Todos tenemos fotos que son de muchísima vergüenza. No me refiero a esas que te haces con ventipocos y en un momento de exaltación etílica de la amistad y te agarras a las tres personas que tienes más cerca y dices…” una foto”…y sales con una sonrisa espantosa y los ojos brillantes, los pelos disparados y cara de borrachillo….esas fotos pueden tener su gracia y por lo menos te ríes acordándote del momento en que te las hiciste.
Me refiero a esas fotos que te han hecho de pequeño sin que tu quisieras y que tu madre no duda en sacar del cajón a la menor oportunidad. “ De verdad que no sé porque te quejas del disfraz de Carmen Miranda…mira que mona estabas”. Y salgo yo, con los ojos como dos tomates de llorar del disgusto de no saber de quien iba disfrazada y porque las horquillas con las que me habían clavado las frutas me llegaban a las meninges, la barriga asomando por debajo de la camiseta de flores y los brazos en jarras. Un cuadro. Una foto de la que me avergüenzo.
De mi comunión tengo un album entero de fotos para quemar. Tengo cara de pepino y otra vez los ojos hinchados y rojos porque me cabreé por algo..no recuerdo porqué y salgo en todas las fotos medio llorando. Patético.
Sin embargo las peores fotos que tengo..y que gracias a Dios no están en manos de mi madre si no a buen recaudo en un album en mi estantería me las perpetré yo misma.
Son de una sesión de fotos que me hice en el jardín de Los Molinos. Me debí creer guapa…y salgo en distintas poses…con mi coleta ochentera, mis hombreras imposibles, mis pantalones pesqueros enseñando calcetín, mi cara de adolescente puber y mi proverbial y mundialmente conocida nula fotogenia. Las tengo de lejos, de tres cuartos e incluso primeros planos en los que me parece tener entrecejo y todo.
Cuando estoy con el guapo subido…voy a mi cuarto, cierro la puerta, cuelgo el cartel de “no molesten” y miro esas fotos para no olvidar nunca que una cámara de fotos combinada con un subidón de autoestima puede acabar con mi carrera.
¿ A que viene esta serie de golpes a mi autoestima?. A dos noticias impactantes que he leído este fin de semana:
- vuelve Spandau Ballet. A mi me horrorizaban en su momento de gloria en los 80 e incluso en esa época me parecían horteras, con esos tupes y esos pelillos de macarra de medio pelo. ¿ Cómo se sentirán hoy al verse vestidos de dorados y blancos con hombreras en todos los periódicos del mundo?. Pensarán algo del tipo “ Madre mía que espanto, que poco criterio teníamos” o algo más “ si me pagan lo suficiente me vuelvo a poner la misma pinta y plataformas si hace falta”.
- Chistina Rosenvinge sale con Viggo Mortensen. Necesito que un alma caritativa le enseñe a Viggo las fotos del pasado chacho de esa rubia con la que se pasea. Seguro que el bueno de Viggo se ha creído el presente alternativo e Indie que ella le ha contado. Alguien tiene que contarle que esa chica tan mona y tan etérea debe su mayor fama a cantar con voz de pito, vestida con medias con agujeros una canción de letra tan sesuda y conceptual como “Hago chas y aparezco a tu lado” .
Y digo yo…si unos son millonarios a pesar de horteras, y la otra sale con Viggo a pesar de chacha…DONDE ESTÁ MI RECOMPENSA POR MI SESIÓN DE FOTOS HORTERA?.
No es justo.
Me refiero a esas fotos que te han hecho de pequeño sin que tu quisieras y que tu madre no duda en sacar del cajón a la menor oportunidad. “ De verdad que no sé porque te quejas del disfraz de Carmen Miranda…mira que mona estabas”. Y salgo yo, con los ojos como dos tomates de llorar del disgusto de no saber de quien iba disfrazada y porque las horquillas con las que me habían clavado las frutas me llegaban a las meninges, la barriga asomando por debajo de la camiseta de flores y los brazos en jarras. Un cuadro. Una foto de la que me avergüenzo.
De mi comunión tengo un album entero de fotos para quemar. Tengo cara de pepino y otra vez los ojos hinchados y rojos porque me cabreé por algo..no recuerdo porqué y salgo en todas las fotos medio llorando. Patético.
Sin embargo las peores fotos que tengo..y que gracias a Dios no están en manos de mi madre si no a buen recaudo en un album en mi estantería me las perpetré yo misma.
Son de una sesión de fotos que me hice en el jardín de Los Molinos. Me debí creer guapa…y salgo en distintas poses…con mi coleta ochentera, mis hombreras imposibles, mis pantalones pesqueros enseñando calcetín, mi cara de adolescente puber y mi proverbial y mundialmente conocida nula fotogenia. Las tengo de lejos, de tres cuartos e incluso primeros planos en los que me parece tener entrecejo y todo.
Cuando estoy con el guapo subido…voy a mi cuarto, cierro la puerta, cuelgo el cartel de “no molesten” y miro esas fotos para no olvidar nunca que una cámara de fotos combinada con un subidón de autoestima puede acabar con mi carrera.
¿ A que viene esta serie de golpes a mi autoestima?. A dos noticias impactantes que he leído este fin de semana:
- vuelve Spandau Ballet. A mi me horrorizaban en su momento de gloria en los 80 e incluso en esa época me parecían horteras, con esos tupes y esos pelillos de macarra de medio pelo. ¿ Cómo se sentirán hoy al verse vestidos de dorados y blancos con hombreras en todos los periódicos del mundo?. Pensarán algo del tipo “ Madre mía que espanto, que poco criterio teníamos” o algo más “ si me pagan lo suficiente me vuelvo a poner la misma pinta y plataformas si hace falta”.
- Chistina Rosenvinge sale con Viggo Mortensen. Necesito que un alma caritativa le enseñe a Viggo las fotos del pasado chacho de esa rubia con la que se pasea. Seguro que el bueno de Viggo se ha creído el presente alternativo e Indie que ella le ha contado. Alguien tiene que contarle que esa chica tan mona y tan etérea debe su mayor fama a cantar con voz de pito, vestida con medias con agujeros una canción de letra tan sesuda y conceptual como “Hago chas y aparezco a tu lado” .
Y digo yo…si unos son millonarios a pesar de horteras, y la otra sale con Viggo a pesar de chacha…DONDE ESTÁ MI RECOMPENSA POR MI SESIÓN DE FOTOS HORTERA?.
No es justo.