martes, 10 de julio de 2012

ENSAYO SOBRE LA PENA Y LA TRISTEZA

Pena y tristeza no son la misma cosa. Se parecen, pueden parecerse, incluso pueden sucederse una a la otra, pero no son lo mismo.

Tener pena, no es igual que estar triste o ser un llorica. No tiene nada que ver.

Cuando tienes una amiga con pena, con una oleada de pena suprema que la ahoga, puedes sentir esa pena.

La pena de los otros duele, la tristeza de los otros no duele, preocupa, perturba, incomoda, te mueve a intentar animarles, pero no duele.

Cuando alguien cercano a ti está apenado de verdad no puedes hacer nada. Le ves nadar contra la oleada de pena, intentar mantenerse a flote con un esfuerzo sobrehumano tanto físico como anímico, que literalmente le deja agotado. Bracea, patalea, intenta que las olas no le ahoguen…y se agota. Cuando no puede más, se deja hundir, se rinde…y es en ese momento en el único que tú puedes hacer algo, es ahí cuando tienes que tirarte al agua o meter el brazo, agarrarle y hacer que salga a la superficie. Sostenerle a flote en lo que recupera fuerzas para seguir luchando contra su pena, en esa pena que le duele por dentro y le agarrota.

La tristeza viene después.

Tras mucho nadar contra la pena, tras luchar contra las olas, el rastro que deja esa batalla es la tristeza. Ese alguien apenado consigue subirse a una balsa de madera que ha construido poco a poco y se tumba a descansar. Ya no tiene que nadar contra la corriente, ya no hay olas que lo tumben y le ahoguen. Está a salvo. Ya no va a hundirse pero no tiene ganas de remar. Ahora es un mar calmo y gris que se pierde en la distancia y sin asomo de sol. Pero ahora ese alguien sabe que hay un sol, que en algún momento habrá sol. En esta etapa de la pena, puedes subirte a su barca, charlar, contar chistes, acompañar, hacer planes para cuando salga el sol. Acompañas en la tristeza y en algunos ratos consigues que tu amigo se olvide por unos momentos de ella. Eso es, se olvidará de la tristeza por unas horas y cuando retorne a ella (porque no es tan fácil escapar) esa tristeza será menos, pensará...” Joder, ¿por qué estaba yo tan triste?..Tampoco es para tanto”. Cada rato que consigues distraerle, le quitas un poco de poder a esa tristeza.

Con la pena no pasa eso. La pena no se distrae, no se olvida, aunque lo intentes. Se irá cuando ella quiera y mientras tanto estará ahí. Si la dejas, si no luchas o si te dejas ir porque estás agotado, te invade. La pena te llena por completo. Te ahogas y crees que no puedes más, que vas a morirte de la pena, pero entonces llega el llanto. La pena verdadera agarrota tantísimo, duele tantísimo que no permite llorar. Cuando aparece el llanto es el último recurso, es la llegada del séptimo de caballería en las películas del oeste. Lloras porque ya no puedes más, lloras hasta agotarte, lloras para vaciarte, lloras para que esa pena salga por algún sitio, para que esa angustia que no te deja casi ni respirar salga de ti. Lloras desconsoladamente.

Y ahí, justo en ese momento...no lo sabes...pero has dado un paso para dejarla atrás.

La tristeza tiene un horizonte, la pena no.

La tristeza puede llegar sin motivo...aletea y se pira. La pena siempre tiene una causa.

De la tristeza se puede hablar, de la pena no.

Con la tristeza se hacen canciones…con la pena no.

Con la tristeza hay que hablar, con la pena hay que estar.

La tristeza puede ser dulce y cálida, la pena no. La pena es amarga. La tristeza te hace sentir frio y querer un sofá y una manta. La pena da miedo y quieres una manta pero para esconderte.

Para saber lo que está pasando alguien con una oleada de pena, hay que haberlo pasado antes. Hay que haberse ahogado en pena, braceado contra la corriente, sentirse morir y luego treparse a la balsa y dormir en la tristeza.

Sólo cuando has pasado todo eso, desarrollas la empatía suficiente para decirle a tu amigo...” Sé lo que estás sintiendo, sé que duele infinito y sé que nada de lo que te diga va a servir…pero confía en mi…al final se pasa”.

Sólo cuando has pasado todo eso, sabes que lo nunca hay que decir es: venga, que no pasa nada, anímate.

Eso es como atarle un peso a los pies y dejar que se hunda.



Para dos amigas con pena infinita.

viernes, 6 de julio de 2012

VERANEO FRANQUISTA (II): Kilómetros, princezaz, huertos y el espacio.

Tras mis primeros 1250 km semanales, declaro oficialmente inaugurado mi veraneo franquista.

Este año probablemente me arruine, mi familia ha decidido que mi querido Ibiza, con sus 423000 km no es un medio de transporte fiable para ir y venir a Mordor, así que Molimadre me ha dejado su flamante coche a estrenar con solo 30.000 Km. Todo estupendo, pero tengo dos problemas: uno que me equivoco de coche en el parking de Mordor porque me he empeñado en que mi madre tiene un Toyota y es un Peugeot. No sé si conseguiré metérmelo en la cabeza antes de que me detenga el guarda de seguridad del curro por intento de robo. El otro problema es un poco más grave, el coche de molimadre es gasolina...hace 12 años que no cojo un coche gasolina…y ¡¡es una auténtica máquina de tragar combustible!!! Es probable que pase del amor de los que me quieren y vuelva al Ibiza antes de tener que empeñar un riñón para conseguir llegar a currar…

Tras esta semana, he aprendido otra cosa. Puedo irme a vivir a cualquier clima extremo. Mi cuerpito soporta alegremente una amplitud térmica cada día...digamos “amplia”. Salgo de Los Molinos con una temperatura de 8º y viendo del norte, en tirantes y sin calcetines a las 7 de la mañana y a las 4 de la tarde me enfrento al desierto de Mordor a 42º y a un viento que llega directamente del infierno envuelta en un chal y con chaqueta, tras resistir las 7 horas de criogenización en la pradera. Debo ser un trabajador valioso y quieren conservarme. Consigo no ponerme enferma ni sufrir ataques chungos…ya quisiera Calleja…y encima yo, llevo el pelo limpio.

Laz princezaz están completamente en “modo veraneo”...duermen como ceporros, corren completamente asilvestradas, persiguen a los perros nuevos y pueden permanecer en remojo unas 6 horas diarias. Eso sí, se enfrentan y me enfrentan a grandes dudas existenciales:

- Mamiiii... ¿quién hace mejor la bolita?

La bolita consiste básicamente en bañarse en “culos” en la piscina, agarrarse las piernas, hacerse una bolita y sumergirse dejándose llevar por el agua aguantando la respiración hasta que no se puede más. Gana no el que más aguanta, sino el que saca mejor el culo en pompa.

Y allí estoy yo, en el borde de la piscina, como un juez de gimnasia rítmica, echando de menos unos cartelones para decir: ejecución técnica un 7, dificultad un 8.

El huerto ha empezado su transformación. De las ordenadas hileras de tierra húmeda que mirábamos con fervor cuasi religioso esperando que brotara algo en plan milagroso...hemos pasado a una selva de plantas desconocidas.

- Joder, hay que ver qué de ciudad somos.
- Bueno si...pero hay gente mucho más de ciudad que nosotros.
- Eso si…pero he flipado con el calabacín.
- Y yo...el calabacín es una verdura molona, simpática, amiga de los niños…y resulta que la planta es muy poco friendly.
- Siiii...es un alíen…se está comiendo a los tomates...y tiene unas hojas supergrandes y superposesivas…y ¡pinchos!
- Una cosa te digo...si yo fuera un extraterrestre...adoptaría la forma de un calabacín para conquistar la tierra…caes bien, te plantan y colonizas el planeta con tus pinchos y tus hojas invasivas…
- ..deja de beber…

Ha sido también la semana de los grandes descubrimientos de la física. Unos listos por ahí, han descubierto el Boson de Higgs, pero laz princezaz han descubierto otras cosas…

- ¿Cuánto me queréis?- las madres también tenemos momentos de “ dame mimos”
- Muchísimooooo.- dice C.
- Mami...yo te quiero la distancia que hay de aquí a la Luna y volver. - Estupendo.
- No...espera, eso es poco…te quiero la distancia que hay desde el Sol hasta Plutón.
- Ohh...eso es muchísimo más…- me muero de la emoción con mi princeza mayor...sabe calcular distancias.
- ¿Plutón? Pues ¡¡yo te quiero del sol a Marte!!!
- Marte está más cerca...la quieres menos.
- No…si Plutón es el que está más lejos…por el otro lado estará más cerca…
- ¿Qué otro lado? El universo no es redondo… ¿a qué no, mamá?

Las cosas del espacio me dan pánico, pero veo que voy a tener que ponerme a estudiar o esperar a que me lo expliquen ellas. 

Ah sí...y el otro día vi este video en el Blog de Hombrerevenido. Sencillo y genial. El ingenio es un bien muy escaso y hay que valorarlo como se merece.


 

jueves, 5 de julio de 2012

UNA DOCENA DE COSAS QUE DAN MUCHA PEREZA





En nuestro día a día hay un montón de cosas que dan muchísima pereza. Cosas que sólo de pensarlas nos hacen suspirar y decir: mejor no lo pienso. No hablo de cosas horribles como levantarse por las mañanas, ir a trabajar o limpiar cristales, hablo de cositas nimias, trivialidades pero que sin embargo “hacen bola”. Las piensas, sabes que hay que hacerlas y por un momento fantaseas con la posibilidad de un mundo paralelo donde tuvieras a alguien solo para hacer estas cositas.


Todas tienen en común que son gilipolleces pero se incrustan en tu cabeza y no hay manera de quitártelas de encima, hasta que vences esa pereza infernal y consigues hacerlas. Y lo peor es que vuelven…es el ciclo de las mierdas que dan pereza.

La pereza que dan todas estas cosas se retroalimenta sola. Empiezas a pensar qué pereza te da y lo único que haces es alimentar al monstruo. Si las hiciéramos del tirón, sin pensarlas, todo sería más fácil, pero pufff, ¡Qué pereza!



1. Bajar / sacar la basura


En general el concepto “ cubo de basura” da pereza solo con nombrarlo. Todos apretamos la basura, aplastamos los envases e intentamos colar la monda de naranja en un rincón solo para librarnos de tener que cerrar la bolsa y poner una nueva. Si el proceso además, incluye bajar la basura al contenedor, el momento escaqueo puedo proporcionar encajes de desperdicios al nivel experto de Tetris.


2. El cajero


Sacar dinero del cajero es una de las actividades de más pereza del mundo. Fantaseas con ser Gilito y tener una habitación llena de monedas o llevar faltriquera como las señoras del siglo XIX y tener ahí guardados los “cuartos”. Rebuscas en carteras, bolsos, vacía bolsillos, huchas de tus hijos, lo que sea con tal de no ir al cajero. Por cierto, la distancia que hay hasta el cajero más próximo es siempre excesiva.


3. Ir a llenar el depósito


Vas tan feliz conduciendo, rollo “me gusta conducir” y de repente suena el pitido del demonio, se enciende una luz o cualquier otro mecanismo avisador y te jode todo el placer. Empiezas a pensar que tienes que ir a echar gasolina, cuanto te durará la reserva, si lograrás llegar a casa y dejarle el muerto a otro y ya no puedes abstraerte de ese pensamiento aunque te queden 200 km de autonomía. Por cierto, ¿sabéis que el dibujito del surtidor que viene en el salpicadero indica en qué lado de vuestro coche está el depósito según tenga la manguera en uno u otro lado?. De nada.


4. Vaciar el lavaplatos.


Llenar el lavaplatos es una juerga, una fiesta, un descojone. Básicamente consiste en quitar trastos de por medio, meterlos en una máquina llenos de mierda y que un enanito los friegue y los deje limpios. ¿ No podría el enanito vaciarlo también? ¿Hay algo más coñazo que vaciar el cestillo de los cubiertos?


5. Ordenar fotos


Hace unos años creíamos que era imposible que hubiera algo más coñazo que ordenar fotos en papel, colocarlas en un álbum y guardar los negativos. Ja, qué equivocados estábamos. ¿ Cómo es ese momento en que te enfrentas a la carpeta “ Mis imágenes” con mil carpetas nombradas como meses o cosas como “ Vacaciones playa” “cumpleaños peque”, “reunión amigotes”? Es un momento de pereza suprema y decides dejarlo para otro día al mismo tiempo que te propones firmemente que a partir de ahora ordenaras las fotos nada más descargarlas.


6. Las fiestas familiares


Cumpleaños, santos, bodas, bautizos, comuniones, cualquier cosa que te colocan la peor tarde de la semana o en medio de un fin de semana en el que pretendías no hacer nada, da una pereza espantosa. Si además es de tu familia política la pereza tiende a infinito.


7. Cadenas de mails


No hablo de spam, no hablo de publicidad en la red, ni siquiera me refiero a los mails de google pidiendo tu teléfono. Hablo de esas cadenas de mails para organizar una salida de amigos, o una quedada de colegas del curro, un torneo de futbol para cuarentones, una despedida de soltera “ diferente” o la peor de todas, una cadena de mails de los padres del colegio . Ves los mails, piensas en borrarlos todos y al final dices: es la última vez que contesto.


8. Hacer maletas


Nunca se echa tanto de menos a tu madre o en su defecto un ama de llaves como en el momento en el que hay que ponerse a hacer una maleta. Enfrentarse al armario, a la decisión de qué meter y a la certeza de que hagas lo que hagas seguro que se te olvida algo da una pereza espantosa. Si además tienes que hacer maletas de hijos te planteas seriamente la posibilidad de abortar el plan vacacional.


9. Ordenar armarios o papeles


Seamos sinceros. Los tíos no ordenan armarios porque consideran que si las cosas ya están en el armario ya están ordenadas. Las tías ordenamos armarios con una compulsividad enfermiza y que no sirve para nada, pero una vez que el pensamiento “este armario hay que organizarlo” entra en tu cerebro ya no hay manera de librarse de él. Los tíos sin embargo tienen ese rayo organizativo con los “papeles”.

10. Organizar la música en el ipod/mp3/ telefonito.


Qué bonito y qué sencillo era cuando tenías los cds en la estantería y tu máxima preocupación era que no cogieran mucho polvo. Archivos y archivos y archivos de música te contemplan desde tu carpeta “ mi música”. Y eso pensando en que los tengas con su nombre y apellido, si ya los tienes nombrados “ pista 1”, “pista 2”, “pista 3”…quieres morir.


11. Esa llamada


A tu madre, a tu tía, a tu abuela, a tu amiga que ha tenido un hijo, a tu primo el que se casa, a tu amigo al que han despedido, al compañero de curro con el que quedaste en “veros”. Cualquier excusa es buena para postergar esta llamada..incluídas todas las otras cosas que vienen en esta lista de pereza.


12. Explicarle a alguien twitter


¿Twitter? Pero..¿ eso qué es? Pero ¿ todo el mundo ve lo que dices? Y ¿cómo sabes quién te lee? ¿ Y si yo solo quiero que me vea mi primo? ¿Cuando pongo la arroba? ¿ la almohadilla para qué sirve? Y ¿Qué hacéis ahí todo el día? Yo a eso no le veo la gracia…

Perezón de la muerte.

Lamentablemente hay muchas más de doce y por supuesto hay gente raruna a la que a lo mejor alguna de las que nombro no le da pereza, pero en general, estas 12 son universalmente compartidas.

Republicado de Unadocenade

martes, 3 de julio de 2012

EL OCIO LABORAL


No voy a hablar de vagos ni de adictos al trabajo. Voy a hablar de gente normal, como yo, como la mayoría de los que pasan por aquí y como la mayoría de los que se levantan por la mañana y se van a su curro. Muchos se sentirán identificados y otros no.

El stress laboral (cualquier stress en realidad) tiene mala fama. Cuando alguien se queja de stress laboral, de tener una ingente carga de trabajo, de no llegar, de no dar abasto, todos nos compadecemos y decimos: ¡qué putada!, trata de tomártelo con calma, ve poco a poco, es solo curro...etc. Toda una serie de consejos inútiles. Lo sentimos por él y por su situación y deseamos que consiga controlarla y salir de ella.

El ocio laboral sin embargo desde fuera se ve con envidia. Provoca frases como “qué suerte”, “ya querría yo aburrirme en el trabajo”, o cosas como “seguro que eso es porque le estás dejando los marrones a otro” o “no te quejes, peor es estar hasta arriba”.

 
El ocio laboral es una putada, puede acabar contigo como profesional primero y como persona después.

El stress laboral es espantoso pero te mueve hacia delante, aunque solo sea para intentar salir de ese momento de agobio, para superarlo. Curras y curras y curras. Vas haciendo cosas para salir de ese hoyo, para conseguir llegar a tener un respiro, para intentar solucionar esa situación. Puede que lo consigas o puede que sea una carrera sin fin, pero tú te ves obligado a moverte hacia delante. Tienes un objetivo, quieres escapar y buscar una salida. A lo mejor “petas” en el intento, pero “haces” algo, te mueves. Tienes que hacerlo.

No tener nada que hacer en el curro, sin embargo, te paraliza. En un primer momento, ese parón pasa desapercibido, lo tomas por un respiro. Siempre hay algo que hacer para lo que nunca tienes tiempo normalmente, puedes aprovechar para organizar carpetas, para ordenar, para hacer papeles, incluso para abordar ese marrón que en su día quedó aparcado. Y haces todo eso, poco a poco...y de repente te das cuenta de que ya no hay nada más, estas parado. Has ido ralentizando el ritmo, el ocio laboral te ha ido frenando hasta inmovilizarte completamente.

El stress laboral crea tensión. Primero uno piensa “no voy a ser capaz”, “no doy abasto”, “esto me supera”, pero al mismo tiempo y de manera inconsciente, uno piensa que sí será capaz y que si está en esta situación es porque “vale”, porque es responsable, porque alguien en la empresa confía en su criterio e incluso aunque sea porque te han encalomado un marronazo, uno cree que en el fondo ha sido porque le ven capaz de solucionarlo. Por supuesto también existe la tensión negativa, la tensión de “no lo voy a conseguir y me echaran o esto no hay manera de sacarlo y el marrón me lo voy a comer yo”. Aún así y como he dicho antes, estás en disposición de hacer algo, de actuar para tratar de evitar esa posible eventualidad.

El ocio laboral sin embargo es otra cosa.

Una vez que uno se da cuenta de que está ocioso, mano sobre mano, llega la incredulidad. No puede ser que no tenga nada que hacer, que solo tenga que hacer estas 3 tonterías. Uno se siente desaprovechado, infrautilizado y desmotivado.

Si la situación se prolonga, comienzan las dudas personales. Uno empieza a pensar que lo mismo es que no se sirve para nada más, que esas dos tonterías es a lo máximo que puede aspirar laboralmente. Se duda también de todo el trabajo realizado anteriormente, “lo mismo yo me creía muy listo y que hacia las cosas bien y era un paquete y por eso ahora estoy así”. Uno empieza a dudar de sus capacidades profesionales.

Después viene una etapa peor. El ocio laboral te plantea dudas sobre ti mismo. “no hago nada en el curro, pero tampoco hago nada para cambiar esta situación ¿y si lo que ocurre realmente es que soy un vago, un cobarde y un conformista? A lo mejor es que no valgo para nada” Llegados a este punto, se alcanza el mismo miedo que con el stress laboral pero sin poder hacer nada, estás atado y paralizado. No puedes ir y decir: no tengo nada que hacer o tan poco que en una hora lo he solucionado, porque entonces descubrirás que eres prescindible, enseñaras tu posición y serás vulnerable al despido (si, lo sé...todos somos vulnerables al despido hagamos lo que hagamos). No puedes hacer nada.

El stress laboral se exhibe “tengo mogollón de curro” “no tengo tiempo ni para respirar”. Jode infinito pero se enseña. El stress laboral da derecho a queja y derecho a ser compadecido. Derechos merecidos, sin duda.

El ocio laboral es un estigma y se esconde. Se esconde en el entorno laboral y en el personal. No puedes decir “voy para nada”. Se oculta, se disfraza, se disimula, no se habla de ello. “¿El curro? Bien...ya sabes.,..Liadillo”. Uno no se queja y no solo porque los demás no lo entiendan, sino porque a uno mismo le parece que no tiene derecho a quejarse. El ocio laboral anula.

El stress laboral puede estar bien o mal pagado, pero te pagan por usar o abusar de tu tiempo, de tus fuerzas, de tus pensamientos, de tu cabeza, de tus capacidades. El tiempo pasa rápido cuando estás estresado en el curro, las horas vuelan…

El ocio laboral siempre está mal pagado porque te pagan por perder tu tiempo, por dejarlo ir, por verlo pasar, por no usarlo. Es sentarse a ver como tus capacidades laborales son despreciadas y como tu tiempo, tu vida se desaprovecha. El tiempo se hace denso cuando estás atrapado en el ocio laboral...pesa cada hora que estás desaprovechando.

Para aguantar el stress laboral hay que ser muy fuerte. Para el ocio laboral, además, hay que tener una vida interior muy rica para no hundirte, porque sí, molaría poder mandar el ocio laboral a tomar por culo, pero lamentablemente necesitas ir a ver como tu tiempo se desaprovecha para poder pagar la hipoteca.

Y si no, siempre puedes abrir un blog.

lunes, 2 de julio de 2012

LIBROS ENCADENADOS.- JUNIO




Han pasado 6 meses del 2012. 28 libros. Ni uno de la biblioteca. Todos regalados.







Liberación de Sandor Marai. Alguien que me conoce muy bien, me lo regaló nada más ser editado. Era Sandor Marai y la IIGM así que tenía todas las papeletas para gustarme, aunque Marai siempre es un riesgo. Un riesgo y una certeza de tristeza.

Retrata la vida de Erzsebet, una joven de 23 años en los últimos días de la II Guerra Mundial en Budapest, cuando los rusos están a las puertas de la ciudad. Cuenta la guerra, como el conflicto es al principio algo inverosímil, luego algo lejano que se va acercando y finalmente está tan presente en su día a día que no es capaz de pensar en sí misma más allá de la Liberación, del final de la guerra.

Es una novela triste, atormentada y que va dejando mal cuerpo según se lee y al terminarla. Marai la terminó en septiembre de 1943, cuando realmente no sabían que iba a suponer la liberación, pero tú desde tu posición de lector del siglo XXI sabes lo que ocurrió cuando finalmente la guerra terminó. Se parece muchísimo en el tono y en lo que cuenta a “Una mujer en Berlín”, son dos libros sobre mujeres en la guerra, a la llegada de los rusos a sus ciudades, enfrentadas a ser despojadas de todo lo que las hacía “humanas” y el instinto de supervivencia que las hace sobrevivir.

Hacía semanas que se sentía presa de un cansancio terrible: el cansancio que deriva de un esfuerzo físico descomunal, cuando el alma aún cree poder soportar las penas pero el cuerpo se rebela sin avisar, el estómago se revuelve, y todo el organismo queda tan impotente como si lo hubieran envuelto en un sudario de plomo. Es el mismo cansancio que se experimenta en ciertas jornadas estivales de feroz canícula”.


“La tierra murmura en si bemol” de Mari Strachan. Regalo de Espasa. Un coñazo supremo. “La Sonrisa de las mujeres” era una oda al cursilísimo más pasteloso del mundo pero no pretendía ser otra cosa. “La tierra murmura” es una mezcolanza de cosas sin mucho sentido: una niña insufrible tipo La elegancia del erizo, un pueblecito con sus gentes rollo novela costumbrista, unas hermanas diferentes rollo Mujercitas, un misterio familiar turbio y desagradable con el mismo interés que mirarte crecer las uñas de los pies y unos personajes que dan ganas de matar. Se lee fácil pero aburre como una mala tv movie. Nunca pensé que diría esto, pero si queréis una lectura fácil, sencilla y de amoríos que no agreda…mejor La sonrisa de las mujeres.





El niño perdido de Thomas Wolfe. Otro regalo de cumpleaños. Es una novela corta, estructura en cuatro partes unidas y a la vez sin conexión. Cada una de ellas tiene entidad por si sola y podrían ser relatos sueltos. Las cuatro juntas forman una historia, la historia de Grover Wolfe, un niño de once años.

Me ha recordado un poco a Cannery row y a Steinbeck y me ha gustado muchísimo. Un escritor como la copa de un pino.

Digamos simplemente que era América, que era el Sur. Familiar como la carne y la sangre de un hombre, familiar como los vientos de marzo, como una garganta irritada, como la nariz cuando te pica, como el barco colorado lleno de paja y desolación. O como abril, abril y un enamoramiento salvaje. Digamos que era simplemente todo esto, escueto, desolado, como un bizcocho, adorable, lírico y maravilloso. Digamos simplemente que era difícil de explicar. América, viejos ladrillos con aspecto de bizcocho, un almacén y abril. Y el Sur”


“Últimas noticias del Sur” de Luis Sepúlveda y Daniel Mordzinski. Otro regalo de Espasa que vino acompañado de estas palabras: “una pequeña joya”. Pues no me ha parecido una pequeña joya, me ha flipado, me ha encantado.

Es un libro de viajes escrito a medias. Luis Sepúlveda hace los textos y Daniel Mordzinscki unas fotos increíbles, todas en blanco y negro. Viajan a Argentina, pasan brevemente por Buenos Aires, pero el grueso de las experiencias son en su recorrido por la Patagonia hasta llegar a la punta sur, al “fin del mundo”. Es una sucesión de paisajes, de experiencias, de personajes, de anécdotas que Sepúlveda cuenta magistralmente con el tono y la cadencia justos, consiguiendo transporte a los paisajes de la Patagonia, inmensos, desolados y con cielos inabarcables. La gente que vive allí es acogedora y mítica, personajes de un mundo que se acaba, se agota y que son conscientes de ese fin.

Es un libro tierno, conmovedor, tranquilo, pausado, curioso, entrañable, cargado de humor y de la conciencia de estar vivo. Me ha encantado, de lo mejor que he leído este año y además, supongo que gracias a las fotos...es un libro que huele especial.
“El hermoso edificio rezumaba nostalgia. Todo Buenos Aires está cubierto por una pátina de nostalgia, en ningún caso melancolía, porque los buenos tiempos de una sociedad llena de proyectos existieron; también existió la ciudad foco de irradiación cultural y cosmopolita y abierta. La pobreza digna también existió. Se siente nostalgia de lo arrebatado, no de lo imaginario”.




“Hazañas y chapuzas bélicas” de Guy Brecher. Regalo de cumpleaños de Juan. Primer libro que abandono en muchísimos años. Llegué a la página 247 y dije, ni una más...paso de seguir perdiendo el tiempo. Brecher es una especie de versión pirata de Bill Bryson con el tono de Michael Moore. Vale, con esta descripción parece que puede tener algo bueno y no es así. Es un tipo gordo (en 247 páginas lo dice unas 20 veces) enamorado de las guerras, que considera que las guerras molan muchísimo. Se repite, es idiota, y a fuerza de querer ser provocador resulta altamente irritante. Sobre España tiene un par de reflexiones acerca de Cataluña y el País Vasco que en fin…no le iban a granjear amigos por aquí.






Estupor y temblores de Amelie Nothomb. Regalo de Nán por mi cumpleaños. En un mes he leído dos libros de esta autora, y aunque éste sea su supuesta obra maestra, me ha gustado menos que el anterior.
Amelie cuenta sus experiencias trabajando con japoneses en una gran compañía, Yumimoto. A través de los problemas que tiene allí compara el modo de vida y la cultura y el pensamiento japonés con el occidental. El retrato que hace de las mujeres japonesas representadas en su jefa, Fubuki Mori es descarnado y despiadado y para mí lo mejor de la novela.

El resto de la novela en la que Amelie parece una completa mema me ha sacado de quicio. Los japoneses y su cultura resulta muy lejano para un observador occidental, cuesta entenderlos y currar con ellos debe ser complicado pero se supone que Amelie se ha criado allí, es una tía lista y además habla japonés. ¿A cuento de qué se comporta como una completa imbécil? ¿Para tener material para escribir esta novela? Desde que ese es el motivo de su comportamiento, algo en plan “a ver hasta dónde puedo aguantar para luego poder contarlo”...la historia pierde interés. Y si todo es elucubración intelectual para crear un personaje, tampoco me ha molado. No dejaba de pensar en que si el personaje principal no fuera tan imbécil la historia hubiera podido ir a más.

No está mal pero no me ha parecido una obra maestra, ni una brillante reflexión sobre nada. Definitivamente me moló bastante más el que leí el mes pasado de ella, “Cosmética del enemigo”.





Para terminar el mes, “Leer la mente. El cerebro y el arte de la ficción” de Jorge Volpi. Otro regalo, éste porque sí. Es un ensayo, bastante sesudo, sobre lo que significa leer ficción, para qué sirve si es que sirve para algo y los mecanismos que funcionan en nuestro cerebro para reconocer la ficción, a los otros, la realidad y a nosotros mismos”

Hay un mogollón de ideas y de conceptos digamos “científicos” que probablemente se me escapen, le seguiré dando vueltas, lo hablaré con el mi pedante favorito y luego lo mismo me calzo un post sesudo sobre el tema.  Por ahora un par de citas:

En una novela o en un cuento nunca vemos a los personajes, sino que un personaje – o más bien, las ideas que forman a un personaje – nos invitan, primero a identificarnos con él y solo después a representarlo de manera visual. Al imaginar un personaje contamos con una libertad inusitada, pues sus ideas se mezclan de maneras radicalmente distintas con las ideas (o experiencia) de cada lector particular

Enfrentarse a lo desconocido revitaliza el cerebro: de allí la relevancia estético de lo incierto o la fascinación que experimentamos por el suspenso, el misterio y el terror. Desconocer lo que va a ocurrir más adelante supone un desafío- un juego darwiniano- que nuestra mente no puede dejar de encarar y resolver (). Hemos sido moldeados par a resolver problemas o al menos intentarlo”

La ficción se inaugura, pues, no cuando el primer humano miente, sino cuando los demás reconocen su mentira y prefieren ignorarla”

Ha sido un buen mes. Veremos el siguiente.

Ah. Dejo aqui el enlace a un artículo de Julian Barnes que se llama " Mi vida como biblíofilo", una delicia para todo aquel al que le gustan los libros y leer.

viernes, 29 de junio de 2012

LA VERDADERA HISTORIA DE RICITOS DE ORO


Érase una vez una primogénita que estaba hasta el moño de que sus padres la estuvieran todo el día mangoneando y diciéndole qué era lo que podía o no podía hacer. Estaba también harta de que le prohibieran hacer todo lo divertido “ no vayas al bosque”, pero cuando los absurdos de sus hermanos pequeños: Hansel y Gretel se piraron sin decir nada a nadie, les pilló una bruja y hubo que mandar a los Geos a buscarlos,  sus padres en vez de echarles la bronca del siglo, le montaron el pollo a ella y le dijeron: la culpa es tuya por no haberles vigilado bien, para algo eres la hermana mayor y tienes que ser responsable.

Ricitos estaba por tanto, hasta los mismísimos ricitos de su familia y un buen día decidió hacer caso a esa frase tan de su madre: un día me voy a ir..y a ver entonces cómo os las apañais.

 

Cogió la puerta y los rizos y se las piro al bosque.
Tenía un plan. Había decidido que iba a cambiar de familia. Quería ser hija pequeña.

El bosque de los cuentos estaba lleno de familias de todo tipo, seguro que conseguía acoplarse a alguna familia y ser la hija pequeña adorable, la “Pobre Ricitos de Oro”.

Se encontró primero con una cabra soltera y 7 cabritillos.Sopesó sus posibilidades, pero una madre soltera y 7 energúmenos era mal plan. Además ya había un listillo pequeñajo que no estaba segura de poder eliminar.Tenía la posibilidad de llamar al Sr. Lobo para solucionar ese pequeño problema, pero seguirían siendo 6 cabritillos y no era buen plan.

Poco después encontró un rastro de miguitas de pan, tenía hambre y se las fue comiendo, si le decian algo ya diría que habían sido los pajaritos.  All final se encontró con una panda de tíos encabezados por un canijo qué ¡vaya por Dios! era otro listillo. Le dijo que se llamaba Pulgarcito y que se estaban repartiendo el bosque para vender drogas buenas...” y naturales” le dijo guiñándole el ojo. Le ofrecieron un curro como gancho, al fin y al cabo era rubia, pero Ricitos tenía un plan y juntarse con esa panda de malotes encabezados por un canijo con botas de macarra no se ajustaba para nada. Además, no llevaba ni minifalda ni tacones.

Después de tropezar con una yonki con una capa roja, unos cerdos emporrados y un pato feo que se creía un cisne, Ricitos empezaba a estar un poquito desesperada, pero no tanto como para pensar en volver a casa y escuchar a su madre decir: ¿ ves? Si es que así no hay manera...si me hicieras caso...

Siguió caminando y llegó a una casa chula en un claro del bosque, lo que viene siendo una casa molona de cuento. Dió un par de vueltas para ver si había alguien y ensayó su mejor cara de “pobrecita” que había aprendido tras un minucioso análisis de las caras que los cabrones de sus hermanos pequeños ponían a sus padres. Lo tenía todo ensayado, saliera quien saliera, pondría ojitos, haría que las lágrimas se acumularan en sus ojos y luego las dejaría rodar por su cara hipando dulcemente a la vez, una actuación espectacular.

Allí no había ni el tato, pero decidió entrar a echar un vistazo, cotillear y ver si le convenía aquella casa para sus propósitos.

Como ya he dicho, era una casa molona, si acaso un exceso de pelo por todas partes, pero Ricitos no tenía problemas con eso. Su hermano Hansel era un cerdo redomado que tenía siempre la habitación hecha un asco “ Ricitos, ayuda a tu pobrehermano a recoger” y su hermana Gretel podía cambiarse de ropa 15 veces al día y tirar toda la ropa al suelo compartiendo espacio vital con las revistas Superpop que consultaba como un oráculo. “ Ricitos, no puede ser que tengáis así la habitación, haz el favor de ordenarla” Los pelos le daban igual, definitivamente.

En aquella casa, todo estaba por triplicado: 3 sillones, 3 camas, 3 sillas, 3 tazones...mmmm...¡¡qué buena pinta tenía esto! Ricitos vió la luz...¡¡su plan de ser la hermana pequeña era una mierda, era poco ambicioso!!! ¡¡ahora lo veía claro!!! ¡¡Quería ser hija única!! ¡¡Califa en lugar del Califa!!! ¡La favorita de mamá! ¡¡La preferida de papá! Un padre y una madre ( peludos, pero no iba a ponerse purista con esto) para ella sola, idolatrándola, dándole todos los caprichos y haciendo fotos compulsivamente en su ceremonia de graduación...

...Ricitos estaba feliz...salto por las sillas y rompió la pequeña, se comió lo que había en los tazones..saltó en las camas mientras daba gritos enloquecida....¡¡iba a ser una mimada!!!

..pero claro, antes de conseguir eso iba a tener que librarse de un pequeño problema.Allí ya eran tres: había que eliminar al pequeño peludo de la ecuación para que todo encajara.¿Qué podía hacer?

¿El Sr. Lobo?...mmm...no, demasiado fácil.
¿ Acusarle de falso narcotráfico ayudada por los 3 cerditos?...demasiado complicado...
¿ Intentar colarle en la banda del canijo zapatones?...seguro que le pedían algo a cambio...

¡¡lo tenía!!

¿conoceis el oso de Lost?

Pues eso.

Ricitos era primogénita, tenía recursos y sabía cómo usarlos.

jueves, 28 de junio de 2012

VERANEO FRANQUISTA (I): Las virtudes de Pobrehermano mayor.

En Molicasa, en Los Molinos, por razones que no vienen al caso, estábamos el otro día  con una alineación mínima: Molimadre, Pobrehermano Mayor y yo. Obviamente, tenía todas las de perder..pero no aprendo. 
 
Nos sentamos a cenar. Gazpacho, tortilla de patata y ensalada de tomate.

- Pobrehermano, te ha salido la tortilla espectacular.
- ¿Qué te pensabas?
- No me pensaba nada. Había oído hablar de tu tortilla de patata, igual que del unicornio, la chica de la curva y los gremlins. Ya sabes, una criatura mítica que algunos privilegiados han visto...
- Muy graciosa...pues ya has visto que me sale increible.
- Es verdad, a tu hermano le sale la tortilla fenomenal...gracias hijo
.- Molimadre creo que tiene hasta lágrimas en los ojos.
- Que sí, que ya te lo he dicho, que está espectacular.
- Pues a ver si lo pones en el blog...que luego solo hablas de mis “spaghettis ramillete”
- ¿ En el blog? ¿ Qué te pasa con el blog?
- No me pasa nada.
- ¿Como que no? Hace unos días me dijiste que te sacara con lo del huerto.

- Hombre Moli, es que me curro un huerto acojonante, que nos va a dar cosecha para todo el verano y ¡¡no lo cuentas!!
- pero, pero, pero..¿ se puede saber qué quieres?
- Tu hermano tiene razón..siempre nos sacas mal...él se ha currado el huerto entero y además cuida la piscina, se encarga de todo.
- ¿ Mal? Pero coño..si hasta os va a salir un club de fans a cada uno. Los descerebrados os encuentran adorables.
- Porque lo somos y eso que tú te encargas de ponernos verdes.
- Pero vamos a ver..entonces ¿qué quieres? ¿Qué haga un post como el que le hice a P? ¿ Algo en plan..” Comprad, comprad a Pobrehermano mayor que es un partidazo porque hace tortilla de patatas y ha hecho un huerto?
- Tu hermano no necesita publicidad...
- ¡¡no solo hago eso!!...podías contar lo de mi marathon..
- ¿ el del Aneto?
- Claro...¿te lo he contado?
- Por encima....no sé si quiero saberlo...
- Son 42 km subiendo desde Benasque hasta el puerto de la Picada...y el año que viene lo mismo me apunto a uno de 67 km...
- Estas enfermo...
- Tú cuéntalo..
- Vale, pero ya te digo que te van a salir admiradoras y luego yo no quiero saber nada....

Terminamos de cenar. Recogemos la mesa. Un vaso solitario lleno de agua queda en la mesa, en el lugar de Pobrehermano mayor. Lo recojo y lo meto en el lavaplatos. 



- ¡¡Moli coño!!
- ¿Qué pasa?
- A ver si ahora que vamos a convivir aprendes a respetar las costumbres.
- ¿ Qué costumbres?
- ¡¡Me has quitado el vaso!!
- Claro, no habias bebido, te habías levantado de la mesa, estaba recogiendo todo.
- No me lo quites...
- ¿ vas a beber?
- No..
- ¿vas a lavar fruta?
- No
- ¿vas a meter una dentadura postiza? ¿ un ojo de cristal?
- No...muy graciosa.
- ¿Entonces?
- Es una costumbre que tengo...
- Eso es una manía, tener que tener un vaso de agua lleno siempre cerca por si tienes sed es manía, no costumbre.
- Claro que no, es costumbre porque luego me los bebo.

- Una cosita...¿ el vaso que hay en la mesa del salón cerca de donde te has echado la siesta lleno de agua es tuyo?
- Si....
- Pues está lleno. No hay más preguntas, señoría.
- Pero....
- ¿ Ves?? Es mania!!!! ¡¡no te lo has bebido!!!...¡¡es manía, es manía, es manía!!!
_ Mierda...esto seguro que lo cuentas en el blog.
- Tranquilo...que lo del marathon alpino seguro que suma más puntos que tu manía de los vasos llenos...
- ¿ y el huerto?
- Joder que brasa con el huerto.
- Moli..deja a tu hermano en paz y traele un vaso de agua.



Va a ser un verano gracioso. Lo estoy viendo.  

martes, 26 de junio de 2012

QUERIDOS CIENTÍFICOS,

Estáis cabreados, estupefactos y completamente indignados por el video que se ha sacado de la manga la Comisión Europea para supuestamente “vender” las bondades de la carrera científica,  a los jóvenes europeos y así tratar de conseguir más “vocaciones”,   sobre todo entre las chicas. El objetivo es  que las mujeres estén más presentes en las carreras científicas y lo que se les ha ocurrido para conseguir eso es: Science  it´s  a girl thing con un pintalabios como i. Una completa majadería.




El video es un horror. Es cutre, feo, está mal iluminado y tiene un look ochentero copiado en su estética del famoso videclip de Robert Palmer “Simply irresistible” , pero en versión garrafón.

No sé a qué gurú se la ha ocurrido que mostrar a unas supuestas guapas taconeando mientras se pintan los labios y un tío con una bata blanca que las mira, podría fomentar el interés por la ciencia entre las adolescentes europeas. Por más vueltas que le doy no consigo entenderlo. En mi opinión, lo suyo sería mostrar lo que “mola” de la ciencia sin pensar en el género…pero esto es tan obvio que da vergüenza tener que decirlo.

Que la Unión Europea pague con fondos públicos este despropósito es desde luego motivo para estar cabreado.

El resto del cabreo monumental que os habéis agarrado, me parece sinceramente un poquito de “me la cojo con papel de fumar”, sin acritud.

Estoy completamente de acuerdo en que el video da una idea de la ciencia que no es, pero precisamente porque es tan falsa nadie va a creérsela. Nadie en su sano juicio va a pensar que dedicarte la investigación suponga ser un (supuesto) pibón, ir con tacones de 10 cm y ligarte a un tío estupendo en un laboratorio. La puesta en escena es tan ridícula que nadie, repito nadie, la toma por algo real.

He leído miles de críticas “da una imagen de la mujer científica que no es real”, “las investigadoras son esforzadas, han trabajado mucho, estudiado muchísimo, están ahí por lo que valen y no por su cara bonita”. Completamente de acuerdo y no lo dudo ni por un nanosegundo, pero bienvenidos al mundo de la comunicación audiovisual: así es como funciona. Les pasa lo mismo a las enfermeras, a las secretarias, a las ejecutivas, a las dependientas de tienda. Si hacen una campaña siempre sale un estereotipo creado artificialmente que no tiene nada que ver con la realidad, ¿o creéis que todas las enfermeras o son unos pibones con falda corta y escote o se parecen a la mujer de Santa Claus y te hacen sopita? Claro que no. Así que relajaos, nadie ha pensado que esas modelos sean científicas de verdad ni lo pretendan. (Los únicos que se corresponden con la imagen estereotipada de las campañas audiovisuales son los bomberos…pero lamentablemente no todos podemos ser bomberos)

Seamos sinceros. A todos os flipa “The bing bang theory”, 4 frikis pajilleros inadaptados sociales dedicados a la física teórica que viven al lado de una camarera rubia y tonta, os parece un descojone de serie y todos me decís: yo conozco a unos así.

Ya. Ja.

Sí, vale, yo también conozco físicos frikis pero no son de TBBT: cantan canciones de Julio Iglesias, viajan a Khazajastan o escuchan ruidos imaginarios por la noche, pero no son TBBT. Lo que os mola de esa serie es que es “humor de científicos”. El resto de la gente cogemos las gracias pero obviamente nos perdemos cuando Sheldon hace una disquisición sobre entrelazamientos cuánticos o nombran a científicos que para vosotros son dioses y para nosotros simplemente un nombre que “nos suena”. TBBT también da una imagen irreal de la ciencia, pero no he visto a nadie indignarse con esa imagen irreal. Es una serie de culto con un puntito de elitismo en plan “nosotros cogemos todas las gracias”.

Lo que os ha molestado es veros retratados como un estereotipo asimilable al del resto de los trabajos.

El video está pensando para que la ciencia interese a los jóvenes europeos, como ya he dicho antes. Bueno, más concretamente para conseguir que las chicas, a las adolescentes les interese seguir una carrera científica. Obviamente no lo va a conseguir y va a ser un completo fracaso. Primero porque dudo mucho que los jóvenes europeos tengan un interés increíble en seguir las campañas de la Unión Europea. Segundo, porque ese look ochentero les echará para atrás. Tercero porque recurrir a ese estereotipo tan ridículo es imposible que mueva a nadie a dedicarse no ya a la ciencia, sino a cualquier cosa.

Entonces, ¿qué se puede aprender de todo esto? ¿Qué podéis hacer vosotros, científicos indignados aparte de gritar “¡A dios Einstein pongo por testigo que esto es una mierda de la Comisión europea y que nosotros no somos así para nada!”

Vamos a la parte constructiva.

La idea primigenia de la campaña de la Comisión Europea es hacer de la ciencia, de la actividad investigadora y científica algo atractivo, algo cercano. Se trata de que la chica que está en Madrid, en Salamanca o en Goteburgo y tenga curiosidad por la biología o la física, valore que dedicarse a eso puede ser algo interesante, que puede tener una relación con la sociedad en la que ella vive y que es una salida profesional a considerar.

Esa es la idea original y como idea, es buena. Otra cosa es que la manera de llevarla a cabo sea de bofetón.

Lamentablemente la ciencia y los investigadores y sus actividades han abierto, no sé muy bien por culpa de quien, una brecha con la sociedad. Por un lado y no os ofendáis por esto, os veis importantes: estudie una carrera, hice un doctorado, hice un postdoctorado, me piré a Alemania, a Usa, a donde sea a currar, he publicado n papers, he sacado no sé cuantas patentes, he currado como una bestia… Cierto, completamente cierto, pero no habéis sabido contárselo a las nuevas generaciones, no os habéis sabido vender ni vosotros ni lo que hacéis. Sólo les habéis contado a esos chavales, a la sociedad, que es una actividad que requiere muchísima dedicación, muchísimo esfuerzo y os habéis olvidado de transmitir la parte atractiva, la razón por la que merece la pena tanto esfuerzo. ¿Por qué os hicisteis investigadores? ¿Qué os llevo a hacer de la ciencia vuestro empeño profesional? ¿Qué hay ahí que merezca la pena? Contadlo.

Coño, tened ambición, si los que se dedican a la “administración de empresas”, actividad coñazo donde las haya, han conseguido que hordas de jovenzuelos opten por estudiar esa carrera ¿vosotros que sabéis cómo funciona el planeta, qué es una meteorito, porqué desaparecieron los dinosaurios, por qué vuelan los aviones…y un millón de cosas misteriosas más no podéis vender lo que hacéis?? ¡No me lo creo!

La campaña es una mierda completa, es irreal y da una imagen falsa (y que no os gusta) de lo que hacéis. No va a conseguir más vocaciones científicas y encima os ha cabreado.

¿Qué vais a hacer con todo eso?

¿Queréis una idea? Curraros un video, un spot, una serie que cuente lo que hacéis, como lo hacéis, porque os mola ser científicos, porque un chaval que duda entre hacer física o administración de empresa debería dedicarse a la física, que puede ser apasionante y muy gratificante.

La televisión y la comunicación audiovisual por internet es un instrumento muy poderoso para transmitir ideas. ¿Habéis visto Urgencias? ¿Habéis visto Indiana Jones? ¿Visteis Lou Grant en su momento? Ninguna de esas series contaban la “realidad” de los médicos, los arqueólogos, los abogados o los periodistas pero acercaron esas actividades a la gente…les provocaron inquietud e interés por esas actividades.

Nadie estudia medicina pensando que va a encontrarse a George Clooney en el box de urgencias, y nadie estudia Historia creyendo que acabará con una chupa de cuero en el desierto y ligando con un chulazo y nadie piensa que empezará su campaña de periodista con un Watergate…pero esas imágenes acercaron las profesiones a la gente.

No pongáis el grito en el cielo. Sé que os parece un sacrilegio lo de la serie de científicos, pensemos en algo más “serio”. Haced algo que diga: nos dedicamos a esto y mola muchísimo.

Seguro que yo lo veo y lo mismo me arrepiento de haber estudiado historia.

Y no seáis tan susceptibles coño.

Mirad por ejemplo que video he encontrado hoy gracias a twitter.

Y para el que tenga interés...un sesudo estudio sobre por qué las niñas pierden interés por las ciencias. Why so few?

Con cariño para los científicos que pasan por aqui y en especial para Ines (@_nesita) , que es chica y científica de élite.