lunes, 23 de marzo de 2009

NO ES JUSTO

Todos tenemos fotos que son de muchísima vergüenza. No me refiero a esas que te haces con ventipocos y en un momento de exaltación etílica de la amistad y te agarras a las tres personas que tienes más cerca y dices…” una foto”…y sales con una sonrisa espantosa y los ojos brillantes, los pelos disparados y cara de borrachillo….esas fotos pueden tener su gracia y por lo menos te ríes acordándote del momento en que te las hiciste.

Me refiero a esas fotos que te han hecho de pequeño sin que tu quisieras y que tu madre no duda en sacar del cajón a la menor oportunidad. “ De verdad que no sé porque te quejas del disfraz de Carmen Miranda…mira que mona estabas”. Y salgo yo, con los ojos como dos tomates de llorar del disgusto de no saber de quien iba disfrazada y porque las horquillas con las que me habían clavado las frutas me llegaban a las meninges, la barriga asomando por debajo de la camiseta de flores y los brazos en jarras. Un cuadro. Una foto de la que me avergüenzo.

De mi comunión tengo un album entero de fotos para quemar. Tengo cara de pepino y otra vez los ojos hinchados y rojos porque me cabreé por algo..no recuerdo porqué y salgo en todas las fotos medio llorando. Patético.

Sin embargo las peores fotos que tengo..y que gracias a Dios no están en manos de mi madre si no a buen recaudo en un album en mi estantería me las perpetré yo misma.

Son de una sesión de fotos que me hice en el jardín de Los Molinos. Me debí creer guapa…y salgo en distintas poses…con mi coleta ochentera, mis hombreras imposibles, mis pantalones pesqueros enseñando calcetín, mi cara de adolescente puber y mi proverbial y mundialmente conocida nula fotogenia. Las tengo de lejos, de tres cuartos e incluso primeros planos en los que me parece tener entrecejo y todo.

Cuando estoy con el guapo subido…voy a mi cuarto, cierro la puerta, cuelgo el cartel de “no molesten” y miro esas fotos para no olvidar nunca que una cámara de fotos combinada con un subidón de autoestima puede acabar con mi carrera.

¿ A que viene esta serie de golpes a mi autoestima?. A dos noticias impactantes que he leído este fin de semana:

- vuelve Spandau Ballet. A mi me horrorizaban en su momento de gloria en los 80 e incluso en esa época me parecían horteras, con esos tupes y esos pelillos de macarra de medio pelo. ¿ Cómo se sentirán hoy al verse vestidos de dorados y blancos con hombreras en todos los periódicos del mundo?. Pensarán algo del tipo “ Madre mía que espanto, que poco criterio teníamos” o algo más “ si me pagan lo suficiente me vuelvo a poner la misma pinta y plataformas si hace falta”.
- Chistina Rosenvinge sale con Viggo Mortensen. Necesito que un alma caritativa le enseñe a Viggo las fotos del pasado chacho de esa rubia con la que se pasea. Seguro que el bueno de Viggo se ha creído el presente alternativo e Indie que ella le ha contado. Alguien tiene que contarle que esa chica tan mona y tan etérea debe su mayor fama a cantar con voz de pito, vestida con medias con agujeros una canción de letra tan sesuda y conceptual como “Hago chas y aparezco a tu lado” .

Y digo yo…si unos son millonarios a pesar de horteras, y la otra sale con Viggo a pesar de chacha…DONDE ESTÁ MI RECOMPENSA POR MI SESIÓN DE FOTOS HORTERA?.

No es justo.

viernes, 20 de marzo de 2009

MATERNITY (XXI) . EVALUACIÓN CONTINUA.


Estimada Sra. Molinos adjunto le envíamos su evaluación como madre del último trimestre:

1.- Aceptación. Progresa Adecuadamente. Observamos con satisfacción una gran mejoría en este aspecto con respecto a su última evaluación. A pesar de que es posible que esta mejoría se deba a que las niñas están todo el día en el colegio, somos optimistas y pensamos que la independencia de sus hijas con 3 y 5 años le ha servido para tener una actitud más favorable como madre. Aún así creemos que debe controlar sus ataques de furia maternal y expresiones como: “ como os vuelva a ver haciendo eso” o “ ¿Cuántas veces tengo que deciros? o lo peor ¿ Quién me mandaría reproducime?.

2.- Paciencia. Necesita mejorar. Es algo que le llevamos diciendo desde el momento en que decidió ser madre, esa impaciencia es fatal. Entendemos que sentarse a dar de cenar a las princesas a las 7 y media de la tarde y seguir en el mismo sitio y lo que es peor con la misma cantidad de comida en el plato a las 8:45 es frustrante, pero tenga paciencia y sobre todo nada de insultos barriobajeros. No olvide que es un ejemplo para su prole.

3.- Cocina creativa. Notable alto. Hemos comprobado a pesar de contar con la dificultad añadida de preparar comida y cena para su prole, consigue sobresalir sobre la media de madres cocineras y va más allá de los platos tradicionales. Sorprende agradablemente como además consigue que su hija M. lleve una alimentación adecuada a pesar de sus limitaciones alérgicas. Son famosos sus rebozados sin huevo, sus bizcochos sin huevo y sus camuflajes de emperador para que se lo coman las princesas.

4.- Sociabilidad maternal. Suspenso. ¿Cuántas veces le hemos dicho que no se puede ir arrasando a madres que no comparten su punto de vista?. Están equivocadas, lo sabemos, pero no se puede ir por el mundo aplastando a la gente. Su insistencia en ignorar los corrillos de madres a la puerta del colegio puede repecurtir negativamente en las relaciones sociales de sus princesas. Si, ya sabemos por donde nos podemos meter esas relaciones sociales…pero esa no es la cuestión. En el parque su actitud es también muy negativa; parapetarse tras un libro e ignorar a sus hijas no es un ejemplo para ellas. Haga un esfuerzo e intente compartir experiencias con otras madres sin escupirlas.

5.- Previsión maternal. Aprobado raspado. Está muy bien que se acuerde de llevar siempre el kit del perfecto alérgico con el jarabe, la adrenalina y el ventolín, es un acto responsable, pero eso no minimiza el hecho de que como madre su bolso deja mucho que desear. ¿Cómo es que nunca lleva encima kleenex o lo que es mejor toallitas de bebé? ¿Porqué siempre tiene que recurrir a otras madres más previsoras?. ¿ Porqué sus hijas no llevan camiseta interior?. ¿ Y leotardos?. ¿ Qué se cree que no se ponen malas?. Y en el colmo de la maldad..¿porqué nunca lleva chicles ni chuches para ellas?. ¿ No vé que otras madres se llevan la gloria?.

6.- Manualidades. Muy deficiente. Sencillamente no se puede hacer peor, dado que ya ha tenido innumerables ocasiones de mejorar en este aspecto y no ha habido manera, le recomendamos que a partir de ahora ceda esta parte de la maternidad al ingeniero. No sabemos si lo hará mejor que usted, pero obviamente es imposible que lo haga peor.

7.- Coger distancia. Matrícula de honor. Intente disimular la alegría incontrolable que siente cuando puede hacer algún plan sin su prole. Está muy bien coger distancia, saber separarse y hacer cosas sin los niños pero creemos que en su caso le está cogiendo demasiado gusto. Intente controlarse o por lo menos disimule, es un mal ejemplo para otros padres. Es más esta actitud puede acarrearle críticas del tipo “ mala madre” por parte de otras alumnas que han suspendido en esta asignatura y no son capaces ni de bajar a comprar el pan si llevar a los churumbeles en jarras.

Como ve Sra. Molinos, una vez más está usted rozando el suspenso, es innegable su progresión y queremos resaltar una mejora en su actitud maternal pero desde luego le queda mucho camino por recorrer. ¡Ah! y no tome a broma las advertencias de su hija C. “ mami, laz madrez ze pueden cambiar igual que los hijoz??”. Obviamente no es usted buen ejemplo.


miércoles, 18 de marzo de 2009

MÁS BRUCE: FOR YOU

Ha llegado la primavera:
  1. Miro compulsivamente la página de metereología a ver si una ola de frío polar despistada me salva de este desasosiego.
  2. Tengo hambre.
  3. Tengo sueño
  4. Me hostilizo con todo el mundo.

Siempre me quedará Bruce:

Y YO CON ESTOS PELOS

La peluquería ¡qué gran tema!.

Cuando eres pequeño siempre hay un familiar que tiene una vocación frustrada de peluquero y se dedica a cortar el pelo a todo bicho viviente que se deja. En mi caso era mi madre pero conozco otros casos en que ese pápel lo desempeña una abuela. Este familiar venía y ejercía de peluquero cumpliendo las tres premisas básicas de cualquier buen profesional del tema capilar:

- no tenía en cuenta para nada tu opinión.
- Te hiciera lo que te hiciera era evidente que había acertado.
- Era totalmente inmune a críticas, lloros y amenazas de muerte. “ Estás mucho mejor”.

Como eras pequeño y estabas indefenso no te quedaba más que someterse a ese tormento.

Cuando ya eres lo suficientemente mayor como para que solo te puedan cortar el pelo atándote con una camisa de fuerza y sujetandote la cabeza como a Anibal Lecter ese familiar decide que cede su puesto a un profesional de verdad.

Y allá que vas tú ingenuo e inocente creyendo que ahora si que vas a conseguir que te hagan lo que tu quieras y que como además pagas tus críticas causaran efecto. Nada más lejos de la realidad. Es más conozco un caso de una amiga que se plantó en una peluqueria con la orla para enseñarle a la tía lo que no quería que le volviera a hacer en la vida…y la peluquera lo negó “ es imposible que yo te haya hecho eso”.

Llegas a la peluquería y lo primero que hacen es de “poli bueno”. Entras, te saludan, te ponen una batita y con su mejor sonrisa te dicen: ¿ Qué te quieres hacer?. Y tú piensas…joder, esto ya es un avance, me preguntan mi opinión.

Después pasas a la zona lavado. Todo va bien. Te están tratando como te mereces, te lavan el pelo, te masajean, se preocupan de que no te caiga agua en los ojos y sobre todo disfrutas de un tiempo para ti. Estás tan relajada y confiada que cuando la peluquera te susurra algo del tipo “¿ quieres que te ponga este suero activador de la flora capilar que da brillo, tersura e hidrata el cuero cabelludo?” mientras te enseña un recipiente tan pequeño que no cabría ni la uña de tu meñique, no tienes criterio. La peluquera es astuta y te lo enseña mientras te susurra y a la vez te masajea…asi que tu asientes…si, si..échamelo. Total, no pasa nada.

Cuando ya te han ganado totalmente, pasas a la zona corte. Y aquí empieza la zona del “poli malo”.

- Uy..estas puntas hay que sanearlas.
- Uy…hace mucho tiempo que no te haces un buen corte no?.
- Estas capas no te favorecen.


Tú ya estas hundida viendote en el espejo con el pelo chorreando, la toalla sobre los hombros y dándote cuenta de que encima llevas una carrera en la media. Te sientes como la bruja Lola pero sin velas negras. Como ya no tienes voluntad y piensas que peor de lo que estas ahora con esa pinta y las puntas sin sanear no vas a estar, cometes el error de tu vida.

- No sé, hazme lo que quieras, que me quede bien pero no me cortes mucho.

Es decir..te sometes. En cuanto dices la frase y ves la sonrisa de satisfacción del profesional capilar empiezas a sospechar..pero bueno, te queda un resquicio de confianza. Joder, es una buena peluqueria.

Empieza a cortar con tijera, luego coge la navaja, te estira el pelo de aquí, te estira el pelo de acá, gira la cabeza por aquí, agacha, mira arriba…bueno…no se ve mal del todo y además te has echado una capsulita de “flujo reactivador del riego capilar” muy mal no puedes quedar.

Te concentras en tu revista del corazón, viendo casoplones que nunca vas a tener, novios que no quieres tener y recetas que no vas a cocinar….como estás despellejando a todas las que salen retocadas con photoshop no prestas atención y cuando levantas la vista…. eres el pollo calimero!!!!...¿quién es esa tía??.

- ¿Qué te parece?.
- Cómo? Que ya has terminado?
- Si. Estás ideal.
- Pero verás, es que esto no es lo que yo quería. Se me ve la nuca desde la coronilla, parezco el capitan shock de lo que se me ven las orejas y no veo más alla de 3 cm porque el flequillo que me has dejado me llega a la nariz.
- Bueno, es el corte que se lleva, “ desflecado, capeado desigual”.
- Ya, pero es que no me reconozco.
- Mira, la que sabe soy yo. Estás ideal. Y muy cómoda.

Por supuesto valoras la posibilidad de decirle que te lo arregle, pero la única solución es raparte a lo Teniente O´Neill y claro..te quieres mucho pero no eres Demi moore. Te encaminas cabizbaja a la caja pensando en si cuando llegues a casa y te laves el pelo la cosa se podrá disimular…y te dicen: 90 euros.

- 90 euros?..de qué?
- 25 de lavado, 30 de la cápsula de flujoregenerador….
- ¿qué esa mierda valía 30 euros??. Me lo podíais haber dicho.

- ¿lo has preguntado?- dice..mientras esboza una sonrisilla que quiere decir..otra mema.

Y te vas a casa pareciendo calimero y desplumada

Tras muchas experiencias traumáticas hay varias opciones:
  1. -volver a llevar el pelo como cuando tenías 12 años, largas trenzas a los lados que te hagan cara de pan.
  2. - ir cambiando de peluquería compulsivamente con la vaga esperanza de encontrar un peluquero que no te odie.
  3. - ir a por ellos y pedirles cosas imposibles: quiero un tinte que me deje el pelo blanco, quiero un corte rígido que me impida apoyar la cabeza en la almohada, quiero una cresta Cherokee…irás hecha un adefesio igual pero tú lo habrás elegido.

Elegid vuestra opción.