lunes, 15 de diciembre de 2008

FAMILIA

Mi familia materna es como las grandes familias que salen en las películas: numerosa, ruidosa, excesiva en sus afectos y en sus odios, muy pesados y encantadores. A día de hoy sumamos 34 de 3 generaciones distintas. El mayor tiene 65 y el pequeño 3 meses. Es una familia de las buenas, pasamos del insulto al abrazo en cuestión de minutos. A mi muchas veces me ponen de los nervios y ellos opinan que soy una borde y una desagradable pero que tengo mi gracia. Todo con cariño. No hay tiempo para aburrirse.

Los responsables de este buen rollo familiar son mis abuelos.

Mis abuelos vivían en lo que los pijos de las revistas de decoración llaman ahora, “una casa de doble circulación”, que en lenguaje corriente quiere decir una casa grande de cojones. Era un piso enorme en el centro de Madrid, cerca del Retiro. A mi me encantaba ir allí, porque era tan grande que podías jugar al escondite y quedarte dormido antes de que te encontraran. Había un montón de dormitorios, salones que no se usaban y habitaciones con nombres que ya no se utilizan ( porque ya no caben en las casas de ahora): vestíbulo, cuarto de la plancha, despensa, y cuarto de los armarios, que era un cuarto misterioso que mi abuela cerraba con llave y que estaba lleno de lo que a nosotros nos parecían tesoros tesorísimos.

Yo tenía una relación especial con mi abuelo. Dicen las crónicas que cuando nací, era tan guapa que mi abuelo no dejó que me llevaran al nido por si me cambiaban por otra niña. ( Sospecho que dado mi aspecto actual a lo mejor me cambiaron). Siempre fui su nieta favorita y a mi me encantaba estar con él porque el favoritismo reconforta aunque tengas 7 años.

Mi abuelo era una persona de rutinas. En verano, en Los Molinos, se levantaba y yo le ayudaba a vestirse, salía a la pérgola y se leía el ABC mientras se fumaba un cigarro tras otro. Fumaba REX, es una pena que ya no hay tantas marcas de tabaco, todo el mundo fuma lo mismo, debe ser la globalización. A la 1 en punto había que ir a la bodega a buscar una cerveza congelada yo no quería ir porque la bodega era un sitio oscuro con unas arañas como puños que misteriosamente siempre estaban cerca del interruptor de la luz. Se comía a las 2 y media y luego siesta. A las 6 y media la merienda, café con leche y suizos y luego partida de cartas. Molaba porque sabías perfectamente como ibas a tener organizado el día.

Cuando ya era más mayor, con 16 años, los viernes salía del colegio y me iba a comer con mis abuelos. A veces había suerte con la comida y otras había pato a la naranja..un asco. Nos sentábamos a comer en el comedor y luego la siesta. Por la tarde ayudaba a mi abuelo en su despacho mientras mi abuela hacía sus cosas en su gabinete. ¿No es genial tener un gabinete con tus cosas?.

Mi abuelo era muy religioso, pobre si me viera ahora. Yo le acompañaba a misa, a los oficios, rezábamos el rosario. Él era feliz en esos momentos y a mi me parecía parte de su rutina. Incluso ahora que soy una completa descreída lo haría con él solo por verle disfrutar de ese momento.

Mi abuelo murio un 4 de diciembre y mi abuela le sobrevivió 24 días. ¿No es alucinante?. Se murió de pena. ¿Cuánto hay que querer a alguien para morirte de pena?.

La parte alegre es que aquí quedamos 34 energúmenos para prolongar la estirpe y a ser posible mejorarla, aunque no sé yo si a mis abuelos les molaría esto que yo hago.
En la foto estoy yo con mi abuelo en Los Molinos.

15 comentarios:

yomigmo dijo...

Es la segunda vez que escribo esto...la otra vez se ha borrado no entiendo porqué mecanismos insondables.... a lo que voy...
"¿Esto que hago?"...que?..ser divertida, auténtica, megabitch y borde...estoy segura que tu abuelo sabría que debajo de esa pose sigues siendo la misma que le enamoró...
PD: Te acabo de tirar flores, para que luego te quejes.

Adelarica dijo...

¿una completa descreída? …????

JuanRa Diablo dijo...

Me ha encantado este paseillo por tu pasado con casa grande y abuelo que babeaba por su nieta.
Lo que no he entendido es que no hables bien del pato a la naranja. El otro día también renegabas de la nata, la crema...
Tú lo que pasa es que no has nacido golosa.Eso, según lo mires, puede ser una suerte o una desgracia. (Te lo tendrás que mirar ;)

Anónimo dijo...

Me prohibiste contar a RGR lo de tu blog pero estoy segura que este post le emocionaría. ¿Lo conoce? Si no lo sabe, cuéntaselo. Habla mucho como tú de todas las cosas de vuestra familia. Parecéis "El Padrino"....Me gustan las familias como la vuestra.¿Habéis asesinado a alguien? Joder... Molaría mogollón que hubierais planeado el asesinato de una tía lejana solterona y superrica.
MALVALOCA

Anónimo dijo...

Que foto tan preciosa!!!
Estoy segura de que a tu abuelo le encantarías ahora.
Besos

Rosa

Anónimo dijo...

Que foto tan preciosa!!!
Estoy segura de que a tu abuelo le encantarías ahora.
Besos

Rosa

Mar dijo...

Un post muy bonito moli. Que me hace pensar más en mis abuelos, a los que nunca conocí

Wuchi

Anónimo dijo...

mi abuela murió hace ya tres años y todos pensábamos que el abuelo se iría detrás de ella y nada más lejos , pienso que nos vuelve a dar otra lección , no es bonito morir de pena por otro , es mejor vivir por amor a los que quedan

nanu dijo...

Mi abuela murio como 20 anyos despues de mi abuelo. Pero quiso que la cremaran y asi poner la urna dentro del nincho donde estaba el ataud de mi abuelo. Para descansar juntos.

Beso
Nanu

Anónimo dijo...

Mis abuelos, tanto los de parte de mi padre como los de mi madre, vivían en pisos "grandes". Recuerdo con terror pasar por el recibidor, que separaba la casa en dos mitades. Aun no entiendo porque me daba ese miedo tan irracional. El peor momento era cuando te mandaban a buscar un volumen determinado de la enciclopedia, que estaba en el despacho de tu abuelo, más allá del recibidor. Recuerdo pasar a velocidad luz. Creo que si me hubieran cronometrado, tendría las marcas de Usain Bolt...

En el recibidor de mis abuelos paternos había la lámpara de sobremesa más fea que he visto nunca. El pié era un pez, de porcelana de colores, con la boca abierta y dientes, de ahí salía la bombilla. Una vez me contó mi abuelo que la tenían ahí porque era un regalo de bodas y mientras no se rompía, hacía los honores. Pero que mantenían la esperanza que alguien poniéndose el abrigo le diera un golpe y se rompiera... No sucedió.

El domingo cociné chirlas al estilo de mi abuela.

Susu.

nanu dijo...

Jajajajaja Susu, lo del recibidor me pasaba en casa de mis padres. Si estaba en el comedor y me mandaban ir a buscar cualquier cosa a su habitacion encendia TODAS las luces del pasillo y del recibidor, y ademas iba corriendo como una loca. Es lo que pasa cuando el pasillo tiene 20 metros de largo...

Lamparas como esa que dices hay un monton, son tipicas de los anyos 20/30. Si todavia la tienes guardala, si no sabes que hacer con ella que sepas que a mi me encantan!!

Sílvia dijo...

Me encanta cuando hablas de los que quieres...me encanta tu estilo simple y cercano. Y además me hace pensar en mi familia, y eso me gusta.

Nosotros no somos una familia grande pero como escandalosa y energumena no nos quedamos atrás.

Yo no conocí a mis abuelos ni materno ni paterno, el padre de mi padre murió al poco de nacer mi tia (hermana menor de mi padre) y el padre de mi madre murió poco antes de nacer yo.

Mi abuela materna murió cuando yo era enana pero recuerdo su casa, muchísimo. Yo iba allí a jugar o cuando mi madre tenía cosas que hacer. Tenía una terraza no muy grande pero recuerdo que en la pared del balcón había un hombre del tiempo (de esos que marcan el tiempo con el brazo señalando "va a lover", "sol"...)y una golondrinas de hierro negro, tambien pegadas a la pared. Cuando iba a jugar allí siempre jugaba con un cochecito de mimbre y una muñeca. Mi abuela me hizo el colchón y las sábanas.

Mi abuela materna era otro rollo, independiente, devotísima, poco cariñosa y una sargento en toda regla. Yo tambien rezaba el rosario con ella (¡si me viese ahora!) pero a cambio me regalaba vestidos para las barriguitas (había trabajado en una fábrica donde hacían vestidos para muñecas y siempre le regalaban). Roncaba y la vi sonreir pocas veces pero hacía unas tartas buenísimas. El día que la enterramos, enterré al resto de mi família paterna con ella (un descanso).

Creo que tengo su caracter...pero no ronco (aunque Wu diga que sí ;-P)

Hans dijo...

La descripción de la lectura de ABC, la cerveza helada, la casa inmensa (con sus alcobas, gabinetes y blablablá), la poderosa religiosidad... Caramba, parece que estuvieses hablando de mis abuelos paternos, tal cual.
En casa de mis padres también había cuarto del armario, aunque esa habitación desapareció en una reforma,

Cojinesdecerveza dijo...

He empezado en una de las entradas recientes y no se como he llegado aquí. ¡Es genial! Me encantan las historietas familiares.
Lo siento por lo que les paso a tus abuelos. La parte de tu abuela me ha dejado fascinada.

Un saludo A.

(los que leemos el blog entero sabemos nombres wuajaj)

Pe dijo...

Me tienes con la lágrima puesta, Moli.

Un abrazo,
Pe