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Invasion of readers de Yuko Shimizu |
lunes, 1 de octubre de 2018
martes, 22 de febrero de 2011
LOS INTENSOS

Primero de todo, hay que distinguir a un intenso de un apasionado o entusiasta de algo.
Por poner un ejemplo. Me siento a ver mi supercaja de Bruce, de The Promise y estoy tan entusiasmada y tan feliz y tan contenta que tengo que escribirlo por mail o llamar a alguien a contárselo directamente. Necesito saltar en el sofá cantando con toda la piel de gallina. Soy una brasas, lo reconozco, pero mi interés y mi pasión por eso es hacia fuera…irradio entusiasmo braseador. Por supuesto, estos ataques de entusiasmo pasional procuro tenerlos cuando el ingeniero se va a hacer cosas de ingenieros porque él está hasta el gorro de mis tsunamis de entusiasmo.
Un intenso, al contrario de lo que pudiera parecer, no siente bien el entusiasmo. lSabe que eso es una carencia, pero como es incapaz de entusiasmarse y le parece de mala educación serlo en el caso de conseguir un atisbo de emoción, lo que hace es fingir que “siente mucho”. Pero siente hacia dentro…algo en plan…"siento tanto que vosotros chusma entusiasta y superficial no lo entenderíais”.
Un intenso...se muerde los mofletes por dentro precisamente por eso, porque todo es hacia dentro. Esto que me gusta, me gusta tanto que ni siquiera puedo sacarlo fuera y compartirlo. Es demasiado bueno para el común de la chusma. Y se muerde los mofletes.
No digo que todo aquel al que le interesa la poesía, el calentamiento global o los niños de Etiopía sea un intenso. Para nada. Hay mucha gente interesada en todas estas cosas que son normales o apasionados y cuando hablas con ellos te transmiten emoción, ganas e incluso interés por esos temas.
El intenso no hace eso. El intenso guarda su interés como “su tesoro”. Es intenso porque le mola la poesía pero no quiere compartirlo contigo. Su táctica es más de desprecio. “Uy...novelas...yo es que no leo novelas...a mí lo que me gusta es la poesía de principios del XVIII en Bélgica”...
¿"Salir de copas? Uy...no puedo..tengo una reunión para hablar del tema del calentamiento de las piedras en el desierto de Namibia que es un tema que me preocupa mucho"
"¿Llevar a los niños a ver Disney on Ice? Para nada, eso es de masas...yo voy a llevarles a un espectáculo que consiste en ver encender y apagar una vela mientras suena la sinfonía trágica de Mahler para que se acostumbren a la fugacidad de la vida."
Todo esto, los intensos lo dicen muy serios y como si después de 3 meses estreñidos hubieran sentido un peristaltismo de masa en su intestino, que les marcara el momento de sacar de su cuerpo esa bola, pero que ellos van a conseguir abortar haciendo mucha fuerza.
Un intenso ni siente ni padece y por supuesto no caga ni tiene mocos.
Un intenso no tiene sentido del humor. Y vienen de serie sin la capacidad para captar la ironía y el humor negro. Todo se lo toman en serio.
Ser intenso no es para un rato. O se es intenso o no se es. Así que cuando optan por ese estilo de vida no se pueden hacer concesiones al entretenimiento y la frivolidad.
“No entiendo cómo puedes leer el Hola…eso es una pérdida de tiempo...yo solo leo el New York Times”
“ ¿leer traducciones? Yo solo leo en idioma original”
“ No entiendo cómo puedes bailar “El venado”..yo solo escucho a Tom Waits”.
¿Eso es Cadena 100? Yo solo escucho Radio 3.
No me jodas, se puede ser serio a ratos y frívolo otros. No todo tiene que hacer girar el mundo. Algunas cosas pueden ser solo para entretenernos mientras gira el mundo.
A un intenso no le ponen los cuernos..tiene relaciones complicadas.
¿Qué por qué se me ha ocurrido este tema? Pues porque el otro día, haciendo zapping, vi a una intensa de tamaño descomunal, hablando de una majadería tal que no podía parar de descojonarme, porque además lo mejor...era que se lo tomaba superenserio. Estaba tannn intensa que era de coña.
¿Más gente intensa? Nawja Nimri..Esa voz, esa pose…ese rollo “Yo no hago música comercial. Estoy por encima de eso”. Pues muy bien…pero no pretendas que la gente se vuelva loca por comprar tus discos.
¿Más? Bumbury. Se toma tannn en serio y su música es tannn con mensaje y le miras poniendo esa cara y dices. “Pero alma de cántaro...un tío que escribe “no seas membrillo”…no pretenderás que te tome en serio, ¿no?? …
¿Más intensos? Esa gente que cuando tú estás hablando de tus niños y de que estás un poquito hasta el gorro, se ponen de pie, te miran por encima del hombro y dicen: “No entiendo de qué hablas...mis hijos dan sentido a mi vida”….venga no me jodas… ¿dónde tienes el sentido del humor? Una intensa de este estilo es Lucia Etxebarria… que además de intensa es fea…
…mmm…si un intenso es guapo..entonces es misterioso...pero de esos ya hablaré otro día.
lunes, 7 de mayo de 2012
IMPRESIONES PARISINAS INÚTILES
Antes de que os de un colapso, desvelaré que Molihermana fue la agraciada con la generosidad de la ganadora...osea Yo. Molihermana y yo tenemos un pasado común de viajes de fin de semana regalados. Cuando cumplí 25 nos fuimos a Venecia, cuando ella cumplió 30 nos marchamos a Roma…y cuando yo he ganado un premio...lo lógico era ir con ella a Paris.
Muchas gracias a Espasa, todo perfecto.
miércoles, 10 de marzo de 2021
Como polvo en el viento: un deslumbrante tostón
Resumen del contenido de este post por si no queréis leer casi dos mil palabras: no leáis Como polvo en el viento.
Desarrollo de mi consejo:
2021 se está revelando como un año de lecturas malas, regulares o mal escogidas. Algo así como cuando todos los tíos que te gustaban resultaban ser al final un fiasco, idiotas o simplemente aburridos. Pues así voy, en el caso de este último desastre literario, el tío, perdón, el libro en cuestión me apetecía muchísimo, lo compré con todo el cariño del mundo y lo reservé para empezarlo con ganas, con expectativas, dispuesta a rendirme a él porque con Padura ya había tenido otra cita, en El hombre que amaba a los perros, que me había gustado muchísimo. Era un buen plan seguro.
Pues no. Siguiendo con el símil, El hombre que amaba a los perros había sido una primera cita en el restaurante, con gran conversación, buena compañía y un buen vino que terminó con la promesa de ser mejor la segunda vez y Como polvo en el viento, a pesar de su prometedor título, ha sido como una segunda cita en la que vas a casa del tío, la tiene llena de mierda, con las persianas bajadas, te habla de su ex y encima es eyaculador precoz. No ves el momento de marcharte pero no quieres ser maleducada y te quedas hasta la mañana siguiente, hasta que llegas a la última palabra de la página seiscientos sesenta y cinco.
El gran gramatizador automático es un cuento de Roal Dahl en el que el protagonista, desesperado porque no consigue vender ningún relato, inventa una máquina que escribe los relatos.
«Con mi máquina, gracias a un coordinador adaptado entre la sección de "memoria de argumentos" y la de "memoria de palabras", puede producir cualquier tipo de relato que quiera, simplemente apretando el botón correspondiente. [...] Los argumentos los introducimos nosotros. No hay ningún problema. En esta carpeta de la izquierda hay unos doscientos o trescientos argumentos.»
Sospecho que Padura ha usado esa máquina y además para no andarse con chiquitas, ni quedarse a medias, al pulsar las teclas dijo: «Dale, que en esta novela salgan los trescientos argumentos». Y ahí están, todos, absolutamente todos.
¿Exilio cubano? Check. ¿Pandilla de amiguísimos que se jode por algo misteriosísimo que al lector le importa un pepino? Check. ¿Mujer misteriosa con secretitos? Check. ¿Gays? Check. ¿Lesbianas puede que si, puede que no, y luego definitivamente sí? Check. ¿Hijas que descubren que su padre no es su padre y su madre no es su madre? Check. ¿Exmaridos? Check. ¿Hambre y buscarte la vida? Check. ¿Palizas? Check ¿España? Check. ¿Estados Unidos? Check. ¿Francia? Check. ¿Italia? Check. ¿Drogas? Check. ¿Alcohólicos? Check. ¿Alcohólicos que se rehabilitan? Check. ¿Hombres estériles? Check. ¿Folladores con grandes pollas? Check. ¿Asesinatos? Check. ¿Infidelidades? Check. ¿Casualidades cósmicas de las que aparecían en las novelas rosas de los años cuarenta cuando la hija de la cocinera era en realidad la heredera de un imperio? Check. ¿Cubano que llega a España y se vuelve catalanista independiente? Check. ¿Madre puta? Check. ¿Padre poderoso que acaba traficando con droga? Check. ¿Amiga buenísima, buenísima, buenísima a la que todos quieren? Check. ¿Vieja sabia que cambia la vida de alguien? Check. ¿El Retiro? Check. Esta lista no es ni mucho menos exhaustiva, hay muchísimos más argumentos en la máquina de Padura y los ha metido todos en la novela, no se ha dejado ni uno. Ha decidido ser ambicioso y vago. Lo más difícil de escribir no es, como mucha gente cree, ponerte a inventar una historia y escribirla entera en un cuaderno. Lo más difícil es que la historia tenga sentido, que conmueva, que interese. Lo más complicado es deshacerse de lo superfluo, de lo que no encaja, de lo que da vergüenza ajena, de lo que chirría. Uno se enamora de lo que escribe y cuesta mucho borrarlo pero hay que hacerlo. Padura y sus editores han decidido que lo de borrar era innecesario, que si la máquina era tan buena, lo que escupiera estaría bien.
Y no lo está. Esta es una novela en la que efectivamente pasan muchísimas cosas, doscientas o trescientas, todo el tiempo. Es una novela en la que los personajes van, vienen, piensan, hablan, se encuentran, se van, viajan, vuelven, se pelean, cuentan mentiras, piensan en las mentiras, las discuten, preparan comida, follan, huyen, se encuentran, descubren, hacen fiestas, son infieles, cambian de pareja...muchas cosas pero ninguna te interesa. Esta novela es muy aburrida, aburridísima. No voy a contar la trama porque me entra sueño y se me cierran los ojos del sopor de intentar recordarla. En la página treinta ya te das cuenta de que nada de lo que Padura te está contando te interesa. Ningún personaje tiene enjundia, son todos clichés con su papel dentro de la pandilla y la continua sucesión de cosas pasando te va resbalado por la vista porque nada de te interesa. El supuesto misterio de la novela sobre la que en teoría gira la tensión narrativa es menos interesante que verte crecer las uñas. TE ABURRES y eso es imperdonable en una novela en la que pasan cosas (doscientas o trescientas cosas).
Además de que la novela es un tostón infumable que se lee igual que si estuvieras viendo un maratón de pelis alemanes de mediodía con mucha resaca, (en mi caso llegué al final para poder escribir esto) Padura, que es un grandísimo escritor, capaz de retratar la vida en Cuba con muchísima viveza y de manejar el tiempo narrativo con mucha maestría, en esta novela deja que la máquina escriba algunos párrafos que son una cumbre de la vergüenza ajena.
«Ella era como el águila que, en función de su lugar en el orden natural, vio bajar hasta el agua y salir volando con un enorme salmón entre sus garras. ¿O ella era el salmón atrapado? ¿la afectaba el potente sortilegio del lugar? ¿Su madre también habría sido beneficiaria de ese sentimiento en el rincón apacible del mundo que consideró su paraíso encontrado y donde resultaba tan fácil caer en tales trances de comunicación con la naturaleza y lo eterno? ¿Qué le había pasado a Elis Correa, cuales eran sus pena, cargas y culpas, el infierno personal del cual llevaba veintiséis años huyendo, procurando liberarse?»
La "ella" que está siendo tan cursi que su lado Blancanieves es un camionero de Idaho, es Adela que por historias que nos importan un pepino ha descubierto que su misteriosa madre, Loreta*, en realidad se llama Elisa y se ha ido a buscarla a ese "paraíso encontrado" que es un rancho de caballos en Tacoma.
Elisa-Loreta estaba allí en Tacoma cuidando caballos (¿Mujer que susurra a los caballos? Check) y allí, resulta que a sus más de cincuenta años descubre o le apetece probar sus inclinaciones lésbicas. Chapó por Elisa-Loreta pero claro, Padura lo cuenta mal.
«En la intimidad, desnudas sobre el elegante lecho inglés king size del aposento de Miss Miller, las dos mujeres se sintieron plenas y activas, compartieron cigarros de marihuana, se excitaron con películas porno, experimentaron con penes de goma en consistente erección, se lubricaron con mantequilla, aceite de oliva griego, escupitajos y hasta se untaron mermeladas que se lamían. Ambas se confesaron que jamás habían tenido tan intensos orgasmos ni explorado estrategias tan radicales y reconocieron que los hombres de sus vidas quizás habían sido potentes, fuertes, resistentes, pero poco creativos, hombres, al fin y al cabo.»
Dejando de lado que si este párrafo lo mando yo a una editorial me lo devuelven diciendo "aprende a escribir", lo siento por Padura y su máquina pero lo que él cuenta como "estrategias radicales" tiene pinta de ser de primero de relaciones sexuales de cualquier tipo salvo quizás lo del aceite de oliva griego. Por otro lado yo hubiera dicho "lubricarse con saliva" y no con escupitajos que tiene otra connotación y, por último, Padura, los penes de plástico para jugar en la cama siempre están en consistente erección. Si no lo estuvieran serían globos o pollas, perdón, penes normales.
Elisa, ante de este festival lésbico, había estado casada con Bruno quince años y antes de eso con Bernardo otros tantos y ahí, mientras estaba casada con él, se quedó embarazada pero no de él (recordad el check en hombre estéril). El bombo le vino de un par de polvos con un amigo, Héctor, con el que usó condón. Ella piensa ¿Cómo puede ser? ¿Héctor pincho los condones o serían condones soviéticos y ya sabemos que los rusos hacen las cosas regulinchis? Pero no, entonces recuerda que después de los polvos con condón, se fue desnuda a ponerle la comida al gato, se agachó, puso el culo en pompa y:
«Horacio se acercaba a ella por la retaguardia, la tomaba con firmeza por las caderas y, empuñando su miembro todavía endurecido o vuelto a endurecer, delicada pero insistentemente le recorría con el glande cobrizo el perineo húmedo -quita que estoy sucia, había dicho ella; quiero más, reclamaba él, dale a bañarte, insistió ella sonriendo-, en un movimiento deslizante que iba y volvía del ano a la vulva...Un pene descubierto, de cuya uretra podría haberse escurrido una gota remanente de semen, que por un enorme capricho biológico, al ritmo in crescendo del Bolero de Ravel, había iniciado el largo viaje hacia el inicio de una nueva vida. ¿Era posible?»
¿Semen al ritmo del Bolero de Ravel avanzando por la vagina? Claro que sí, Padura...y cuando se encuentra con el óvulo dice: PAMPLONA.
Según avanza la novela, mejor dicho, según pasan páginas y más páginas parece que el gran gramatizador se aburre y empieza a estar más lujurioso y sin control. Cositas como "En las playas como las de Segur de Calafell la potencia del sol y la plenitud del verano difuminan las inhibiciones y sacan al aire las tetas de las mujeres, desde jovencitas con senos turgentes y puntiagudos hasta ancianas con bolsas pendientes, con pezones como teteras mustias»
Pezones como teteras mustias. Sin comentarios, Padura.
O esta joya:
«Su iniciación se habrá concretado con una novia, de igual edad, y con la aceleración en el aprendizaje aportado por la hermana mayor de esa novia, una contundente trigueña de dieciocho años que se templaba hasta los pepinos, por delante y por detrás, como le demostró un día al adolescente (y luego se comía esos mismos pepinos, lavados con esmero y rociándolos con sal, pues en Cuba no estaban como para botar comida)»
Meses fregando la comida con lejía para que luego llegue Padura y te cuente que te puedes comer los pepinos que te has metido por el culo si los lavas bien.
Ninguno de estos párrafos me produce asco (lo de los pepinos un poco) o me escandaliza, lo que me provocan es muchísima vergüenza ajena, porque están mal escritos, porque no transmiten ninguna emoción, porque son propios de una malísima novela pseudoerótica pensada para alimentar pensamientos lujuriosos abocados a la masturbación. ¿Estoy en contra de esas novelas? No, pero, Padura, ¿qué es esto? ¿Qué despropósito de novela has escrito? ¿Por qué nadie te ha dicho que le sobran doscientas cincuenta páginas? ¿Qué le dieras una vuelta? Que, quizás, sería buena idea quitar algún topicazo, que pasaran menos cosas pero más interesantes. ¿Por qué nadie te dijo que Como polvo en el viento es aburridísima? Que es mala, que no necesitabas publicarla.
Padura, qué decepción pero mándame un pin porque he aguantado el deslumbrante tostón hasta el final.
*Yo leo Loreta y pienso en los Monty Phyton y en "quiero tener útero" y la verdad es que un giro en el que Loreta hubiera sido un hombre con útero, creado a partir de un ser llegado de Raticulín me hubiera interesado más que cualquier otra cosa pero Padura capó los argumentos de ciencia ficción, por lo visto. No se atrevió.
lunes, 24 de marzo de 2014
Cuando el cine español sí funciona.
martes, 31 de marzo de 2009
ORDEN Y DESORDEN

- “ hija, es increíble, pero venga a la hora que venga siempre tienes la casa ordenada y sin trastos por medio”.
A mi madre le sorprende porque primero es una cosa buena sobre mí que tiene que decir, y eso siempre le resulta digamos “duro” de creer y en segundo lugar le sorprende porque ella es lo contrario.
El secreto para parecer ordenada es tener pocas cosas y escondidas. Todo es apariencia. Lo fundamental es la primera impresión. Si llegas a una casa y todo está por medio, aunque luego abras el armario y las camisas estén colgadas por colores…da igual..te llevarás la impresión de que son desordenados. Si por el contrario llegas a mi casa..no hay nada por medio, todo es orden y organización… pasamos por ser una joven pareja ordenada.
ES mentira. Por ejemplo, no tengo ordenados los libros. Mi amigo F. dedica horas a colocar los libros en su estantería, no por orden alfabético ni por temas, ni por colecciones..simplemente los coloca para que “queden bien”, para que estén "ordenados". Desde aquí te digo que es tiempo malgastado. Tú no lo sabes, pero cada vez que voy a tu casa miro tu estantería esperando admirar la colocación de tus libros…y me parece tan caótica como la mía. Yo coloco los libros según van llegando en la estantería que tenga más a mano.
En cuanto a la ropa, eso es el caos. La ropa tiene vida propia y además es mi enemiga. Desde siempre. Cuando era pequeña lo que más temía del mundo era llegar del colegio y al abrir la puerta de mi cuarto darme cuenta de que había agotado la paciencia de mi madre con respecto al desorden de nuestro armario. Todo lo que había en el armario estaba tirado en el suelo. Todo, incluido las perchas. Me daban ganas de ser huérfana de la frustración. Aquello conllevaba horas y horas de colgar, doblar, meter en los cajones, subir a las baldas….un espanto porque sabías que era trabajo en balde. Cuando después de 3 horas de ordenar, daba 2 pasos para atrás y contemplaba el armario esperando ver un resultado digno de revista de decoración…lo que veía era algo así como un Tupper petado de comida..todo apretado, sin organización y lo que era peor sin ninguna posibilidad de mantenerse en ese equilibrio inestable. Cerraba a presión la puerta y esperaba que mi madre aguantara un mes por lo menos.
Ahora que sé que mi madre no tiene potestad sobre mi armario no tengo ese peso sobre los hombros pero no consigo nunca que esté ordenado. Cuando llega el mes de septiembre y quito toda la ropa de verano, coloco la de invierno, intento tener un método; aquí las faldas, aquí los pantalones, allí las camisas, este cajón para camisetas, está balda para jerseys gordos, aquí la ropa de estar en casa. El primer problema es que para aplicar el método correctamente necesitaría el triple de espacio del que dispongo. El segundo problema es que necesitaría no solapar conceptos: el jersey gordo que me pongo en casa cuando hace mucho frío..¿dónde lo pongo?, los vaqueros son de sport pero también me los pongo para venir al trabajo, ¿ la ropa de piscina donde la pongo?. Así que empiezo con un método y acabo rendida a la evidencia de que es imposible.
Y entonces aplico mi método fraude: ordeno solo lo que se ve desde la puerta del vestidor, la primera línea. Lo demás es el caos pero da igual…mi madre cree que soy ordenada y mis hijas también. ¿ Qué más se puede pedir?.
Ahora que lo pienso lo mismo es un superpoder…hacer creer a los hijos que eres ordenado….mmmm…bueno, prefería el brazo de goma, pero no está mal.
viernes, 11 de noviembre de 2011
LOS LIBROS DE COLORES
A esto me dedico. Ha quedado clarísimo, ¿no?
martes, 11 de junio de 2013
FALSA MÍSTICA BLOGUERA
lunes, 10 de diciembre de 2012
DES-PROPÓSITO.
Ayer, el Ingeniero y yo estábamos viendo Salvados, saltaron los anuncios y antes de que nos diéramos cuenta había una tía buena probándose trapitos y diciendo gilipolleces en le tele.
- Pero... ¿este anuncio de qué es?
- Moli, ¿qué más da? Hay una tía que está hiperbuena y con unas curvas increíbles y aquí estamos tan a gusto.
- Tan a gusto tú, a mi me parece una absurda intensa.
- Y eso ¿Qué más da? No la queremos para hablar con ella.
- Ah mira...anuncia ropa...desigual.
- ¿ Desiqué?