miércoles, 14 de mayo de 2014

Nueve comienzos

1.- ¿Cómo se escribe un post?

No soy un gurú, ni bloguera de referencia, ni copy writer ni escritora profesional. Tengo un blog y escribo lo que me apetece. A veces no me apetece pero siento que tengo que escribirlo. Nunca es una obligación es simplemente una necesidad que tengo que satisfacer o no estaré tranquila. Me pasa lo mismo cuando tengo las uñas muy largas, no me apetece cortármelas ¿a quién le apetece cortarse las uñas? pero tengo que hacerlo o no estaré tranquila. La parte buena es que la satisfacción que me da el blog va mucho más allá de una buena manicura. Creo. 


2.- ¿Cómo se escribe un post?

A tontas y a locas. Los despellejes y la crítica destructiva es un género muy agradecido y que no necesita de mucho criterio, es más, puede hacerse sin ninguno. No tengo absolutamente ningún criterio estilístico para la moda (Moli, ¿desde cuando tienes esa camiseta?,  Moli, esos pantalones serán cómodos pero pareces Cantinflas, Moli...¿qué llevas puesto?) y sin embargo la crítica de modelitos es un género bloguero que me sale bastante bien y con el que me divierto muchísimo. No tengo más que escribir lo que se me pasa por mi cabeza malvada y está hecho. A veces siento un poco de síndrome de Stendhal pero al revés, son tantos los despropósitos estéticos que veo que me quedo sin palabras para describirlos.  

Para los despellejes de películas y libros tengo más criterio, muchísimo más, pero el de libros es un género que está decayendo, creo que porque antes era menos selectiva con mis lecturas y caían en mis manos auténticos horrores. Confieso que a veces tengo ganas de leer algo espantoso sólo por el placer de poder sentarme a escribir echando espumarajos por la boca. 


3.- ¿Cómo se escribe un post?

Con mucha hostilización. Hay cosas que me hacen hervir la sangre, que me ponen de tan mala leche que tengo que escribirlas. A veces no son políticamente correctas, a veces molestan a algunos, a veces me arrepiento de haberlas escrito al cabo del tiempo (pero nunca las borro), a veces me releo y creo que me he quedado corta. Siempre me sirven para desahogarme, para quedarme mejor. Muchas veces me pregunto qué hacía con toda esa hostilización que me noto correr por el cuerpo antes de escribir. ¿Pasaba de ella? ¿Obviaba los síntomas? o es que la hostilización es como las canas ¿cuanto mayor soy más tengo? 


4.- ¿Cómo se escribe un post?

Dejándome llevar. La idea más peregrina y más idiota aparece por mi cabeza como un rótulo luminoso. Brillantes luces de colores pasan por delante de mis ojos diciendo “escribe sobre el tanga” o ¿que tal algo sobre los calcetines? o “explica por qué la tortilla francesa es una comida de tristes. Ahora que lo pienso, la aparición de estas ideas completamente idiotas está a medio camino entre la alucinación provocada por las drogas (sospecho... yo nunca me he drogado) y la posesión diabólica tipo Poltergeist, me veo a mí misma poseída por un espíritu que me dice “Moliiiii... sigue la luz de la inspiración y escribe una memez sobre la pelicula 300”. 

Lo bueno de la posesión diabólica o escribir drogada es que puedo decir las chorradas más grandes del mundo. No tienen que tener sentido para nadie más que para mí en el momento justo en que las escribo. Dejo que mi absurdo cerebro desbarre, haga saltos mortales, se juegue la vida y pruebe todo tipo de setas alucinógenas y escribo. Lo más alucinante de estos posts es que mis delirios de drogadicta o de poseída suelen tener mucho eco entre los descerebrados, hecho este que puede significar dos cosas: lo que digo tiene mucho sentido o los descerebrados se drogan y/o están poseídos. 

Para este tipo de posts me funciona muy bien la regla del absurdo combinada con la regla de “no hay huevos”. Me reto a mí misma a ser capaz de escribir sobre la chorrada más grande que se me ocurra y como mi cerebro es muy cabrón y yo muy cabezona acabo  hablando de las majaderías más increíbles. Debo decir que por ahora siempre he ganado yo y he sido capaz de cumplir todos los retos, el próximo es un “ensayo sobre el cinturón”. 


5.- ¿Cómo se escribe un post?

Copiando de la realidad, con cosas que (me) pasan. Puro corta y pega. Una conversación con las princezaz, con mis hermanos, con mis amigos, en una cena de amigas,  cosas del Ingeniero, movidas de los libros de colores, en la piscina, en una reunión de mi absurda familia materna. Una discusión con Molimadre o una conversación de teléfono en la que casi cortocircuito. Algo (me)  ocurre en la vida real y digo “para un post”. Con mi superpoder de memoria prodigiosa lo registro en mi cerebro y luego solo queda transcribirlo.  

Sacados de la realidad son también aquellos posts en los que describo alguna bobada: el gacelismo, la tensión sexual no resuelta o el planeta del amor. Todo está ahí delante de mis narices o en un pasado turbio que no me mola recordar más que para hacer arqueología que me permita escribir algo. 

Lo mejor de estos posts es que son tan reales que parecen mentira, pero si algo no tengo es imaginación (y un metro ochenta de altura) así que aunque me sentara media vida frente a la pantalla no sería capaz de inventarme esas conversaciones ni esas experiencias. 


6.- ¿Cómo se escribe un post?

Con libros, con lo que siento leyéndolos, lo que copio en mis cuadernos y el entusiasmo que quiero transmitir para que otros los disfruten. 


7.- ¿Cómo se escribe un post?

Por sorpresa. La idea genial, el momento “aha”(este se me ocurrió en una sala de espera del hospital Niño Jesús), el flash que se me ocurre en la ducha o conduciendo (mis mejores momentos de inspiración son ahí). La idea, el concepto o el hilo que necesitaba lo encuentro de repente cuando menos me lo espero, lo pienso, lo anoto, lo memorizo y me siento a escribirlo.


8.- ¿Como se escribe un post?

Con muchísimo amor. Con muchísimo más amor del que soy capaz de demostrar en persona y en la distancia corta. Hay cosas que no se pueden decir en persona porque no se prestan a decirlas en alto. No le puedes decir al amor de tu vida, a tu madre, a tu pobrehermano, a tus hijas,  a tu amigo del alma, a un lugar concreto, a los libros o a Bruce que desbordas amor.  

Porque hay cosas que no se dicen, se escriben. O por lo menos yo no las digo, las siento y mientras las pienso sintiéndolas las escribo. Puedo decirle al amor de mi vida “Te quiero hasta el infinito” pero ¿en qué momento puedo decirle “cuando no me seco al salir de la ducha siempre me acuerdo de ti y de lo meticuloso que eres secándote”? o  ¿cuándo es buen momento para decirle a mi amigo del alma “eres aceitunas, Jimmy Hendrix y un abrazo”? “ o  cuándo le digo a Pobrehermano Mayor “tú no recuerdas el día en que me senté en un bordillo, me apoyé en tu hombro y lloré absurdamente poseída por las hormonas del postparto pero yo lo recordaré siempre”. Ningún momento es bueno para decir eso... a no ser que quiera que el otro se sienta incómodo, que piense que estoy loca de atar o mucho peor, que yo empiece a desbarrar y hacer el imbécil. Escribo posts borboteando de amor y cariño en los que digo cosas que jamás diría en persona.... y en persona digo cosas que jamás escribiría en un post. 


9.- ¿Cómo se escribe un post?

Explicando cómo se escribe un post. 


viernes, 9 de mayo de 2014

En la cantina


Los Molinos se divide en dos partes: la estación y las eras. En medio está el pueblo, pero para identificarte cuando alguien no sabe a qué familia perteneces o cual es tu casa hay que decir "Soy de las eras" o "Soy de la Estación". 

En un alarde de originalidad totalmente imprevisto, los de la Estación somos los que vivimos cerca de... ¡tachán! la estación de tren. Molamos más que los de las Eras que vivían cerca de Las Eras dónde se cosechaba el trigo...pero que por supuesto ya no existen. Es más, a duras penas encontraras a alguien que sepa lo que es una era...una estación es otra cosa.  

Nosotros seguimos teniendo la estación y la cantina. 

La estación de Los Molinos es pequeñita y marca el punto más alto de todo el término municipal. Hubo un tiempo en que había una sala de espera practicable, con una ventanilla en la que el jefe estación vendía los billetes. Llevaba hasta uniforme y gorra y salía cada vez que llegaba un tren a vigilar a los viajeros y a veces a nosotros que nos habíamos dedicado a dejar monedas en las vías. Después desapareció el jefe de estación y se cerró la ventanilla. Al subir al tren había que buscar al revisor para poder comprar el billete. Ahora creo que han puesto una máquina en la sala de espera, pero no lo sé...hace años que no cojo el tren en Los Molinos.  

A la estación se llega desde una pequeña rotonda con un árbol en medio. Subes un pequeño repecho y llegas a las vías, cruzándolas (ahora no se puede legalmente pero hasta hace poco había un paso) se llega al Chaparral, una zona de Los Molinos, remota y casi desconocida con algunas casas enormes que de pequeños nos daban mucho miedo. Está muy lejos del pueblo y poco habitada y siempre me la imagino como el escenario de algún suceso tremendo "Aparece un cadáver en El Chaparral", hasta el nombre le pega. 

A la izquierda, las vias llevan a Cercedilla y al fondo se ven los Siete Picos y el Puerto de Navacerrada. Siete Picos es "casa", es la montaña que te acoge cuando llegas a Los Molinos por la carretera, la que se levanta abrazando todo lo que ves cuando paseas. Unos días se ve más cerca y más imponente y otros días parece haberse alejado y casi se desdibuja. Alguien me explicó una vez con mucha paciencia, los principios físicos de este fenómeno que depende del viento y la temperatura, pero yo prefiero pensar que es una cuestión del humor de la montaña: si ve que estoy de bajón se acerca y si estoy a mi bola se aleja. Una bobada como otra cualquiera. 

A la derecha las vías llevan a Madrid, no se ve nada. Hay una curva cerrada al salir de la estación de Los Molinos y así es mejor...Odio Madrid y si estoy en Los Molinos prefiero ni verlo ni imaginarlo ni pensar en ella. 

En la estación hay una cantina. Tengo recuerdos difusos, muy difusos de mi infancia yendo allí a comprar chupachups Kojacs o a por tabaco para mi padre. Era un bar pequeño oscuro y con dueños que daban miedo. Siempre había viejos (lo mismo tenían 40 años) tomando bebidas muy oscuras en copas balón de las pequeñas. Sentados en la barra se gruñían unos a otros y se giraban a mirarnos cuando entrábamos. Recuerdo vagamente una ligera sensación de miedo. 

Ahora no me da miedo y soy yo la que tengo 40 años. 

La cantina es ahora el sitio dónde vamos a tomar el aperitivo. Es, de hecho, mi sitio favorito para sentarme y charlar. En invierno, cuando  hace frío, cuando está todo nevado, dejamos las huellas en el andén y después entramos y nos acomodamos como podemos en la barra.  Detrás está Susana: alta, rubia, delgada, con el pelo corto y el delantal atado a la cintura. Tiene pinta de ser de un país del Este, pero mis fuentes (poco fiables) dicen que no, que es española. En cualquier caso, habla con un acento raro. 

Susana nos coloca unas copas de vino en invierno o nos prepara un tinto de verano cuando, en vez de acomodarnos en la barra, salimos fuera a sentarnos al sol y literalmente ponernos a ver los trenes. 2 trenes por hora. A cada hora y veinte pasa uno hacia Madrid y a menos veinte llega uno de Madrid. 

Me gusta sentarme en una silla  de plástico de Mahou, roja o negra,  apoyar los pies en el banco de piedra, beber mi tinto de verano y contemplar las montañas y la vegetación que crece al otro lado de las vías en El Chaparral. Vigilamos cada tren que pasa mientras hablamos de cualquier bobada o de cualquier tema importante, el último tema en el que gastamos un par de  horas fue la diferencia entre leer en papel y en pantalla, y no tengo claro si fue una bobada o algo digno de una tesis doctoral. 

Me encanta que Susana salga y nos ponga unas tapas cojonudas, especialmente si es tortilla de patata. Susana hace la mejor tortilla de patata que se ha hecho nunca en Los Molinos desde los tiempos de Carmen "Perla", le sale espectacular hasta sin cebolla.  Me encanta saber que nos pegaremos por el último trozo, nos miramos con desconfianza y alguien dirá:

-  Me toca a mí, tú te  has comido cuatro. 
- Te jodes, haber estado atento y no haber rajado tanto.
- ¿Otro tinto?
- Venga, total a casa ya no vamos a ir comer. 

En la cantina...




miércoles, 7 de mayo de 2014

Molidocumentales: la exnovia parásita

"El amigo soltero parece estar bien, sano, fuerte y alegre. De repente una especie de calambre, de invisible fuerza lo paraliza: la mirada se le enturbia, las extremidades pierden fuerza, pierde la alegría y con la mirada vacía cambia sus pasos y se dirige a algún sitio desconocido atrapado por una fuerza que sólo él escucha. El resto de los amigos le mira con incredulidad. 

Es el ataque de la exnovia parásita". 


Descripción del espécimen.

Sujeto femenino (no se han observado ejemplares masculinos de esta especie, si bien hay una bastante parecida con características similares pero no idéntica descrita como el Exnovio pesado) de edad entre 20 y 35 años. Casi todos los ejemplares observados en libertad respondían a las mismas características: periodos de languidismo agudos mezclados con otros de entusiasmo absurdo rozando el intensismo. No suelen tener oficio ni beneficio y de tenerlo suele ser de poco beneficio. Gozan de lo que ellas suponen una gran vida interior. Ni que decir tiene que para un observador no embrujado por sus encantos, en su vida interior hay eco.

Descripción de la víctima.

Hombre con mucha querencia al solterismo. Una exnovia parásita jamás caza a un hombre que haya tenido muchas novias, muchas relaciones o sea un picaflor. Suelen salir de caza en una etapa de intensismo interior en el que el lema que llevan grabado a fuego en su camiseta por las que les asoma el hombro es "voy a encontrar un diamante en bruto...y le cambiaré porque yo soy especial". 


La víctima por tanto suele ser un ser solitario, siempre mayor que la depredadora y que por lo tanto parece curtido en mil batallas. Es discreto, poco dado a la charla y muy cariñoso... en la intimidad.


Lamentablemente es también muy muy vulnerable a los encantos de su depredadora que cual camaleón se disfraza de "Mosquita muerta adorable con tendencia a parecer una pantera en la cama". Contribuye mucho a esta imagen el hecho de que la víctima, como ya se ha señalado, suele llevar una vida bastante austera sexualmente hablando. No es que no tenga sexo pero siempre es menos del que le gustaría (ejem...en esto se parece a todos).

Descripción de la relación.

La depredadora atisba a la víctima. La elige. Los amigos del macho víctima le dejan a su aire, al fin y al cabo tiene una edad y ellos están a sus cosas y a sus propias relaciones absurdas. Además, minusvaloran a la depredadora y confían en la querencia de su amigo por el sexo y las relaciones esporádicas y sin compromiso.

Pronto los amigos descubren su error. El amigo ha desaparecido del mapa, no coge el teléfono, no abre la puerta de casa, no quiere hacer planes conjuntos. Algo raro pasa, no necesariamente tiene que ser malo. Entre los amigos es ampliamente conocido y está debidamente documentado el fenómeno "abducción por planeta del amor" y se tolera porque les ha pasado a todos. Esperan en silencio a que se pase un poco el furor de la abducción, el amigo y su "pareja" salgan de su guarida y haya que integrarla en el grupo de amigos. Se especula con cómo será ella: "muy joven", "todavía estudia", "parece maja" y hay breves destellos de alegría porque el amigo soltero vaya a tener novia.

El amigo no aparece. Permanece missing. Brevemente se le intuye en algún evento y bar. Con timidez se le pregunta.¿Y fulanita? ¿Estáis juntos?

- Sois unos cotillas, no pienso deciros nada.- contesta ofendido mientras se escabulle del plan y los amigos le ven subirse a su coche.

Descripción de los primeros síntomas de haber sido atacado por una  por exnovia parásita.

Tras dos o tres meses a lo sumo de relación confusa (una ex novia parásita nunca es una ex relación seria, eso es otra cosa) y bastante secreta aunque notoria, el amigo soltero reaparece. Parece el mismo y los amigos hacen lo que se hacen con todo aquel que aparece después de estar en el planeta del amor.

- ¡Qué? ¡Qué tal? ¿Ya se te ha pasado? ¿Dónde te has dejado a tu amorcito?

Algo va mal. El amigo contesta con un bufido y ojos vidriosos. Hay que cambiar de táctica.

- Joder, vaya... lo sentimos. ¿Estás bien? ¿necesitas algo?
- Dejadme en paz.
- Pero y ¿fulana?
- Estoy bien. No pasa nada. No salíamos, somos amigos.

En el momento que dice "no salíamos, somos amigos" el amigo debería caer fulminado por un rayo o de algún sitio debería aparecer un cirujano que lo lobotomizara, porque esa es la frase que conduce directo a vivir con una ex novia parásita a la chepa.

Descripción de la vida de un amigo con exnovia parásita.

A pesar de que la relación fue corta en el tiempo, muy corta (un par de meses o tres) y de que la imbricación de la ex novia en la vida del amigo fue mínima...una vez se produce la ruptura, la ex novia parásita se queda a vivir en la chepa del amigo. No lo usa de egomaker, no...directamente lo parasita, le chupa la sangre, la alegría de vivir, el tiempo, las ganas y todo. Sin darle nada a cambio....ni siquiera un revolcón. 

Una exnovia parásita se caracteriza por:

- tener sucesivos novios después de tu amigo a los que tiene el mal gusto de presentar a tu amigo con la frase "es muy majo, seguro que os hacéis amigos", saltando alegremente por encima del hecho de que Él ya tiene amigos.

- Ignorar alegremente que los amigos de su víctima la odian. Con rabia y saña y toda su mala leche.

- Aprovecharse de la víctima absolutamente para todo: llamadas a horas intempestivas con llantinas absurdas "sólo tu puedes consolarme" (pero no chuschando, claro). Peticiones de colaboración en actos benéficos, en mudanzas, en comuniones... Marrones absurdos del tipo "son las 2 de la mañana y necesito este trabajo para mañana y necesito dormir...¿te quedas mirando la impresora mientras salen las 120 páginas, lo encuadernas y le pones mi nombre?, ¿me acompañas a ver a mi amiga a 800 km en tu coche? y así hasta el infinito. 

- tener un radar extremadamente fino que le alerta de cuando la víctima está a punto de ser rescatada de su red por sus amigos y aparecer tipo "hago chas y aparezco a tu lado", obnubilando a la víctima, que como un zombie se queda pegado en los filamentos de "fuimos brevemente novios y ahora no somos amigos pero creo absurdamente que no me estás parasitando la vida".

Una ex novia parásita es lo peor que le puede pasar a tu amigo. Es una araña con mil patas que teje a su alrededor una red lo suficientemente fina para que él crea que puede escapar, para que sus amigos puedan tocarle y verle pero la  realidad es que no tiene escapatoria hasta que los amigos se harten de verle con la mirada vacía cada vez que ella pega un tirón y decidan entrar con una motosierra a cortar los hilos, darle dos leches e inocularle un antídoto en forma de tía que merezca la pena.

Muerte a las ex novias parásitas, esa lacra. De un zapatillazo hay que acabar con ellas, como con las arañas. 







lunes, 5 de mayo de 2014

¿Cuándo muere un post?

El informativo de hoy es el zapping de mañana. 
El periódico de hoy es el papel para guardar las mondas de la verdura mañana. 

Pero, ¿Qué pasa con los posts? 

¿Cuánto dura un post? ¿Qué le pasa a un post cuando sale de la página principal de un blog? ¿Se olvida? ¿Se recuerda? ¿Muere? ¿Desaparece?

Si eres un  bloguero que escribe un post, ¿Cuánto tiempo lo recuerdas? Dependerá de cuántos posts hayas escrito a lo largo de tu carrera de bloguero. No es lo mismo haber escrito 10 que 100 o que 1000. ¿Cuántos eres capaz de recordar como escritor?  Yo recuerdo todos los posts que he escrito o creo que los recuerdo todos, los casi 1400 pero ¿Con qué nivel de detalle los recuerdo? Quiero decir que soy capaz de saber que he escrito sobre un tema determinado, una persona, una película, un libro o cualquier chorrada de las que se me ocurren pero ¿Cuánto recuerdo? y ¿Cuánto de lo que recuerdo haber escrito es verdad que lo recuerdo y cuanto es solo sensación? Muchas veces, por alguna razón, busco un post antiguo que sé que he escrito y creo recordar lo que conté en él y sin embargo cuando lo encuentro, me sorprendo. Se me ocurre una idea de la que tengo la certeza de haber hablado ya, pero creo recordar que lo hice de una manera superficial y cuando encuentro el post me doy cuenta de que lo conté todo y además mucho mejor de lo que podría hacerlo ahora. Otras veces es al revés, releo y pienso que ahora podría escribirlo mejor. ¿Hasta cuando seré capaz de recordar todo lo que he escrito? ¿Me pasará como con los libros que se si un libro lo he leído o no aunque no recuerde la historia? o ¿Los iré olvidando y algún día leeré mis escritos como si fueran nuevos, como si ni siquiera fueran míos? ¿Los recuerdo todos igual o algunos más que otros? ¿Y por qué? ¿Por cariño? ¿Por odio? ¿Por vergüenza?

Si eres un post. ¿Qué te pasa  cuando dejas de ser el primero de la página, cuando no eres lo primero que se encuentran los visitantes al llegar? ¿Y cuando dejas de ser el segundo? Y ¿Cuando sales de la página principal? ¿Dejas de existir? No, claro que no...pero eres otra cosa. ¿Quién se acuerda de ti? No eres como un libro con su lomo, su portada, su dibujo y sus grandes letras que te diferencian de todos los demás. No pesas, no hueles, no ocupas espacio. ¿Cómo te van a recordar? Eres igual que otros millones de posts que hay por ahí, sólo el que te haya leído podrá recordarte...y no siempre. De hecho, casi nunca. Y el que te recuerde, ¿Volverá a buscarte? ¿Cómo lo hará? ¿Por el título? ¿Recordará tu nombre? A lo mejor no, es muy posible que no. A lo mejor te asocia con algo que le ocurrió en su vida el día que te leyó y puede buscarte por fecha. Unos pocos, muy pocos, puede que te guardaran porque les causaste una honda impresión y decidieron no correr el riesgo de no volver a encontrarte. 

También puede ocurrir que cuando ya no eres el primero, ni el segundo, ni el tercero, cuando hace años que te escribieron y vives una solitaria existencia alguien te encuentre. ¿Cómo? ¿Por casualidad? ¿Pinchando al azar? O ¿Habrá sido el misterioso algoritmo de Google que ha decidido colocarte en la primera página de resultados? Pero eso puede no pasar nunca...y ¿Qué eres cuando ya nadie te lee? ¿Y si el autor también te olvida completamente y te reescribe de nuevo sin saber que ya te tiene? Es un pensamiento terrible, es como estar en un quirófano y escuchar al médico decir que estas muerto y no poder gritar "estoy aquí" o como llegar a casa y que haya alguien ocupando tu lugar, haciéndose pasar por ti. Existes pero nadie se acuerda. ¿Entonces ya no existes? 

Si eres un lector. ¿Qué pasa con los posts que has leído? ¿Los recuerdas? ¿Los olvidas? En tu cabeza ¿ Tienen el mismo tratamiento que una noticia en un periódico, que un tuit o que un libro? ¿Un post que has leído te deja poso o te resbala? A lo mejor, unos hacen una cosa y otros otra....Muchos ni se leen pero de esos no hablamos. Y puede ser que lo hayas olvidado, que no recuerdes ni que lo leíste y que de repente algo, una palabra, una imagen, un libro, un encuentro te lo recuerden de golpe y pienses "yo leí un post sobre eso". ¿Sabrás encontrarlo? ¿Qué son para un lector los posts que están fuera de la página principal? ¿Se leen igual los posts de la página principal que los que salen con los cartelistos de "si has leído esto a lo mejor te interesa ésto"? Yo creo que no. ¿Se lee igual un post que nada más abrir la página se despliega en todo su esplendor que aquellos que muestran solo un poquito, que se insinúan, que enseñan la ropa interior y luego dicen..."leer más"? Yo creo que no. 

Y cuando un blog se acaba, se para, se abandona....¿En qué se convierte el post que queda dando la bienvenida? ¿En un epitafio? 

¿Cuánto tiempo recordáis un post? Los leídos y los escritos. ¿De qué depende? ¿De cuánto te hayan emocionado? ¿De haber aprendido algo? ¿Los recuerdas más si te reíste o si lloraste? ¿Lo recordarás eternamente si te ha cabreado muchísimo? 

Larga vida a mis posts...yo creo recordarlos todos...creo. 

viernes, 2 de mayo de 2014

Lecturas encadenadas. Abril.




En abril sólo he leído dos libros (tres en realidad, pero lo explico luego) y no muy gordos. No sé que ha pasado. He tenido vacaciones, he tenido tiempo y me recuerdo a mí misma leyendo en la cama, en el jardín, en el sofá...pero no me ha cundido mucho en cantidad, aunque sí en calidad.

"Extinción" de David Foster Wallace. Primer libro de ficción de DFW que cae en mis manos por gentileza de los Reyes Magos. 

Lo primero que tengo que decir es que DFW no se parece a nadie ni en lo que cuenta ni en como lo cuenta. 

DFW es un genio. Te coge de la mano y te hace traspasar confiadamente la puerta, el espejo que lleva a su mundo. Leyendo a DFW me siento como Alicia en el País de las Maravillas. En su mundo hay cosas conocidas, elementos que tienen sentido para mí, cosas cotidianas que reconozco...y por eso entro confiada y tranquila a leerle. Y de repente, sin saber muy bien cómo, estoy cabeza abajo, nada es lo que parece.  Soy demasiado pequeña o demasiado grande. DFW lo ha vuelto todo del revés, todo gira a mi alrededor sin que sea capaz de atraparlo...es cómo si estuviera en una habitación conocida y de repente las paredes hubieran desaparecido y yo estuviera en medio del desierto o en una carretera desierta. DFW usa todo mi universo conocido, todas mis referencias cotidianas y las descoloca. 

DFW "es" intensamente. No es un intenso, no tiene nada que ver con eso, pero todo lo que cuenta es intensamente preciso y muy profundamente moderno y contemporáneo. Lo es tanto que muchas de las cosas sobre las que escribe con mucha precisión y a las que él da una trascendencia vital, quince años después ya están pasadas o incluso han dejado de existir. Esto no tendría porqué ser un problema en sí mismo, al fin y al cabo todo o casi todo lo que cuentan los novelistas de principios o mediados del siglo XX (y todos los anteriores, claro) nos son completamente ajenas, pero el "problema" de DFW es que hay superficialidades sobre las que construye su ficción a las que da un gran protagonismo y que al leerlas 15 años después provocan la misma sensación, entre la ternura y la vergüenza ajena, que me provocan las películas de los años 80 que han envejecido mal. Esto no resta valor a su escritura, pero es una sensación rara...aunque puede que me pase sólo a mi. 

DFW es surrealismo cotidiano y psicodelia personal. Es  una apisonadora que te apabulla con su dominio del lenguaje y su precisión. Con su escritura, con su genio te pasa por encima y tienes que correr muy deprisa para conseguir que por un lado no te aplaste y por otro poder seguir su ritmo. 

En Extinción  se recogen 8 cuentos. Confieso que uno fue demasiado para mí y no lo terminé. De los demás, el primero sobre las pruebas de marketing a un bollito y el último sobre un hombre que caga esculturas, son los que se ajustan mejor a lo que contaba antes de mi sensación de estar viendo una peli de los años 80. Son intensamente superficiales en lo que cuentan pero son también intensamente profundos en la sensación que provocan más allá del momento "marketing absurdo" o "arte contemporáneo ridículo". 

El cuento más breve y más terrorífico es del bebé y sus padres. Me dejó literalmente temblando. Ahora que lo pienso, en ninguno de los cuentos hay un sentimiento positivo real. Hay mucha desesperación, mucho cinismo, mucho "fraude". 

"Si nunca han llorado ustedes y quieren llorar, tengan un hijo"

"La paradoja de la fraudulencia consistía en que cuánto más tiempo y esfuerzo invertías en resultar impresionante o atractivo a los demás, menos impresionante te sentías por dentro: eras un fraude. Y cuanto más fraude te sentías, más te esforzabas en transmitir una imagen impresionante o agradable de ti mismo para que los demás no descubrieran a la persona vacía y fraudulenta que realmente eras". 

"Es más bien como el repentino destello interior cuando uno ve algo o se da cuenta de algo: un destello repentino o lo que sea que marque una epifanía o un descubrimiento. No es simplemente que suceda demasiado deprisa como para que uno pueda descomponer el proceso y ordenarlo en forma de idioma inglés, sino que sucede a una escala en la que ni siquiera hay tiempo para ser consciente de ninguna clase de tiempo en absoluto en el que esté teniendo lugar el destello: lo único que uno sabe es que hay un antes y un después, y que después uno es diferente."

¿Lo recomiendo? Si, pero sólo para valientes y aguerridos lectores. 

Travels with Charley de John Steinbeck. Hace meses encontré este libro en internet y como si fuera un náufrago, mandé un tweet diciendo "que alguien me regale este libro". Tuve mucha más suerte de la que suelen tener los náufragos y por mi cumpleaños, alguien que me conoce mucho y me quiere más, me dio la gran sorpresa y me regaló ese libro dos veces. ¿Dos veces? Si. Me regaló la versión en inglés y a pesar de que está descatalogado consiguió un ejemplar en castellano para que fuera comparando ambas versiones, no se fiaba de que la traducción fuera lo suficientemente buena. 

El libro en castellano es de una biblioteca de Estados Unidos que supongo decidió deshacerse de parte de sus fondos y no se como llego a Amazon. No me importa. El libro lleva un sello de la "Pend Oreille County Library"  y ¿dónde está esto? Pues nada más y nada menos que en el condado de Pend Oreille, en el estado de Washington al oeste de Estados Unidos. La biblioteca está en un micropueblo a orillas de un río y cerca de una reserva nacional. 

Me alucina pensar en la cadena de acontecimientos que han hecho que este ejemplar, que este libro, haya llegado de una minúscula biblioteca en un pueblo rural del oeste de Estados Unidos a mis manos. Vi la reseña del libro, lo tuitee, alguien se fijo, alguien se preocupo, alguien decidió que ese libro en castellano no tenía sentido en esa biblioteca o alguien lo robó y llegó a Amazón. El alguien que me quiere mucho lo encontró y aquí está. Es una de esas cosas que crees que nunca te van a pasar...y pasan. 

He ido leyendo las dos versiones alternándolas. Un capítulo en inglés y luego una lectura rápida en castellano por si me había perdido algo. La mayoría de las veces sólo me había faltado entender alguna palabra y he descubierto que la versión en castellano es bastante pobre y regulera. Otras traducciones de Steinbeck que he leído eran muchísimo mejores. 

¿De qué va el libro? Con 58 Steinbeck decide hacer un viaje alrededor de Estados Unidos con el propósito de conocer su país porque siente que después de 25 años viviendo en Nueva York, París y Londres se ha desconectado de la realidad de los americanos de a pie. Organiza el viaje, se compra una especie de autocaravana a la que llama "Rocinante" y se lleva a su perro, Charley, para que le haga compañía. 

Steinbeck empieza su viaje con muchas ganas y mucho empuje. Con decisión quiere verlo todo, conocer a la gente, quedarse con los paisajes, con las imágenes, con las opiniones. Se siente curioso e inquieto. Interesado. Y consigue mantener ese empuje hasta que alcanza la costa oeste de Estados Unidos. Allí el lector percibe como al llegar a su territorio natal se va poco a poco desinflando física y anímicamente. Ese decaimiento llega bien porque es una empresa demasiado ambiciosa o por lo que el mismo Steinbeck explica "me siento igual que cuando estuve en el Prado, no puedo asimilar más, mi cuerpo dice no y mi cerebro está de acuerdo". El lector, yo en este caso, llega al final deseando que Steinbeck vuelva a casa, a su cama, a su rincón y descanse. 

El libro es un diario de viaje en el que Steinbeck cuenta lo que ve, describe los paisajes, sus encuentros con distintas personas. Expone sus sensaciones viajando por su país, reflexiones sobre política, sobre medioambiente, sobre la pérdida de los localismos por culpa de la televisión y la radio y todo lo va mezclando con recuerdos de su infancia, de su vida, de su manera de escribir...Es un diario de viaje que se parece mucho a lo que podría escribir yo (por supuesto en mi estilo cutre a años luz de Steinbeck) si pusiera por escrito todas las cosas que se me ocurren cuando voy conduciendo. 

Steinbeck lo explica muy bien, conducir solo es una manera maravillosa de pensar. 

"If one has driven a car over many yearse, as I have, nearly all reactions have become automatic. One does not think about what to do. Nearly all the driving technique is deeply buried in a machine-lie unconscious. This being so, a large area of the concious mind is left free for thinking."

Steinbeck admira el otoño y comparte mi odio hacia el "buen tiempo" permanente. 

"I´ve lived in good climate, and it bores the hell out of me. I like weather rather tan climate". 

Y al final, cuando su viaje se está acabando...dice algo muy cierto. 

" Who has not know a journey to be over and dead before the traveler returns? The reverse is also true: many a trip continues long after movement in time and space have ceased"

Es Steinbeck, es un viaje en coche y un diario. Lo recomiendo muchísimo. Y creo que hace buena pareja con otro libro de viajes por carretera por Estados Unidos, "Menuda América" de Bill Bryson.  

Y con esto y un bizcocho...hasta los encadenados de mayo. 




martes, 29 de abril de 2014

¿Saludas o pasas?


En el mundo hay dos tipos de personas: las que saludan y las que se piran.

Están los que atisban a alguien y van a su encuentro para saludar y están los que se echan el pelo por la cara, se suben el cuello del abrigo, se dan la vuelta ipsofácticamente o directamente se bajan del autobús para no saludar.

Si alguien se pregunta, yo soy de las que se pira y se baja del autobús aunque le queden 20 paradas.  

He decidido autoanalizar esta querencia mía por la invisibilidad social para saber a qué responde.

¿Por qué no saludo?

1.- Por pánico escénico. Tengo una cara muy normal. Toda yo soy muy normal...por no decir anodina. Ni alta ni baja, ni gorda ni flaca. No llevo crestas, ni melenón ni el pelo de un color imposible y casi nunca me pongo mis características gafas. ¿Qué pasa con esto? Pues que la gente se olvida de mí. Cuando alguna vez decido volverme alguien sociable o cuando llevo un nivel de alcohol por encima de la media en mi sangre me he lanzado a saludar a un conocido, la mayoría de las veces me he encontrado con esa mirada de foca monje que en el mejor de los casos dice: “ni idea de quién eres” y en el peor dice “María, nos conocemos del colegio”.  ¿Hay algo peor que tener que explicarle a alguien de qué le conoces cuando obviamente no se acuerda? ¿hay algo más ridículo?

2.- No saludo porque no quiero saludarte. Esta variable presenta muchas subdivisiones.

2a) No quiero saludarte porque tuvimos un pasado precioso que no quiero que me jodas con el presente. Voy a hacer un esfuerzo sobrehumano por olvidar que te he vislumbrado en este momento para seguir manteniéndote en el recuerdo idílico y precioso.

2b) No quiero saludarte porque me caes mal. Lo siento pero no sirvo para la farsa social, si me caes mal y no es obligatorio que te salude, no voy a saludarte. Seré educada si por trabajo, compromiso social o choque frontal tengo que saludarte, pero nada más. Me caes mal, seamos sinceros. ahorrémonos las formalidades.

2c) No quiero saludarte porque tuvimos un pasado horrible. ¿Hay posibilidad de que el presente sea maravilloso? Pues sí pero sinceramente con nuestros antecedentes...mejor no arriesgarnos.

Estas situaciones se aplican igual a amigas del colegio, excompañeros de curro, de gimnasio, de curso, de viaje, amantes, novios, ligues...lo que sea.

3.- No te saludo porque aunque me caes bien voy con alguien que no quiero que veas. Tengo una vida que a lo mejor no quiero que conozcas, o que es complicada y no quiero tener que ponerme a explicarte o que no quiero explicarte y ver en tu cara la expresión de ¿qué me estás contando?

4.- No te saludo porque vas con alguien que sé que no quieres que vea. Y puede ser tu madre. 

5.- No te saludo porque me caes bien pero vas con alguien que no quiero saludar por cualquiera de los motivos del punto 2.

6.- No te saludo porque ninguno de los dos deberíamos estar aquí y los sabemos. Y no, no hablo de “eso” que estáis pensando....hablo de cualquier cosa.

7.- No te saludo porque me aterra que no sepas quien soy. Me caes bien.  Me encantaría saludarte pero sospecho que no tienes ni idea de quién soy y prefiero vivir en mi país de luz y color donde no sólo sabes quien soy sino que me recuerdas con cariño y estabas deseando volver a encontrarte conmigo. Si me caes fenomenal puede que incluso en mi mundo de luz y color imagine que les hablarás de mí a tus nietecitos o a tus colegas en la residencia “Bellasvistas”.

8.- No te saludo porque sé que tú no quieres saludarme. Tengo la certeza absoluta de que me has visto, sabes quién soy y sabes de qué me conoces...y se que no quieres saludarme. ¿para qué iba a querer acercarme yo? ¿Por maldad? Sí, ese es un buen motivo...pero no lo suficientemente bueno. Lo mismo eres un as y me conoces tanto que sabes que lo que más me jodería es que al acercarme fingieras no conocerme y entonces entraríamos en una espiral absurda que mejor nos ahorramos. Te ignoro.

Ser asocialmente absurda es muy complicado y genera mucho stress. Voy paseando parapetada detrás de mis gafas de sol alerta a cualquier posible conocido que entre en mi órbita  para  poder evitar encontronazos...pero por experiencia sé que donde menos te lo esperas, saltas la liebre, la excompañera de colegio, una exprofesora, un exligue, una amiga de tu madre o alguien que te odia.


Eso sí, por experiencia os digo que el mejor sitio para esconderse de alguien a quien no quieres saludar es la sección de baterías de coche de un supermercado...No preguntéis.  


lunes, 28 de abril de 2014

Más detalles: Torturismo.

Molimadre está mejor. 

Tras mi momento de sensibilidad extrema que sospecho que ella no ha leído, todo ha vuelto a su ser. No sé si habrá sido el destino, el cosmos, el horóscopo o una convivencia continuada de 96 horas...pero volvemos a dónde estábamos antes. 

Unas cuantas perlas sobre nuestra relación, para que no penséis que somos una peli americana. 

Viernes, todooo el día en el hospital, las dos solas. 

- Ya estoy aquí.
- Ah bien, hoy estás muy mona. 
- ¿Ayer no lo estaba?
- Bueno...no me acuerdo. 

****

Molimadre duerme. Lleo. Duerme mucho. Leo muchísimo. 

- ¿Ya te has despertado? ¿Damos un paseo?
- No estaba durmiendo.
- Mamá, has roncado.
- ¿Roncar? ¿Yo? Siempre eres tan exagerada...
- Mamá...te juro que has roncado.
- Imposible. 

****

- Mamá, me voy a ir ya...en media hora viene Molihermana, pero yo me tengo que ir porque no llego a recoger a las niñas.
- No te preocupes, estoy bien. Me quedo aquí sentada leyendo. Vete sin problemas.
- ¿Seguro que no te importa? ¿necesitas algo?
- Nada, nada. Vete. 

Me voy a Los Molinos con las princesas. Suena el teléfono. 

- ¿Has conseguido entrar en casa?
- Mamá, estamos hablando por el fijo...¿tú que crees?
- Ay hija, no sé...cómo eres tan torpe con las llaves y las puertas. 
- Tu confianza en mi me abruma...¿qué tal la tarde?
- Pues vino tu hermana al rato de irte tú y me echó la bronca porque había ido al baño sola. 
- Joder mamá, pues claro...es que eres la leche. ¿No podías esperar?
- Tenía que ir al baño y como me habías dejado sola.
- Joder, pero si te pregunté si necesitabas algo.
- En ese momento no necesitaba ir.
- Mamá, ¡eran 20 minutos! 
- Te estás poniendo insoportable....relájate anda. 

****

Sábado por la mañana. El grupo de "Molihermanos" de wasap está onfire organizando la salida de Molimadre del hospital. 

- Pobrehermano, ¿qué tal ha pasado la noche?
- Ella muy bien. Yo regular.
- ¿Qué ha pasado?
- Que ha roncado como un gorila. 
- Ja. 

******

Sábado tarde. Las visitas vienen y van. Yo voy y vengo también. Café, pastas, chocolates. Princesas. El médico de Molimadre viene y se organiza una sesión de ordenador para ver las radiografías y las fotos de la operación con detalladas explicaciones del médico. Yo paso mucho del tema. 

- Moli, ¿no quieres ver esto?
- No mamá, ya estás operada, es lo que tú querías y ya está. Que te recuperes pronto es lo único que me importa.- Respuesta para ganar el Premio Nobel de Hijismo.
- Pues resulta que no me han hecho lo que yo pensaba.
- ¿te has operado de algo sin saber qué te hacían? Dime que por lo menos era esa pierna. 
- A ver...no es eso....
- Mamá, sí es eso. Tu médico ha explicado una operación que no tiene nada que ver con lo que tú nos habías contado. O tu médico miente, cosa que dudo o tú nos has contado lo que has querido.- interviene la voz de sabiduría suprema de Molihermana. 

- Pobre Tito Vilanova...que pena y que mal rollo me ha dado.
- A mí me operaron hace mil años de la glándula parótida porque tenía un bulto.
- Bueno mamá...eso te crees tú, visto lo visto de como te enteras de tus operaciones lo mismo lo que te hicieron fue quitarte las amígdalas.- Tras ganar el Premio Nobel me despeño hacia el huerfanismo a la velocidad de la luz y consigo quedar fuera del testamento en un nanosegundo.
- ¡te voy a pegar con la muleta! ¡lo que tengo que aguantar!
- Mamá, se han reído todos...me lo has dejado a huevo. Me apuesto lo que quieras a que Molihermana también ha pensado el chiste. 
- Jajajaja...sí, yo lo he pensado...pero me he callado a tiempo. 
- Voy a ir a por "el palo de las arañas para pegarte".
- ¿Corriendo? ¿Al sprint?.- me vengo arriba en mi venganza, estoy ya fuera de control. 
- Pero qué graciosita eres...qué graciosita. 

*****

- Mamá, te dejo aquí acostada. Cualquier cosa que necesite, me mandas un wasap y bajo de mi cuarto. Cualquier cosa, no te levantes sola ni hagas bobadas.
- No, no...tranquila.

Subo. Me pongo el pijama. Me acuesto. Abro el libro. 

"Baja". 

Bajo, la ayudo a levantarse. Se vuelve a acostar. Subo. Me acuesto. No pongo el movil en silencio y duermo con él en la oreja porque me da pánico que me llame y no enterarme....su venganza podría ser terrible. Por supuesto, no pego ojo. 

A las 9 de la mañana me levanto. 

- Mamá, ¿Qué tal noche has pasado?
- INFERNAL.
- ¿Infernal? Y ¿por qué no me has avisado? ¿por qué no nos has llamado?
- ¿qué ibas a hacer? ¿arreglarme los cojines? 
- Pues no lo sé, lo que hiciera falta...
- Ya bueno...yo no quería molestar pero he pasado una noche horrible y estoy fatal e incomodísima....
- Joder mamá, no me lo eches en cara ahora, tenías que habernos avisado. 
- Si claro y que luego te vayas por ahí quejando de lo mala madre que soy. Y te hagas la víctima. 
- ¿Quién se está haciendo la víctima hora? Había pensado hacer calabacines y champiñones salteados para acompañar la carne. 
- ya....
- Ya ¿qué? ¡no te parece bien?
- No bueno, yo no digo nada. Estoy aquí sin poder hacer nada, pero ¿por qué no haces mejor calabacines rellenos de gambas?
- Pero ¿no decías que no decías nada? ¿Quieres calabacines rellenos de gambas? Pues dilo. 
- No se te puede decir nada. 

Confieso que huí, dejando los calabacines a la mitad. Abandoné a Molihermana cocinando mientras Molimadre le daba instrucciones sentada en la cocina con la pierna en alto. Soy ruin pero no podía más. 

Lo último que escuché ayer al salir por la puerta fue..."Ay tu pobrehermano...la lata que le estoy dando". 

En fin, todo va viento en popa a toda vela hacia los niveles acostumbrado de "torturismo" entre nosotras.

(Ja. Si tenía alguna oportunidad de heredar algo...con este post acabo de eliminarla).

viernes, 25 de abril de 2014

Los detalles.

Voy conduciendo y pensando dónde estaba hace un año. 

El 23 de abril de 2013, pasé la tarde en la Librería Gaztambide firmando libros. Fue una gran día  y allí estabas. Como siempre, llegaste tarde, con unos afte eight de regalo y diciéndole a todo el mundo que sabías que yo estaba atacada de los nervios. Estabas feliz, aunque no dijeras nada y mucho más nerviosa que yo. Te vi, lo sentí, nos emocionamos y no dijimos nada porque somos muy del Sr. Lobo. 

Este año voy camino  del hospital. Llevo a las princesas. Estás bien, no te vas a morir ni estás enferma. Te han operado porque de alguna manera absurda y que no consigo entender, has decidido que necesitas una prótesis de cadera para poder seguir haciendo “vida normal”. Lo que tú consideras vida normal con casi 70 palos: subir el Aneto una vez cada dos años, esquiar, hacer parapente, montar en bici, raquetas en la nieve, conducir 7 horas...y un millón de cosas más. 

Se que no es grave, se que estás bien. Dolorida y quejándote porque eres una enferma fatal, pareces un hombre en eso, pero todo ha salido perfecto. 

Se me escapan dos lágrimas. Me siento boba. 

Pienso como una adulta, como una tía razonable y me digo que estoy siendo sensiblera e idiota, que no te va a pasar nada....y luego pienso que te pasará, más pronto que tarde, te pasará lo inevitable. 

Conduzco y recuerdo el momento exacto en que pensé que en algún momento no estarías, dejarías de estar. 

Fue hace 13 años, vivía en mi casa de la calle Viriato y no lo estaba pasando bien. De hecho, lo estaba pasando tan mal que decidiste venir a “espabilarme”. Nunca has sido de consolar, eres más de espabilar. Mientras esperaba a que llegaras, pululaba y en un determinado momento  me senté en el banco -alfeizar de la enorme ventana de madera gris que daba al jardín delantero de aquella casa. Me sentía morir y entonces te ví aparecer por la calle, tranquila, caminando con tu gabardina gris y tu bolso. Llovía un poco. Apareciste por el lado derecho y te miré mientras llegabas al telefonillo del jardín. Y en ese momento, pensé “algún día no estará y no la veré nunca jamás”. Fui dolorosamente consciente de ello y lloré por una ausencia que todavía no era. 

Me recompuse antes de que subieras y luego discutimos por alguna majadería como mi absurda colocación de los muebles, el orden de los armarios de la cocina o mi ropa. 

Hoy, mientras voy al hospital soy otra vez consciente de esa ausencia que no es, que no ha llegado todavía y pienso tonterías. Pienso en quién se pondrá la horrible y viejísima bata de cuadros que usas en Los Molinos en invierno. Pienso en si seré capaz de encontrar las sábanas bajeras que se ajustan a la cama de mi cuarto en ese maravilloso armario de ropa blanco que tienes y que sólo tú entiendes. Pienso en quién hará torrijas en Semana Santa y lo que es peor la pularda rellena en Navidad. Pienso en que la nevera estará ordenada y sin tupers sorpresa. Pienso en que tendré que aprender a coser algo o llevar los dobladillos grapados. Pienso en que nadie me dirá “tú no lo sabes, pero eres guapa porque tienes un brillo especial en los ojos” (apuesto a que no te acuerdas de esto, fue un extraño momento de amor entre nosotras). Pienso en que nadie me sacará de quicio hasta hacerme llorar. Pienso que las princesas ya no tendrán a su “abu”. Pienso en que tu cuarto se quedará vacío, en la increíble cantidad de cosas que tienes guardadas y que sólo tú eres capaz de encontrar en ese caos clasificatorio en el que vives y que sólo entiendes tú. Pienso en que ya no habrá nadie que me diga con superioridad “Ja, ves como tenía razón al guardar esto en 1987”. Pienso en quién me dirá “Eso no tiene gracia”. Pienso en que ya no veré esa cara de “qué graciosita te crees y qué poquita gracia me haces”. Ni la de “eres una listilla”. Pienso en quién sacará cada Navidad las cajas de adornos con cosas guardadas desde hace 60 años, pienso que yo no seré capaz ni de encontrar esas cajas.  Pienso en que ya no podré quejarme de no ser la favorita...ni de ser la primera opción para tirar de la avioneta. Pienso en que ya no te oiré jamás decir “bueno, hoy no vas mal vestida”. Pienso en cómo lloraré a moco tendido cuando abra un cajón y haya dos millones de cajas cada una llena de botones de un determinado color. Pienso en que nadie me acariciará la cabeza y me dirá “sé que te pasa algo...no quieres contármelo pero dime que estarás bien”. Ya no seré la princesa de nadie. Pienso que Pobrehermano Mayor ya no será el favorito. Ya no habrá violetas en casa ni golosinas del Lidl escondidas para que no nos las comamos. Pienso que ya nadie hará cocido y me dirá “se que no te gusta pero a tus hermanos les encanta”. No escucharé más historias que empiecen por “Tu pobrehermano”. 

Todo esto son bobadas, pero yo ya sé que que las bobadas se hacen enormes y  son lo importante,  lo más importante. Son las cosas que me dolerán. No será la pena, ni la ausencia...serán esas tonterías. 

Pienso en quién se sentará en tu sitio en la mesa de la cocina, usará tu servilletero y se encargará de ese millón de detalles que sólo tú ves y que se que se perderán aunque intente aferrarlos. 

No me hagas esto y diga lo que diga Pobrehermano Mayor, aférrate a la vida. 

Y que sepas que te prohibo que vuelvas a operarte de nada, ni siquiera de un uñero. 


miércoles, 23 de abril de 2014

Leer te cambia la vida.


Tienes dos años y tu madre acaba de acomodarte en el “corralito”. Te deja allí sentada, con tu vestidito blanco, al sol de marzo que entra por la terraza y entre todos los juguetes que deja a tu alrededor para entretenerte, no se sabe si a propósito o por descuido, deja un catálogo, una revista de brillantes páginas de colores. Se va a atender a tu hermano de un año y cuando vuelve al cabo de un rato alertada por la falta de ruido, te encuentra sentada con la revista en las piernas, pasando las páginas hacia delante y hacia atrás.

Estás en la guardería, llevas un pichi gris. Polo, jersey y calcetines rojos. “Sit down in the yellow line”. Unas cartas maravillosas, mágicas, aparecen en las manos de tu profesora. “Mi mamá me mima. Yo mimo a mi mamá”. Estás harta de esas frases y quieres pasar a las siguientes, quieres ver el resto de las cartas, aprender el resto del juego para poder conocer todas las letras, saber todas las palabras.

Estás en casa de tus abuelos, en la pared hay cuadros de caballos, crees que pintados por una de las hermanas de tu abuela que era una maravillosa pintora. Tus tíos se afanan en conseguir que lo logres. Te sientan en medio de la habitación, se ponen muy serios.

- Repite despacio. Ca
- Ca.
- Ba.
- Ba.
-Llo.
- Llo.
- ¡Bien! Ahora seguido caballo.
- Callabo.
- Vamos Moli...con lo bien que lees..¿no lo ves aquí escrito?
-Callabo.

Tienes 7 años, es tu cumpleaños y tu madre te regala el primer libro que le regalaron a ella. “Celia lo que dice”. Un libro de mayores. Lo coges y lo devoras, ese y toda la colección. Nunca te gustó Celia, no se parece a ti, no tiene nada que ver contigo. Tu eres responsable, preocupona y nada traviesa...pero eso da igual, te encantan sus libros. Lees Los Cinco, y los Hollister, y elige tu propia aventura y todos los Asterix.

Tienes 9 años. Lees tan bien que te eligen para hacer de narrador de El Gato con Botas. Tu madre te hace un chaleco, un sombrero y unas calzas de tela de sofá. Pareces un juglar y te da mucha vergüenza pero lo haces fenomenal. Tus padres compran una casa nueva en Los Molinos, la primera noche estás tan fuera de lugar y tan asustada porque entren bichos por la ventana que la pasas leyendo todos los cuentos que los anteriores inquilinos han dejado en la casa.  Alguien te regala Konrad el niño que salió de una lata de conserva”.

Tienes 12 años y tu madre harta de que la acoses con “no tengo nada que leer” te da una novela vieja, viejísima, con el papel marrón áspero. Un papel que no  has visto nunca y no se parece al de tus otros libros, “Río Perdido” de Zane Grey. El oeste, vaqueros, indios, vacas, ganaderos malvados, damiselas e historias de amor. Leiste todos los que había en casa de tus abuelos, la estantería completa uno detrás de otro.

Lees compulsivamente, a cualquier hora en cualquier sitio. Quieres leerlo todo, así que vas a las estantería de tu casa y como ya tienes 15 años no preguntas. Vas cogiendo aleatoriamente o eso te crees tú, todavía no sabes que los libros te eligen. Lees “El amante de Lady Chaterley”, “Cien años de soledad”, “Conversación en la catedral”, "Guerra y Paz", "Éxodo", "La colmena,  la serie completa de “Los Reyes Malditos”, los “Episodios Nacionales contemporáneos”. Lo lees todo.

Tienes 21 años y le regalas a tu hermano pequeño “Konrad el niño que salió de una lata de conservas” y le escribes una dedicatoria.

Tienes 24 años, lees y empiezas a apuntar los libros que lees en un cuaderno que acarreas a todos lados. Sólo los títulos. En la última página escribes los libros que te gustaría leer. No lo haces con orden y muchas veces olvidas hacerlo. No es sistemático.

Tienes 28 años. Le regalas al Ingeniero todos los libros que has ido leyendo en tu vida y que crees que le gustarán. La mayoría de ellos le gustan.

Tienes 32 años, una casa nueva, y dos hijas. Un día de diciembre, sin pensarlo, siguiendo un impulso compras un precioso cuaderno rayado con una ilustración japonesa con el firme propósito de a partir de enero empezar a  llevar un registro exhaustivo de lo que lees. En enero de 2006, con tu caligrafía de colegio de monjas e intentando no tachar, lo empiezas con un libro de Wallander.  Ese mismo año, coges tu ejemplar de “Todo cuanto amé” y te plantas a que Siri Hustdvedt te lo dedique ante la atónita mirada de Pedro Almodóvar, ni siquiera sabes cómo eres capaz de articular palabra.

Tienes 33 años, te vas de viaje a Berlín pero por listos perdéis el avión. Volvéis a Madrid a hacer tiempo y en un mercadillo de libros usados, El Ingeniero decide comprar “Berlín. La caída: 1945” para leer algo sobre la ciudad a la que váis a intentar llegar en otro avión por la tarde. Llegaís y te enamoras de la ciudad. Al volver, sólo quieres leer cosas sobre Berlín...lo lees todo, lo que sea sobre Berlín y la II Guerra Mundial: Stalingrado, ,Berlín. La caída: 1945, Stalingrado (Biblioteca Antony Beevor), Una mujer en Berlín ...todo. 

Tienes 36 años y tienes un blog desde hace un año. En un rapto de inspiración te das cuenta de que los libros que has leído en enero y febrero estaban extrañamente “encadenados”, en cada uno has encontrado algo: un nombre, un lugar, una situación o una sensación que lo enganchaba con el anterior y decides empezar a escribir sobre lo que lees en el blog y lo llamas “Libros encadenados”

Tienes 37 años y charlas con P sobre libros y la II Guerra Mundial. “Moli, tienes que leer Maus”. Lo apuntas en tu lista de libros que quieres leer. Al acercarse tu cumpleaños, Juan te llama y te pregunta qué quieres. “Quiero que me regales Maus”.  

Tienes 38 años, lees Maus  pocos días después de tu cumpleaños. Fascinada, impresionada y cautivada. Te encanta. Escribes sobre él en  tu cuaderno el 23 de febrero de 2011.  Al terminar el mes, escribes tus libros encadenadoscon una entusiasta recomendación para que todo el mundo lo lea. Hablas sin cesar de Maus, lo recomiendas, lo regalas, lo relees.

Alguien lee tu recomendación. Alguien que no te conoce y que tú ni siquiera sabes que existe decide conocerte porque has leído Maus y has escrito sobre ello.

“...por qué no lo leía y por qué empecé a leerlo”...pone en el mail de ese alguien. 


Sentada en tu mesa de comedor, en pijama, con tu pluma y tu cuaderno japonés,  no lo sabías...pero ese día leer te cambió la vida.  

lunes, 21 de abril de 2014

Vacaciones al sol


Tras 15 años, he pasado la Semana Santa en Los Molinos. 

Excepto para trabajar, he ido todo el día con unos vaqueros rotos (2 pares distintos), uno de los cuales se me caen y según Pobrehermano Mayor "te están fatal", pero a mí me encantan. 

He dormido bastante y lo mejor es que cuando me he despertado, he abierto la ventana, he cogido el libro y he seguido en la cama. He merendado crepes y M, comió las primeras crepes de su vida y le encantaron, un nuevo campo de alimentación para ella se abre ante mi: crepes con todo.  

Aperitivos en la cantina. Como si tuviéramos 60 años. Sentados al sol con el tinto de verano y la tapa correspondiente, viendo pasar los trenes, arreglando el mundo y comentando el Hola. "Moli, ver contigo el Hola es otra dimensión". 

Aperitivos que pasan a ser comidas, y luego meriendas hipercalóricas  con GT y te descojonan todos los planes de ser responsable que te habías planteado pero que te hacen llegar a casa a las 11 de la noche más feliz que una perdiz y pensando que eres una chica con muchísima suerte. 

He discutido sobre por qué odio los tangas y me han sugerido que me deje el pelo largo como "algo radical que puedes hacer ahora". Por supuesto, no pienso hacer eso: ni llevar tanga ni dejarme el pelo largo. 

He visto "Almosf famous" y me he enamorado de Billy Crudup. He leido tirada en la hamaca a David Foster Wallace y he sentido como literalmente me arrasaba, es como una apisonadora. Me he embarcado en un viaje por América con Steinbeck y su perro. He pensado que me encantaría hacer un viaje largo en coche y poder contarlo luego....siempre hacia el norte, nunca hacia el sur. 

He comido chocolate blanco con cornflakes, leche condensada y pipas caducadas por encima de mis posibilidades. He nadado 10 km en 5 días y tengo una contractura en la espalda también muy por encima  de mis posibilidades. 

He descubierto que mis hijas manejan el lenguaje muy bien y con mucho peligro. 

- Mamá, ¿qué significa lazy?
- Lazy es vago, perezoso.
- ¿Yo soy lazy?
- ¿Tu qué crees?
- ¿Eso es sarcasmo? 

El Roto es mi nuevo sitio favorito en Los Molinos. Está precioso y fue un paseo genial. Nos falta ir con bocadillos a pasar el día. Amor de princesas y PAGS.

He discutido sobre qué haría si me tocaran 100 millones de euros, a quién se lo contaría y qué haría después. Lo tengo clarísimo. Se lo diría a mi familia, mis mejores amigos y luego me compraría un vestido con muchísimo vuelo y un corpiño y bajaría la escalera de los libros de colores diciendo: A dios pongo por testigo que en mi vida volveré a poner un pie en Mordor.  He descubierto que Pobrehermano Mayor si le tocaran a él me compraría un puesto de chuches en Los Molinos para que me sacara unas perrillas. Sin comentarios. 

He hecho leña fina, he quitado malas hierbas, he pulverizado herbicida y he montado en bici. He hecho compañía a Juan mientras hacía de handy man (¿Qué opinamos de los tíos con peto?) en su casa cribando arena en una tarea completamente absurda pero que le pega todo. Mientras él cribaba yo hablaba de Steinbeck. 

He escrito mails torrente y ni un solo post pero se me han ocurrido mil ideas. Castillos en el aire. Viajes. Planes. 

Y por fin, han salido las lilas.