Lo siento pero no puedo más. Llevo meses mordiéndome la lengua y los dedos pero es que ya no puedo más.
Estoy hasta el moño del lloriqueo periodístico sobre la "profesión", la injusticia de los despidos en medios de comunicación, lo crueles que son los empresarios y todas esas zarandajas.
Lo siento pero sois unos lloricas. Casi todos. Y además, en vuestro afán por, no sé como llamarlo, justificaros os estáis haciendo unas pajas mentales de flipar encima queréis que empaticemos con vuestro supuesto drama laboral.
El pasado lunes en twitter no paré de ver retuiteado por grandes gurús del periodismo venerados por cientos de miles de seguidores como Ana Pastor,
un artículo sobre lo que ha hecho Mariano con las ruedas de prensa.
Leí cosas como esta:
"El Periodismo es, entre otras muchas cosas, la profesión por excelencia que alza la voz en favor de los débiles, de los más pobres y de los que apenas tienen quien les escuche. El Periodismo es el canal de expresión de las mayorías pero tiene también la misión de denunciar toda clase de mentiras, abusos, injusticias, errores e ilegalidades. El Periodismo tiene el contrapoder entre sus funciones esenciales. Por algo se le conoce como cuarto poder, porque vigila los excesos del Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial, que supuestamente se controlan entre ellos"
Sin palabras. ¿Qué tomadura de pelo es esta? ¿Qué tipo de pose a lo Escarlata O´Hara es esta? Seamos un poquito serios y tengamos un poquito de vergüenza.
Ser periodista está muy bien, está estupendo, es una opción laboral como otra cualquiera, pero en la escala de profesiones prescindibles del planeta está justo por debajo de la de personal shopper, político y la mía.
Los periodistas no van a salvar el planeta, ni a la humanidad. Los periodistas no son Robin Hood, ni las tropas rebeldes que van a salvarnos de las fuerzas malvadas del Imperio, no van al rescate de los débiles ni salvando ancianitas de morir atropelladas. Hacer alarde de esos supuestos valores imaginarios para resaltar la importancia de un trabajo que es como otro cualquiera, es sencillamente patético y da muchísima vergüenza ajena.
El periodismo es una profesión muy respetable pero no es imprescindible. Antes de que hordas de gente me saquen a relucir el derecho a la información, los corresponsales de guerra y los trabajo de investigación y todo eso...me explico.
Lo siento, pero ser periodista consiste en contar lo que ves, lo que ocurre, cómo ocurre y transmitírselo a un público determinado, ya sea de radio, de tele, de prensa o internet. Contar lo que sucede, tal y como sucede es algo que puede hacer casi cualquiera que sepa hablar o redactar.
Ser periodista no te hace poseedor de la verdad absoluta. De hecho, cuando sabes de algo, cuando controlas sobre un tema, ya sea medicina, educación, motores, árboles frutales, libros de colores o cualquier otra materia y lees/ves/escuchas una noticia sobre ese tema que dominas, la mayor parte de las veces te llevas un soponcio por la desinformación y algunas te cabreas por el uso interesado y retorcido que se ha hecho de ese tema.
Ser periodista no te hace más listo, ni más inteligente, ni más culto que ser médico, profesor, administrativo, carnicero, ingeniero o enfermera.
El periodismo, el hecho de contar algo, debe ser imparcial y debe tener por encima, como objetivo máximo contar la verdad. Y eso, es algo que está al alcance de muy pocos, periodistas y no periodistas.
Me hace muchísima gracia que esteís ahora rasgandoos las vestiduras con lo de las ruedas de prensa de Mariano. ¿A qué viene esa indignación? ¿ A que viene esa pose de "no respiro" totalmente falsa? Que sí, que está muy mal y es horrible, pero no seáis cínicos.
Hace unos meses, fue muy jaleado también en las redes
este artículo de Manuel Jabois donde explicaba con supuesta gracia, la cantidad de cosas que los periodistas saben y no cuentan. A mí, no me hizo ninguna gracia. De hecho, me pareció ofensivo. No me he caído de un guindo, se que hay mil cosas que los periodistas sabéis y no contáis, pero hacer alarde de ello me pareció directamente ofensivo. ¿ A cuántos arreglos llegáis con políticos, empresarios o poderosos para no contar cosas? A muchísimos. Porque os presionan, por pasta, por conveniencia, por órdenes de vuestros jefes o por miedo a perder vuestros curros. Lo entiendo, pero por favor, no seáis cínicos y luego no vayáis de salvadores del planeta.
Hacéis concesiones por salvar vuestras habichuelas COMO TODOS y los demás las asumimos, pero no tengáis las narices de hacer concesiones, trapicheos y manipulaciones y encima pretender que os debamos la vida, la democracia y el derecho a respirar.
Los espectadores, lectores u oyentes estamos hartos de asistir a entrevistas que dan vergüenza ajena. Unas veces por el servilismo y la falta de rigor para preguntar, dejando que el invitado de turno se vaya por los cerros de Úbeda contestando o por el contrario por el alarde de personalismo del periodista de turno que se cree que está en un combate de egos y se dedica a atacar frontal y torticeramente.
Y ¿por qué se hace eso? Porque no es verdad que se busque la verdad, ni siquiera se intenta. Se busca que el invitado acceda a ir al plató sabiendo que dará audiencia su sola presencia aunque se hayan pactado las preguntas y el no ser "inquisitivo", o cuando es al contrario, se ataca frontalmente con actitud beligerante para que dicho periodista consiga una repercusión mediática brutal haciendo que sus hordas lo jaleen.
"8.000 periodistas han perdido su trabajo desde 2008 y 70 medios de comunicación han cerrado"
Lo siento por cada uno de los 8.000 periodistas que han perdido su trabajo. Es una putada que los estén despidiendo, pero también lo es que despidan a charcuteros, pescaderos, secretarias, mecánicos, administrativos, profesores y mil cosas más y nadie tiene la desvergüenza de encabezar sus protestas alardeando de la (supuesta) importancia de su profesión. Lo que os jode, como a todos, es que perder el trabajo es una putada, pierdes el dinero, el sustento, la carrera profesional...No vendáis motos de "si me quedo sin curro el poder hará lo que quiera" porque el poder ha hecho lo que ha querido cuando vosotros cobrabais y no estabais tan preocupados. "Sin periodismo no hay democracia", venga por favor. Por supuesto que creo que debe haber periodismo y libertad de información y de expresión, pero seamos serios y no digáis memeces.
No me dais pena o no me dais más pena que otros colectivos. No me preocupa vuestra situación laboral más que la de otros colectivos, de hecho me preocupa bastante menos. Por suerte o por desgracia para el periodismo tal y como lo hemos conocido hasta ahora, actualmente existe internet y un montón de gente que no son periodistas, escribiendo, hablando y contando lo que pasa y cuando pasa. Sí, se que os molesta, que consideráis que es intrusismo y todas esas cosas...pero el caso es que está ahí, que la información está a nuestro alcance.
En mi vida, he conocido, tratado y trabajado con muchísimos periodistas. Algunos muy buenos, otros buenos, otros del montón y algunos espantosos. De estos últimos he conocido muchos y los he visto callar, manipular, esconder y hacer un uso interesado de la información, tanto para favorecer como para perjudicar.
A muchos de los buenos, los he visto callar cosas increíbles porque sus habichuelas, su casa y sus hijos dependían de ellos. Y lo he entendido y lo entiendo.
Veo las ruedas de prensa de políticos y me da vergüenza ajena que nadie, a la respuesta del político de turno se ponga de pié y diga: "Eso está muy bien, pero no somos imbéciles, no ha respondido a la pregunta y no ha dicho nada más que obviedades".
He visto a periodistas muy buenos salir de trabajos con una mano delante y otra detrás o quedarse arrinconados en sus trabajos porque no querían plegarse a lo que les mandaba. Y he visto como a esos periodistas muy buenos ningún compañero de profesión los defendía públicamente. Y no hablo de grandes figuras, hablo de periodistas cojonudos de calle a los que nadie ha defendido y muchos han corrido a ocupar su puesto.
Entiendo todas esas miserias laborales, las hay en todos los curros. Hay periodistas cojonudos y periodistas horrorosos, pero ni siquiera los cojonudos son los salvadores de la humanidad.
Ser periodista consiste o debería consistir en contar lo que pasa, lo que ocurre, la verdad, escuchando las distintas versiones, siendo imparcial y objetivo y hacer todo esto incluso cuando la verdad no es la que a ti te gustaría. Hacer esto aunque tus jefes se cabreen y tu puesto de trabajo peligre. Si no lo haces porque tu sustento depende de eso, lo entiendo perfectamente, pero por favor, no os rasguéis las vestiduras ni emprendáis patéticos lamentos sobre el fin del periodismo que existe para salvar al mundo.
Ser periodista es un trabajo y lo siento en el alma pero hay mil trabajos más importantes que el vuestro.
Aunque el mío no lo es.