
1.- Jamás plantee a sus churumbeles preguntas que incluyan elegir algo:
- ¿Qué queréis cenar?
- Macarrones, pizza, patatas, bombones, salami, caviar.
ERROR.
Tampoco sirve acotar la respuesta a dos alternativas posibles: ¿queréis macarrones o sepia? Jamás elegirán lo mismo y usted tendrá que optar por una de las opciones, para posteriormente dedicar hora y media a explicar al churumbel no elegido, que es una cuestión alimenticia y no que tenga usted un descendiente favorito ( aunque lo tenga hay que negarlo siempre). Por supuesto y aunque sea una obviedad decirlo, jamás se comerán lo elegido.
La manera correcta de actuar es: De cena hay guisantes.
Sea categórico y no dude o ganarán ellos.
2.- Si establece un patrón seriado sepa que debe mantenerlo a toda costa. Usted puede querer cambiar esa serie pero ellos no le dejarán. Si ha decidido que los sábados pantalón y el domingo vestido, no intente convencerles de que como van a la nieve el domingo nos pondremos vestido el sábado. Una serie es una serie y no hay más cojones, así se lo han enseñado en el colegio. Cualquier intento por cambiar esto le restarán uno o dos años de vida.
3.- No crea que sus hijos heredaron su memoria de pez. Es probable que usted antes de darse a los excesos de la mala vida también tuviera memoria, pero al dejar de usarla ( puff..que hice anoche? Mejor lo olvido) se le atrofió.
Ellos la conservan intacta. Si usted, en un momento de debilidad y por quitárselos de encima cede a la tentación de decir algo así como: ¡ que sí, que el sábado iremos a patinar! Sepa que no se les olvidará y desde el momento que lo diga hasta que cumpla su frase se verá envuelto en una nube de interrogantes: ¿ cuanto queda para ir a patinar? ¿ es mañana? ¿ y al otro? ¿ y al otro? ¿ vamos ya? ¿vamos ya? ¿vamos a ir? ¿vamos a ir?
Mucho mejor la duda probable: si es posible, a lo mejor y si os portáis bien, vamos.
Usted introduce tantas variables subjetivas que podrá rajarse en cualquier momento.
4.- Sus churumbeles saben latín. Tienen memoria, pero no crea que la aplican para todo. Asuma que tendrá que repetir hasta el infinito normas básicas como: id al baño y lavaos las manos, , que os laveis las manos, ¿ os habéis lavados las manos?, ¿ cómo tengo que decir que os lavéis las manos? ¡¡ EL QUE NO SE LAVE LAS MANOS NO COME!...cuento 3 y el que no se lave las manos...
Lo mejor es aceptar que usted se ha convertido en un loro de repetición combinado con la Srta. Rottenmeyer.
No demuestre agradecimiento supremo si un día lo hacen a la primera. NO funciona y sólo servirá para que le digan: ¿ cómo lo hemos hecho bien nos das un kinder? Usted estará al borde de las lágrimas y cederá al chantaje y entrará en una espiral de premio/ recompensa de la que es dificil salir. ¿ Si nos lavamos las manos nos das un kinder? Si no nos das un kinder no nos lavamos las manos. ERROR
Siga gritando y confíe en que por no oirle lo hagan a la primera.
5.- No confíe en su paciencia a no ser que haya heredado un superpoder maternal legendario conocido como “ tengo más paciencia que un santo”. En caso contrario, es mejor que se retire a una distancia prudente si ve que no puede aguantar ni un segundo más la pelea que tiene con su churumbel para que se tome la cena. Antes de combustionar, huya.
6.- No subestime la capacidad de sus churumbeles para sacarle de sus casillas. Su capacidad para ponerle al borde del colapso nervioso es muy superior a cualquier otra que haya conocido hasta el momento, incluida la de su madre, su jefe y un teleoperador combinados.
7.- No recurra a explicaciones complejas para actos sencillos.
Niñas, no me gusta que entréis en el baño cuando me estoy duchando. A mami le gusta tener un poco de intimidad por lo menos 45 segundos al día. ERROR
Nada más abrir el ducha, tendrá a sus churumbeles con la nariz pegada a la mampara y preguntas que joden como: ¿ y porqué tienes pelos? ¿ estás gorda o vamos a tener un bebe? Ellos no entienden que usted necesite intimidad si cuando ellos se bañan usted organiza tertulia con su pareja en el baño y además todo el mundo les ve desnudos y no hay problema.
Sea categórico: NO SE ENTRA EN EL BAÑO PORQUE LO DIGO YO.
Y cierre con cerrojo.
8.- Por el bien de su vida personal y su equilibrio mental y el de su pareja ( si aún la conserva) no haga tonterías. Si sus churumbeles están entretenidos jugando a lo que sea, viendo la tele o durmiendo, no deje que su conciencia le gane. No aprovecha esa tregua temporal para hacer absurdeces como ordenar armarios, papeles, cocinar o estudiar. Aproveche ese tiempo para usted: lea, vea una película, dormite, cierre con cerrojo y eche un polvo. Ya tendrá tiempo para pasarlo mal sumando las dos experiencias: sus hijos gritando y usted ordena, sus hijos llorando y usted cocina. Aproveche la calma.
9.- No caiga en el chantaje emocional. Si usted se va de casa y lloran como si los estuviera abandonando en una carretera comarcal no recule, no se lo crea.
Según cierre la puerta se les olvidará.
Si deja a los churumbeles con su pareja, tampoco caiga en el chantaje emocional de él/ella.
Huya y disfrute. Ya se lo hará pagar a la vuelta.
10.- Sus churumbeles oyen y entienden. No hable de ellos con otras personas como si no estuvieran delante. No les gusta y además pueden usarlo en su contra, si usted cuenta por ahí lo que dicen ellos, ¿ porqué no van a hacer ellos lo mismo?: Mami, ¿ porqué dijiste el otro día que Abu era tonta?
O peor, pueden hacerle sentir exactamente como le hacía sentir su madre: Mami, ¿ porqué le cuentas a todo el mundo lo que yo te digo solo para ti?
Si tiene cosas que contar sobre ellos, buenas o malas, escriba un blog.
Anónimo por supuesto, enseguida empiezan a leer.
Me temo que los coach van a amarme por este post.