jueves, 29 de noviembre de 2012

LIBROS ENCADENADOS.- Noviembre








5 libros en noviembre, 5 tíos. 1 español y 4 americanos. 1 muerto y 4 vivos.



Vamos con ellos.






Ventanas de Manhattan de Antonio Muñoz Molina. Cuando fuimos a la expo de Hopper, en la tienda esa trampa que ponen al final del recorrido había miles de cosas chulas y entre ellas estaba este libro.

Lo había leído en agosto de 2006 y lo recordaba maravilloso, la relectura ha sido aún mejor. Ha sido una pasada. Al terminarlo, volví a mi primer cuaderno de lecturas ( que empecé en enero de 2006..dos años antes que este blog) y flipé con lo que escribí en su día:

El libro es un paseo por NY con Muñoz Molina y es como si viéramos por sus ojos y sintiéramos sus sensaciones ante todo lo que descubre y esas sensaciones pasan a ser nuestras.

Es Nueva York visto desde la venta de un hotel, en una primera visita. Grande, enorme, oscura y sobre todo siempre en movimiento, siempre ruidosa, no hay descanso. Es algo que llama mucho la atención la primera vez que vas.

Nueva York en los primeros paseos, cuando se sale a descubrir algo que ya se “conoce”. En NY todo resulta conocido y a la vez asusta, amedrentan las dimensiones, el ruido, el movimiento, la prisa de la gente, la diversidad de razas, de idiomas, los contrates. Todo asusta y sin embargo uno se siente acogido o por lo menos no se siente excluido.

Nueva York en la emoción del amor, del encuentro prometido, de la música de jazz tanta veces escuchada en soledad y que sin embargo al escucharla en NY en compañía de la persona amada adquiere todo su significado. Nueva York como habitante, descubriendo cosas día a día liberado de la prisa del turista: conciertos, bares escondidos, exposiciones, mercadillos, espectáculos. Nueva York como lugar acogedor donde se vive la rutina protectora: lo que se ve por la ventana al despertar, los vecinos, las tiendas, los sin techo conocidos, el lugar de trabajo…y por último Nueva York desde la distancia, en el pasado cuando se echa de menos incluso lo que ni siquiera dio tiempo a hacer allí.

Muñoz Molina escribe de puta madre. Tiene una aparente facilidad para conseguir transmitirte con inmediatez las sensaciones, los colores, los olores de todo lo que le rodea. A mí personalmente Muñoz Molina me flipa como columnista y ensayista. Como novelista me parece un pelín demasiado intenso, aunque tengo buen recuerdo de alguna de sus novelas antiguas que leí hace años y que no tengo ningún interés en releer para no perder ese buen recuerdo que me temo se echaría a perder con mi experiencia lectora actual.

En cualquier caso, si te gusta NY hay que leer “Ventanas de Manhattan”. Una cosa más, por si alguien se lo pregunta. Es un libro que no tiene nada que ver con “ Historias de NY” de Enric Gonzalez, es la misma ciudad y los dos son grandes escritores, pero cuando lees a Enric, vas con él de la mano y te va contando cosas que ves o que oyes o que él sabe. Cuando vas con Muñoz Molina lo sientes. Uno cuenta las cosas desde fuera y el otro desde dentro..y no puedo explicarlo mejor.

“..cada libro es una excitante invitación y también un principio anticipado de remordimiento, una promesa de sensaciones, palabras, sabores y mundo y una advertencia de que no se pueden leer todos los libros que uno quisiera”.





“El hombre que confundió a su mujer con un sombrero” de Oliver Sacks. Comprado en la Feria del Libro Antiguo de Recoletos.

Sacks, es un neurólogo y neuroquímico que ha estudiado y tratado miles de casos clínicos de distintos trastornos y enfermedades mentales y ha escrito varios libros sobre ellos. En este, recoge varios casos agrupados en cuatro capítulos. En un primer grupo están los que son por “déficit”, gente que ha dejado de sentir, de oir, de entender, de poder hacer algo. En otro grupo están los que son por exceso, oyen en exceso, sienten demasiado, recuerdan todo. Luego están los que sufren ataques y los “simples”.

A mí, los que más me han impactado han sido los de déficit. Me han hecho pensar que, en general, no soy ( somos) conscientes de un montón de cosas hasta que las perdemos. Y al perderlas dejamos de ser en cierta manera nosotros, porque sentir, hablar, leer, oír nos hacen ser como somos tanto como humanos como como “yo” particulares.

Para mí, el caso más espeluznante es el de una chica que pierde la consciencia de su propio cuerpo. Se levanta un día y no sabe donde tiene las manos, las piernas, sólo consigue saberlo porque se las ve. Pensadlo, estar sentado y no saber, no sentir, no tener consciencia de dónde están tus piernas hasta que bajas la vista y las ves ahí. Aterrador.

“¿Hay algo que sea más importante para nosotros, a nivel básico, que el control, la propiedad y el manejo de nuestro propio yo físico? Y sin embargo es algo tan automático, tan familiar, que no le dedicamos jamás ni un pensamiento

Es una lectura complicada sobre todo si no eres médico pero asequible. Recomendable para el que tenga curiosidad en estos temas.




“La parcela de Dios” de Erskine Caldwell. Este libro llevaba más de un año en la estantería. Me lo regaló la editorial Navona el año pasado cuando en uno de mis frikismos literarios les hice llegar una serie de erratas en “Dulce Jueves”. De este autor ya había leído “El camino del tabaco” el año pasado.

Este es bastante menos áspero aunque la historia es tremenda. Ty Ty patriarca familia vive en una granja en el sur de Estados Unidos. Poseído por la fiebre del oro, lleva 15 años agujereando toda la propiedad para intentar encontrar oro. Todo es polvo, pereza, calor y desidia. Las relaciones familiares, la avaricia, la carencia absoluta de valores, el sexo más áspero y descarnado sustentan toda la historia. Es un libro escrito en 1933 y sin embargo resulta muy actual en sus personajes y en sus diálogos. En su momento fue un best seller con más de 10 millones de ejemplares vendidos, dos más que “Lo que el viento se llevo”..por cierto, Escarlata y Rhett son teletubbies al lado de los personajes de este libro.

Deberíamos vivir tal y como Dios nos hizo: vivir como intuímos cuando nos sentamos a solas y sentimos lo que hay dentro de nosotros. Es un sentimiento. Alguna gente dice que hay que hacer caso a lo que nos dicta la cabeza, pero se equivoca. La cabeza te da sentido común para tratar con gente cuando hay que cerrar una venta y cosas así, pero no puede sentir por ti. Tu cabeza no puede imponerte que ames a un hombre si tú no sientes que le quieres. El sentimiento tiene que estar dentro de ti”.

El emperador del aire de Ethan Canin. Préstamo de Jesus Miramón al que agradezco públicamente su gentileza al enviármelo y más sabiendo que está descatalogado y que no me conoce de nada y yo podía ser una robalibros.

Es un libro de relatos y claro, tiene unos buenos y otros regulares. Empieza en todo lo alto y al final, concretamente el último relato sobra completamente. Todos los relatos, menos uno, están protagonizados por hombres. Muchos tienen como tema principal, las relaciones de hijos ya adultos, o justo en el momento de convertirse en adultos, con sus padres. Ese paso sutil y mínimo hay varios sobre ese momento vital, ese paso sutil y mínimo que cambia toda tu concepción del mundo, la manera de enfrentarte al futuro y lo más importante cambia la percepción del pasado. Miras hacia atrás y lo que te parecía un camino conocido y trillado, se ve con una nueva luz y una nueva perspectiva.

Canin tiene una lectura agradable, cálida y que te conduce por los personajes sin estridencias.

“No te limites a mirar, debes ver”.

Para terminar el mes, leí Diario de Invierno de Paul Auster y volvió a conquistarme, pero eso ya lo conté aquí. Y ya estáis tardando en leerlo.

Y con esto y un bizcocho..hasta el mes que viene. 

miércoles, 28 de noviembre de 2012

ENSAYO SOBRE EL PIJAMA

El pijama es un temazo. Llevo semanas pensando en ello, pero otros temas me han distraído de este ensayo. He ido acumulando ideas y es un tema muy complejo, veremos que sale.

Para empezar, el concepto: el pijama es la ropa que te pones para dormir.

Puede ser lo obvio: pijama, camisón, esquijama (sí, sí...sé que está palabra da grimilla), o lo que te pones en plan “soy rompedora y duermo en camiseta”. Si te lo pones solo para dormir es pijama.

Lo que no es pijama es esa pijada que se ha llamado ahora “home wear”, que viene siendo la “ropa de estar en casa” de toda la vida. Bien, pues con la ropa de estar en casa no te puedes meter en la cama a no ser que seas un cerdo redomado. Si has estado fumando, si has estado cocinando (como es mi caso) o has estado jugando con plastilina, te metes en la cama con esa ropa y tus sábanas olerán a tabacazo, a croquetas o plastilina. Una guarrada suprema por muy estilosa que sea tu “home wear” y muy fashion que tú te creas. A la cama se va uno limpio y si es menester se generan los olores allí…

El pijama hay que elegirlo según el estado de ánimo, exactamente igual que la ropa que te pones a diario. Que tienes el día de paso de todo, pues pantalón y camiseta. Que tienes el día “hoy empiezo a currarme mi lado femenino”, pues camisón de raso. Que tienes el día “algo cómodo y amoroso”, tu pijama de bugs Bunny…y así sucesivamente.

Conozco la teoría que circula por ahí, según la cual, si una tía se pone una camiseta de manga larga y un pantalón de pijama, es que no quiere jugar a los médicos esa noche. Eso es una gilipollez. Igual que puedes ligar con el amor de tu vida el día que vas en vaqueros y sudadera mugrienta, puedes echar el polvo de tu vida el día que llevas el pijama de “me voy a poner algo abrigado que hace un frio de mil pares”.

Los llamados “pijamas sexys” no son pijamas. Normalmente no te los pones para dormir. Te los pones para fingir que quieres dormir. Son ropa para hacerte la interesante, como los escotes…. Un camisón monísimo de encaje es un puto suplicio para dormir, se te cae el tirante, se te salen las peras, se sube hasta la cintura. Exacto, está pensando para otra cosa, concretamente para estar tirado al lado de la cama después de un bonito vuelo. Pensadlo. Los pijamas “sexys” son tan incómodos, que ni siquiera vuelves a ponértelos cuando te levantas al baño.

Sobre colores, estilos y demás, tengo unas cuantas cosas que decir.

¿Qué ha sido de los esquijamas? No es que los eche de menos. Es una palabra que ha salido del diccionario junto con metralleta y disco (de semáforo...mmm...estoy por decírselo a los de la EGB...expresiones de los 80 “ Saltarse el disco”). El esquijama es sin duda la peor prenda de todo el universo de la ropa. Puede tener un pase hasta los 10 años, incluso hasta los 12...pero en el momento en que salen pelos en los huevos es intolerable. ¿Qué lleva a un tío hecho y derecho a ponerse un esquijama beige con gomas en mangas, tobillos y cinturas en el que cuelga todo y se ve? ¿Qué piensa ese tío? ¿ Cómo de grande es su autoestima? ¿ Cómo alguien puede pensar que es tan atractivo para resistir un esquijama? No puede tener tanto frio...y si lo tiene...que se ponga la parka de subir 8000, cualquier cosa, cualquier cosa antes que un esquijama.

Los pijamas de ellas. Debería estar penado con lapidación el hecho de con más de 30 años ponerte un pijama de Hello Kitty, los osos amorosos o minnie Mouse. ¡¡Por favor!! ¡¡No vas a recuperar la virginidad y la inocencia!!!

No estoy en contra de los dibujos animados en los pijamas, puede molar Calvin & Hobbes, Bugs Bunny, eso tiene su gracia, rollo tengo sentido del humor y soy divertida. Pero con más de 30 y un pijama de Hello Kitty no pareces “mona y frívola y tierna”, pareces mema y das mucha vergüenza ajena. Probad a ponerle a una niña de 6 años un camisón de encaje...os dará la misma grima.

La camiseta de dormir es la prenda a la que tienes más amor, pero amor verdadero del bueno. Ha pasado por otras etapas antes, te ha acompañado y está llena de recuerdos. No la quieres porque sea bonita, ni porque te haga más alto, más flaco, más fuerte o más lo que sea. La quieres porque sí, por ser como es. Esa camiseta mugrienta con el dibujo de tu viaje de fin de carrera, de un concierto de Bruce o de tu universidad. Descolorida, probablemente con agujeros, que te está enorme (1) y con el cuello completamente desbocado pero la quieres así. La quieres tanto, que cuando la tienes que lavar la echas de menos y rebuscas en el cajón en plan: mierda... ¿con qué duermo hoy? Eso es amor verdadero por la ropa. Y por supuesto no hay mayor prueba de amor que cuando alguien te presta su camiseta de dormir…

Yo tengo una camiseta de Bruce de amor verdadero y un pantalón de Bugs BUnny para dormir y un pijama  de raso gris piedra muy chulo para cuando no quiero dormir.

(1) (sé que hay absurdas a las que les mola dormir embutidas…lo considero un defecto neurológico)

martes, 27 de noviembre de 2012

MÁS MOMENTOS DE PRADERISMO LABORAL.

Morenaza tiene muchas cosas buenas. Es guapa, morena, inteligente, divertida, hace unas fotos increíbles y se dejó evangelizar por mí y se vino a un concierto de Bruce. Tiene cosas malas, se junta con tíos absurdos y muy raros, cocinar no es lo suyo, es hiperfriolera y conduce de puta angustia.

Conduce exactamente como el protagonista de una peli americana que coge un coche por primera vez: en tensión, pegada al volante, con la espalda sin tocar el respaldo del asiento, sudando, moviendo la cabeza para mirar por los espejos y pegando unos tirones que te ves las amígdalas fuera de la boca cada vez que frena. Creo que ir con ella en coche es lo más cerca que he estado de ver mi muerte en directo. Y esto en un coche automático, con marchas y embrague no soy capaz ni de imaginarlo.

Dado que conduce de angustia y vive en Sitio Misterioso ( Bichejo dixit) que está a unos 80 km de Mordor, Morenaza, desde que tenemos la jornada de “ madruga hasta llorar” viene en un autobús fletado especialmente por todos los que se levantan de noche en Sitio Misterioso y tienen que llegar a Mordor al amanecer.

Estamos hablando de gente que se levanta a las 5:30 de la mañana y come en un tuper. Es decir, los más parias de los parias trabajadores. Yo estoy un escalón más arriba porque me levanto una hora más tarde y cuando estoy llorando frente a mi café me consuela pensar que Morenaza ya lleva una hora levantada, aunque luego pensar que ella se desnuca a dormir en el bus mientras yo conduzco, me arrastra nuevamente al llanto y a creerme una huerfanita de Dickens.

Los parias de los parias no pueden pensar con claridad, eso es obvio. Madrugar tantísimo te nubla la inteligencia, te apaga las neuronas y finalmente acaba con toda actividad cerebral. Se mantienen en marcha por inercia y no son capaces de pensar con claridad.

¿Por qué lo sé?

Llego a la pradera y huele a zumo y a tostadas. Morenaza se está desayunando.

- Moli tía menos mal que llegas ya.
- ¿Ya? Son las 8:02.
- Estabas tardando mucho y tengo que contarte una cosa que vas a flipar.
- ¿Otro tío que hace cosas de meditación y cree en el poder curativo de las piedras y quiere que comas mirando a Júpiter?
¡¡qué perra eres!!
- No, es del bus.
- ¿Qué bus?
- ¿Qué bus?? Joder...el que vengo yo.
- Ah vale... ¿qué pasa con el bus? ¿Lo cancelan por los recortes? ¿No te dan plaza? No me lo digas...ya lo sé… ¡hace mucho frio y necesitas una batamanta para venir en él!
- Tía qué mal te sienta madrugar. No es nada de eso. ¿Te acuerdas que habían cambiado la ruta y ahora tardábamos 10 minutos menos en llegar desde Sitio Misterioso?
- Sí, me acuerdo ¿y qué? ¿os habéis perdido?
- ¡¡Que no!! Déjame hablar…
- …venga...que no puedo más de la intriga, veo que esto va a ser lo más emocionante de mi día. Cuenta.
- Me han dado una circular en el autobús.
- ¿ Una circular? Jajajajajaja… ¿en serio? ¿con las normas?
- Mucho peor. No te descojones cabrona, hay una reunión de “usuarios del bus”...
- ¿Cómo una junta de vecinos o una reunión de padres?
- ¡¡Si!!!
- Jajajajajaja... ¿y para qué? ¿Qué vais a discutir? ¿El autobusero os va a explicar cómo tenéis que ir sentados, os va a decir que no pintéis ni corazones, ni culos ni pichas en las ventanas empañadas y qué canciones podéis cantar?
- Mucho peor…
- ¿Mucho peor que todo eso?
- Si…hay que discutir unas propuestas. Mira lee.

Primer Propuesta:
Que el horario del bus se quede como está en la actualidad.

Segunda Propuesta:
Que se retrase la salida de Sitio Misterioso 10 minutos, manteniéndose el horario de regreso como está actualmente.

Tercera Propuesta:
Que se adelante el regreso de Mordor 10 minutos, manteniéndose el horario de salida tal y como está en la actualidad.

Cuarta Propuesta:
Que se retrase la salida de Sitio Misterioso 5 minutos y el regreso de Mordor se adelante 5 minutos.*


Jajajajajajajaja ¡ No puede ser verdad! ¡No me lo puedo creer! . No doy crédito. ¡¡Sois admiradores de Groucho!!
Jajajaja, No lo había pensado. “La parte contratante de la primer parte será considerada como la parte contratante de la segunda parte”…es clavadito.
¿Y qué vas a hacer tía? ¿Por qué propuesta te vas a decantar?
No lo sé, estoy por crear confusión y aparecer con una nueva opción.
Di que si, ahí a lo loco… ¿y cuál es tu propuesta?
Liarlos más. Levantar la mano y decir ¿ Por qué 10 minutos de margen? Arriesguemos con intervalos de 5 minutos..o de 2, 5.
Di que si Morenaza...ahí viviendo al límite….van a cortocircuitar seguro.. Ay que descojone…ya me contarás.



Moli…
Dime...
¿Sabes lo peor? Que yo vivo en la misma ciudad que esa gente...y ¡¡bebemos el mismo agua!!! … ¿y si me convierto en ellos?
No te preocupes que no voy a dejarte…



*La circular es literal.

lunes, 26 de noviembre de 2012

MOLIDOCUMENTALES: EL TIO SOBRADO

En el primer episodio de los Molidocumentales, expliqué cómo las tías, jamás estamos a salvo de caer en un momento de gacelismo que nos haga sentir vulnerables, débiles y completamente imbéciles.

Una tía puede estar fenomenal con un tío, él mirarla fijamente por algo y sin quererlo ni beberlo ella se sumirá en un bucle de pensamientos del tipo: ¿Por qué me mira así? ¿Tendré un moco? ¿Me verá gorda? ¿Estará pensando en otra? ¿Estará pensando en cómo decirme que quiere dejarme?....y así hasta el infinito.

El tío sobrado está en el otro extremo del pensamiento vital.

Tu a un tío sobrado no le miras, no sabes si quiera que existe y él piensa: “está loca por mi

Tal cual.

El espécimen “Sobrado” solo se da en el mundo masculino. Entre las gacelas, no existe.

El tío sobrado vive en un mundo imaginario dónde él es un conquistador, es arrebatador, atractivo, sexy y todas las tías del mundo quieren liarse con él. Tal cual. Absolutamente todas, incluso las que no le conocen de nada.

Un tío sobrado tiene su encanto, no lo vamos a negar. Puede ser alto, guapo, inteligente, divertido o nada de eso, pero tendrá cierto atractivo. Y ahí está el quid de la cuestión, tiene cierto atractivo pero no lo tiene todo y ese cierto atractivo puede tener su público, pero no lo tiene todo. Es decir, el tío sobrado caza gacelas como chinches, con un aleteo de pestañas caen rendidas a sus pies, pero no caza leonas. El problema es que él cree que si.

Cuando eres una pobrecita gacela tímida, inexperta, apocada y con mucho miedo, flipas la primera vez que el Tío Sobrado se te acerca. Puedes no haberte fijado nunca en él, puede que nunca te hayas planteado que te guste, pero eso da igual, él lo sabe todo, sabe incluso cosas de ti misma que tú no sabías. Va sobrado.

Por lo que sea, al tío sobrado le has gustado como gacela y viene a conquistarte, dando por supuesto que tú ya babeabas por él desde tiempos inmemoriales. Por supuesto le da igual que haga 3 días que le conozcas o 3 minutos.

Él ya sabe que estás loca por él y como tú eres gacela y boba no lo dudas ni por un momento. Te hipnotiza con su verborrea y su seguridad y acabas en el catre con él sin casi darte cuenta. Al principio te hace gracia que vaya tan sobrado, pero al final te atrapa y ahí acabas. La noche puede ser fabulosa o un desastre pero eso también da igual, bueno a ti no te da igual, pero al sobrado sí, porque él sabe que ha sido la mejor noche de tu vida. Lo tiene tan claro que incluso te puede hacer dudar de tu capacidad para valorar un buen empotramiento. Un tío sobrado te obnubila y te encuentras interpretando un papel sin ni siquiera darte cuenta.

Por suerte, mientras el Sobrado se queda anclado en su papel de galán a medio camino entre Red Butler y Bertín Osborne, tú evolucionas a leona y lo dejas atrás, muy atrás, tan atrás que cuando de repente te vuelves a encontrar con uno de ellos, flipas.

Primero flipas y luego te descojonas. Muchísimo.

Conoces a un tío, donde sea, en el curro, amigo de tus amigos, un contacto de alguien, lo que sea. Un trato cordial, correcto, agradable. Una charla intrascendente y sin más complicaciones. Todo muy educado y muy correcto porque ya tenemos una edad y a otra cosa mariposa.

No le has prestado ni medionanosegundo de atención más que el estrictamente necesario para ser educada. Es posible que hasta te hayas olvidado de su nombre, su pinta o de qué le conoces, y de repente recibes un mensaje o te lo vuelves a encontrar en una fiesta, una reunión o por la calle y para tu sorpresa bate pestaña y te dice: “la otra vez te escapaste”.

¿Perdona? No das crédito. Es tan increíble que piensas “No puede ser. Lo he oído mal, estoy sobada o borracha o drogada con Dalsy o me confunde con otra, no puede ser que me haya puesto ojitos y haya dicho eso”.

Educadamente y con pose de leona le contestas algo frívolo para facilitarle una salida digna antes de precipitarse por la pendiente del más absoluto de los ridículos.

- Jajajaja, no me escapé a ninguna parte, estuve por ahí.

Al mismo tiempo, intentas recordar el encuentro a ver si es que hiciste algo muy de gacela y el tío se ha hecho la picha un lio.

- No te perdí de vista, pero tuviste miedo y te fuiste.

¿Perdona? ¿Qué? ¿Cómo es posible? No te acuerdas, no tienes ningún recuerdo imborrable de él, lo borraste de tu mente según os despedisteis. ¿Qué hiciste para que se haya montado esa peli? Por un momento piensas...”Mierda, tengo cara de niñata impresionable”

Te está entrando la risa, pero decides darle otra oportunidad de reconducir el tema. Eres una leona y molas mil (eso es obvio) y aunque en esa charla educada y absolutamente superficial no recuerdas haber derrochado tus encantos (porque te la pelaba completamente) a lo mejor el tío tiene interés en conocerte. No quieres ser cruel, así que le enseñas el camino, lo mismo podéis ser amigos y echaros unas risas luego.

- Pues mira, no sé, pero vamos la próxima vez, me dices algo y charlamos un rato.
- O salimos a cenar...aunque no creo que te atrevas.

¿Perdona? Se te salen los ojos de las órbitas. Buscas la cámara oculta y piensas que está borracho o drogado o te confunde con otra. O no le has oído bien y le vuelves a dar la oportunidad de hacer algo digno…

- Si vale, pues a cenar la próxima vez, lo que tu digas. Ya si eso me avisas y vemos si es posible.
- Eso dices ahora, pero luego no te atreverás, tienes pinta de buena chica…

Aquí ya directamente te descojonas. Casi le puedes ver a lo Danny Zucko sacándose el peine del bolsillo y diciendo “nena, estás loca por mi y sé que besas el suelo que piso”. De hecho, casi escuchas a los Burning

¿De dónde ha salido este pavo? No me conoce de nada, le he prestado la misma atención que a la impresora de mi curro (o puede que menos) ¿y se ha montado una peli en la que él es Rhett Butler...y yo Escarlata?

Entonces se te enciende una luz que alumbra tu pasado remoto como gacela y dices. ¡¡ No me lo puedo creer!! ¡Es un tío sobrado! Pensé que se habían extinguido, …y aquí tengo uno Suma Cum Laude, Doctor en la Especialidad.

Te ríes y con los Burning sonando de fondo, te entra como ternura…tan mono, tan previsible, tan perdido. Te dan ganas de arroparle y decirle “Si campeón, eres el favorito de mami”...pero te contienes y sutilmente le indicas el camino por donde se han marchado las gacelas.

En el fondo, casi le envidias esa autoestima, aunque sea imaginaria.

Voy a ver si la pongo en práctica, no es que Gerard Butler pase de mí, es que le doy miedo.

sábado, 24 de noviembre de 2012

COSAS QUE (ME) PASAN



                                                                            Mama...mamá...mamá…despierta...¡DESPIERTA!
- ¿Qué?...
- ¿A qué hueles?
- A ginebra...digo...a nada...no huelo a nada.
- ¿Ganaste ayer?
- No.
- ¿No?? ¿Cómo qué no?
- Que no gane...
- Estás diciéndome mentiras como cuando yo te digo que me he lavado los dientes y es mentira.
- No, no es mentira. No gané.
- ¿Y quién ganó?
- Yo fui a EGB.
- ¿Qué es EGB?
- Es como se llamaba antes primaria.
- Y ¿salgo yo en ese blog?
- No
- ¿Y cómo es que han ganado?
- Porque el jurado lo ha elegido.
- Estoy pensando que ya sé lo que tienes que hacer. Busca otros premios que sí que ganes.
- Jajajaj...vale...
- Unos sin jurado, que solo sea que te tengamos que votar…los jurados no saben, no te conocen.


Pues eso. No ganamos. Perdimos.

No voy a ponerme en plan Melania y sus mejillas sonrosadas a decir memeces del estilo “ha estado bien, no importa, me da igual” mientras sonrío con cara de haber desayunado una tortilla de tranquimazines.

Ha molado, me lo he pasado en grande con la campaña electoral y ha sido una pasada ver todos los comentarios y el apoyo de los descerebrados, pero no me da igual haber perdido.

Me jode infinito y estoy cabreada.

Hace 27 años  quedé cuarta disfrazada de regalo,( pinchad que os vais a descojonar),  este año he quedado tercera, si mis cálculos no me fallan, con esta progresión dentro de 54 seré primera y con un poco de suerte a los de la egb se les habrán acabado las series de tv para recordar.

La parte buena es que no me ha dado un infarto, aunque tengo una holgura craneal de mil pares.

- Mamá ¿Cómo has dicho que se llama el que ha ganado?
- Yo fui a EGB.
- Es un nombre feísimo. El tuyo es mejor…... ¿Cómo se llama el tuyo?
- Cosas que (me) pasan.
- Muchísimo mejor.


Gracias a todos, por los votos, los mensajes, los mails y los comentarios. 

Me conmoveis, malditos descerebrados. Un millón de gracias.

viernes, 23 de noviembre de 2012

¡¡NERVIOS!!



- Mamá... ¿qué peli vamos a ver el viernes por la tarde?
- Ninguna, yo no puedo. Tengo que ir a lo de los Premios.
- ¿Los premios esos de las cosas que escribes en internet?
- Si...esos.
- ¡¡Vas a ganar!!!
- No lo sé, además es mejor pensar que no voy a ganar y así no nos llevamos desilusiones.- es un pensamiento completamente idiota, pero como madre dices cantidad de tonterías al día.
- Eso hago yo mamá. Cuando quiero algo mucho, pienso...” no lo voy a querer, no lo voy a querer, no lo voy a querer”...y así, si luego no lo tengo no pasa nada.
- ¿Y te funciona?
- No lo sé, no me sale pensar eso, lo que pienso es “loquiero, loquiero, loquiero, loquiero”...pero a lo mejor a ti te sale.

Estoy nerviosa más allá de cualquier razonamiento lógico para una tía de casi 40 años.

Estoy tan nerviosa que no puedo parar quieta. Ayer hice canelones como para dar de comer a toda la pradera.

Estoy tan nerviosa que hoy cuando ha sonado la alarma “Madrugóndeloscojones” llevaba despierta hora y media.

Tan nerviosa que no puedo comer nada. Ni los canelones del tuper, ni la manzana asquerosa de “que sana soy” ni siquiera un té. Tengo un nudo.

Tengo tantos nervios que he visualizado mi armario 65 veces para decidir que me pongo. Creo que ya está decidido...por lo menos para los próximos 10 minutos.

Tan nerviosa que pienso gilipolleces. “Mierda, a mí me molan mis monstruos, pero nadie sabe quién soy ni que pinta tengo y sin embargo todos los demás tienen sus caretos. Tengo que tener buena cara esta tarde para que cuando digan “¿Tú eres Molinos?” no lea en su cara...” te favorecen más los monstruos”

Tengo tantos nervios, que me está saliendo un herpes y granos nuevos y creo que si me concentro incluso puedo conseguir algo de acné juvenil.

Tengo tantos nervios, el corazón tan acelerado y me capacidad para el dramatismo tan fuera de control, que he empezado a valorar muy en serio la posibilidad de qué me de un infarto. Si intento acallar estos pensamientos con razonamientos “científicos” es casi peor: edad, 40 años, hipercolesterolemia familiar, antecedentes familiares, situación de stress…¡¡lo tengo todo!!

Tengo tantos nervios que ando por la pradera como pollo sin cabeza.

- Mira Moli, una cosa te digo...para estar así, lo mejor es que te drogues.
- ¿Qué?
- Ante cualquier duda...lo mejor es drogarse...siempre.

Estoy tan nerviosa que necesitaría nadar 60 piscinas, dar una vuelta corriendo al Retiro, o un buen...exacto...eso, uno de los de gran sudada.

Estoy tan nerviosa que todo mi lado lógico, objetivo y maduro no es suficiente para equilibrar mi lado emocional, ilusionado y completamente enloquecido que quiere ganar esta noche.

Estoy tan nerviosa que funciono igual que una niña de 7 años. Intento pensar “No lo quiero, no lo quiero, no lo quiero”…


Pero no me sale…

A partir de las 19:30 en streaming aqui..podéis verme ganar, perder y sufrir un infarto...todo un mundo de posibilidades.

Ah y casi lo olvido..ya tenemos dominio propio. En sus pantallas: www.cosasqmepasan.com

jueves, 22 de noviembre de 2012

QUERIDO PAUL (II),

Querido Paul,

Sé que hace un par de años te dije cosas horribles, sé que el año pasado juré no volver a verte, sé que dije que no te daría ni una oportunidad más, que lo nuestro había terminado para siempre, pero ya soy tuya de nuevo.

Toda aquella ira y desprecio lo sentía de verdad, lo dije todo muy en serio, lo juro. Lo creía firmemente…

..y ahora estoy otra vez locamente enamorada de ti. Eres un conquistador y lo sabes. Te habías acomodado en las relaciones fáciles, en las historias tontas que se escriben solas, que te salen casi sin pensar, eres capaz de escribirlas mientras te cortas las uñas y las masas te amaron por esas historias, pero las amantes fieles, las antiguas como yo, nos sentimos defraudadas y estafadas y te abandonamos.

Pero tú sabes cómo hacerlo. Tenías un plan. A principios de este año, valiéndote de esas casualidades que te caracterizan, hiciste que llegara a mis manos “El Libro Rojo”, una obra pequeña que me había pasado desapercibida en su momento y que tú sabías que me engancharía. Por si acaso me resistía, hiciste que la acompañara una entusiasta recomendación “Moli...tienes que leerlo”. Era un primer paso para reconquistarme. Eran las flores que se mandan para que la amada deje de fruncir el ceño, deje de estar enfurruñada y por lo menos sonría. Y claro que sonreí, me flipó “El libro rojo”, me flipo tanto que nada más terminarlo, volví al principio y lo releí del tirón.

Paul, eres un seductor y vas paso a paso. Sin prisa, dejando que el terreno esté preparado. Has esperado el momento justo para el golpe perfecto. Una vez más y valiéndote otra vez de las casualidades que tanto te gustan, has hecho que llegara a mis manos “Diario de invierno”. En el momento justo, otoño y por el precio justo, gratis a cambio de una reseña. Sabías que no iba a resistirme a darte la enésima oportunidad, que caería otra vez en la tentación de ver qué habías escrito, sabías que la posibilidad de volver a despellejarte sería una trampa para mí.

Piensas que nunca te va a pasar, imposible que te suceda a ti, que eres la única persona del mundo a quién jamás ocurrirán esas cosas, y entonces, una por una, empiezan a pasarte todas, igual que le suceden a cualquier otro”.

¿Cómo se puede ser tan cabrón? Sabías que una vez que leyera ese primer párrafo que encabeza todo el libro, iba a ser tuya. Entregada completamente.

Como me resistía a ser una chica fácil a la que se conquista nada más llegar a la cita, seguí leyendo muy crítica, con mis gafas de directora de cine lesbiana catalana y mi pose de “ Paul, a mí no me la pegas”, dispuesta a sacar el boli rojo y hundirte en la miseria de los despellejes.

Me cuentas entonces que miras por la ventana y que ves nevar, y yo pienso como cualquier otra enamorada "Le gusta el invierno como a mí”. Y desde ahí empiezas a tejer tus memorias, contándomelas e hilándolas con el presente. Tienes una memoria prodigiosa (como la mía) y me enseñas hechos, personas, sentimientos, sensaciones que te ocurrieron y que te han hecho como eres. Sabes lo que opino sobre compartir recuerdos, lo especial que me parece y consigues que me sienta como si estuviéramos debajo de las sábanas contándonos confidencias…y te odio por ello.

Intento resistirme. No quiero caer tan rápido en tus redes. No eres tonto, y para liarme, para que no me sienta incómoda, cuentas tu historia sin ser “yo”, son tus memorias, es tu vida, pero las cuentas desde el “tú”. Sabes que como todo lo que cuentas es tan íntimo, tan personal, podría sentirme incómoda con el “yoismo”, podría sentirme una cotilla, sin embargo al hacerlo con el “tú” me incluyes, me dices...” ven que te cuento su historia”.

Como eres un maestro de la seducción, también manejas el humor y cuando parece que todo va a ser trascendencia y sentido de la vida, te descuelgas contándome como fue la adolescencia y el despertar sexual de ese “tu” del que me estás hablando…y consigues que me ría:

Como cualquier otro varón que haya vagado por este mundo, eras esclavo de aquel cambio milagroso que había ocurrido en tu cuerpo. La mayor parte de los días, apenas podías pensar en otra cosa; el resto del tiempo, en nada más”.

O “Vives en un tormento de frustración y continua excitación sexual, batiendo el record norteamericano de masturbación durante todos los meses de 1961 y 1962 como onanista no por elección sino por circunstancias”.

Me rio imaginándote casi con callos en la mano y rebosando frustración. Cuesta creerlo con la planta que tienes ahora y el indudable atractivo que desprendes incluso con 64 palos.

Sabes que la risa y la ternura acaban con cualquier resistencia pero querías acabar rematando la faena, que te jurara amor eterno y me lanzara al mundo a decirle a los descerebrados que habías vuelto, que tenían que leerte, que te dieran una nueva oportunidad y ¿cómo lo consigues? Contándome como te sentiste cuando murió tu madre de repente.

Mientras asimilas la noticia tienes la impresión de que se vacían las entrañas. Te sientes aturdido y hueco, incapaz de pensar, y aunque eso es lo último que esperas que ocurra ahora (Hace años que no estaba tan contenta), no te sorprende lo que te está diciendo Debbie, no te horrorizas, no te quedas atónito, ni siquiera te disgustas. ¿Qué es lo que te pasa? te preguntas. Tu madre acaba de morir y te has convertido en un bloque de madera”


Ni lágrimas, ni aullido de angustia ni dolor: solo una vaga sensación de horror creciendo en tu interior”.

Ya me tienes en tus manos, ya no hay resistencia. Me dejo llevar por ti, por tus recuerdos, por tu vida, por todo aquello que me enseñas de tu pasado, grandes cosas y también pequeños detalles, situaciones que en su momento fueron pequeñas, casi intrascendentes pero de las cuales guardas un recuerdo, una sensación que te ha hecho como eres ahora...Me guías por tu vida, poniéndola del derecho y del revés...para que vea qué es como todas, como la de cualquiera, y que lo único que hay que hacer para darte cuenta de que te pasan cosas, es pararte y mirar.

Todos somos extraños para nosotros mismos, y si tenemos alguna sensación de quienes somos, es sólo porque vivimos dentro de la mirada de los demás”.

Amo a Paul. Al terminar, he querido volver a empezar otra vez…exactamente como cuando...sí, eso.

Sé que ahora mismo tengo la misma credibilidad que cualquier tía que pone a parir a su ex, hace que todos sus amigos  le hagan vudú …y luego vuelve con él y dice “es que ha cambiado”, pero hacedme caso, corred a leer “Diario de Invierno”…ya.