
Una vez que
fui abandonada en la cafetería Chikito de Madrid por el primer
noviete de mi vida, alias "El Gato", comenzó una etapa de desierto amoroso. Vale que era joven y que visto desde ahora no parece importante, pero si tienes 17 años, todas tus amigas tienen varios novios y muchos rollos y tú no te comes ni un colín, digamos que el ser el
patito feo no es lo que más te apetece.
De los 16 a los 19 y salvando
mis rollos guiris del verano, mi vida amorosa fue un desastre.
Miraba a mi alrededor y aquello era un desmelene,
Fulano salía con Zutana, lo dejaban y Zutana salia con Mengano que a su vez lo acaba de dejar con
Menganita. Y así continuamente en un baile de parejas al que por supuesto yo no tenía acceso. No era ni la guapa de la pandilla, ni la deportista, ni me dejaban salir hasta las mil,ni tenía moto...es decir mi atractivo se reducía a mi ya por entonces habitual sarcasmo y como ya he contado, no tenía mucho éxito entre los adolescentes del momento.
En aquellos tiempos para integrarte en la pandilla y tener tema de
conversación había 4 opciones:
- tener novio.
Aquí no tenias
conversación pero tampoco importaba, estabas permanentemente
morreándote, tu lengua no estaba para pronunciar palabra. Además no querías hablar con nadie, solo darte el palo para dar envidia. Esta opción por supuesto no estaba disponible para
moli.
- tener muchos rollos. Además de tener de qué hablar, "eras" tema de
conversación puesto que todo el mundo cotilleaba sobre ti. Opción no disponible para
moli, si no ligaba con uno, como para intentar ligar con muchos.
- hablar de música con los tíos que estaban en una etapa brasas de
descubrimiento de la música de los 70. Esta por supuesto fue la opción disponible para mi, me empapé de los
Rolling,
Pink Floyd,
Eric Burdon,
Eric Clapton,
Cream,
The Doors,
Jimmy Hendrix,
Janis,
Supertramp. Algunos me gustaban de verdad, otros eran insufribles pero mis amigos, los
gurús musicales no dejaban de machacarte con el tema. Tardes y tardes tragándome "
Quadrophenia" y la
peli "
The wall" con ellos, intentando desentrañar si la escena de las flores tenía algo que ver con el sexo, era apasionante. Obviamente y viendo la foto que ilustra este post, es evidente que nuestras experiencias sexuales eran nulas si teníamos dudas sobre a qué se referían.
Con esto que estoy contando a lo mejor parece que me resigne a mi suerte de tía sarcástica que sabe algo de música y dejé el tema ligue para más adelante. Nada más lejos de la realidad. En estos 3 años, creo que me gustaron absolutamente todos los
tíos que conocí, esto incluye: amigos, hermanos de amigas, primos de amigas, amigos de hermanos de amigas que venían a pasar unos días en verano, primos de amigos,
tíos con los que coincidía en el autobús, vecinos,
macarras de Los Molinos...absolutamente todos. Creo que mi finalidad inconsciente era ampliar el espectro: si me gustaban todos, las
posibilidades de gustarle a alguno eran mayores, si me centraba en uno, las
posibilidades de chasco eran todas.
Como nunca he tenido una mente
científica..mi experimento fracasó.
Sujetos encontrados atractivos: todos.
Sujetos que me encontraron atractiva: ninguno.
Éxito:cero.
A pesar de tener una muestra amplia, hubo 5 sujetos masculinos con los que compartí mi vida durante 3 años a los que no fui capaz de encontrarles ningún atractivo, aunque confieso ahora, desde la
sabiduría de mis 36 años, que si me hubieran hecho la más
mínima insinuación habría caído rendida en sus brazos. Estos tipos eran los 5 incautos a los que sus padres engañaron para meterlos en un colegio solo de niñas a la edad de 17 años, es decir, para cursar 3 de
Bup y
COU entre 75 adolescentes femeninas. ¡ Pobres!.
En primer lugar teníamos al antepasado de
Falete, se llamaba Arturo, y en aquel momento le
encontrábamos igual que
Agustín Pantoja ( si no
sabéis quien es, pinchad el enlace), pero visto desde ahora..era
Falete, es más, Arturo, si me lees:
cobra derechos de imagen, tú estabas primero. Era
pesadísimo pero con algún punto gracioso, por supuesto era
gay así que no servía para ligar.
Después estaba
Nikitas, así se llamaba el muchacho. De aspecto neutro, ni guapo ni feo, normal. Era muy simpático y un desastre en los estudios, bueno eso eran todos, a ver sino como habían acabado en un colegio solo de niñas, ¡porque era el único que les había admitido! Con
Nikitas me llevé bien, me llevaba en moto a casa de mis abuelos los viernes..pero vamos creo que yo le debía parecer igual de atractiva que un picaporte. De todos modos yo fantaseaba en esos viajes agarrada a su cintura en plan:
la gente pensará que somos novios...¿se puede ser más patética? ( si, pero ya lo contaré otro día)
José Manuel, no se podía ir más peinado ni más perfecto. El protozoo del
metrosexual. Solo peinarse el flequillo debía ocuparle una hora, era espectacular. Era tímido y callado y creo recordar que tenía una novia fuera del colegio. Tengo poco recuerdo de él,
así que no debía dar para mucho.
Raúl era compacto. Es lo primero que me viene a la mente. No tenia cuello, un "cuerpo estufa" de libro, además siempre llevaba una cazadora de esas de
beisbol que por aquel entonces eran lo más en moda. La combinación cuerpo estufa más cazadora abombada daban como resultado un
tío muy parecido a
Gimli el enano de El Señor de los Anillos. Confesaré
públicamente que fue el que más me gustó pero yo a él no.
Por último estaba Enrique, moreno, alto, simpático, divertido y que a la primera semana de curso
empezó a salir con la mayor psicópata del colegio. Duraron hasta el final de la carrera creo,
aunque les perdí la pista cuando salí del
cole y caí en las garras de mi
noviochungo. Lo bueno de Enrique es que tenía amigos, que por supuesto pasaron a engrosar la lista de
tíos opcionables a gustarme y con cero
posibilidades de gustarles yo. Eran guapos,
estilosos y
chachis, nada que ver conmigo.
En fin, a pesar de ser mi etapa
patito feo me lo pasé teta
lereta y conozco el significado secreto de la peli "The wall".