Lo primero que hay que tener en cuenta es que antes de viajar con niños el sitio guay era el del copiloto, el otro conduce y el copiloto da charleta o no, escucha música e incluso se puede dormir. El copiloto descansa.
Cuando tienes niños el que peor va del coche es el copiloto. Tienes que atender al conductor, cambiar la música, dar agua, dar comida, cantar canciones, separar fieras, poner orden, volver a buscar la emisora, dar agua otra vez, coger el chupete del suelo del asiento, coger la oveja, poner el Dvd, quitar el Dv, cambiar de emisora, tapar, colocar cabezas que se han dormido en un ángulo anatómicamente imposible, volver a dar agua y todo eso sin quejarte porque el otro “ está muerto de tanto conducir”. En mi caso, cuando llega mi turno de conducir ( llevamos un turno riguroso) no falla nuca, las princesas se desnucan a sobar y el ingeniero se echa una cabezada de impresión. No me quejo, por lo menos me dejan tranquila.
Para mi es fundamental no viajar jamás con los niños en la parte de atrás. Se da la circunstancia de que cuando tienes tu primer hijo todo el mundo supone que vas a ir sentada en la parte de atrás contemplándole. Da igual que hasta entonces cuando has viajado con tu pareja os hayáis turnado al volante, ahora de repente ya no puedes conducir:
-¿ tu vas atrás con la niña, no?
- ¿ Yo? ¿porqué? Si está durmiendo.
- Por si le pasa algo
- No le pasa nada, pero si estás tan preocupado conduzco yo y ve tu con ella.
- Ah no, yo paso.
- Pues conduce y calla.
Yo me niego a ir detrás, me siento la suegra. Además el niño se acostumbra y te espera un futuro de ir sentado detrás incómodo mientras el otro va delante conduciendo a su rollo.
Muchos padres pierden el criterio a la hora de organizar viajes.
- Nosotros vamos a salir a las 3 y 20 de la mañana.
- ¿ Y eso?
- Porque es la única hora a la que nuestra hija va dormida, así que la acostamos, nosotros esperamos a que se duerma, la despertamos con cuidado la metemos en el coche y nos vamos de viaje. Tenemos que hacer pis antes porque no podemos parar que entonces se despierta y mi mujer va sentada detrás con ella cogiéndole la mano.
Genial. Llegan a su destino, la niña se despierta a las 8 de la mañana y los padres no han pegado ojo. El que sale perdiendo una vez más es el copiloto. El conductor dirá: yo estoy muerto de conducir todo el día, te tienes que quedar tú con la niña. Repito, nunca hay que ser copiloto.
Otra cosa que no tolero es la gente que por el hecho de tener hijos tiene el coche hecho una pocilga. Yo no soy una fanática de la limpieza en los coches ( no soy tío), tolero polvo en el salpicadero, la típica botella de agua rodando por el suelo, un par de tickets del peaje por el suelo y una bolsa de plástico, pero cuando entro en los coches de algunos padres siempre pienso que tenía que haberme puesto ropa plastificada.
Cuando eres primerizo y memo la elección de silla de coche te parece apasionante y por supuesto quieres lo mejor de lo mejor para tu heredero. Dos consideraciones al respecto:
- compres la silla que compres en la tienda parecerá ligera y fácil de manejar. No te lo creas, el vendedor está entrenado para ello. Será un muerto y el sistema de cinturones, cerramientos y engranajes te hará sudar.
- La verdadera utilidad de las sillas es mantener a tus hijos atados y separados el uno del otro. No se mueven y no llegan a pegarse. Bueno, esto funciona con dos, si finalmente tengo 3 supongo que el bebé habrá que ponerlo en medio y confiar en que a las princesas les de vergüenza pegar a uno más pequeño.
Nunca hay que decir que queda “mucho” para llegar. “mucho” es una palabra que desestabiliza a los niños, para ellos significa una inmensidad de tiempo, creen que se aburrirán, que van a estar toda la vida en el coche y se ponen insoportables. Tampoco hay que decir que queda “poco”, porque “poco” para los niños significa “ya”, así que se ponen nerviosos y empiezan: ¿nos bajamos ya? ¿Me puedo desabrochar ya? ¿Me hago pis ya?.
El ingeniero utiliza un término que las deja sin saber muy bien que decir que es “en breve”.
- Papá, ¿ cuanto queda? ¿ mucho, poco o en breve?
- En breve.
Y se quedan como anestesiadas. Es magia.
Sobre la música. Mi máxima es resignación con criterio. Si no voy a poder viajar escuchando la música que me mola todo el tiempo me resignaré a algo de música infantil pero siempre con criterio: nada de high school musical, ni Leticia Sabater, ni la secta del “Canta Juego”. Sólo bandas sonoras de Disney que les molan a ellas y a mi e incluso el ingeniero se sabe algunas.
Mi mejor consejo para las madres primerizas que no conducen es: dejad los cursos preparto y sacaos el carnet de conducir.
Un último consejo, nunca les dejes quitarse los calcetines en el coche. Jamás los encontrarás.