miércoles, 21 de marzo de 2012

COSAS DE LAS PELIS DE LOS 80 Y 90 QUE HAN ENVEJECIDO FATAL

Es un hecho. Todos estamos mejor ahora que entre 1985 y 1995. Es así.

Estamos más mayores. Algunos más calvos. Otros más gordos. Casi todos con más responsabilidades pero en conjunto estamos mejor, mejor de lo que estábamos y mucho mejor que muchas películas de esa época.

Y sobre todo, hemos envejecido muchísimo mejor que algunos aspectos de esas películas. ¿La prueba? Tu miras ahora una foto tuya con 20 años y te das vergüenza ajena...pero ni comparación con la vergüenza ajena que te provoca ver una de esas películas que te encantaron en esa época.

Empecemos por lo más obvio: la moda. Calentadores, pantalones sobaqueros, hombreras como para alojar una familia entera debajo, colores fosforitos, estampados, estampados, estampados… ¿he comentado los estampados triangulares? Para ellas chaquetas de una talle enormeeee y cruzadas con dos filas de fotones y faldas largas de novicias. Zapatones. El oro…los taconazos en zapatos de señora.  Para ellos estampados de palmeras, trajes de colores imposibles como ¡¡verdes y azulones!!...musculosas, pantalones tobilleros, cazadoras cortitas…un espanto absoluto. Te pones ahora mismo a ver por ejemplo Top Gun, Karate Kid o Algo para recordar...y no consigues meterte en la historia porque la ropa atrae toda tu atención, no eres capaz de abstraerte de ese espanto. Empiezas a pensar: La Virgen qué pinta...quien engañaría a Meg Ryan para ponerse ese traje…bueno...a Meg Ryan y a mí porque yo tenía uno igual….

Otra cosa interesante son los peinados. En teoría parece que los peinados no han cambiado tanto. Error. Para empezar en aquella época, los tíos no se peinaban...se esculpían el cabello: horas de laca y peluquería os contemplan. Y además, les molaban los accesorios: sombreritos de todas clases, gorras en todas las posiciones e incluso pañuelos en la frente. Cualquier despropósito molaba.   Para ellas, entre 1985 y 1995 lo que se llevaba de verdad era el pelo largo y fosco...cuanto más fosco mejor. Se trataba de que tu cabeza abultara el doble de lo normal. Y además, habia que complementarlo con un flequillo potente..a ser posible hasta las cejas y con las puntas hacia dentro.  En un maravilloso movimiento pendular, con el siglo XXI eso desapareció y nos fuimos al otro extremo. Las tías mueren por tener el pelo cuanto más liso mejor, lo que mola ahora es el languidismo y el pelo fosco ha caído en el máximo descrito y ahora se conoce como pelo polla. Sin comentarios.

La música. En los 80 se descubrieron los sintetizadores y les entró un flipe alucinante, les molaba tanto tanto que nunca les parecía excesivo. La música atruena todas las películas. En las pelis de los 80 no hay silencio...nunca. Es agotador. Desde la visión de 2012 es muy muy perturbador. Además, es una cuestión que no solo afectaba a películas ambientadas en esa época...sino que destrozó buenas pelis de época como por ejemplo: Lady Halcón.  Es una película buenísima, con una historia de amor preciosa y no consigues creerte la historia porque eres capaz de abstraerte de la asociación banda sonora atronadora con organillo de tiovivo de feria o música de la Oreja de Van Gogh.

La tecnología. Es acojonante, pero tú ves ahora un portátil del año 97, un teléfono móvil de los primeros años 90, un fax,  un contestador automático, una pantalla con las letras en blanco sobre fondo negro y te parecen de mentira, de attrezzo. Has vivido con esos aparatos, los has usado y sin embargo los ves en la pantalla y no te los crees. Sin embargo, ves una peli de los años 60, con una máquina de escribir, una de los años 40 con teléfonos de rosca o un revolver en una película del oeste y te los crees...no te extrañan...te resultan más creibles cosas con las que nunca has tenido trato que ver a tu primer fax en pantalla.

Las parejas. Se llevaba el viejunismo en ellas. Todas las tías buenas de los 80 eran mayores, se comían con patatas a los galanes. Por favor...Elizabeth Sue en karate Kid...vamos a ver. Ella tiene cara de saber chino  y él de estar jugando todavía con los madelman. ¿Y Kelly MgGuilis en Top Gun? Por favor...tiene pinta de haber echado su primer polvo el día que a Tom Cruise le regalaron su primer avión de juguete… Es un rollo un poco…” ven que te amamanto”.

Y ¿ellos? Los que han sobrevivido están mejor ahora…y los que no...¿Cómo es posible que nos parecieran atractivos? ¿Qué hacían nuestras hormonas con nuestros gustos estéticos?...mmm...me temo que no teníamos criterio.

Los besos. Qué espanto de besos por Dios. Jamás en la historia del cine se han dado besos con menos química (1:38). Se nota tanto que no quieren parecer mojigatos pero que en el fondo no están convencidos que no hay manera de resultar creíbles. Lo peor es que en su momento, con nuestras hormonas campando libremente por nuestros tiernos cuerpos adolescentes nos parecían la bomba…y ahora los ves y dices…madredelamorhermoso que cosa más antilujuria.

El sexo. En esa época, todas las películas tenían una escena de sexo exactamente igual besos torpes y apresurados de pie que terminaban en una cama a contraluz, delante de una ventana con persiana entrecerrada por la que entra una luz que da un ambiente o rojizo o azulado…él empuja mal ( nada de empotradores)...ella echa los bracitos para arriba en plan dejándose hacer ….y después es la mañana siguiente y la luz es rosa…Además, después de eso la relación se consolidaba siempre.

Esto último ha hecho mucho mal en las tías, muchas pensaron que chuscar te llevaba a conocer al padre de tus hijos, fue chungo salir de esa idea y algunas  no han salido aún.

Uy..casi se me olvida mencionar..lo horribles que eran las camas...

martes, 20 de marzo de 2012

MATERNITY (XCIII): SAN HUEVO FRITO UN AÑO DESPUÉS.

Hoy hace un año que M se comió su primer huevo. Y hace 6 meses que conseguimos dejar la medicación.

Un año comiendo huevo. Es una chorrada, pero es una chorrada que nos ha hecho la vida más fácil a todos y le ha permitido un mundo nuevo de alimentación a M. Le ha permitido además, relajarse mucho cuando come algo fuera. Un mundo nuevo de alimentos para celiacos que contienen huevo ahora son accesibles para ella. Le ha permitido incluso, comer en el colegio…una ocasión que a ella le hizo muchísima ilusión y a mí me provocó pesadillas.

Por supuesto hemos probado el huevo en todas sus posibilidades: huevos fritos, huevos duros, huevos al plato, huevos escalfados, tortilla de patata, tortilla de atún, tortilla de queso, tortilla de jamón, huevos pasados por agua. Hemos comido mayonesa como si no hubiera mañana, hemos vuelto a rebozar las cosas con huevo (pero sin gluten), hemos podido clarificar los caldos con huevo y la repostería sin gluten ha ganado mucho pudiendo añadirle huevo. Un día incluso le di tortilla francesa y por supuesto fue rechazada con “esto no sabe a nada”….obvio.

Las opciones favoritas son por este orden: huevos fritos, tortilla de patata y huevos al plato.

Hemos adquirido costumbres nuevas, los días se diferencian en los que toca huevo y los que no. Las que mejor llevan la cuenta son ellas.

- Mami...acuérdate que hoy es día de huevo.
- Mamiiiiii….que hoy toca huevooooo…que no te enterassssss. Asi que nada de verdura..¡¡huevo!!!¡¡huevo!!!¡¡huevo!!

Cada 48 horas un huevo xl…por encima de esa dosis lo que sea, pero eso es lo mínimo.

Hemos pasado de no tener huevos nunca en la nevera a comprar 3 docenas de golpe. A todo nos apetece echarle huevo.

Hay cosas que sin embargo no han cambiado. No he conseguido dejar de leer las etiquetas y sobresaltarme si pone huevo. No he conseguido dejar de mirarla cuando comemos fuera pensando que algo le va a dar alergia.

Es un gran día. Celebramos en Molicasa “San Huevo”. Es una ocasión especial: cenaremos huevos fritos con una fuente enorme de patatas fritas. El ingeniero y laz princezaz creo que le echarán también salsa de tomate (frito en casa)…si, un festival de fritos.

Y lo mismo después, me tomo un gintonic.

Feliz Día de San Huevo.

viernes, 16 de marzo de 2012

MATERNITY (XCII): STEINBECK Y LA PATERNIDAD

Un amigo que me conoce muy bien, me hizo llegar ayer estas sabias frases de Steinbeck relacionadas con la escritura. Ya lo dije en su día, Steinbeck  es un dios de la escritura y dice cosas muy inteligentes y muy acertadas.

Por un momento, tuve un rayo de inspiración y pensé en hacer un post sobre sus palabras y mi escritura. Inmediatamente, me percaté del sacrilegio que sería eso, deseché la idea y decidí hacer algo peor: aplicar la sabiduría de Steinbeik en un Maternity.

Con un par.

1. Abandon the idea that you are ever going to finish. Lose track of the 400 pages and write just one page for each day, it helps. Then when it gets finished, you are always surprised.

Abandona la idea de que en algún momento vas a terminar. No mires hacia delante, esperando ver llegar el momento en que el trabajo de padre se acabará. No busques el final. No esperes recompensa. Lo mejor es ir día a día. Cuando llegues al final y por fin duerman solos, coman con cubiertos, se vistan solos, aprendan a andar, a leer, a nadar, sean capaces de tener una conversación, te odien, se echen su primer novio, se cojan su primera borrachera…les rompan el corazón, se vayan de casa…te sorprenderás. Te sorprenderás de ellos, te sorprenderás con ellos y te sorprenderás de ti mismo.

2. Write freely and as rapidly as possible and throw the whole thing on paper. Never correct or rewrite until the whole thing is down. Rewrite in process is usually found to be an excuse for not going on. It also interferes with flow and rhythm which can only come from a kind of unconscious association with the material.

Trata con tus hijos lo más libre y espontáneamente que puedas. Ve haciendo lo que puedas y como puedas. No te pares mucho a pensar si lo estás haciendo bien o mal. Ponerse en modo autocrítica mientras estás en pleno cabreo o en pleno momento “en qué estaría yo pensando cuando me reproduje” es una estupidez.  Eres el padre que les ha tocado, eso lo que hay...así que tira para delante. Los momentos de autocrítica hacia tu labor paternal interfieren en tu relación con tus hijos y les resta ritmo y espontaneidad…que es lo que de verdad mola cuando te relacionas con ellos. Si estás preocupado por como lo estás haciendo o recriminándote que podrías hacerlo mejor, es muy posible que te pierdas esos momentos que surgen, sin que sepas muy bien cómo, en los que dices: mis hijos molan mil…y yo también.

3. Forget your generalized audience. In the first place, the nameless, faceless audience will scare you to death and in the second place, unlike the theater, it doesn’t exist. In writing, your audience is one single reader. I have found that sometimes it helps to pick out one person—a real person you know, or an imagined person and write to that one.

Olvida a los demás. Pasa de tus padres, de tu pareja, de tus amigos, de la revista Ser Padres, de los foros de padres felices, de los foros de padres cabreados. Tú eres el padre y ya está. Actúa como si no hubiera nadie más o mejor...céntrate en tus hijos. No hay nadie más...ellos y tú. Pasa de lo que digan los otros y de sus experiencias. Tu prioridad para hacerlo bien son tus hijos. Desoye consejos, sean o no bienintencionados. Lo que funciona con otros o les funciona a otros, no tiene porqué funcionar con los tuyos. Y cuando trates con ellos, si tienes varios…piensa que cada uno es único y que la relación que tieness con cada uno de ellos es diferente y debe ser así.

4. If a scene or a section gets the better of you and you still think you want it—bypass it and go on. When you have finished the whole you can come back to it and then you may find that the reason it gave trouble is because it didn’t belong there.

Cuando te estés empeñando en algo, intentándolo con todas tus fuerzas con ellos y aún así no sale, abandona y déjalo estar. Un buen día, cuando vuelvas a pensar en ello te darás cuenta de que sencillamente no tenía sentido y te empeñaste en a tu hijo le molara la música de Mozart y él sencillamente está más interesado en el balonvolea o querías que tu hija fuera fan de la Real Sociedad y ella prefiere ser  fan de Hello Kitty. Cuando te pares a pensarlo descubrirás que realmente no tiene la menor importancia.

5. Beware of a scene that becomes too dear to you, dearer than the rest. It will usually be found that it is out of drawing.

 Cuidado con los recuerdos a los que se le coge mucho cariño. Ese recuerdo de algo con ellos que guardas como oro en paño, esa ocasión especial en la que sentiste un relámpago de amor paternal que casi te mata, esa frase que te dijo un día y te dejó bloqueado o ese momento de comunión total que para ti permanece intacto en tu recuerdo. Normalmente cuando alguna vez se lo menciones te mirarán con cara de: ¿te conozco de algo? Y descubrirás que para ellos ese mágico momento no fue tan mágico…

6. If you are using dialogue—say it aloud as you write it. Only then will it have the sound of speech.

Si vas a hablar con ello, sin vas a entablar un diálogo con ellos...ten en cuenta que tienes que creerte lo que les dices, o por lo menos tiene que sonar como si te lo creyeras. Hay que practicar antes si hace falta. Cualquier mínima duda en el tono de voz será tu perdición, será captada por ellos y anulará cualquier efecto que persiguieras : tranquilizarles, consolarles, enseñarles, asustarles…tiene que sonar a verdad.
De todos modos, Steinbeck es sabio y en 1963 después de ganar el Premio Nobel de Literatura, dio un consejo más sabio que todos los anteriores.

If there is a magic in story writing, and I am convinced there is, no one has ever been able to reduce it to a recipe that can be passed from one person to another. The formula seems to lie solely in the aching urge of the writer to convey something he feels important to the reader. If the writer has that urge, he may sometimes, but by no means always, find the way to do it. You must perceive the excellence that makes a good story good or the errors that makes a bad story. For a bad story is only an ineffective story.”

Si hay algo de magia en la relación con tus hijos, y él creía que si (y yo también) nadie jamás podrá reducirlo a una receta que pase de unos a otros. Lo único que funcionará es que consigas transmitir a tus hijos lo que de verdad es importante. Si de verdad tienes interés, algunas veces lo conseguirás, encontrarás la manera de hacerlo.Otras ni de coña. Y unas veces te darás cuenta de que lo que haces está bien porque todo funciona y otras veces te darás cuenta de que has cometido errores y no lo  has conseguido

A Steinbeck,  como a cualquier padre, unas cosas le salieron increiblemente bien ( Las uvas de la ira, Cannery Row, Dulce Jueves, De ratones y de hombres) y otras veces se le torció el tema...( La perla)...pero indudablemente, sabía de lo que hablaba.

Corred a leerle.

jueves, 15 de marzo de 2012

RECOMIÉNDAME UN LIBRO

Tú que lees mucho, podías recomendarme un libro…

Cuanto más lees, cuanto más has leído, más difícil es responder a esta petición.

Recomendar un libro de verdad, recomendarlo bien, no es soltar el título de un libro que te haya gustado y recomendar que se lea. Es muchísimo más complicado.

Recomiéndame uno bueno.

Ja. No es tan fácil. Hay libros buenos, buenísimos, pero pueden no ser adecuados para ese momento, para ese estado de ánimo, para esa persona en particular. Leer un libro bueno sin que sea su momento es como comer jamón serrano ibérico de bellota con pan de molde rancio untado en mantequilla. El jamón te sabrá bueno porque es cojonudo pero se habrá desperdiciado. Lo mismo ocurre con los libros. Un buen libro se puede apreciar siempre, en cualquier momento que lo leas sacarás algo satisfactorio, pero es mejor leerlo en su momento.

Venga...pero recomiéndame uno que me pegue ahora.

A ver… ¿qué te pegue para qué? ¿Qué quieres del libro? ¿Qué vas a hacer con él? ¿Qué esperas de él? Puede ser que quieras aprender algo. Puede que lo necesites para distraerte de una preocupación. O para distraerte de una pena. O puede que lo necesites para no pensar nada. A lo mejor necesitas un libro que se lea solo, de esos en los que los ojos resbalan por los renglones y la historia entra sola sin que tú tengas que hacer ningún esfuerzo. O puede que no. Que necesites un libro que te cambie la vida. Uno que te vuelva del revés. Uno que te enseñe algo que no quieres saber. O uno que te absorba tanto que se te olvide el mono que te ha dado dejar de fumar. O uno que te haga reír a carcajadas.

No es tan fácil. Es como si te doy las mejores botas de agua del mundo mundial y  lo que quieres es ir a la playa, pues sí, las botas son cojonudas…pero no tienen sentido en ese momento. O te regalo un vestido de noche espectacular y tú lo vas a usar para plantar zanahorias...pues plantarás las zanahorias pero estarás incómodo. No todos los libros valen para todo o si valen,pero es mejor usarlos con criterio.

Sorpréndeme. No pasa nada...si no me gusta no te voy a echar la culpa.

No me preocupa que me eches la culpa si no te gusta. Es tu problema si no te gusta. Lo que me fastidiará es haber echado a perder la oportunidad adecuada para que leyeras ese libro. Porque ya lo habrás leído, no te habrá gustado y nunca jamás podrá volver a tener esa oportunidad contigo. Sí, podrás releerlo en otra ocasión pero será una segunda lectura, ya no será como la primera. Y hay otra cosa. Yo habré perdido la oportunidad de recomendarte, la próxima vez ya no te fiarás de mi o te fiarás pero menos. Si el libro no te gusta o no responde a tus expectativas o te aburre o abandonas la lectura para siempre por ese libro ¿ De quién será la culpa? Los tres saldremos perdiendo, el libro porque habrá perdido su momento, tú porque nunca más te fiarás de mi y yo porque habrá fracasado como recomendadora.

Pero vamos a ver...recomiéndame algo que a ti te haya gustado.

Eso suena fácil. Recomendar un libro es mostrarte, es decir cómo eres, es una muestra de confianza, es decirte que tal libro me gustó en tal momento por lo que fuera y enseñarte un poco más y puedo no querer explicarte ese momento concreto. O puede que sí y que no lo entiendas.

Y hay otra cosa. Puedo recomendarte un libro que a mí me flipara, uno que me dejara completamente alucinada, y puede ser que tú lo leas y no te guste y me lo destripes. Puedo no querer arriesgarme a eso.

...pero si recomiendas libros en el blog.

Cierto, pero los recomiendo en general. Son libros buenos, a veces son jamón serrano y otras veces cheetos. Recomiendo para todo el mundo, no conozco a los que me leen. No sé si los quieren para llorar, para reírse, para aprender, para enviciarse o si los quieren para simplemente poder decir: “Moli, no me ha gustado”.

Bueno...pero entonces ¿qué leo? Dime uno. Te juro que lo leeré con interés, con cariño y que haré el máximo esfuerzo porque me guste. Y te juro que si me gusta te lo diré.

…vale...lo pensaré.