martes, 30 de junio de 2009

LIBROS ENCADENADOS.- ( Mayo-Junio)

Mi Nueva York” de Brendan Behan inauguró el mes, como ya dije en otro post no es nada del otro mundo. Brendan Behan era un escritor irlandés que vivió largas temporadas en Manhattan y este libro es una especie de diario de estas existencias. No cuenta nada especialmente interesante pero se lee fácil y mola porque hay veces en las que es obvio que su fama de borracho era real, salta de un tema a otro sin solución de continuidad, exactamente igual que hace cualquiera cuando va bolinga.

Siguiendo con Estados Unidos, leí luego “Pájaros de América” de Mary McCarthy. De esta autora ya he leído otros dos y con todos me pasa lo mismo. Me entretengo mientras los leo pero los cierro y no recuerdo absolutamente nada de la trama. He leído unos cuantos blogs de culturetas por ahí que la ponen por las nubes y no digo yo que esté mal, al fin y al cabo he leído 3 libros suyos pero no me parece nada del otro mundo. Además encuentro que su narrativa se ha quedado un poco anticuada en los temas, y no es que yo sólo lea cosas contemporáneas, me trago lo que sea, novelón decimonónico, entregas palaciegas del siglo XVI, ciencia ficción, pero eso sí que me lo crea. Las dudas existenciales del protagonista no me las creo.

Sobre "El imperio" de Kapuscinski ya hablé aquí, es muy recomendable. Apuesto a que de aquí a fin de año habré leído todos sus libros.

El premio al peor libro del mes y probablemente el peor del año es para “Mira si yo te querré" de Luis Leante. Es un regalo. Es Premio Alfaguara de novela. En la contraportada viene recomendado por Vargas Llosa, hecho éste que me reafirma en mi idea de jamás leer las contraportadas. Las contraportadas son un invento diabólico. O bien sirven para que te destripen todo el libro “ Mark no sabe que en el supermercado conocerá a una mujer que le hará la vida imposible pero que gracias a ella encontrará el camino hacia su felicidad al conseguir conocer a Meg en el programa de alcohólicos anónimos” o bien están llenos de elogios de amigos del autor o gente a la que le pagan por mentir. “ Impresionante novela que resulta imposible de olvidar” o “ Nunca como hasta ahora los sentimientos han estado tan bien reflejados”. Vale, pues este libro lo tiene todo en la contraportada: destripe y elogios. Y es una basura.

Spoiler.

Años 70. Montse conoce a Santiago cuando ambos son jóvenes y tontos en Barcelona, él es mecánico pero miente, ella sabe que él miente pero ella es rica y muy lista y no le importa. Amor y amor..y blablablabla…y follan y se preña ( no es tan lista). Montse se enfada con Santiago porque le ve con otra chica ( típico malentendido), la familia de ella se entera, se separan, sufren los dos. Él se pira al Sáhara con el ejército, ella se va a la costa brava a esperar que nazca el churumbel…pierde el niño.

Años después, Montse es médico en un hospital, su marido le ha dejado por una más guapa y más joven, su hija ha muerto, ella es un alma en pena. Un día una joven marroquí entra en el hospital y muere y de sus cosas se cae una foto, donde ¡oh milagro!..aparece el tal Santiago y la foto está fechada después de que a ella le dijeran ( no se sabe quien) que él había muerto. Por supuesto decide hacer ese viaje a los campamentos de refugiados del Sáhara y por supuesto de casualidad entonces encuentra unas cartas que el tal Santiago le había escrito y su madre le había escondido…tachánnnn..lo nunca visto en originalidad.

Como además de tonta es una pardilla, al llegar al Sáhara le roban, le timan y acaba siendo prisionera de un tratante, aquí mis carcajadas ya eran de órdago. El caso es que un día al intentar escapar, le pica un escorpión, consigue huir, la rescatan, pasa meses en un hospital y se hace amiga de una enfermera que la lleva a su casa después de que Montse le cuente su lacrimógena historia.

A todo esto Santiago en el Sáhara había llorado un poquito por Montse, se había enamorado de una saharauí y en la huida provocada por la marcha verde le cae un bombazo encima y pierde un brazo.

¿ Qué cómo se produce el encuentro?. Santiago es el tonto del campamento saharaui dónde va Montse con la enfermera y le reconoce porque está todo el día cagando al aire libre y le ve el culo blanco. Le mira los ojos y sabe que es él. Nosotros sabemos que es él porque no tiene brazo.

De traca, para fiarse de los premios literarios.

Terminamos el mes con “Postales de invierno” de Ann Beatie. Es un libro que no tiene nada, lo único que tiene es que le roba toda la gracia a “Alta fidelidad” de Nick Hornby que cuando lo leí me pareció un libro original. Vale, pues no es original, es exactamente “Postales de invierno” pero en vez de en los 70 en los 80. Todo lo que resultaba original en Alta fidelidad ya lo había escrito Beatie antes, un protagonista patético y perdedor que llora por su gran amor perdido creyendo que si vuelve con ella logrará que funcione, un amigo que pulula sin mucho que hacer más que dar conversación, unos padres patéticos, música sonando todo el rato dependiendo del estado de ánimo del protagonista..todo. Está entretenido pero poco más.

Un mes regulero, sólo recomiendo “El imperio”.
Y “Mira si yo te querré” para encender la chimenea.
Ayer repasé mi cuaderno de lecturas y se me olvidó comentar que también había leído "Inglaterra, Inglaterra" de Julian Barnes. Está gracioso, el planteamiento es original: montar un parque temático con lo mejor de Inglaterra ( incluída la familia real) fuera de Inglaterra, pero Barnes partiendo de una idea genial se desinfla y al final pierde la gracia. A Barnes le veo levantándose un día y diciendo: joder que idea más buena he tenido, luego se pone a escribir y al final no sabe como terminarlo y acaba en plan " bueno, pues así y ya". Está entretenido.

MATERNITY (XXXI): Irracional.


Todos tenemos pensamientos y actitudes irracionales aunque queremos creer que son los menos y que podemos controlarlo. ( Los ingenieros tiene muchos menos que los demás, lo comento desde mi experiencia con ese gremio).

Cuando no eres padre y vas por el mundo de flor en flor, tus pensamientos irracionales se limitan a chorradas. Te llama tu jefe para decirte de sopetón qué quiere comer contigo y según cuelgas empiezas a ver que te encanta este trabajo y que adoras a tus compañeros que hasta hace 2 minutos eran unos cabrones con pintas y que te gusta hasta tu despacho con vistas a una pared. Y todo eso porque has decidido que tu jefe te llama para despedirte. Es totalmente irracional, pero elaboras una teoría sobre porqué te va a echar, reescribes el curriculum, haces cálculos de si podrás vivir con el paro que te quede y al final vas a la comida y tu jefe sólo quiere hacerte la pelota para cargarte un marrón. Pensamiento irracional en el que has perdido toda la mañana y probablemente un par de meses de vida de la angustia que te has causado.

Otro pensamiento irracional muy común y del que además no te curas nunca a pesar de la experiencia es el famoso: si se ha acostado conmigo será porqué le gusto. Este pensamiento sólo provoca frustración y mirar compulsivamente el teléfono.

Estos pensamientos irracionales de single sin hijos son, dígamoslo así, como de peli de sobremesa, dan para un telefilm baratito sin grandes sobresaltos.

Sin embargo, los pensamientos irracionales de los padres son como una superproducción de Hollywood, a todo lujo y con todo tipo de efectos especiales y además empiezan bien pronto, desde el minuto 1.

Llegas a casa con tu bebé y estás agotado, no te da tiempo a nada, venderías una mano por dormir 3 horas seguidas. De repente, un día cuando menos te lo esperas, el bebé se duerme, tú te duermes, el ingeniero también y te despiertas sobresaltado, saltas por encima del ingeniero, miras la hora, la miras otra vez, despiertas al otro, le dices la hora que es, los dos abrís los ojos como platos ¡¡¡ 6 horas!!! y siempre hay uno que dice: “ mira a ver si respira”. Te asomas a la cuna con mucho cuidado como si fuera a saltar un bicho o algo y mientras tanto todas las historias horripilantes de muertes súbitas, ahogamientos con cuerdas de muñecos, golpes de calor y demás horrores se agolpan en tu mente. El bebé duerme y te das cuenta de que era irracional.

La primera vez que tu hijo se sube a un castillo hinchable siempre te parece que, o el niño es muy pequeño o la altura es demasiado grande o una sabia combinación de ambos factores que te llevan a imaginar al niño desnucado, la ambulancia que no llega a tiempo, los progenitores llorando…etc..todo muy grave y con muchos extras. Para cuando te recuperas de la vorágine de pensamientos irracionales en la que te has sumido, te das cuenta de que el gitano te está zarandeando pidiéndote más pasta porque a tu niño no hay quien lo baje del castillo. Irracional.

Cuando tu hijo va al cole y empiezan los cumpleaños, de repente un día tu hijo te dice que fulano ha repartido invitaciones y a él no le ha dado. Es una chorrada, sabes que es una chorrada, que hay mil cumpleaños y que a tu hijo no le va a pasar nada porque no le inviten, pero la siguiente vez que ves al padre de fulano…te cae peor, es más..si ves que tropieza con la acera y se cae y se le rompe el pantalón del traje te alegras y eres feliz si llega la poli y le pone una multa por aparcar en segunda fila. Es irracional, porque al padre de fulano le da igual que inviten a tu hijo que no..pero claro estaría mal cargar tu irracionalidad en fulano que sólo tiene 3 años.

El médico es un sitio estupendo para la irracionalidad. Vas al hospital con tu hijo por algo que no es de vida o muerte, pero te da igual..tú vas sufriendo. Llegas al médico e instintivamente te pones irracional: no le está haciendo suficiente caso, le está haciendo daño…todo es irracional. Ni el médico te odia, ni le tiene manía a tu hijo y además está haciendo lo mejor para él. Todo eso lo sabes, pero no puedes evitar ser irracional y pensar que son malos malísimos.

Ayer odié a todos los que sujetaron a M. para meterle un tubo por la garganta mientras lloraba desconsolada. Era lo que había que hacer y lo hicieron muy bien pero me permití ser irracional y les odie a todos.

viernes, 26 de junio de 2009

1999 -2009


Hace 10 años pesaba 4 kilos menos.

Hace 10 años no tenía mi Ibiza.

Hace 10 años no me teñía el pelo, evidentemente porque tenía menos canas que ahora.

Hace 10 años me daba vergüenza que la gente se fijara en mi pecho

Hace 10 años pagaba en pesetas.

Hace 10 años era otro siglo.

Hace 10 años tenía otro curro, uno en el que viajaba mucho, hacía como que sabía de titulización y me pagaban una pasta.

Hace 10 años vivía con mi madre y mis hermanos.

Hace 10 años la ciudad donde trabajo me parecía un destino cultural ideal.

Hace 10 años no sabía lo que era un blog y no pensaba en tener uno.

Hace 10 años F. vino a buscarme para ir a una boda, me dijo “ estás guapísima, seguro que ligas pero cuidado con esa lengua”.

Tenía razón, estaba guapísima y ligue.

Hoy hace 10 años que estamos juntos.
Gracias A. por el montaje.

jueves, 25 de junio de 2009

FUEGO

En mi vida he tenido dos experiencias con incendios, ambas acorde con mi esencia, es decir absurdas.

La primera de ellas fue con 14 años o así. Mis padres salieron a cenar con sus amigos y me dejaron al cargo de mis hermanos que tenían 14, 11 y 4. Con dos cojones, eran otros tiempos. Nos apetecían patatas fritas, así que encendimos la superfreidora que mi madre había puesto en Los Molinos ( de esas grandotas) y nos fuimos a ver una peli de Paco Martínez Soria en lo que el aceite se calentaba. Y vaya si se calentó, cuando volví las llamas llegaban al techo, imbuida del espíritu de los Hombres de Harrison, les dije a mis hermanos que salieran al jardín y después impartí instrucciones.

- E. quédate aquí cuidando de G.
- B. sube a casa del vecino e intenta llamar a casa de los abuelos para que venga alguien.

En casa no teníamos teléfono porque a mi padre le parecía innecesario, pero esa es otra historia.

Mientras tanto y armada con mis conocimientos sobre incendios adquiridos en pelis, comics y documentales de la tele intenté enfrentarme al fuego. En algún sitio había oído que no se debía echar agua al aceite y que era mejor echar una manta o algo que “ahogara” el fuego. Era verano y no sabía donde estaban las mantas así que arramplé con las toallas de la piscina y desde una distancia prudencial las arrojé al fuego.

Ardieron como papel.

A todo esto había llegado mi hermano que carecía de mi débil pátina de conocimiento sobre incendios y decidió enchufar al fuego con la manguera desde la ventana….le dejé probar y montamos un cirio del 15. Ya ardía la campana extractora y todo.

Cuando parecía que todo estaba perdido y nos veíamos ya negros y tapados con mantas de esas de las pelis mientras veíamos arder nuestra casa y tratábamos de explicárselo a nuestros padres, se me encendió una luz y me acordé de una cosa que había visto en la tele: los helicópteros echaban tierra en los incendios. Cogí la pala, la llene de arena y me acerqué a la freidora para intentar echar ahí la arena, en el foco del fuego. Funcionó y las llamas se apagaron.

La segunda parte de esta historia es la bronca que nos cayó por hacer patatas sin permiso, por haber dejado la cocina sin vigilancia y por haber quemados las toallas..pero eso no viene al caso.

Mi segunda experiencia con el fuego ya la conté aquí y es tan absolutamente surrealista que me da hasta vergüenza.

Considero que con estas dos experiencias tengo un bajage suficiente como para saber enfrentarme a las llamas. Es una lástima que el Director de RRHH de mi empresa de colocación de libros no lo vea así y me acabe de llamar para echarme la bronca por fumarme la charla de una hora de duración sobre cómo actuar en caso de incendio.

- No te he visto en la charla.
- No me extraña, no he ido.
- Pues tienes que ir porque además te voy a nombrar J. E. de tu área.
- ¿ Qué es J.E? ¿ Me pagan más? Responde primero a la segunda pregunta.
- Es Jefe de Emergencias de tu área.
- Pues menos mal que no he ido, porque paso de ser J.E.
- Tienes que ser tú porque cuando gritas la gente te hace caso y organizarías a todos en caso de incendio.
- Sinceramente si hay un incendio en el edificio yo salgo corriendo y paso de los demás.
- ¿ Y si hay fuego en el despacho del Jefe Supremo? Si vas al curso aprenderás donde tienes que poner la mano en la puerta para saber si hay mucho fuego o poco.
- Jajajajaja..¿ me lo estás diciendo en serio? De verdad te crees que si pensara que hay fuego en el despacho del J.Supremo iba a hacerme la heroína e intentar entrar? No me conoces en absoluto. Yo salgo y que vengan los bomberos.
- ¿ Y dejarías ahí a tu jefe?
- Si las posibilidades de mi jefe de salir indemne de un fuego dependen de que yo entre a salvarle…se puede dar por asado. Dejando de lado el hecho de que yo mido 1, 60 y él 1,90 y sería completamente imposible para mi hacer nada.
- Pues tienes que ir.
- Pues no voy a ir. Ya sé de incendios todo lo que tengo que saber.

A lo mejor si le mando este post ve que estoy preparada.

miércoles, 24 de junio de 2009

PALETOS Y GARRULOS

Ayer por la noche haciendo zapping llegué a un documental en la 2 titulado “ España destino gay” y me quedé viéndolo. Estaba curioso. Según las parejas gays que entrevistaban ayer en el reportaje resulta que somos el país ideal para vivir si eres gay porque no sólo te puedes casar sino que además la gente no te insulta por la calle, ni se mete contigo ni nada por el estilo. El ingeniero justo antes de quedarse dormido en el sofá se giró y me dijo:

-¿ qué te parece? Nosotros creyendo que somos unos garrulos y somos un ejemplo de tolerancia y educación.

A las 3 de la mañana cuando me he despertado por la caloreta me he puesto a pensar en si somos o no somos garrulos y yo sinceramente creo que el garrulismo está en nuestros genes. Los españoles somos gritones, maleducados, cruzamos la calle en rojo, en un restaurante hablamos para que toda la gente se entere de nuestra conversación y si reunes a más de 6 cualquier cosa se convierte en motivo de risa absurda y facilona.

Te vas de viaje. Te montas en el avión. Ves con horror llegar un grupo de 8 parejas de gente de más de 50, bien vestidos, limpios y aseados. Se sientan y a los 30 segundos empiezan´: Manoliiiiiiiii….¿ a qué te da miedo? Pacoooooo no le mires el culo a las azafatas. Azafatas no se dice,son auxiliares. Pues que me auxilien a mi que con esta tripa no me abrocha el cinturón.A ver si no va a ser la tripa lo que no te cabe.


Grandes carcajadas y vergüenza ajena.

Los españoles somos exhibicionistas. Nos encanta hablar de nosotros mismos aunque sea con cualquier desconocido al que por supuesto le interesa cero.

- ¿ Tiene zapatos púrpura?
- No, no tengo.
- Vaya, es que mire los necesito púrpura porque se casa mi prima en Asturias que a quien se le ocurre con este tiempo, y en Asturias con lo lejos que está. Lo único que tengo de manga larga es púrpura y quería unos zapatos de ese color pero no los encuentro por ninguna parte, aunque claro estoy pensando que podía comprarme algo que me contrastara pero que no fuera muy cantoso y que resistiera la lluvia porque en Asturias lo normal es que llueva pero claro, el novio es de allí y al fin y al cabo no está tan mal, hay sidra y cabrales, aunque a mi el cabrales me da ardor y no entiendo porqué tiene que oler tan mal que me recuerda cómo le olían los pies a mi hermano cuando venía de correr la media marathon.

Y así podemos seguir hasta caer fulminados por un rayo.

Los españoles tendemos mucho al paletismo. Salimos de viaje y todo es: en España se come mejor, en España las copas son más grandes, en España puedo cenar a las 11 de la noche. Es una actitud que me pone de los nervios, la falta de criterio me pone enferma. Creer que todo lo tuyo es mejor sólo porque es lo que conoces es tan triste y tan empequeñecedor que cuando viajo con alguien así siempre acabo contestando: pues la próxima vez que me digas que te vienes conmigo de viaje te pongo una tienda de campaña en la Puerta del Sol.

Puedo entender que te guste más la paella que el cuscus o que prefieras una copa con muchos hielos a un chupito de whisky calentorro, entiendo que te guste más torrarte al sol 10 meses al año que chapotear en los charcos pero no me seas paleto, no es ni mejor ni peor es distinto.

La tele que tenemos es el reflejo de lo garrulos y paletos que somos. Los periódicos que tenemos son el reflejo de nuestro ínfimo nivel cultural y las tertulias de la radio llenas de opinadores profesionales son la imagen de los corrillos que nos encantan: hablar por hablar de lo que sea sin tener ni puta idea. Eso sí, decimos las mayores majaderías, opinamos del calentamiento global, de Sarkozy y de las células madres con autoridad para luego terminar diciendo “ a mi me da igual”.

Porque esa es otra, todo nos da igual. Si no nos afecta personalmente “ nos da igual”. Nada nos perturba hasta que nos tocan algo nuestro que entonces cualquier minucia se convierte en una cuestión de estado y se nos llena la boca de “tendrían que hacer algo”. Y ahí estamos otra vez, siempre es otro el que tiene que hacer algo, tú no. Me canso de oir que en Europa hay miles de ayudas si estás embarazada, si tienes niños, si eres familia numerosa, si quieres estudiar violín o lo que sea…y claro aquí no y que vergüenza y blablablabla, pero cuando nos dicen que vale, que nos van a subir los impuestos para conseguir todo eso, entonces no. Que me den pero sin quitarme. Ahí estamos como niños pequeños, lo queremos todo pero sin sacrificios, ésos que lo hagan otros.

Que conste que de todo esto tampoco se libran los gays. A mi personalmente hacer hoteles para gays, librerias para gays, peluquerias para gays me parece el colmo del paletismo y de la falta de criterio empresarial.

Pero puede que yo no tenga ni puta idea y la verdad sea que todos los gays son tan estupendos como los que salían ayer en el documental y los españoles seamos un ejemplo a seguir por la humanidad.

martes, 23 de junio de 2009

MATERNITY (XXX): Desesperación.

Cuando tienes tu primer hijo todo es nuevo, emocionante y da mucho miedo. Tiendes a creer que está malo al primer moco verde que asoma, si llora mucho es que le pasa algo y cada nuevo avance lo pregonas a los cuatro vientos como si a la gente le interesara si tu hijo come gluten o no. Poco a poco y según va avanzando la crianza te das cuenta de que tu hijo es lo más y el top de la gama pero es como todos, mejor pero como todos. Ya se pone de pié, ya come huevo, ya come pescado, ya toma gluten, ya come yogur..todos son avances y estás contento y orgulloso como si el que tu hijo coma cosas nuevas fuera mérito tuyo y no de la evolución de la especie.

Y de repente STOP. Vamos hacia atrás. Tu hija no quiere comer, no es que no quiera comer es que para hacerle tragar una cucharada de puré hay que sujetarle entre tres, cantarle los cinco lobitos, distraerle bailando un rap, meterle la cuchara en una hábil maniobra y con un juego de manos que ni David Copperfield clavarle el chupete antes de que consiga escupir. Por supuesto antes de acometer esta tarea hay que forrar la habitación y a los participantes en plástico. Es un momento de comunicación materno filial idílico.

Poco a poco vas pensando que esto no es normal. No es normal que no coma, le das puré de pollo con acelgas, acelgas con ternera, ternera con pollo, zanahorias con patata, patata con acelgas y con pollo, pollo con ternera. Te haces una hoja de excel para intentar controlar las variables y saber qué coño quiere comer tu hija. Nada funciona y lo único que consigues es que cuando ves que se acerca la hora de la comida te den taquicardias.

Así que superando tus principios de no ir al médico a no ser que sea grave, decides ir y le dices al pediatra: mire, yo es que creo que es alérgica a algo. Primero te miran con cara de “ ya tenemos otra histérica” pero luego cuando le enseñas una foto de los sarpullidos en la cara de la niña decide que a lo mejor no eres una paranoica y te manda unos análisis.

BINGO. Han cantado BINGO. Tenemos en el cartón de M: huevo, patata cruda, ternera, lentejas, frutos secos, frutos rojos y pescado. Aparece superada la alergia a la leche, que parece el motivo por el cual la princesa no era muy fan de los biberones.

¿ Alergia alimentaria? Otra cosa nueva. No tienes ni puta idea y al principio te parece fácil, total, los bebes no comen merluza ni huevo frito. Esto está chupado. ¡ que pardillos éramos! Bienvenido al mundo de leer los ingredientes de todo lo que compras y ¡sorpresa! Miles de cosas llevan huevo o frutos secos u omega 3, así que estamos jodidos. La compra se convierte en una ginkana.

Y luego tenemos el tema de la “contaminación cruzada”. La primera vez que oyes hablar de eso piensas que es algo de lo de Greenpeace y no tiene nada que ver contigo, bastante lío tienes, que se ocupe Al Gore. Pero no..la contaminación cruzada está en tu casa y consiste en que si con un tenedor pinchas un rebozado con huevo y con ese mismo tenedor pinchas un trozo de pollo para M. a M. le saldrá una roncha como un campo de fútbol. Lo mismo pasa con los cacharros donde cocinas o con el aceite donde fríes. Un stress.

Te acostumbras. Y entonces nace C. y ya estás con la mosca tras la oreja e insistes en que le hagan los análisis. “ no tiene nada que ver que la hermana lo sea”, “ no tiene ningún síntoma”, “ es muy pequeña”…bla, bla bla.

BINGO. Tenemos alergia a la leche.

Festival de la imaginación culinaria, cocina sin leche, sin huevo y sin pescado. Festival del intercambio de cubertería, este cuchillo es de M no cortes la carne de C, ese vaso tiene leche de soja es de C., la sartén tiene restos de huevo, no pongas ahí la ternera. Poco a poco el ingeniero, la cuidadora y yo elaboramos una coreografía en la que todo encaja y no cometemos errores.

A los dos años, C. como va sobrada, supera su alergia. Ole, ole..damos saltos de alegría. M. supera la alergia a las lentejas, ya puede comer calamar, ya puede tomar ternera. Ole, ole, la vida es bella. La alergia al huevo son minucias, lo llevamos de puta madre, incluso nos dan un un punto para entrar en el colegio. Algo bueno tenía que tener.

Todo iba rodado. Todo estaba controlado. Ella sabía lo que podía comer, lo que no. Ella sabía que siempre hay que salir de casa con su inyección de adrenalina, ella sabía que si vamos a un restaurante sólo puede comer carne con patatas y todos lo llevábamos lo mejor que podíamos.

La vida nos sonreía hasta ayer que se confirmaron nuestras peores sospechas, M. ha dado positivo para celiaquía.


Ayer fuimos a comprarle comida especial, la buena noticia es que hay muchos productos para celiacos, la mala es que más de la mitad de ellos llevan huevo.


Estamos en éxtasis.

lunes, 22 de junio de 2009

ES LA GUERRA, MÁS MADERA ( otra más con el de mantenimiento)

Llego a mi trabajo y me siento en mi despacho. No bajo a desayunar, no voy a la máquina de café, no salgo a fumar. Estoy sentada delante de mi ordenador hasta que bajo a por el rancho hacia las 3. Es lo que quiere mi jefe, para eso me paga y además si no estoy se pone muy nervioso. Si por casualidad me llama y en vez de estar sentada estoy de pié guardando algo en un archivador y tardo 3 tonos en cogerlo, al descolgar oigo:

- ¿ Dónde estabas?
- Sujetando un archivador antes de que se me cayera y me destrozará el pie.
- Ah vale.

Si por ejemplo he ido a la fotocopiadora que está exactamente a 20 metros de mi despacho y me llama desde su mesa, si no lo cojo a la tercera llamada..oigo como cuelga y sale andando de su despacho, asoma la cabeza para ver dónde estoy.

Hace poco le dí a elegir entre sondarme o avisarle cuando voy al baño para evitarle una crisis de ansiedad. Gracias a Dios eligió el aviso.

Bien, es evidente que mi sitio está en mi despacho. No me puedo mover de aquí y para eso me pagan. Hay gente que no lo entiende, por ejemplo las tías de “ control de accesos”, es decir, las recepcionistas de toda la vida que ahora son controladoras de accesos. Supongo que es para darse importancia, controlan los accesos cómo si hubiera peligro de invasión por parte de gente deseosa de ver una empresa de colocación de libros por colores o espías industriales que quisieran conocer nuestros secretos.

Me llaman:
- Hola guapa
- ¿ Perdón?
- Te llamo de control de accesos.
- Ah si, las de la portería.
- No, perdona, control de accesos.
- Vale, si, las de amarillo detrás del mostrador. Dime
- Que ha llegado un paquete.
- Vale
- Tienes que bajar a buscarlo.
- Jajajajajajajaja ¿ perdona?
- Tienes que bajar a buscarlo porque
no podemos tenerlo aquí.
- Pues subídmelo.
- No es mi trabajo

- Mira controladora de accesos, la importancia de nuestro trabajo es directamente proporcional a la distancia que hay desde nuestro puesto de trabajo al despacho del jefe supremo y mira tú por donde yo le tengo aquí delante mirándome y tú no.
- Vale, ahora te lo subimos.

Por supuesto me odian, pero es que coño, le das a alguien un uniforme, un ordenador y un tarjeta identificativa y se creen los amos del calabozo.

La semana pasada tuve otra bronca con ellas que está teniendo desagradables repercusiones en mi entorno laboral. Me llama mi jefe hecho una furia:

- ¿ Porqué no me has avisado de que me había llegado un paquete? He quedado fatal con un tío
- Aquí no te ha llegado nada
.

Llamo a las controladoras de accesos y con voz dulce pregunto:

- ¿Ha llegado algo para el Jefe Supremo?
- No, no ha llegado nada, te habríamos avisado.
- ¿ seguro?
- Si, si seguro. Aquí no hay nada y no hay nada apuntado.
- Vale, pues cuando llegue sea la hora que sea
( era viernes y yo iba en el coche ) me llamáis, a la hora que sea.
- Vale, vale.

A los 10 minutos me llaman.

- Oye, que si hay un paquete, que llegó antes de ayer.
- ¡PERDONA?
- Si, es que es muy pequeño.
- ¡ MUY PEQUEÑO? No he hablado contigo hace 10 minutos y me has dicho que no había nada y que no había nada apuntado?
- Te avisamos el otro día.
- MENTIRA. Y LO SABES.

Llamo a mi jefe:

- El paquete llegó hace dos días pero no me habían avisado

MI jefe suelta todo tipo de exabruptos malsonantes y sé que si tuviera a las controladoras a mano las fulminaba.

- ¡¡ voy a llamar a su jefe!

El jefe de las controladoras es a su vez mi archienemigo el jefe de mantenimiento al que por supuesto le ardió el pelo de la bronca que le cayó sin comerlo ni beberlo. El lunes siguiente vino a verme para ver qué problema había habido, o a ver cómo con una maniobra de arabesco lateral conseguía que la metedura de gamba de sus chicas fuera mía. Discutimos mucho y gane yo pero en venganza ha bajado la temperatura del comedor a 15 grados y me mira con odio cuando entro a comer.

Lo que no sabe es que estoy maquinando mi venganza. Hoy bajaré a comer con mi jefe y le pediré que me deje su chaqueta del frío que tengo. Pareceré un pingüino pero le daré pena y cuando suba dira: llama al de mantenimiento y le echará otra bronca porque la gente pasa frío en el comedor y estamos gastando mucho en aire sin necesidad.

La venganza es un plato que se toma frío y nunca mejor dicho.

viernes, 19 de junio de 2009

VERANEO FRANQUISTA


Cuando yo era pequeña llegaba el 20 de junio y lo natural, lo que había que hacer, era irse a Los Molinos. Había que recoger toda la casa de Madrid, mi madre limpiaba alfombras, recogía la plata, tapaba los muebles con sábanas y ponía barreños con agua en las habitaciones para que “ los muebles no cogieran polvo”. A mi todos estos preparativos me parecían necesarios e incluso entrañables porque marcaban el comienzo de mi “veraneo”. Lo de franquista se lo puso mi jefe el primer verano que le dije que me marchaba a Los Molinos: “ ah ya veo, tú como los ricos, veraneo franquista”.

El caso es que mis hermanos y yo desde los primeros calores primaverales empezábamos a dar la brasa: ¿ cuando nos vamos a Los Molinos? ¿ cuanto queda? ¿Por qué no nos vamos ya?

Por supuesto no apreciábamos el esfuerzo que hacían nuestros padres ni veíamos en su cara el terror al cambio de rutina invernal por el descontrol veraniego. Cuando eres pequeño la transición de una cosa a otra no supone ningún esfuerzo, te lo dan todo hecho, lo único que aprecias es que ya no llevas calcetines, te ponen pantalones cortos y no hay cole.

Llegábamos a Los Molinos y nos instalábamos. Nosotros íbamos pertrechados con nuestros juguetes y nuestros cuentos, de la ropa ya se ocupaba mi madre. Era llegar y empezar a correr por el jardín, coger las bicis, subir a los pinos y empezar a dar la brasa: ¿ nos podemos bañar? NO ¿podemos ir a ver la piscina? NO ¿ podemos ir a mojarnos los pies? NO por favor, por favor, por favor..HE DICHO QUE NO. Cómo a mi madre le funcionaba el supertono entonces recurríamos a la tortura psicológica, nos sentábamos muy cerca de dónde ella estuviera y la mirábamos fijamente para ver si así sentía pena. No solía funcionar, mi madre a cara de perro siempre gana.

Después de dos días allí ya teníamos la rutina veraniega montada. Mi padre se piraba a Madrid a currar ( esto tampoco lo apreciábamos) antes de que nos levantáramos y volvía cuando ya estábamos en pijama. El día consistía en levantarse en pijama y desayunar en la pérgola, tostadas de pan de verdad y nesquick ( estoy en contra del cola cao que hace grumos), luego había que vestirse y hacer tiempo hasta que pasaran las dos horas de la digestión. Los padres te contaban historias horribles de niños que morían por haberse bañado antes de tiempo o peor aún niños que se habían encontrado de repente rodeados de vómito de otro niño al que se le había cortado la digestión. Así que ahí estabas, intentando pasar el rato con el cuaderno de vacaciones o montando en bici o dando la brasa a tu abuela ¿ que hay de comer hoy, abuela?

Por fin, veías salir a tu madre con el bañador y decías: ¡HORA DE LA PISCINA! Y ahí qué íbamos, a sumergirnos en el agua gélida de la piscina durante un par de horas. Luego había que quitarse el bañador mojado porque por supuesto permanecer fuera del agua el tiempo suficiente como para que el que llevabas se secara era inconcebible, y sentarse a comer.


Luego venía lo peor, el momento más odiado del día: la siesta. “ noooo, mami por favor…déjame ver la tele” Confieso en este foro público que yo jamás vi “ Verano azul”, mi madre consideró que era moralmente perjudicial para sus retoños ver esa serie dónde jovenzuelos desvergonzados decían tacos y lo que era peor de todo contestaban a sus padres. Jamás se lo perdonamos. Durante todo un verano fuimos unos apestados porque todo el planeta hablaba de Javi, Desi, Pancho y Chanquete y nosotros no sabíamos quienes eran. Desde aquí lo digo, bastante normales hemos salido para cargar con esa carencia.

La siesta venía disfrazada otra vez más de “tiempo de hacer la digestión”. 2 horas de aburrimiento peores que las de la mañana porque en estas además no se podía hacer ruido y no se podía salir al jardín porque hacia mucho calor. A pesar de nuestras reticencias al final nos dormíamos de aburrimiento. Ahora por supuesto y por si alguien tiene alguna duda la siesta para mis princesas es superobligatoria, dos horas y media de descanso son un regalo.

A las 6 comenzaba otra vez la rutina de la piscina pero esta vez venía delimitada por la “sombra”. Por el tono de tus padres parecía que si la sombra te tocaba te convertirías en piedra, “ niños, salid ya que está todo en sombra”. Ahora, con mi sabiduría maternal sé que la “sombra” era una estratagema de los padres para que no se les hiciera de noche vigilándonos en la piscina.

Mojados y arrugados como garbanzos nos arrastraban a “vestirnos”, el bañador y la camiseta no se consideraba ropa. Por la tarde había que ponerse algo más decente, los 3 iguales por supuesto. Lo peor de esto es que la supuesta ropa de verdad no se podía manchar, así que los juegos de la mañana: correr, montar en bici, hacer montañas de arena, tirarse al suelo con las chapas, jugar a las canicas..etc, no se podía hacer porque “ te estás poniendo perdida de arena”.

A veces salíamos a pasear comiendo pipas o íbamos a casa de alguien andando. Eso era un “plan especial”, nos gustaba, pero éramos felices en casa de mis abuelos..el jardín era enorme y tenía pasillos a los que sólo íbamos de “aventura”.

Al final del día cenábamos antes que los mayores y nos acostábamos a leer mientras escuchábamos a los mayores cenar en la Pérgola.

Eran veranos de rutina y eran geniales.

El viernes que viene empieza el veraneo franquista para mis hijas, pero ya no lo veo tan idílico. Desde el mes de mayo empiezo a tener pesadillas con la nueva reorganización, tendré que hacerme 270 km al día para ir y venir del curro, cuadrar la rutina con mi madre, mis hermanos, mi sobrino, el ingeniero, mi cuñado y organizar todo de nuevo. Para mí será una paliza pero para las princesas es un verano genial:

- mami, ¿cuantoz diaz quedan para irnos a vivir a Loz Molinoz?

jueves, 18 de junio de 2009

MÁS BRUCE: Thunder Road.

Cuando Bruce publicó esta canción yo tenía 2 años.
Cuando la escuché por primera vez tenía 16.
Cuando entendí la letra tenía 20 y pensé qué " So you're scared and you're thinking That maybe we ain't that young anymore" no tenía nada que ver conmigo.
Cuando la escuche con 24 pensé que " You ain't a beauty, but hey you're alrightOh and that's alright with me" era una frase de amor preciosa por real.

Quedan 44 días para el concierto de Valladolid, en breve me atacará la "brusitis" me pondré nerviosa y en mi coche sólo sonará Bruce.

Además este año, por fin F. viene conmigo.





Me gusta esta versión porque es sólo él, un tío cantando.

miércoles, 17 de junio de 2009

DESDE RUSIA CON AMOR

Cuando era cani hice una función en la guardería en la que íbamos disfrazadas de cosacas. Por supuesto yo no tenía ni idea qué eran cosacas pero me encantó el disfraz: una falda larga, una camisola blanca y unos lazos rojos en la cabeza en los que mi madre me había cosido unas flores de papel pinocho que me encantaban. Creo que tengo foto de esto, la buscaré.

Ese fue mi primer contacto con Rusia, algo me debieron contar en la guardería porque cuando me preguntaban a dónde quería ir yo ( que era muy repipí) contestaba: "quiero ir a Moscú a pasear en un trineo tirado por caballos". Lo dicho, para abofetearme.

Más tarde leí “La Reina de las Nieves” de Andersen y para mí aquello con tanta nieve y tanto frío tenía que ser Rusia. Estaba deseando ir allí.

Después vi “Guerra y Paz” con Mel Ferrer, Audrey Hepburn y Henry Fonda. Me encantó la película y Mel Ferrer me pareció el tío más atractivo del mundo. Reconozco que era repipi y con un gusto para los tíos muy raro. El caso es que allí estaba otra vez: Rusia, Moscú, los nobles, los palacios, las estepas y los trineos. Me encantaba. Los franceses podrían creerse el centro del mundo pero los rusos eran unos valientes que habían acabado con ellos y tenían un país precioso. Así era yo, repipi con mal gusto para tios y basando mi juicio histórico en una peli de Hollywood.

Cómo además también era gafapasta me lancé a la literatura rusa: “Guerra y Paz”, “ Crimen y castigo”, “Anna Karenina”, “ Los hermanos Karamazov” ( no leáis este último, es un coñazo impresionante), “ El idiota”, “El jugador”. Festival de literatura rusa. Aquello estaba muy bien para empaparte de buena literatura y para aprender algo de historia rusa pero poco práctico porque del país que retrataban estas obras no quedaba nada.

Después, por supuesto, vino “ Doctor Zhivago” y aquello fue el acabosé de amor a las estepas. Yo quería ir a morirme de frío allí ( por cierto en la Alhambra el otro día entre novia y novia me encontré con Omar Sharif). Con esta peli aprendí que la infidelidad pasa incluso entre los mejores y que no todos los rusos eran buenos, es más, algunos podían ser malísimos.

Con la típica inconstancia veinteañera abandoné a mis rusos y me lancé a por América, pero esa es otra historia.


Hace un par de años leí “ Stalingrado” de Anthony Beevor y descubrí varias cosas: que no tenía ni idea de la historia de la II Guerra Mundial, que Ucrania está aproximadamente a unos 8000 km de dónde yo creí que estaba y que Rusia es un país durísimo. Me encantó el libro y aprendí muchísimo y pensé que los alemanes eran unos cabrones con pintas. Después leí “Berlín” y la cosa se equilibró bastante porque los rusos tampoco eran unas señoritas Pepis. Pero de esto ya hablé aquí.

El caso es que ahora estoy leyendo “ El imperio” de Ryszard Kapuściński ( si, si, el mes pasado leí otro suyo, ahora además de repipi soy un pelín obsesiva). Trata sobre la Unión Soviética porque está escrito en 1990 justo cuando se desmoronó todo ese conglomerado y se formó la Federación Rusa y un montón de repúblicas desconocidas se independizaron.

Puede que alguno de los que me lee sea un erudito en la materia, pero es obvio que yo con mis antecedentes tenía un desconocimiento absoluto sobre esa inmensidad que comúnmente llamamos Rusia y estoy fascinada con el libro. He tenido que sacarme un mapa por internet porque no sabía dónde estaban las ciudades, ni las provincias. En el cajetín de geografía rusa de mi cabeza solo había imágenes de gente en trineo arropados con mantas de pieles y gorros ideales.

He aprendido que Bakú, la capital de Azerbayan, está asentada sobre un inmenso pozo de petróleo y que fue allí donde los hermanos Nobel, ( los de los premios) hicieron su fortuna, es más la calle principal de Bakú se llama Nobel Pros. Había tanto petróleo y cómo no sabían como encauzarlo, rodeaban los pozos de diques y hacían pantanos de crudo que muchas veces desbordaban y provocaban ríos de petróleo que llegaban al mar.

He aprendido que también en Turmekistán, sus dos millones de habitantes viven en torno a los 5 oasis que hay en el desierto que es todo su territorio. Buscadlo en google maps y flipad. La capital es Ashjabad. Ahora sé que hay una región en Georgia, que se llama Abjazia y que es como Mónaco, como la Riviera francesa.

He flipado con la historia de Kolymá, región noreste de Siberia dónde durante el stalinismo murieron 3 millones de personas en la explotación de minas y en el intento absurdo por parte de Stalin de construir una carretera entre Magadan y Yakust. Está contado aquí, ( en el blog de Anfrix).

Y para cerrar el círculo, he aprendido como la historia no terminaba con el “ The end” de la peli de Guerra y Paz. A raíz de la victoria de los rusos, el zar Alejandro I acometió la construcción del Templo del Cristo Salvador, los trabajos duraron 45 años y el resultado fue una mole impresionante con la altura de un edifico de 32 pisos ( se terminó de construir en el año 1883) , los muros tenía 3, 2 metros de espesor, estaba cubierto de mármol y cobre, con una enorme cúpula coronada por una cruz del tamaño de 3 pisos. Dentro ardían 3000 candelabros y había un iconostasio hecho con 422 kilos de oro. Existió 48 años porque Stalin mandó demolerlo para construir el Palacio de los Soviets que nunca llegó a hacerse.

En resumen, es un libro estupendo del que se aprende muchísimo a pesar de que desde que fue escrito en 1900 muchas cosas han cambiado allí aunque me temo que no para mejor. Es un libro excelente para cualquier lector con un mínimo de interés por algo más que su propio ombligo.

Poco a poco y gracias a la literatura creo que superaré mi atracción por Mel Ferrer.

martes, 16 de junio de 2009

RUTINA QUEBRADA

La rutina está mal vista. Los perroflautas, carajipis y demás chusma que vive por la cara disfrazándolo de libertad se permiten mirarte por encima del hombro y decir cosas como: “ yo es que paso de caer en la rutina, a mi me gusta la aventura y poder hacer mil cosas”. Por supuesto esa libertad y aventura está normalmente financiada gracias a la capacidad parasitaria del mencionado carajipi. Además, les gusta la aventura pero si pueden quedarse a comer en tu casa de gorra hoy y mañana en la de tu prima y pasado en la de la abuela del tío que han conocido en el metro pues mejor que mejor.

Aunque pueda parecerlo, no es un post contra los jetas, estoy demasiado cansada. Es un post reivindicativo de la rutina, de mi rutina. A mi me mola saber qué voy a hacer cada día. Tener claro mis actividades me da calma y tranquilidad. Eso no quiere decir que sea una Rottenmayer y que si alguien me llama para algo inesperado vaya a decir que no, o me niegue porque “rompe mis costumbres”. Todo en su justa medida.

La rutina me permite descansar. Sé lo que tengo que hacer y cuando, y por lo tanto sé que rato tendré para leer, dormir, rascarme el dedo gordo del pie o desnucarme en el sofá hasta que babee. Me mola mi rutina.

Cuando se me rompe me pongo de mal humor, si además se rompe en varios aspectos y para rematarlo hace 40 grados directamente me pongo intratable.

Ayer fue un día de esos.

Volvimos de Granada el domingo machacados. Princesas al sobre rápidamente y nosotros al sofá. A las 12 a la cama, pero paso por el cuarto de las princesas a saborear ese momento en el que son tan monas y a Urgencias con M. A la mierda la rutina, empiezo a estresarme.

Vuelvo a las 2 de la mañana, me desplomo a dormir para descubrir a partir de las 3 y media que esta noche no me toca dormir. M. está mala, así que festival de la maternidad, arriba y abajo, cambia sábanas, pon termómetro, vasos de agua, mimos y caricias todo intercalado con breves cabezadas y todo tipo de juramentos contra el ingeniero y su sueño a prueba de responsabilidades paternales.

A las 7 de la mañana es obvio que M. está bastante mala, lo que quiere decir que la rutina del lunes no se va a cumplir. Ante esta perspectiva yo opto por cabrearme y sufrirla, el ingeniero es más de la opción “ obviemos los síntomas que no nos convienen y sigamos con nuestra rutina”.

- Yo me tengo que ir a trabajar
- Yo también
- Que no vaya al colegio
- Ya, y aparte de lo obvio ¿ cómo vamos a organizarnos?

Asi que a las 7 y 15 ya hemos tenido pelea. Fenomenal. Sin rutina, sin dormir y hostilizada..lo mejor para empezar el día.

Las princesas se levantan. C. que está bien no quiere ir al cole, y M. que está a morir si quiere ir. Estupléndido. Gritos, discusiones, termómetros, fármacos e instrucciones.

Al coche. No funciona la aguja de la gasolina, o eso o mi coche está a régimen, con un tercio del depósito me he hecho 900 km. Lo que me faltaba, quedarme tirada.

Llego al curro. Llamo a casa, M. sigue mal, el ingeniero me llama para saber cómo está M. Me hostilizo más.

Muchos pesados en el curro, “¿qué te pasa? Estas seria” “ pues ya ves no estoy de humor”. Ni les interesa ni quieren saber que me pasa pero cómo estoy cerca del poder me tienen miedo y más si estoy de mala leche. No saben que cuando estoy simpática soy mucho más peligrosa.

Por fin me dan hora en el pediatra, me voy antes del curro dejando colgada a mi compañera. Llego a casa, recojo a M, la llevo al médico: “ puede ser que sea celiaca, que no coma gluten, ni patatas, ni arroz”. Teniendo en cuenta que no puede comer ni huevo ni pescado tengo una visión de mis menús en un futuro y lloro.

Llego a casa, baño a las princesas y el ingeniero me llama que no se encuentra bien y que no puede ir a la compra.

Me voy yo. En el supermercado deben regalar las cosas o la gente no tiene amigos porque está absolutamente petado. Lleno el carro, busco cosas sin gluten, sin huevo, ni pescado y que no sean derivados del petróleo, por un momento busco la cámara oculta porque tengo el síndrome del concursante: por 2 euros intente llenar el carro cumpliendo todos estos requisitos.

Salgo con el carro, pesa mucho..es cuesta abajo, las sandalias patinan, intento hacer contrapeso, el carro se descontrola, me abro de piernas y me meto la gran leche empotrando el carro contra un coche.

Me pongo de pie, me sangra un dedo del pie, lloro. Lloro muchísimo.

Llego a casa, saco las bolsas, hago dos viajes a casa y cuando por fin cierro la puerta de casa, me miro en el espejo y descubro que del espatarramiento para intentar evitar la caída y el choque contra el coche se me han rajado los vaqueros y voy enseñando el culo.

En días así me gustaría ver a un perroflauta disfrutando de la aventura de mi rutina.
Eso sí, a escribir el post me dió tiempo.

lunes, 15 de junio de 2009

MALAS IDEAS.

El sábado, por circunstancias familiares que no vienen al caso, estaba a las 7 y media de la tarde a 40 grados a la sombra sentada debajo de un arbol en la Alhambra. A mi alrededor, aparte de mi amplia familia política, hordas de guiris paseaban con la lengua fuera admirando los Palacios Nazaríes, el Palacio de Carlos V y la Alcazaba.
Rojos como langostinos, vestidos con exiguos pantalones y camisetas de tirantes que permiten ver sus hombros carbonizados son inconfundibles. Los pobres quieren disfrutar de lo que ven, pero pasado un rato a esa temperatura sus funciones neuronales empiezan a bloquearse y los ves caer rendidos delante de las máquinas de refrescos que oportunamente están dispuestas a lo largo del recinto.

Pues allí que estaba yo observando esa fauna cuando empecé a ver gente trepada en unos tacones imposibles, mujeres pintadas como si se acabara el mundo y hubieran dicho “ me voy a poner todos los potingues porque total mañana se acaba el mundo y va a ser una pena que esta raya azul celeste para el ojo y este rimel verde fosforito se queden sin usar”, hombres con chalecos morados a juego con corbata a tono y pañuelito….todo era muy raro.

Hasta que todo cuadró. Calculo que el sábado vi a todas las novias de Granada hacíendose fotos en la Alhambra Qué espectáculo, los pelos como escarpias.

Las bodas son un terreno abonado para cometer errores garrafales de los que no te vas a poder olvidar en tu vida porque para empezar has contratado a un tío que te retrate desde que te vistes hasta que tus invitados vomitan por las esquinas. Ese es el primer error, contratar un fotógrafo.

El fotógrafo de las bodas es un tío al que le pagas un pastizal indecente y encima no puedes hacer lo que quieres, porque él es “artista”. Los artistas son peligrosísimos. Sin saber cómo, de repente, te ves posando de espaldas al novioen un escorzo anatomicamente imposible, el velo extendido por el suelo poniéndose asqueroso ( una de las novias literalmente se quedó pegada a la fanta que mi hija C. convenientemente había esparcido antes) y con tu ramo posado sobre ese velo mientras los dos lo mirais arrobados como si fuera un prodigio de la naturaleza. El tío de la cámara dice que es “ artístico” y tú te lo crees. Y lo que es peor, le vas a pagar las fotos a precio de oro.

El otro día, en la Alhambra, vi a un fotógrafo que hizo posar a los novios, ella sentada en un poyete y él con la pierna apoyada en ese poyete y quitándose las gafas mientras la miraba por encima de ellas como si la acabara de descubrir. Espeluznante.

Se me olvidaba hablar de las invitaciones de boda: sencillez. A mi modesto entender enviar papel imitando pergamino con letras grabadas en oro que reproduzcan un mensaje supuestamente cálido y original del tipo “ el mar y la orilla se encontraron y nunca más pudieron separarse” o “ yo no sabía dónde quedarme hasta que tu me encontraste” debería estar penado con la cárcel.

Otro error es dejar libre albedrío al novio para vestirse. A él le da igual, pero probablemente la madre quiera que vaya como un príncipe…de Bel Air claro. Ya lo he dicho más veces, la originalidad mal entendida es peligrosísima: corbatas moradas a juego con chalecos, cuellos de la camisa a juego con calcetines, pañuelos de fantasía anudados al cuello y pajaritas fosforescentes pueden hacer que te replantees muy seriamente si de verdad te quieres casar con un tío que tiene tal confusión cromática.

El tercer error es muy común, las novias creen que cualquier vestido las hará más guapas. Falso. Si eres una cuerpo estufa y te pones un vestido con más capas que una cebolla parecerás un hobitt, si tienes los brazos de Stallone y llevas un vestido palabra de honor darás miedo y si tienes cara de pajarito y te pones un tocadito con plumas parecerá que has anidado. No olvides nunca que la gente miente: “ estás guapísima”..es casi siempre mentira.

Todos sabemos que para ti es un día importante, pero para los demás no lo es tanto. Probablemente lo pasen bien y les gusta estar contigo en ese día..pero no va más allá. Regalitos de boda en plan “ chuchi e isa” inscrito en dorado en un bloc de papel reciclado es mala idea, la cesta de caramelitos rancios con la figurita de los novios es innecesaria completamente y la flor de plástico con el menú grabado en rosa es directamente para ir al infierno.

No sé porqué la gente se empeña en hacer esta mierda de regalitos, ¿ para compensar el gasto a los invitados? No me parece bien, te gastas pongamos por ejemplo 150 euros y ¿ esperan que te compense por el set de manicura en funda de polipiel? Me parece poco realista.

Por supuesto estoy totalmente en contra de cosas como permitir que los camareros se pongan en pasillo encabezados por el maitre y los novios desfilen para ir a su mesa al son de la marcha nupcial, estoy en contra de cortar la tarta con sable y de brindis casposos del tipo: “ Pepe, te quiero..eres la luz de mi vida y espero que seamos muy felices”. Cursilismos los justos.

Si has decidido casarte con un tío vestido de verde botella que lleve los zapatos a juego con tus pendientes, has contratado al fotógrafo más artístico de tu barrio, te has hecho fotos mirando a dos jilgueros de plástico piar y vas a cortar la tarta con una katana..te deseo que seas muy feliz pero a mi no me invites.

Mira el lado bueno, te ahorraras mi bolsa de lavanda seca para perfumar el armario.

viernes, 12 de junio de 2009

MATERNITY (XXIX): A la playa


Consejos para ir a la playa y no terminar con un ataque de nervios y llorando en la orilla
  • Borra de tu mente cualquier recuerdo de experiencias anteriores en la playa. Tómatelo como si fuera la primera vez que vas a la playa. Si no lo haces, y comparas tu actual experiencia playera con cualquiera que hayas tenido anteriormente, incluídas las que tuviste cuando tenías 6 años, acabarás llorando de frustración.

  • Vete a Ikea y compra una bolsa de playa que tienen por 0, 95 que no es ni bonita, ni estilosa, ni cómoda de llevar pero en ella cabe "casi todo" lo que tienes que llevar en esta fascinante y nueva experiencia.

  • Olvidate de " me levanto y en media hora estoy en la playa". Ahora desde que te levantas hasta que llegas a la playa pasarán facilmente un par de horas, es más tendrás la sensación de que más que bajar a la playa te mudas de casa cada día. Tienes que preparar bolsas y bolsas de cosas que obviamente no son para ti.

  • Olvida la experiencia de coger la toalla, el libro, la crema y a la playa. Si persistes en no olvidar experiencias anteriores, cogerás el libro, la toalla y la crema, para descubrir al final del día que no has leído nada, tu toalla no ha salido de la bolsa y estás totalmente abrasado porque a pesar de tener la sensación de llevar todo el día con crema en las manos, te has olvidado de darte a ti mismo.

  • No olvides llevar suficiente ropa como para vestir a tus fieras durante una semana. Si cometes el error de olvidar este importante paso lo pagarás caro. A la media hora de estar en la playa tendrás a tus fieras "en culos" porque la arena en la que se han rebozado les pica y después de gritar " mamiiiiiii me picaaaa el culooooooooooo", se habrán quitado los bañadores. Además como no te ha dado a quitarles la camiseta y se han lanzado rapidamente al agua tienen la camiseta empapada, asi que ya los tienes sin camiseta para llevarlos al restaurante y en culos. Si además tus hijos son muy como las mías, resultará que de buenas a primeras tienen frío en la playa así que entre la media docena de camisetas acuerdate de llevar alguna de manga larga. Por supuesto hay que meter gorra, pañuelo ( por si pasan de la gorra) y gorro...al final querrán ponerse el que lleves tú pero da igual, si cometes el error de no llevar su gorra de Pokemon te darán la barrila todo el día.

  • La arena no es tu enemiga, eso era antes, cuando eras ideal y monísima y bajabas a la playa a ponerte morena y relajarte en tu toalla. Por aquel entonces no entendías que la gente se alquilara una tumbona, total " estiro la toalla y me tumbo y no tengo nada de arena en la toalla". Jajajajaja, prueba a tumbarte en la toalla a ras de suelo ahora. En 2 nanosegundos tendrás a tus fieras encima rebozados de arena y tú con ellos. Tienes dos opciones, intentar que los adopten los de la sombrilla de al lado ( cosa que puede que hagan si continúas llorando) o dejarte llevar y resignarte a tener arena hasta en el píloro. La opción alquilar hamaca puedes contemplarla, pero que sepas que los que se tumbarán serán las fieras.

  • Hacer castillos, tuneles, piscinas, enterrar gente, moldes de tortugas, lagartos, cangrejos, delfines y flanes de arena es un plan divertidísimo. Intenta acordarte de lo que te gustaba cuando tenías 5 años. Sé que es una etapa que queda lejos, pero recupérala porque te lo vas a pasar bomba.

  • El baño, ese gran momento. Olvida cuando te levantabas de tu toalla, apartabas el libro o el periódico, mirabas al horizonte y tranquilamente caminabas hasta la orilla mientras mirabas al inmenso azul que te iba a acoger y refrescar, tú no lo sabías pero no era para siempre. Ahora tienes dos opciones: arrastrar a tus fieras vociferando y gritando como si fueran a despellejarlas al tiempo que aletean intentando quitarse los manguitos porque " nooooooo....me da miedoooooo", " no me quiero bañarrrrrrr"...o la opción dos, recuperar esa sensación de dedos envejecidos porque llevas en el agua 2 horas, no hay manera de sacar a las fieras " otraaaa olaaaaaa". Están tan a gusto en el agua que incluso te planteas que puedan desarrollar agallas.

  • Desaconsejo muchísimo ir a la playa con menores de 1 año. Sólo la impedimenta para intentar pasar medio día en la playa es suficiente como para desanimar a cualquiera: sillita para que duerma, hamaquita para que se siente, bañerita por si se quiere mojar, toalla para tumbarle, una legión de juguetes, el biberón del agua, el biberón de la leche, media docena de chupetes, los pañales, el cambiador, las toallitas, la muda, el gorrito y cualquier otro gadget que como padre primerizo crees que vale la pena llevar para que tu fiera pase un buen rato y sobre todo te deje tranquilo un rato. Olvidalo, no funciona. La playa será una tortura china y además te habrás provocado una lumbalgia de cargar con tanto peso. Por supuesto la pelea conyugal está garantizada: " ¿ qué no has traído la tienda de campaña especial para bebes que permite el paso de los rayos Gamma que favorecen el crecimiento capilar? " "No, estaba cargando con la nevera especial contenedor de comida infantil". " Mañana no vengo" " Pues yo menos". No merece la pena, la piscina está más a mano y no necesita tanto trasto.

  • Lo que se te va a poner más moreno es la espalda, eso pasa cuando en vez de estar todo el día tumbado leyendo estás todo el día en la orilla haciendo castillos. Date protección 30.

  • Olvida cuando la gente te miraba con admiración. Bienvenido a que la gente te mire o bien con pena si la que lloras eres tú de desesperación, o con cara de odio si son tus niños los que berrean a la hora de la siesta.

  • Si consigues algún momento de calma porque caen dormidos, no te confies, los elementos están contra ti: se nublará y se levantará una desagradable " brisa antiprensa" que impedirá que leas el periódico. Resignate.

  • Recoger conchas es divertidísimo. Tener conchas como para alicatar tu salón es fascinante. Encontrar conchas en las sábanas cuando te acuestes es estupendo. Tirarlas porque estás hasta el moño de las putas conchas es mala idea. " Mamiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii ¿ y miz conchazzzzz?????, ¿ laz haz tirado?????".


Las buenas noticias es que a partir de los 3 años la situación mejora muchísimo, así que adoptadlos con 3 o hasta entonces pasad las vacaciones en la montana.

viernes, 5 de junio de 2009

MENTIROSOS Y TONTOS

A raiz de la historia de MAK he estado reflexionando sobre la mentira.

La mentira tiene muy mala fama, si confiesas decir mentiras la gente te mira por encima del hombro en plan: eres chusma. Todo el mundo aparenta ser un pozo de sinceridad y desconocer completamente la falsedad.

Pero es mentira. Todos mentimos. Lo malo es que la gente cree que se puede hacer a tontas y a locas y para nada. Para ser un buen mentiroso hay que tener una serie de cosas claras.

Lo primero es elegir sobre qué se miente. Mentir sobre chorradas es absurdo y además propaga el mal. Si alguien te pregunta ¿ te gusta mi camiseta de Fernando Alonso? La respuesta es “ NO, me parece horrible”. Un tío que se pone una camiseta de Fernando Alonso tiene que estar preparado para aceptar que los demás le echen en cara que no tiene criterio.

Si optas por mentir y decir “ Si, es preciosa y superchula”, para empezar propagas las camisetas de Fernando Alonso por el mundo lo que ya es bastante malo, haces a sus sponsors más ricos y lo que es peor de todo te expones a que ese tío te regale una a ti. ¿ Se puede mentir peor?. No.

Sin embargo si esa misma pregunta te la hace tu pareja después de ir de rodillas a comprarte la camiseta de Fernando Alonso a Qatar pensando que te hace muchísima ilusión ¿ te gusta cariño?. Ahí si que hay que mentir, o si eres un crack contestar algo que contente a tu pareja pero que no sea mentira: “ jamás pensé que fuera a tener una de estas”.

Hay que mentir considerando que el otro es inteligente. Decir mentiras chapuceras y mal construídas es una afrenta para el otro. Si llegas a casa apestando a sol y sombra y con pinta labios en el cuello no mientas diciendo “ estaba trabajando”. Eso es una mentira ofensiva. Construye una mentira molona que te haga pasar por un tío con imaginación aunque seas un cabrón con pintas. “ Cariño, volvía de trabajar cuando mi coche se quedó sin gasolina, estaba oscuro, no había nadie y lo único que se me ocurrió es echarle al coche un poco de cognac de la cesta de navidad que llevaba en el maletero y que traía a casa para disfrutarla contigo. El coche arrancó y venía para casa saltando de impaciencia por verte cuando me encontré a una pobre viejecita perdida dando tumbos por la autopista, una de esas con el pelo azul y los morros pintados. La pobre de agradecimiento por llevarla a su casa me ha plantado este beso” . Eso es una mentira construída, probablemente no funcione pero eso da igual.

Mi hermana E. y mi amiga N. son unas grandes mentirosas, lo hacen genial. Sin pestañear. Hay que estar siempre alerta, en cualquier momento y en cualquier ocasión te la cuelan. Suena el teléfono y de repente te encuentras contestando a una supuesta policia que llama por una denuncia a tu coche..te das cuenta de lo absurdo de todo y de repente dices: serás cabrona!!!

A los padres hay que mentirles también, hay cosas que es mejor no decirles porque sufrirían, chorradas pero mejor que no lo sepan, además lo saben pero si no se lo dices pueden hacer cómo que no lo saben. Ejemplo práctico, si con 24 años te vas con tu novio de viaje solos y a tu madre no le hace gracia, no se lo digas, dile que vaís un grupo de amigos. Ella sabe que es mentira, pero prefiere no saberlo y todos contentos. Si, sí, ya sé que ya me llegará el momento de ser la madre que prefiere no saberlo.

Luego están las mentiras que el otro acepta porque le molan. Llama tu jefe porque no va a ir al despacho

- Hola, ¿Qué tal todo?
- Pues bien, aquí echándote de menos. Si no vienes a la oficina para mi no tiene sentido venir a trabajar
- ¿ De verdad? ( Oyes como su ego crece hasta no caber en el coche)
- Por supuesto, si no vienes tú hacerme 190 km no tiene sentido, pero aquí estoy llevando el peso de la empresa sobre mis hombros.
- Vaya, muchas gracias.

Él sabe que es mentira y tu también, pero no cuesta nada hacerle féliz, es una mentira buena y hasta cierto punto necesaria.

Para cerrar este post sólo quiero decir que prefiero mil veces un buen mentiroso a un tonto absurdo.

¿ Cómo se puede ser tan majadero como para hacer un bautizo civil que consiste en “ceremonia civil de otorgamiento de carta de ciudadanía”? ¿ se puede ser más absurdo, más tonto, más incongruente y más rematadamente memo? No creo.

¿ Qué va a ser lo siguiente? ¿ Un Bar Mitzvá frente al Puente de Segovia? ¿ Una comunión civil en el parque de atracciones?

Dónde esté un buen mentiroso que se quite un tonto absurdo.

¿ NO OS RECUERDA A MAK?

Mi amigo S. ha seguido atentamente la saga de MAK y me manda este acertado vídeo. Estoy llorando de la risa yo sola en el despacho.
En España salió como Simón " El simpaticón" aunque en You tube aparece como "Simón el agradable", es un malo muy malo pero que cuando sonríe le amas y te crees todo lo que dice.
¿ No os suena?
Gracias S.

jueves, 4 de junio de 2009

LA COMUNIDAD.- MAK at the police.

Por fin.

Ayer se me olvidó contar que cuando MAK llamó hecha una furia de indignación a mi tio, le comentó también que la policia se había quedado de piedra y le habían pedido perdón cuando sacó el pasaporte diplomático en comisaria.

Tal despliegue de aplomo por parte de MAK propició un nuevo ataque de síndrome de Estocolmo entre varios de los churumbeles. Algunos confesaban creer que lo del chaletazo en Aravaca o lo de que era diplomática o incluso que era médico. Sólo uno de los churumbeles, sabiamente aconsejado por mi permanecía inmune a sus influjos. A lo mejor tiene algo que ver que es el único que no la ha visto fisicamente, empiezo a pensar que tiene un superpoder con rollo paralizante o que es capaz de hipnotizarte en plan " 1, 2, 3 te crees todo lo que te cuento".


El caso es que en esas estábamos, luchando contra el síndrome de Estocolmo, cuando el churumbel inmune ha ido a visitar al inspector A a la comisaria. Novedades:


  • Todo lo que ha contado MAK es mentira. Ni chaletazo, ni chofer, ni amiga de Gallardón, ni pasaporte diplomático, ni médico, ni americana.
  • Lo único que es verdad es que se llama MAK. jajajajajajaja...esto es buenísimo.

  • Tiene antecedentes.

  • Muchos antecedentes.

  • Muchísimos.

  • Todo está en manos del juzgado y se espera que en breve se recuperen las llaves del piso o el juez permita acceder al piso, por supuesto siempre con la policia porque seguimos sin saber qué es lo que tiene ahí metido: droga, chinos, futbolines de contrabando, más kioskeros aprendices de abogado o el tesoro de los Incas.

  • La poli ha flipado con que MAK después de salir de comisaría tuviera los huevos de llamar a mi tio a contarle todo tipo de trolas. No se pueden creer lo profesional que es.

  • Han dicho que si vuelve a aparecer , se les llame que la detienen y a la trena.

Del cómplice kioskero no sé nada.

¿ Será esto el fin de MAK? ¿ Será el fin de mi exitosa serie " La comunidad"? Por un lado lo prefiero porque creo que me está fagocitando el blog y por otro lado empiezo a cogerle cariño.... Me apuesto algo a que aparece otra vez y confieso que MAK me tiene impresionada. ¡ Que profesional!

Ahora que hemos conseguido saber quien es ella, el siguiente reto es saber que hay detrás de la puerta cerrada del zulo.

To be continued

MATERNITY (XXVIII): La fiesta de la familia

Las fiestas de los colegios son de dos tipos. Por un lado están las que son gratis y vas a a descubrir que no tienes criterio y que efectivamente tu hijo es el más guapo, el que mejor canta, el que mejor recita y el más mejor de su curso con diferencia ( en estas es muy posible que llores de emoción maternal/paternal). Y luego están aquellas en las que pagas por algo que no queda claro ( dónde también es posible que llores).

Las monjas del cole de mis hijas se parecen muchísimo a las de mi colegio, aunque éstas son “hermanas” en vez de “madres” y van de beige en vez de ir de blanco, pero lo que las hace mucho más peligrosas que las de mi colegio es que han aprendido el concepto “ marketing”.

En mi colegio, como en todos supongo, había una serie de fiestas al año. Todas eran un coñazo, a mi no me gustaba ninguna porque yo soy muy de rutinas. Vas al cole, te sientas, sales al patio, comes y otro ratito sentado y te piras. De lunes a viernes. Las fiestas jodían mi ritmo vital; primero había que ir sin baby, había que ir a la capilla, luego te llevaban al patio de los autobuses a que te comieras media chocolatina y después de comer había actividades variadas: Molokai, carreras de sacos o cualquier otra chorrada francamente prescindible. Yo nunca quería ir al cole los días de fiesta.

Ahora veo que a las monjas de mi colegio les faltaba saber vender su producto. Las del cole de mis hijas lo han aprendido muy bien. El viernes pasado era la “fiesta de la familia”, un plan espantoso, pero no te puedes escabullir, porque las monjas llevaban una semana vendíendoselo a tus hijos con un ardid muy astuto: castillos hinchables.
Los castillos hinchables son a las actividades como la besamel para la comida: si hay castillos hinchables los puedes llevar a que los despellejen, igual que con besamel se comen lo que sea.

Pues las monjas del cole de mis hijas llevaban 10 días vendiendo los castillos hinchables de la fiesta de la familia.


- Mamá, es la fiesta de la familia. ¿ vamos a ir?
- Pues no sé, ya veremos.
- Tenemoz que ir hay caztilloz hinchablez.
- Bueno, ya veremos.

Me devané los sesos buscando una actividad que pudiera ser mejor que los castillos hinchables. Se me ocurrió, pero el ingeniero me dijo que de ir a Eurodisney ni de coña.

- Mami, tienez que comprar loz ticketz.
- ¿ Que tickets?
- Loz de la fiezta de la familia para loz caztilloz hinchablez.


Creo que el propósito de la mencionada fiesta es algo benéfico en el Congo, pero no me he enterado bien, porque las monjas están muy a favor de las misiones y también muy en contra del medio ambiente: todos los días nos mandan circulares que ya ni leo. Esa en concreto creo que era mucha letra y una cuenta para hacer una transferencia que por supuesto no hemos hecho. Bastante que compré los puñeteros ticketz.

Con esos ticketz ( 7 leuros los adultos y 5 los niños), te permitían acceder al recinto de la fiesta y recoger un pack de merienda.

Asi que nada, de perdidos al río. El viernes me bajé con las princesas al magno evento. ¿ Qué puede haber mejor que estar un viernes a las 5 y media de la tarde en un patio de cemento con un sol de justicia viendo como tus niñas se juegan la vida en los castillos hinchables?. Nada.

Si a ese plan, le sumas un escenario con karaoke dónde los que ya no caben en los castillos hinchables, es decir adolescentes carpeteras con acné, emulan a sus héroes perpetrando a voz en grito supuestos grandes éxitos y mesas donde padres de niños se sientan a hacer pandilla te sale el peor plan del mundo.

Pues allí estaba yo comprendiendo una vez más que quiere decir la expresión “sacrificio maternal”. A pleno sol, con 3 packs de merienda, dos pares de zapatos en la mano, sudando como un pollo y sorteando a gente que me decía: ¿ eres la madre de C.? Nunca sé que contestar a eso, mi institino me lleva a negarlo: ¿ Qué C.? pero claro si C. está agarrada a mi pierna haciéndose la tímida no se lo traga nadie. AL final digo que si y me sumerjo en una conversación absurda del tipo.

- Mi hijo está todo el día hablando de C.
- ¿ Ah si? ( qué se dice a eso)
- Si, todo el día. Que si C. se ha subido a la mesa, que si C. ha imitado a la profesora, que si C. se va a Gibraltar.
- ¿si?

Mis comisuras se van tensando en una sonrisa forzada mientras pienso algo que decir porque no tengo ni idea de quien es su hijo, C. jamás dice nada de sus amigos aparte de algo como: P. es un llorica, M. me tira del pelo o G. se ha hecho caca, cosas que no se le pueden decir a los padres.

Después de 2 horas de sortear padres, buscar la sombra cómo un perro pachón y consolar a M. porque en el dichoso pack de merienda lo único que ella se puede comer es el cartón de la caja consigo convencerlas de que nos vayamos a casa.

¿ Convencerlas? ¿ Cenar en el salón, comer palomitas y ver una peli se considera chantaje?

El año que viene a Eurodisney.

miércoles, 3 de junio de 2009

LA COMUNIDAD.- ¿ La historia interminable?

Martes. 19 horas. Una terraza en una calle concurrida de Madrid, en una mesa dos de los churumbeles ( mi madre y otro). Dos churumbeles apostados en la terraza de cada para atisbar el encuentro.

La pasma avisada.

Llega MAK con un joven trajeado con una carterita.

Se sientan los cuatro.

- ¿ Quién es este chico?
- Es un amigo mío que su padre era un gran abogado con un despacho muy importante. Su tío es Inspector Jefe de Policia y él trabaja en XX pero mientras estudiaba trabajaba en el kiosko de la calle A. ( MAK sí había visto al otro churumbel en el autobús y traía preparada la excusa).
- Muy bien. Bueno, mire queremos que nos dé la llave porque este señor está muerto.
- ¡ No está muerto! Ya he ido con el notario y ya voy a traer la fé de vida.
- No nos diga más cuentos.
- Está vivo y está en una residencia
– apostilló el joven kioskero.
- Díganos cómo se llama la residencia dónde está.
- No se lo puedo decir.
- ¿ Porqué no?
- Porque no estoy autorizado
- ¿Autorizado? ¿ Quien tiene que autorizarle?
- La gente que le lleva sus asuntos
- ¿ Qué gente le lleva los asuntos?
- Sus abogados
- Vale, pues dígame quienes son sus abogados y hablamos con ellos.
- Les digo que está vivo.

Tres jóvenes de paisano se acercan a la mesa.

- Señora, perdone, ¿ le importaría identificarse?
- ¿ Yo? ¿ Por qué?
- No pasa nada, pero le importaría identificarse?
- No llevo pasaporte porque me lo han robado, pero les apunto aquí mis datos.

MAK saca un folio y apunta lo que le apetece.

- Oiga joven, ¿ Es usted su abogado?

El joven kioskero entra en pánico y empieza a temblar. Los churumbeles temen que se moje los pantalones.

- No, no..yo soy…un amigo..he venido a acompañar..ehh..ehhh..pero no he hecho nada ehh.

Por supuesto de su supuesto tío policia no dice ni mus ( cómo dice mi suegra).

MAK sigue a lo suyo, que para eso es una profesional.

- ¿ Me habéis puesto una denuncia? Pues me lo teníais que haber dicho.

Rebuscando en su bolso secreto encuenta el Abono transporte y se lo da a la policia que se retira un poco para llamar a comprobar datos.

- Señora, mire..tiene que acompañarnos a comisaria.

Asi que ayer a las 8 de la tarde MAK fue conducida a la comisaría. Luego la pasma llamó a decir que le estaban tomando declaración.

Esto fue ayer y creíamos que sería el fin de MAK, pero nos pasamos de listos.

MAK ha llamaodo hoy hecha un basilisco y amenazando con poner una denuncia a uno de los churumbeles que estaba ayer por haberla denunciado. No se ha enterado de que la denuncia es de los 6. Está superindignada y dice que el bicho está enfadadísimo ( jajajaja..es un crack) y que no quiere saber nada de los churumbeles. ( Lógico, está el pavo en su nube celestial sin ninguna gana de ver a sus caseros).

El churumbel receptor de la llamada tras aguantar el chorreo le ha dicho que para ellos ella es una mentirosa. El bicho está muerto y ella puede decir misa, pero mientras no demuestre lo contrario es una mentirosa.

Ahora mismo estamos intentando localizar al inspector encargado del caso para saber qué pasó ayer en comisaria.

Seguiremos informando.
No sé si cambiarle el nombre al blog.

¿ opiniones?