Primera entrada de libros encadenados del año con cuatro libros muy diferentes.
Empecé el año como lo había terminado, con Auster....pero no funcionó igual. Terminé diciembre releyendo su maravilloso Diario de Invierno (corred malditos a leerlo) y con esa sensación de gusto, de estar en casa, de estar reconfortada, de abrazo.
El Informe del interior es un chasco. Es como las sobras recalentadas de una buena cena. Es el mismo plato, la misma idea, la misma vajilla...pero no sabe igual. Auster cae, una vez más, en la repetición. Le pasa con sus novelas y le ha pasado con esta especie de memorias repetitivas. Leyéndole tienes la sensación de que él quiere volver también a ese momento íntimo, reconfortante y cálido del Diario de Invierno pero no lo encuentra. Informe del Interior es un libro desangelado, inconexo, en el que Paul a pesar de intentarlo no consigue sentirse cómodo y el lector tampoco encuentra su sitio.
Tiene tres partes: Informe del interior, Dos golpes en la cabeza y La cápsula del tiempo. En la primera, que da nombre al libro, Auster pretende reflejar sus recuerdos antes de los doce años. Se centra en cosas que le ocurrieron con cinco o seis años y que en varias ocasiones ya había contado en el Diario. En el diario a través de las anécdotas más importantes, sus recuerdos y gracias a sus descripciones de sus sensaciones ya había contado su infancia y como era el ambiente en su casa, en su familia. Conocimos a sus padres, sus abuelos, sus tíos, sus primos e incluso a sus amigos. En el Informe, no hay más que una sucesión de batallitas, un ejercicio forzado de recuperar recuerdos e historias que no añaden nada nuevo. Paul no consigue encontrar el ritmo ni la cadencia en lo que cuenta. En el Diario, iba y venía de unas historias a otras, partiendo de sensaciones del presente conseguía llegar al pasado y de vuelta al presente con un ritmo y una cadencia cálida y agradable que aquí ha perdido o resulta directamente forzada.
La segunda parte, Dos golpes en la cabeza, es sencillamente la narración de dos películas de su infancia. De una ya no recuerdo ni el nombre y la otra era "El increíble hombre menguante"....recordé la película y la vi con las princezaz y moló mucho.
En la última parte, "La cápsula del tiempo", recupera las cartas que escribió a su primera mujer cuando eran novios al principio de su relación. Otra vez vuelve a temas del Diario y otra vez con peor resultado. Las cartas del joven Paul resultan eso, las cartas de un postadolescente enredado en una maraña de pensamientos, intenso, desbordado y a ratos aburrido.
¿Me ha gustado? No. ¿Me arrepiento de haberlo leído? No, pero sé que no lo releeré. No entiendo a Auster y porqué ha escrito este libro en el que se le nota a disgusto, sin ganas, repitiendo fórmulas sin ganas. Aún así, le perdono todo tras el Diario de Invierno.
"Tus pensamientos más tempranos, restos de como vivías de pequeño en tu interior. Guardas solo recuerdos, elementos dispersos, breves destellos de reconocimiento que surgen inesperadamente en ti en momentos aleatorios: suscitados por algún olor, el tacto de algo, o la forma en que la luz recae sobre objeto en el presente de la edad madura. Al menos piensas que recuerdas, te parece recordar, pero puede que no recuerdes en absoluto, o sólo rememores alguna evocación posterior de lo que crees que pensabas en aquel tiempo lejano que ya está casi perdido para siempre."
El Escritor Que No Sabia Leer de José Ramón Alonso. Primer libro en castellano del año y escrito por uno de mis compañeros de JoF. José Ramón tiene un blog bastante chulo dónde cuenta unas historias increíbles en las que uniendo un montón de datos es capaz de unir la historia de la literatura, el análisis iconográfico de las obras de los primitivos holandeses y a Nicole Kidman con el funcionamiento de nuestro cerebro. El libro, recoge parte de esas historias en las que descubrimos por ejemplo a Cordyceps, la versión real y verdadera de "Alien". Es un libro muy entretenido que se lee con curiosidad e interés y que en algunas de sus historias me ha recordado a "El hombre que confundió a su mujer con un sombrero" de Oliver Sacks. Lo recomiendo para todo aquel curioso, con ganas de aprender algo y que además sea fan de los libros con capítulos breves....es un gran libro para tener el revisterio del baño. Y esto, contra lo que pudiera parecer, es un gran halago.
La maldición de Eva de Margaret Atwood. Lo primero que debo decir es que soy muy fan de Margaret, por sus escritos, por su sentido del humor y por su pinta, y además es canadiense. Ahora mismo tras haber pasado una etapa muy de parecerse a Barbara Streisand en su juventud y madurez, tiene pinta de señora mayor encantada de haberse conocido y que se lo pasa genial con su vida. Todo un ejemplo.
En este breve libro, se recogen unas cuantas charlas de Atwood y un par de artículos en los que la escritora candiense reflexiona sobre feminisno, sobre el papel y el trabajo de las escritoras, sobre los personajes masculinos y femeninos en las novelas, sobre porqué se escribe. Termina con una carta abierta a Estados Unidos tras los atentados del 11 M. Sus reflexiones son siempre muy acertadas, estés o no de acuerdo con ella y además escribe con mucho sentido crítico, mucha autocrítica, gran erudición y muchísimo sentido del humor. Hay que leer a Atwood.
He doblado muchísimas esquinas...asi que seguro que saldrá algún post en el futuro.
"Y para las mujeres, definirse a sí mismas como indefensas y a los hombres como todopoderosos supone caer en una vieja trampa, evadir la responsabilidad y deformar la realidad. Lo contrario también es cierto; describir un mundo en el cual las mujeres ya son iguales a los hombres en poder, oportunidades y libertad de movimientos, es una abdicación similar".
"En un cinismo característico de nuestros tiempos, si escribes una novela todo el mundo asume que los personajes son reales aunque ligeramente disfrazados; pero si escribes una autobiografía, todo el mundo asume que mientes para salvar el cuello. En parte es cierto, porque todo artista tiene, entre otras cosas, trucos de artista."
El último del mes ha sido Años luz de James Salter. Llegué a este libro por un artículo de Antonio Muñoz Molina "Noches leyendo a Slater" y después de casi un año y un cambio de regalo de Reyes lo conseguí.
Para empezar, "Años luz" es un libro de los que duelen y una vez más, compruebo que los libros encuentran el momento en el que debes leerlos. Yo no tenía que haberlo leído hace un año, ni dos, ni seis meses...tenía que leerlo justo ahora.
No voy a contar la historia ni de que va porque creo que es mejor no destriparla para nada. Es una novela escrita en los 70, y como me pasaba con "Via revolucionaria" de Yates o "Una vida encantada" de Mary McCarthy y en casi todas las novelas escritas en esos años, encuentro que las mujeres aparecen siempre un poco como sin saber que hacer con sus vidas. No quieren ser sus madres, no quieren ser sus abuelas pero tampoco tienen muy claro qué quieren ser. Salter además, las reviste de una especie de halo místico y misterioso que personalmente no me gusta. Ninguno de los personajes me gusta, ninguno me cae bien, no son buenos ni malos, son reales y absurdos como yo.
Formalmente Slater tiene un estilo muy personal, a fogonazos, en flashes va construyendo la historia, los personajes y el ambiente y es muy bueno haciéndolo. Frases cortas y descripciones precisas, casi como escenas de una película. Esto ocurre sobre todo en la primera mitad del libro, luego se "calma" y el tono y el ritmo se vuelven más pausado y más "tradicional" por llamarlo de alguna manera. Para mí, la primera parte es magistral y luego decae hasta un final decepcionante por decir algo. A pesar de esto, me ha gustado muchísimo y he doblado un montón de esquinas.
Como he dicho antes, es un libro de los que duelen, sólo para valientes. Con él, he terminado mi cuaderno rojo de lecturas.
"La vida es el tiempo que hace. Son las comidas. Los almuerzos en un mantel azul o a cuadros sobre el cual hay sal vertida. El olor a tabaco. Queso brie, manzanas amarillas, cuchillos con mangos de madera".
"No pudo seguirla con la vista. No pudo ni por un momento, imaginar su vida. Si ella lo hubiera abordado, él se habría quedado sin habla, o peor aún, habría dicho cosas tontas de las que se habría arrepentido al instante y que a ella le habrían dado la impresión de que él era uno de esos hombres patéticos y corrientes, que sólo servían para lo que eran: trabajadores, cabezas de familia. Pero no soy eso, quiso decir, no soy eso en absoluto."
"Siempre nos salva un accidente. Una persona a quién jamás hemos visto".
Por supuesto sigo con Cheever.
Y con esto y un bizcocho, hasta los encadenados de febrero.
9 comentarios:
Has puesto 11-M, en vez de 11-S ;)
He leído a Némirovsky, "El ardor de la sangre", y me he acordado mucho de ti. Y me ha encantado. Mucho.
:*
Molan los penguin alineados, viejitos, ya leidos y gastados de la foto. ;)
Informe del interior es penoso. Yo si entiendo a Auster: se trata de dinero, seguro que tiene que escribir uno o dos titulos al año. Lo tendrá firmado en un supercontrato y, claro, tiene que cumplir. Y salen bodrios como este del que si acaso se salvan treinta páginas de la primera parte. En fin.... De los demás apunto el de Slater. Para cuando me sienta valiente.
Ap.
P.d. Disculpas por el comentario de ayer. Resulta q Alicia escribe cosas personales también. Me despistó la performance. Y el título del blog. A gustos colores.
Primero felicitarte: este informe es muy "formativo", además de informativo, porque pones tu carne en él. Es un salto cualitativo importante. Cuando dices de un libro que lo has leído precisamente cuando lo necesitabas, estás diciendo algo muy sabio que normalmente olvidamos. Hay libros que podemos leer en cualquier momento de nuestra vida, pero si hurgan en nuestro interior, tienen su momento exacto.
Muy interesante, y creo que cierto, esa visión, a partir de M. A., de que las autoras de los años 70 no parecían haber encontrado su sitio como mujer. _La Revolución femenina se expuso al mundo en Mai 68, produciendo lógicamente un desconcierto en las mujeres atentas a lo que sucede: si "ese" no era mi lugar, ¿cuál es "mi" lugar? Es importante fijarse en esas cosas para extraer todo el jugo: hay que situarse en una esfera sicológica distinta para leer a un francés o ruso del XIX y a una mujer de los 70 y a David Foster Wallace.
En cuanto a Auster, ¡qué pesado! ¿De verdad que es necesario sacar un libro al año? ¿Como gallinas poniendo huevos, que a la que deja de poner la llevan a la cazuela del caldo?
Al final acabaré leyendo "Diario de invierno", haz el favor de no nombrarlo más, que al final caigo y no quiero. Que si me gusta un libro de invierno será una señal del apocalipsis.
Como soy una atrevida, que no es lo mismo que valiente, me he apuntado el de Salter. Espero acertar con el timing, que los libros de valientes y el relajo vacacional nunca han quedado bien juntos.
Yo no me siento con fuerzas de intentar nada mas que Diario de Invierno....pero en otro momento.
Como siempre, como todos los meses, muchas gracias por los libros encadenados.
No sé si fui valiente al leer Años luz. Debió ser más bien la ignorancia del que se lanza al combate por primera vez, sin saber lo que va a encontrarse delante. Estaré más prevenido cuando vuelva a enfrentarme a Salter, pero creo que volveré a hacerlo.
Ana María, ya lo corregí. Gracias. "El ardor de la sangre" es muy bueno, corto, contundente y sorprendente.
Anónimo, tengo muchas fotos chulas de libros guardadas, asi que he decidido ilustrar cada post de libros encadenados con una de ellas. Bueno, eso lo he pensado este mes...veremos el que viene. Lo Auster totlamente de acuerdo, menos mal que habia leído el Diario el año pasado y releído este....eso me ha compensado.
Gracias Nán. Lo he escrito según lo he sentido que es como me gusta. Lo de la mujer no es segun MA, lo he pensado leyendo a Salter. Y sí, Años Luz era un libro para leer ahora justo.
Bichejo, lo harás y te encantará. Esperaré.
Lo+, Diario de Invierno reconforta, lo recomiendo mucho. Y de José Ramón es un libro muy entretenido con el que se aprende.
Albert, yo fui valiente al terminarlo. No sabía lo que me iba a encontrar. Y yo también seguiré con él.
Pues nada, que habrá que leer Diario de invierno, sí o sí.
Besos
Por fin tengo en mis manos Diario de invierno! Estoy deseando devorarlo. Seguro que tu recomendación no falla.
Besos.
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