Hoy he soñado que no había terminado la carrera. Sé que es un sueño común, que mucha gente lo ha tenido, pero la mayoría de las personas que me lo han contado, eligieron una carrera difícil, dura y se mataron a estudiar. Sueñan esto y se levantan con sudores fríos de pensar que tienen que volver a presentarse a “cálculo de estructuras” o “ pastos” o cualquier cosa así.
No es mi caso.
La cuestión es que el sueño ha sido muy real. Me he despertado creyendo de verdad que me quedaba una asignatura para terminar, concretamente Historia Contemporánea de 3º. Una asignatura que odié desde el primer momento y que no aprobé hasta el último año, básicamente porque pasé de presentarme.
Una vez que me he despertado y tenía 3 fabulosas horas de insomnio para dar vueltas en la cama y pensar, he conseguido tranquilizarme y recordar que sí, que efectivamente acabé la carrera. Soy licenciada en Geografía e Historia en las especialidades de Historia Moderna e Historia del Arte. Esto es muy importante…porque…de todos mis hermanos soy la única que he conseguido terminar una carrera superior. Y aunque molimadre no lo reconozca, académicamente hablando estoy un escalón por encima de ellos. No me sirve para nada, pero el que no se consuela es porque no quiere.
¿Por qué elegí esa carrera? Yo era buena estudiante en el colegio, tengo una memoria prodigiosa, así que todo lo que era de empollar era pan comido. Las ciencias y en concreto las matemáticas eran una puta pesadilla pero conseguí aprobar las de COU acercándome a mi profesor, Gabriel se llamaba, y diciéndole: “Mira, no tengo ni idea de combinatoria, me dan igual las matrices y es imposible que jamás sepa hacer una integral, pero te juro que no te doy la brasa en clase, no hablo y hago los ejercicios, me pones un 5 raspado y tan amigos..¿Vale?” Era listo y valoró mucho el hecho de tenerme callada toda la clase en vez de estar boicoteándole la clase, ll trato funciono y mi profesor, que era una mezcla entre Efe y mi ginecólogo (esto seguro que tiene un significado raruno), me aprobó e incluso me regaló una rosa.
A lo que iba. Yo no quería hacer nada de ciencias, no quería hacer Económicas ni Empresariales, ni Derecho, ni una filología. Me conozco y necesitaba hacer algo que no me aburriera, porque si me aburro me hostilizo y es peor para el planeta. A mí lo que me molaba era la historia.
- Papá...voy a hacer Geografía e Hstoria.
- Pero, pero, pero..si tienes mucha media y eso no sirve para nada.
- Ya, pero es que lo demás no me gusta y además luego da igual lo que estudies…
- ¿Historia? Por encima de mi cadáver.
Molipadre no sabía hacer chantaje como molimadre y por eso pasé de él y me matriculé en la Complutense en lo que yo quería.
Podría tirarme el pisto y decir que es una carrera que me exigió mucho tiempo y mucha dedicación y blablablabla…pero sería mentir como una bellaca y no es mi estilo. Era entretenida. Los 3 primeros años tenía 3 horas de clase al día..de 3 a 6 de la tarde, con todo el resto del día para brujulear por el mundo, aprender francés, sufrir por mi relación autodestructiva, disfrutar de esa misma relación en sus buenos momentos, hacer escapadas amatorias…en fin.
Cuando llegaba la época de exámenes estudiaba al llegar a casa por la tarde, hasta las 3 o las 4 de la mañana y luego a dormir. Me encantaba estudiar por la noche, con todos mis libros de arte por el suelo y mirar y remirar los cuadros, los templos, las esculturas…me encantaban las asignaturas de Arte.
Recuerdo especialmente a los profesores de primero, los demás han caído en un limbo. Supongo que en primero eres inocente y todo te impresiona, luego te das cuenta de lo que es y pasas millas. Tenía un profesor de arte antiguo, el Dr. Olaguer Feliú que era un crack, explicaba arte egipcio como si fuera una novela, era fabuloso. Siempre mandaba leer sus libros y hacer trabajos sobre ellos, la parte buena es que no se daba cuenta que le presentabas un trabajo que alguien ya había entregado el año anterior. Tuve también una profesora de prehistoria sencillamente acojonante, Almudena. Acudir a sus clases era todo un espectáculo y salías con ganas de irte al valle del Rift a buscar fósiles de homínidos, una pasada.
No conservo amigos de la universidad. Eso se me hace raro. El ingeniero tiene a sus amigos de montes, la panda del radiador, y son una piña total..hace mil años que terminaron y sin embargo se siguen viendo continuamente y hablamos y miles de planes.
Yo nada. Supongo, que se debe, primero a que no soy una tía con un especial interés en hacer pandilla, llegaba a clase, entraba, y al terminar me piraba a mi casa, no soy especialmente sociable. Segundo pasaba poco tiempo allí, 3 horas al día, no comía, ni tomaba café ni estudiaba en la biblioteca, así que tampoco había espacio para interactuar y tercero, mi relación autodestructiva me hacía pasar muchísimo más tiempo en la escuela de montes que en mi propia facultad.
(Pelirroja...si lees esto a ver si das señales de vida)
Me moló la carrera. Me gustó lo que aprendí y disfruté estudiando, pero era fácil. Los dos últimos años hice dos especialidades a la vez y por las tardes curraba en la biblioteca de económicas, un trabajo que me encantaba y que ya contaré otro día.
Por supuesto yo tenía razón y daba igual lo que estudiara, el curro en los libros de colores no tiene nada que ver con mi carrera.
PS I: Para los fans de Mad Men..esta espectacular sesión de fotos en la revista Rolling Stone…Me encanta Don Draper.
PSII: Hoy vuelvo a la piscina.