domingo, 2 de marzo de 2014

Tienes que conocer a Grant Snider

Hay gente con talento.  Gente con la cabeza bien amueblada. Hay gente práctica, gente modesta. Hay gente normal. Hay gente que sabe usar y aprovechar las inmensas posibilidades de internet. Hay gente con sentido del humor, gente tierna. Hay gente graciosa y hay gente que sabe manejar la ironía con elegancia y acierto.

Y luego está Grant Snider que  además de unir todo lo anterior, sabe dibujar.  La lástima es que creo que no sabe español y no podrá leer este post.

¿Quién es Grant Snider? 
Grant Snider  estudia para ser  odontólogo en la Universidad de Colorado Denver. Tiene pareja y una hija pequeña. Nació y se crió en una pequeña ciudad cerca de Wichita, en Kansas. Su padre era ingeniero informático y su madre era terapeuta, luego ama de casa y ahora es bibliotecaria. Tiene 3 hermanos pequeños, incluyendo un hermano gemelo.  Desde pequeño le gustó dibujar y lo hacía  con papel, con pinceles, en el ordenador.

¿Cuál es el talento de Grant?

Grant dibuja cómics, tiras o como queramos llamarlo.  En ellas reflexiona, presenta, conmueve, enternece, divierte y hace pensar sobre una multitud de temas. Sobre la vida y sus etapas, sobre la inspiración para crear, sus miedos, la universidad...y cualquier otra cosa que se le ocurra y que todos conocemos.Podría tratar de explicarlo pero es mucho mejor verlo.

Consigue poner en viñetas experiencias, pensamientos e ideas que todos reconocemos como propias.

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¿Por qué si hace un trabajo tan increíble Grant estudia para ser odontólogo?

"Mi pasión por los cómics se desarrolló al mismo tiempo que mis intereses no artísticos. Cuando llegué a la universidad no sabía qué hacer con mis inclinaciones artísticas. Continué dibujando como una vía de escape al estudio. Trabajando mucho y con algunos grandes parones, mi arte se conviritió en una especie de segunda profesión. Nunca planeé mi carrera de odontólogo como un plan B. Sabía que quería tener algún tipo de actividad creativa en mi vida y desde luego está funcionando mucho mejor de lo que esperaba. No creo que sea necesario para los artistas tener un plan B pero creo que es necesario encontrar una manera de desarrollar su arte dentro de los límites de una vida equilibrada y económicamente viable.
Para mí, es importante que hacer cómics e ilustraciones siga siendo algo divertido, un desafío. No estoy seguro de que me sintiera así con respecto a ellos si dependiera enteramente de ello para mantener a mi familia."

Una cabeza muy buen amueblada y con los pies en la tierra.

Grant y el arte. 

Art is a way to make sense of the world and to find your place in it.

Explicar el arte es algo muy complicado. Se puede tratar de descifrar la iconografía de un  cuadro o una escultura. Se puede intentar poner en contexto una corriente artística, las obras de un determinado autor y estudiar mil y un tratados de historia del arte.Transmitir la idea del arte, la creatividad o lo que diferencia una corriente artística de manera visual e increíblemente sencilla...es complicadísimo y Grant Snider lo consigue.

"No pienso en el arte en términos de arte para intelectuales y arte para masas, sólo sé cuando algo me gusta o no. Dicho esto, creo que los comics son una manera inmediata y efectiva de explicar algunos conceptos del llamado "gran arte". Para los lectores es más fácil interesarse y entender algunos de los confusos términos del arte contemporáneo si se presentan en forma de cómic. Las viñetas, las palabras y los dibujos son fantásticos a la hora de explicar, por ejemplo "El Manifiesto Futurista". Una de las ventajas de los cómics en la exploración de un tema como el arte es que permiten usar el humor de una manera en que los aburridos libros de texto no pueden. 
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 Lo hace sencillo. Su serie "Who needs art?" es una maravilla en la que perderse, aprender y sentir el arte contemporáneo. El Futurismo,  El movimiendo Dadá, Georgia O´Keeffe o la diferencia entre pintor y escultor representada por los artistas rusos Tatlin y Malevich, son sólo algunos ejemplos.

Grant y el proceso creativo. 

Dibujar, escribir, componer, incluso escribir un post todo surge de una idea, de un momento de inspiración seguido de todo un proceso creativo en el que el trabajo, la repetición y la frustración son imprescindibles.

"Espontaneidad e inspiración son muy importantes en mi trabajo cuando estoy buscando nuevas ideas. Creo que el único lugar donde puedo conseguir ser  verdaderamente  espontáneo es cuando hago garabatos en mi cuaderno de notas. Cuando raramente tengo una idea buena esbozada en mi cuaderno, me lleva horas y horas de metódico trabajo trasladarlo en forma de palabras, dibujos y viñetas. Después de crear la estructura, intento conseguir algo de espontaneidad en el acto de dibujar. Pero normalmente acabo redibujando todo metódicamente. Ser metódico es importante para cumplir plazos y seguir haciendo cosas nuevas" 



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Grant y la importancia de Internet. 

Grant mantiene un blog "Incidental comics" donde cuelga todos sus trabajos desde 2007 y contesta los comentarios. Tiene un perfil de twitter @grantdraws y una página de facebook.

"Sin internet, probablemente no sería dibujante. Tener un blog y compartir mi trabajo en la red ha sido fundamental para dar a conocer mi trabajo y conseguir seguidores de mi trabajo. Saber que tanta gente leerá mis cómics es muy motivador".

"La tecnología en general me ha obligado a darle un acabado digital a mi trabajo. Quiero estar seguro de que se ve perfecto en la pantalla que es donde la mayoría de la gente ve mi trabajo. Esto es un arma de doble filo porque mis  bocetos originales están ahora abandonados, son dibujos sin terminar. El trabajo final sólo existe en digital". 



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Hay que conocer y seguir a Grant Snider. 

Ah... envía sus trabajos a España por un precio muy razonable y quedan genial colgados en la pared. Levantar la vista de tu mesa y ver sus posters hace pensar y sonreír.

La entrevista completa a Grant Snider se ha publicado en The Scribbler y está aquí. 

Publicada en PisandoCharcos.

viernes, 28 de febrero de 2014

Mis 8 derechos del lector de blogs.


Mis 8 derechos como lectora de blogs. A mí me valen.

1.- Derecho a dejar de leer un post.
Nada más empezar, a la mitad, casi al final o tras haber leído sólo el título. También tienes derecho a leerlo hasta aprendértelo de memoria, volver a releerlo y guardarlo en favoritos.Tienes derecho a enlazarlo si es que tu tienes un blog y a escribir sobre ello.  Puedes leer todos los posts del blog o sólo algunos.Tienes derecho a decirle al bloguero "esto no es lo que dijiste hace 500 posts"...

2.- Derecho a sentir lo que te apetezca tras haber leído un post (aunque lo hayas dejado a la mitad).
Tienes derecho a reírte, llorar, emocionarte, pensar, agradecer, ofenderte y por supuesto cabrearte muchísimo. Y lo que sientas es solo tuyo y particular y no tiene porqué coincidir con lo que ha pretendido el autor o con lo que sientan los demás lectores. Tienes derecho a sentir lo que quieras. 

3.- Tienes derecho a hacer tu interpretación de lo escrito.
Puedes pensar lo que quieras de lo que has leído. Puedes atenerte a lo que hay escrito o sumarle tu experiencia, tu conocimiento, tu intuición, tu empatía con el bloguero o tu antipatía. Puedes interpretar lo que quieras...sabiendo por supuesto que esa interpretación es tuya y particular, es tu artefacto mental. Y puedes acertar o estar terriblemente equivocado.

4.- Tienes derecho a que no te aburran en un blog.
No tienes tiempo para perder y lees un blog porque te apetece, tienes curiosidad, quieres aprender o cualquier otro motivo. Tienes derecho a no aburrirte leyendo....y si te aburres tienes derecho a irte y no volver más.

5.- Tienes derecho a exigir corrección linguística, ortográfica y de redacción.
Obviamente no esperas que todo el mundo sea Lázaro Carreter pero el texto tiene que ser comprensible, no agredir gramaticalmente y no ser un desastre ortográfico. Por muy buena que sea la idea, el pensamiento, la reflexión o los conocimientos que el bloguero quiera transmitir, el trabajo de hacerlo comprensible y transmitible es suyo, no del lector.

6.- Tienes derecho a comentar o no hacerlo.
Puedes comentar cuando quieras y lo que quieras.  O puedes no comentar nunca. Puedes ser complaciente, agradecido o educamente hostil. Puedes dedicarte a corregir todo lo que te parece que está mal. Puedes mostrar que no estás de acuerdo y puedes aplaudir con las orejas. Puedes ser muy crítico. Puedes ser breve y conciso o prolijo y disperso. Puedes comentar todos los días o sólo de vez en cuando. Puedes comentar las veces que quieras un post. Puedes comenzar conversaciones con otros comentaristas. Puedes editar y borrar tus comentarios. Puedes estar satisfecho con tus comentarios o arrepentirte. Puedes escribir un comentario y borrarlo. Puedes pedirle al bloguero que lo borre si tú no puedes hacerlo directamente. 

7.- Tienes derecho a que el bloguero lea tu comentario.
Tú has leído (o no) y comentado, tienes derecho a que el bloguero lea tu comentario, aunque no conteste.  Y si hay moderación de comentarios, tienes derecho a que el comentario aparezca en un periodo de tiempo razonable porque el comentario es tu aportación al blog y ES IMPORTANTE.  Y 3 días después no es un periodo de tiempo razonable. 

8.- Tienes derecho a sentir un raro vínculo hacia el bloguero.
No es un amigo, no es un conocido, no le has visto nunca....pero puedes odiarle o tenerle simpatía. Puede sacarte de quicio. Puede hacerte aprender, puede hacerte sentir agradecimiento, pena, empatía, amor, odio, asco o lo que sea y pensar. ¿Por qué me afecta lo que alguien escriba? Y no lo sabrás, pero tienes derecho a sentir lo que sea. Tienes derecho a establecer vínculos con otros lectores incluso aunque odies al bloguero. Tienes derecho a odiar un blog y dedicarte a desprestigiarlo. O puedes incluso desarrollar una especie de adicción...y tienes derecho a desengancharte cuando quieras.


Esta noche me acordé de estos dos posts, los 7 pecados del bloguero y los 8 pecados del lector de blogs.


jueves, 27 de febrero de 2014

Mis 8 derechos del bloguero.


Por supuesto, me los he sacado de la manga, pero a mí me valen.

1.- Tienes derecho a escribir lo que te de la gana cómo te de la gana.
Un blog no es un periódico, ni un portal web ni una revista ni un foro. Es tuyo y puedes escribir lo que quieras y como quieras. Puedes escribir un texto tan largo como los de Jotdown o incluso más (si es que eso es posible) o  puede ser corto. Puede ir en párrafos o sin puntos y aparte. Puedes ser divertido, gafapasta, crítico, irónico, triste, misterioso. Puedes contar toda la verdad, o sólo una parte o elaborar una gran mentira. Puedes enseñar, divertir, hacer llorar. Puedes mostrarte, ocultarte o disfrazarte. Puedes hacer listas. Enseñar recuerdos, tus conocimientos, tus historias, tus pensamientos, tus idas de olla. Tu música, tus fotos. Las cosas que odias, las que te apasionan, aquellas que dominas y también puedes escribir de lo que no sabes. Puedes no opinar de nada u opinar de todo.

2.- Tienes derecho a publicar cuando quieras.
Mucho, poco. Compulsivamente. A cuenta gotas. A una hora fija o sin ningún tipo de horario. Los días impares. Los pares. Una semana sí y otra no. A todas las horas del día. De madrugada. Por la noche. Cuando todo el mundo lo esté esperando y cuando nadie lo espere. Puedes dejarlo sin decir adiós. Puedes borrarlo. Desaparecer. Empezar de cero o no dejarlo nunca.

3.- Tienes derecho a contestar comentarios o a no hacerlo.
Y puedes cambiar de idea en cualquier momento. Puedes contestar a todos, o sólo algunos. Unos días sí y otros no. Contestar sólo los buenos o sólo los malos. Contestar para agradecer y contestar para discutir.

4.- Tienes derecho a estar feliz.
Tienes derecho a que tu ego revolotee cuando un post que a ti te gusta encuentra una buena acogida. Tienes derecho a estar feliz, a bailar alrededor de tu ordenador con los brazos en alto agitando la cabeza. Tienes derecho a sonreír cada vez que recibes un comentario amable, agradecido, entrañable, cariñoso, bonito, motivador, sentido, provocador, inquietante, curioso, especial. Tienes derecho a releer esos comentarios y recrearte en esa sensación. 

5.- Tienes derecho a no ser humilde. 
Si escribes algo, lo que sea, que te ha costado mucho o te ha salido sólo pero de lo que te sientes increíblemente satisfecho y contento, tienes derecho a defenderlo con uñas y dientes. Es tu blog, tu escrito y te parece que está muy bien, así que no tienes porqué ser humilde sino quieres serlo o no te sale. Hay que guardar la humildad para cuando leas lo que han hecho otros y pienses "joder, qué bien está esto....ojalá yo pudiera hacer algo así, ojalá yo supiera hacer eso". En tu blog, la humildad no sirve para nada. Y por supuesto, ser humilde no tiene nada que ver con aprender de opiniones y comentarios. 

6.- Tienes derecho a cabrearte. 
Tienes derecho a enfadarte cuando te das cuenta de que lo que has escrito no estaba bien expresado. Cuando te das cuenta de que te has equivocado. Cuando eres malinterpretado. Cuando te insultan en los comentarios. Cuando te "buscan" en los comentarios para provocarte. Cuando te plagian. Cuando un post no consigue lo que tu pretendías. Cuando sabes que lo has hecho mal. 

7.- Tienes derecho a que te afecten los comentarios a mala leche. 
Más que un derecho es que es inevitable. Tienes derecho a sentirte dolido, a que te duelan los comentarios pensados para hacer daño, para incidir en la herida, para provocarte, para joder. Queda muy bien decir que no te afectan, que pasas, que te da igual...pero no es verdad. Primero tienen que dolerte, porque hacen daño...y luego hay que ignorarlos. Cogerlos y lanzarlos contra la pared. Por supuesto, tienes el derecho de moderar esos comentarios y no publicarlos. Una cosa es que te duelan y otra cosa es hacer el gilipollas.  

8.- Tienes derecho a que lo que escribes sólo te guste a ti. 
Si tiene sentido para ti, si lo que escribes es lo que quieres escribir y te ha servido para lo que sea, lo demás no importa.  

Continuará con la parte contratante de la segunda parte:  "Mis 8 derechos del lector de blogs". 

martes, 25 de febrero de 2014

Vosotras

Nos sentamos después de cenar. Tú M a mi derecha, y C a la izquierda. Os apoyáis en mi y ponemos un corto o dos, según el día y el tiempo que tengamos.

Ayer fue éste. Nos encantó, nos reímos muchísimo.



Mientras nos reíamos y C se limpiaba las gafas moradas de mentira que le gusta ponerse por casa pensaba que estáis muy mayores. Sé que 8 y 10 años no son muchos, pero ya tenéis la edad que quería que tuvierais cuando eráis bebés y me aburría con vosotras. Cuando no veía el momento en que hicierais algo más que ser un cálido bulto al que poder abrazar. Yo no sabía que quería que tuvierais 8 y 10 años...lo sé ahora.

Os acuesto. Os arropo. Apago la luz. Últimas palabras susurradas antes de dormiros: "despiértanos antes de irte", "trae el agua" y salgo de la habitación.

Pienso en vosotras. En mi tiempo con vosotras.

Sois curiosas. ¿Qué es instagram? ¿Cuánto cuesta una casa? ¿Qué es una hipoteca? ¿Cómo se cuecen las judías? ¿Qué es una patria? No puedo contestar a todo, hay cosas que ya no sé, pero lo que no hago es mentiros. Hay veces que creo  que la respuesta no os va gustar, os va a doler o no vais a entenderlo y dudo si contestaros con una generalidad absurda o con la frase "es algo de mayores", pero entonces me arriesgo y descubro que sois personas independientes de mí, con criterio e ideas y que no sois de mantequilla...y os veo encajar mi respuesta, masticarla y seguir adelante.

Me flipais.

Os reís muchísimo. Nos reímos juntas y con otra gente. Hacéis el payaso y me muero de la risa, como cuando M se ha disfrazado después de cenar de "empollona" con mis gafas de directora de cine catalana y los pantalones del pijama por los sobacos... Contáis unos chistes malísimos con los que os troncháis, aunque lo que más os hace reír son mis historias de cuando era pequeña o cuando os cuento las cosas que hacíais de más canijas...

Me desesperáis.

No nos echamos de menos cuando no estamos juntas y me parece estupendo. Nos encanta estar juntas pero también nos mola estar separadas. Me encanta que seáis independientes de mí y me encanta serlo de vosotras. No sé si cuando tengáis 18 esto me preocupará algo más...pero ahora mismo disfruto cada minuto con vosotras y también cada minuto sin vosotras. Y sé que vosotras también.

Me conocéis.

Me conocéis y sabéis que no soy perfecta ni mucho menos. No es sólo que lleve el pelo corto y rara vez me ponga falda o que mi lasaña no sea tan buena como la congelada de celiacos, es que sabéis mejor que nadie todo lo que hago mal y en muchos casos lo sufrís pero me deja sin respiración lo mucho que a pesar de eso me queréis. Incondicionalmente.

Me queréis.

Muchísimo. Y con criterio. Ya no es cómo cuando eráis pequeñas y os preguntaba cuanto me queríais. Ahora os ponéis muy serias, me miráis fijamente y me decís: Te quiero mamá. Es un amor incondicional que nadie más me da.

Os preocupáis por mí. De verdad.

"¿Estás bien?", "Ten cuidado con el coche", "¿Has dormido bien?", "¿Estás triste?" "¿Qué libro estás leyendo?" "¿Ya lo has terminado?" "¿De dónde lo has sacado?" "¿Qué escribes?" "¿Dónde vas?" "¿Con quién?" "¿Qué tal el trabajo?" "No me gusta que estés sola...pero si me dices que es lo que quieres, entonces me parece bien"

Hacéis cosas solas, cosas que antes tenía que hacer con o por vosotras y que ahora os salen solas. Vais y venís del colegio, os abrocháis los cinturones en el coche,  os vestís, preparáis la mochila del colegio, preparáis la mesa del desayuno  la cafetera, os untáis las tostadas...aunque os sigue dando miedo sacar los panes del tostador.

No echo de menos ningún momento anterior. Ninguno. Cada día con vosotras es el mejor y además miro hacia delante y sé que todo lo que venga será mejor. No será fácil ni todo será divertido. Vais a odiarme muchísimo y yo me tiraré de los pelos con vosotras y lamentaré amargamente (una vez más) los impulsos reproductores de mi yo del pasado...pero sé que será mejor, porque siempre ha sido así.

Porque me hacéis mejor. Porque sois especiales. Sois unas personas increíbles y me queréis.

No puedo pedir más.

Bueno sí, que cuando os de permiso para leer el blog...no me odiéis mucho.