
- Nonononononoo..dime que otra vez NO.
- Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii. Otra vezzzz
- ¿ Disfrutas con esto, verdad?
- Muchísimo. Ya sabes lo que toca. Te lo vas a pasar en grande.
Y si. Otra vez presidenta para las elecciones sindicales. Fabuloso.
Primero no me gustan los sindicatos. Segundo, los sindicatos me odian. No va mal, ambas partes sabemos la relación que tenemos y no hay malentendidos. Rechazo mutuo.
Segundo, no puedes escaquearte. SI eres el empleado más antiguo de tu empresa has sido agraciado con la presidencia del proceso electoral sindical. ¿Puede haber más dicha como currante? ¿Se puede pensar en un honor más alto que participar en esa fiesta de la democracia laboral en un lugar preferente? A mí las dos veces que ya me ha tocado he tratado de escaquearme por supuesto, en plan:
- estoy enferma, ( no cuela Moli..el proceso dura un mes no vas a estar de baja un mes),
- tengo muchísimo trabajo ( no cuela Moli, esto es tannn importante que quedas dispensada de tu curro normal),
- ¿ y si lloro? Moli no cuela ni de coña, tu no lloras nunca.
Así que nada, no te quedan más cojones que enfrentarte a un mes situaciones absurdas. Superado el cabreo y la hostilidad inicial decidí enterarme de cuales eran exactamente mis funciones y..resultó que al que se le ocurrió organizar esta chorrada decidió que el Presidente tiene el poder absoluto. Por supuesto no contaba con que yo fuera a ser Presidenta..si no habría limitado ese poder.
Comienza el proceso y se me llena el despacho de sindicalistas. Tenemos a los del “ somoslosmejores”, a los de “nosotrosiquesomoschachis” y “nosotrossomosguays”. Todos vienen con papelitos variados llenos de pegas estúpidas sobre el calendario del proceso.
- Moli, has puesto que el día tal se publica el censo y luego hay 4 días de alegaciones y luego 20 días de campaña y las elecciones son el lunes tal y no puede ser.
- ¿Por qué no puede ser? Lo he organizado de acuerdo con los plazos fijados en el Estatuto de los trabajadores, estipulación la que sea, párrafo este y línea esta. ( si me pongo legalista soy lo peor)
- Ya, pero es que los lunes es mal día.
- ¿Por qué?
- Porque los curris en turnos, faltan y claro..no nos viene bien.
- A mi plin. Implícalos en este bonito proceso y que vengan a votar aunque no les toque currar…jajajajaja.
- Pero es que…
- Una cosita..¿ aquí quien decide?
- El presidente.
- ¿ y el presidente es….?
- Tú.
- Pues alá…
- Es usted Molinos.
- Sip.
- Le corresponde ser presidenta por ser la empleada más antigua.
- Sip.
- Los sindicatos dicen que no puede ser porque para ser presidenta hay que ser categoría A de curri y usted es C.
- Incorrecto. Yo soy categoría A y además categoría C…es decir soy A+C, pero no soy solo C. ¡ Qué más quisiera!
- Así que usted quiere ser presidenta.
- No, yo no quiero, pero si vamos a ser legalistas, tengo que serlo. Si quieren derrocarme tienen que buscar otra teoría.
- Moli presidenta.
- Ala…cojonudo.
- ¿ Qué has hecho?
- ¿Qué he hecho cuando? ¿Ayer? ¿ esta mañana?
- Has mandado un mail con el censo.
- Si…¿qué pasa?
- Eso vulnera la LOPD.
- No me jodas..hay que hacerlo “PÚBLICO”..habrá que “PUBLICARLO”.
- Ya, pero por mail todo el mundo lo ve.
- ¿ pero no es ese el propósito de publicarlo? O es que estoy imbécil?
- Sí, pero claro por mail..la gente cotillea…
- ¿ Y qué cojones quieres que haga?
- Pues lo cuelgas en los tablones.
- PERO SI ESO ES LO MISMO PERO EN SOPORTE PAPEL.
- No es lo mismo
- Si lo es
- No lo es
- Si lo es.
- No lo es.
- A tomar por culo. Te vas a cagar.
Llega el día de las elecciones. La fiesta de la democracia laboral tras una intensa campaña que ha consistido básicamente en repartir mecheros. El surrealismo me rodea.
A las 9:30 de la mañana estoy en una ciudad de provincias que ni siquiera es capital de reino.
Tengo una resaca de flipar porque el día antes he tenido un sarao de curro en el que dije “no pienso beber” . Sin comentarios.
Tengo que dejar el coche a tomar por saco de las oficinas donde tengo que recolectar 4 votos porque en la ciudad de provincias lo del aparcamiento está chunguísimo.
Y lo mejor de todo…llevo en los brazos una urna de metacrilato cerrado con un candado y de un tamaño que cabría yo dentro…rememoro la conversación con el director de RRHH mientras me veo en un escaparate.
Moli..Acuérdate de recoger la urna.
¿Para qué?
Para cuando vayas a la ciudad de provincias el lunes a primera hora a recoger los votos.
¿ Estas de coña? Si son 3. Los cojo, los meto en el bolso y ya los echaré en la urna cuando lleguemos.
No, no..Así no es. ¿ Quieres que te lea el procedimiento?
Serás cabrito…
¡ Qué? ¿ A pescar cangrejos al río?
¿Perdón?
Si mujer…esa caja está fenomenal para ir echando los cangrejos de río según los pescas..Así los mantienes vivos y los vas viendo. Si no te hace falta para nada, me la podías dejar, guapa.
Un coñazo. Tienen que votar 60 tíos, pero por supuesto la gente no se agolpa en la puerta de la sala. No, los muy cabrones se lo toman con calma y van viniendo con cuentagotas. Por fin..Después de 5 horas a votación, se acaba el plazo.
- Me voy a comer.
- ¿ Y el recuento?
- Después.
- No puede ser. ¿Quién vigila la urna?
- A ver..tiene 60 votos no el santo grial. Nadie quiere robarla. Yo tengo la llave del candado y la llave del despacho. No le va a pasar nada.
- No puede ser.
- Eres tan cansino. ¿Quién decide cuando es el recuento?
- El presidente…
- ¿ Y quién es…?
- Tú.
- Pues eso.
Es todo tan divertido, tan enriquecedor, tan bonito y contribuye tanto a mejorar mis niveles de hostilidad, que me dan ganas de tener trillizos el año que viene para ver si así consigo escaquearme.
Me ha quedado un poco largo, para compensar la vaguería de ayer.