martes, 15 de abril de 2014

Ensayo sobre el bañador.


Para ir a nadar hay que tener siempre en mente la regla de los 5 dedos: bañador, toalla, chanclas, gafas y gorro.

Son las cinco cosas imprescindibles para ir a nadar. Bueno, imprescindible imprescindible sólo hay una.

Puedes probar a nadar sin gafas y cerrar los ojos confiando en no salir cegado por el cloro, puedes secarte con tu ropa interior o al aire contoneándote debajo de los secadores esos del demonio, puedes intentar nadar sin gorro un par de largos antes de que te llamen la atención y puedes ir sin chanclas rezando para no pillar ningún hongo...pero NO puedes nadar sin bañador.

El bañador es por tanto lo más importante, lo fundamental y sin embargo se le suele prestar poca atención hasta que se tiene la epifanía, hasta que se alcanza la sabiduría suprema. Para que nos hagamos una idea de lo que hablo, el bañador es tan importante como las zapatillas para correr...o más. Sí, más.

El camino que lleva a esa sabiduría es sin embargo largo.

Cuando uno decide empezar a nadar, lo normal es que opte por una inversión mínima. No se sabe cuánto te va a durar la Fuerza de Voluntad, el dinero o las condiciones espacio temporales para ello, así que se opta por coger lo que se tiene por casa.

En el escalón más bajo de esta escalada está el bikini de tiras.

Es alucinante pero hay gente (mujeres, obviamente) que van a nadar a piscinas olímpicas con bikinis de triángulo, cordelito y mínima expresión de tela. Entiendo que es posible que no tengan otra cosa por su casa pero ¿en qué cabeza cabe creer que vas a poder nadar con eso? Es materialmente imposible nadar como Dios manda con esos bikinis. Descubres que lo que haces en la playa con esos bikinis es chapotear...y no se parece en nada a dar brazadas contundentes que te hagan avanzar. Pierdes aliento, fuerzas y los nervios viendo como vas perdiendo la braga y como tus pechos (los de quien sean y aunque sean mínimos) parecen tener vida propia y salirse por todos lados. Además, es inevitable que las gomas se abran y hagas resistencia. Nadar con uno de esos bikinis es como intentar chuscar con un mono de esquiar puesto. Lo intentas, te calientas y te frustras.

Un escalón por encima está el bañador de playa para él y para ella.  Para él suele ser un bañador tipo bermuda de colores brillantes, de muslo ancho y que se ata con cordel. Para ella, un traje de baño completo muy mono, con sus tirantes, su espalda al aire, sus adornitos y su estampado.

Estos tampoco sirven para nadar bien.

Él descubre que esas bermudas tan cómodas para hacer el idiota en la piscina o coger olas, para ir por la playa con el dinero para la caña, el móvil y las llaves, son una trampa mortal para nadar. Se inflan, se arrugan, se pegan a las piernas....rozan. Rozan mucho y escuecen. Él, siempre competitivo, se ve frenado en su impulso natatorio por esa especie de bolsa multicolor que lleva atada a la cintura. Se ve frenado bien porque hace resistencia o porque descubre que el cordelito que tan orgullosamente se ha atado, inexplicablemente se afloja y va perdiendo el bañador. Tiene dos opciones, parar y hacerse un nudo tan fuerte que la posibilidad de quedarse sin circulación de cintura para abajo sea un hecho o nadar sujetándose el bañador cada 3 brazadas.

Ella descubre que el bañador es una mejora considerable con respecto al bikini absurdo, pero aquel atuendo ideal en la playa o en la toalla tampoco sirve para nadar. Tiene mucho escote o la ingle demasiado baja o demasiado prieta, el tejido hace bolsas que se llenan de agua haciendo resistencia, los tirantes se deslizan y aunque intente obviar los síntomas sabe que llegará al final del largo con una teta (o las dos) descolocada y libre.

Estos atuendos son como chuscar con los vaqueros puestos.

Avanzando un escalón más está la visita a Decathlon a comprar un bañador "para nadar". Obviamente se opta por algo barato que parezca bueno, que tenga pinta de que al ponértelo va a parecer que sabes lo que haces. Con tu bañador Tribord vuelves a tu piscina más feliz que una perdiz. Te lo pones en el vestuario y te sientes bien. Tu bañador es nuevo, nadie te va a confundir con un principiante que trae su bañador con arena de playa y brillas.

¿Brillas? Aquí es donde está el fallo.  Pronto vas a descubrir el horror de esos bañadores "baratos que parecen buenos". Son de "lycra de puticlub", de purpurina, del material de las diademas de los chinos.

Brillan y aprietan pero NO sujetan. Esos bañadores, tanto para él como para ella, son como ir en bolas pero untado de aceite brillante.  Se pegan. Brillas y vas marcando hasta la cicatriz del cordón umbilical. Se te ve todo, de un negro brillante y lustroso. Literalmente pareces una foca lustrosa (da igual que peses 50 kilos)...toda tu piel brilla embutida en ese tejido que resulta que tampoco sujeta dentro del agua. Todo lo que sobresale, sobresale más. En el vestuario, al desnudarte, descubres además que ese tejido se queda como baba mojada después y que al cabo de unos cuantos usos (muy pocos) es baba mojada transparente. Se me olvidaba decir que en el caso de ellos, estos bañadores son siempre demasiado cortos, como pantaloncitos cortos, negros, pegados...y brillantes. Y sí, a ellos también se les marca todo.

Este atuendo es chuscar con ropa interior...una mejora pero igual de frustrante y muy muy poco digno.

Cuando ya estás desesperado y resignado a intentar disfrutar del baño con lo que sea, aunque sea a costa de tu dignidad estilística, un día decides hacer un dispendio y te compras un bañador BUENO. Uno que cuesta pasta, uno caro con una etiqueta más larga que tu brazo y de marca. Un día es un día...y total, llevas la toalla corporativa de tu empresa y una mochila de Bob Esponja así que puedes gastarte dinero en un bañador.

(El de ellas es negro o azulón (siempre) y con espalda alta. El de ellos es negro (siempre) y les llega hasta casi la rodilla.)

Una pasta. Te sientes culpable, piensas que te lo mereces, te sientes culpable, piensas que te lo mereces, te sientes culpable...te lo pones en el vestuario y lloras de emoción. Efectivamente, es como ponía en la etiqueta "una segunda piel", pero no de foca lustrosa o de prostituta de los años 80. No, es una segunda piel suave y recia. Eso es, recia. Todo encaja, todo se sujeta y joder...hasta pareces más alto y más esbelto.

No te confías, ya sabes que en el agua todo se encoge y es allí dónde fracasaste en las anteriores etapas natatorias. Pero no. El bañador segunda piel es maravilloso, al mojarse no se adhiere a tu cuerpo como un plástico baboso, sencillamente se acopla a tu cuerpo, sujeta todo con la debida tensión pero permitiéndote moverte con libertad y despreocuparte de que nada se salga de su sitio.

Estás cómodo, te deslizas sin preocupaciones y sabes que por fin has alcanzado el nirvana natatorio.

La prueba definitiva para saber si por fin ya tienes ¡el bañador de tu vida! es que al salir, te da pena quitártelo...estás tan cómodo y te sienta tan bien que te quedarías a vivir en él.

Y sí, esos bañadores son como chuscar como se debe: son fuegos artificiales con la pareja perfecta.




domingo, 13 de abril de 2014

Leer y olvidar.

tumblr_mnmo0oUtpy1qj3lgko1_500

¿Has leído "La Regenta"? ¿Has leído "Crimen y Castigo"? ¿Has leído el último de Paul Auster? ¿Y el de Vargas Llosa? ¿Leíste cuando eras joven “El Guardian entre el centeno”, “Mujercitas” o “El Señor de los Anillos”?

Si la respuesta a cualquiera de estas preguntas o alguna parecida que incluya el título de un libro es No, la consecuencia será que la lista de “libros pendientes”, “libros que debería leer” o “libros que me apetece leer”... se verá aumentada. Es una lista que no termina nunca, por cada título que sale de ella, suelen entrar 2 o 3 como mínimo. Si además estás suscrito a varios blogs de libros en la red, sigues cuentas de editoriales en twitter, te dejas aconsejar por tu librero y tienes un amigo lector de confianza.. .tu lista será interminable, casi infinita. Darte cuenta de que jamás vas a tener tiempo suficiente para leer todo lo que quieres marca un punto en tu pasión lectora, un punto terrorífico... pero eso es otra historia y será contada en otra ocasión.

¿Qué pasa cuando contestamos que sí hemos leído un libro, cuando recordamos haberlo leído?

El siguiente paso es tratar de recordar ese libro. Sabes que lo has leído, recuerdas dónde transcurría la trama, recuerdas vagamente algún personaje y puedes decir algo como “sí, iba de una mujer que se enamora de un sacerdote en una ciudad que es Oviedo pero no lo dicen” o “Sí, va de un joven que pasea por Nueva York”. Pero... realmente, ¿cuánto recuerdas por tu lectura y cuánto crees que recuerdas por artículos, impresiones o citas que has leído después?

¿Qué más puedes contar del libro que sí has leído?

Intentar recordar un libro es hacer un ejercicio de memoria que activa algo más que nuestro recuerdo de lo escrito, recordar un libro es más que recoger el eco de la historia, la trama y los personajes.

Al intentar recordar un libro, primero “lo vemos”. Recordamos cómo era el ejemplar que leímos. Si era muy grueso, si por el contrario era fino, si formaba parte de una colección o si era un ejemplar suelto. 

Es posible que sepamos si nos lo prestaron, nos lo regalaron, lo sacamos de la biblioteca, lo compramos o lo heredamos de nuestros padres.

“Vemos” su portada. Sabemos de qué color era y muy vagamente tendremos una visión de la ilustración que había en la cubierta. Es curioso, he comprobado que raramente nos fijamos bien en esa ilustración. Casi nadie recuerda qué era exactamente la imagen de la portada, es más una sensación de colores o de estados de ánimos que una imagen nítida: “era azul”, “era de noche”, “había un campo, unos zapatos, un barco”. Y esto ocurre incluso mientras estamos leyendo el libro.

Después, no siempre, somos capaces de vernos a nosotros mismos con ese libro. Sabemos dónde lo leímos: en el metro yendo al trabajo, en unas vacaciones en la playa, en el colegio por obligación, durante una convalecencia, durante noches y noches sin dormir porque te tenía atrapado o durante días y días de no avanzar porque te quedaste atascado.

A pesar de que trae a primer plano todas esas impresiones sensoriales, es posible que la historia del libro flote en un limbo en tu memoria. Sabes que lo has leído, sabes cómo era el libro, sabes dónde lo leíste, puede que incluso sepas en qué lugar de tu estantería está colocado... pero no sabes qué te hizo sentir, ni qué pensaste, ni siquiera sabes si te gustó mucho o poco.

Sólo algunos libros consiguen mantenerse en tu memoria indelebles y encender todos tus recuerdos. 

Nunca sabes qué libros serán ni por qué. No tienen porqué ser los grandes clásicos, ni obras maestras, ni libros conocidos, ni la última novedad.

Los libros que recuerdas y que te dejan huella son siempre especiales, son como enamorarse.

Uno olvida un ligue, un rollo de una noche, una relación que fue más risas que otra cosa, pero un enamoramiento no se olvida. Se recuerda siempre, se recuerda el objeto del enamoramiento y las sensaciones que nos producía.

O no.

A la pregunta de ¿Has leído tal? Puedes contestar que No, puedes poner ese libro en tu lista, comprarlo, conseguirlo, que llegue a tus manos... empezarlo y darte cuenta que sí lo has leído, que ya lo habías leído. Puedes darte cuenta al comenzar o cuando lleves unas cuantas páginas...”cómo me suena esto... hasta que llegas a un punto que dices “yo a ti te conozco” y de golpe, sin previo aviso... todo lo que no habías sido capaz de recordar, porque ni siquiera sabías que tenías recuerdos sobre ello, se agolpa en tu cabeza. Como una película: la historia, la trama, los personajes, el ejemplar que leíste, quién eras tú cuando lo leíste por primera vez, dónde estabas....y lo que es peor... cómo te gustó.

WhenYouAreGone-blog
 Y te sientes fatal. Te sientes fatal por haberlo olvidado, por haberlo borrado de tu mente, por ni siquiera ser consciente de que lo habías olvidado.

Ese libro te gustó, te encantó, ahora lo reconoces, ves cada cosa que te gustó de él, tropiezas con las frases que te engancharon en su momento y ¿lo has olvidado? ¿Un amor así y lo has olvidado?

Te quedas perplejo y piensas: ¿cuántos libros más he olvidado? Miras tu estantería, recorres los lomos, ves los títulos y piensas...¿Cuánto os recuerdo?

Y es que aunque creas que no, leer es olvidar. 

Sólo la relectura o los encuentros imprevistos con antiguos “amores” libros... te harán recordar lo ya leído o ser consciente de lo que has olvidado.

La relectura también tiene sus problemas... pero también es otra historia que será contada en otra ocasión.

Post inspirado por este artículo de The New Yorker. “The curse of reading and forgetting” y publicado en Pisandocharcos.

viernes, 11 de abril de 2014

Pintadas de mi vida.



"Remember our names we love this game". Una pintada gigante en un paso elevado que cruzo todos los días dos veces para ir y venir a Mordor. Son letras gigante, más altas como yo (vale, sí, eso no las hace gigantes) silueteadas en negro y rellenadas en blanco sucio. A lo mejor no era sucio en su momento pero se ve así. Al final de la pintada hay un muñecajo horroroso que estoy convencida que incluso yo podría haber pintado, aunque jamás en mi vida he manejado un spray de esos de pintar paredes y cuando me pongo a pintar normalmente hago caracoles.

"Remember our names we love this game". ¿Qué significa? ¿Quién ha ido hasta ese paso elevado en una autopista alejada del centro y de cualquier núcleo de población para poner eso? "Acuérdate de nuestros nombres, nos gusta este juego" ¿Por qué no están los nombres? ¿Cómo voy a recordarlos? O ¿sois vosotros los que un día de juerga, de pedo, un día de "a que no hay huevos" fuisteis por la noche hasta ese sitio en el fin del mundo a escribir eso y fue una especie de recordatorio para el futuro? ¿os acordáis? ¿Pasáis todos los días como yo, veis vuestra pintada y pensáis en por qué lo hicisteis? ¿Qué juego?

"El kiko les desea el doble de lo que ustedes a él" pone en la lona del camión que cada dos días adelanto de camino a Mordor. Letras amarillas sobre fondo azul.  Me fascina este rótulo. No sé que pinta tiene "El kiko" porque cuando le adelanto no puede mirarle, es un camión enorme y es imposible que llegue a vislumbrar la ventanilla en la que supongo que asoma el codo de "El kiko" pero me intriga muchísimo. Me fascina la mezcla de la cercanía de "El kiko" con el formalismo del "ustedes". Si pusiera "Francisco les desea"...o incluso "Paco..." pero ¿El kiko? ¿El kiko te habla de usted? ¿Cuántos años tiene El kiko? ¿Por qué su nombre no va en mayúscula? ¿Por qué me trata de usted? En cualquier caso a mi me gusta su rótulo, siempre que veo su camión le deseo lo mismo, que cambie de trabajo. El kiko lleva el camión petado de cerdos vivos. Si él me desea lo mismo, que cambie de curro...estamos casi a punto de conseguirlo. Un momento. Espero que cambiar trabajos no se intercambiarlos. "Moli les desea a ustedes el doble de lo que ustedes a ella" no sería para nada lo que yo pondría en mi camión....

"Se te ven las bragas". Grandes letras negras en un sólo trazo sobre una pared color crema, exactamente a 25 metros de la Molicasa en Los Molinos, en la pared de una caseta eléctrica. Puede llevar fácilmente 15-18 años y cualquiera que llegue a casa por primera vez, al bajarse del coche lo primero que dice es ¿Se te ven las bragas? Creo que fue la primea pintada que las princesas leyeron. ¿Cuándo surgió? ¿Cómo? ¿Quién la puso ahí? No lo sé. ¿Tiene algo que ver conmigo o con Molihermana? Lo más lógico es pensar que sí, que algo tiene que ver puesto que está prácticamente en la puerta de nuestra casa. ¿Alguna noche de borrachera descontrolada terminó con alguien lo suficientemente despechado como para escribir eso? ¿Es una pintada de despecho? Se te ven las bragas como acusación....¿no deberían verse? ¿no debería llevar?  Y ¿quién la hizo? No veo a ninguno de mis amigos escribiendo algo tan poco concreto, ellos serían  más de escribir algo en clave, rollo "Enigma".  En cualquier caso, cada vez que salgo de casa, antes de meterme en el coche pienso ¿se me ven las bragas? y sonrío.

Y ahora leed queriéndome mucho para que no os de vergüenza ajena...

Lo confieso públicamente, "Moli corazón con flecha Fulano".  Después de 6 años de blog creía que ya había contado todas las cosas ridículas sobre mí pero hoy he recordado ésta mientras pensaba en pintadas.  A la tierna edad de 14 años, una noche de invierno en Los Molinos me tocó salir a sacar la basura al contenedor. Era domingo y ese era uno de los últimos preparativos antes de volver a Madrid. Cogí la bolsa, me puse el abrigo porque hacía frío y mientras abría la puerta del jardín y salía a la calle, iba pensando que me quedaba una semana hasta volver a Los Molinos y ver al objeto de mi enamoramiento adolescente (que por supuesto no sabía ni que yo existía, de hecho es el primer protagonista de mi "no vida amorosa" y lo pasé por alto en su momento) y en una oleada hormonal de sentimiento adolescente decidí que tenía que dejar constancia de ese momento de exaltación amorosa. Dejé la bolsa en el suelo, miré a mi alrededor y la única superficie que encontré susceptible de ser la base de mi pasión amorosa fue el cartel indicador de "Cuartel de la Guardia Civil" colocado a 5 metros de la puerta de mi casa.

Ya tenía dónde, pero ¿con qué? No podía entrar a por un rotulador ni pintura ni mucho menos spray. Por aquel entonces era una chica con recursos (absurda y patética pero con recursos) y cogí una piedra con un borde afilado y me puse a grabar en la chapa metálica mi declaración de amor. A mí me pareció que la tarea no me había llevado mucho tiempo pero cuando volví a entrar en casa, mi padre me dijo ¿Dónde has ido? No esperó respuesta ni me hizo mucho más caso, pero fue justo en aquel momento cuando me di cuenta de la magnitud del  error que había cometido (uno de los primeros debidos a mi ya legendaria impulsividad),  fui consciente de que en cuanto saliéramos a la calle, el cartel de "Guardia Civil" con mi absurda declaración iba a estar a la vista de toda mi familia.

Ha seguido allí años, 25 para ser más exactos.

Ahora cuando me entran esos ataques, tengo un blog y no necesito buscar una piedra con un borde afilado.

martes, 8 de abril de 2014

Saris y fútbol: las princesas y Beckham.


Ver películas con las princesas no es verlas otra vez, es descubrirlas.

Película: Quiero ser como Beckham. 
Circunstancias del visionado. Esta película lleva en cola de visionado mucho tiempo porque desde que las princesas tienen pandilla pasan millas de mí y no encuentran el momento de sentarse a ver una película conmigo. Llevamos meses esperando para verla y por fin, ha llegado el momento. Merienda cena y princesas en pijama. C su pijama rosa con perritos y sus tacones de Disney morados y M con su pijama de Spiderman.

Quiero ser como Beckham versión C. 

Empieza la peli, imágenes de un partido de fútbol.

PARA, PARA, PARA ¿ES OTRA PELÍCULA DE FÚTBOL? .- superseria de pie con los brazos en jarras y taconeando.
¿Cómo que otra? ¿Qué película de fútbol hemos visto? Nunca hemos visto pelis de fútbol.
¿Cómo que no? Me hicisteis ver una superrollo de unos prisioneros que jugaban para salir de la cárcel o algo...un rollo patatero. 
¡Ah si! Evasión o victoria. 
Ni evasión ni victoria...era fútbol. ¿Está es de fútbol? Porque yo paso. 
Que no...que es de chicas, que te va a gustar. 

¿Son indios? 
Si. 
¿Cómo el tío Joe y los primos?
Sí, más o menos. 
¿Por qué el tío Joe si es indio no lleva turbante?
Porque es indio de la India pero no es hindú. 
No lo entiendo. ¿Papá puede llevar turbante? 
jajajaja...podría pero tampoco. 
Yo creo que le quedaría bien...Bueno, me gustan los vestidos de las indias. ¿Puedo tenerlos yo?
Tú ya tienes saris...te los trajeron de la India. 
Sólo tengo uno y en la película han dicho que una novia india necesita 21 saris. 
Tú no eres una novia india.
Pero podría serlo...podría casarme con el primo Luis y llevar 21 saris

La chica inglesa es altísima y flaquísima. 
Si, 
Y no tiene tetas. 
¿Perdona? 
Se ha puesto esa camiseta brillante que ni es camiseta ni nada y no tiene tetas. 
¿Y?
Y nada. Solo lo señalo. 

Quiero ser como Beckham versión M. 

¿Quien es Beckham? 
¿Cómo que quién es Beckham? Un jugador de fútbol superfamoso. 
¿Super famoso de cuando? ¿Viejo? 
¿Cómo que viejo?.- lloro amargamente ante la brecha generacional entre mis hijas y yo...aunque sospecho que ni la mitad de lo que lloraría Beckham al saber que para mis princesas es más o menos un dinosaurio extinguido. Por supuesto, renuncio a explicarles el cameo de Gary Lineker al principio de la película y lloro más amargamente por saber quién es Lineker.

¿No le dejan jugar al fútbol? Mira, es como yo. 
No, como tú no. Tú no juegas al fútbol ahora porque no estabas estudiando bien y por eso no te dejamos ir. 
Ya claro...pero ¡ella se escapa! 
Err...si, pero tú no puedes hacer eso. Eso está mal. 
Pero a ver mamá, ¿tú quieres que ella juegue al fútbol porque es lo que más le gusta y te parece injusto que sus padres no le dejen?
Si claro. 
Aja....y ¿Qué pasa conmigo?
¡Ella saca sobresalientes!
Eso es lo de menos....es injusto. Y además yo ni siquiera tendría que cruzar una calle para ir a mi entrenamiento. 

Mamá, la madre de la chica rubia no se entera de nada. Cree que a su hija le gustan las chicas. 
Si
Te prefiero a ti que por lo menos te enteras de algo. 
Vaya...gracias cariño. 
Pero si te pones esas pintas de cursi que lleva ella ya no te preferiré. 
Vale, voy a devolver la pamela verde que me he comprado para llevarte a tu próximo partido de fútbol. 
¿estás siendo sarcástica? 
Ja. 



Termina la peli. Conclusiones finales.

Chicas, ¿os ha gustado?
Muchísimo mamá...si las bodas indias son siempre tan animadas yo quiero una boda india. Y voy a llamar al tío Joe...necesito más saris. 
A mí me ha encantado. Necesito esas botas de fútbol. ¿Puedo conseguir un trabajo para comprarlas? ¿Me dejarías ir a una universidad al extranjero a jugar al fútbol? 


La próxima sesión es "Cantando bajo la lluvia" y ya tengo miedo.


PS:  la hermana cursi que se casa en la película...es ¡Kalinda en The Good Wife!. 

viernes, 4 de abril de 2014

The Good Wife para dummies


¿De qué va The Good Wife (TGW)?

Abogados y abogadas van y vienen y por el camino se entretienen.  Sin más. ¡Ah si!

¿Quien es quien en TGW?

Alicia Florrick es la buena esposa. O se supone. No queda claro. Tampoco importa. Su marido, que es un impresentable con pinta de político español casposo la engaña con varias prostitutas. Ella, muy digna o muy pringada o algo, decide que le da igual, que está por encima del bien y del mal. O no. No le da igual y está muy dolida. No se sabe y ya he dicho que tampoco importa. Es tan espontánea como hacer la primera comunión. Es  una tipa que permanentemente tiene cara de tener un palo metido por el culo o de estar estreñida. Cuando sonríe parece que dice "estoy haciendo un esfuerzo sobrehumano porque si sonrío más...me voy por las patas abajo",  que sé que casa mal con la cara de estreñida pero es así. Para saber si está en modo "perdono a mi marido" o en modo "vas a arder en el infierno por cabrón" hay que fijarse en el estilismo del personaje. Si lleva colores pastel o claros y el pelo retirado de la cara es que está en modo buen rollo, si va de negro y con el pelo por la cara está en modo leona ofendida. En este modo es cuando se chusca a su marido en unos polvos pretendidamente pasionales que a mi me resultan cutres.  

Peter Florrick o el mal marido. Ya he dicho antes que tiene pinta de político español casposo. Lo mejor que se puede decir de él es que es alto. Lo peor que rezas para no verle de cintura para abajo en ningún plano porque sabes que lleva los pantalones demasiado subidos. ¿Es malo? Pues a ratos. No queda claro si quiere volver con su mujercita o le da igual. Tampoco importa. 

Los hijos de la buena esposa y el mal marido. Dos, niño y niña. Algún día alguien tendrá que hacer un estudio serio sobre los hijos en las series americanas. ¿Por qué siempre son pareja mixta? ¿Por qué nunca hay ningún hijo que no parezca sacado de un manual? Los niños son cargantes, listillos y muy pesados. La transformación de la hija desde niña pringada a pin up religiosa es sencillamente descacharrante.

Jackie, la abuela. La típica suegra cabrona. ¿Por qué se sabe? Porque se sujeta el pelo con un lacito. Si te sujetas el pelo con un lacito o eres Mafalda o eres una mala muy pesada. No  hay más opciones. 

Will Gardner. Obviamente es la parte contratante de la segunda parte de Alicia Florrick. Mi problema con estos dos es que tienen la misma química sexual que el embrague y la palanca de cambios de mi coche...tienen un breve momento de conexión, muy breve...y luego cada uno a su rollo y sin ningún tipo de TSNR que resulte creíble. La TSNR para ser creíble tiene que ser un elefante en medio de la habitación que sea imposible de esquivar, si es una lombriz camuflada con la moqueta que hay que buscar con microscopio,  ni es creíble ni emocionante ni tiene la más mínima gracia.  Con este actor además tengo un problema, no ha envejecido bien...bueno, ni bien ni mal. Le veo y sigo pensando en qué momento se va a poner el uniforme del colegio del Club de los Poetas Muertos. Me pone lo mismo que Harry Potter, cero.  Si a eso añadimos que las escenas de sexo en esta serie están hechas metiendo la cámara tan cerca de los personajes que parece que les vas a poder contar los poros de la piel y que él no sale sin camiseta JAMÁS...pues sinceramente, me creo que sea virgen. 

Kalinda. Es investigadora. Va y viene embutida en un estilismo ATROZ consistente en minifaldas chonis con cazadoras de cuero apretadas y trepada en botas de streaper. Eso si, profesionalmente es un crack...sin ella, los abogados no tendrían con qué entretenerse. A mí me resulta un poquito increíble que armada con una libreta cutre descubra los más alucinantes secretos de todo el mundo pero bueno...si me creo que va cómoda con esa ropa porqué no me voy a creer que con una moleskine pueda salvar a alguien de la pena de muerte. No me voy a poner pejiguera. Ah, se me olvidaba que Kalinda es bisexual o lesbiana o heterosexual o directamente ameba. No queda claro y tampoco importa. 

Carry Agos. Abogado compañero de Alicia. Mi problema con este personaje es que me dan ganas de arroparle y darle un cola cao. No me lo creo ni por un segundo. No es malo, ni bueno, ni listo ni tonto. Le mola Kalinda o no. Es amigo de Alicia o no. Eso sí, el traje le queda como un guante y cuando se viste de "casual" es de los pocos en la serie que no da grima. 

Diane Lockhart, abogada jefa de Alicia y socia de Will. Es una mujer muy lista y que se pasa toda la serie llevando unos collares enormes y acojonantes. Tan enormes y acojonantes que la mayor parte del tiempo me distraen de lo que está diciendo. De todos los personajes es el único medianamente coherente. El novio que se echa a pesar de ser republicano y defensor de las armas es el tío que más me gusta de toda la serie...con muchísima diferencia. La verdad, no sé si esto dice algo en mi favor, pero es la verdad. 

Es obvio que no me creo  ninguno de los personajes y que casi ninguno me gusta. Ayer pensaba que es un poco como comer pipas o alpiste, en realidad no me gusta, podría no comérmelo...pero al final me pongo y cuando me he querido  dar cuenta me he comido el paquete entero y pienso "¿por qué?" 

¿Quiere decir esto que es una mala serie? Para nada. De hecho es bastante buena, es un culebrón muy bien hecho, con un buen look, tramas que te enganchan lo que dura el capítulo y cuenta con el atractivo añadido de que no ocupa memoria. Me trago el capítulo, me desconecto de la realidad un rato y cuando se acaba se me olvida completamente. Sé que no me dejará síndrome de abstinencia ni me sentiré huérfana cuando se acabe. 

¿Os la recomiendo? Si, tanto como comer pipas.  


miércoles, 2 de abril de 2014

¿Cómo se hace un anuncio para manipularte?



Todos sabemos o creemos saber que la publicidad es mentira, que todo lo que te meten por los ojos con los anuncios de televisión es una burda falsedad y que todos somos tan listísimos que lo captamos.

Y es así. Más o menos. Casi siempre. Cuando estamos avispados y despiertos y sacamos nuestro lado crítico y objetivo. Pero la mayor parte del tiempo, estamos en "stand by" y cuando nos ponemos a evocar  desayunos vemos a una tía en micropijama tomando cereales o a una madre sonriente untando galletas o a una pareja de profesionales tomándose un café en una cocina impoluta, luminosa y amplia. Pensamos en madres y bebes y todo es azul celeste sobre una decoración beige con la madre peinada como para ir de boda. Pensamos en coches, en viajes, en cenas, en juguetes....y todo está condicionado por las imágenes de la publicidad.

Este video es una genialidad. Pone en imágenes un poema GENIAL en el que te cuentan exactamente cómo colocar imágenes y palabras para venderte algo, una imagen de marca, un organismo, la labor social de una empresa.

Lo más acojonante de todo, lo que da más miedo... es que a pesar de saber que es un video y un texto que pretende resaltar el uso manipulador de las palabras y las imágenes, estás viendo el video y estás enganchado.

Todo está pensado para engancharte. Escuchas las palabras, sonríes... piensas que cierto es todo pero ahí te quedas.

No sólo son las imágenes, lo que muestran. Es el montaje, es la luz  y la voz.

Escuchad la voz, una voz de un hombre mayor, cascada, grave, rasposa. La voz de la experiencia que te dice "soy alguien en quién confiar. Escúchame. Cree lo que te digo."

El original del poema lo podéis encontrar aquí. 

La traducción es de mi cosecha, cualquier mejora ser agradecerá.






Pensamos primero
en vagos términos  que sean sinónimo de progreso
y las encajamos con imágenes de un tren de alta velocidad.

La ciencia
está haciendo muchas cosas
que puede que tengan o no tengan algo que ver con nosotros.

¿Ves como ese chico con una bata de laboratorio sostiene una cubeta de precipitación?
Eso significa que investigamos.
Ponemos aquí una foto del ADN.

Hay un montón de gente en el mundo
sobre todo en India
¿Ves como somos parte de la economía global?
Mira estos agricultores en China.

Pero también hacemos negocios en USA
o queremos que tú pienses que los hacemos.
Mira esta cosa que hace energía eólica en Indiana
y este operario con la cara sucia.
Ufff.

Además, nos preocupamos por el medio ambiente en líneas generales
Aquí ponemos una poderosa corriente de agua
y gente plantando árboles.

Puede que nuestras políticas tengan relación con estas
vistas panorámicas de Costa Rica.

En el ambiente de alta velocidad en el que vivimos
una stop motion con imágenes de una ciudad de noche
con coches circulando rápidamente
hace que pienses en hacer cosas de manera eficiente
y el tiempo pasa.

Para que no pienses que somos una entidad sin rosto
mira a toda esta gente atractiva
algunos hablando y riendo
y unos primeros planos de gente pasándose unas latas de comida
en una escena que evoca el servicio a la sociedad

Igualdad
Innovación
Honestidad
Y progreso
Son todas palabras que elegimos de una lista.

Nuestros beneficios son increíbles
como este hombre que mira hacia arriba y señala
un rascacielos o una cometa
mientras sonríe y explica algo a su hijo.

Usando una proporción ajustada
de asiáticos, negros, mujeres y hombres blancos
nos aseguramos de representar tus necesidades
o por lo menos los de una parte de tu raza
en nuestros anuncios.

¿Pusimos un bebé aquí?
¿Qué tal un anciano aborigen cuyas arrugas al sonreír evoquen la felicidad y la sabiduría de los pobres?
Sip.

Mi consejo, activad el cerebro para detectar todo esto en cualquier anuncio que os entre por los ojos.

Este post está en MNM si quieres difundirlo.


martes, 1 de abril de 2014

Lecturas encadenadas.- Marzo


Ha sido un gran mes. Recomiendo a los cuatro autores que he leído. Ninguno es nuevo, todos son viejos conocidos (Salter el que menos) y no me han defraudado.  

Tras la devastación lectora del mes de febrero con libros durísimos, opté por empezar marzo con algo ligero, entretenido y que me absorbiera y para eso lo mejor son los padres de la novela nórdica policíaca.

El abominable hombre de Saffle es la sexta entrega de la serie de Martin Beck. Un asesinato, una investigación sin adn, sin teléfonos móviles, sin internet. Sin complicaciones, sin grandes temas pero y esto es fundamental sin agredir la inteligencia del lector. Fabulosa para desconectar.


Este año me tocó en el Amigo Invisible de mi casa regalar a Molimadre y como soy un poco perra, le regalé un libro que yo quería leer. Esto está muy feo pero en mi descargo diré que sabía que a ella también le gustaría aunque sabía también que le parecería un poco "pobre" como regalo porque es un libro bastante corto y Molimadre es de las que se disfruta los libros cuanto más tochos mejor. De hecho, cuando días después comentamos los regalos dijo: 

- Mi amigo invisible ha sido un poco cutre...un librito fino. 

Me hice la loca, claro. 

El cementerio vacío de Ramiro Pinilla. Pinilla es un autor que no me canso de recomendar, creo que con escaso éxito pero me da igual. Me encanta lo que escribe, unas cosas más que otras, y me parece un escritor al que hay que conocer porque se puede aprender mucho de él y de su vida. Da gusto leerle. 

Esta novelita "poliaca" es la continuación de "Sólo un muerto más" del que ya hablé por aquí y que es la guinda a la trilogía "Verdes valles, colinas rojas". Confieso que éste me ha gustado menos que el anterior pero aún así  disfrute y lo devoré en un par de días. Estamos otra vez en Getxo, otra vez Koldobike y Samuel Esparta, el librero metido a detective que investiga un crimen por amor del que acusan a un "maketo". 

He aprendido que lochobacos es sinvergüenzas y me ha encantado la leyenda de los cementerios costeros. Las parejas que se entierran juntas, que incluso años después se entierran al lado de su amado, confiando en que al llegar la noche, podrán escabullirse por el fondo de la tumba y llegar al mar para pasar la eternidad juntos. 
"El encanto, también amoroso o fundamentalmente amoroso, que esconde esa hermosa leyenda de los cementerios que se vacían y prometen una eternidad en el mar. Es algo muy poético y que asombra a quienes suponen a los vascos algo toscos. 
- No es el mar, sino la mar. Y eso no sucede en todos los cementerios, sólo en los costeros"

 La última noche de James Salter. Este va a ser el año de Salter, si nadie lo remedia veo que me voy a leer todo lo que tenga publicado. Éste me lo regalaron por mi cumpleaños y lo empecé nada más terminar el de Pinilla y lo terminé el día siguiente. Volví al principio y lo releí entero. 

Es una colección de relatos, todos sobre parejas. Lo que se cuenta cuando estás en pareja, lo que se sabe sin decir, las seguridades que se tienen y que se desvanecen o se transforman en relatividades con las que hay que vivir aceptándolas o negándolas. Salter habla de y por las mujeres. No nos saca favorecidas pero si muy reales. A veces un poco idealizadas y otras veces muy perdidas... entre ambos extremos nos vemos muchas veces. 

El último cuento "La última noche" (pinchando en el enlace está la versión completa en inglés del relato) es el que da título al libro y es espectacular y espeluznante. Cuando lo terminas, tienes que volver a leerlo inmediatamente descubriéndolo desde otra perspectiva que resulta aún más alucinante, viendo como Salter lo ha construido. Una maravilla. Dice Muñoz Molina "Es ese cuento que uno da a leer de inmediato a la persona querida, urgiéndole a dejar de lado cualquier otra tarea" y es justo así. Es un relato increíble que quieres compartir con el otro, leerlo en alto. 

Otro de los relatos, Bangkok también me ha gustado mucho. No lo destripo pero es un relato con mucha violencia e intensidad emocional transmitida a través de un diálogo incisivo y ágil entre una pareja que se está haciendo daño con lo que se dicen, lo que no se dicen y lo que saben que tendrían que decirse y no se dirán. Todo está ahí.  

Otra cosa curiosa es que en las historias de Salter aparecen muchos perros y siempre juegan un papel en la historia, simbolizan algo. 

"Una cosa sí había visto: cuán cerca podía estar el hombre de la catástrofe por más seguro que se sintiera. Él había visto cambiar situaciones, malograrse una cosa detrás de otra. Era algo que podía suceder sin previo aviso."

Algo va mal  de Tony Judt ha sido el tercer libro del mes que tenía pendiente desde Reyes. He doblado tantísimas esquinas que como alguien me dijo parecía que estaba haciendo papiroflexia con el libro. 

Judt realiza un repaso a la situación social, política y económica "actual", aunque él murió en 2010 y que creo que no imaginó hasta dónde íbamos a ser capaz de llegar en el desastre. Él no pudo imaginarlo ni vivirlo y nosotros con su muerte hemos perdido la oportunidad de poder conocer su análisis de la situación. 

Judt explica como se formó el Estado del bienestar y se trabajó por una sociedad igualitaria tras los desastres de la primera mitad del siglo XX y como desde los años 70 hemos asistido a un paulatino desmantelamiento de esa sociedad igualitaria, primero poco a poco y en los últimos años a una velocidad y con una virulencia que nos habría resultado increíble hace 15 años. Casi todas las cosas que dábamos por supuestas y con las que contábamos para nuestro futuro y el de nuestros hijos ha saltado por los aires y todavía estamos dando vueltas mirando a nuestro alrededor pensando como ha sido posible y lo que es peor sin ninguna idea constructiva en mente. Ni unos, ni otros. 

Dejo algunas solo de sus citas...pero recomiendo su lectura como todos los de Judt, siempre se aprende algo incluso aunque no estés de acuerdo. 

"La desigualdad es corrosiva. Corrompe a la sociedad desde dentro. El impacto de las diferencias materiales tarda tiempo en hacerse visible, pero, con el tiempo, aumena la competencia por el estatus y los bienes. Las personas tienen un creciente sentido de superioridad (on inferioridad) basado en sus posesiones, se consolidan los prejuicios hacia los que están más abajo en la escala social, la delincuencia aumente y las patologías debidas a las desventajas sociales se hacen cada vez más marcadas. El legado de la creación de riqueza no regulada es en efecto amarga". 
"La confianza no se puede institucionalizar. Una vez que se desgasta es practicamente imposible restablercerla. Y ha de ser alimentada por la comunidad - la colectividad -, pues ninguna persona puede imponer a los demás, ni siquiera con las mejores intenciones, una confianza recíproca". 
"Quienes afirman que el fallo es del "sistema" o quienes ven misteriosas maniobras detrás de cada revés político tienen poco que enseñarnos. Pero la disposición al desacuerdo, el rechazo o la disconformidad - por irritante que pueda ser cuando se lleva a extremos - constituye la savia de una sociedad abierta. Necesitamos personas que hagan una virtud de oponerse a la opinión mayoritaria. Una democracia de consenso permanente no será una democracia durante mucho tiempo." 
"Nos hemos liberado de la premisa de mediados del siglo XX- que nunca fue universal, pero desde luego sí estuvo generalizada- de que el Estado probablemente es la mejor solución para cualquier problema dado. Ahora tenemos que librarnos de la noción opuesta: que el Estado es - por definición y siempre - la peor de todas las opciones". 

Igualdad, confianza, pensamiento crítico e ideas.

 Eso es lo que necesitamos.

 Lo llevamos claro. 




domingo, 30 de marzo de 2014

Pobrehermano Mayor cumple 40.


Mi primer hermano. El primer hijo varón. El segundo. El cuarto nieto. Bronco. El último que  quedaría en la avioneta. Pobrehermano Mayor. El padrino de C. Chuparse el dedo pulgar viendo la tele mientras te acariciabas la pequeña protuberancia que tienes en un lado del cuello. El color azul. El último en enterarse de que papá había muerto. Tu Simca 1200. 

Pelo negro, aunque ya te queda poco. Barba larga, muy larga y blanca. No sé si pareces un Ayatollah, Papa Pitufo o si te da un punto de norueguismo que yo no soy capaz de percibir. Ya no te chupas el dedo, (ni literal ni figuradamente) pero te acaricias la barba compulsivamente, tan compulsivamente que no te das cuenta... y confieso que me pone un poco nerviosa, me distraigo pensando que pareces un sabio, que eres más sabio que yo. Esa sensación se me pasa cuando sacas del bolsillo de tu pantalón el peine rosa de Mi pequeño Pony que le has robado a C y con el que te flipa peinarte la barba... eso no parece muy sabio, si acaso muy de hypster. 

Te ries poco y cuando lo haces tienes dos risas. ¿A que no lo sabías? Una grande de carcajadas cuando algo te hace gracia... y otra pequeña en la que haces jijijiji y los ojos se te achinan; ésta risa no puedes pararla, cuando te da ese ataque de risa sencillamente te encoges y te ríes y te ríes y te ríes hasta que se te agota la risa y vuelves a ponerte muy serio. La última vez fue el año pasado, nos dió a los cuatro mientras mamá contaba muy seria una historia absurda, la del huevo que hablaba por el móvil. ¿Te acuerdas?

Seguro que no. Eres Dori, la memoria de pez. Estoy pensando que posiblemente eres tanabsolutamente maniático con tus rutinas porque si no las tuvieras olvidarías todo. No te acuerdas de la gente que conoces, de los cumpleaños, de los libros que has leído ni de las películas que has visto... nuestros recuerdos compartidos de infancia siempre te hacen dudar ¿En serio? preguntas muchas veces. 

Eres paciente o lo pareces. Puede que sencillamente pases y por eso nos aguantes a todos mucho hasta que no puedes más y estallas en un grito “Joder, que he dicho que no” o “Joder...así no hay quien duerma” y entonces te pones muy serio y mueves las manos por delante del cuerpo. Hubo un tiempo en que me daba un poco de miedo verte así. Ahora, lo confieso, me hace gracia. Te pones muy nervioso cuando la gente se alarga contando las cosas, no soportas la cháchara "Pero ¿quieres contar de una puta vez qué paso y dejarte de chorradas?"

Arrastras los pies por el pasillo, te flipa pasearte en calzoncillos. Un café y dos sobaos Martínez para desayunar. Un rato después otro café. El vaso de agua lleno en la mesita si te echas la siesta en el sofá o en tu cuarto si te vas a la cama. Es manía, no te bebes nunca el agua...los vasos se vacían porque se evapora. Lo he comprobado. 

El deporte. El absurdo y el de equipo. Eras bueno al fútbol, muy bueno de hecho. ¿Por qué dejaste de jugar? No es por la edad, ni por las lesiones. Ahora haces cosas peores, partidos de padel nevando o a 2 bajo cero, carreras absurdas de 45 km, marathones alpinos de 60, viajes en bicicleta por Cuba a 40 grados a la sombra...la lógica de tus aficiones deportivas, si es que tiene alguna, queda fuera de mi alcance. 

Eres mañoso, habilidoso y muy artista. Arreglas cosas, cuidas el jardín, te encargas del huerto, construyes muebles...Te veo y pienso  que si hubiera un holocausto nuclear estaría a salvo contigo. Se que lo único que me pedirías a cambio sería que te hiciera cosquillas en la espalda. Antes, hace unos años, me hubieras pedido también que cocinara, pero de un tiempo a esta parte te apañas bastante bien y tu tortilla de patata es sencillamente espectacular. 

Eres ermitaño. Creo que eres la persona con la que más tiempo he pasado en silencio. Horas en la misma habitación sin dirigirnos la palabra. Fines de semana enteros intercambiando apenas unas pocas palabras. Paseos con los perros en los que lo único que hemos dicho han sido “putos perros” o gritado sus nombres.  No es un silencio incómodo, ni extraño, ni raro. Es tu silencio acogedor. ¿Sabes como eres? Como una chimenea, eso es. Te pega tanto. 

Hueles a leña, a campo, a sudor de deporte, a jersey viejo. A ti. 

Eres encantador. Me fascina verte en una reunión social. No doy crédito cuando me has acompañado a algún sitio en el que no conoces a nadie y de repente eres el tío más encantador de la sala, repartiendo sonrisas, palabras y riendo. Te veo, te escucho y me pareces un desconocido...un desconocido encantador y sociable. Muchísimo más que yo... pero yo tengo más pelo. Ja.  

Eres divertido, muy divertido sin ser gracioso. Estas muy serio y de repente empiezas a contar una anécdota y sencillamente me troncho de la risa...y además me vuelvo a reir cuando me acuerdo días o semanas después. “ Moli, me he apuntado a Pilates. Soy el único tío...lo primero que tuve que preguntar el primer día fue ¿alinear la pelvis? exactamente ¿donde tengo yo eso?” o “¿Te he contado la historia de la cabo Coral de la guardia civil en Huesca? Estaba tremenda.”

Eres la calma y la imperturbabilidad. Se que las cosas te afectan, siento que te preocupas, siento que me (nos) quieres pero no se te nota. No sé cómo lo haces, pero lo haces. No pareces estar cerca pero sin embargo lo estás. Seguro que no te acuerdas, pero yo si, hace casi 9 años, llegue a casa de Los Molinos y estabas sentado en un bordillo del jardín, me senté a tu lado, apoyé la cabeza en el hombro y lloré. No dijiste nada, no hiciste nada. No hizo falta. Lo último que me has dicho que me ha conmovido ha sido  “Bien, entonces me voy a ahorrar la charla que te tenía preparada”.  Esa frase idiota y que para nadie tiene sentido, me hace llorar al escribirla. 

Hoy cumples 40 años. 

Hace 411 días, los cumplí yo. Llamaste al timbre de casa, abrí la puerta y allí estabas, con un collar con 40 castañas que habías hecho para mí. 

Yo no sé ensartar castañas, sólo se escribir. 

Este es mi caminito de chuches para ti. 



Dices que "no tienes planeado vivir mucho tiempo"...pero ojalá compartamos otros 40 años, tenemos mucha suerte... bueno, yo más. Tú tienes que aguantarme.

Feliz cumpleaños.



miércoles, 26 de marzo de 2014

¿Por qué lo hace? ¿Qué es cesárea? y el futuro imperfecto.



Mamiya estamos aquí.
Ya era hora. 
Pero si es prontísimo. 
Son las nueve y media de la noche y sois unas canijas. 
¡Hemos ido a unas conferencias de montaña con nuestros amigos!
¿A unas conferencias de montaña? Ah si, en las antiguas escuelas. Y ¿Qué tal?
¡Fenomenal, me ha gustado muchísimo! Se llamaba Pedro y trepaba las Torres de no se qué.
De no sé qué no, del Paine. 
Muy bien chicas...¿cenamos?
He preguntado muchísimo. 
¿Ah si? ¿Qué has preguntado?
Primero le he preguntado qué comía, porque en el vídeo que ha puesto sólo bebía y digo yo que algo tendrá que comer. Me ha contestado que tenía unos sobres con comida en polvitos y que echaba eso en el agua y era como comida. Podías mirar si hay polvitos de esos para celiacos y así no tendría que comer nunca...
No me des ideas...
También le he preguntado cuánto pesaba la hamaca que llevaba para dormir. Y me ha dicho que 9 kilos. 
¿9 kilos, seguro?
Sí, seguro. Y luego le he preguntado si le dolían las manos de escalar y meterlas en los agujeritos para trepar y me ha dicho que si. 
Claro...bueno, entonces te ha gustado mucho, no?
Si, me ha firmado un póster...mira "Para M, mi amiga, un beso". 
¡A mi también me ha firmado un poster!
Si, pero en el tuyo solo pone "Para C" porque no eres su amiga, no has preguntado nada. 
Es que no entiendo por qué hace esas cosas. 
Ya...yo tampoco, mi siguiente pregunta iba a ser ¿Por qué lo haces? 

********

En el baño, las tres a la vez. C se ducha, M se corta las uñas mientras me enseña las heridas de guerra del fútbol y yo trato de sobrevivir al calor humano mientras recojo sus calcetines malolientes, menos mal que son princesas. 

Mamá, ¿qué es cesárea?- pregunta C mientra asoma por detrás de la cortina de la ducha. 
Una cesárea es la herida que te hacen en la tripa para sacar al bebé cuando no puede salir por su sitio normal. 
Y tú ¿por qué no tienes esa herida?
Porque a vosotras no hubo que sacaros, fueron partos normales. 
Y ¿por dónde salimos nosotras?
Pues por dónde todos los bebés...o casi todos...por la vagina..al lado de dónde haces pis. 
¡ESO ES IMPOSIBLE! ¡ESO ES MENTIRA, MAMÁ! 
No, no es imposible. 
A ver mamá...un bebé no cabe por ahí...dinos la verdad. 
Claro que cabe, se hace grande, la cabeza del bebé es blandita...la madre empuja y el bebé nace. 
Y si mientras estás empujando ¿te entran ganas de hacer caca?
Pues no pasa nada...todo a la vez. 
Puaghhh...me está dando un asco horrible. Dime que no te hiciste caca mientras yo nacía y lávame el pelo otra vez....qué asco. 
Mamá...¿qué opina papá de esto?
Jajajaja...¿qué opina? Pues no opina nada, le parece bien, claro. 
Ya...si hubiéramos salido por su pito seguro que no le parecería tan bien. 
En eso te doy la razón. 

********

Llego de currar, aparco y me pongo a esperar en el portal a que lleguen del colegio. Es acojonante que vivamos a 70 metros del colegio y tarden 15 minutos en llegar a casa. Las veo venir, con sus mochilas, sus abrigos azules y charlando. C arrastra la mochila como si llevara 3 toneladas de peso. Para variar va completamente despeinada. M mira al frente, me ve y sonríe. 

- ¡Hola chicas!
- Hola mami, dice M dándome un beso. 
- ¿Me has echado de menos hoy?- le preguntó en pleno ataque de amor maternal. 
- ¡Si!
- Y tu, ¿me has echado de menos?
- Pichi.- dice la cabrona de C pasándome su mochila. 
- ¿Cómo qué "pichi"? ¿Qué es "pichi"? El pajarito de Heidi se llamaba pichí.
- Mami, "pichi" es no, no te he echado de menos pero no te lo digo así porque tú quieres que te diga que sí y es que no...entonces pichi es para que te quedes contenta. 

********

Vamos caminando a la biblioteca, repasamos los verbos de la tercera conjugación. 

A ver, futuro imperfecto del verbo vivir. 
Yo no seré feliz, tú no serás feliz, él no será feliz, nosotros no seremos felices....
Jajajajaja...eso no es el verbo vivir. 
Claro que si, el futuro imperfecto de vivir es no ser feliz....está clarísimo. 


Por ahora vivimos en un presente perfecto y muy divertido. 

lunes, 24 de marzo de 2014

Cuando el cine español sí funciona.


Entre otras muchas cosas, el sábado fui al cine con 3 hombres. La película la elegí yo, y la elegí por pura pijotería. Me gusta ver las películas en versión original y en el único cine que pilla cerca de Los Molinos no hay esa opción, así que sólo podíamos ir a ver una película en español: 8 apellidos vascos. 

Los tres hombres dijeron que sí. O son fáciles de convencer o tengo mucha capacidad de persuasión o sencillamente me dieron la razón como a las locas peligrosas. A todos nos gustó. 

¿Qué es 8 apellidos vascos?

Es una película española. Cine español, producido, escrito, dirigido e interpretado por actores españoles que ¡oh sorpresa! está consiguiendo arrasar en taquilla y llenar las salas de cine noche tras noche. (400 personas había en la sala el sábado)

Es una comedia romántica de chico conoce a chica. Chico y chica no se soportan y acaban juntos. Una historia que el espectador conoce sólo con ver el cartel que la anuncia o el trailer. No es una historia nueva, ni sorprendente ni espectacular. Es una comedia romántica de enredo de manual. 

Es una película con GUIÓN. Cuenta una historia repetida cien millones de veces pero con un guión que funciona. Estoy harta de ver películas que o bien no saben qué quieren contarte y se dedican a pasear la cámara y encadenar planos y escenas sin sentido dotándolo todo de una pretendida intensidad estética que resulta cargante y aburrida o películas que saben que quieren contar pero no saben hacerlo y naufragan en un guión espantoso. Lo más importante de una película SIEMPRE es el guión. Esto es una obviedad pero es acojonante la cantidad de películas que lo olvidan. 

Es una película sobre los tópicos de los vascos y los andaluces. Que si a las vascas las peina su peor enemigo, que si los andaluces son unos engominados catetos. Que si la kaleborroka, que si Los del Río y la Virgen de Triana. Que si Vitoria es "el sur" y si hay que ser andaluz hay que ser Sevilla y no de Córdoba...y mil tópicos más. He leído críticas feroces quejándose de esto. No lo entiendo. ¿De verdad que hay gente que se ofende por estas cosas? El humor de 8 apellidos vascos no puede ser más blanco, más neutro y más sencillo.  Si te ofendes por estos chistes o tienes la piel muy fina o te la coges con papel de fumar o las dos cosas a la vez. 

La película funciona desde el minuto 1 con la primera imagen y consigue mantener el ritmo casi hasta el final sin repetir los chistes. Te ríes, sonríes y llegas al final casi sin enterarte. Los actores están correctos y hacen un buen trabajo y a pesar de lo inverosímil de la historia (toda comedia romántica lo es) nada chirría tantísimo como para sacarte del mundo de ilusión en el que estás viviendo ese rato. 

¿Es maravillosa? No.
¿Es espectacular? No. 
¿Tiene fallos? Si, algunos. 
¿Es una buena película? Es una película correcta. 
¿Merece la pena ir a verla? Sí. 

8 apellidos vascos no es una película que vaya a cambiarte la vida ni es la película de tu vida. Es cine de entretenimiento, bien hecho y bien contado. Es una comedia para hacerte reír sin humor zafio, con ritmo y con unas interpretaciones correctas. 

¿A qué viene este encendido elogio de una película de cine español? Pues sencillamente al hecho de que esta película desmonta varias chorradas que se dicen sobre el cine español y que estoy harta de oír. 

"El cine español es un coñazo". SI. Lo siento pero sí. Se producen muchísimas películas (muchas más de las que se deberían producir...aunque a la gente no le guste leer esto) y la mayoría son horribles y lo que es peor, no son horribles porque no tengan dinero para producción o por un problema de dirección. Son horribles porque sencillamente cuentan historias que no interesan a nadie y las cuentan mal. Casi todo los problemas del cine español, son de guión. 

"La gente no va a ver cine español.". No. La gente no va a ver cine español coñazo. Esta película está arrasando en las salas. ¿Por promoción? Si, claro. Bienvenidos al mundo real, las películas hay que promocionarlas. El cine no es una obra de caridad...es una industria y hay que publicitarlo. 8 apellidos vascos ha tenido una buena campaña de promoción....pero además está funcionando muy bien en el boca a boca. 400 personas riéndose y saliendo del cine con una sonrisa son la mejor promoción que puedes tener. Y si lo aliñas con unos cuantos intensos quejándose de los tópicos o de inconsistencias del guión como si estuviéramos hablando de una película realista...lo que consigues es un éxito absoluto. 

"La piratería está acabando con el cine español". Ja, ja y ja. Nadie se descarga películas españolas. El lamento de los productores, actores y demás gente de cine quejándose de que su trabajo se pierde por culpa de las descargas es mentira. La gente no va a ver cine español coñazo y tampoco se lo descarga en casa. Aunque parezca increíble...hay poco masoquista entre el espectador medio de descargas. Las salas se están llenando para ver 8 apellidos vascos...y es muy posible que sea una película muy descargada...pero las descargas no harán que no triunfe y sea un éxito. De hecho ya lo es.  

Lo que acaba con el cine español es la grandilocuencia de venderlo como "cultura" despreciando cualquier intento de hacer cine comercial,  la falta de ideas y la falta de aprecio por el trabajo de los guionistas. Así de sencillo. 

El que quiera que lo entienda, y el que no...que siga diciendo chorradas y lamentándose. 


Este post está en MNM por si queréis "menearlo". Gracias. 

viernes, 21 de marzo de 2014

Granada, octubre 1998.


"Granada, octubre 1998", pone en la primera página junto con el título "Cartas Durrell- Miller. 1935-1980" y mi nombre 

Por aquel entonces tenía la letra más redonda y cada una era independiente de las otras. Ahora escribo la mayoría de las palabras de un solo trazo sin levantar la pluma del papel. Lo escribí con una pluma de oro que mi abuela me había regalado justo un año antes, al terminar la carrera, que tiene mi nombre grabado en el capuchón. Dejé de usarla. Le cogí manía, pero en aquella época la llevaba siempre encima. 

Estaba en Granada trabajando. Me pasé allí un par de semanas o tres revisando préstamos hipotecarios para realizar operaciones financieras de inversión. ¿Qué sabía de operaciones financieras? Nada, pero de préstamos hipotecarios lo sabía todo y era buena, muy buena revisando expedientes y además lo hacía muy deprisa y la rapidez era fundamental en aquel trabajo.  Era un buen trabajo; aburrido y mecánico pero me permitía tener la cabeza ocupada, estaba muy bien pagado y viajaba mucho. 

Aquellas semanas en Granada me alojaba en un hotel de una calle principal de la que no recuerdo el nombre. Seguro que tenía en su nombre algo sobre la Alhambra, Al Andalus o algo así y tenía un hall enorme lleno de mármoles y columnas, y una recepción enorme llena de guiris con sandalias. 

Me dieron una habitación individual "de ejecutiva". El nombre parecía prometedor...pero resultó ser una celda cartujana decorada por alguien con horror vacui y un extraño concepto de la combinación cromática. La cama era pequeña y estaba pegada a la pared a la derecha según entrabas en la habitación, al fondo había una ventana y la mesa "de ejecutiva" hubiera jurado que era un reclinatorio reciclado. En esa camita de ejecutiva sin ligue me despertaba por las mañanas y tras vestirme de trabajadora seria y responsable, salía para ir paseando hasta las oficinas donde tenía que currar. En octubre, en Granada, hace un frío pelón por las mañanas...pero al volver a las 7 de la tarde, aquellos días hacía calor y me dedicaba a pasear antes de recluirme de nuevo. 

Una tarde, en aquella calle principal, había unos puestos de mercadillo. Entre pulseras, camisetas, recuerdos de la Alhambra y demás parafernalia, había unos cuantos puestos de libros en los que me puse a cotillear.  

"Cartas Durrell-Miller. 1935-1980". Unos cuantos años antes, siguiendo la recomendación de una de las hermanas de Molimadre, había dedicado el verano a pelearme con "El Cuarteto de Alejandría" de Lawrence Durrell. Había conocido a Justine, Balthazar, Mountolive y Clea y me había desesperado muchísimo. Pasé horas sin entender nada de lo que leía, otras creyendo entender.  Leía deslumbrada a ratos y desbordada en otros. Llegué al final sabiendo que había llegado a ese libro demasiado pronto, demasiado joven, que me faltaba vida para entenderlo y que tendría que volver. Lo haré. 

De Henry Miller había devorado los dos Trópicos tras escogerlos al azar en la biblioteca del despacho de mi padre. Los leí fascinada, entregada y sorprendida y al terminarlos supe que no volvería a ellos, que habían llegado en el momento adecuado. 

En mi cabeza, Durrell y Miller no eran simpáticos, ni atrayentes. Me caían bastante mal de hecho. Durrell me parecía confuso, etéreo y hasta cursi a veces. Miller era tosco, directo, soez y a veces absurdamente provocador...casi como un adolescente llamando la atención. Además, ¿Qué tenían que ver entre ellos? ¿Por qué se habían escrito durante casi 50 años? 

Cogí el libro, pesaba. 

En la foto de portada salían desnudos, sentados a la orilla del mar en una foto de 1939. Durrell parece un joven griego al sol de Corfú...Miller parece viejo, muy viejo...pero acabo de comprobar que tenía sólo 48 años y de hecho vivió 40 años más. 

Lo abrí. 1.200 pesetas ponía en la primera página, pasta para un libro de segunda mano. 

Lo hojeé con curiosidad. 

Durrell escribe la primera carta. 
"Estimado Sr. Miller, Acabo de releer Trópico de Cáncer y siento la imperiosa necesidad de escribirle unas líneas..."
Miller le contesta.
"Estimado Sr. Durrell, Su carta también me ha desequilibrado un poco. Es usted el primer inglés que me escribe una carta inteligente sobre mi libro"

Me encantó  aquel primer intercambio y compré el libro sin dudar. Lo leí del tirón en aquellas semanas en Granada. Me enganchó la correspondencia entre esos dos hombres. Los descubrí como escritores y como hombres. Me reí, me emocioné, me indigne y vi pasar por delante de mis ojos 50 años de amistad entre dos hombres que se conocieron gracias a un libro. 

"Esto es todo Larry. Te deseo lo mejor".

Es lo último que escribió (dictó) Miller antes de morir el 7 de junio de 1980. 

Este libro ha estado conmigo desde entonces. Siempre se dónde está. No lo he recomendado nunca y nunca lo he prestado, pero es un libro especial. Cada vez que lo veo en la estantería, me acuerdo de quién era entonces, qué pensaba, qué sentía, cómo era aquella habitación de Granada y del tío que me llamó para quedar "cuando vuelvas a Madrid el viernes", pero esa es otra historia. 

"Granada, octubre de 1998". 




jueves, 20 de marzo de 2014

San Huevo Frito 2014.


Mi cocina es roja. 

El suelo es negro y tiene un ventanal enorme por el que entra muchísima luz. 

La mesa es rectangular, de madera, con 5 sillas con cojines de cuadritos rojos y azules. Encima una gran lámpara de Ikea que sólo se enciende por las noches y en las tardes de invierno cuando anochece muy pronto y las meriendas con cereales, tostadas y lectura se alargan. 

En casi el único trozo de pared que queda libre en toda la cocina, tenemos el calendario. La compra anual del calendario se ha convertido en un gran momento. Sabemos como tiene que ser: de pared, con cuadros grandes para poder escribir y con un tema que nos guste a todos. El de este año es de perros, cachorros más concretamente. Nos pasamos todo el mes decidiendo como bautizar al cachorro de turno. 

En ese calendario está el día a día de nuestra casa. Apuntamos el cambio de sábanas, el turno para preparar la cafetera, los partidos de M, las competiciones de natación, los planes de fin de semana, los cumpleaños de la intensa vida social de C, los exámenes, los médicos de M, sus ataques de asma, mis citas importantes y por supuesto los cumpleaños. 

Sin embargo, la cita más importante  de ese calendario, la primera que apuntamos todos los años con gran ceremonia y este año con un precioso dibujo de C con su maravillosa caligrafía con arabescos, es San Huevo Frito. 

Hoy, 20 de marzo, es San Huevo Frito en Molicasa y lo será para siempre. 

San Huevo Frito es como un cumpleaños, como los Reyes y tiene su ritual. 

Hoy no cenamos en la mesa de madera de la cocina, con las sillas de cojines de colores y bajo la gran lámpara de Ikea. Hoy cenamos en el salón, el menú establecido, huevos fritos con una enorme fuente de patatas fritas y de postre fresas con muchísima nata para M.