sábado, 3 de noviembre de 2012

UNA DOCENA DE NOVELAS CON PROTAGONISTA MASCULINO ESCRITAS POR AUTORES AMERICANOS VIVOS

La gran novela americana está protagonizada por hombres. Y escrita en su mayoría por hombres. Los novelistas americanos vivos tienen todos un tono reconocible. Los lees y todos se parecen, cada uno con un estilo pero todos son reconocibles. Una de sus características son sus protagonistas masculinos. Nunca los convierten en héroes, siempre son cotidianos. 
Muchas veces resultan irritantes con sus comportamientos y pensamientos y al mismo tiempo extrañamente cercanos por que muchas veces se parecen a nosotros justo en lo que  no nos gustaría parecernos.
Hoy traigo una docena de novelas con protagonistas masculinos y rizando el rizo..escritas por autores americanos que están vivitos y coleando.

1.Todo cuanto amé de Siri Hustdvedt


Yo no he dicho que fueran hombres los autores. He dicho “ autores vivos” y la señora de Auster es escritora americana y a día de hoy que yo sepa está viva. Todo cuanto amé es su mejor novela y llama la atención porque está escrita en primera persona. El protagonista principal es Leo, un historiador del arte que conoce  por casualidad a Bill, un pintor que no ha vendido un cuadro en su vida y que gracias a él se hace famoso. Leo y su mujer Erica, Bill y su mujer Lucille y la modelo de Bill Violet, establecen entre ellos una serie de relaciones de amistad, de crecimiento, de distancia exactamente igual a las que puede tener cualquier lector.


2.Maus de Art Spiegelman


Si, esto es un comic, pero también es una novela. Art Spiegelman relata la historia de su padre Vladek, un judío polaco, desde que era un joven que conoce a la que luego sería la madre de Art hasta su muerte.  A la que vez que cuenta las vivencias de Vladek desde la invasión alemana de Polonia y durante toda la II Guerra Mundial, relata la difícil relación que establece con su padre sobre la que siempre planea la muerte de su hermano Richieu durante la guerra. Toda la historia es espeluznante, un ejemplo de supervivencia y de lucha que marca para siempre a Vladek y su relación con el mundo y con su hijo.  Es una obra maestra y el único comic que ha recibido el Premio Pulitzer.

3. Las correcciones de Jonathan Franzen  


A pesar de ser la historia de una familia, los Lambert, el peso de la historia, el eje sobre el que pivota toda la historia es la personalidad del padre Alfred y como ella ha condicionado la relación con su mujer Edith y sus tres hijos: Gary, Chip y Denise. La demencia que empieza a apoderarse de Alfred mientras él es consciente de esa pérdida de control de su cabeza y su cuerpo es aterradora porque le puede pasar a cualquiera.

4. Mystic River de Dennis Lehane


Un poco de novela negra de la mejor.    Lehane es un gran escritor y es un genio creando personajes que no son ni buenos ni malos y otros que son perversos pero que no provocan rechazo si no comprensión. La historia de tres amigos que ven su vida marcada por un acontecimiento fortuito que les ocurre en la infancia y que a pesar de creer superado les perseguirá en su vida y en sus decisiones es tremenda. El lector comprende a todosmientras permanece paralizado por el espanto de la situación. Por muy dura que sea la vida y las decisiones que tomes hay que vivir con ello y seguir adelante.

5. El periodista deportivo de Richard Ford


Frank Bascombe es el protagonista masculino de una trilogía que comienza con esta novela y continua con “ El día de la independencia” y “ Acción de Gracias” . Frank trabaja como periodista deportivo y ha perdido un hijo.  Es un personaje descarnado, desagradable, entrañable a ratos, de bofetón muchos otros, con unos procesos mentales  tan absurdos como puede tener cualquiera y por eso extrañamente cercanos.
No hay nada tan alentador como saber que en alguna parte, una mujer que te gusta está pensando en ti y sólo en ti. Pero no hay nada tan hiriente como que ninguna mujer piense en ti. O peor todavía, que una mujer haya dejado de pensar en ti por culpa de tu estupidez. Es como mirar por la ventanilla de un avión y descubrir que la tierra ha desaparecido. No hay otra soledad que se le pueda comparar

6. Empire Falls de Richard Russo.


Una novela sencilla sobre la vida de Miles Roby en Empire Falls, una pequeña ciudad en decadencia en el estado de Maine. Él es el centro de la historia alrededor del cual Russo dibuja el resto de los personajes, su hija, su hermano, su padre y sobre todo su madre muerta y la Sra. Whiting “dueña” del pueblo y de la que Miles descubrirá el papel que ha jugado en su vida. Es una novela sencilla y pausada.    

7. Un matrimonio feliz de Rafael Yglesias


Novela en gran parte autobiográfica que cuenta la relación entre Enrique y Margaret pero siempre desde el punto de vista de Enrique. A los 50 años, ella se enfrenta a la muerte por un cáncer terminal y Enrique mientras la ayuda cuenta toda su relación desde la primera vez que se vieron desde su primera cita hasta estos momentos finales. No hay idealización ni romanticismo rosa, es una relación que se construye con sus vaivenes y su final. La construcción de una vida en pareja, las desilusiones, los desencuentros, las dudas, los distanciamientos y los parches que se van poniendo.  

8. La mancha humana de Philip Roth


Roth es la gran figura de la novela americana. Es un autor que siempre escribe la misma novela con unos personajes masculinos que se parecen siempre entre ellos por sus entornos, sus situaciones vitales y sus pensamientos. En este caso, el protagonista Coleman Silk, es un profesor universitario con un pasado intachable y una trayectoria profesional inmejorable que ve derrumbarse en un minuto todo lo logrado. Lo “políticamente correcto” acabará con su prestigio profesional y su “posición” social en un primer momento y su con su vida cuando las cosas se lleven al extremo. Una vez más Roth aborda el encaje del individuo en la sociedad y como lo que hacemos en la infancia y juventud condiciona nuestra vida de adultos.

9. La carretera de Cormac McCarthy  

Novela apocalíptica y muy desasosegante en la que un padre y su hijo caminan por una carretera inhóspita en medio de la nada después de que una gran cataclismo desconocido para el lector haya asolado la tierra, van en busca del mar. El padre lucha por su hijo y sufre porque sabe que no puede ofrecerle nada y que no queda nada. Se lee con el corazón encogido y ganas de taparse con una manta.          
Como el agonizante mundo que habitan los ciegos nuevos, todo él disolviéndose lentamente de la memoria

10. Tan fuerte, tan cerca de Jonathan Safran Foer


El protagonista masculino de esta novela es Oskar, un niño de 9 años que pierde a su padre en los atentados del 11S, también es la historia de sus abuelos, supervivientes del bombardeo de Dresden durante la II Guerra Mundial. Es un libro original en la trama y en la edición, incluye fotos, imágenes que sorprenden, distintos tipos de letra…y es a la vez inmensamente triste.

11. La música del azar de Paul Asuter  


De Auster podría elegir cualquiera de sus novelas, todas con protagonistas masculinos y todos marcados por las casualidades que tanto le gustan. Escojo ésta, que tiene nada menos que 4 personajes masculinos enfrentados en una partida de poker que va convirtiéndose poco a poco en una prisión para dos de los protagonistas. Se pasa miedo.


12.América, América de Ethan Canin


Una vez más, una historia de recuerdos, en este caso la de Corey Stifter, un joven que en 1971 ve como su destino se une al de la familia Metarey, una rica familia que ha creado todas las industrias de la región donde vivie y de la políticamente vive toda la zona. Su historia personal se va entrelazando con la de esa familia y con el auge y caída de Henry Bowiller, un aspirante demócrata en las primarias en 1970. Las intrigas políticas, los intereses económicos, las miserias personales y las relaciones se mezclan a lo largo de toda la trama.
Hay muchas más por supuesto, de hecho, se podría hacer una docena solo con los personajes de Roth o de Auster, pero hoy he elegido estas que recomiendo a todo el mundo.
Republicación de Unadocenade.

jueves, 1 de noviembre de 2012

MI PADRE Y YO





Gracias a L que recuperó esta foto para toda la familia.


Me encanta esta foto. Me hace sonreir.

Debo tener unos 4 años, Pobrehermano mayor que está a mi derecha en la foto debe tener 3. Molihermana debía tener por entonces un año, así que yo era todavía la princesa de mi padre. Los padres tienen poca querencia por los bebes y menos aún si tienen otros hijos mayores con los que interactuar.

No sé dónde nos hicieron en esa foto, ni quien, ni cuando fue. Parece la subida la subida a La Peñota. Los mayores llevan pantalón largo y mi padre, mis primos, y yo llevamos manga larga, asi que debe de ser septiembre o uno de esos días de finales de agosto en Los Molinos en los que refresca como para que haya que ponerse jersey por la tarde. Sé que es final de verano porque llevo un vestido de verano encima de la camiseta de manga larga…si fuera mayo llevaría pantalones. La lógica de molimadre para vestir es así, particular.

Mi padre lleva unos zapatos mocasines que recuerdo perfectamente, vaqueros y jersey. Y lleva reloj. Mi padre siempre siempre llevaba reloj. Lleva las mangas del jersey remangadas porque siempre hacia ese gesto cuando se ponía un jersey o una chaqueta, ahora que lo pienso creo que era porque tenía los brazos muy largos y todo lle quedaba corto de mangas. Como era presumido, supongo que si se lo remangaba se notaba menos. Tiene la boca abierta y sé exactamente qué estaba diciendo: patata. Siempre decía eso en las fotos. Y siempre salía bien.

De los cuatro primos soy la única que sonrío. Sonrío feliz y contenta. Sonrío con toda la cara. Sonrío con los ojos. Estoy muy alta, más que ningún primo pero estoy tranquila porque sé que no me va a dejar caer. Mi padre con sus manos grandes agarra fuerte mis pequeñas manos y tiene “cazadas” mis piernas con sus brazos, para que no me caiga, para que no me pase nada. Si cierro los ojos puedo sentir como era el tacto de sus manos. En los hombros de mi padre no me podía pasar nada. Sus manos me sostenían. Estaba a salvo. Estaba feliz. No tenía miedo.

Desde que murió tengo miedo. Hoy hace 15 años que me di cuenta de que ya nunca estaría a salvo.


Mi padre (I)
Mi padre (II)
1 de noviembre de 1997
Mi padre (III)

martes, 30 de octubre de 2012

CONMOVER

Primera acepción: perturbar, inquietar, alterar, mover fuertemente o con eficacia.

Segunda acepción: enternecer.

Ya sé que la RAE es la RAE y está llena de tíos listísimos con gafas que saben un mogollón de palabras y vocabularios, pero a mí me parece que tener una palabra con dos acepciones tan distintas mueve a error.

Conmover.

Es una palabra difícil. De las que siembran dudas, ¿con n? ¿Con m? ¿Dos enes? Y la temida v... ¿será con b? Por supuesto, con un mínimo de lectura no presenta problemas, pero es la típica palabra que en el dictado de tu clase de 8 años te hacía sudar tinta china y borrar muy fuerte y dejar la hoja hecha un desastre y al final sacabas un 8 pero con un negativo por mala presentación.

Conmover en su primera acepción te hace pensar en cosas malas. ¿Qué me cosas perturban, inquietan, alteran o mueven fuertemente?

Un montón: la televisión muy alta, la gente que habla por teléfono a gritos, los que aparcan en segunda fila y cuando llevas 10 minutos esperando te dicen “ uy...han sido 2 minutos", los incompetentes supremos, el panfilismo elevado a la categoría de arte, oir cantar a Amaia Montero, el avisador sonoro del cinturón de seguridad en los coches nuevos, que me digan “ eso no me lo habías dicho”, la prepotencia de algunos, los que me leen en diagonal y dejan comentarios tontos provocados por su falta de comprensión lectora...Todas esas cosas me perturban, me hacen hervir la sangre y me provocan un movimiento..siempre de rechazo, de huida o de insulto contenido y pocas veces expresado.

Cuando me conmuevo por estas cosas, no me importa estar en compañía, no me da vergüenza demostrar que estoy conmovida. Además, lo veo venir…sé que voy a perturbarme, no me pilla de sorpresa. Si estoy de humor puedo incluso retroalimentar esa conmoción hasta alcanzar un punto de ebullición donde paso de conmoverme a cabrearme como una mona…con bastante eficacia, como decía la definición.

Conmover. Enternecer.

Las cosas que me enternecen me pillan por sorpresa y no me gusta estar acompañada si me enternezco. Me da vergüenza. Para mí, el verdadero significado de conmover lo adquiere algo que me pilla por sorpresa, me sobrepasa y me desarma emocionalmente. Son cosas que aunque me hayan pasado mil veces y crea que lo tengo controlado...llegan y me desarman.

Estoy tan tranquila y de repente estoy conmovida hasta las lágrimas y sin poder reaccionar. Miro a mi alrededor porque no quiero que nadie se de cuenta...me da vergüenza. Hacer el gilipollas y decir chorradas y escribir tonterías no me da vergüenza…conmoverme me da muchísima. Supongo que conmovida soy más yo...y no quiero que me vean.

Me conmueve una canción, voy conduciendo, escuchando música y salta “ Wish you were here”, me estremezco, me dan escalofríos y se me saltan las lágrimas. Desde siempre, porque si. Sin poder evitarlo.

Me conmueve un paisaje. Conduciendo a Los Molinos, carretera de La Coruña, salida 47, tuerzo en el Piquio, paso Salas y enfilo la recta que lleva a Los Molinos…he hecho ese camino un millón de veces. Al fondo se ve 7 picos, siempre está ahí...pero hay días en los que se ve distinta la montaña y entonces tengo un recuerdo de mi yo de 23 años conduciendo por esa carretera llorando sin parar y pensando “siempre que pueda venir y ver 7 picos, estaré bien”. Y me conmuevo por mi yo del pasado que se agarraba a ese pensamiento para no sufrir y por mi yo del presente que sigue haciéndolo.

Me conmueve que alguien me diga “Que orgulloso estoy de ti”...esa frase me deja sencillamente bloqueada, desvalida, echa por tierra toda mi fachada. No sé qué decir, ni qué hacer. Si es por teléfono o por mail...puedo dar rienda suelta a ese momento, relajarme y hacerme pequeña. Si es en persona seguro seguro que lo arruinaré con algún tipo de contestación llena de humor negro...me da mucha vergüenza que me conmuevan.

Y por último hay una persona que me conmueve hasta las lágrimas, más allá de lo que jamás hubiera pensado o me hubiera creído capaz, me desarma completamente sin saberlo, sin darse cuenta…mi hija M.

Estoy en casa con ella, las dos solas. Ando escribiendo o leyendo mientras ella está en su cuarto pegando cromos de futbol...y de repente se pone a cantar. M tiene una voz increíble y canta de puta madre, es otra de esas cosas que me hacen dudar que sea hija mía…pero cuando la oigo cantar no pienso nada de eso, no puedo. La escucho y me conmueve hasta los huesos…Está en otra habitación, pero la oigo cantar y la imagino con su álbum y sus cromos de futbolistas y la lista que ha hecho para saber los que tiene y los que no…y mientras tanto está cantando...y se me saltan las lágrimas. Sin más, porque sí, porque es ella.

…es un don que tiene y no lo sabe. Me conmueve hasta el infinito…aunque la canción que esté cantando sea este horror que les ha enseñado el ingeniero.

lunes, 29 de octubre de 2012

MOLIDOCUMENTALES: EL TIO BLANDO.



Todos tenemos un amigo o conocido que encaja en esta definición. El adjetivo que le define es “ blando” o “ blandito” si es exagerado en su condición, lo cual es curioso porque no debería usarse el diminutivo para definir un exceso de blandura. Si dices que es “blandengue” es que hay dudas sobre su condición, pero por experiencia advierto que de blandengue casi nunca se evoluciona hacia muy viril y hay muchas más posibilidades de caer en “blandito”.

Cualquier mujer sabe distinguir un tio blando de uno que no lo es, pero como puede que alguien tenga dudas y puede que ese alguien piense ¿ Seré yo? ¿ Seré yo un tío blando? Voy a dar unas cuantas pistas.

Para empezar y porque es un error de concepto muy habitual, hay que explicar que un tio blando no tiene porque ser gay. Puede serlo o no, pero vamos que el mundo de los tios heterosexuales está lleno de “blanditos”.

¿Cómo distinguir a un “blando”?

Principalmente es una sensación. A la pregunta típica de ¿ Qué tal es Fulanito? La respuesta es algo como “ Pues no sé..es que es como blando” . Lo primero que te asalta es esa sensación de blandura.

Después de un estudio pormenorizado de fauna humana puedo dar unas cuentas pistas:

La gran mayoría suelen ser regordetes, pero no es tampoco una condición indispensable. Por supuesto la pérdida de esa redondez por una repentina adicción al deporte no anula la condición de blandura. Se es o no se es blando y es imposible perder esa condición. También se puede ser blando siendo flaco, siendo entonces flaco de esos de costillas hundidas y poca cadera…un poco rollo David Bowie, Mick Jagger o Mario Vaquerizo…ese tipo de complexión siempre es “blanda”.

Un tio blando brilla, pero no de sudor. Puede estar perfectamente parado, salir de la ducha o lo que sea y brilla, pero solo la cara. El cuerpo de un tio blanda no brilla..resbala que es distinto. Piensas en apoyarte en el pecho o la espalda de un tio blando y tienes la sensación de que resbalaras hasta caer al suelo. Da igual que sea flaco..caerás al suelo igual.

Un tio blando es blanco y no se pone moreno jamás. Podrá abandonar el blanco mármoreo a favor de un tono un pelín más rosáceo, podrá incluso adquirir un moreno obrerete pero el grueso de su cuerpo se mantendrá tirando a blanquecino.

Cuando un tio blando te da la mano te parece que se te va a romper y a la vez te da la sensación de que va a morderte con esa mano. Esa una sensación muy rara…

Los tios blandos son conscientes de su pelo. De tenerlo o de no tenerlo, pero son conscientes de ello las 24 horas del día y transmiten esa conciencia a todo el que les ve. Ves un tio blando y enseguida estás notando cómo va peinado, si lleva el pelo teñido, si se está quedando calvo..cualquier cosa. Conoces a un tio que no es blando y puede que ni te fijes.

Un tío blando siempre parece que ha elegido mal la ropa que lleva, siempre parece incómodo con ella. Puede ir elegante, informal, como sea..pero siempre siempre parece que la ha elegido mal, y no por una cuestión estética sino porque sencillamente parece no encajarle.

Un tio blando cruza las piernas de una manera muy característica..lástima que no sepa dibujar y que no haya videos al respecto en you tube. Solo puedo explicarlo diciendo que un tio blando cruza las piernas con cuidado..con mucho cuidado, como si fueran de porcelana y se le fueran a romper.

A lo mejor puede parecer que un tio blando es un espécimen a evitar y para nada. Uno puede ser blando y un gran conversador y muy divertido e increíblemente inteligente.

Cuando conoces a un tio blando, su blandura te salta a la vista como primera característica y durante los primeros momentos es posible que no puedas identificarlo por nada más ( bueno, sabrás como iba peinado..como ya he dicho antes). Después, Los tios blandos solo pueden evolucionar en dos direcciones completamente contrarias; hacia amigo entrañable para toda la vida o hacia espécimen asqueroso y altamente tóxico que hay que evitar como sea.

Un tio blando es un tio blando aquí y en la China capuchina y lo será para siempre. Es difícil imaginarlo en lides sexuales, pero tienen su público: que levántela mano la que no tiene una amiga casada con un blando.

Si después de estas sesudas explicaciones no os ha quedado claro si algún conocido vuestro es blando, os voy a dar la prueba definitiva. Hacedla con cuidado, porque jamás olvidarás el resultado. 

Visualizad al sujeto en cuestión.

Desnudadle.

Y ahora..imaginadlo con la cola  metida entre las piernas y hacia atrás haciendo como que no tiene cola  mirándose al espejo.

Si lo veis claro..es un blando.

Si os cuesta imaginarlo..no lo es. 

No falla jamás.