martes, 4 de febrero de 2014

Libros encadenados.- Enero


Primera entrada de libros encadenados del año con cuatro libros muy diferentes. 

Empecé el año como lo había terminado, con Auster....pero no funcionó igual. Terminé diciembre releyendo su maravilloso Diario de Invierno (corred malditos a leerlo) y con esa sensación de gusto, de estar en casa, de estar reconfortada, de abrazo. 



El Informe del interior es un chasco. Es como las sobras recalentadas de una buena cena. Es el mismo plato, la misma idea, la misma vajilla...pero no sabe igual. Auster cae, una vez más, en la repetición. Le pasa con sus novelas y le ha pasado con esta especie de memorias repetitivas. Leyéndole tienes la sensación de que él quiere volver también a ese momento íntimo, reconfortante y cálido del Diario de Invierno pero no lo encuentra. Informe del Interior es un libro desangelado, inconexo, en el que Paul a pesar de intentarlo no consigue sentirse cómodo y el lector tampoco encuentra su sitio. 

Tiene tres partes: Informe del interior, Dos golpes en la cabeza y La cápsula del tiempo. En la primera, que da nombre al libro, Auster pretende reflejar sus recuerdos antes de los doce años. Se centra en cosas que le ocurrieron con cinco o seis años y que en varias ocasiones ya había contado en el Diario. En el diario a través de las anécdotas más importantes, sus recuerdos y gracias a sus descripciones de sus sensaciones ya había contado su infancia y como era el ambiente en su casa, en su familia. Conocimos a sus padres, sus abuelos, sus tíos, sus primos e incluso a sus amigos. En el Informe, no hay más que una sucesión de batallitas, un ejercicio forzado de recuperar recuerdos e historias que no añaden nada nuevo. Paul no consigue encontrar el ritmo ni la cadencia en lo que cuenta. En el Diario, iba y venía de unas historias a otras, partiendo de sensaciones del presente conseguía llegar al pasado y de vuelta al presente con un ritmo y una cadencia cálida y agradable que aquí ha perdido o resulta directamente forzada. 

La segunda parte, Dos golpes en la cabeza, es sencillamente la narración de dos películas de su infancia. De una ya no recuerdo ni el nombre y la otra era "El increíble hombre menguante"....recordé la película y la vi con las princezaz y moló mucho. 

En la última parte, "La cápsula del tiempo", recupera las cartas que escribió a su primera mujer cuando eran novios al principio de su relación. Otra vez vuelve a temas del Diario y otra vez con peor resultado. Las cartas del joven Paul resultan eso, las cartas de un postadolescente enredado en una maraña de pensamientos, intenso, desbordado y a ratos aburrido. 

¿Me ha gustado? No. ¿Me arrepiento de haberlo leído? No, pero sé que no lo releeré. No entiendo a Auster y porqué ha escrito este libro en el que se le nota a disgusto, sin ganas, repitiendo fórmulas sin ganas. Aún así, le perdono todo tras el Diario de Invierno. 

"Tus pensamientos más tempranos, restos de como vivías de pequeño en tu interior. Guardas solo recuerdos, elementos dispersos, breves destellos de reconocimiento que surgen inesperadamente en ti en  momentos aleatorios: suscitados por algún olor, el tacto de algo, o la forma en que la luz recae sobre objeto en el presente de la edad madura. Al menos piensas que recuerdas, te parece recordar, pero puede que no recuerdes en absoluto, o sólo rememores alguna evocación posterior de lo que crees que pensabas en aquel tiempo lejano que ya está casi perdido para siempre."


 El Escritor Que No Sabia Leer de José Ramón Alonso. Primer libro en castellano del año y escrito por uno de mis compañeros de JoF.  José Ramón tiene un blog bastante chulo dónde cuenta unas historias increíbles en las que uniendo un montón de datos es capaz de unir la historia de la literatura, el análisis iconográfico de las obras de los primitivos holandeses y a Nicole Kidman con el funcionamiento de nuestro cerebro. El libro, recoge parte de esas historias en las que descubrimos por ejemplo a Cordyceps, la versión real y verdadera de "Alien".  Es un libro muy entretenido que se lee con curiosidad e interés y que en algunas de sus historias me ha recordado a "El hombre que confundió a su mujer con un sombrero" de Oliver Sacks.  Lo recomiendo para todo aquel curioso, con ganas de aprender algo y que además sea fan de los libros con capítulos breves....es un gran libro para tener el revisterio del baño. Y esto, contra lo que pudiera parecer, es un gran halago. 


La maldición de Eva de Margaret Atwood. Lo primero que debo decir es que soy muy fan de Margaret, por sus escritos, por su sentido del humor y por su pinta, y además es canadiense. Ahora mismo tras haber pasado una etapa muy de parecerse a Barbara Streisand en su juventud y madurez, tiene pinta de señora mayor encantada de haberse conocido y que se lo pasa genial con su vida. Todo un ejemplo. 

En este breve libro, se recogen unas cuantas charlas de Atwood y un par de artículos en los que la escritora candiense reflexiona sobre feminisno, sobre el papel y el trabajo de las escritoras, sobre los personajes masculinos y femeninos en las novelas, sobre porqué se escribe. Termina con una carta abierta a Estados Unidos tras los atentados del 11 M. Sus reflexiones son siempre muy acertadas, estés o no de acuerdo con ella y además escribe con mucho sentido crítico, mucha autocrítica, gran erudición y muchísimo sentido del humor. Hay que leer a Atwood. 

He doblado muchísimas esquinas...asi que seguro que saldrá algún post en el futuro. 

"Y para las mujeres, definirse a sí mismas como indefensas y a los hombres como todopoderosos supone caer en una vieja trampa, evadir la responsabilidad y deformar la realidad. Lo contrario también es cierto; describir un mundo en el cual las mujeres ya son iguales a los hombres en poder, oportunidades y libertad de movimientos, es una abdicación similar". 

"En un cinismo característico de nuestros tiempos, si escribes una novela todo el mundo asume que los personajes son reales aunque ligeramente disfrazados; pero si escribes una autobiografía, todo el mundo asume que mientes para salvar el cuello. En parte es cierto, porque todo artista tiene, entre otras cosas, trucos de artista."


El último del mes ha sido Años luz de James Salter. Llegué a este libro por un artículo de Antonio Muñoz Molina "Noches leyendo a Slater"  y después de casi un año y un cambio de regalo de Reyes lo conseguí. 

Para empezar, "Años luz" es un libro de los que duelen y una vez más, compruebo que los libros encuentran el momento en el que debes leerlos. Yo no tenía que haberlo leído hace un año, ni dos, ni seis meses...tenía que leerlo justo ahora. 

No voy a contar la historia ni de que va porque creo que es mejor no destriparla para nada. Es una novela escrita en los 70, y como me pasaba con "Via revolucionaria" de Yates o "Una vida encantada" de Mary McCarthy y en casi todas  las novelas escritas en esos años, encuentro que las mujeres aparecen siempre un poco como sin saber que hacer con sus vidas. No quieren ser sus madres, no quieren ser sus abuelas pero tampoco tienen muy claro qué quieren ser. Salter además, las reviste de una especie de halo místico y misterioso que personalmente no me gusta.  Ninguno de los personajes me gusta, ninguno me cae bien, no son buenos ni malos, son reales y absurdos como yo. 

Formalmente Slater tiene un estilo muy personal, a fogonazos, en flashes va construyendo la historia, los personajes y el ambiente y es muy bueno haciéndolo. Frases cortas y descripciones precisas, casi como escenas de una película. Esto ocurre sobre todo en la primera mitad del libro, luego se "calma" y el tono y el ritmo se vuelven más pausado y más "tradicional" por llamarlo de alguna manera. Para mí, la primera parte es magistral y luego decae hasta un final decepcionante por decir algo. A pesar de esto, me ha gustado muchísimo y he doblado un montón de esquinas. 

Como he dicho antes, es un libro de los que duelen, sólo para valientes. Con él, he terminado mi cuaderno rojo de lecturas. 

"La vida es el tiempo que hace. Son las comidas. Los almuerzos en un mantel azul o a cuadros sobre el cual hay sal vertida. El olor a tabaco. Queso brie, manzanas amarillas, cuchillos con mangos de madera". 

"No pudo seguirla con la vista. No pudo ni por un momento, imaginar su vida. Si ella lo hubiera abordado, él se habría quedado sin habla, o peor aún, habría dicho cosas tontas de las que se habría arrepentido al instante y que a ella le habrían dado la impresión de que él era uno de esos hombres patéticos y corrientes, que sólo servían para lo que eran: trabajadores, cabezas de familia. Pero no soy eso, quiso decir, no soy eso en absoluto."


"Siempre nos salva un accidente. Una persona a quién jamás hemos visto".

Por supuesto sigo con Cheever. 

Y con esto y un bizcocho, hasta los encadenados de febrero. 

lunes, 3 de febrero de 2014

Vamos a intentarlo. Premios 20Blogs.

Venga, decidido, nos presentamos. 
¿A qué nos presentamos? 
A los Premios 20Blogs. 
¿Otra vez?
Si. Otra vez. 
Pero, ¿por qué? 
Pues nos presentamos porque sí, porque le he estado dando vueltas y creo que es buena idea. Lo que por supuesto no quiere decir que lo sea, no soy famosa por mis buenas ideas. Pero ¿por qué no? 
¿Para qué nos vamos a presentar?
Eso es una obviedad. Nos vamos a presentar para intentar ganar. 
Y ¿qué pasa si no ganamos?
Eso es otra obviedad. Nos sentará mal pero seguiremos igual. Esto no es más que un juego, si ganamos pues fenomenal, bailaremos, reiremos, es posible que me emborrache en la fiesta de los premios donde no conoceré a nadie y me haré una foto en pose "estrella de mar" con el premio. Luego haré un post contando lo emocionante que ha sido y los descerebrados sonreirán al leerlo. 
¿Qué opinan los descerebrados de esto?
No lo se. Son mentes pensantes independientes de mi. 
¿Alguna idea alocada sobre lo que pueden pensar?
Pues a la mayoría les dará igual pero como saben que a mí me hace mucha ilusión, irán y votarán. Esos, en el caso de que ganemos, se pondrán contentos, sonreirán y aunque sea una gilipollez lo considerarán una buena noticia. 
Otros pensaran que es una estupidez y que qué necesidad tengo/tenemos de presentarnos a nada. Que un premio no hará ni mejor el blog y que ellos no lo harían. De estos puede que alguno vote y puede que no. 
Y otros elaboraran una teoría complicada y compleja sobre la vida social de mi ego  y aunque los premios se la soplen entren a votar a otro...solo por joder. 
¿Por qué los 20Blogs sí y los Bitácoras no?
Porque cuando fueron los Bitácoras no tenía fuerzas para presentarme y organizar toda la campaña brasística que hay que dar para conseguir ser finalista. No hubiera sido capaz de hacerlo bien y las cosas o se hacen o no se hacen. No era el momento. 
¿Ahora sí tienes fuerzas?
Tampoco estoy en plenitud pero creo que sí, y además...esta campaña dura menos y al final el Jurado elige tres candidatos teniendo en cuenta las votaciones pero también otras cosas. Le hemos lavado  la cara al blog para que no fuera tan "vintage", he escrito algunos posts decentes en el último año, soy muy constante y es obvio que hay una comunidad de descerebrados que se pasan por aquí a leer, ver, comentar y cabrearse conmigo. Tenemos posibilidades. 
Vale, pues entonces hazlo. Hagámoslo. Necesitamos una buena noticia, algo bueno. Y aunque unos premios de Blogs no son nada del otro mundo pero también te hace ilusión cortarte el pelo, empezar un buen libro, un mail inesperado o que nieve y tampoco son cosas que cambien el mundo...así que a por ello. Quiero verte feliz. 

Día 4779, de camino a Mordor veo  un bonito amanecer y decido que sí, que nos presentamos.

Descerebrados, vamos a por ello. Ahora mismo estamos en el puesto 68 con dos votos. Tenemos que remontar 160 votos. ¡A por ello!

sábado, 1 de febrero de 2014

Twiteando la muerte.


scottsimons


Más pronto o más tarde, depende de la suerte que tengas, llega un momento en la vida en el que te enfrentas a la muerte de alguien cercano, muy cercano.

Antes de ese día, al pensar en la muerte, uno supone que su mente estará llena de grandes pensamientos, de ideas trascendentes con las que intentará dar sentido a la muerte, a la enfermedad, al dolor, al vacío. Llegado el momento, te sorprendes al comprobar que junto con esos sentimientos trascendentes y aterradores, por tu cabeza pululan un montón de ideas aparentemente tontas, que sin embargo tienen más sentido, te hacen ser más consciente de lo que la muerte significa y te sirven de anclaje.

Scott Simons es un periodista americano que el pasado verano estuvo junto a su madre mientras ella agonizaba en un hospital en Chicago. Durante las interminables horas que pasó a su lado, tuvo tiempo para revisar todos esas ideas aparentemente tontas, todos esos detalles nimios que durante el día a día parecen carecer de importancia y que sin embargo en el momento del adiós cobran muchísima más importancia y dan sentido a la vida.

Scott los compartió en forma de tweets y Jack Heller los ha montado en forma de animación. Es el propio Scott el que lee los tweets.

Es precioso, triste y conmovedor hasta los huesos.

Así es la muerte.




La transcripción completa del vídeo está aquí.

Scott explica que una enfermedad terminal y yo diría que también la muerte, el momento en el que alguien muere y todo se para, se parece mucho a una guerra. Hay momentos de pánico y ansiedad, separados por horas de aburrimiento y no hacer nada. Scott, a través de los tweets y durante esas horas de aburrimiento consiguió dejar registrada su cadena de pensamientos, muchas veces absurdos.

"Aprendiendo una lección de vida de mi madre mientras está en la UCI. ¿Nunca dejamos de aprender de nuestras madres, verdad?"

"En la cola del Starbuck´s. Suena Dancing in the street,.. bailando en Chicago".

"¿Por qué hay aros de cebolla fritos y pringosos en la cafetería de un hospital?"

"Creo que esto es un buen síntoma. Mi madre dice que cuando llegue la hora, quiere que el titular de su obituario sea "tres maridos judíos y nada de culpa"."

Todos estos tweets son el perfecto ejemplo de pensamientos idiotas que nos mantienen cuerdos enfrentados a la enfermedad o la muerte. Inconscientemente, uno cree o quiere creer, que si suena música, si dan comida basura en un hospital o el enfermo bromea con humor negro sobre su muerte... todo irá bien.

Luego vienen las horas, sobre todo por la noche, en las que uno siente la inmensidad del sufrimiento, el pánico, el vértigo,  el dolor y la necesidad de grabar esas horas, esos momentos, de hacerlos preciosos.

"Las noches son lo peor, por eso estoy aquí. Desearía poder coger todos los dolores y los miedos de mi madre y pasármelos a mí"

"Nada de dormir esta noche. Canciones, poemas, recuerdos, risas. Mi madre "Gracias, Dios, por darnos esta noche y el uno al otro". Este va a ser el lema de mi vida a partir de ahora".  

La lucidez de la muerte.

"Mi madre: créeme, esos grandes discursos en el lecho de muerte se escriben por adelantado ".  

"Madre: ¿qué hora es? Yo:  Las 6:30.  Ella: Abramos las cortinas para ver la ciudad que amamos"

"Madre: No sé porqué esto está siendo tan largo. Creo que ya es tarde para todo".  

El caos final. Donde todo se va mezclando. El sufrimiento, la agonía, le necesidad de normalidad, los pensamientos trascendentes y las bobadas.
"Madre: "No se porqué esto está durando tanto. Creo que ya es tarde para todo". 
"Escuchando La Boheme ahora, Bocelli. Madre no puede mantener los ojos cerrados. "A lo mejor la ópera me ayuda, siempre me dormía cuando iba".
La conciencia del fin.
"Acabo de darme cuenta de que ella una vez dejó que me marchara por el ancho mundo. Ahora tengo que dejar que ella se vaya de la misma manera"
La realidad más prosaica usada para intentar agarrarnos al presente y no caer por la pendiente de lo desconocido, del final.
"Acabo de pasar 45 minutos buscando el hilo dental favorito de mi madre. ¿Pérdida de tiempo? Un acto de fe"
Necesidad de dejar constancia de lo que nuestros seres queridos nos dicen o piensan o son... cuando ya no queda casi tiempo.
"Creo que mi madre quiere que cuente un par de consejos. El primero "Acércate a alguien que parezca solitario" y el otro " Escucha a la gente de 80 años, llevan una década viendo la muerte desde el otro lado de la calle, saben lo que es importante".

"Oh, y “Oh, earth, you’re too wonderful for anyone to realize you.” Va muy deprisa". (Thornton Wilder )

El siempre inevitable pensamiento de "¿Por qué no hice?, ¿Por qué dejé de hacerlo?" que llega siempre demasiado tarde. La conciencia  del tiempo que ya nunca tendremos,  de lo que ya no podremos hacer. Nunca.

"Me encanta coger la mano de mi madre. No he cogido su mano desde los 9 años. ¿Por qué dejé de hacerlo? ¿Pensé que era poco viril? ¿Qué mierda?"

"Mi madre grita "Ayúdame" a las 2:30 de la madrugada. He estado abrazándola como a un bebé, está dormida ahora. Todo lo que puedo hacer es abrazarla"

"Escuchando a Nat y Natalie cantando "Unforgettable". Mi madre y yo la cantamos hace dos noches. Los Cole lo hacen mejor".

"Se que el final se acerca porque es el primer día de mi vida que mi madre no me ha dicho al verme ¿Y esa camisa?"

Fin.
"Caída del ritmo cardíaco. Los cielos sobre Chicago se han abierto y Patricia Lyons Simon Newman ha salido al escenario"

“She’ll make the face of heaven shine so fine that all the world will be in love with night.” (De Romeo y Julieta).

Así es la muerte. Es miedo, es rutina, es vértigo, es ausencia, es realidad, es recuerdos, es presente. De una manera extraña, hay que vivirla.


Entrada publicada originalmente en PisandoCharcos. Es una gran historia.

jueves, 30 de enero de 2014

Depilación, igualdad y feminismo.


Primero de todo y aunque sé que no va a servir de nada lo voy a decir cristalino una vez más:

Estoy completa y totalmente a favor de la igualdad de derechos y obligaciones entre hombres y mujeres.

Dicho esto, estamos completamente gilipollas y perdiendo el tiempo en majaderías absurdas que no van a ninguna parte. Peor, no es que no vayan a ninguna parte, es que hacen un flaco favor a los intentos de conseguir llegar a una sociedad donde todos tengamos, en la práctica, los mismos derechos y obligaciones.

Hay una movida absurda montada en torno a la depilación. Resumiendo, porque el tema es un coñazo, hace unos meses, una chica decidió dejar de depilarse y contarlo en un post que se publicó en el Huffingtonpost. ¿Interés del tema? Cero. ¿Repercusión mediática? Toda. Unos la llamaron fea, otros la aclamaron como revolucionaria frente a las presiones de los hombres contra las mujeres. La gente hablo de Rosa Parks y su pequeño gesto que cambio los derechos civiles en USA, de la lucha de las mujeres contra la rebelión de la estética, etc.  En fin, se les fue la pinza.

Y se les sigue yendo. Hay una campaña en twitter ahora mismo para que la gente mande fotos de sus sobacos peludos, Gwyneth Paltrow  ha dicho no se qué de su vello púbico, una compañía americana anuncia sus productos con maniquíes sin depilar y no paro de oír y leer opiniones enfervorecidas a favor de no depilarse como reinvindicación contra la sociedad machista. 

Me da igual que la gente se depile o no se depile. Me parece estupendo que cada uno haga lo que le de la gana con su pelo. El argumento de me he depilado siempre porque si no lo hago la sociedad me rechaza, me parece un absurdo...pero si te sientes más cómoda, más feliz y más todo por dejar de hacerlo, por mi estupendo. 

Para mi la depilación tiene exactamente la misma importancia que cortarme las uñas. Es decir cero. Lo hago cuando considero que la longitud de mis pelos ya no me mola y listo. Leo dramas vitales sobre "si no te depilas los hombres no te mirarán" y pienso que el drama vital es que te importe la opinión que un hombre con esas prioridades tenga sobre ti...

Todo este tema de la depilación si o no es una completa gilipollez.

¿La sociedad es machista? Si. 
¿Las mujeres tenemos menos derechos que los hombres? ¿En España? No. 

Lapidadme. 

¿Qué tal un poquito de autocrítica? ¿Qué tal un poquito de mirarse el ombligo y dejar de lado por un lado el tono "a las barricadas" y por otro lado el tono "lloriqueo"? 

¿Hacemos algo un poco constructivo y a ser posible sin insultar a nadie, hombres incluidos?

Desde mi humilde punto de vista de mujer, madre, trabajadora y con una depilación correcta y sin extremismos, voy a dejar aquí unas cuantas ideas que se me ocurren sobre este tema. Ideas que llevo mucho tiempo pensando. 

En España, los hombres y las mujeres tenemos  los mismos derechos y obligaciones. Legalmente es así aunque en la práctica no se cumpla. Peleemos por ello. Protestemos mogollón cuando por el mismo trabajo nos paguen menos, cuando no nos asciendan por ser mujeres, cuando nos llamen con diminutivos absurdos en el curro o cuando nos acosen por la calle. 

Persigamos y hagamos que paguen todos esos hombres que maltratan y matan a sus mujeres. No dejemos que ninguno nos   humille y ayudemos a esas mujeres a no dejarse humillar. Prestémosles toda la ayuda que necesiten y más. Lo que sea, lo que necesiten, lo que cueste. Ayuda, acompaña y anima a tu amiga que tiene una pareja que es un hijo de puta y que la está hundiendo a decirle que puede salir de ahí, que ella vale millones y que puede hacerlo. Todo es poco. 

Protestar y luchar por conseguir la igualdad práctica en los derechos no implica para mi: 

- insultar a los hombres. Que si, que ellos (algunos) son malísimos, faltones e insultones. ¿Y? Hay miles, millones de ellos que no. Tengamos clase y no caigamos en lo que criticamos, nos hinchamos a decir "es que ellos dicen que las mujeres somos todas unas..." y luego caemos exactamente en lo mismo. Mal. 

- lloriquear. Sí, se lloriquea mogollón. Nada de lloriquear. 

- emberrechinarse con pataletas absurdas. Si, son pataletas absurdas mal llevadas. Hace unos meses hubo un evento de divulgación en Bilbao muy sonado, muy importante y muy molón. Un par de días antes de empezar, se montó el gran follón porque de no se cuantos ponentes sólo había 2 tías. Muy muy muy mal por la organización. Sinceramente no creo que lo hicieran a mala fe, sencillamente ni lo contemplaron. ¿Les estoy excusando? Para nada. Lo hicieron de angustia. ¿Había que protestar? Si. Pero por favor, nada de actitudes de "No respiro y os hago boicot". Mucho mejor ser constructiva y decir "Eh, pandilla de tíos..¿qué tal si para el año que viene invitáis a alguna mujer más que las hay y muy buenas en divulgación y no  repetís este ridículo?" (No me creo que yo esté siendo constructiva...las cosas que tengo que hacer) 

- aprovecharse de la "condición de mujer". No se muy bien que es la condición de mujer pero el caso es que nos aprovechamos. Lo hacemos sí, no vale hacernos las que no. No todas y no siempre pero lo hacemos. El embarazo es ese gran momento donde cantidad de mujeres y cuando digo cantidad es que son muchas, se transforman de repente en pobrecitos seres humanos a los que hay que mimar como si se fueran a romper. Me niego a eso. Estar embarazada es tan natural como los pelos en las piernas, así que menos en casos graves de embarazos complicados que deben ser cuidados y mimados hasta el infinito, el embarazo no es un estado especial de gracia que nos haga más débiles. No vale hacerse la pobrecilla. 

- Es obvio y evidente para cualquiera con dos dedos de frente que nosotras estamos  y vivimos mucho mejor que nuestras madres y nuestras abuelas. Hace años (no tantos) las mujeres no estudiaban en la universidad, no podían tener cuentas bancarias sin el permiso de sus maridos, no podían por supuesto divorciarse y no tenían independencia económica porque no trabajaban. Ahora trabajamos y mucho y es jodido. Nadie dijo que fuera fácil, pero trabajar nos permite tener independencia económica y personal. ¿Trabajamos más que nuestras madres? Pues a lo mejor sí pero yo no lo cambio por nada. No quiero no trabajar y renunciar a mi independencia. Porque sí, porque si no trabajas por la razón que sea, estás renunciando a tu independencia económica. ¿Puedes hacerlo? Sí, claro que sí, pero es lo que estás haciendo y es un paso atrás en los derechos de las mujeres. 

- Queremos igualdad en todo. Eso es lo justo, pero la igualdad va en dos direcciones. Si tienes un hijo, la baja de paternidad/maternidad debe ser igual para los dos. Padre y madre, la misma duración y las mismas condiciones. Años peleando y quejándonos de que los hombres no se encargan de los hijos y de las tareas del hogar, pero cuando llega el momento..¿cuántas mujeres vamos a trabajar y se quedan ellos en casa? Muchos no quieren, cierto, pero ¿cuantos quieren y ellas dicen que ni de coña?. Para que esto no sea algo aleatorio y para igualar a todos en las condiciones de contratación y laborales, peleemos para que las bajas de maternidad/paternidad sean iguales y obligatorias para ambos. O es que ¿los padres son menos que las madres? 

- Más igualdad. Custodia compartida como primera opción. Nos queremos, nos casamos, tenemos hijos, ya no nos queremos...vamos a separarnos: yo me quedo con todo porque sí, porque soy la mujer, la madre y la esposa. Un planteamiento de mucha igualdad. Sí, ya lo sé....ellos no quieren. Vale, pues estupendo, si no quieren entonces custodia para ellas, pero ¿y los que quieren? Igualdad. 


Se que no todo es blanco o negro, que no es fácil, que hay cantidad de tíos que son unos cabrones, unos machistas y unos maleducados que creen que las mujeres somos inferiores. Lo sé y los desprecio por ello, pero no perdamos el tiempo con ellos. Son cerriles, son maleducados y son unos cretinos. 

Creo sinceramente que no lo estamos haciendo bien, que estamos perdidas en batallas ridículas y muy tontas ,desperdiciando esfuerzos y energías que podríamos enfocar en conseguir poco a poco la igualdad en la práctica. Dediquemos nuestro tiempo y nuestros esfuerzos a pelear para que la inmensa mayoría de los hombres que no son imbéciles,  vean las cosas como nosotras las vemos y la lucha sea compartida. 

Eso sí, y como dije el otro día..la igualdad era esto y hay cosas que no nos van a gustar.