jueves, 14 de febrero de 2013

UNA NOCHE CON GLEN

¡Feliz cumpleaños Moli! ¿Nos vamos mañana a ver al panocho de Once?
Guay..vale.
Vaya, no hay entradas…
Espera, a ver si puedo hacer algo.

Twitter no sirve para nada hasta que sirve para algo. Puse un tweet preguntando si alguien tenía entradas de sobra para ver a Glenn y resultó que sí. Estas cosas son raras, te dicen que si, contestas que las quieres, te mandan un mensaje para concretar como quedar y luego claro para reconocerse te dicen: “ Soy una chica muy muy alta y rubia” y claro yo me bloqueo y pienso..¿qué coño digo? “ Soy muy bajita y morena”

Ayer a las 8 de la tarde estaba con Molihermana y mi amiga Rosa esperando ver aparecer a una chica muy muy alta y rubia y apareció.

- Hola ¿eres Mafalda? Soy Molinos.

Ni que decir tiene que esa frase es con mucho la más absurda que he dicho jamás en mi vida, además de la más ridícula. Molihermana y Rosa todavía se están descojonando “Hola Mafalda soy moli..friki que eres una friki”.

Glen mola mucho pero no da perfil de empotrador, ni amante ni nada a pesar de lo que diga Rosa. Es el típico irlandés con el que me iría a matarnos a copas, acabar dando tumbos por la calle y desayunar con el día amanecido sabiendo que al día siguiente vas a tener una resaca atroz pero que te lo has pasado de coña. Glenn es el amigo molón y divertido, el guiri alcoholizado que baila sin ningún tipo de ritmo y que siempre está sonriendo. Es el tío con el que sales de copas sabiendo que no habrá ningún tipo de tensión sexual mal resuelta porque a ti él no te gusta y tú a él tampoco. Glen es un compañero de juergas.

Me mola como canta y es un tío que en el escenario es un crack. Da un buen rollo brutal. Parece que canta para ti, que está con los colegas y que se lo está pasando de puta madre. Mola mucho y me encantan sus conciertos…pero como amante no.

Para empezar tiene un gusto muy raruno para las mujeres, bueno a mí me parece raruno porque además estoy a años luz de encajar en su tipo de mujeres.

¿Cómo le gustan a Glen?


Le gustan hiperflacas y con un gusto atroz para la ropa.


Esas tías parecen inofensivas, parecen tiernas, parece que les vas a descubrir el sexo, parece que se visten tan horriblemente porque tienen mucha vida interior y da igual lo que se pongan porque su cabeza te seducirá. Parecen distintas porque además tocan el oukalele y eso es algo que cuando empiezas a enamorarte no lo ves con criterio, en vez de decir ¿ Qué tipo de pava toca el oukalele mientras balancea la cabeza? Piensas “ ohh..que diferente

Al final resulta que de todo eso no hay nada, esas tias son un puto peligro y después de hacer gorgoritos con Glenn y todo eso le dejan y se marchan con su espantoso vestido de huerfanita de la beneficencia, sus medias antivarices color carne y sus botines de niña del siglo XIX. Esas tías cuando te dejan te dicen cosas horribles como “ No eres tú, soy yo que necesito crecer

Y claro, Glen al oír eso se siente gilipollas y piensa “te hacia tragar el oukelele” pero como es artista y guiri y muy majete..en vez de inclinarse por la ironía y el sarcasmo, escribe unas canciones de amor cojonudas pero muy muy tristes que a mí me estremecen y me obligan a darme a la bebida en sus conciertos. Así que allí estaba yo ayer acodada en la barra bebiendo Gin Tonics y pensando en todas esta sesuda teoría mientras Glenn cantaba y contaba historietas exactamente igual que si estuviéramos en un bar.

Me lo pasé en grande, me flipa Glen y les he hecho jurar a Molihermana y a Rosa que si alguna vez tengo tentaciones de comprarme unas gafas de pasta tamaño Jumbotron para parecer “moderna” me den una paliza.



miércoles, 13 de febrero de 2013

SE ME HA IDO DE LAS MANOS...


Soy una brasas con el tema de mi cumpleaños. Creo que demasiado.

Las princezaz por supuesto tienen cogido el concepto claramente. Lo tienen tan claro que el lunes me prepararon un plan.

- Mamaaaaaaaaaaaaaaaa
- ¿Qué? Os he dicho mil veces que no me gritéis, que vengáis a decirme que queréis.
- No podemossssssssssssssssssssss..TIENES QUE VENIR TU!
- No puedo ahora, estoy escribiendo.
- Deja de escribir y VEN AQUI AHORA MISMO Y PUNTO.- No sé de donde ha sacado ese tono C. Me levanto.

Abro la puerta del pasillo y ¡¡tachán!! Todos los peluches de las princezaz están colocados al fondo, hay una mesa con velas, platos, vasos, galletas y zumo.  C va  vestida con una falda de cuadros rojos y blancos, un tutu verde fosforito colocado en plan palabra de honor y un gorro de Papa noel de esos que suenan, con el mecanismo colgando por la oreja. M va de Buddy encima del chandal del colegio.  Sufro un colapso de la sorpresa y luego me descojono pensando en el careto del Ingeniero cuando vea su pasillo recien pintado lleno de zumo y galletas. 

- ¡¡Feliz fiesta de precumpleaños!!.- me grita C.
- No...es una fiesta de prefeliz cumpleaños!.- dice M.
- No, no..feliz fiesta de precumpleaños...no se puede ser prefeliz...corrige C.
- Claro que se puede, antes de ser feliz..eres prefeliz..es una fiesta de prefeliz cumpleaños.
- Vale..vale..es una fiesta antes de mi cumple. Guay. Me encanta. ¿Qué vamos a hacer?

Tuve actuación con las dos princezaz recitando las tablas de multiplicar mientras bailaban, comí galletas de chocolate blanco sentada con una marabunta de peluches, bebí zumo con pajita, bailamos con la luz apagada esta canción tan espantosa imitando al tio mientras nos reimos sin parar y justo cuando llegaba el Ingeniero soplaba dos velas de feliz precumpleaños o de prefeliz cumpleaños. 

No contentas con hacerme una fiesta de precumpleaños feliz o de prefeliz cumpleaños, las muy campeonas se levantaron ayer a las 6:30 de la mañana para colocar con el Ingeniero el caminito de chuches.  Primero había chuches variadas que C fue cogiendo, luego la poesía que ilustra este post:

- Mami, las dos últimas rimas son mías.
- Y la letra ¡mía!

Luego había más chuches, un dibujo de C, otro de M " que te regalen muchos libros"...una bolsa superchula para traerme el tuper a los libros de colores ( sobre este tema tengo que escribir algo..el universo del tuper es fascinante) y al final del caminito, 4 entradas para ir a ver el Rey León.

- ¡¡Muchas gracias!! Me he encantado mi caminito y los regalos.
- Mamá, ¿dónde dices que vas a estas horas?
- A trabajar.
- ¿Seguro? Es superdenoche..de noche total.
- Lo sé.
- Bueno..yo me voy a dormir como los vampiros antes de que se haga de día.

La campaña a favor de "Mi cumple es importante" funciona también fuera de mi hogar. 8:05 de la mañana, suena el movil.

- Moli..felizzz cumpleañossss. 
_ ¡Gracias!! 
- Soy Fede. 
- Lo sé, lo pone en la pantalla.
- No te soporto. 
- ¡Qué pronto me has llamado!
- Lo sé, es que luego lo voy dejando y siento tu mirada penentrante en mi cogote todo el dia y te siento pensar " este gilipollas cuanod va a llamarme" y hoy he pensado que no podía con esa presión..asi que te llamo ya. 

Mi vanidad de cumpleañera aletea feliz y satisfecha pensando que mi  superpoder "cumpleañero" obviamente funciona si consigue que Fede salte de la cama y lo primero que haga sea llamarme.

El problema obviamente es que como no soy una superheroína, me levanto un día con un superpoder y no sé utilizarlo, se descontrola y acaba superándome. Graficamente lo definiría como si mi cumpleaños fuera un perro molón que yo saco a pasear en plan " mirad que perro más chulo tengo" y de repente es el perro el que me arrastra por toda la calle diciendo " ehhh...que soy el perro de Moli que va ahí detrás tragando polvo".  

Lo que quiero decir es que lo del cumple, se me ha ido de las manos. Completamente.

Llego al curro y tengo 60 menciones en twitter. Abro el correo y una panda de amigas locas me ha enviado un video genial haciendo el gilipollas mientras cantan "She´s the one"  que me pone a reír a carcajadas y luego a llorar como una absurda.   Cuando consigo recuperarme de la emoción y de la sorpresa...tengo 45 comentarios en el blog...no doy abasto a contestar a todo. El wasap arde...y cuando consigo contestar a todo y tranquilizarme, abro el reader para repasar noticias y ¿qué me encuentro?

"Caminito de Chuches"    ¡ No puede ser! Pero sí, es mi superpoder/perro que me arrastra por la red leyendo posts escritos por mi cumpleaños. Voy arrastrandome y leyendo sin creermelo, sin saber qué decir, sin saber qué hacer y mirando hacia atrás pensando que en algún lugar tiene que haber una cámara grabando como mi 40 cumpleaños ha cobrado vida propia y yo  he perdido el control. 

Cuando no me he repuesto todavía de la sorpresa por todas las cosas bonitas ( casi todas mentira) que Gonzalo dice sobre mi, descubro que Be utiliza mis documentales como guía vital demostrando que es una completa descerebrada y cuando estoy a punto de mandarle un mail para agradecérselo, resulta que en La Mesa del Cero Blasco han hecho una docena de razones para felicitarme y me llaman ¡¡boñiga de acequia!! que sin duda es lo más raro que me han llamado nunca. Sin resuello llego al blog de Amanita y allí descubro que soy monísima como avatar y que su autora me compara con un gato, cosa que jamás le perdonaré.   

Totalmente  flipada y lamentando profundamente no saber llorar como llora la gente buena...agradezco efusivamente los posts con un mail que se titula: CABRONES.

Me siento a reflexionar un rato y pienso que tengo que controlar el superpoder y que a lo mejor no es tan grave como estoy pensando, que al fin y al cabo, todos esos posts son de gente que me conoce...a lo mejor es un superpoder de andar por casa y puedo manejarlo. Si, seguro que puedo.

Ja. Entonces llega HombreRevenido y se casca esta genialidad en su línea en donde consigue mezclarme con Ratzinger, ovejas negras, estrellas de la muerte y viejas del imserso en un conjunto musical. Me doy por vencida...Hombrerevenido no me conoce.

Decido dejarme llevar y que el 40 cumpleaños tome posesión de mi ser, mi cuerpo y mi día, de perdidos al río como se suele decir y me salta un post de Zor recordando batallas del pasado y donde dice que debo ser ¡¡finlandesa!! y para rematar el día Txabi termina su post serio sobre carreritas diciendo un montón de cosas chulas sobre mi.

...obviamente  y tras ser arrastrada todo el día por mi superpoder,  termino el día de una manera surrealista: a la una y media de la mañana con todo un salón para recoger, un Gin Tonic en la mano y  un collar de 40 castañas hecho por Pobrehermano Mayor.




Un millón de gracias a todos los que han escrito posts, a todos los que han comentado en esos blogs y por supuesto a los 110 comentaristas que me han felicitado en el post de ayer. Molais mil.


martes, 12 de febrero de 2013

12 DE FEBRERO: 40 AÑOS


2013.- 12 de febrero, cumplo 40 años. Acojonante. Con esta pinta y siendo un fraude cumplo 40.

2012.- Empiezo a colaborar en la radio. Gano un viaje a París en un concurso de FB. Veo a Bruce en San Sebastián con Oscar y Cristina. Veo a Bruce otra vez en el Bernabéu con Morenaza y Adorablecompañera.   Casi gano un Premio Bitácoras que por otra parte merecía ganar. Muere Antonio.

2011.- Little Red llega a la Molifamilia.  Twitter. M puede comer huevo. Los libros de colores se transforman en Mordor. La mejor fiesta de mi vida. Operación de cabeza  de Little red. Comillas años después con las princezaz. Muere mi tía MJ.

2010.- Descubro que puedo estar meses sin dormir. Releo “El último encuentro” y leo “La caja negra”. Empiezo a correr. Berlín con Juan.

2009.- El colmo de la madre desnaturalizada, mandar a las princezaz y al Ingeniero de vacaciones y marcharme a ver a Bruce a Valladolid. Primera vez de Fede. Porlock con la chusma de Montes.

2008.-Empiezo a escribir Cosas que (me) pasan. Copenhague con toda la Molifamilia. Bruce en el Bernabéu casi en primera fila.  Nace Minicuñado, el niño más guapo y más listo del mundo.

2007.- Viena, fotografío unos monstruos en un pasadizo porque me molan...luego serán mi imagen en la red. Tiro al barranco de la indiferencia a toda mi familia paterna.

2006.- Empiezo a escribir mis cuadernos de lecturas. Viaje a Barcelona con Molihermana y Molimadre a ver a Bruce. Boda de Molihermana y Molicuñado en Cicely. Primer viaje a Berlín...me flipa.

2005.- Bruce con un bombo de 7 meses. Mi coche arde. Nace C. Casa nueva, barrio nuevo, mudanza. El Sr. Lobo llega a mi vidaMoli, tú no preocuparte de nada, yo me encargo de todo”.


2004.- Empiezo a nadar. Praga.


2003.- 30 años. Paris en tren. Nace M. “Esta niña hija única” juro al llegar a casa el 20 de diciembre.


2002.- Nueva York con el Ingeniero.


2001.- Compro el Ibiza. Roma con Molihermana, sin parar de andar y de reírnos. Boda jarreando en Los Molinos. Dejo de dormir en litera.  La casa de la calle Viriato.


2000.- Conozco a Jefe Supremo. Empiezo a currar en los libros de colores.


1999.- Bruce en La Peineta. Viajes titulizando y despendole de juerga continuo. En Tarragona, después de una juerga en el puerto, sueño por primera vez con mi padre después de haber muerto, me despierto llorando. Encontronazo con el Ingeniero. Ávila. Molimadre compra la caza de las montañaz.


1998.- Venecia con Molihermana. Un cuaderno negro lleno de letra de borracha. Descontrol total y absoluto. Conil, descubro que tengo los pies bonitos.


1997. Viaje a Inglaterra en ferry, completo colocón de biodramina. Una fiesta con un toque “golden”. Termino la carrera. Muere mi padre. Aprendo a vivir. Juan, Fede, Paco y Rafa me llevan a esquiar a la fuerza, no tenía ni dinero ni ganas. Les dio igual, me sacaron de casa a rastras y me cuidaron como si fuera a romperme.  Nunca se lo agradecí bastante. Con Molimadre voy a Lisboa, el viaje  más triste de mi vida.

1996.- Me saco un doctorado en agonizar en una relación autodestructiva. Voy  a Paris con Juan. Vemos a Nemov de madrugada en las olimpiadas de Atlanta y a Induráin en los Campos Elíseos.


1995.- Hago un máster en agonizar de amor absurdo. Mi primer viaje a NY, me enamoro de la ciudad. Viaje familiar a Suiza, conocemos a Roger, el doble de mi padre, comemos fondue de queso y subimos a un glaciar.

1994.- Empiezo a chapotear en agonía amorosa. Currando en la Biblioteca de Económicas de la Complutense, me flipa ese trabajo.


1993.- Soy gilipollas. Cumplo 20.


1992.- El Halcón Milenario llega a mi vida. Infarto cerebral de mi padre. Bruce en el Calderón. Viaje a Escocia: lluvia, tiro al plato, karts en barro, fuera borda. Edimburgo,  un tío con unos cordones tatuados en los pies y unos italianos espectaculares. Gran fiesta sorpresa de 50 cumpleaños de mi padre.


1991.- Se acabó el colegio. Carnet de conducir. Empiezo la universidad, Geografía e Historia.
¿Para qué vas a estudiar eso?”


1990.-  4 de diciembre muere mi abuelo José Luis. “Quédate en casa por si llama alguien para decir donde es el tanatorio” Paseo por la casa y no me creo que haya muerto, no llama nadie. 28 de diciembre muere mi abuela.


1989.- Más besos con lengua que me molaron muchísimo. Era francés y espectacular de guapo. La obra de La Creu, por fin tengo un cuarto para mi sola.


1988.-Fede me regala una cinta TDK con una cara "Studio" y otra cara "Live". Bruce por primera vez en el Calderón. Irlanda, ver llover 21 días seguidos, cómo lo echo de menos. Primer beso con lengua que me moló. Primera vez que me dejan.


1987.- Primer beso con lengua en una tienda de campaña en Picos de Europa.  No me moló, era un tío de Gijón.


1986.- Me rompo una rodilla esquiando. Más Comillas.


1985.- Comillas. El Pajus. Cuadernos llenos de dedicatorias que todavía guardo.


1984.- Me rompo el diente. Pobrehermano pequeño se pone enfermo. Rezo en una ambulancia para que no se muera.


1983.- ¡10 años! Quedo cuarta en un concurso del colegio porque voy disfrazada de paquete de regalo.


1982.- Nace Pobrehermano Pequeño. Hago la Primera Comunión peinada como una cara cono. Salgo llorando en absolutamente todas las fotos. Nos mudamos a La Creu en Los Molinos.


1981.- Los Reyes me trajeron una caja con un globo terráqueo. Al abrirla estaba vacía. Voy al Bernabéu con mi padre y Pobrehermano Mayor, comemos un bocadillo y San José mete un gol en propia puerta.


1980.- Molimadre me regala el primero libro de Celia. Empiezo a dormir en la litera de arriba.


1979.- Empiezo el cole de mayores. Aprendo a leer de verdad. Los Reyes me traen una bici roja.


1978.- Molihermana patinando en la bañera se abre la barbilla y asisto fascinada a como se mete dos dedos por el agujero y el agua se vuelve roja. Molimadre sale con ella pitando a urgencias. Empiezo a esquiar.


1977.- Molimadre aparece con permanente a recogernos. No nos fiamos. Creemos que nos quiere raptar una desconocida. Lloramos.


1976.- Nace Molihermana, ya ni siquiera soy la única princesa de la casa. Mi primer recuerdo, escondida debajo de una mesa en la boda del tío R.


1975.- Lamentablemente no recuerdo nada trascendente de este año. Tengo 2 años y según los testigos hablo como una persona mayor, la gente le pregunta a Molimadre si soy “enana”. Desconozco el motivo por el qué no me tratan mejor de superdotada.


1974.- Tras un breve reinado de 13 meses, soy destronada como princesa heredera por el nacimiento de Pobrehermano Mayor.


1973.- 12 de febrero. Nazco en Madrid.  Para mi abuelo soy la niña más guapa del hospital y no quiere que me lleven al nido por si me raptan o me cambian por otra más fea.



viernes, 8 de febrero de 2013

ESCRIBIENDO SOBRE LOS RECUERDOS



"Te quedan tus maravillosos recuerdos” me decía la gente más tarde, como si los recuerdos trajeran consuelo. No lo traen. Los recuerdos son por definición del pasado, de lo que ya no está. Los recuerdos son los uniformes de Westlake que hay en el armario, las fotografías descoloridas y agrietadas, las invitaciones de las bodas de gente que ya no está casada, las tarjetas impresas en serie de funerales de gente cuya cara ya no recuerdas. Los recuerdos son las cosas que ya no quieres recordar”



Joan Didion. Noches azules.

 
Buenos y malos recuerdos.

Cuando el otro día colgué la cita de Didion hubo gente que me dijo que no estaba nada de acuerdo. Yo sí o por lo menos sí estoy de acuerdo con la interpretación que le doy.

Didion habla de los recuerdos que hacen daño, de los que no quieres tener, los que no quieres que te asalten porque cuando lo hacen te dejan bloqueado, sin respiración y temblando. Son esos recuerdos que tienes al encontrar una grabadora con una voz que has olvidado sin saberlo, al ver una carta con una letra que se te había olvidado que reconocías, ropa que huele a alguien...son las cosas que no quieres recordar porque duelen.

Los buenos recuerdos no necesitan de objetos ni recordatorios. Te sientas y piensas en cómo te molaba que te calentaran la cama con un calientacamas lleno de cenizas de la chimenea, el tacto del botellín de cerveza fría que bebía tu abuelo, las risas jugando al diccionario con tus amigos una noche de verano. Lo piensas y los recuerdos vienen y los disfrutas. Ya lo dije hace mucho, los buenos recuerdos se recuperan solos y crecen al traerlos a la memoria aunque es imposible disfrutarlos como entonces. Los malos sin embargo, te asaltan y casi con la misma virulencia tienes miedo o pena suprema o pánico o vergüenza o ganas de llorar como en el momento en que ocurrieron. Los malos recuerdos tienen un efecto continuado en el tiempo y la única manera de desactivarlos es sufriéndolos hasta que se desgastan, hasta que dejan de doler, echando sal en la herida hasta que cauterizan. No todo el mundo es capaz de ello y entonces es mejor huir de ellos y evitar esos recordatorios, esos objetos que los traen de nuevo a tu vida.

 

Tener recuerdos: propios y heredados o recibidos.

Mucho de lo que eres viene por lo que sientes, lo que has sentido y lo que has sido. Tus recuerdos son parte de ti, de lo que eres y no eres, te anclan.
Cuando no recuerdas nada, si todo lo que te ha pasado no es que te sea indiferente sino que no existe, tu vida será permanentemente nada porque lo que haces no dejará huella y lo que otros hacen no dejará huella en ti. Para tener recuerdos hay que tener memoria, y hay que ser consciente de uno mismo. Hay que saber cómo se siente uno en cada momento o en un momento determinado y ser capaz de guardar esa sensación.

Para tener recuerdos son importantes los lugares, las personas y las cosas. Esos objetos o sitios se llenan de significado día tras día o año tras año. Tú no te das cuenta pero van adquiriendo contenido, no por lo que son sino por lo que tú has vivido en ellos.

Y llega un día en que te encuentras con tus hijos en ese lugar o llevas allí a la persona que quieres o hablas de ese lugar con esa persona. De repente ese lugar está lleno de ti, de ti ahora y de tú yo del pasado. Te pones a hablar, a escribir, a contárselo a ese alguien y eres capaz de recordar cada sensación que has tenido allí, como te has sentido cada vez. Y se lo cuentas a tus hijos y ves como se les ilumina la cara al compartirlo contigo. Tus recuerdos y tu capacidad para transmitírselo a tus hijos o al amor de tu vida...te hace más tu delante de ellos, les hace verte como eras antes de que te conocieran, antes de que tus hijos existieran o esa persona te conociera.
Los recuerdos se heredan...de tus mayores, de tus padres y puedes dejárselos a tus hijos. Las historias que te han contado las guardas como propias, las heredas, las haces propias y se las pasas a tus hijos...

que empiezan a construir sus recuerdos y sus sensaciones en el mismo sitio que tú, sobra la base de los tuyos, en cierta manera sobre lo que tú has sido allí. Eras niña y te encantaba ese sitio, eras feliz y jamás pensaste que estarías allí con tus hijas siendo felices a su vez. Y es una sensación un poco rara, pero la niña que eras...es más feliz.

 
La fragilidad/fortaleza de los recuerdos.
Los recuerdos son frágiles y delicados. No se pueden compartir con cualquiera porque hay gente muy manazas, capaces de destrozarlos según los sacas de ti. Al mismo tiempo son resistentes y podrás volver a recomponerlos, pero lo que no podrás recomponer será al manazas ni lo que sentías por él. Si muestras tus recuerdos a alguien y no los aprecia, o los "rompe" o simplemente los ignora...lo que sea que sientas por esa persona se quebrará porque significará que no quiere saber quién eres ni quien has sido. Compartir recuerdos con otro es algo muy íntimo. No encontrar la resonancia a tus recuerdos provoca una sensación muy desagradable, como si te hubieras desnudado delante de otro y ese otro no te viera. Si alguien no entiende tus recuerdos y lo importante que son para ti, no sabe quién eres y si no sabe quién eres y como te sientes, no te quiere.



Recordar.
We now know that memories are not fixed or frozen, like Proust’s jars of preserves in a larder, but are transformed, disassembled, reassembled, and recategorized with every act of recollection.”



Oliver Sacks.


Los recuerdos son como si guardaras cenizas casi frías de tu pasado. Las tienes ahí y de repente un día decides soplarlas para dar calor a otro...si ese otro llega y se pone a avivarlas contigo, los recuerdos crecerán, se harán llamas y darán calor y luz a lo que eres y a lo que eres con esa persona. Suele funcionar muy bien con tus hijos que increíblemente tienen muchísima curiosidad por saber cómo eras antes de que ellos existieran...cuando tú eras como ellos.

Sin embargo, si uno encuentra el interlocutor adecuado, los recuerdos crecen y crecen en una espiral sin fin. Se empieza contando una anécdota cualquiera y sin saber cómo llega a recuerdos que no es que pensara olvidados, es que ni siquiera sabía que los tenía, pero que cuidados y mimados por ese interlocutor vuelven a primer plano con toda su "fuerza" y te encuentras oliendo la tortilla de tu madre, sintiendo las sábanas frías de la casa de tus abuelos o yendo tan atrás que llegas a tu primer recuerdo. Y te reconforta de varias maneras, te reconforta la resonancia al haber contado tus recuerdos, te reconforta el haberte reencontrado con ellos y te reconfortan en sus buenas sensaciones de entonces. Incluso los malos recuerdos, los tristes...reconfortan al encontrar la resonancia adecuada.

Cuando llevas a alguien a un lugar importante para ti o le llevas a tus recuerdos, en realidad estás haciendo una prueba. Por un lado es una prueba de amor, una prueba de confianza: esto que te enseño, esto que te cuento soy yo...tal cual y te lo enseño sin miedo. Y por otro lado es una especie de prueba al otro. Esperas reconocimiento, interés, que mime tus recuerdos, que los trate como algo precioso, porque lo son, son algo precioso para ti. Esperas que aunque para el otro carezca de sentido, sepa lo importante que es para ti y que sobre todo sepa verte como eras allí, como eras en ese lugar o en ese recuerdo.

Todo esto no quiere decir que haya que vivir anclado a los lugares o a los recuerdos para siempre. No hay porqué, pero el que los tiene, quiere conservarlos. No entiendo a la gente que no tiene recuerdos, le preguntas por su infancia o adolescencia, por su familia, sus amigos...y dice " no se, normal". Comprendo que no todo el mundo tenga una memoria increíble pero me resulta aterrador que haya gente que no recuerde como era, como se sentía y no tenga conciencia de su yo en el pasado.

Como eras y como te sentías te hace ser como eres, para lo bueno y para lo malo así que creo que siempre es mejor recordarlo y además algunos recuerdas molan infinito y siempre hacen sonreír, como la foto del post. Soy yo, con 5 años en la pérgola de la casa de mis abuelos en Los Molinos. Es invierno porque mi abuelo ha hecho mover su silla a esa pared para que le de el sol, seguramente llevo 3 horas montando en bici a su alrededor y estoy volviendo locos a todos asi que me han dicho: deja la bici y ponte en una foto con el abuelo. Y ahí estoy, feliz..posando y esperando a que me digan que puedo volver a montarme en mi bici roja.

Me veo y sonrío.