miércoles, 22 de mayo de 2013

WEIMAR Y NOSOTROS.


1919. Alemania pierde la I Guerra Mundial. A finales de diciembre de 1918, el ejército alemán vuelve a casa derrotado, herido y andrajoso. 2 millones de muertos y 4.200.000 heridos. Los alemanes no saben cómo recibirlos. Cuatro años antes los habían despedido enforvorecidos de entusiasmo patriótico y convencidos del éxito de su país en aquella guerra de la que nadie comprendía muy bien el motivo.

Ahora han perdido la guerra, están derrotados. Las potencias europeas: Inglaterra, Francia y Estados Unidos quieren cobrarse las compensaciones de guerra, todos los desastres provocados por Alemania durante estos 4 años.

Alemania es un país humillado, derrotado y en crisis económica. Por una serie de carambolas políticas, revueltas de los trabajadores, y rebeliones de los soldados y marineros desmovilizados repentinamente y que se encuentran sin trabajo ni futuro, el Káiser es derrocado, se reúne una Asamblea Constituyente, se elabora una Constitución y se declara la República de Weimar en el verano de 1919.

Apenas 9 meses después de terminada la guerra Alemania ha dejado atrás su pasado imperial y monárquico y se ha convertido en una República con una Constitución. Ha dejado de ser una sociedad del antiguo régimen para convertirse en una sociedad moderna.

Berlín. 1920. Una ciudad de cuatro millones de habitantes. Enorme, con una red de transporte espectacular, construcciones nuevas que dejan al visitante boquiabierto, miles de personas yendo y viniendo a trabajar cada día en transporte público y muchos de ellos llegando a sus viviendas, modernas, confortables y llenas de luz construidas por el Estado para hacer la ciudad más habitable. Los fines de semana todos esos trabajadores salen de la ciudad para disfrutar de los bosques que rodean la ciudad, los lagos, los paseos. Otros aprovechan para ir al cine, al teatro, a los espectáculos de variedades, a la Ópera, a los miles de cafés con espectáculo que había por toda la ciudad. Las mujeres, que se habían incorporado al mundo del trabajo masivamente durante la guerra por la falta de mano de obra masculina, ven como la vuelta de los soldados las expulsa del mundo laboral. Es la mano de obra femenina en fábricas y factorías la primera que notará la crisis que se avecina.

Berlín en 1920 era muchísimo más moderno de lo que somos capaces de imaginar en 2012. El estilo de vida que llevaban era muy parecido al nuestro: trabajo entre semana, con jornadas de 8 horas conseguidas por las reivindicaciones sindicales a comienzos de la República, fines de semana de diversión con escapadas y paseos, mujeres trabajadoras que pueden ser independientes económicamente y que no están abocadas a casarse como única finalidad vital, libertad sexual, auge del cine, la radio y nuevas formas de arte.

El Berlín moderno era un caleidoscopio de cosas muy dispersas, a cual más entretenida. En la década de 1920, había otras ciudades, como Nueva York o Londres, tan ajetreadas y agobiantes como Berlín. Otras, como París, también lo eran, pero mucho más hermosas, con más encanto. El Berlín de la época de Weimar era una ciudad especialmente palpitante: capital de un país derrotado en una guerra, y centro de un peligroso conflicto político no resuelto. Al mismo tiempo, una ciudad nueva se alzaba sobre lo que había sido la capital durante el último cuarto del siglo XIX, es decir la abrumadora y tranquila residencia regia y sede del Gobierno prusiano. Tras la unificación de Alemania, en 1871, experimento un rápido desarrollo. Se multiplicaron las fábricas y el nivel de vida de sus habitantes creció como la espuma, hasta convertirse no sólo en la capital del estado de Prusia, sino en uno de los principales centros de poder en Europa, tanto para lo bueno como para lo malo”.

Ahora mismo nos sentimos conectados con el mundo entero gracias a Internet, pero en los años 20, los alemanes, gracias al auge del cine y de la radio sobre todo, podían enterarse de todo lo que ocurría, incluso de lo que ocurría a miles de kilómetros de su ciudad: las noticias, un concierto, un combate de boxeo, una conferencia. Repentinamente las distancias mundiales se habían reducido. Fue una auténtica revolución que ahora mismo somos incapaces de comprender. Nos parece que internet nos conecta con todo el mundo…pero realmente no ha sido una revolución, no nos ha acercado a nada que no conociéramos. Antes de internet, teníamos los aviones, los trenes de alta velocidad, los coches a disposición de todo el mundo, la radio en su máximo desarrollo y la televisión…por no hablar del teléfono al alcance de cualquiera. Internet ha hecho más accesible la información, pero ya sabíamos que esa información estaba ahí. Somos incapaces de comprender lo que significaba para un alemán de 1929 escuchar en la radio las noticias sobre el crack de la bolsa en 1929...escucharlas y saber que de alguna manera eso le afectaría.

A pesar de la guerra y sus desastres, a comienzos de la década de 1920, Alemania podía empezar a mirar con cierto optimismo y alegría de vivir el futuro, los “felices años 20”. Sin embargo todo fue un desastre, un desastre que acabó en la IIGM y en la destrucción de la vida de millones de personas, de varios países e incluso de la propia ciudad de Berlín.

Leyendo “La república de Weinar. Presagio y tragedia” uno va sintiendo como los alemanes caminan sin creérselo hacia un abismo. Creían que lo peor que les podía haber pasado era la IGM, daban por supuesto su situación, su trabajo, sus ciudades, sus posibilidades, sus esperanzas…Todo era un avanzar hacia delante, el progreso estaba en sus derechos laborales adquiridos, en la libertad sexual, en su fabulosa red de transporte, en la diversión, en el cine, en el jazz que llegaba de América, en las nuevas viviendas construidas en Berlín pensadas para ser modernas, cómodas y en equilibrio con la naturaleza. Todo era progresar.

Este cierto optimismo vital que intentaba hacerse un hueco en la sociedad alemana se enfrentaba a una situación política y económica desastrosa.

Políticamente la República de Weimar fue un caos. Los partidos conservadores nunca fueron partidarios de la República y se dedicaron a tolerarla intentando boicotearla desde dentro, los comunistas tenían que luchar contra la imagen que el comunismo soviético estaba proyectando y se enfrentaban a una sociedad que añoraba el pasado monárquico y al Kaiser y los partidos que llamaríamos de centro iban y venían según les convenía.

Como en toda economía de mercado, los ricos accedían al Gobierno con más facilidad que las clases medias o las más desfavorecidas. Desde su posición de privilegio, recortaban los programas de bienestar social de la República, al tiempo que se lamentaban con amargura de un sistema que, en su opinión, daba más alas a vagos e indigentes que a la gente trabajadora de verdad. En la extrema derecha se gestó una política que idealizaba la violencia y el antisemitismo por motivos raciales. A la sombra de la revolución bolchevique, la izquierda optó por métodos militaristas”

Pero la verdadera amenaza para la Coalición de Weimar y para la próxima existencia de la República siempre vino por parte de la derecha, no de la izquierda. Quizá haya que buscar la explicación en las cifras: es probable que fueran muchos más los alemanes de derechas que los de izquierdas. Y, lo que es más importante, la derecha tenía el poder, estaba bien relacionada y contaba con representantes en las principales instituciones del Estado y de la sociedad, en el mundo de los negocios, la burocracia, el Ejército , las universidades y las confesiones religiosas. Disponía de agitadores callejeros y pendencieros tabernarios, pero en sus filas también había banqueros, hombres de negocios, coroneles, profesores y clérigos: era una derecha heterogénea y muy dividida, que no se uniría como fuerza política cohesionada hasta el final de la República, cuando no tuvo remilgos en apoyar a Hitler y a los nazis”

Era un equilibrio inestable de fuerzas políticas protagonizada por políticos de poca categoría, cegados por el interés partidista y con nulo sentido de estado. Los mejores políticos de la época, aquellos que hubieran podido llevar a Alemania hacia un equilibrio político interior y una posición de fuerza internacionalmente fueron asesinados, como por ejemplo Walter Rathenau.

La incapacidad política podía haber pasado sin pena ni gloria si la situación económica hubiera sido de bonanza. Pero la grave crisis económica demostró aún más esa lucha partidista y esa carencia de sentido de estado.

La República de Weimar tuvo primero que solventar una grave crisis económica provocada por la I Guerra Mundial. Cuando las fábricas volvieron a un nivel aceptable de producción y la economía empezó a fluir, Bélgica y Francia ocuparon la zona del Rhur y los políticos alemanes optaron por hacerse los dignos y ordenar que se parara la producción de todas las fábricas de esa zona mientras la ocupación se mantuviera. El resultado de esa absurda política fue una hiperinflación como nunca antes se había conocido que favoreció a los que estaban endeudados y provocó situaciones tan absurdas como que los salarios se pagaran dos veces al día o la emisión de un billete con un valor de 500 millones de marcos. Superada la hiperinflación , llegó el crack de 1929 que provocó una crisis económica mundial que se cebó principalmente en Alemania que había conseguido salir de la hiperinflación gracias a la inyección de dinero de los bancos americanos. Cuando éstos cayeron con el crack del 29...Alemania entró en una crisis que barrió toda esa seguridad vital y esa creencia en el progreso tanto económico, como social o cultural.

Entonces se produjo la crisis económica mundial, que comenzó, como es de sobra sabido, con el hundimiento de la Bolsa en Estados Unidos en octubre de 1929, y que desembocó en una crisis del sistema financiero y productivo. Sus efectos no tardaron en notarse en Alemania: no en vano gran parte del resurgimiento económico de los años anteriores se había producido gracias a las inyecciones de capital norteamericano. En cuanto los bancos estadounidenses retiraron los fondos, la banca alemana sufrió una crisis de liquidez, con consecuencias muy negativas para la economía de la nación. Probablemente ningún otro país se vió tan afectado por la crisis como Alemania. A mediados de 1932, en lo peor de la Depresión, un tercio de la mano de obra del país, se había quedado sin trabajo. “

A pesar de este desastre político y económico, Weimar fue una época de esplendor cultural, artístico y de pensamiento.

Arquitectónicamente, en Berlín se construyeron viviendas que aún se mantienen en pie y que me han alucinado por su modernidad. Se pensaron para familias con dos hijos, por primera vez se separaba la cocina del salón para preservar la zona de estar de los humos y olores y además había ventanas al exterior. También se cuidaban las zonas ajardinadas. Por supuesto, no todo era idílico, muchísima gente seguía viviendo en casas insalubres, en habitaciones enanas, apiñados pasando frio en invierno y calor en verano, pero lo que me ha llamado la atención es que esas viviendas parecen, son “modernas”…parecen de “ahora”, no son tan distintas de las que se construyen ahora.

Por supuesto y también igual que ahora, se construyeron edificios curiosos y que resultaron un poco chocantes en su momento y ahora se han convertido en atracciones turísticas, como la Torre Einstein, construida por Eric Mendelshon. A mí, la verdad es que me gusta…en mi próxima visita a Berlín pienso ir a conocerla.

La década de 1920, fue la época de apogeo de la fotografía que empezó a popularizarse. La fotografía era un instrumento para conocer al nuevo gobierno, a los comunistas, los adelantos científicos, a las estrellas de cine, otros paisajes,. “ Fueron los fotógrafos de la época de Weimar quienes se encargaron de establecer los nuevos fundamentos teóricos de la estética”. Era además una profesión “ que abría la senda para los nuevos talentos, entre los que se contaban las clases inferiores y los desplazados por razones étnicas, como los judíos”.

Me han encantado las fotos de Moholy -Nagy, un fotógrafo húngaro que llegó a Berlín tras la guerra en 1920. Trabajó con Gropius en la Bauhaus. Tiende a la abstracción, líneas y elementos conocidos despojados de su significado. Fotografía sin título desde la torre de la radio de Berlín, Barcos en el puerto viejo de Marsella”…y una superchula de la que no he encontrado reproducción “ Mañana de año nuevo”…

Fue así mismo una etapa de libertad sexual y es curioso el capítulo de Weisz dedica a explicar la preocupación de los alemanes por mejorar su vida sexual en todos los aspectos y como acudían en masa a comprar libros sobre el tema o a sesudas conferencias en donde se explicaba como mejorar la vida sexual. Había, además, un culto al cuerpo, a la salud, la desnudez se veía entre la derecha como una reencarnación del antiguo espíritu alemán…parte de esto fue asumido por los nazis y sus ideas sobre la superioridad de la raza aria…pero en su momento Hans Suren ( gurú de estas ideas) estaba creo yo, pensando en otra cosa.
Democracia, república, explosión de las comunicaciones y nuevas expresiones culturales y artísticas. Progreso y optimismo por un lado y por otro una crisis brutal que golpea a la población.

Revolución, Versalles, intentonas golpistas, hiperinflación y por si fuera poco, la crisis mundial. ¿Cómo iba a ganarse la república la confianza de los ciudadanos alemanes? Así, la crisis económica pronto dejó pasó a una crisis de legitimidad del sistema político.”

Frente a una situación así, los ciudadanos alemanes y especialmente los de Berlín, se volvieron hacia sus dirigentes para encontrarse con que aquellos no tenían la más remota idea de cómo solucionar los problemas.

En 1932, en lo peor de la depresión, Alemania vivió dos elecciones legislativas, dos presidenciales y numerosas locales y regionales. Hindeburrg dejó manos libres a Bruning para intentar solventar la crisis y adoptar medidas antiinflaccionistas que, según él, sacarían a Alemania de la depresión. Procedió a recortes sustanciales del gasto público, especialmente en materia de derechos sociales y a despedir a funcionarios civiles o recortarles el salario, medidas que sólo sirvieron para que el malestar fuera a más entre la población, y en nada revitalizaron la economía, que, a decir verdad, fue a peor. “

Esto suena tan increíblemente actual que dan ganas de decir esa frase tan manida de “La historia se repite”.

Todos los indicadores económicos positivos del segundo periodo de la R. de Weimar - alta productividad, consumo en alza e innovaciones tecnológicas- sufrieron un grave descalabro durante el invierno de 1929-1930. El hundimiento del mercado de valores en Estados Unidos, en octubre de 1929, provocó una crisis en el sistema bancario que no tardó en dejarse sentir en Alemania, desde el momento en que los bancos estadounidenses reclamaron el pago de los créditos que vencían a corto plazo. La crisis, que comenzó siendo sólo financiera, no tardó en afectar a la producción, y se agravó en cuanto las empresas empezaron a despedir personal, los ingresos estatales disminuyeron y la demanda se vino abajo. A principios de 1932, en Alemania había oficialmente seis millones de parados, aproximadamente un tercio de mano de obra disponible”

¿Qué ocurrió entonces?

“Una vez más las condiciones de vida empeoraron, los planes de futuro saltaron por los aires y las esperanzas se volatilizaron”

Lo peor de todo esto es lo de que las esperanzas se volatilizaron, se volatilicen. Frente a la creencia en que el progreso es imparable, y las condiciones laborales, jurídicas, económicas o sociales siempre “avanzan” y una vez conseguidas no hay vuelta atrás…Weimar es la demostración de que se puede ir “hacia atrás”, sin necesidad de que haya una guerra, ni un dictador. En unas condiciones democráticas más o menos ideales, con una sociedad moderna, culta, trabajadora e informada…todo puede venirse abajo, sin más.

La historia de Weimar es un claro ejemplo de que una sociedad en la que no existe el consenso, que carece de una ideología o de un grupo político hegemónico, es un reducto lleno de peligros. No hay ningún sistema democrático capaz de soportar una situación en la que se magnifiquen todos los conflictos hasta el punto de que todo se ponga en entredicho. Mucho menos si sus dirigentes tratan de minar la democracia desde dentro, quejándose sin cesar de un sistema en el que mantienen sus privilegios, mientras disponen de inmensos recursos a sus disposición

"La Alemania de Weimar significa todavía algo para nosotros. Su increíble creatividad y sus experimentos liberadores, tanto en el terreno de la política como en el de la cultura, nos llevan a pensar que es posible alcanzar unas condiciones de vida mejores, más humanas y más prometedoras. Nos recuerda que la democracia, que es un objeto delicado, y la sociedad, fruto de un equilibrio inestable, siempre se ven amenazadas y pueden saltar por los aires. Weimar es una muestra de los peligros que pueden aparecer cuando no hay consenso social en ninguna de las cuestiones fundamentales, ya sean políticas, sociales o culturales. La democracia es un terreno abonado para mantener toda clase de debates que merezcan la pena, para que germine el espíritu de la cultura. Pero cuando cada desencuentro, desde la intimidad del dormitorio conyugal a la estructura de los negocios, se convierte en una cuestión de vida o muerte sobre los rasgos distintivos esenciales de la vida humana, cuando cada controversia es capaz de provocar una hecatombe, cuando no hay un sistema de valores imperante que suscite la adhesión de los ciudadanos, la democracia no tiene un futuro. Menos aun cuando hay grupos fuertes de esa misma sociedad democrática tratando de socavar y destruir su razón de ser a cada paso. Las amenazas contra la democracia no solo provienen de sus enemigos externos: también pueden partir de aquellos que emplean el lenguaje de la democracia y utilizan las libertades que les otorgan las instituciones democráticas para minar su propia esencia. Weimar representa un aldabonazo para que nos mantengamos vigilantes ante tales individuos, porque lo que suceda a continuación puede ser algo malo, incluso peor de los nos imaginamos”

Hable sobre La Alemania de Weimar. Presagio y tragedia de Eric. D. Weitz en un post en el mes de julio. Tenía este post más o menos escrito desde agosto y hoy y tras terminar hace poco “Berlín (II) Ciudad de Humo” de Jason Lutes…le ha llegado el turno.

Es, con mucho, el post más largo que he escrito. Y me gusta.

lunes, 20 de mayo de 2013

MATERNITY (CXVIII) : JERGA EUFEMÍSTICA MATERNAL.



Yo ya no tengo bebés. Las princezaz son mayores y en mi entorno hay pocos bebés. No han pasado tantos años desde que fui una pipiola con un gremlin gris recién nacido y sin puñetera idea de qué hacer con él. Digo que no han pasado tantos años y sin embargo parece una eternidad..¿por qué? Pues porque observo con estupefacción la neolengua que se está implantando entre las nuevas generaciones de madres y estoy flipada. Al mismo tiempo doy gracias al cielo de que esta jerga eufemística fuera inexistente o de uso muy restringido cuando yo tenía bebes porque mis niveles de hostilización hubieran sido claramente incompatibles con la vida.
¿En qué consiste la neolengua maternal?  Pues básicamente en darle un nombre que se supone más “cool” a cosas que ya tenían nombre. El nombre que ya tenían cumplía a la perfección con su función, a saber, bastaba decirlo para que todo el mundo supiera de qué hablabas y lo que implicaba. Con la jerga eufemística maternal que se está poniendo tan de moda, solo las “madres”, las pertenecientes al club, a la selecta secta, saben de qué cojones están hablando.
Algunos sencillos ejemplos.
“Porteo”.
Con dos cojones. Para cualquier persona normal y no perteneciente a la secta, porteo evoca el Everest y enjutos nepalís acarreando los fardos de los europeos en su ascensión a la cumbre más alta del mundo, evoca a Merly Streep en Memorias de África y a sus kikuyu llevando su porcelana…o siendo menos místicos, porteo evoca acarrear bolsas y paquetes cuando llegas de viaje a casa.
Pues no. Porteo en su acepción “cool” de neolengua maternal significa cargar con tu bebé. Lo que toda la vida de Dios desde que el mundo es mundo se ha llamado TENER O LLEVAR EL BEBÉ EN BRAZOS que como todo el mundo sabe es un coñazo de mil pares. Las adictas a la neolengua, que no son tontas, lo han maquillado un poco. Ellas no llevan a los niños en brazos, lo llevan pegado al cuerpo en mochilas, bandoleras, pañoletas y cualquier cosa parecida a un trapo que se pueda anudar o sujetar  al cuerpo de la madre y aguantar el peso del churumbel. Por supuesto, porteo conlleva además un ligero toque a “desarrollo emocional” y “tacto sensorial”…que para mi gusto intenta disimular el hecho de que llevar al niño en brazos es agotador, muy cansado y claramente incapacitante, mientras que llevarlo pegado al cuerpo inmovilizado, mientras al niño le permite desarrollarse emocionalmente, permite a la madre hacer algo con los brazos…y no pasar por una desnaturalizada que lo deja en la sillita, la hamaquita o la cuna y pasa de “portearlo”.
Es decir, definición correcta de porteo: llevar al niño atado al cuerpo porque estoy harta de no poder hacer nada con los brazos pero sin que se note.
“Lactancia materna.”
Para cualquiera que conozca el castellano, lactancia materna suena a  orgía de madres mamando y no tiene nada que ver con eso. Es justo al revés, es madres dando de mamar…lo que de toda la vida de Dios desde que el mundo es mundo se ha llamado AMAMANTAR o DAR DE MAMAR. Amamantar es lo que hacen los mamíferos y resulta que las madres de la secta son mamíferos pero no quieren serlo o quieren serlo sólo un poco, la puntita. Amamantar o dar de mamar es vulgar, lo hacen las vacas, los perros, los gatos y lo hacían nuestras madres y nuestras abuelas. Las madres modernas nativas de la neolengua no amamantan, están a favor de la lactancia materna. Ellas ni siquiera dan de mamar, optan por la lactancia materna que parece algo más científico, más pensado y más consciente. Las perras amamantan a tontas y a locas, ellas no. Por supuesto si amamantas a lo mejor un día estás harta, te duele todo y te planteas que estás un poquito hasta el moño del tema, si optas por la lactancia materna jamás tendrás dudas, es dogma de fe.
Definición correcta de Lactancia materna: amamantar sin rechistar.
“Colecho”.
Esta es de mis favoritas. Colecho suena o bien a que el tío que da el yeso te está echando otra lechada en las paredes de tu casa o a algo de sexo y orgía, algo comunitario en camas, en lechos.  


Pues tampoco. Colecho viene a ser lo que toda la vida de Dios desde que el mundo es mundo se ha llamado METER AL NIÑO EN TU CAMA PARA VER SI DEJA DE LLORAR Y PUEDES DORMIR UN POCO.


Decir que metes al niño en tu cama porque estás agotado de no dormir, de que llore 20 veces por la noche, de levantarte de la cama, pelearte con tu pareja, dejarte los dedos de los pies contra la puerta, la silla y las patas de la cama...queda de mal padre consentidor, parece que te has rendido. Cuando metes al niño a dormir contigo, al día siguiente tienes ojeras, no has pegado ojo y tienes un tirón en los riñones de la posición de tensión que has tenido para no aplastarlo (si es bebe) o por su codo/rodilla en ellos si ya tiene una edad. Por supuesto, reniegas de ti mismo por ser débil y no conseguir que tu churumbel aprecie la maravilla que es dormir solo en su propia cuna/cama.


Practicar el “colecho” es otra cosa. El niño duerme en tu cama porque es lo mejor para su desarrollo, favorece el contacto familiar, la armonía de los chakras y la alineación planetaria. Los practicantes del colecho se levantan felices cual perdices, aseguran que jamás han dormido tan bien y venden por ahi que no se pueden creer que hayan tardado tanto en descubrir lo maravilloso que es dormir 3 en una cama pensada para 2...o incluso 4 los más adictos. Su vida sexual nunca ha sido más plena. Por supuesto creen a pies juntillas que en algún momento su bebe o niño ya con pelos irá a dormir a su cama...pero en un futuro lejano...no hay prisa.


Definición correcta de Colecho: meter al niño a dormir en tu cama porque estás hasta el moño de levantarte, porque te has rendido pero disfrazarlo de planazo chupipandi de armonía cósmica y trascendente.

“Crianza natural”

Ésta es me fascina. Suena tan a llevar cofia y delantal y salir al porche a tocar la campana para que los churumbeles vengan corriendo a tomar el desayuno de gachas que se te saltan las lágrimas de ternura.

Crianza natural sin embargo es lo que toda la vida de Dios desde que el mundo es mundo se ha llamado “CONSENTIR A UN NIÑO HASTA EL INFINITO”.

Si tu hijo hace lo que le da la gana, come lo que le apetece, duerme cuando le rota, come a su ritmo, no hay normas, no hay castigos y tú le das muchos besos y abrazos y dices que es el más mejor del mundo mundial, tu madre (que es una retrógrada)  puede venir y decirte “Hija mia, este niño está muy mimado”.

La “crianza natural” es otra cosa. Es “ una manera de educar, considerar y tratar a sus hijos con fundamento y desde el corazón”, que por lo visto implica que el niño haga lo que le de la gana mientras los padres sonríen felices pensando que no están criando a su hijo “artificialmente”...que supongo que debe ser poner orden, educar, enseñar, corregir y decir que no unas cuantas veces para que los churumbeles aprendan.

Tengo algún que otro ejemplo, pero intuyo que esto puede ser una exitosa serie. Lo dejo aquí por ahora, dejando claro que yo a mis hijas jamás las portee, les dí de mamar hasta que me aburrí, las metí en mi cama solo por causas de fuerza mayor y soy más de crianza "artificial".

Espero que no vengan a por mí.

viernes, 17 de mayo de 2013

HOMELAND: drogas y pegas.

Hace unos años, cuando ya tenía el blog, me enganché a varias series. Y cuando digo “enganchar” quiero decir eso, en plan adicta, en plan yonki, en plan “dame mi dosis o te pego”. Me pasó con Rome, me paso con The Sopranos, con Band of brothers, con The Wire, con In treatment y ya con menos fuerza con Mad Men. No podía esperar a que llegara el momento de sentarme en el sofá y meterme mi dosis…y al terminar cada serie me sentía huérfana. Buscaba información en internet, veía videos en you tube…lo que fuera con tal de pasar el síndrome de abstinencia hasta la siguiente droga (serie) a la que me enganchara.

Luego se me pasó esa etapa, empezaba a ver series y no me enganchaban, me dormía en mitad de un episodio y la mayor parte de las veces me apetecía más sentarme a leer que ver algo en la tele.

Tienes que ver Homeland.

Pues ya la he visto, ayer terminé la primera temporada. Me ha durado un par de semanas lo que podría llevar a pensar que me he enganchado y que he recuperado algo de mi pasado de adicta a las series.

Pero no. No está mal, está entretenida y no agrede pero no he conseguido meterme en la historia tanto como para no verle “pegas”. Cuando le veo “pegas” a algo es que no me ha enamorado. A ver, no es que sea cretina (si, si,  anónimos sé lo que vais a decir:  “claro que eres una cretina…una de primera categoría") y no vea más que bondades en las cosas que me molan, pero normalmente las cosas malas que veo no me “distraen”. En Homeland me he encontrado un montón de veces distraída por esas “pegas”, pensando en que había un giro de guión que se había quedado colgando y que no tenía sentido o pensando auténticas bobadas pero que obviamente han hecho que no me haya enganchando a lo bestia.

¿Qué pegas le veo? ¿Qué pegas me han distraído?

La historia. No he visto todavía la segunda temporada, pero obviamente él tenía que ser malo, que pareciera bueno, que pareciera malo, que pareciera un poco bueno, un poco malo y así en un ir y venir que se supone que entretiene pero que a mí me distrae y al final me dispersa. Me da igual que sea un esforzado marine que un terrorista islámico…me interesan otras cosas del personaje, pero eso es otro tema..que irá a otro post o no.

Ella. Nada más salir la protagonista ya sabes que está loca y que por tanto a los tíos les va a molar. Es rubia, es inteligente, está como las maracas de machín, no come, no duerme, bebe, folla en coches y lleva un gorro de lana de estibador de puerto calado hasta las cejas. Es una loca lista,  un “misterio con patas”, un auténtico imán para los tíos. Hay que reconocer que Claire Danes hace un papelón y está estupenda, a ratos pelín exagerada pero le va al papel. A mí sin embargo me distraen varias cosas. Si es una superprofesional del espionaje, una tía que solo piensa en coger a los malos, ¿por qué la caga y se lía con el protagonista? No estoy en contra de que se lie con él, pero hombre¿no ha visto a James Bond? Nunca hay que enamorarse. Y peor, esa tía es espía de la CIA, todo supersecreto ¿qué sentido tiene que su salón desde el que monta la operación de escucha ilegal  y donde tiene una pared de corcho donde cuelga toda la información secreta NO TENGA CORTINAS NI PERSIANAS NI NADA?? ¿Cómo se come lo de “información clasificada” y “top secret” con lo pongo todo aquí  para que lo vea el vecino, el jardinero y cualquiera que pase?

El. Me perturban varias cosas, tras engancharme al Capitán Winters en Band of brothers,  ahora de sargento Brody me lo creo regular. Me lo creo de bueno, pero de malo es que no, lo máximo que hace es apretar las mandíbulas y mirar muy fijamente con cara de “soy malísimo” y no me lo creo. Que probablemente de eso se trate, no digo que no, pero que me distraigo pensando que no me lo creo de malo y así no hay quien se enganche a la trama. Además, a mí los pelirrojos no me gustan, (quitando a mi sobrino Littlered), bueno no es que no me gusten pero me resultan cero sexys…asi que tampoco me creo que ella caiga rendida a sus pies, aunque bueno como está loca y se atufa pastillas a porrillo que combina con alcohol en elevadas dosis puedo entender que se le nuble el criterio (nos ha pasado a todos, bueno… a mi no, porque no tomo pastillas de litio…esto…bueno da igual).

La mujer de él. Otra elegida para molar a los tíos y ser el contrapunto a la chalada de la protagonista. Palabra que la define: aburrida. Lo más chulo que hace en 12 episodios es cortarse el pelo ¡ah! y echar un polvo bastante bueno en el primer episodio con el amigo de su marido. El resto del tiempo ¿qué hace? Les pasa la mano por la cabeza a sus hijos, saca cosas del horno y acarrea bolsas de la compra, nada más. Es guapa, mona y los de estilismo saben el tipo de escote que le favorece. Ah sí, y tiene otra cosa fascinante. Duerme con su marido y él se levanta todas las noches para hacer algo “misterioso” y ella ni una sola de las noches se despierta y dice ¿dónde estará este tío? O duerme como un ceporro o sinceramente se la pela lo que esté haciendo el panocho. Cualquiera de las dos cosas es de ser aburrida.

El amigo que se lía con la mujer. ¿Quién ha hecho ese casting? Por favor, ese tío está sacado de una tv movie cutre. Cero atractivo, cero sexy y otro que aprieta mandíbulas en el colmo de la expresividad actoral. Eso sí, tiene una bonita voz.

Estilismos. Lo sé, parece superficial, pero cuando me distraigo fijándome en esas cosas es que la trama me está enganchando poco. Primero ella, vamos a ver es espía, agente secreto o como quieras llamarlo, entiendo que a Langley donde todos van de traje y corbata (otra cosa que no entiendo) se calce el traje de chaqueta (solo tiene uno o varios iguales) y los taconazos, pero ¿para ir en el coche, para ir a la compra, para ir a ver a la hermana? Y luego en el colmo de la frivolidad y la dispersión: esa chica tiene un vestidor de los de caminar dentro ¿por qué solo tiene un bolso en toda la serie?

Con los estilismos además tengo otro problema grave y es que me perturba no saber en qué estación del año se supone que transcurre la acción. En esta y en muchas otras series el confusionismo estilístico campa a sus anchas. En un mismo capítulo la loca sale con gorro de lana, la mujer del protagonista va en vestido de tirantes, el protagonista sale a correr como si estuviera en Stalingrado, por la noche toman te en un porche como si fuera agosto, luego están los dos en una cabaña en manga corta y en la escena siguiente llevan abrigo. No entiendo nada.

Me han molado los secundarios. Iñigo Montoya haciendo de su padre está genial y Sal el acompañante de la loca es un personaje muy conseguido. Al jefe negro me lo creo menos, básicamente porque lo único que hace es tocarse los botones de la chaqueta y poner cara de circunstancias.

Trama. He llegado al final de la primera temporada y me quedan un montón de cosas pendientes, ¿qué ha pasado con la preocupación por el traidor que hay en el lado de los buenos? ¿Qué ha pasado con la historieta del collar y el malo que se carga a la del harén? ¿Dónde está el chaleco explosivo que no ha funcionado? ¿El amigo por qué ha desaparecido de la faz de la tierra? ¿Cómo encaja la casa del aeropuerto con lo que luego hacia Tom Walker? ¿Dónde está la rubia que había contado lo de Tom Walker?

Vaya, ha sido terminar de escribir esto y tener unas ganas tremendas de seguir con la segunda temporada. A ver si es que Homeland es una droga de efectos retardados.



Hay gente que hace críticas serias. Os recomiendo esta de Alberto Nahum.

jueves, 16 de mayo de 2013

LOS SINHIJOS VISTOS POR LOS CONHIJOS.



Los sinhijos son gente que por la razón que sea no tiene hijos. Hay muy pocos sinhijos absolutos, muy pocos. Como ya dije, los sinhijos en muchas ocasiones son vistos por los Conhijos con envidia y en algunas ocasiones con mucha envidia, pero en otras son vistos con odio, con rencor y en algunos casos con deseos de venganza.

Lo que determina si ers un sinhijos estupendo o un sinhijos cabrón depende de como te comportes con los hijos de los conhijos.

Si eres un sinhijos que directamente no te relacionas con los hijos de los conhijos es muy posible seas muy muy envidiado por tu vida sin compromisos y plena de tiempo para ti, pero que pierdas la relación con tus amigos conhijos.

Si te relacionas con ellos hay que tener en cuenta que  igual que hay una serie de cosas que los conhijos hacen y sacan de sus casillas a los sinhijos, también las hay al revés. Si eres un sinhijos hay una serie de cosas que conviene que no hagas, primero para que tus amigos conhijos no te odien y si eso te da igual, para no darles motivos para vengarse cuando tengas hijos, ya he dicho que hay muy pocos sinhijos absolutos.



1.- No pontifiques. “Lo que hay que hacer con los niños es…” Siento decirte que no tienes ni idea, pero ni la más remota. Puede que estés viendo a una madre regañar a su hijo en el parque completamente fuera de sí  mientras intenta controlarse y tengas la tentación de pensar que lo que habría que hacer es hablar con calma al niño, tranquilamente y hacerle entender que no puede desnudarse porque va a coger frío. Puede que creas que el problema es así de sencillo y que con una charla comprensiva todo se solucionará. No tienes ni idea. Esa madre probablemente lleve más tiempo en el parque del que tú puedes soportar, haya jugado a los cacharritos, haya estado pegada al tobogán viendo a su churumbel tirarse 45 veces, haya “dado” en el columpio 1 hora y todo eso después de currar. Está más allá de la charla comprensiva, sabe más que tú sobre las posibilidades que tiene de convencer a su hijo de que no se despelote y sabe que son las mismas (o menos) que de convencer a un ficus de que le broten   margaritas.



2.- Es fabuloso que te gusten los niños de los conhijos. Es estupendo que te mole jugar con ellos y hacerles reír y descojonarte y todo eso, pero controla su umbral de excitación si no vas a estar con ellos cuando lo traspasen. Es decir, si eres un sinhijos y te vas a quedar a cuidar a los churumbeles de unos conhijos una noche o un fin de semana puedes llevarlos a cruzar el umbral de excitación y mucho más allá. Tú te los guisas y tú te los comes, pero si vas a pasar un ratito una tarde y luego te vas a ir a casa, contente. Juega con ellos, hazles reír, entretenlos, diviértete pero controla. Si los sobrexcitas haciendo que se vuelvan gremlins descontrolados reticentes a la rutina que tu amigos conhijos han conseguido elaborar a base de sudor, sangre y lágrimas y te piras a casa pensando “como molan los niños pero estoy agotado y me pienso tirar en el sofá a no hacer nada”…tus amigos conhijos te odiarán muchísimo.



3.- Tu tiempo es tuyo y lo gestionas como quieres, los conhijos tienen otro uso y “disfrute” del tiempo y hay una serie de horarios sagrados. No pienses que a los conhijos les gusta someterse a esa espantosa rutina en la que a las 7:30 se entra en un agujero negro de baños, cenas, cuentos, cepillo de dientes y a dormir y los domingos por la tarde son un momento para organizar mochilas, terminar deberes, quitar roña del fin de semana y planear la logística semanal. NO les gusta pero han aprendido que someterse a ella es la única manera de no volverse locos, así que por favor, no llames por teléfono queriendo tener una charla “importante” a las 20:30 y te cabrees si tu amigo te contesta con monosílabos mientras escuchas un chapoteo o s croquetas freírse. Tampoco es buena idea aparecer en casa de unos conhijos un domingo a las 20 horas porque te apetece comentar algo y vuelves de dar un paseo tras tu siesta dominical, de hecho es una idea fatal que desbaratará todos los planes de los conhijos y te hará verlos en su peor faceta, desbordados, cansados y sin muchas ganas de verte.



4.- No te equivoques de objetivo. Tus amigos son los padres, los hijos vienen en el paquete y está muy bien que quieras ser su amigo, el amigo más molón y todo eso, pero presta atención a tus amigos, no les ignores. Aunque se hayan convertido en conhijos  les mola que les hagas caso y tengas interés por sus cosas independientes de sus hijos.



5.- La popularidad mola, ser el sinhijos más popular entre los hijos de los conhijos es un objetivo molón y además fácilmente alcanzable si sabes cómo. Aparece con sobres de cromos (tolerables), con un chupachups (tolerable), un libro (padres haciéndote la ola) pero no aparezcas con peluches gigantes que a ti te flipan pero que ni en pintura comprarías para tu casa, ni con baterías, sables que hagan ruido, coches de bomberos que parezcan reales, pinturas que no hayas probado previamente en las paredes y tejidos de toda tu casa.



6.- Jamás de los jamases desautorices a un conhijos delante de sus hijos. Muérdete la lengua hasta hacerte sangre pero nunca digas cosas como: “yo creo que no es para tanto” o “déjame a mí que tú estás muy nervioso” o “el niño tiene razón”. Y si las sueltas, asegúrate de ponerte a resguardo porque la mirada que te echará el conhijos podría convertirte en estatua de sal.



7.- No conviene tampoco decir cosas como “estoy agotado” y “no tengo tiempo para nada”. Estás agotado y no tienes tiempo para nada, por supuesto que si, pero si se lo dices a un conhijos con varios churumbeles (más de 1) puede echarse a llorar sólo de imaginar la cantidad de tiempo que tú tienes a tu disposición y como en un pasado lejano él dispuso de su tiempo y no supo valorarlo y aprovecharlo como hace ahora cuando consigue una hora de solterismo Premium de luxe y se le saltan las lágrimas solo de puro alivio. Si le dices esas dos frases te expones a que te salte al cuello farfullando algo como“¿queestásagotado?¿Agotado??QuenotienestiempoNotienesniideadeloqueestaragotadosiquierestedejounratoconlasfieras y luego me lo dices”. No se lo tengas en cuenta…él está de verdad agotado.



8.- Los niños son niños y aunque sean adorables y estén perfectamente educados, no los invites a tu casa si vas a estar sufriendo por los sofás blancos, tus figuritas de Lladró, tu colección de vinilos o cualquier otra cosa. Es sencillo, una casa para 1 o 2 adultos no está preparada para recibir a una panda de churumbeles, si vas a sufrir no les invites. Y si les invitas no te quejes.



Tus amigos tienen hijos. Asúmelo. No te encabrones si a tu propuesta improvisada de las 2 de la tarde para ir a comer cocido a 100 km te dicen que no o sí te invitan a un cumpleaños hay tarta con velas y piñata. Tus amigos tienen hijos y no hay marcha atrás. Valora cuando a tu plan de la comida te dicen que no pero te invitan a comer y en el cumpleaños infantil hay tarta y velas y piñata pero al lado de la Coca-Cola sin cafeína hay ginebra, tónica y limones pensados para ti.



No es tan difícil, si los conhijos no caen en el lado oscuro de la paternidad y los sinhijos adecúan sus expectativas a la nueva situación de los conhijos, se pueden hacer mil planes estupendos.



Si el conhijos cae en el fundamentalismo se quedará sin amigos.



Si el sinhijos no para de hacer cosas inconvenientes nes posible que reciba LA MIRADA y la maldición: ojalá te reproduzcas pronto y yo lo vea.


Para los que están llegando nuevos en manada a este post y me dicen que escriba al contrario...ya lo hice y está aqui LOS CONHIJOS VISTOS POR LOS SINHIJOS. 

martes, 14 de mayo de 2013

ENSAYO SOBRE EL PAN: BARRA versus REBANADA

La barra es la unidad de medida del pan “de verdad”.
La rebanada es la unidad de medida del pan “de molde”.

Con esto el post debería acabar aquí. Barra gana a rebanada siempre, o así debería ser.

Cuando yo era pequeña se comía pan de barra en el desayuno, se empujaba la comida con un trozo de pan, se merendaban bocadillos y al llegar a la cena había días en que se decía: no queda pan.

El pan de molde era una especie de “lujo”, solo se podía comer en días especiales, los días de sandwich de nocilla y por la mañana sólo había tostadas de pan de molde si la noche anterior se había dicho “no queda pan”. En días muy muy especiales Molimadre hacía sandwiches de jamón y queso y les cortaba los bordes, el colmo del lujo.

En algún momento entre mi tierna (matadme por el juego de palabras)  infancia y mis 40 años las cosas cambiaron.

Una oscura noche, en alguna cocina, a lo mejor la de la Molicasa,  la barra de pan y el paquete de pan de molde se encontraron y se declararon las hostilidades.  El pan de molde llevaba tiempo planeando su ataque y tenía una estrategia, la barra de pan no tenía ni estrategia ni nada, confiaba plenamente en la tradición de “baja a comprar una pistola” y en la frase “ el pan es un alimento básico” así que no le dio mucha importancia a las amenazas del paquete de pan de molde jamás podría sustituirle. La barra o lo que quedaba de ella esa noche miró por encima del hombro a ese advenedizo envuelto en plástico y se volvió a su “panera” pensando “¿Cómo va a sustituirme un tipo al que hay que guardar en la nevera una vez abierto? ¿Cómo va a sustituirme un tío al que al untar la mantequilla se rompe? ¿Cómo va a sustituirme un tío al que si le metes jamón serrano y lo muerdes se escurre todo? ¿Cómo vas a mojar en la yema del huevo si se deshace al romperlo? "

Y con esos tranquilizadores pensamientos se sobó y durmió tranquilo sin preocupaciones…

El pan de molde y sus rebanadas tenían sin embargo una estrategia muy meditada. Empezaron primero con una campaña de desprestigio hacia la barra de pan atacando por donde más duele aunque fuera mentira. Esparcieron el rumor de que el pan de barra engordaba muchísimo, si querías ser esbelto y fino había que dejar de comer pan “normal” y pasarse al pan de molde.  Esto no se sostenía científicamente de ninguna de las maneras, pero ¡a quien le importa eso! ¡intoxiquemos al consumidor con imágenes de jovencitas esbeltas y felices mordisqueando rebanadas de pan! La mayoría de la gente se lanzó al consumo desaforado del pan de molde y todo eran ventajas.

“Para los niños es mejor porque se lo comen más fácil”. Años y años de series y de pelis y de libros con huerfanitos royendo mendrugos de pan echados por la borda…los huerfanitos del futuro zamparían rebanadas de pan de molde.

Se perdió completamente el criterio:

¿Comes un bocadillo? Con lo que engorda. Yo me como un sándwich integral.
Si claro, un sándwich integral con mayonesa, bacon, pollo, queso en lonchas y un toque de mostaza de Dijon…

El pan de molde jugó además la baza de “me conservo mejor”. No había que comprarlo todos los días, duraba muchos días, no se ponía malo y las tostadas en el desayuno eran como las de los bares.

Poco a poco fue ganando puntos y más puntos, haciéndose un hueco en la cesta de la compra y en las neveras. Fue tan astuto que además desarrolló todo tipo de variedades: rebanada para tostada, rebanada para sándwich (¿estamos gilipollas o qué?), integral, multicereales, con bordes, sin bordes, rústico (¿aún estamos más gilipollas o qué?) e incluso en un rizo increíble de marketing absurdo desarrolló el pan de molde “que es como el pan de verdad”. Definitivamente somos gilipollas.

¿Qué hizo mientras tanto la barra de pan? Pues al principio no dio crédito y siguió pensando que estaba salvo, que aunque cediera posiciones en el desayuno, el sándwich en la puerta del colegio y la comida de los modernos anoréxicos,  seguía teniendo espacio. Al fin y al cabo con el pan se podía hacer gazpacho, salmorejo, migas, pan rallado, torrijas….

Gazpacho sin pan”.

Un escalofrío recorrió a la barra, la  acojonó completamente y le hizo darse cuenta de que tenía que pasar al ataque, reunió a sus huestes y comenzaron a pensar en una estrategia para reconquistar el mercado. 

Lo primero que pensaron es que había que crearse una nueva imagen. Necesitaban una “nueva imagen de marca más acorde con los tiempos”, alejarse de esa idea de la abuela yendo al super a por la pistola o la barra.  Para empezar, renovaron sus establecimientos. El pan de molde se vendía en supermercados, allí todos apilados. El pan de barra iba a por todas, no iba a dejar nada al azar. Nada de panaderías, nada de ultramarinos, a lo grande: boutiques del pan con dos cojones.

Luego optaron por copiar algo de la estrategia del pan de molde y se especializaron pero tendiendo a la sofisticación ¿qué mierda era esa de “sin bordes”? Seamos internacionales, seamos globales:  baguette para los cursis, barrita para los que quieran comer poco,  pan de picos (alguien habría que quisiera esto), pan candeal (nombre misterioso), mollete (viva el producto nacional), pan integral de cereales (nombre absurdo ¿Cómo cojones iba a ser sin cereales) y toda una parafernalia de nombres chupis que dejaran al cliente con cara de foca monje y entrando en colapso cuando a su petición de “una barra de pan”  la dependienta respondiera: ¿de cuál?.

El pan de barra no dejo nada al azar. ¿Qué el pan de molde se vendía en una bolsa de plástico? El plástico es malísimo y con poco glamour, puso de moda la bolsita de papel marrón que hace que todo el mundo parezca francés o habitante de Manhattan. Sólo las viejecitas seguían llevando su bolsita de plástico para que el pan no se pusiera duro. Y ahí atacó también el pan de barra, contrató a unos listos que hicieran que el pan no se pusiera duro como una piedra al cabo de 24 horas…y les hizo a las viejitas unas bolsitas de tela muy monas que sus nietos les regalaban.

(Con esto de que el pan no se pusiera duro, hubo una crisis en la tradición casera de rallar pan, pero eso es otra historia…para otro ensayo: costumbres culinarias que han desaparecido)

El pan de barra abandonó su pasado de “alimento básico” y de pobres, dejó de lado su imagen asociada a mendrugos y se convirtió en un alimento de lujo, mucho más de lujo que el pan de molde. Consiguió incluso que en los mejores restaurantes ofrecieran tantas variedades de pan que el cliente entrara en pánico ante la terrible decisión de decidir si quería comer el pato con pan de pipas, de pasas, de aceite de oliva o de aceitunas.

Las fuerzas se fueron igualando, la gente empezó a pensar que comer pan de barra de vez en cuando molaba, que el gazpacho con pan era más gazpacho y que el pan de molde está bien de vez en cuando pero nada como un buen trozo de pan para mojar un huevo frito.

La batalla final sin embargo se iba a lidiar en otra parte. No en el super, ni en las boutiques del pan, ni en las cocinas. La batalla final se ha dado en los chinos y la gasolineras.  El pan de molde cogió sitio en los estantes, allí irían a buscarlo los que se habían quedado sin pan cuando las boutiques del pan estuvieran cerradas.

La barra vio que se le escapaba el triunfo final y ¿Qué hizo? Cogió sitio y además…en un golpe maestro…¡¡se puso olor a pan caliente recién hecho!!!

¿Quién entra en los chinos o la gasolinera y compra pan de molde mientras huele a pan caliente recién hecho?

Sólo gente que no es de fiar.

Yo soy muy de pan de verdad, nada de más amor verdadero que un desayuno con tostadas, una excursión con un bocadillo de jamón y una cena mojando en la yema del huevo.

Post 1200.

lunes, 13 de mayo de 2013

QUERIDOS CIENTÍFICOS (IV): TELEVISIÓN Y DIVULGACIÓN

Hay una necesidad apremiante de un mayor conocimiento público de la ciencia. La televisión no puede proporcionarlo todo sola. Pero si queremos que haya mejoras a corto plazo en la comprensión de la ciencia, la televisión es el sitio ideal para empezar”. Carl Sagan. “El mundo y sus demonios”.

Hace casi dos años escribí sobre la tendencia actual a considerar la televisión el peor medio de comunicación, una especie de demonio poseído por seres malignos que solo programan bazofia y que es mejor tener apagada para no acabar con el cerebro achicharrado.
Cualquier otro medio de comunicación tiene mejor fama...y menos influencia en la sociedad.
¿Es la televisión un medio adecuado para divulgar no ya ciencia sino cultura en general?
En mi opinión SI. De hecho es el mejor que hay. Todos los que leemos blogs, estamos enganchados a twitter, facebook o cualquier otra red social y sabemos manejar internet y you tube tenemos todo un mundo de posibilidades de conocimiento y de información a nuestro alcance y tendemos a creer que está posibilidad está más extendida de lo que realmente está.

Para bien o para mal, la televisión es el medio de comunicación más importante para la mayoría de la población y es por tanto y como dice Sagan el mejor sitio para intentar hacer divulgación.

El medio más eficaz, con ventaja, para provocar interés en la ciencia es la televisión. Pero este medio enormemente poderoso no hace apenas nada para transmitir las satisfacciones y los métodos de la ciencia, mientras que su ingenio de “científico loco” sigue resoplando”. Carl Sagan. 

No es fácil. De hecho es muy complicado por varios factores.

No hay ciencia en televisión. EL problema no es que no haya "ciencia" en televisión, el problema es que no hay "cultura" y con esto me refiero a englobarlo todo, no hay programas de literatura, historia, arte igual que no hay de física, química o biología. Empeñarnos en diferenciar ambas cosas es tirar piedras contra nuestro propio tejado, contra la idea y la pretensión de conseguir que en televisión haya espacio para contenidos culturales de calidad, atractivos y "ENTRETENIDOS".

¿Cómo conseguir ese espacio? ¿Cómo conseguir que la televisión considere la divulgación del conocimiento como algo “deseable” para emitir en sus parrillas?
A mí me vale (casi) cualquier cosa y a Sagan también.

“Yo sostengo que la divulgación de la ciencia tiene éxito sí, de entrada, no hace más que encender la chispa del asombro. Para ello basta con ofrecer una mirada a los descubrimientos de la ciencia sin explicar del todo cómo se lograron. Es más fácil reflejar el destino que el viaje”.
Con esto quiero decir que si el espacio que te dan es para hacer “ciencia espectáculo” en El Hormiguero, o lo que se emite es Redes con Punset dando la brasa o tienes un tiempo en la 2 a cualquier hora del día para poder colgar tu formato hay que aprovecharlo. Ojalá hubiera un nicho en la programación claramente diferenciado para la divulgación y para programas de cultura pero como no lo hay, hay que jugar con lo que tenemos y son esos espacios. Si las gilipolleces que hacen en El Hormiguero hacen que algún niño o algún adulto de repente tenga curiosidad por conocer eso que han enseñado y se pone a buscar información...a mí me parece un buen comienzo. Si ver Redes y a Punset con sus entrevistas surrealistas consiguen que alguien se interese por la neurociencia o la nanotecnología...también me parece un buen comienzo. Creo que es más inteligente aprovechar esos resquicios para intentar hacer algo en la televisión que hacerse el digno y despreciar al medio.

No hay dinero para hacer divulgación. Las televisiones no pagan por esos contenidos.

Espero que nadie me considere excesivamente cínico si afirmo que un buen resumen de cómo funciona la programación de la televisión comercial y pública es simplemente este: el dinero lo es todo. (...) Especialmente desde principios de la década de los ochenta, la televisión se ha convertido en algo motivado casi enteramente por el beneficio. Eso puede verse, por ejemplo, en el declive de los informativos y programas especiales de noticias o en las patéticas evasivas de los canales principales para burlar la orden de la Comisión Federal de Comunicaciones de mejorar el nivel de la programación infantil”. Carl Sagan.

Nunca ha habido dinero para la cultura. Llorar ahora pensando que hubo una época dorada dónde siempre había pasta para hacer divulgación de cualquier clase es irreal. Ahora hay menos. Ni TVE, ni las autonómicas porque no tienen dinero, ni las privadas porque no les interesa van a pagar por un programa de divulgación científica. Correcto. No digo que sea fácil, no digo que sea sencillo, ni siquiera digo que sea posible, pero me parece que lo único que se puede hacer es intentar buscar otras fuentes de financiación: organismos públicos, grandes empresas que patrocinen...lo que sea.

Por supuesto, si se consigue ese dinero hay que pensar muy bien qué se va a hacer y cómo. Y tiene que ser algo TELEVISIVO.
¿Qué quieres contar y para quién? No todo se puede contar en tele. No toda la ciencia, ni la historia ni la literatura, es adecuada para ser contada en televisión. Poniendo un ejemplo de ciencia, un descubrimiento en un laboratorio que sea fundamental para el desarrollo de la física cuántica es algo que puede ser tremendamente importante pero que pueda no tener un reflejo en un contenido televisivo adecuado. Vamos a ver, es que no se tiene por qué contar todo en la tele. Hay que empezar por lo básico. La función de la tele no es mantener a la población al día de lo que ocurre en ciencia, de los descubrimientos en historia o de si se ha descubierto una nueva especie marina. La función de la tele es hacer un programa TELEVISIVO con esos contenidos culturales para conseguir acercarlos al público de masas que es el que tiene la tele...y a partir de ahí conseguir que ese público lo conozca, se interese y al tener curiosidad, busque otros canales para informarse. Es muy posible que esos programas televisivos de divulgación se queden “cortos” para un público especializado, pero eso no es a mi modo de ver un problema. Si yo soy especialista en historia del arte y veo un programa de televisión sobre Picasso es posible que no aprenda nada, pero seré capaz de saber si ese programa me ha enganchado, es correcto en lo que cuenta aunque sea básico y ha sido capaz de acercar la figura de Picasso a alguien que no lo conozca. La función del programa televisivo es por tanto acercar la cultura, la ciencia a un público que no la conocería de otra forma...no es su función hacer de vocero de los descubrimientos científicos entre especialistas porque para eso hay otros canales.

¿Cómo se puede hacer un programa de divulgación que sea “serio” y a la vez televisivo?

Esto es un obviedad como la copa de un pino pero hay que decirlo: haciendo que trabajen en ese programa gente que sepa de la disciplina a divulgar y gente que sepa de televisión. Se que parece que cualquiera puede hacer televisión y sí, cualquiera puede hacer televisión igual que cualquiera puede entrar en un laboratorio o ponerse a decir qué ve en un cuadro...pero para hacer un programa de televisión bueno hay que tener profesionales de televisión en el proyecto.

Para empezar y una vez que sabes qué quieres contar y para quien, tienes que tener un guionista de televisión. Alguien que sepa manejar los tiempos de la televisión y sepa coger todo el conocimiento que tú quieres contar y adaptarlo al formato y al público que ve la televisión. Hay mucha mística con programas de televisión de divulgación que todos hemos visto y que tenemos encumbrados al olimpo de la comunicación televisiva: El hombre y la tierra con Feliz Rodríguez de la Fuente, Cosmos con Sagan o los programas de peces de Costeau. Los gurús los llaman programas “de autor” y parece que esos programas eran cojonudos porque estaban allí esas tres eminencias científicas.

Obviamente Sagan, Felix Rodríguez de la Fuente y Costeau son referentes, pero sus programas son buenos no solo porque salgan ellos, sino porque llevan un trabajo televisivo detrás de mil pares de cojones. Además, esto es tele, ellos funcionan porque son buenos comunicadores, dan bien en cámara y tienen carisma televisivo que no todo el mundo tiene. Se puede ser un puto crack en tu campo y no valer para tele y eso pasa mucho con los escritores, gente brutal escribiendo que en tele no vale. Cosmos, “El hombre y la tierra” y los docus de Costeau hubieran funcionado igual de bien con otro "comunicador televisivo" con sus mismas aptitudes y conocimientos. Un comunicador televisivo cualquiera, como por ejemplo Buenafuente, su programa gira en torno a quién es Buenafuente y como cuenta las cosas, Cosmos tiene su potencial en lo QUÉ cuenta Sagan. Es distinto, muy distinto. Sobre esto del autor además hay mucho qué decir, yo sé quién es Sagan o Felix Rodríguez de la Fuente, pero si le pongo los docus a mis hijas ellas no saben quienes son, ni les importa y sin embargo se quedan a verlo...con esto no quiero decir que el autor no sea importante, pero a mi modo de ver no determina la diferencia. Y tampoco para mal. Redes es un buen programa de divulgación...a pesar de ser Punset el autor.
De hecho hay miles de documentales de divulgación científica, de historia o de cultura en general que no tienen un “conductor” y son fabulosos. La BBC es especialista en este tipo de programas pensados para la televisión y perfectamente documentados y que enganchan desde el minuto 1. Pones la televisión y hay alguien explicando cómo nos engaña nuestro cerebro, cómo funcionan las emociones, como es el ecosistema en la selva de Polinesia o como fue orquestada la “solución final” nazi para los judíos y te quedas enganchado al documental hasta el final y cuando termina dices: “joder...ha estado genial, no sabía esto o aquello o lo de más allá”.

No digo que sea fácil, no digo que sea sencillo, pero es lo que hay que hacer. Sentarse a pensar qué quieres divulgar. Valorar si ese contenido es adecuado para la televisión. Contar con alguien que sepa de televisión y sea capaz de adaptar lo que quieres divulgar al formato televisivo. Conseguir la financiación para ese proyecto. Obviamente si tienes mucha pasta es más fácil hacer algo más espectacular...pero espectacular no quiere decir “mejor” y que no sea espectacular no quiere decir que no sea bueno. Hacer el mejor programa posible tanto en contenido como en formato. El guión, el contenido, el ritmo y adecuar el formato a lo que quieres es lo más importante. Olvidar la idea de que te vas a hacer millonario vendiendo ese formato a la televisión y conformarte por cobrar por ese curro. Presentarlo a las televisiones hasta que alguna encuentre un hueco donde emitirlo y esperar que funcione.
¿Qué no hay audiencia para esos contenidos?

Los documetales de "divulgación" de cualquier tipo que ponen en la 2, todos los días de 9 a 10 de la noche, tienen una media de audiencia del 2,2 que son 53.000 espectadores de media. A la hora de los informativos de todas las cadenas. ¿53.000 personas viendo documentales? Ahí hay una audiencia deseosa de esos contenidos, lo que hay que hacer es dárselos en el formato televisivo adecuado.
53.000 personas son un montón de personas deseosas de “saber”...deseosas de que algo les “encienda la chispa del asombro”. Y no lo digo yo, lo dice Sagan.

viernes, 10 de mayo de 2013

UNA MADRE SIN SUPERPODERES: MOLI DE PROMO EN LA TELE.


Querida Molinos,

Somos de La Aventura del Saber, nos gustaría contar contigo en nuestro programa. ¿Podrías venir el 30 de abril a las 11:30, te recogerá un coche a las 10 para maquillaje y peluquería”.

Lo primero que pensé es “¿Tele? Ni de coña”, pero luego pensé que en fin en esto consiste la promoción y que lo mismo la experiencia molaba y que de perdidos al río...vamos que lo de siempre, cada vez que digo “Ni de coña”...voy directa a hacerlo.

¿A la tele? ¿Y qué me pongo?

Ponte algo que seas tú, polvorilla pero con clase. No seas macarra”
“Cambiate los pendientes y sobre todo llévalos a juego con el colgante”.
“Ponte falda que tienes unas piernas muy bonitas aunque con cualquier cosa que te pongas estarás guapa”.

Las típicas indicaciones con las que yo cortocircuito.

Cuando llegó el gran día, lo mejor fue que no tuve que madrugar. La noche anterior apagué la alarma “madrugónquetecagas” y pensé que iba a dormir a pierna suelta y un montón de horas. Por supuesto, me desperté a las 3 de la mañana y ya no pegué ojo: la tele, madre mía, quién me mandaría. ¿Me pongo la camisa azul? ¿La camiseta de perder premios? ¿Botas?¿Chaqueta? y qué digo? Y si doy horrible en cámara, es lo más probable, a la vista de como salgo en las fotos..verás como doy en cámara...y no estoy pegando ojo, verás mañana las ojeras, claro que como te maquillan como una puerta no se verán, pero claro yo, maquillada que no me maquillo nunca voy a estar rarísima.  

Todo fabuloso, madrugónquetecagas no me dí, pero directamente no dormí.

- Mamá..¿no trabajas hoy?
-No, hoy no. Voy a la tele.
- ¿Vas a salir?
- Y ¿nosotras? ¿Por qué no salimos nosotras que es nuestra vida y además somos más guapas?
- Porque NO.
- ¿Y vas a ir así? Si por lo menos tuvieras el pelo largo.....

A las 10:00 estaba perfectamente preparada con el pelo mojado, la cara lavada y la ropa elegida para parecer polvorilla, intentar estar favorecida y mis pendientes de la suerte. El coche de producción llegó puntual y allí que me fui...sentada en el asiento de atrás y mareándome por los túneles de la M30, mi perfil taxista de conductora permanente no tolera ir sentada en la parte de atrás de los coches.

Nada más llegar a “Maquillaje”, como dice un amigo eso es “ir a Lourdes”. Me senté y una amable señorita empezó a echarme todo tipo de productos completamente desconocidos para mí que soy una inútil integral en este tema. Después de 25 minutos, me dejó mirarme en el espejo y flipe...no me reconocía. Luego pensé que a C, le iba a flipar verme así...iba a estar encantada.

La maquilladora fue encantadora y por alguna extraña coincidencia empezamos a hablar de flores, yo dije que mi flor favorita eran las lilas, ella dijo que también y que le recordaban a su infancia en su pueblo...Los Molinos. Sin comentarios.

De ahí fui a peluquería. Así como de pinturitas no sé nada, sé que hay que tener mucho cuidado con el tema pelos. La parte buena es que llevo el pelo corto asi que estoy a salvo de creaciones escultóricas capilares al estilo “moño del demonio”, “recogido imposible”, “cardado vintage” o “flequillo absurdo” o "fabuloso peinado cabeza de bombilla". El resultado estuvo bien..era yo peinada. Sorprendente pero tolerable.

Peinada, maquillada, un poco de charleta previa a la grabación con Salvador y directos al plató.

Esa es tu silla”.

Me senté y resenté mil veces. Piernas cruzadas, piernas juntas...me cuelgan los pies. “Estírate. No saques chepa”. Oía a Molimadre en mi cabeza. ¿Qué hago con los brazos? ¿A los lados del cuerpo? ¿Me siento encima de las manos? ¿Los cruzo? ¿Encima de la mesa? ¿llevo mucho escote?

Me veía por el rabillo del ojo en el monitor antes de empezar a grabar y me daban ganas de salir corriendo.



Visto lo visto, obviamente me tenía que haber sentado encima de las manos.

Me horrorizo, me vi en el sofá como una peli de miedo, tapándome con un cojín para no verlo del todo.

He tenido reacciones de todo tipo: Molimadre me llamó nada más terminar: “Te he visto, estabas acelerada y te habían maquillado muy bien”. Sin comentarios. M opina que estaba muy guapa pero muy pintada. Pobrehermano Mayor dice que estoy horrible y Pobrehermano Pequeño ha pasado a llamarme “Pobrehermana famosa”. Muchos descerebrados y amigos, sin embargo me han dicho cosas estupendas y se las agradezco infinito.

Juro que intentaré no volver a hacerlo.

En próximas entregas de mi exitosa serie "Ni de coña": "Mi primera charla pública".