
- Elvira Lindo escribe un artículo contra las madres encimonas.
- Yo lo enlazo y escribo un post de maternity sobre cómo veo yo la educación de los churumbeles. Recibo muchos comments...algunos hostiles diciéndome que no tengo ni idea...que blablablablabla.
- Alguien...hace un post poniendo a parir a Elvira Lindo y alguien le deja como comment un trozo de mi post.
- Ese alguien coge ese comment y hace un post a partir de él.
- Alguien me deja el enlace en mi blog y entro a leer ese post y sus opiniones.
¿Qué me encuentro?
Una crítica destructiva de mi post de maternity.
Bien. Correcto. No tengo la exclusividad sobre la crítica destructiva, es un género literario al alcance de cualquiera. Lo leo de cabo a rabo y me llevo una desilusión como una casa. Para una vez que alguien se toma la molestia de diseccionar un post de mi autoría...el tema deja muchísimo que desear.
Cómo soy un alma caritativa y generosa y más en estas fechas, decido escribir un post para explicar unas cuantas cositas sobre cómo se hace una crítica inteligente y con clase.
Para empezar conviene tener un nivel de comprensión lectora superior al de una ameba en coma. No estoy en contra de la lectura en diagonal cuando el tema no te interesa y simplemente vas a archivarlo en el cajón de “mierdas varias que leo a lo largo del día”, pero si vas a hacer un post sobre ese texto, hay que leerlo bien, entender el significado y no solo ir a las palabras que te chirrían. Hay que criticar y despellejar con una base porque si no puede ser que te den la réplica y hagas el ridículo...y a nadie le gusta hacer el ridículo.
Si decides hacer una lectura sesgada y falta de cualquier atisbo de comprensión lectora entonces conviene no poner el texto que vas a despellejar. Más que nada para que nadie se de cuenta de que estás tergiversando las cosas. Hazme caso, la gente es perezosa y no buscará el texto de referencia...pero si se lo pones delante de las narices, hay malvados que podrían llegar a pensar: pero... ¿esta chica sabe leer?
Una buena crítica destructiva debe contener un número adecuado de insultos o mejor llamémosles “adjetivos calificativos”. El arte de insultar no está al alcance de cualquiera y hay que manejarlo con mucho cuidado para no pasarse por defecto ni por exceso y por supuesto debe ajustarse a la realidad. Si se te va de las manos puede ser un arma de doble filo.
Llamándome Hitler te has pasado 30 pueblos y además no se ajusta para nada a lo que cuento en el texto, dónde está escrito cristalino “No se trata de ser autoritario ni nada de eso”. Cómo has cometido el error de base de poner el texto de referencia, no puedes hacer una alegre pirueta, obviar esa frase y decir que yo creo fervientemente en la educación "a lo Hitler”. Hitler, y aquí va una pequeña lección de historia, pero entiéndeme soy historiadora y las inexactitudes históricas me pueden, opinaba que se trataba de ser autoritario hasta el infinito y más allá...asi que te equivocaste de referente.
Siguiendo con las inexactitudes que por supuesto creo que han sido completamente faltas de intención y provocadas probablemente por un parón neuronal, yo jamás he dicho que a los niños haya que ponerles límites que no sean asumibles a su edad, no he dicho que no haya que hacer el pino puente ( aunque confieso que si la felicidad de miz princezaz dependen de mi flexibilidad física...van a ser terriblemente infelices) para entretener a los niños, ni que haya que dejarles que se las compongan solos con la frustración..Yo no he dicho nada de eso pero no me voy a poner a discutirlo.
Pasemos al segundo punto.
Cuando el blanco de la crítica destructiva, lee ese post y te deja un comment correcto en el que simplemente se adjudica la autoría del texto que has despellejado (al Cesar lo que es del Cesar), lo que no puedes hacer es echarte atrás. Es como cuando yo digo que Maribel Verdú parece un Piolín desplumado...si entra la Verdú y dice: estoy aquí y te he leído...no puedo decir: bueno...esto que a mi el vestido no me gusta pero no sabía que eras tú la que estaba dentro...Si se critica, se critica...no vale echarte atrás con: “yo no hablo de ti”...No, no, no, mal. ¿No ves que pareces débil y das argumentos al enemigo? Mantente firme, "He dicho que eras Hitler y lo mantengo".
Tercero.
La crítica destructiva es un género arriesgado. Si se decide probar hay que aguantar el tirón. Entrará gente a lapidarte y otros a aplaudirte. Hay que saber bandearse con los dos. NO vale decir “Cruci...no os metáis conmigo”...no, no no. Hay que aguantar el tirón o huir. Pedir clemencia es de cobardes y podría ser tomado como que eres el típico que tira la piedra y esconde la mano. Y eso es fatal.
Cuarto.
Si criticas algo lo que no puedes hacer luego es asumirlo. ¿Cómo vas a resultar creíble en tus insultos si luego adoptas la nomenclatura de aquel a quien criticas? Es decir, no puedes llamarme Hitler y luego declararte happypandista. Un poco de coherencia por favor...pero sobre todo para que no pueda luego ser usado en tu contra.
Quinto y último.
Hay que tener clase y estilo.
Y dos dedos de frente.