miércoles, 19 de agosto de 2020

Quince frases de tus quince años


«Mamá, ¿el post de mi cumpleaños ya lo tienes escrito? No te leo nunca pero esos del cumple los leo siempre»  

«¿Cuál es mi talento más inútil?» me preguntaste el último domingo de tus catorce años. No lo sé. El que más me saca de quicio es tu capacidad para dividir tu cerebro en dos mitades. Una que funciona en modo rutina de la vida diaria y otra, muy peligrosa, que lleva una vida independiente. Una vida que se manifiesta, de pronto, en preguntas como esa o en cosas como «Mamá, ¿una primera cita es muy incómoda, no? 

«Mira como tengo de perfecto el armario, los cajones, mi mesa» Te has convertido en una persona  tan ordenada que se me saltan las lágrimas. A veces, te confieso que me preocupa que te pases de frenada y acabes convertida en una maniaca del orden, como esa gente que forra los sofás de plástico o les pone fundas para que no se manchen, para que no se estropeen, esperando, quizá, a que otras personas, en otros momentos, en otras vidas disfruten de esos sofás mientras ellos solo las conservan.

«No me despiertes, ya me despertaré yo sola» Ahora mismo tienes el superpoder de los perros de poder dormir a voluntad: cuando quieres y dónde sea. Estás durmiendo trece horas al día con picos de quince. No quiero asustarte pero estás quemando horas de sueño que necesitarás en el futuro. Algún día te costará creer que fueras capaz de dormir tantas horas del tirón y por eso lo dejo escrito aquí. 

«Mamá, ¡no me acordaba de eso!» Has descubierto el valor de lo que escribo: de este blog y de los diarios de viaje. El año pasado me empeñé en escribir un diario de Nueva York y, este año, uno de los mejores momentos ha sido, ver vuestras caras, cada noche después de cenar, mientras yo leía en alto nuestras aventuras. El año que viene leeremos el del viaje a Ibiza. 

«Salgo horrible» Ya no sonríes. Miro mis fotos con quince años y veo que yo tampoco sonreía, ponía cara de seriedad, de intensidad y de falsa espontaneidad. Tú,  en la era de Instagram, pones morritos, sacas la lengua o te muerdes las mejillas por dentro, todo para no parecer tú. Pero cuando sonríes, cuando te pillo sonriendo porque estás tranquila y relajada, sonríes como cuando eras tú todo el tiempo y no pretendías ser otra cosa o no andabas intentando descubrir quien eres. Sonríes y se te achinan los ojos y por ahí se te escapa la risa.  

«Tengo manos de niña de ocho años»  No te gustan tus pies, ni tus piernas, ni tus brazos ni tus manos. La inseguridad de la adolescencia es una putada pero se te pasará. Espero llegar a verte cuando todo eso te de igual aunque ya sabes que jamás tendrás mi nariz perfecta (como la de Cleopatra)

«Vamos a hablar de la vida» es tu frase favorita para empezar una conversación y lo mejor que tiene es que con esa frase no esperas hablar tú, lo que quieres es que los demás te cuenten historias. Te encantan escuchar historias, cuando más detalladas mejor y preguntas y repreguntas y, después, dejas a tu mitad de cerebro independiente procesando toda la información para volver a esa historia días o semanas después. Te interesa la vida y las historias, todas. 

«Mamá, no te sorprendas, yo soy bilingüe» Hemos descubierto The Office y Jim y Pam te parecen la mejor pareja de la historia. Te encantan las películas de miedo y las de “que me explote la cabeza” y ya no necesitas subtítulos, yo no te he oído hablar ni una palabra de inglés pero me lo creo. 

«Mamá, acepta que a mí Los Molinos no me gusta como a ti» Esto me va a costar, me va a costar casi tanto como que hayáis dejado de leer por completo. Con las dos cosas no pierdo la esperanza de que pasada la adolescencia volváis a entrar en razón, dejéis de traicionarme y os guste estar en Los Molinos leyendo en el jardín o frente a la chimenea.  No me quites la ilusión. 

«Necesito ropa». Cuando tenías seis años escribí «Habrá superado la adicción al rosa pero será una esclava de la moda y pretenderá renovar su vestuario cada temporada» y acerté de pleno. Entonces eras muy pequeña y todavía era yo la que te elegía la ropa, no podía saber que desarrollarías el superpoder de saber exáctamente qué quieres comprarte y cómo combinarlo. Para mí eso es magia y sinceramente viéndonos a tu padre y a mí, no sé de quién lo has heredado. 

«Por favor, no discutáis, qué más da»  En este año he descubierto que rehuyes el enfrentamiento y la confrontación. No te gusta discutir y no te gusta que se discuta delante de ti.

«Mamá, no te preocupes por las cosas antes de tiempo. No sirve para nada. Si tiene que pasar algo malo, cuando pase, ya nos agobiaremos pero no lo pienses ahora porque no sirve para nada». Tienes el superpoder de no preocuparte. Te escucho y te veo vivir de acuerdo con esta filosofía y me das envidia. Te envidio esa capacidad. Cumples quince años y tengo la sensación de que te han robado casi seis meses de los catorce. Tú no tienes esa sensación. «Mamá, yo esto del confinamiento lo llevo fenomenal. Me gusta estar en casa, no te preocupes» me has dicho un montón de veces en estos meses. Y sé que has estado bien, que has estado tranquila y contenta y que sigues estándolo pero yo no puedo dejar de preocuparme por ti, por vosotras. En la peli perfecta de la maternidad yo soy la que debería estar diciéndote esas cosas, sigo sin tener superpoderes. Quizás, como ya dije una vez, son como los ojos azules y salan una generación. 

«Me encanta mi pelo y no pienso cortármelo»  Llevas el pelo demasiado largo. Sé que te encanta, que ahora mismo es una de las pocas cosas que te gustan de ti pero lo dejo aquí escrito para que podamos comprobarlo: dentro de cuatro o cinco años verás fotos tuyas con ese melenón salvaje y  te arrepentirás: «¡qué horror, mamá! ¿cómo no me dijiste nada?» Que conste que te lo dije. 

«Y yoooo», me contestas cuando te digo que te quiero. 

«¿Sabes que el día 19, cuando cumpla 15, estaré igual de cerca de mi nacimiento que de tener treinta años?» fue tu pregunta tu último miércoles con catorce años.  No, no lo sabía. No lo había pensado porque no quiero pensar en que ya no serás pequeña nunca más ni quiero pensar en ti con treinta años porque eso significará que a mí me quedarán menos años para disfrutarte. Añadiría «si es que llego» pero ya te oigo contestar «Mamá, no seas dramas»

Feliz cumpleaños, quinceañera. Todo va a salir bien. 


21 comentarios:

Anónimo dijo...

Felicidades a las dos

Ana

Rosa dijo...

Me parece q no hay mejor regalo de cumpleaños q estás palabras.

Carmen dijo...

Muchísimas felicidades a las dos. Sí, lo estáis haciendo bien...

Tita dijo...

Felicidades, para las dos, por esos 15 años de amor.

Preciosas palabras, para releer.

Laura dijo...

Yo creo que tiene un pelo estupendísimo, para mí lo quisiera! Y que tiene un estilazo con la ropa que vaya la amiga. Muchas felicidades!

Dani Torregrosa dijo...

Felicidades:)

Dani Torregrosa dijo...

Felicidades:)

Janis dijo...

Iba a decir que le queda muy bien el pelo largo pero ya se me han adelantado.

Araceli dijo...

Lo del pelo estoy contigo pero creo que al igual que me pasa a mi con mis hijas, es pura envidia para las que ya no lo tenems salvaje y peinamos canas. Felicidades.

Anónimo dijo...

Hermosa quinceañera y hermoso texto. Felicidades a ambas

Esther dijo...

Felicidades a ambas. Siento envidia por las chicas con el pelo largo. Yo nunca he tenido pelo para eso. Un abrazo

sonia dijo...

Sonríes y se te achinan los ojos y por ahí,se te escapa la risa... Qué bonito.
Felicidades!!!

jota dijo...

Feliz cumpleaños quinceañera. Yo creo que para tranquilidad de tu madre amarás Los Molinos cuando los años te calmen eso de devorar fronteras.

Anónimo dijo...

Qué paz transmites cuando hablas de ella. Qué orgullosa se te ve, y qué suerte tienes de apuntarlo y recordarlo todo (de la capacidad para hacerlo, quiero decir)
Que sigáis viviendo tantas cosas juntas!
Felicidades a las dos

Anónimo dijo...

Qué bonito.
Y felicidades a la cumpleañera.

/Nuria

Beatriz dijo...

Felicidades a ambas!

Eviam dijo...

Preciosa Chiquilla!! Yo suelo pensar en lugar de... Todo vA a ir bien (porque esto no es verdad...) Todo puede ir peor, no?... Pos ahora entonces estoy bien! Es como pensar... Puedo ser más vieja,no?... Luego...estoy joven! ;))) Es una bobada pero funciona!!

Jofre dijo...

Olé!

Anónimo dijo...

¡Qué bonito!
Felicidades!!
/Nuria

Anusky66 dijo...

Últimamente todo lo hago a destiempo , incluso leer tu blog, mientras leía tan bellas palabras , no podía dejar de pensar en cuando me asomé por primera vez a vuestra vidas , a traves del blog , conociendo a las princezas , celebrando por primera vez el día del huevo frito , vuestros viajes ,.. cuantas cosas compartidas en estos años , por eso me alegro tanto de verlas crecer y os deseo muchísima felicidad desde el corazon . un besazo

molinos dijo...

Muchísimas gracias a todos por las felicitaciones. Le encantó el post, el caminito de chuches y su día.

Cuando empecé a escribirle por sus cumpleaños nunca pensé que fuera algo que llegaría el día que me pidieran.