A mi modesto entender de persona que lleva currando en la misma empresa 9 años, 7 meses y 16 días, la especialización es una puta mierda. Esto lo sabían ya en el Renacimiento, cuando se apostó por el hombre universal, pero es un sabio conocimiento que se ha perdido, básicamente porque creo que la mayoría de los expertos especializados que hay ahora mismo no sabrían situar esa época en la historia universal ni aunque les amenazaras con cortarles la mano con la que sujetan la tarjeta con su rimbombante cargo.
Cuando en una empresa hay poca gente y todo el mundo hace más o menos de todo, el nivel de responsabilidad e implicación es mayor. Tú haces tú curro pero sabes qué hace el de al lado y además sabes que si el de al lado tiene problemas con su tarea eso repercutirá en el tuyo y por tanto te implicas un poco más. Eres el responsable de la compra de libros en general, los compras y te preocupas de qué hace con ellos el que los coloca y te reúnes con el de la pasta para saber cuántos libros puedes comprar. En resumen, sabes en lo que curras y para qué.
Las empresas van creciendo y los quehaceres se van compartimentando. Cuanto mayor es la empresa más difícil es que una sola persona abarque mucho, más que nada a nivel práctico, de papeleo, reuniones, flujos y todas esas majaderías. Al compartimentarse las tareas, crece el número de expertos y ahí es donde se jode todo. El nivel intelectual de los expertos es inversamente proporcional al número de ellos que haya en la empresa. Si tienes 4, probablemente sean todos buenos…si tienes 40…solo tendrás 4 buenos. Los otros 36 se caracterizarán por:
- Nulo conocimiento de todo lo que se salga de “su área”, familiarmente conocida como “mi tesorooooo”.
- Fabuloso talento para minimizar su responsabilidad: “esto no es de mi departamento”, “yo lo hice bien”, “alguien del despacho de al lado la cagó”, o el siempre efectivo, “a mí eso nadie me lo había comunicado”.
- Un igualmente fabuloso talento para adjudicarse medallas: “yo SABÍA que había que hacerlo así”, “menos mal que estaba yo aquí para ocuparme de esto”, “gracias a Dios que mi departamento funciona”.
- Odio visceral hacia los pocos especímenes de expertos buenos que hay. Estos son aquellos que tienen una visión global de la empresa y que en las reuniones son capaces de desmontar los absurdos argumentos de los demás.
Estas 4 características se dan en todos, pero luego los tenemos de varios tipos.
Experto pululante. Nadie sabe qué cojones hace. Normalmente ha sido colocado por la dirección encajándolo en un bonito arabesco lateral en medio del organigrama. Tiene todos los gadgets del experto: parking, teléfono, coche de empresa, portátil y puede que incluso tenga secretaria, lo único que le falta es contenido a su puesto. Se suele vender como que es un gurú de lo que sea, como qué sabe de todo, pero por supuesto es falso y en cuanto se rasca un poco uno se da cuenta de que no sabe de nada. Su capacidad para generar resultados negativos se puede medir por los paseos que dé por los pasillos.
Experto inesperado. Es aquel que por alguna extraña alineación planetaria y porque normalmente tiene un enchufe alucinante, ha dado la brasa hasta la extenuación se encuentra en un puesto que no se esperaba. Quería ese puesto, pero realmente no sabe qué hacer con él. Sabe que no tiene la capacidad para cubrirlo y que no tiene ni puta idea, así que lo que hace es disimular. Básicamente es un escaqueador nato. Nunca nada de lo que pasa tiene que ver con él. Puede incluso convertirse en el hombre invisible.
Experto tocacojones. Es una variante del inesperado. Tampoco tiene ni puta idea pero en vez de optar por el escaqueo y el disimulo opta por otra táctica. Hacer tan visible que es un cabronazo que la gente se ofusque con eso y no vea que no hay nada detrás. Se trata de dar miedo. Disimula haciendo la vida imposible a su equipo. Delega, delega y delega. Controla horarios, entradas, salidas, si se sale a fumar, si se habla por teléfono y si se navega por internet. Se pone todas las medallas si las cosas salen bien y echa broncas monumentales si alguien la caga, por supuesto nunca él. Jamás coge el móvil de empresa pero es especialista en llamar fuera de horarios de oficina con marrones del tipo: llega un cargamento de libros verdes el viernes a las 9..tienes que quedarte.
Experto despistado. Lo más parecido a esto que hay es el típico profesor de universidad que sabía un huevo y se le notaba pero era un puto desastre dando clase. Este experto es así, sabe muchísimo de libros amarillos, pero pierde los papeles, no se acuerda de los que ha comprado o no, no sabe si tenía una reunión hoy o mañana, se pone a hablar de libros amarillos y acaba contándote su viaje a las chimbabas a comprarlos…Es horrible trabajar con ellos porque son un caos absoluto. Normalmente su equipo se dedica a parchear los huecos que su experto va dejando. El problema de este tipo es que es muy permeable a las malas mañas del inesperado, cuando percibe que la ha cagado suele escaquearse con cosas del tipo: “creo que te lo dije…debo tener guardado el correo por ahí…estoy seguro de que te di ese papel”.
El experto bueno.. De los buenos, buenos, de esos qué dices..Joder, ya me podía haber tocado currar con ellos, y que cuando tienes que despachar algo con ellos da gusto: se hace rápidamente, todos sabemos de lo que hablamos y todos traemos las tareas hechas. Jamás dicen: “eso no es de mi incumbencia” y sin embargo dicen: “vale...veré que puedo hacer y te digo algo, creo que puedo solucionarlo”. Son tipos que saben en lo que trabajan, montan un equipo, distribuyen responsabilidades, adjudican el mérito del buen trabajo a la gente que trabaja con ellos y se comen los marrones cuando ese mismo equipo la caga, para eso ganan más y son jefes. Tienen una visión global del curro y son capaces de ver que si alguien la caga en los libros verdes eso repercutirá en todo lo demás. Ya digo que son escasos pero yo conozco a dos.
Alguno puede creer que son una leyenda urbana, como la chica de la curva y el sentimiento paternal, pero juro que yo conozco a dos.
14 comentarios:
Tanto experto y tan poco seso...En todas partes pasa igual.
Siglo XVI a bote pronto. Y tu al grupo de los expertos que valen.
¡Buen fin de semana!
¡Joder! Estaba ya convencido de que trabajamos en la misma empresa. Pero cuando dijiste que hay 4 buenos me di cuenta de que no. En la mía solo hay 1.
Es una pena, porque seguro que nos lo pasaríamos bien mandando quieries cruzadas a los expertos.
Moli vaya veranito que llevas¡¡¡¡¡ a todos esos subnormales tienes que aguantarles?????
Marchate de vacaciones pero ya¡¡¡¡¡
Jo****rrrr.. tienes dos? porque mundo cruel? porque acaparas? moli mon die! reparte... que aqui en mi maravillosa empresa... tengo expertos de todo tipo menos de los buenos. Podrias mandarme uno de esos dos? porfa, porfa, porfa, porfa.....compartir es vivir, no?
Estupenda clasificación, yo también conozco a varios de cada tipo, mi empresa es grande y la fauna es variada...
No queda otra que callar bocas con el trabajo bien hecho, que es lo único que queda en manos de uno. Así que valor y al toro!
¿Pero los expertos buenos existen de verdad, o te los has inventado para fardar? Porque todos los otros me suenan, pero de esos juraría no haber oido hablar nunca...
Jajajajaja me suenan todos... :)
Creo que necesitas unas vacaciones. ;)
Besos!!!
Yo creo que en la "Escuela especilizadísima en formación de expertos" había una asignatura troncal titulada "Cómo esquivar los marrones y mandárselos a los demás". Los pocos expertos buenos que existen se fumaban esas clases...
Los especialistas son aquellas personas que saben cada vez más y más sobre menos, hasta que llegan a saber absolutamente todo sobre nada.
Precisamente por su capacidad para asumir los errores de su equipo y para reconocer los aciertos perosnales el Experto bueno suele acabar desplazado por cualquiera de los otros tipos de Expertos
Más que nada porque Jefes Buenos suele haber menos que Expertos Buenos y los Jefes Pululantes, Tocacojones O Inesperados suelen reconocer los méritos de aquellos individuos en las que se reconocen.
Los Buenos están condenados a la extinción
Mi modelo de experto bueno Josep Guardiola, el entrenador del Barça!
Yo he trabajado para un experto bueno, así que doy fé que existen.
Y por desgracia, los otros también existen.
Muy buena clasificación. Te has dejado el “experto jetilla” que es ese que se pone de coordinador en las publicaciones de los curritos cuando no ha hecho nada, o premia a sus becarios a los que explota, con una reducción del 20% en su propio curso de verano que cuesta 1500 por 2 charlas o sin ir mas lejos el experto bloguero que premia a quien le comente un post vacío con escribirle también el siguiente post y así seguir estando leyendo a la bartola unos días más.
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