Empecé el mes con un regalo de mi cumpleaños El balcón en invierno . De Luis Landero ya había leído algo hace unos años pero me ha gustado muchísimo más esta especie de memorias de infancia. Se parecen en el tono, los recuerdos y la reconstrucción de la vida de sus padres a las de Marcos Ordóñez que leí en enero.
Landero, además de recordar su niñez y juventud, habla sobre escribir, sobre leer, sobre el placer de la lectura y el sufrimiento de la escritura.
"Durante mucho tiempo yo fui feliz con aquel libro, feliz acaso como nunca en la vida. Fue un verdadero idilio, el más hermoso que uno pueda imaginar. Aquel libro era mi amada y yo su amado, el libro y yo, los dos juntos, inseparables, viviendo no importa cómo ni dónde y condenados a ser dichosos para siempre".
Es un libro tranquilo.
Después me torturé con Blitz de David Trueba. De este despropósito ya hablé en su momento. Dadas las inexistentes críticas realistas que he visto en prensa, me he reafirmado en mi idea de que los suplementos culturales y demás son auténticas máquinas de propaganda.
Una de las maravillas de este mes ha sido The Edge of the Sky: All You Need to Know about the All-There-Is de Roberto Trotta. Conocí este libro en el blog Brainpickings hace meses y lo recibí en mi casa como regalo de cumpleaños de parte de Divagando.
¿De qué trata este pequeño librito azul? Pues es un intento del astrofísico Roberto Trotta por explicar el universo, su formación, el nacimiento de las estrellas, los agujeros negros, la materia oscura, las partículas elementales y un montón de conceptos más usando sólo las mil palabras más utilizadas en inglés.
Es verdad que algunas cosas suenan un poco infantiles como llamar a los telescopios "la gran mirada" o al universo "todo lo que hay". Uno piensa que es un poco innecesario ese nivel de simplificación pero una vez que entras en el lenguaje y en el estilo de la narración es un placer descubrir como conceptos muy complejos pueden explicarse de manera sencilla. Por supuesto, no se trata de aprender astrofísica o física de partículas, sino de conseguir acercarse a esas ideas.
La protagonista es una "student woman" que desde uno de los grandes telescopios "Big Seers" va reflexionando sobre todos estos conceptos.
Es un libro breve, precioso y que recomiendo muchísimo incluso para leer con nuestros hijos poco a poco. ¡Editores españoles! ¿Qué esperáis para traducirlo?
"All of those things remind us that the All-There-Is can sometimes be more crazy than our craziest ideas. But perhaps the most amazing thing about the All-There_Is is that we can understand it at all. Even though we still have many very big, very hard Why? questions, there are lots and lots of things we understand and can explain about everything around us.
The All-There-Is speaks in a tongue that student-people have learned to understand, little by little.
But there is still so much more left to tell".
El libro tiene además una preciosa portada que me encantaría que los de Bookriot hicieran en su colección de camisetas, aunque me causaría una nueva necesidad y bastante tengo con decidir cual quiero de todas las que ya tienen.
Nada Es Bello Sin El Azar, de Artur Ramon. Este libro llevaba en mi lista mil años desde que leí sobre él en un artículo de Antonio Muñoz Molina. Es un libro de arte, de pintura concretamente. Ramon va analizando cuadros y estableciendo relaciones, interacciones entre autores y épocas tejiendo redes bastante curiosas y que me han hecho recordar lo que me gustaron mis estudios de arte en la Universidad.
Tiene algunas reflexiones sobre el arte.
"Un cuadro es como un mundo en condensación. Lo que le da enjundia es lo que contiene. Su primera apariencia es como un océano donde no se divisa más que el mar. Muchos se quedan ahí sin la curiosidad de atravesarlo, de penetrarlo en busca de una tierra que no se ve pero que existe".
"La posesión de una obra de arte es como un enamoramiento, y hay que seguir más el impulso del corazón que el de la cabeza. Hay que saber asumir el riesgo: o te sale bien o te equivocas, como ocurre en el amor en la vida".
The Little World of Liz Climo. El
cómic de este mes también ha sido un regalo por mi cumpleaños, en este caso de Inés. Mil gracias. Otro libro maravilloso para leer con los niños. Es en inglés pero los animales de las tiras de Liz Climo son tan adorables y los chistes tan blancos, tan sencillos que es fabuloso para leer con ellos.
Leyendo este libro con tus hijos te sentirás una madre de película o de las que tienen blogs cuquis con manualidades y repostería para días de lluvia. Y además te ríes.
Terminé el mes con el regalo de mi querido primo Ramón, exiliado en Buenos Aires, por el Amigo Invisible. El hombre que amaba a los perros de Leonardo Padura. Al dármelo me dijo "A mi me ha encantado y no sabía que regalarte porque ya lo has leído todo".
El hombre que amaba a los perros es una grandísima novela. Un prodigio de escritura, de enfoque y de documentación para contar la historia de Trotski y su asesino Ramón Mercader. Confieso que sabía muy poco, por no decir nada, de la historia y el personaje de Mercader me era completamente desconocido más allá de su nombre. El trabajo de Padura contado la historia de los dos personajes históricos más un tercero que hace de narrador y que cuenta también su trayectoria vital en la Cuba de Fidel Castro es sencillamente admirable.
Además de las peripecias vitales de estos tres personajes, Padura reflexiona sobre el derrumbe del ideal comunista. La corrupción de la sociedad de los iguales prácticamente desde su inicio por las ideas autoritarias y dictatoriales de Lenin y el mismo Trotski que es devorado posteriormente por la destilación de esas mismas ideas por parte de Stalin.
La trayectoria de Mercader me ha recordado a la del protagonista de El cero y el infinito de Koestler. Idealistas de una causa a la que entregan toda su vida, sus familias, sus amores, sus ilusiones y hasta el último de sus pensamientos para darse cuenta después del engaño en el que han vivido. Es entonces, en ese momento de madurez consciente cuando son conscientes de que han destrozado su vida y la de otros por un fanatismo político absurdo que les pervirtió y jugó con su inocencia e ilusión.
"Por supuesto, no hacía falta que le preguntara a Iván de qué había estado escapándose toda su vida: yo sabía que había estado huyendo del miedo, pero, como él mismo dijo, por más que corras y te escondas, el miedo siempre te alcanza".Gracias Ramón, me ha encantado.
Y con esto y un bizcocho me voy a mi cueva a leer porque ha llegado la primavera, mi época de hibernación y desconexión social.