Queridos publicistas,
En una mano tenéis a Bradley Cooper y en la otra una tarrina
de estupendo helado. Dos ingredientes chulos, chulos. Quiero decir que no son
tampones, ni compresas, ni yogures, ni bebidas, ni electrodomésticos. No,
helado molón y tío molón.
¿Qué hacéis?
Esto.
¿Por qué? El anuncio es tan raro que para cuando llega el
final y lo he visto varias veces no soy capaz de recordar de qué sabor es el
helado. Me perturban tantas cosas que me distraigo y no me entero de lo
interesante ¿es un sabor nuevo? ¿Es antiguo? No lo sé.
¿Me parece horroroso el anuncio? No. Ni fu, ni fa.
Intrascendente. Sin sentido. Anodino. Soso. Es un anuncio que podría valer igual
para anunciar Ferrero Rocher. ¿Dónde están? ¿Qué hacen? ¿Por qué en una fiesta
de gala comen helado directamente de la tarrina? ¿Qué tipo de disfunción sexual
tiene ella para preferir el helado a Bradley? O peor... ¿Insinúan que Bradley
da menos satisfacciones que un helado?
Muchos despropósitos…pero lo peor que tiene el anuncio es desaprovechar a Bradley Cooper.
En un mundo absurdo dónde yo fuera publicista y alguien se
fiara de mi ¿Qué par de ideas se me ocurrirían para aprovechar a Bradley y unos
helados estupendos?
Idea nº 1.
La llamaremos “Ella, su sofá y su helado”.
Podemos reciclar a la lánguida del anuncio aunque no me
convence mucho. Nada de encajes y taconazos. Nadie come helado con esa pinta, a
no ser que esté haciendo un espectáculo erótico festivo pelín ridículo. Se me
ocurre que nadie con esa pinta come nada…excepto si está comiendo algo “erótico”.
Pero bueno, aceptamos
a la chica, vaqueros y camisa, camiseta, sudadera viejuna de estar en casa.
Coleta. Una tele. En la estantería una
foto de ella con Bradley. Al pasar por delante pone la foto boca abajo, algo
que dé a entender que se han peleado o le ha roto el corazón o cualquier cosa
de ese estilo. Elige una peli, una
chula, una que le mole...por ejemplo “Misterioso Asesinato en Manhattan” .Va a
la nevera a por el helado imprescindible para ver la peli y consolarse del
desamor y ¡no queda! Resignada, se tumba en su sofá y le da al play. Justo
entonces suena la puerta. Se levanta, abre y allí está Bradley con una tarrina
de su helado favorito. Por supuesto
tampoco va vestido de chulo piscinas, lleva unos vaqueros y una camiseta porque
Bradley como está estupendo, es de tío normal y corriente. La gracia de Bradleyes que tiene pinta de tío normal, de tío que no sabe que es tan atractivo, de tío
que se considera divertido porque no sabe que es guapo. No se le puede vestir
de modelo intenso de Dolce y Gabanna. Bueno, Bradley llega en camiseta y
vaqueros con su tarrina…y a la lánguida
se le cae todo a los pies…porque él ha vuelto y trae helado. Pueden acabar en el sofá, con la peli y
compartiendo tarrina.
Idea nº 2.
La llamaremos “El helado y la TSNR”.
El helado se come también de postre en cena de amigos. Siempre
hay alguien que lleva helados comprados a última hora en una gasolinera.
Una cena de amigos. En este anuncio no vale la lánguida de
antes, nadie se cree que esa tía haya cocinado nunca, de hecho nadie se cree
que haya estado nunca en una cocina o que coma algo. No sirve. Hay que buscar
una chica normal, o con pinta de ser normal.
Una casa chula (es un anuncio), una mesa grande. La
anfitriona no va vestida de putón de alto standing. Va vestida de cena de
amigos en casa, informal. Van llegando los amigos y el último que llega es
Bradley con el helado. La anfitriona y Bradley se ponen ojitos. Ojitos de esos
que crean electricidad. Ojitos de esos de “nos molamos”. Risas, y llega el
postre…como estoy pensando que la absurdez del dedito en la tarrina lo mismo es
indispensable, hagámoslo bien. Todos son amigos, así que se toman el helado
rollo “cucharón y paso atrás”. Se van pasando la tarrina y cogiendo, hasta que
en una de las rondas casi no queda y entonces la anfitriona mete el dedo y hace
ese gesto tan ridículo mirando a Bradley…que se ríe y se levanta a por más
helado.
El anuncio acaba con la anfitriona cerrando la puerta y
dándose la vuelta…Bradley está dentro de casa.
Sinceramente, con estos dos anuncios, yo saldría a comprar
el helado y además miraría fijamente la pantalla cada vez que los viera. Puede
que incluso sonriera.
El de la absurda en encaje con Bradley con cara de “No sé qué
pinto en este anuncio”…me hostiliza con la marca y no me apetece volver a
verlo.
Atentamente,
Molinos.
PS: Puede que alguien me diga que con esto les hago publicidad. publicidad..pero sinceramente no creo que mis posts repercutan en la ventas de
helado.