domingo, 23 de agosto de 2015

Música para conducir

- Juan, ponme música o me duermo. 
- Vale. ¿Quieres que te ponga una lista que hice para seleccionar las 20 canciones que más me gustan?
- Estupendo.

Enfilamos la carretera. Empieza a sonar la música.

- No sé... ¿Quienes son?
- No te lo digo. Adivina.
- ¿The Who? 
- Nop. 
- Led Zeppelin. 
- ¡Muy bien!
- ¿Has visto? Si te echas un ligue ni de coña lo saca. 

- ¿Elvis? ¿Can´t help falling in love? No me creo que esta entrara en tus 20 favoritas. 
- No, no entró pero se quedó finalista.
- A mi me gusta más Burning Love. Esta es un rollo. 
- Tiene unos coros de flipar. 
- Aburre. 
- A mi me da pereza al principio pero luego me gusta, aunque mi favorita es Suspicious Minds. 
- Esa también me gusta. ¿Entro en el top 10?
- No, porque la terminan dos veces y la cagan. Escucha, hacen fade out y luego vuelven. Una cagada. 

- Es un grupo actual. Se llaman Tedeschi Trucks Band.
- ¡Me encantan! Tienen una historia curiosa. La canción es del corista. Ella es una cantante de blues super famosa y tenía su propia banda, conoció al guitarrista que se llama Derek Trucks que es más joven que ella y se casaron. Él se llama Derek por la banda Derek and the Dominos. ¿Los conoces?
- ¿Por quién me tomas? Pues claro.
- Pues Derek es sobrino del batería de Allman Brothers Band, y es un prodigio de la guitarra. Hay vídeos suyos con 13 años tocando y es tan bueno que acabó convirtiéndose en el segundo guitarrista de la banda, en el mismo papel que en su día hizo Duane Allman que tocó con Clapton su famosa canción Layla cuando estaba en Derek and the Dominos. Duane murió en un accidente de coche super joven. Y a Derek Trucks le pusieron ese nombre por Derek and the Dominos.
- Alucino.
- ¿Con qué?
- Con que no te acuerdes de nuestras vacaciones del año pasado y te sepas estas historias.
- Tengo memoria para lo que me impacta y es importante en mi vida.
- Sin comentarios. Me flipa la canción. 

- Madre mia, que atasco. 
- ¿En directo?
- Si, ¿sabes quienes son?
- Ni idea...a ver...ese que canta que es David Byrne. ¡talking Heads!
- ¡Bien!
- Me encanta esta versión. Fa, fa, fa, fa....

- ¿Por qué? Me mola como empieza. ¿Quien es?
- Adivínalo. Es un cantante que esto es lo que tiene más escuchable. Tiene otras cosas que ni siquiera yo puedo escuchar. 
- Me mola la voz. Es super grave.
- Sí, tenía la voz grave pero, además, el novio celoso de una fan le tiró desde el escenario y se rompió no se qué y la laringe y le cambio la voz a aún más grave. 
- ¿En serio? Alucino. 
- Escucha a las coristas, es Tina Turner y las Ikettes. Al loro como cantan y los coros que hacen que son jodidísimos de cantar. 
- Alucino más.
- Ellas cantaron esos coros y luego se lo enseñaron a Ike Turner todas orgullosas porque era un super trabajo y el tío les dijo que vaya mierda. Era un cabrón. Zappa contaba que Tina cocinaba para todos y lo llevaba al estudio y que nadie se explicaba como podía estar casada con el memo de Ike. 
- Me encanta la canción, aunque sea muy rara.
- Pues va de un tio que se va a Montana a ser un empresario del hilo dental. 
- jajajajajaja. 

- ¿Sabes que Lennon se inspiró en el sonido de una ambulancia para escribirla?
- Pues no, pero esta canción me encanta y siempre me recuerda a ti.
- Es un temazo. La letra no tiene ningún sentido. Lennon la hizo así, sin sentido para que la gente se comiera la cabeza intentando encontrárselo. Hay una estrofa que es parte de una canción que él cantaba con un amigo suyo del colegio. Le llamó desde el estudio a preguntarle "oye, como era la canción". Y el amigo flipó, claro. Es la última canción psicodélica de los Beatles. Luego ya se olvidaron de este rollo. 

- ¡Este es Nick Drake!¡Esta la conozco porque ya me la habías enseñado!
- Si. Pink Moon.  Pobre Nick, era un genio absoluto. Hizo 3 discos cojonudos pero era un tío muy raro, no quería salir de gira, ni entrevistas ni nada y a pesar de ser un genio no tuvo éxito y acabo suicidándose o algo. Y ahora está super reconocido. El Vang Gogh de la música. 

Pocas cosas hay mejores que un coche, un paisaje, un amigo y música. 

miércoles, 19 de agosto de 2015

El cumpleaños de las dos manos


Cumples 10 años. 3650 días juntas. Recuerdo perfectamente este día hace 10 años. Llevaba unos pantalones blancos y una camiseta de rayas blancas y verdes y me leí el periódico entero antes del parto. Teníamos tu nombre decidido desde el minuto 1, aunque si hubieras sido niño te habrías pasado días sin nombre. 

Cuando te veo dormir te sigo viendo pequeña. Duermes de lado, hecha una bolita y con todo el pelo por la cara. No sé como lo haces pero sigues oliendo a bebé, a niño pequeño. 

- Mamá, buenos días. Estoy sudorífica. 

Cuando duermes sudas siempre... sudas y te levantas como si una pareja de cigüeñas te hubiera anidado en la cabeza. Un halo de pelo encrespado te rodea mientras te sientas y en silencio sepulcral te echas el nesquick en tu cuenco rosa o tu taza de animales, la leche fría y entonces, me miras y dices: ¿las tostadas? Siempre igual. No eres persona hasta que desayunas.

Cada día me sorprende lo segura que estás de ti misma, de lo que quieres y del efecto que causas en los demás. Sabes perfectamente lo que quieres. Lo que quieres ahora y en el futuro. Sabes también lo que no quieres con total certeza. 

Con los labios apretados, los puños cerrados y los ojos bajos te veo reconcentrarte en la rabia que te provoca que te regañemos. Te duele el orgullo. 

Contienes las lágrimas todo lo que puedes. Te las tragas, las sorbes, las dejas caer sin hacer nada. Pocas veces, muy muy pocas veces lloras de pena, y entonces, cuando es por pena lloras muchísimo. Lloras tanto que no sabemos como consolarte porque  cuando te has dejado llevar para llorar así estás muy muy triste. Me parte el alma. 

Concentrada. En el coche te transformas, puedes estar charloteando y preguntando sin parar todo el día "mamá, ¿si te echas un novio me tengo que cambiar el apellido?" "mamá, explícame la guerra civil", "mamá, ¿sabes que eres vieja, verdad?", pero en cuanto te metes en el coche te callas. Vas mirando por la ventanilla concentradísima. Te veo por el espejo retrovisor, seria, atenta, a veces canturreas la canción que esté sonando pero poco. Pocas veces te duermes y muchísimas me sorprendes diciendo "por aquí pasamos una vez y paramos en esa gasolinera". Has heredado mi memoria y tienes un sentido de la orientación alucinante. He perdido la cuenta de todas las veces que gracias a ti he encontrado el coche en un parking.

Consigues provocarme la necesidad de abrazarte, besarte y achucharte. Soy arisca y de poco tocar pero contigo es distinto. Nadie más en el mundo lo consigue. Me gusta abrazarte, sentarte en mi rodillas a pesar de lo grande que estás y que te dejes achuchar. A veces logro que te tumbes encima de mi al levantarte por la mañana como cuando eras canijilla. 

- ¿Cuánto me quieres?
- Muuuchooooo. 
- Mucho no.
- Muchízimoooooo. 

Me encanta que lo hagas por darme gusto, hablando con la z como cuando eras más pequeña y con voz de "eres pesadísima". 

Como tu padre eres una persona feliz. "Mami, yo soy alegría y tú un follón de cosas". Sí, eres alegría permanente, ganas de vivir, de estar contenta, de hacer cosas. De hacer el payaso. Todo te apetece, todo te gusta, todo te sorprende. Nada te perturba, nada te preocupa.

Estás aquí, estás viva y eres feliz. Y es alucinante verlo. 

Cumples 10 años, dos manos completas pero siempre siempre serás mi niña pequeña. 

Feliz cumpleaños princeza. 


martes, 18 de agosto de 2015

Cosas que (me) dan miedo


Brujuleando he conocido a a Michelle Poler y su video  100 days with out fear. Michelle se ha pasado la vida acojonada por todo. Es una absoluta milindris a la que le da pánico todo y además confunde el miedo con la vergüenza, el asco y un montón de cosas más. 

A pesar de no compartir con Michelle casi ningún miedo (va por el 87) y distinguir las cosas que me dan pánico y las que me dan vergüenza, la buena de Michelle me ha inspirado para hacer una lista de mis miedos más idiotas. 

Me diferencio de Michelle en que no tengo ninguna intención de superar esos miedos. Ella es tan pipiola y tan milindris que sospecho que detrás de esta iniciativa hay años de terapia para intentar que salga de su campana de cristal y pueda enfrentarse al mundo cuando sus padres dejen de cuidarla. 

Cosas que (me) dan miedo...y tranquilos que no llego a cien. 

Inciso.- Obviamente lo que más miedo me da es que mis hijas sufran o que les pase algo, seguido de la enfermedad y muerte de mi familia y amigos...pero este post no va de eso. He dicho miedos tontos.- Fin del inciso. 

Me dan pánico los gatos. Mi terror hacia los mininos ha ido creciendo con el tiempo. Debería ser al revés, te haces mayor y, se supone, capaz de ser objetiva y pragmática y ver que es una chorrada de miedo. Pues me hago mayor y cada vez soy más objetiva y pragmática y los gatos cada vez me dan más miedo. Ya no soporto ni verlos en fotografías. He desarrollado tanto pavor que cuando alguien me dice que tiene gato me encuentro pensando ¿qué tipo de tara tiene esta persona para que le guste un animal tan terrorífico? Prefiero un ligue con serpiente que con gato...tal cual lo digo. (Para cuando sea vieja revieja, si llego a eso, me tendré que comprar un canario que píe cuando me muera... paso de gatos que me devoren)

Bucear. Lo he contado mil veces. Ni me planteo bucear en plan embutida en neoprenos pero es que ni siquiera me gusta usar gafas de bucear en el mar. No quiero saber lo que hay debajo. No me dan miedo las medusas, las algas, los peces o lo que sea... sencillamente no quiero verlo. Me da pánico la sensación de inmensidad que sientes al mirar con gafas de bucear. Además no le encuentro la gracia a respirar por la boca con un trozo de plástico en la boca. 

Saltar. No me refiero a saltar metafóricamente, a cambiar de vida, tomar una decisión o correr un riesgo. Me refiero a saltar,a pegar un brinco. Este es un miedo adquirido, supongo que debe ser por hacerme mayor. Me da miedo saltar y hacerme daño. Sé que no tengo porqué hacerme daño pero no salto por si acaso. Es curioso porque en el resto de mi vida... los por si acaso me sirven para hacer cosas. 

El espacio. El universo. La inmensidad del cosmos. No quiero ser astronauta ni saber qué todo está lejísimos y que somos motas infímas y que cuando me muera ya no habrá nada más. Si lo pienso, ya lo he comentado también, me entra vértigo cósmico y muchísimo miedo. 

Los limpia piscinas. Las arañas, mantis religiosas, avispas, abejas y todo ese tipo de bichos no me da miedo. Me dan asco y procuro no acercarme, básicamente porque además pueden picarme. Mi terror hacia los limpiapiscinas es completamente irracional. Son unos bichos asquerosos  pero no hacen nada. Un limpia piscinas te roza y no te enteras... pero si en una piscina veo uno, no me meto. Además, me intrigan. ¿De dónde salen? Sospecho que son familia de los piojos porque hay las mismas teorías idiotas sobre su origen "Les gustan las piscinas (pelos) muy limpias", "estan en piscinas (pelos) sucias" y nadie tiene ni idea. ¿De dónde sale el primer limpia piscinas? y ¿Dónde tienen los ojos? Es un bicho que me perturba y me da muchísimo miedo.  

Echar gasolina y al ir a pagar no llevar cartera. Todas las veces que echo gasolina ( y son muchísimas) al encaminarme a la caja y meter la mano en el bolso se me acelera el corazón y en 3 segundos veo mi futuro proyectándose sobre la fachada. No tengo la cartera, me la he dejado en casa, revuelvo el bolso, lo vuelco, sonrío al dependiente que me mira con cara de hastío, compruebo que efectivamente no llevo cartera, ni dinero ni nada, sonrío y balbuceo "no se va a creer lo que me pasa", llamo a alguien para que venga a ayudarme, ese alguien se caga en mi y mi despiste y tarda lustros en venir y mientras tanto yo vivo en la gasolinera que por supuesto siempre está en un páramo espanto tipo París Texas. Llevo una bata rosa y un pañuelo en la cabeza y por alguna misteriosa razón fumo. 

Luego siempre encuentro la cartera (soy asquerosamente ordenada) pero el subidón de adrenalina me dura unos 5 km.

Las escaleras. Este es un miedo adquirido. Me he caído tantas veces y me he dado tantas leches que ahora si hace falta empujo ancianitas para agarrarme del pasamanos y, por lo menos, si me caigo podré minimizar la leche y no destrozarme el culo o morir como Angela Channing. Asociado un poco a esto va el escurrirme en la ducha...aunque esto no me ha pasado nunca. A ver, me he escurrido haciendo cosas que no se deben hacer en la ducha pero eso es otra historia y ahí no me da miedo. Es más miedo a escurrirme, romperme algo y tener que esperar horas hasta que alguien venga a sacarme y entonces me visualizo en bolas, con el pelo pegado....en fin, algo como lo de la gasolinera. 

En cualquier caso sé por experiencia que las cosas que más daño pueden hacerte son las que no te dan miedo. ¿Mi consejo? Desconfiad siempre. 

miércoles, 12 de agosto de 2015

Por que madrugar te hace miserable

Estamos rodeados. Rodeados de cosas desagradables que sin embargo se están vendiendo como si fueran lo más de lo más, como si no hacerlas, comerlas, pensarlas o sentirlas nos fuera a convertir en infraseres, en peores personas. 

¿De qué estoy hablando? 

Hoy hablo de la campaña a favor de madrugar para ser una persona exitosa. Hace unos días un post en Medium bajo el tramposo título de "Por qué deberías ser una persona madrugadora" contaba una historia de terror acerca de "personas exitosas" que madrugan. 

Empecemos por el principio. 

Madrugar es levantarse a las 8 de la mañana. Es una hora estupenda. Si te acuestas a las 11 de la noche tienes por delante 15 horas de día que, bien aprovechadas, dan para un montón de cosas. Una hora de leer, entretenerte o lo que sea en la cama y 8 de sueño. El día perfecto. 

Levantarse antes de las 8 de la mañana es avaricia. Ganas de ser el que se levanta antes, de estrenar las calles, de llegar al curro y decir "pues yo ya he corrido, nadado, paseado a mi perro, leído la prensa o preparado cocido para 15". Por supuesto, hay mucha gente que se levanta antes simplemente porque no le quedan más opciones... pero casi seguro ninguno de ellos se considera una persona exitosa. Se verían mucho más exitosos levantándose a la hora que les diera la gana. 

Levantarse antes de las 7 es vicio. Y como todos los vicios es incomprensible para el resto de la humanidad. "Me encanta", dicen los que se comen las uñas o aman la calceta. Los demás no lo entendemos. 

Las "personas exitosas" del post del otro día se levantaban todas entre las 3:45 y las 5:30 de la mañana. Obviamente eso no es madrugar, es rendirse al insomnio y levantarse de la cama para no seguir agonizando. "Ya que no duermo voy a ver si..."

- ¿Tienes insomnio?
-  No, es que me gusta madrugar.
- Ja. 

Antes de que nadie se me eche encima, no estoy diciendo que haya que levantarse a las 12 de la mañana. De hecho levantarse más tarde de las 10 te hace tener la sensación de que te han dado un día "usado". No es exactamente como un día de segunda mano, se parece más a leer un periódico que otro ha leído antes. Las noticias son las mismas, todo está en su sitio... pero no es lo mismo. 

"Los madrugadores tienen la ventaja competitiva" de que son capaces de salir de la cama antes. Todo depende cómo se mire. Yo puedo decir "Los madrugadores tienen la desventaja de que no disfrutan del sueño y no dan descanso a su cerebro", por ejemplo. 

En el post, las personas exitosas que madrugan tienen también en común, curiosamente, que son asquerosamente ricos. Me asombra que nadie vea que en estos artículos sobre lo buenísimo que es caerse de la cama de noche no aparezcan nunca ejemplos de "gente que se siente miserable porque se tiene que levantar a las 3 de la mañana porque tiene que ir a currar y desea morir". A lo mejor me equivoco y todos esos curris madrugadores se sienten super exitosos cada mañana al amanecer mientras se hacen la cama. 

Porque si. Resulta que para madrugar y que no desees suicidarte, conviene hacerte la cama. No lo digo yo, lo dicen las personas exitosas "Hacer la cama todas las mañanas está relacionado con una mejor productividad a lo largo del día."

Sin entrar a discutir que dudo mucho que Michelle Obama, Anne Wintertour o Richard Branson se hagan la cama, cualquiera que madrugue sabe que la cama hay que hacerla por una única razón: si la dejas sin hacer y vas a estar mucho tiempo pululando por el cuarto, es muy posible que las sábanas te llamen con cantos de sirena, tu fuerza de voluntad flaquee y acabes tumbándote mientras babeas diciendo "cinco minutos más". Por eso hay que hacer la cama, ni productividad ni leches. ¿A quién le importa la productividad a las cinco de la mañana? 

Por supuesto y como era de esperar, además de la cama, después de madrugar vienen más torturas si quieres ser el colmo del éxito. No vale con arrastrarte fuera de la cama, llorando y soñando con un poco más de sueño, aunque sea en la alfombra. Eso ni es exitoso ni nada. Después de hacer la cama, hay que beberse medio litro de agua, desayunar fruta y verduras, hacer ejercicio, leer la prensa y priorizar el día. 

Estáis pensando lo mismo que yo. Comer a las 5 o las 6  de la mañana no es desayunar, en todo caso será una recena o picar entre horas. Y hacer todas esas cosas no es "aprovechar el tiempo", es rellenarlo hasta que sea hora de empezar a trabajar y el resto de la humanidad, que sí puede dormir, se active. 

Conclusión: los madrugadores son gente muy envidiosa y quieren arrastrarnos a todos al lado oscuro. Y repito, antes de las seis de la mañana no es madrugar, es insomnio disfrazado. 

Ahora que lo pienso, la única utilidad que le veo a esta idea de madrugar es si ligas con alguien, te vas a su casa y luego cuando te estás escabullendo te pilla. 

- No es lo que estás pensando, no me estoy yendo...es que me gusta madrugar. Soy una persona exitosa.