómo para jugar a los adivinos con lo que completos desconocidos quieren leer. Eliminando el factor “para que me lean” y escribiendo sólo lo que a uno le gusta, se elimina mucha de la frustración que produce enfrentarte al hecho de que tu post nunca acaba de parecerte redondo.
Todos estos son pecados leves…en los que es inevitable caer de vez en cuando. La tentación es grande y a veces no merece la pena resistirse a poner chorradas en el blog, creerte una Blogstar, sentar cátedra, aburrir hasta la muerte, repetirte más que un filete ruso y pensar en los posibles lectores cuando escribes….te dejas llevar por la tentación y esperas que la penitencia no sea muy dura.
Lo que no tiene ni excusa ni perdón y merece el fuego de la condenación eterna es el séptimo pecado.
7.-Querer ser diferente y escribir negro sobre blanco Blanco sobre negro. Eso es imperdonable.
Pd: un pecado personal mío..es que no releeo.. y pasan estas cosas.
Pd: un pecado personal mío..es que no releeo.. y pasan estas cosas.