lunes, 10 de agosto de 2015

Clases de yoga

- Ayer fui a yoga a probar.
- ¿ah si? y ¿Que tal?
- Bien. Me moló. Yo prefiero ir a montar en bici pero me gustó.
- Estaba pensando en ir a algo así... a ver si consigo tranquilizarme.
- Moli, a ti te sentaría de puta madre. Pruébalo.

Y lo he probado. 

Vaya por delante que mi conocimiento sobre el yoga era nulo (sigue siendo nulo pero un poco menos). Por "yoga" mis neuronas solo recuperaban flashes con imágenes de gente sentada en el suelo con las piernas cruzadas, sonrisas beatíficas, posturas imposibles, puestas de sol con una figura a contraluz, murmullos cantarines, concentración y relajación. 

Mis neuronas sólo acertaron en puestas de sol. He tenido la suerte de que las clases de yoga a las que he ido se daban en plena montaña, a las 8 y media de la tarde con Siete Picos al fondo, recortado contra el cielo mientras se ponía el sol tras La Peñota. Para mí, el mejor sitio del mundo para hacer yoga, calceta o el pino puente.  

En mi desconocimiento yoguero, pensaba que el yoga era un deporte o actividad o lo que sea que no necesitaba nada. Un deporte cómodo. También me equivocada en eso. Se necesita una esterilla, un "bloque" o ladrillo y algo de abrigo para que en la meditación no te quedes frío. Por supuesto yo no llevo nada más que mi cuerpo serrano en camiseta de tirantes. 

No empiezo mal. La profesora, una chica encantadora y muy maja que por alguna extraña razón lleva unos cascabeles minúsculos atados a la cintura me dice que me siento muy bien, que la postura de meditación la tengo perfecta. Me abstengo de comentar que es lo único que tengo de meditación, la postura. 

- ¿Has hecho alguna vez yoga?
- No.
- ¿Qué sabes del yoga?
- Nada.- contesté rápidamente antes de lanzarme por un monólogo absurdo sobre mis neuronas. 
- Bien. El yoga consiste en activar una serie de instrumentos que tenemos en nuestro interior para ponernos en contacto con la tierra y alcanzar la paz interior, librándonos de las tensiones de la vida diaria. 
- ...
- No te digo nada más. 

Me siento, echo un vistazo a los demás compañeros de la clase y me concentro en hacerlo bien. 

- Respiramos despacio, concentrándonos en la respiración. Contamos el tiempo que tardamos en la inspiración y tardamos el doble en echar el aire. 

Bien. Eso puedo hacerlo. Inspiro en 6 segundos, así que si mis cálculos no me fallan tengo que tardar 12 en expulsarlo. De primeras me parece mucho pero descubro que voy holgada. ¿tendrá que ver con la respiración de nadar? ¿Será mucho o será poco? ¿Cuánto tardará el del al lado? Mierda. Me he desconcentrado. Inspiración... 4 segundos. ¿Por qué ahora solo inspiro en 4 segundos? ¿Qué hago mal? ¿Estoy haciendo algo mal? A lo mejor lo estoy haciendo bien. 8 segundos para expulsarlo. Inspiración...3 segundos. ¿De qué va esto? Si sigo así voy a terminar con la respiración de una parturienta de peli americana, soplando fuu fuu fuuu. 

Concéntrate, concéntrate. ¿Se me está durmiendo un pie? Mierda.¿Seré la única? ¿Y si abro un ojo y miro a ver si los demás han estirado las piernas? Tengo que estirarla, tengo que estirarla. Ahhhhh... mierda, ahora viene el cosquilleo ese que quieres morirte. Inspira, inspira... 

- Ahora vamos a cantar un mantra. ¿Quién no ha cantado nunca mantras? 
- Yo.- contesto mientras me masajeo el pie. 
- Lo suponía. La letra es "Surinemaaaa, surinemaaaa... mastinaaaaa" lo importante es la melodía. Empiezo yo y me contestáis. 

¿Cantar? ¿Yo? Pero si me da vergüenza cantar en el coche. La profesora empieza a cantar maravillosamente bien y yo intento recordar la melodía y la letra. Sería más fácil si la letra tuviera algún sentido. No digo que no lo tenga, seguro que lo tiene pero claro... no lo entiendo. Esto es como cuando cantabas "wachi, wachi" cuando no sabías inglés; al aprender el idioma le encuentras más sentido. 

Deja de pensar, deja de pensar y concéntrate en la melodía. Surinemaaaaa. 

Plas, plas, plas. 

Abro un ojo para identificar el ruido. La profesora mientras canta se golpea la pierna rítmicamente, cada vez más deprisa. Y no pierde el hilo. Es prodigioso. ¿Se hará daño? Seguro. Se le va a quedar una señal roja en la rodilla. 

- Nos tumbamos ahora en el suelo. Abrimos el pecho a la tierra dejando que el efecto del mantra resuene en nuestro interior. 

Me tumbo. Sin más. 

- V invertida. Plano inclinado. El gato. Arqueamos. Estiramos. Tiramos del sacro. Abrimos la palma de las manos. El feto. V invertida. Gran paso adelante. Caderas alienadas. Postura sobre los hombros. Piernas hacia atrás. Dejamos caer la espalda vértebra a vértebra. 

Sigo como puedo las posturas. No lo debo estar haciendo mal porque la profesora no me corrige. A lo mejor es que lo estoy haciendo tan horrorosamente mal que me ha dado por imposible. 

- Y ahora vamos a empezar con la relajación. Nos tumbamos con la cabeza hacia el centro. Piernas un poco abiertas, palmas de las manos hacia arriba. Nuca apoyada en el suelo, barbilla contra el pecho. Y nos retiramos a ese lugar en nuestro interior donde sólo hay amor, consciencia y maestría. 

¿Maestría? ¿Maestría? ¿En qué? Paso, paso, paso. No voy a pensarlo. Tengo que dejar de pensar. Voy a concentrarme en la voz de la profesora que es relajante. 

- La maestría interior y la consciencia. 

¡Nooo! No lo repitas. No digas consciencia. Ni maestría. Es mejor que no diga nada aunque tenga voz aterciopelada. Si sigue hablando no seré capaz de desconectar mi consciencia. 

- Vamos relajando pies, pantorrillas, piernas, abdomen, manos, brazos, hombros, pecho, cuello, boca, ojos, cara... cerebro. 

¡Noooo! Ha dicho cerebro. Casi lo tenía conseguido, pero mi maldito cerebro se ha activado al oír su nombre y ha empezado a mandarme imágenes de risas enlatadas "jajaja, relajar el cerebro, lo llevas claro, ni de coña nos relajamos. Ahora mismo vamos a obligarte a pensar en "Inside Out" y a que imagines a todas tus emociones descontroladas por tu cabeza. Ahora mismo Inspiración va correteando por toda tu cabeza anotando ideas y pegando post its para un post con tu experiencia en el yoga". No, no, no. No pienso escribir sobre esto. "Claro que sí, ya lo verás". 

Voy a relajarme. Necesito dejar de pensar en todo. Lo necesito. Apagarme neuronalmente. 

Oigo a mi cerebro descojonarse. "Mejor toma drogas o ... ya sabes". 

- Y ahora poco a poco, cuando vuestro cuerpo os lo indique, vais volviendo de la relajación. 

Menos mal. Estaba a punto de chillar. 

- ¿Qué tal? ¿Te ha gustado?
- Fenomenal. El jueves vuelvo. 

Me ha molado el yoga. Relajarme no me relajo pero por lo menos no me hace peor persona como correr. Sólo tengo que aprender a vivir hablando con mi lado más chalado. 

Y a cantar. 



16 comentarios:

ro dijo...

Yo vuelvo al yoga este año después de unos años de parón, y lo he estado echando de menos. Para cada uno es una cosa. Para mí es una actividad física en la que a la única que tengo que superar es a mí misma. La relajación y lo de poner la mente en blanco es lo que peor llevo, se me va la cabeza a otras cosas, pero mientras estoy haciendo las posturas, estoy descansando la mente, no sé cómo explicártelo mejor.

Besos.

José Antonio Peñas dijo...

Yo asistí hace como un año a una clase de bikram yoga, una variedad que se hace en una habitacion en modo sauna a 40 grados y una humedad ambiente brutal. Las saunas no me agobian demasiado así que no me dió un jamacuco, y me sorprendió ver que era capaz de hacer la mayoría de las posiciones, salvo las que implican flexibilidad de cintura (acortamiento de isquios, es una larga historia). Eso sí, me deprimía ver a la amiga que vino conmigo, flexible como un junco y bajando en vertical sobre un solo pie despacito, despacito para vuolver a subir a la misma velocidad. Y todo ello sudando a mares, casi me podía oír sudar. También me deprimía un alumno avanzado que estaba delante mío y parecía una escultura a cincel, con unos músculos perfectos y movimientos elegantes y fluidos. Me deprimía y hacía tambalearse mi heterosexualidad, dicho sea de paso

No estuvo mal, pero toda la parte mística me da un poco de dentera. Hace unas semanas tuvimos un minitaller de tantra y me gustó el planteamiento del maestro:
_ si esperáis escuchar cosas sobre la energía, los chakras,el yoni, el lingam y demas, os habéis equivocado de maestro tántrico. Yo no creo en esas cosas, sino en las ventajas de controlar la respiración, acomodar nuestro ritmo al de la persona que nos acompaña y dejarnos llevar con un poco de buen humor, y de eso van mis clases.

Creo que no volveé al vikram yoga, pero lo del tantra como que sí me motiva.

Anónimo dijo...

Jajaja.... Te imagino y como que me acelero! Qué estrés tratando de desconectar tu cerebro. Yo con alguien al lado no lo consigo jamás. El comentario anterior con el control de la respiración y la filosofía del "maestro" me gustó.
Gracias.
Un saludo!

Pd. Me imagino la versión de tu profesora: de donde ha salido esta mujer??? Sabe más de lo que cree.Porqué no canta? En qué estará pensando... Vamos a ser grandes amigas (si sigue viniendo, claro, ...)!! Se le nota en la mirada mucha inteligencia e interés, pero hay algo en ella que me descoloca. Estoy segura de que mis clases le servirán de mucho....


Mucho ánimo, y a desconectar tu celebro (como dice mi hijo pequeño)

Tita dijo...

Parece que te hace falta mucho yoga, yo seguiría, como un reto personal.
Nunca lo he probado, pero sí el Mindfulnes o práctica de atención plena. Yo empezaría por ahí, también te exige mucho esfuerzo por respirar bien sin distraerte, pero te sirve para cada minuto de tu vida...si quieres aprovecharlo.

Amapola Azzul dijo...

Llevas poco tiempo, Besos.

Eliahh dijo...

Totalmente de acuerdo. He empezado a ir a yoga en el embarazo porque me lo recomendó todo el mundo y el primer día durante la primera respiración no podía ignorar las palabras "chakras", "ponte a tierra", "respiramos hacia el suelo".
Creía que no volvería y sin embargo he vuelto. No es mi deporte, porque yo sí lo hago mal (no tengo flexibilidad ninguna) y prefiero no sentirme el patito feo de la clase por algo que no puedo solucionar, pero me gusta y me parece útil.
Los dolores de espalda se fueron y tengo una hora para no pensar en nada. O casi nada.

Voz en off dijo...

Me alucinas!!! Correr te hace peor persona? A mí no me mola pero de ahí a peor persona😀😁

ELISA dijo...

Hace años tuve alguna crisis de ansiedad. El yoga y aprender a respirar me ayudó mucho a evitarlas. Es una práctica muy gratificante y compensatoria.

Ingrid dijo...

Yo me lo tomo como un remedio para MIS cervicals y espalda súper contracturada y además salgo como nueva. Mi professora de yoga no mete ningun rollo de conectar con la tierra ni Nada por el estilo. Recomiendo yoga a Todo quisqui

Hermano E dijo...

¡Bienvenida al yoga Moli!.

Yo empecé hace 5 ó 6 años. Al principio sólo una vez por semana y como terapia para las dolores de espalda (también hago natación).

Ahora voy 4 veces (y no voy mas por que no hay mas clases) y no sólo he dejado de tener dolores sino que he profundizado bastante en mi interior (joder que cursi suena), me conozco mejor, no dejo que los problemas me superen, me noto más sereno, etc. Se lo recomiendo a todo el mundo.

Yo hago Hatha Yoga, aunque también probé Kundalini (con cánticos) que por lo que dices puede ser el que haces tú.

Oswaldo dijo...

Creo que estás entrando a un mundo que roza lo religioso, con alta carga emotiva en cuanto a la manera específica de cada quien.

El yoga es una de esas cosas en las que "crees" o "no crees".
Y entre los que creen hay diferencias individuales en cuanto a la forma de hacerlo, con seguidores de cada una de las posibilidades, que se manifiestan casi con tanta fuerza como las divergencias entre las religiones.

Sin embargo, hay un detalle notable que se percibe en los comments y éste es la ausencia de agresividad.

Si realmente estuviéramos hablando de diferencias entre religiones, bueno..., ya conocemos lo agresiva que puede ser tal diferencia, con alguna de ellas expresamente ofreciendo el cielo a quien mate a alguno o mejor, a algunos, de los pertenecientes a otra religión.

También releí el post del 13.6.12 y algunos de los defensores de los runners se ponen bien agresivos, a un nivel casi como si fueran políticos. ¡Claro que tú misma empezaste, llamándolos "malditos"...! ¡Pobres inocentes que no saben lo que hacen! (Los runners, que no los agresivos) ¡Perdónales!

Aquí no. Nada del "pareces imbécil" o "eres ignorante" que se percibe en los comments de aquel.

Aquí el asunto central es "Paz y Amor" puros. ¡Asombroso!

sientetebellaybien dijo...

Bienvenido al yoga jejeje. Feliz verano

Krika dijo...

jajaja, eres genial Moli.

Anónimo dijo...

Es una buena actividad física que moviliza cada uno de tus músculos y te deja en un relax genial.Lo de la relajación viene con el tiempo, así que no te comas la cabeza y déja que corra por donde quiera, ya volverá. Ah, el tema de la respiración, muy interesante y también ves sus beneficios con el tiempo. Disfrutalo!

Anónimo dijo...

Por desgracia mi experiencia fue más traumática, en mi primera clase me hicieron sentar en primera fila, delante de la profesora. En cuanto ella se sentó en la posición del loto... mi parte masculina se activo.

Y encima no paraba de decir "relajad el suelo pélvico".

Una hora activada.

No he vuelto a probar el Yoga.

Aun mis amigos se rien.

Anónimo dijo...

buenas todos/as si os gusta el yoga podeis probar otras disciplinas como:
El Tai Chi es meditación en movimiento, usa movimientos continuos y circulares, suaves y relajados, en un proceso que genera aumento de la sensación de bienestar corporal. Con esto se logra un alto estado de claridad mental y de relajación. (ademas un arte marcial).

el chi kung o qi gong, es una gimnasia terapéutica milenaria, apta para toda edad y condición física destinada a potenciar nuestro estado de salud, movilizando la energía de nuestro cuerpo, chi o energía vital, para sanarnos, revitalizarnos y desarrollarnos espiritualmenteSe basa en el movimiento sin esfuerzo muscular y sin aceleración cardíaca. Hoy sabemos que la sobreoxigenación que genera la gimnasia occidental, que se funda en el esfuerzo muscular y el consumo de oxigeno, produce radicales libres que favorecen la degeneración celular y el envejecimiento prematuro. Los adeptos a la gimnasia oriental como el Chi Kung, son más longevos y conservan la flexibilidad y un perfecto estado de salud etc...