martes, 5 de marzo de 2013

MOLIDOCUMENTALES: EL ANÓNIMO TOCACOJONES

¿Cómo es un anónimo tocacojones?
Por un lado tenemos el que se aburre en el curro o no tiene absolutamente nada que hacer en su puesto de trabajo y tiene la misma vida interior que un cuaderno en blanco y la misma creatividad que mi perchero.

Por otro lado, aunque este grupo es menos numeroso, está el anónimo tocacojones que brujulea por internet por la noche. No ve la tele, no lee, no tiene familia o si la tiene no le mola y sufre de insomnio.

En ambos casos, se aburren.

Miran el correo, nadie interesante les escribe. Se asoman a twitter y les parece que aquello no va con ellos, entran en los periódicos y se hostilizan con las noticias.

Ya están aburridos y hostilizados.

La hostilización es buena, solo hay que saber usarla. La hostilización mueve a la gente pero para que mole tiene que ser que a alguien le importe que estés hostilizado y sobre todo que sepas focalizarla y expresarla.

Un anónimo tocacojones no sabe hacer eso.

Ya les tenemos aburridos, hostilizados y nerviositos.

Un anónimo tocacojones quiere llamar la atención. El periódico le ha encabronado pero dejar un comentario ahí, no sirve para nada. Nadie le va a prestar atención y como mucho si es genialmente ingenioso en su comentario supuestamente ofensivo, conseguirá enzarzarse en una discusión con otros anónimos tocacojones que están igual de aburridos delante de sus pantallas. Eso no le mola. Además, es tan complicado ser genialmente ingenioso en un comentario y tan fácil ser absurdamente soez, inapropiado o directamente ridículo que no se atreve.

Entra en twitter...pero twitter está lleno de gente diciendo ingeniosidades y claro, tener un número de seguidores que tiende a 0 tampoco da el suficiente protagonismo.

¿Qué hacemos con esa hostilización y ese aburrimiento que ha ido en aumento al no encontrar una vía de escape molona?

Siempre quedarán los blogs.

Un anónimo tocacojones lee blogs en la sombra. Los lee con rabia, con envidia, con afán destructivo. Lee siempre los mismos, atentamente. Conoce al que lo escribe, a los comentaristas, es capaz de situar a cada comentarista y si tiene mucho muchísimo tiempo y bastante hostilización rastrea al bloguero en sus comentarios en otro blog, le sigue el rastro.

No le gusta el blog, de hecho lo odia. O mejor el blog le gusta y odia al bloguero. O mejor aún, le gusta el blog, el gusta el bloguero y se odia a sí mismo por ello.

Un anónimo tocacojones es un personaje muy completo y a la vez absurdo en su simplicidad primitiva.

Ya le tenemos con tiempo, hostilizado con el planeta, con ganas de llamar la atención y odiándose a si mismo porque le guste determinado blog. Ya lo tenemos todo para entrar en el blog, leer el post en diagonal o al contrario escanear el post hasta la última frase intentando encontrar un resquicio en el que colgar su hostilización. Lo encuentra y con una gran cara de satisfacción, se echa hacia atrás en la silla y dice: ¡¡Ajá!! ¡Lo tengo! Si pudiera haría brillar su ojo de cristal y se acariciaría la calva.

Le da a dejar comentario. Escribe un comentario supuestamente hiriente, supuestamente inteligente y que supone que va a dejar al bloguero sumido en el desaliento más absoluto y obnubilados al resto de los comentaristas a los que por supuesto el Anónimo Tocacojones desprecia desde lo más profundo de su ser básicamente porque parecen gente con vida, interesante, con gente que les quiere y sobre todo que no se avergüenzan de que les guste un blog.

Cierra y piensa. Yo soy distinto, soy diferente, le he dicho a este bloguero listillo lo que nadie le dice, porque solo tiene ñus y palmeros que le sacan en procesión y yo soy distinto.

Calmada su hostilización y con la adrenalina corriéndole por las venas apaga el ordenador. Fantasea con la cara de incredulidad con la que los otros comentaristas leerán su comentario y como se verán atravesados por un rayo de luz que aclarará su mente y dirán en masa “Anónimo,¡tienes razón! Ohhh, menos mal que has venido a iluminarnos, ábrete un blog. Queremos seguirte, ¡sé nuestro Mesías!” Envalentonado por ese pensamiento, va más allá y elucubra sobre como la vida del bloguero va a quedar destrozada por ese rasgo de genialidad que ha tenido...

Los lectores ven el comentario y directamente se descojonan, piensan que es un maleducado o que sencillamente tiene la misma comprensión lectora que un tapón de corcho. Le ignoran o lo que es peor son increíblemente ocurrentes en sus respuestas.

El bloguero recibe el comentario en el correo, lo abre, lee y piensa “vaya, otro pobre”.

Es durísimo ser anónimo tocacojones, y no, no está al alcance de cualquiera serlo.

Actualización: dejo enlazado mi anterior post sobre Anónimos genéricos..incluidos los entrañables porque veo que hay mucho despiste. 

domingo, 3 de marzo de 2013

UNA DOCENA DE CITAS DE TONY JUDT

¿Quién era Tony Judt?


Judt era un historiador británico de origen judío especializado  en el estudio de la Europa del siglo XX, en los procesos intelectuales y sociales que han configurado la sociedad en la que vivimos actualmente, el mundo al que nos enfrentamos.

A pesar de ser lo que se conoce como un erudito, su valor máximo no viene dado por la vastedad de sus conocimientos sino por su capacidad crítica, su inteligencia, su sentido del humor, su pensamiento reflexivo y la facilidad para transmitir todo eso de manera amena, interesante y que genere debate entre sus lectores.

A Judt se le lee con placer. Cuando llegas al final de un capítulo, levantas la vista del libro y dices: cuéntame más, sigue hablando. Tiene una cabeza increíble, una capacidad de argumentación impresionante y una inteligencia brillante. Además, es accesible para todo el mundo, es entretenido y ameno. Engancha y fascina porque es capaz de hacerte reflexionar sobre temas que ni siquiera te habías planteado y que sin embargo te afectan directamente.

Hoy traigo doce reflexiones de Judt para animaros a leerle y conocerle.

1.Sobre la situación actual 

En este artículo escrito en el 2010, Judt escribe cosas como estas: 

Quienes afirman que el fallo es del "sistema" o quienes ven misteriosas maniobras detrás de cada revés político tienen poco que enseñarnos. Pero la disposición al desacuerdo, el rechazo o la disconformidad -por irritante que pueda ser cuando se lleva a extremos- constituye la savia de una sociedad abierta. Necesitamos personas que hagan una virtud de oponerse a la opinión mayoritaria. Una democracia de consenso permanente no será una democracia durante mucho tiempo”.

2. Sobre lo que habría que reformar.

Del mismo artículo que la cita anterior.


“La mayoría de los críticos de nuestra condición presente comienzan con las instituciones. Dirigen su atención a los parlamentos, los senados, los presidentes, las elecciones y los grupos de presión, y señalan las formas en que se han degradado o han abusado de la autoridad que se les ha confiado. Cualquier reforma, concluyen, debe comenzar ahí. Necesitamos leyes nuevas, sistemas electorales distintos, restricciones a los grupos de presión y a la financiación de los partidos; debemos dar más (o menos) autoridad al ejecutivo y hallar la forma de que las autoridades, elegidas o no, escuchen y respondan a quienes son su base y les paga: nosotros."

3. Sobre su enfermedad

Judt murió en agosto del 2010 de esclerosis lateral amiotrófica. Con una frialdad,  una objetividad y una entereza que te dejan conmocionado, describe en este artículo sus noches paralizado completamente en la cama, enfrentado al “ traje de hierro” en que se ha convertido su cuerpo y a sus pensamientos que son lo que le mantienen activo.

“Lo malo es cuando llega la noche. Yo retraso la hora de irme a la cama hasta el último momento compatible con la necesidad de dormir de mi enfermero. Cuando estoy "preparado" para acostarme, me lleva al dormitorio en la misma silla de ruedas en la que he pasado las últimas 18 horas. Con cierta dificultad (a pesar de que he perdido altura, masa y volumen, sigo siendo un peso muerto considerable para quien me tiene que mover, aunque sea un hombre fuerte), me coloca en mi cama. Me sienta en un ángulo de 110º y me sujeta en mi sitio con toallas dobladas y almohadas, con la pierna izquierda vuelta hacia afuera como si hiciera ballet, para compensar su tendencia a hundirse hacia adentro. Este proceso requiere una concentración considerable. Si dejo que se quede un poco descolocada alguna extremidad o no insisto en que me alinee cuidadosamente el estómago con las piernas y la cabeza, luego sufro una agonía infernal durante la noche.
Después me tapa y me coloca las manos por fuera de la manta para darme la ilusión de movilidad, aunque también tapadas, porque tengo una sensación permanente de frío en ellas, como en el resto del cuerpo. Me rasca por última vez en alguno de los varios sitios que me pican de la cabeza a los pies; me ajusta el respirador Bipap a la nariz, incómodamente apretado para que no se me caiga por la noche; me quita las gafas... y ahí me quedo: vendado, miope e inmóvil como una momia moderna, solo en mi prisión corporal, acompañado durante el resto de la noche únicamente por mis pensamientos.”

4. Sobre sus  pensamientos en las noches.
Judt dedica  las noches de su enfermedad a bucear en sus recuerdos y a ordenarlos para a la mañana siguiente poder dictarlos. Para no olvidar todas esas ideas y pensamientos recurre a una regla nemotécnica, recuerda un chalet suizo donde pasó unas vacaciones con sus padres. Realiza recorridos mentales por la casa, y va colocando los recuerdos en las distintas habitaciones y rincones para a la mañana siguiente realizar ese mismo recorrido mental recuperando los pensamientos nocturnos. Esa recopilación de recuerdos se encuentran recogidos en un libro maravilloso que se llama “ El refugio de la memoria” y en el que Judt cuenta sus noches en vela.   

Las noches improductivas son frustrantes de un mundo casi físico. Desde luego no puedes decirte: Vamos, deberías estar orgulloso por el simple hecho de haber conservado tu cordura, ¿dónde está escrito que, además, tuvieras que ser productivo? Y, sin embargo, siento cierta culpa por haberme rendido al destino tan fácilmente ¿Quién podría hacerlo mejor en tales circunstancias? La respuesta es, naturalmente, “un mejor yo” y es sorprendente lo a menudo que desearíamos ser una mejor versión de nuestro yo actual, aún siendo plenamente conscientes de lo difícil que ha sido llegar hasta donde estamos”.

5. Sobre los trenes.

Judt era un enamorado de los trenes y dedicó este “ Trenes que nunca volveré a coger”  a los trenes de su infancia, al maravilloso servicio estatal de trenes británico desmantelado posteriormente por sucesivas privatizaciones.

Los trenes son, como dice la expresión francesa, transports en commun: diseñados a partir de principios del siglo XIX con el fin de ofrecer un medio colectivo de viajar para las personas que no podían permitirse el transporte privado y, con los años, para otras más acomodadas a las que se podía atraer con la perspectiva de unas instalaciones comunes de lujo pagando un precio más alto. Los trenes inventaron las clases sociales en su variante moderna, al designar y clasificar distintos niveles de comodidad, facilidad y servicio: como revela cualquier ilustración de aquella época, durante muchas décadas, los trenes fueron algo incómodo y abarrotado excepto para quienes tenían la suerte de viajar en primera. En mi época, sin embargo, la segunda era más que aceptable para la gente normal y corriente; que, en Inglaterra, quiere decir una gente que no se mete con los demás. En aquellos días felices, antes de los teléfonos móviles, cuando todavía era impensable poner una radio en un lugar público (y la autoridad del revisor bastaba para reprimir a los espíritus rebeldes), el tren era un lugar fantástico y silencioso”.

6. Sobre el amor y sus relaciones
.
Judt tiene una ironía extraordinaria incluso para referirse a sí mismo.

Según el teórico literario René Girard, los seres humanos deseamos e incluso amamos aquello que aman también otros. Yo no puedo confirmarlo por experiencia personal; tengo una trayectoria de deseos frustrados de objetos y mujeres que estaban claramente fuera de mi alcance, pero no interesaban especialmente a nadie más.”


7. Sobre la universidad


Las universidades son elitistas: les concierne seleccionar a la promoción más capaz de una generación y educarla en esa capacidad, forzando una renovación de la elite y rehaciéndola consecuentemente. Igualdad de oportunidades e igualdad de resultados no son la misma cosa. Una sociedad dividida por la riqueza y por la herencia no puede corregir esa injusticia camuflándola en las instituciones educativas- negando diferencias de capacidad o limitando posibilidades selectivas-, mientras en nombre del libre mercado favorece una diferencia entre ricos y pobres que aumenta de manera constante. Eso es mera jerga e hipocresía.”
Es una cita sencillamente genial. Más claro agua.

8. Sobre el deterioro del lenguaje y la pobreza de argumentos

Cuando las palabras pierden su integridad, también la hacen las ideas que expresan. Si privilegiamos la expresión personal por encima de la convención formal, entonces estamos privatizando el lenguaje no menos de lo que hemos privatizado tantas otras cosas”.

“La prosa de muy baja calidad es hoy indicativa de inseguridad intelectual: hablamos y escribimos mal porque no nos sentimos seguros de lo que pensamos y nos resistimos a afirmarlo de un modo inequívoco: es sólo mi opinión…Más que padecer la aparición de la neolengua nos amenaza el auge de la “no lengua”


9. Sobre la crisis de la mediana edad.
Gracias
a su crisis de la mediana edad, Judt aprendió checo y escribió su obra más importante, Posguerra, un libraco de 1000 páginas que hace un repaso exhaustivo por la Europa posterior a la II Guerra Mundial dónde se formaron las bases de toda nuestra sociedad actual.

Algunos hombres cambian de esposa. Otros cambian de coche. Algunos incluso cambian de sexo. Lo importante de la crisis de la mediana edad es que uno demuestre que continúa siendo joven y, para ello, necesita hacer algo completamente diferente. Por supuesto, "diferente" es un término relativo: el hombre que está atravesando esa crisis suele hacer lo mismo que todos los demás; al fin y al cabo, por eso se sabe que es la crisis de la mediana edad. Sin embargo, la mía fue un poco distinta. Tenía la edad apropiada; me encontraba en la fase apropiada de mi vida (estaba divorciándome de mi segunda esposa); y estaba experimentando las habituales incertidumbres de la edad: ¿qué hago yo aquí? Pero yo la pasé a mi manera. Me puse a aprender checo.”


10. Sobre los políticos
Attlee fue un representante ejemplar de la gran época de reformadores eduardianos de clase media: moralmente serios y ligeramente austeros. ¿Quién de entre nuestros actuales líderes pretendería acreditar lo mismo, o incluso comprenderlo?
La seriedad moral en la vida pública es como la pornografía: aunque difícil de definir, sabes que lo es cuando la ves. Describe una coherencia entre intención y acción, una ética de responsabilidad política. Toda política es el arte de lo posible. Pero el arte también tiene su ética
”.

11. Sobre austeridad, política y sociedad


“La abundancia de recursos que dedicamos al entretenimiento solo sirve para escudarnos frente a la pobreza del producto: lo mismo que en política, donde la cháchara incesante y la retórica grandilocuente enmascaran una profunda vacuidad.
Lo contrario de la austeridad no es prosperidad sino luxe et volupté. Hemos sustituido utilidad pública por comercio sin límites, y no esperamos de nuestros líderes aspiraciones mayores. 60 años después de que Churchill solo pudiera ofrecer “sangre, esfuerzo, sudor y lágrimas”, nuestro muy señor presidente de la guerra – a pesar del hiperventilado moralismo de su retórica- no podía pensar en nada mejor en el despertar del 11 de septiembre de 2001 que en pedirnos seguir de compras. Esta visión empobrecida de la comunidad – “unidos” en el consumo- es todo lo que nos merecemos de los que ahora nos gobiernan. Si queremos mejores gobernantes tendremos que aprender a pedir más de ellos y menos para nosotros. Un poco de austeridad estaría bien


12.Y una reflexión final sobre nacionalismos y convivencia 

“A diferencia del desaparecido Edward Said, creo que puedo comprender e incluso sentir empatía con los que saben qué significa amor a un país. No considero esos sentimientos incomprensibles, simplemente no los comparto. Pero, con el tiempo, esas lealtades fieramente incondicionales – a un país, a Dios, a una idea o a un hombre- han llegado a aterrorizarme. La fina capa de la civilización reposa sobre lo que bien podría ser una fe ilusoria en nuestra humanidad común. Pero ilusoria o no, haríamos bien en aferrarnos a ella. Ciertamente, es esa fe- y las restricciones que impone a la mala conducta humana- la que debe anteponerse en tiempos de guerra o de malestar social”.

Nos hacen  falta personas con conocimientos, personas que hayan estudiado. Gente con curiosidad por el mundo que les rodea, por lo que lo ha hecho así y por cómo mejorarlo y enfrentarse a los problemas actuales. 

Nos hace falta gente que sepa gestionar todo ese conocimiento y curiosidad y sea capaz de contarlo, de hacerlo accesible, interesante y que provoque con sus ideas reflexiones y pensamientos en nosotros.
Gente con capacidad intelectual, sentido crítico, curiosidad y capaces de comunicar. 

Más gente como Judt. Corred a leerle.

Publicado primero en unadocenade

viernes, 1 de marzo de 2013

PRADERISMO LABORAL: MORENAZA, RATZINGER Y LAS PRINCEZAZ.

Ante las numerosas peticiones recibidas y dado que se está convirtiendo en un filón de inspiración superando a Cedric que desde que está en el planeta del amor es un poco coñazo, hoy voy a dedicarle el praderismo laboral a Morenaza.

Morenaza es guay. Es guapa, divertida, hace unas fotos increíbles y como muestra la que ilustra mi post de 40 cumpleaños, se dejó convertir al amor por Bruce, sabe un mogollón de libros de colores, se ríe con mis gilipolleces, me consulta cosas y es tan maja que incluso madruga más que yo para así consolarme sobre mi desdichado amanecer.

Morenaza por supuesto tiene sus “cositas”, algunas vamos consiguiendo corregirlas como su absurda tendencia a creer que un triste absurdo era el amor de su vida o su estúpida idea de apuntarse a clases de francés de 8 a 10 de la noche cuando se ha levantado a las 5 y media de la mañana. También hemos conseguido que deje de lado a sus amigas que le aconsejan llevar piedras imantadas en los bolsillos con no se sabe muy bien que oscuro propósito e incluso se ha animado a brujulear por twitter.

Otras cosas seguimos sin solucionarlas.

Nos sentamos exactamente a dos metros de distancia, en mesas contrapeadas. Las pantallas de los ordenadores nos tapan la vista de la otra, pero nos asomamos y nos vemos los caretos mientras revisamos libros según se nos ocurre algo de lo que hablar.

- Moli….- oigo que me llama...más bien, veo sus manos aletear porque tengo la música puesta a todo volumen con los cascos y no la oigo
- Dime.- le digo quitándome un solo casco…
- Flipa...me he comprado una lamparita para la mesilla. – me dice con gran emoción.
- ¿Una lamparita para la mesilla??? Ohhhhhhhhhh... ¿Y? ¿Qué tiene de espectacular ese dato para que tenga que flipar?
- Joder Moli. Es que antes no tenía y leía con un frontal en la cama...
- ¿Con un frontal en la cama?? Pero, pero, pero... ¿Por qué?? .- decido quitarme los cascos del todo, el tema es grave.
- Bueno, pues porque sí, pero el caso es que el otro día me dio por limpiar el horno...
- ¿limpiar el horno? ¿Por qué? Tú no cocinas... ¿estaba sucio?
- A ver Moli...cocino algo…de vez en cuando, casi nunca...pero bueno...me dio la paranoia y claro como no veía bien, me puse el frontal para limpiar el horno…
- ¿Limpiaste el horno con el frontal puesto?
- Si...es que no veía bien.
- En fin...sigue.
- Bueno, pues me ha parecido que leer en la cama con el mismo frontal con el que limpio el horno es muy friki...y entonces...
- Una cosa Morenaza...
- ¿Qué?- Leer en tu casa, tú sola, con todas las luces apagadas y un frontal en la cama...¡¡YA ERA MUY FRIKI!!!
- Si...vale...pero es que ahora tia...me he comprado la lamparita y flipa...¡¡ veo mogollón!!
- Eres completamente absurda.

Ahora, en los libros de colores hemos recibido una avalancha de libros sobre Ratzinger que hay que valorar y gracias a Dios le ha tocado a Morenaza…o eso creía yo, porque están teniendo un efecto en ella muy raruno.

- Moli
- Dime.- me vuelvo a quitar un casco.
- Me perturba este Papa.
- ¿QUEEEE?- me quito los cascos.
- Eso, que me perturba Benedicto.
- Pero... ¿Qué estás diciendo?
- A ver... es que no tengo claro si detrás de él hay un buenazo muy tímido o un maligno escondido.
- Pero, pero, pero... ¿Qué dices?
- Es que estoy aquí leyendo sobre él y resulta que por un lado le gusta el arte que eso es de bueno pero por otro lado ha escrito un libro que se llama “Mi vida” y eso también es de bueno que cuenta cosas…
- ….no sé dónde vamos con esta conversación pero me estás dando pánico.
- Calla...pero por otro lado defiende que el catolicismo es lo mejor del mundo mundia y es alemán…y eso es un poco de malo que quiere dominar el mundo.
- Ahí difiero.- interviene Sonrisas que también se ha quitado los cascos.- Ratzinger es bávaro y Hitler era austriaco. Esa es la gran mentira de Austria.
- Vamos a ver, vamos a ver. Primero, tú loca...deja de revisar ese libro porque te veo rezando el rosario en el bus que te trae de Sitio Misterioso, segundo...Sonrisas...¿cómo coño sabes que Ratzinger es bávaro? Y tercero... ¿Dónde está la cámara oculta?

- Y ¿Eva Braun?
- ¿QUÉ TIENE QUE VER EVA BRAUN AHORA PANDA DE CHALADOS?
- Ratzinger vive con su hermana que es el ama de llaves.
- ¿Y QUÉ?
- Paralelismo, Moli.- sentencia Sonrisas.
- Pero ¡¡qué decís!! Eva Braun no era la hermana de Hitler y tampoco era el ama de llaves.
- Ya...pero ¿y si la hermana de Ratzinger se llama Eva?
- OS JURO QUE ME DAIS MIEDO.

- Moli...
- ¿Qué? ¿Qué pasa ahora?
- Qué va a hacer Ratzinger ahora.
- Yo que sé, pregúntaselo a las princezaz y a su ama de llaves.


******************************


Para terminar con Ratzinger…ayer las princezaz le dieron la puntilla.

- Mamá... ¿Dónde va el Papa?
- Ya os lo dije el otro día, a un convento a rezar.
- Mamá...y el Papa ¿peca?
- Pues claro.
- ¿Y tú?
- Yo también y tú y todos…
- M, yo peco infinito. Cada día, cada hora, cada minuto…y soy una niña de 7 años…así que un viejo como el Papa muchízimo más.


Ah y Morenaza está soltera …y tiene el horno limpio.

jueves, 28 de febrero de 2013

MERYL VERSUS ANGELINA.

Hoy batalla en el blog.

No puedo con Angelina Jolie. Es un espanto de mujer. Sí, ya sé que está muy buena y que a casi todos los tíos del planeta les parece un pibón y guapísima y todo, pero es insoportable. Es desagradable.

Para empezar tengo malas noticias, Angelina es un fraude. Para empezar ni siquiera es guapa. “Ojos felinos” ¿Qué mierda es ojos felinos? Angelina mira achinando los ojos, poniendo cara de “no sé quién eres ni me importa” y mordiéndose carrillos a lo Bunbury. A la vez saca morrazos y mira por encima del hombro. Un mérito le reconozco, tiene un control gestual francamente impresionante.

Angelina además es hortera, muy hortera, hortera hasta el infinito. Tiene el superpoder de conseguir que lleve lo que lleve puesto ese algo parezca zafio y poco adecuado. Como ha renunciado a comer en virtud de un misticismo de garrafón francamente patético está escuálida y se puede meter en una talla 34 y se supone que todo le queda fenomenal. Puede que sí, pero no lo luce. Ahora que lo pienso, la palabra no es que le “quede” la ropa, a Angelina la ropa le cuelga, eso es. Ella es consciente de eso y como es una profesional del fraude ha elaborado una pose vital que expulsa por todos los poros de su cuerpo. Una pose vital que en vez de decir “no sé llevar este vestido” dice “por favor tíos del planeta, venid y arrancádmelo”.

Es una pose currada pero que solo consigue funcionar con ellos, o es que a lo mejor solo transmite en la frecuencia de los tíos. Las tías sin embargo la vemos y pensamos...puff...que pesada es Angelina con esa pose de “ven aquí machote hazme tuya” que no se la cree nadie, pero entonces miramos alrededor y ellos están embobados elucubrando todo tipo de momentos lúbricos con Angelina y dices... Pero ¿no ven que es una hortera y que seguro que solo sabe hacer el misionero?

Angelina además es mala actriz. Lapidadme pero es así. Aparece en pantalla y no piensas ¿quién será ese personaje? No. Es Angelina haciendo de Angelina, disfrazada de neumática con mono de cuero, disfrazad a de los años 40 o vestida de hortera de supermercado, da igual, es Angelina y no te la crees.

Angelina genera incomodidad. Si lo piensas fríamente, dices ¿Qué me gustaría hacer con Angelina? Vale, si eres tío empotrarla y luego ¿qué? vale, empotrarla otra vez si se deja y me quedan fuerzas y luego ¿qué? Nada. Angelina no cocina,no come, no bebe,  no se ríe, no ve pelis, no te acompaña al futbol, con Angelina solo puedes ir al tatuador, ni siquiera tiene pinta de tocar el ukelele como otras absurdas.  Si eres tía, aún es peor, después de horas pensando y dado que tengo cristalino que ni de coña haría la tijereta con ella, no se me ocurre nada que me gustaría hacer con ella. Angelina es incómoda, absurda, aburrida y como que resbala...

En la otra esquina del ring tenemos a Meryl.

No puede ser más distinta de Angelina. Para empezar no es guapa, es más bien tirando a “muy culta” que dirían pobreshermanos.

Al contrario que Angelina, Meryl tiene pinta de estar encantada con ser ella misma, con la gente en general y con tener los años que viene. Sonríe en la alfombra roja y piensas “ Meryl se ha atufado un GT en la limusina seguro y se está descojonando de Angelina con sus tatuajes”. La ropa de Meryl no la ves, ves el vestido pero enseguida se te ha olvidado, puede ser un completo despropósito y ser horrible pero ella lo lleva con pose de “ah si...me he puesto esto” y por supuesto nunca jamás de la vida pone poses absurdas y te mira por encima del hombro girando la cabeza 360 grados como la Jolie. Meryl si achina los ojos es porque se está descojonando…o porque necesita gafas de lejos.

Meryl sin embargo no emite en la misma frecuencia que los tíos y soy consciente de la animadversión que levanta en muchos de ellos. Sé que hay muchísimos que como el Ingeniero no son capaces de distinguirla de Glen Close, de hecho, el Ingeniero opina que son la misma actriz, cuando hace de mala se llama Glen y cuando hace de buena se llama Meryl. No he conseguido sacarle de su error.

Ahora que lo pienso Meryl si emite en la misma frecuencia de los tíos pero les da miedo de verdad. Los tíos ven a Angelina con todo su absurdo vital y piensan yo la empotraba y luego me levantaba y me piraba tan a gusto. Con Meryl no pasa eso. Meryl es para quedártela, para enamorarte. Parece una mosquita muerta pero para nada, mirad lo que le pasaba a Kevin Kline en la decisión de Sophie, o a Robert en Memorias de África o a Clint en los Puentes de Madison. Meryl es la típica que parece que le vas a enseñar todo en la cama y llega y te monta el helicóptero…

Por supuesto y eso no hay ni que decirlo Meryl es una actriz como la copa de un vino, nunca la ves a ella en la pantalla, ves una polaca enloquecida por la experiencia de los campos de concentración, ves a una mujer que se divorcia y lucha por la custodia del hijo, ves a una condesa danesa, ves un ama de casa, ves a la directora de una revista de moda, ves a una señora que cocina..lo que sea..pero nunca a Meryl. Angelina está años luz de conseguir ni siquiera acercarse.

..pero no solo eso. Lo mejor de Meryl es con ella apetece hacer cosas, apetece sentarte a cocinar, matarte a GT, dar un paseo, echarte unas risas viendo la tele, ir al cine, charlar, a Meryl apetece tenerla de amiga incluso cuando hace de mala.

Meryl tiene sentido y presencia y la prueba es que nadie sabe quién es su marido ( Actualización, gracias a Mar..aqui está el marido de Meryl y también me lo llevo de copas)  si es que lo tiene. Angelina es tan absurda que primero necesitaba a un engendro asqueroso como Billy Bob Thorton y luego a Brad para darle un poco de sentido a su existencia y la muy cabrona ha hecho de él un perfecto calzonazos igual de incómodo, absurdo y aburrido que ella y con pinta de no chuscar más que los días pares con la luna en cuarto creciente.

Por si alguien tiene dudas, yo soy de Meryl.