
Primero de todo los horarios, nada de vivir en un desenfreno de horas..en que todo da igual..no, no..te levantas a las 8 y a las 10 y media estás que te caes de sueño.
Te levantas por la mañana el sábado y en vez de sentarte a tomarte el café tranquilamente mientras te lees la prensa, enciendes la tele y ves “Pocoyó”. No es un mal cambio advierto, en vez de cabrearte con la chusma que forman los políticos y los periodistas, te echas unas risas con el niño de azul y sus amigos. ¡¡Me pido Pato!!.
Recuperas buenos hábitos alimenticios. De “joven pareja”, la hora de la comida comprendía una franja horaria bastante amplia que iba desde las 2 hasta las 5. El momento de sentarse a la mesa dependía de a la hora que te hubieras levantado, el desayuno que te hubieras metido entre pecho y espalda y si había planes por la tarde. Ahora no, ahora se come entre 2 y 3 de la tarde como mucho…o te comen por los pies los churumbeles.
Si tienes mala suerte, puedes con 37 pasar la varicela, el sarampión, unas anginas de caballo o la tosferina. Si, si, es una putada..pero puede pasar.
Después de comer ya no te sientas a leer la prensa (que no has podido leer en el desayuno), te sientas en el sofá y recuperas pelis de tu infancia: Mary Poppins, La Bruja Novata, Los Robinsones de los Mares del Sur, Chitty Chitty Bang Bang…y os digo que hay algunas geniales.
Recuperas series de dibujos de cuando eras cani y le ves nuevos significados: Heidi, que es insoportable y te das cuenta de que el abuelo en su juventud había sido malísimo y purga sus culpas soportando esa niña tan cargante. Vicky el Vikingo…pero ahora ya sabes que se ponía en la nariz cuando hacía el gesto ese en el que se le ocurrían todas las buenas ideas, Willy Fog que es un carajippi con pasta…en fin…que te lo pasas en grande.
Vuelves a fijarte en los anuncios de juguetes. Desde que tenías 14 años no les habías prestado atención, pero ahora con 35 necesitas verlos porque ¿como coño vas a saber si no que es el “happy hospital de los micropuppets de Mattel”? o ¿ el coche de cars que con mando que se convierte en grua de los micromachines??
Por otro lado si tienes suerte, puedes jugar con juguetes que a ti nunca te regalaron. Por ejemplo, yo me pasé años pidiendo la Peluquería de Play Doll..y nunca me la trajeron…pero ahora M. la tiene y me fascina meter la plastilina, darle a la palanca y que le salgan los pelos azules al muñeco. Un trauma menos que acumulo.
Cuando tienes más de 30 hay cosas que en teoría es mejor no comer y en la práctica engordan que te cagas, pero misteriosamente con menos de 10 esas cosas son saludables. Tu nevera vuelve a estar llena de embutido y en la despensa hay galletas y lo que es mejor de todo…NOCILLA!!!!!... ¿Cómo no caer en la tentación de un sándwich de nocilla??...joder..si con 5 años les sienta bien, a mi, muy mal no me va a sentar. Las patatas fritas vuelven a ser un acompañamiento genial del pollo…¡¡fuera la ensalada!!!!.
Todo esto se me ha ocurrido hoy, porque ayer en un ataque de ansiedad me comí un padrastro, y me duele el dedo muchísimo. He ido al armario de las medicinas para ponerme algo…y ¡¡LLEVO UNA TIRITA ROJA DE DUMBO!!!!... mi madre jamás compró esas tiritas…y yo por fin.con 35 llevo una tirita de Disney!!!!!...
¿No son geniales las regresiones??.