Mis hijas van a un colegio “buenísimo”, básicamente porque está a 50 pasos exactos de la puerta de mi casa. Se me caen las lágrimas cuando salgo por la mañana y veo que vivimos al lado. Lástima que casi siempre lleguemos tarde, ¿he comentado que soy muy impuntual?.
Bueno, a lo que iba. Es un colegio “buenísimo” pero tiene sus cositas. Primeramente las monjas están claramente en contra mía y han ideado un sistema para localizar a los niños pequeños que consiste en coserles el nombre en una cinta de distinto color dependiendo de la edad que tengan. Así, los de 3 años son “ cinta roja”, los de 4 “ cinta azul” y los de 5 “cinta amarilla”. De primeras parece un buen sistema sin más complicaciones, pero claro…alguien tiene que coser la cinta de colores en las mil y una prendas que componen el uniforme. Yo suelo comenzar la tarea con ahínco y buenas intenciones en los primeros días de septiembre, para pasar después por la frustración, el cabreo, la desesperación y finalmente la resignación…mis hijas son las únicas que llevan el nombre torcido..pero qué más da..son tan monas.
Las monjas, no contentas con este desafío anual, tienen otro preparado: la función de navidad. Yo empiezo a tener escalofríos el 2 de noviembre, cuando mis dos princesas se pasan horas cantando villancicos en inglés y en español, recitando poesías y bailando por toda la casa. El momento disfraz se acerca.
“ Los niños de 1º C tienen que venir de ángeles. Sed creativos.”
“Los niños de 3ºB tienen que venir de posaderos. Sed creativos”
¡MIERDA!...ángeles vale..pero ¿posaderos??. Sudores fríos me recorren. Llamo a mi suegra que es mi salvadora en estos casos y le cuento de que tienen que ir disfrazadas. “No te preocupes, yo me encargo”.
Al día siguiente, dos notitas del colegio me esperan.
“Los ángeles no deberán traer alas”. Joder, pues vaya gracia con 3 años lo divertido son las alas.
“Las posaderas son judias”. ¿Ein?.
Llamo a mi suegra y le cuento las novedades. “ NO te preocupes”.
Unos días después cuando ya me he relajado, nuevas circulares.
“ Los ángeles deberán llevar adornos en el pelo dorado, la túnica tiene que llegarle a los pies y los zapatos deben ser blancos”. Vaya por Dios. Menos mal que no me tome al pié de la letra lo de ser creativa y seguro que mi suegra no ha ideado un disfraz de ángel minifaldero, rojo puticlub y con cuernos de diablo.
“Las posaderas son de la zona de Galilea”. Me entra la risa floja. Mi suegra me dice…claroooo..y yo pienso..mira pues voy a aprender como iban las posaderas hebreas.
Llega el día de la función que siempre es entresemana y a una hora en que nadie trabaja como las 4 de la tarde. Hordas de padres estresados esperan emocionados a que sus retoños canten los villancicos que llevan oyendo dos meses en casa. Los disfraces son graciosos porque me doy cuenta de que no todo el mundo tiene una suegra costurera con mucho mundo….jijij..creo que veo un ángel morado y todo.
La función en total dura unos 20 minutos. Flashes, cámaras, madres llorando y todos para casa a ver los vídeos. Lo malo de que todos vayan disfrazados iguales es que te puede pasar como a mi amigo D. que cuando llegó a casa y puso la cinta se dio cuenta de que había grabado a otro ángel……

Las monjas, no contentas con este desafío anual, tienen otro preparado: la función de navidad. Yo empiezo a tener escalofríos el 2 de noviembre, cuando mis dos princesas se pasan horas cantando villancicos en inglés y en español, recitando poesías y bailando por toda la casa. El momento disfraz se acerca.
“ Los niños de 1º C tienen que venir de ángeles. Sed creativos.”
“Los niños de 3ºB tienen que venir de posaderos. Sed creativos”
¡MIERDA!...ángeles vale..pero ¿posaderos??. Sudores fríos me recorren. Llamo a mi suegra que es mi salvadora en estos casos y le cuento de que tienen que ir disfrazadas. “No te preocupes, yo me encargo”.
Al día siguiente, dos notitas del colegio me esperan.
“Los ángeles no deberán traer alas”. Joder, pues vaya gracia con 3 años lo divertido son las alas.
“Las posaderas son judias”. ¿Ein?.
Llamo a mi suegra y le cuento las novedades. “ NO te preocupes”.
Unos días después cuando ya me he relajado, nuevas circulares.
“ Los ángeles deberán llevar adornos en el pelo dorado, la túnica tiene que llegarle a los pies y los zapatos deben ser blancos”. Vaya por Dios. Menos mal que no me tome al pié de la letra lo de ser creativa y seguro que mi suegra no ha ideado un disfraz de ángel minifaldero, rojo puticlub y con cuernos de diablo.
“Las posaderas son de la zona de Galilea”. Me entra la risa floja. Mi suegra me dice…claroooo..y yo pienso..mira pues voy a aprender como iban las posaderas hebreas.
Llega el día de la función que siempre es entresemana y a una hora en que nadie trabaja como las 4 de la tarde. Hordas de padres estresados esperan emocionados a que sus retoños canten los villancicos que llevan oyendo dos meses en casa. Los disfraces son graciosos porque me doy cuenta de que no todo el mundo tiene una suegra costurera con mucho mundo….jijij..creo que veo un ángel morado y todo.
La función en total dura unos 20 minutos. Flashes, cámaras, madres llorando y todos para casa a ver los vídeos. Lo malo de que todos vayan disfrazados iguales es que te puede pasar como a mi amigo D. que cuando llegó a casa y puso la cinta se dio cuenta de que había grabado a otro ángel……
....yo no digo nada...pero eso a una madre no le pasa.