
El tenis resulta entretenido un rato y sobre todo es buenísimo a la hora de la siesta. Te tumbas, empiezan con la pelotita a un lado y a otro, te adormilas y cuando te despiertas, al cabo de 2 horas, ahí siguen sudando como cerdos y destrozados y tú totalmente reconfortada de tu sueñecito. Lo que ya me parece excesivo es que para ponerte un partido de Nadal el previo dure una hora y te lo pongan desde que sale de su casa. Pobre hombre, con la cámara a la chepa todo el día. Los comentaristas de tenis solían tener bastante clase pero últimamente están cayendo en el lado oscuro y se están convirtiendo en frikis, Nadal gana y entonces los demás son unos mierdas, y no se dan cuenta de que menospreciando al enemigo le restan valor a Nadal. Si los demás son malos ¿qué mérito tiene Nadal? En fin, supongo que esto es un pensamiento complejo alejado de la capacidad intelectual de cualquier comentarista.
El germen de esta lacra de comentaristas está en el calvo de Tele5. Todo empezó como una broma. “Tío, hemos comprado unos derechos de Formula 1 que no quería nadie en España porque esto no lo ve ni panete. Por lo visto hay un tio de Asturias que le ha caído en gracia Briattore y le ha dado un cochecito, a ver si lo vendemos bien y los domingos por la mañana nos ve alguien. Lo importante es venderlo como si fuera bueno, que parezca que nos creamos que el tío es la pera”.
Y les salió bien. Supongo que hicieron un casting y el calvo ganó. Le pusieron los auriculares y le dijeron: véndenos la formula 1 y lo hizo de puta madre, tan de puta madre que se lo creyó y se le caían las lágrimas al acercarse a su héroe. Patético.
Además del calvo metieron unos expertos ( jajajaja) y tuvieron suerte porque allí ya había muchas tías neumáticas más o menos desnudas o enfundadas en monos de lycra, de esos que a los tios les sugiere romperlos con su herramienta. Calvo y tias en cueros= éxito asegurado. Lo único que no consiguieron fue que el asturiano fuera simpático y que al verle no pensaras inmediatamente en una estufa. ¿ cómo se puede tener tan poco cuello?
Tuvieron suerte porque al asturiano le tocó un coche que corría así que ganaba todo, el calvo se emocionaba, los tíos se emocionaban y a los de tele 5 se les ponían los ojos como al tío Gilito. Ahora que se ha visto que el asturiano no es tan bueno y que el éxito tiene más que ver con lo tuneado que lleves el coche, ya da igual porque los tíos han cogido la inercia y se levantan a cualquier hora a ver la carrera o los “ entrenos”.
¿Entrenos? ¿Por qué ahora de repente se dice entrenos? Toda la vida diciendo entrenamientos y ahora es entrenos. ¿ Porqué motivo? Ni idea, será para ahorrar letras.
¿ El futbol? Soy del Real Madrid pero con criterio. ¿ Qué quiere decir eso? Pues que si gana me parece estupendo pero si pierde me da exactamente igual. Por supuesto no organizo mi agenda en función de si hay o no partido y siempre prefiero ver otra cosa antes que un partido de futbol en la tele. Podría verlo con un buen plan, merendola, cervecita, y charleta y el fútbol de fondo. Pero no, ahora hay que ver jugar a Messi o al que sea cómo si fueran pasos de semana santa. Silencio sepulcral, hay que tener cuidado hasta cuando masticas las patatas y además sólo puedes comer de lo que tienes cerca, cómo te incorpores para probar el guacamole que te pilla más a desmano e impidas la visión del banderín del corner durante medio nanosegundo todo tipo de exabruptos caerán sobre ti: la próxima vez a un bar..aqui no hay quien vea futbol..así no hay manera.
Por supuesto el silencio sepulcral no incluye la radio. Los comentarios de una panda de descerebrados que parecen tener la misma actividad cerebral que una lagartija en hibernación se escuchan como si fueran el oráculo de Delfos: “ lo importante ahora sería marcar”, “ es importante mantener la portería a cero”, hasta el final no se termina…etc. Yo me subo por las paredes pero los que supuestamente necesitan oirlo no son permeables a ese tipo de sandeces.
He comprobado que además cuanto más deporte se ve, más deporte se quiere ver. Crea adicción. Ya no es solo el Madrid es cualquier partido de futbol, ya no es Nadal, es cualquier partido de tenis desde cualquier torneo de mala muerte, ya no es Alonso, son las carreras de coches de cualquier sitio. A cualquier hora. Da igual.
“A ver si comemos pronto que quiero ver la final de esgrima con florete entre el representante de Azerbayan y el de Bielorrusia. Y luego ponen el previo del partido de mañana y los entrenos de Alonso. En medio a ver si me da tiempo a ver como Nadal se ata el pañuelo a la cabeza”.
“ Cariño, llevamos a las niñas al cine a las 4”.
¿ a las 4? ¿ a la hora de la siesta? ¿ hay que ir? Bueno, ve tú y yo os recojo al final.
Voy a ver si afeitándome la cabeza y embutida en un mono de cuero tengo más éxito la próxima vez.
El germen de esta lacra de comentaristas está en el calvo de Tele5. Todo empezó como una broma. “Tío, hemos comprado unos derechos de Formula 1 que no quería nadie en España porque esto no lo ve ni panete. Por lo visto hay un tio de Asturias que le ha caído en gracia Briattore y le ha dado un cochecito, a ver si lo vendemos bien y los domingos por la mañana nos ve alguien. Lo importante es venderlo como si fuera bueno, que parezca que nos creamos que el tío es la pera”.
Y les salió bien. Supongo que hicieron un casting y el calvo ganó. Le pusieron los auriculares y le dijeron: véndenos la formula 1 y lo hizo de puta madre, tan de puta madre que se lo creyó y se le caían las lágrimas al acercarse a su héroe. Patético.
Además del calvo metieron unos expertos ( jajajaja) y tuvieron suerte porque allí ya había muchas tías neumáticas más o menos desnudas o enfundadas en monos de lycra, de esos que a los tios les sugiere romperlos con su herramienta. Calvo y tias en cueros= éxito asegurado. Lo único que no consiguieron fue que el asturiano fuera simpático y que al verle no pensaras inmediatamente en una estufa. ¿ cómo se puede tener tan poco cuello?
Tuvieron suerte porque al asturiano le tocó un coche que corría así que ganaba todo, el calvo se emocionaba, los tíos se emocionaban y a los de tele 5 se les ponían los ojos como al tío Gilito. Ahora que se ha visto que el asturiano no es tan bueno y que el éxito tiene más que ver con lo tuneado que lleves el coche, ya da igual porque los tíos han cogido la inercia y se levantan a cualquier hora a ver la carrera o los “ entrenos”.
¿Entrenos? ¿Por qué ahora de repente se dice entrenos? Toda la vida diciendo entrenamientos y ahora es entrenos. ¿ Porqué motivo? Ni idea, será para ahorrar letras.
¿ El futbol? Soy del Real Madrid pero con criterio. ¿ Qué quiere decir eso? Pues que si gana me parece estupendo pero si pierde me da exactamente igual. Por supuesto no organizo mi agenda en función de si hay o no partido y siempre prefiero ver otra cosa antes que un partido de futbol en la tele. Podría verlo con un buen plan, merendola, cervecita, y charleta y el fútbol de fondo. Pero no, ahora hay que ver jugar a Messi o al que sea cómo si fueran pasos de semana santa. Silencio sepulcral, hay que tener cuidado hasta cuando masticas las patatas y además sólo puedes comer de lo que tienes cerca, cómo te incorpores para probar el guacamole que te pilla más a desmano e impidas la visión del banderín del corner durante medio nanosegundo todo tipo de exabruptos caerán sobre ti: la próxima vez a un bar..aqui no hay quien vea futbol..así no hay manera.
Por supuesto el silencio sepulcral no incluye la radio. Los comentarios de una panda de descerebrados que parecen tener la misma actividad cerebral que una lagartija en hibernación se escuchan como si fueran el oráculo de Delfos: “ lo importante ahora sería marcar”, “ es importante mantener la portería a cero”, hasta el final no se termina…etc. Yo me subo por las paredes pero los que supuestamente necesitan oirlo no son permeables a ese tipo de sandeces.
He comprobado que además cuanto más deporte se ve, más deporte se quiere ver. Crea adicción. Ya no es solo el Madrid es cualquier partido de futbol, ya no es Nadal, es cualquier partido de tenis desde cualquier torneo de mala muerte, ya no es Alonso, son las carreras de coches de cualquier sitio. A cualquier hora. Da igual.
“A ver si comemos pronto que quiero ver la final de esgrima con florete entre el representante de Azerbayan y el de Bielorrusia. Y luego ponen el previo del partido de mañana y los entrenos de Alonso. En medio a ver si me da tiempo a ver como Nadal se ata el pañuelo a la cabeza”.
“ Cariño, llevamos a las niñas al cine a las 4”.
¿ a las 4? ¿ a la hora de la siesta? ¿ hay que ir? Bueno, ve tú y yo os recojo al final.
Voy a ver si afeitándome la cabeza y embutida en un mono de cuero tengo más éxito la próxima vez.