domingo, 9 de junio de 2013

PRINCESAS, EGOMAKERS Y FRACS.



Esto es que se era una princesa sueca guapa que se llamaba Magdalena. Todos los días cuando se miraba al espejo y se veía tan pibón tenía dos pensamientos:

- Soy clavadita a las suecas de las pelis españolas de los 60. 
- Menos mal que soy guapa y así Magdalena queda exótico y molón...porque si fuera un coco y encima me llamara Magdalena, no me comía un colín. 

Magdalena tenía un par de hermanos. Una hermana simpática que iba a ser reina y que se casó con un asesino en serie y un hermano guapo que tenía una novia actriz porno pero a la que Magdalena veía igualita que Rocío Durcal de joven y se le hacía complicado imaginarla trajinándose antenistas o fontaneros...pero algo debía hacer bien porque su hermano tenía cara de estar contento y estar probando "cositas" nuevas. 

Magdalena como toda buena princesa guapa se echó un novio y allí andaba ella de boda real en boda real, de fiesta absurda en fiesta absurda del brazo de su novio, hasta que un día se enteró por la prensa de lo bien que se lo pasaba su novio con otras suecas o no suecas...y claro, tuvo que dejar al novio.

Magdalena se piró a Nueva York  a consolarse que es lo que hacen las princesas  cuando sufren mal de amores. El resto de mortales nos consolamos en el sofá cuando buenamente podemos, pero ella es princesa, sueca y guapa.. así que juega en otra liga.  En Nueva York penó un poquito de aquí para allá con un gorro de lana de estibador, que como todo el mundo sabe es lo que hay que ponerse si vas a NY a penar y conoció a Chris. 

¿Quién es Chris? Chris es el egomaker de Magdalena. Es mayor que ella, es rico que te cagas, es blando, tiene labios resbalosos, un pelo perturbador, pinta de adorar a Magdalena y da besos mojados.  Chris llegó y se dedicó a mimar la autoestima de Magdalena que estaba por los suelos. Vamos, lo que viene siendo la tarea habitual de un egomaker. 

Y ¿Qué ha hecho Magdalena? Pues en vez de utilizar al egomaker como debe utilizarse, se ha hecho un lío  y se ha casado con él. A lo grande, con un bodorrio de esos de tiaras y princesas saludando con las manitas como si fueran el gato de los chinos.

Pero Magdalena no quería hacerlo todo como las demás princesas absurdas y pensó en hacer una boda "distinta". Inciso.- el concepto "distinto, diferente u original" asociado a la palabra boda, es algo que debería hacer  huir despavorido a cualquiera Fin del inciso. 

Magdalena le dijo a Chris: 

- "Cariño, he pensado que yo ya voy a ser la más guapa de mi boda, las demás seguro que vienen vestidas de color carne, de señoras mayores o directamente hechas unas pintas...pero se me ha ocurrido que podíamos obligarles a ellos a venir vestidos de tripulación del Capitan Sttubings, de soldadito de plomo o de pingüinos de Mary Poppins y así tú no desentonarás"
- Lo que tú quieras cariño.- le dijo Chris que está obnubilado, 

Si Chris no fuera un egomaker, hubiera dicho:  NI DE COÑA me pongo un frac que además es para la noche; si quieres chaqué y vas que ardes, pero el frac ese que pareces un pinguino no me lo pongo ni de coña por muy princesa sueca guapa que seas. 

Y ahí han ido todos, disfrazados en un completo despropósito. El traje de caballero, el esmoquin e incluso el chaqué sientan bien a (casi) todos los tios. Hay tíos que están mejor en vaqueros y camiseta sí, pero si se ponen un traje no pasa nada. 

El frac es otra cosa. El frac es a las tías, como el color carne de la lenceria a los tíos. Tú ves a un tío con frac...y se te cae la líbido a los pies. El frac es como los sujetadores color carne, ves un frac y pierdes el interés y las ganas y todo. Ni siquiera piensas "se lo quito rápido y me olvido". Da hasta pereza pensar en quitárselo, esos picos de la chaqueta que parece que te van a pinchar, esos botonacos...casi hueles a naftalina desde la distancia. 

El frac además de ser un aniquilador de líbido y de envejecer a cualquiera que lo lleve, es un atuendo complicado. Lleva un pantalón con una tira que brilla a los lados..¿para qué? ¿cuál es su función? ¿tiene alguna? y si no la tiene ¿a quién se le ocurrió? Lleva un chaleco muy raro con solapas muy largas que se abrochan muy abajo y que si eres gordo con tripa no sujetan la tripa, una camisa blanca con cuellos muy rígidos que seguro que molestan y en el colmo del horror estético una pajarita blanca gigante. ¡Oh! casi lo olvido...hay que llevar un pañuelo picudo en el bolsillo superior de la chaqueta que por supuesto solo sirve para llevar pañuelos picudos. 

En la versión clásica del frac  tenemos al novio/egomaker y su amigo. En la version rockera desenfadada "lo voy a llevar recién salido de la secadora" tenemos al batería  al guitarra de Durán Durán (si, si..sigue vivo). En la versión "le cambio el chaleco por uno que me sujete las lorzas" tenemos a Nicolás de Grecia. En la versión "voy a ser diferente y creativo y creo que a esto le falta algo como por ejemplo una banda azul bebé con borla" tenemos a Felipe de Grecia. En la versión "tengo que sujetar este traje porque sino van a ver la recortada que llevo escondida" tenemos al marido malvado de Victoria de Suecia y en la versión "el frac es también estupendo para señoras mayores teñidas" tenemos a Valentino. 

Mención aparte merece la sección "frac rococó". Esto ya es espectacular. Nunca pensé que diría esto, pero esas princesas...tiene mucho mérito. Seguir teniéndole respeto a un tio que se pone un frac con chorreras doradas, unos botonazos dorados que deslumbran y gorra de plato...tiene un mérito increíble. 

Los hay más rococó y otros menos. El principe guapo sueco lleva el disfraz ridículo con bastante dignidad y yo le veo carilla de picarón, de estar  pensando en las posibilidad de disfrazar a su  novia, la Rocio Durcal del porno sueco con su gorrita de plato y los guantes blancos. Sólo con eso. El principe Eduardo de Inglaterra como todo buen inglés que se precie, no tiene el más mínimo sentido del ridículo asi que las chorreras más grandes y más aparatosas, por encima del hombro, por debajo del brazo, que cuelguen y unas cuantas medallas por el otro, sin complejos. 

Mis favoritos sin embargo son Federico y Hakoon...¿Como es posible que dos tíos potencialmente estupendos y atractivos estén tan horriblemente mal? ¿Por qué? ¿Por qué esa pinta de dar la bienvenida al pasaje de un crucero regalado por Marina D´or? Y ¿por qué un pantalón gigante  que te hace bolsas? ¿venía en el pack con la gorra que más que de plato es de fuente? Federico esa gorra te hace chaparro!!! Hakoon va igual de espantoso, de sobrecargo del barco del amor que ha conseguido ligar con la señora mayor en la que se ha convertido Mette Marit. 

Al final el plan malvado de la Magdalena le ha salido bien, ella era la más guapa y Chris ha quedado casi casi como un tio elegante. 

Y para cerrar este bonito despelleje, contemplemos a un egomaker celebrando su triunfo. Por la pasión de ella, con ese brazo rígido...más le vale celebrarlo rápido, no creo que le dure. 




viernes, 7 de junio de 2013

YOU´RE THE ONE.- Oda a enamorarse de un triste.









Mis dos posesiones materiales más necesarias en mi día a día están viejunas y renqueantes:    mi venerable coche (455.000 km compartidos)  con  radio con casette, si con casette y mi mp3 (4 años de uso continuado) con 1500 canciones.  

Conecto mi mp3 a la radio con una cinta de esas de las que sale un cable que se enchufa al mp3 y por un misterioso proceso que es como magia puedo escuchar mis canciones en modo aleatorio mientras atravieso los páramos de Mordor todos los días.  Pues bien, mi mp3 ha empezado a fallar como los walkman de los 80 y para conseguir escucharlo  en estéreo tengo que ir apretando el mp3 entre las piernas, mientras reniego diciendo cosas viejunas como “ya no se hacen las cosas como antes”.

Esta mañana, ha saltado esta canción. “You´re the one” de Tracy Champman, que es una de esas canciones que automáticamente disparan mi dedo para subir el volumen y me hacen cantar. Me da buen rollo y me anima. O me animaba porque hasta hoy no me había puesto a pensar detenidamente en la letra. Pensaba que sí, iba de yo te quiero mucho, tú eres para mí, los demás no lo entienden...pero no, es una oda al enamorarse de un triste. Y ya lo dije una vez, enamorarse de un triste es lo peor que te puede pasar en la vida.

A ver, a mi Tracy me gusta, me cae bien, pero sé que a los tios no les gusta, les da como resquemor, no sé...algo del estilo de Meryl y Glen Close. El caso es que me cae bien, pero en esta canción, ahora que me he puesto a analizarla, me da como pena. Es la típica amiga maja que cae bajo el influjo de un triste y te dan ganas de abofetearla hasta la muerte en plan: deja la puta guitarrita y arreale a él en la cabeza y sal corriendo.

Muy cantautora y todo, pero cae en todos los tópicos.

Empieza reconociendo que si, que a lo mejor el triste está un poco loco, que no es bueno y que puede incluso su familia esté maldita.


Some say you´re crazy
Say that´you´re no good
Say your family´s cursed with bad blood
But I think you´re cute and misunderstood.


And I wouln´t change you if I could

Después se lanza a decir todas las memeces que todas hemos dicho al enamorarnos de un triste: sé que tú eres distinto, monísimo...un diamante en bruto que solo yo con mi amor supremo he sabido ver.

Y termina con un doble tirabuzón, con pirueta...y dice la frase maestra que te lleva al abismo: lo que pasa es que no te entienden, pero yo sí y no te cambiaría aunque pudiera. 

Pobre Tracy, va a sufrir como una perra.  


Obviamente Tracy está cantando esta cancioncita en un momento en el que el triste en cuestión ha ido a verla, para que Tracy le haga mimos y le diga lindezas y como Tracy está colada hasta los huesos pues le dice amoríos pensando que así el otro dejará de ser un triste destructor de vida y se convertirá por fin en lo que ella sabe que es en el fondo..Tracy le dice que le susurre, que ella le llama y que ella tiene cristalino en la cabeza y en el corazón, él es el único para ella. 

Letém talk you down.

Call you names
 My mind's made up 
It ain't gonna change
 I'm sure in my heart 
Happy and free 
You're the one you're the one 
You're the one for me.

Ni que decir tiene, que el triste en cuestión no piensa lo mismo. Ni lo piensa ahora ni lo ha pensado nunca,  pero Tracy está cegada. Tracy para mostrarse en todo su esplendor ante su triste, decide ponerse méritos, en plan “mira, algunos dicen que eres un asqueroso, que eres un amargado, un inculto, un salvaje y un descontrolado”...un perla vamos. Pero ella le dice que sabe que eso no es verdad, que él es empático como el que más, sensible y dulce. Ole, ole y ole por Tracy y su ceguera amorosa. Pero ella más feliz que una perdiz, diciendo que está segurisima y que él es lo más de la creación. Me imagino a sus amigas dándose cabezazos contra la pared para aguantarse las ganas de romperle la guitarrita entre las cejas.


 Some say you're bitter 
Think you're mean 
Uncouth untamed and unrestrained 
But I think you're sensitive and sweet 
Stay as you are don't change a thing 
Let'em talk you down 
Call you names 
My mind's made up 
It ain't gonna change I'm sure in my heart
 Happy and free You're the one you're the one for me 

 El prenda, además de triste y pasar de Tracy, es malvado, salvaje y pelín salido.Es joven,  inquieto e inútil pero Tracy piensa que es divertido y con una sonrisa preciosa. Está tan obnubilada que le suplica que se quede más rato. 

 Some say you're bawdy 
Wicked and wild 
A restless useless juvenile 
But I think you're funny and I like your smile 
Want to be with you want you to stay awhile 

Aquí se desvela todo.  En esta estrofa hemos descubierto que el interfecto, además de ser un triste,  es más joven que Tracy y que no da un palo al agua. La insistencia de Tracy en que se quede con ella “un ratito más”  sólo se explica porque él sea un máquina en la cama....o que esté drogada. 

Sospecho que cuando se despertó del efecto de las drogas, más sola que la una, sin autoestima, sin pasta, sin movil y sin televisor...fue cuando empezó a escribir el resto de sus canciones que no son precisamente de buen rollo.

jueves, 6 de junio de 2013

CON TELE Y CON CRITERIO.







A continuación la periodista de Abc presenta a varias familias que por una razón o por otra en su día decidieron no tener televisión y viven sin ella.

Hemos pasado muchas horas juntos físicamente, pero pasando canales con el mando, por lo que no hablábamos, y ni siquiera nos divertía lo que veíamos”

«Ha sido una liberación total. Ya no pasamos las horas muertas cambiando canales o con discusiones porque uno quiere ver un canal y otros uno diferente. Además —prosigue— el contenido no es nada adecuado para niños y lo que es interesante lo ponen muy tarde».

Nos sentimos con plena libertad porque no dependemos de horarios para ver uno u otro programa».

«Cuando alguno se ha quejado de que sus amigos de clase sí la ven, yo les contesto que sin tele en casa tienen más tiempo para hacer otras cosas y yo para dedicarme a ellos, en vez de estar sentada mirando una pantalla. La tele atonta. Ellos saben que son diferentes, pero para bien. Conocen lo que es vivir sin televisión y se dan cuenta de que no es ningún trauma»

Esta madre ( de 10 hijos) también dice que sus hijos están felices cual perdices “ pero también se pelean más que si estuvieran medio hipnotizados ante la tele»

Después viene por supuesto el siempre presente y nunca suficientemente manoseado recurso de hablar de “estudios que advierten” de todas las cosas malignas que la televisión puede provocar en nuestros hijos: desarrollo de enfermedades cardiacas, obesidad, problemas a la hora de relacionarse con otras personas, no diferenciar entre la ficción y la realidad... por no hablar del aislamiento, falta de sueño o malos resultados escolares.

Después aparecen las opiniones entrecomilladas de varios expertos, psicólogos clínicos, profesores universitarios que opinan que la tele es horrorosa pero que lo suyo es saber manejarla y uno que por lo menos dice algo inteligente y con sentido común.

«Con el uso de la televisión ocurre como con el de un cuchillo:sirve para preparar el bocadillo, pelar la manzana… y para matar. Son los padres, sobre todo, los que deben manejarlo y enseñar a manejarlo. Eliminar los cuchillos de casa, ¿a qué dieta nos condenaría?».

El símil no es el mejor pero está al nivel del resto del artículo.

Finalmente y en un recuadro, vienen unas cuantas indicaciones sobre el uso correcto que se debe hacer de la televisión. ¡Bien!

Me hostilizo. Mogollón.

Todo el artículo (exceptuando el final) es un despropósito.

Empezando por el titular que es sensacionalista, obvio y una completa perogrullada. “Vivir sin televisión es posible” , pues claro que es posible. De hecho hay millones de personas en el mundo que viven sin televisión y no les pasa absolutamente nada. También es posible vivir sin coche, sin teléfono y sin nevera y tampoco pasa nada.  

La elección de las familias entrevistadas pues es de traca también. Vaya por delante que cada uno puede hacer lo que le de la gana en su casa faltaría más...pero de verdad que preferiría opiniones más del tipo “ No tenemos tele porque no nos apetece” a frases como “ “Ya no pasamos las horas muertas cambiando canales o con discusiones porque uno quiere ver un canal y otros uno diferente” o “ tienen más tiempo para hacer otras cosas y yo para dedicarme a ellos, en vez de estar sentada mirando una pantalla. La tele atonta”

Vamos a ver. Si estas familias teniendo televisión vivían así, entiendo que ya no la tengan...en serio. Era,  obviamente, un instrumento demasiado poderoso para ellos, algo demasiado complejo que les superaba y que estaba tomando el poder de sus mentes y de sus casas.  Si lo llego a saber antes, hubiera ido yo a sacarla de sus salones para que así recuperaran algo de control sobre sus frágiles vidas.

Cuanto más lo leo más me preocupan. Por lo que parece,  cuando tenían televisión eran unos peleles sin control sobre su ocio, sobre su tiempo, sin criterio para saber cuando utilizar la televisión y completamente adictos a ella. Cuando han conseguido dejar de tener televisión se han pasado al otro extremo...y están una especie de nirvana sectario que les hace considerarse “diferentes para bien”.

Sin comentarios.

Vamos a ver. Esto no es tan complicado. ¿Estamos tontos o qué?

Se puede vivir sin televisión tan ricamente...pero ¿no es mucho más inteligente aprender a utilizarla y enseñar a nuestros hijos a usarla?

Tener televisión en casa no da cáncer. NI mata. Ni te convierte en un asesino en serie, un sádico sexual o un pederasta.
Ver la televisión con criterio, eligiendo los contenidos y el tiempo que le dedicas no te convierte en satán.
Ver la televisión no impide la comunicación familiar.
Ver la televisión con tus hijos ni les atonta a ellos ni a ti te hace un mal padre. De hecho, hay muchas cosas espectaculares en el mundo que puedes descubrirles a tus hijos en la televisión disfrutando de ese momento con ellos.
Ver la televisión no significa que no leas y que tus hijos no lean.  

Y por supuesto que tus hijos vean la tele no quiere decir que no se peleen.

Me encantaría que de vez en cuando alguien escribiera un artículo medianamente inteligente en el que en vez de demonizar el medio de comunicación y convertir a los que han optado por no tener televisión en una especie de Robinson Crusoe que ha encontrado el sentido de la vida mientras que los que tenemos televisión parecemos imbéciles atontolinaos, sin valores y con familias que no se comunican, mostrara como la televisión tiene un montón de cosas buenas y un montón de cosas malas.

Me encantaría un artículo de familias normales, de padres normales  como los hay a millones,  que tienen televisión en casa ( y aquí incluyo ordenador dónde ver formatos televisivos a la hora que quieras y escogidos), comparten la experiencia de ver la televisión con sus hijos y enseñan a sus churumbeles a tener criterio. Gente que ve una película con sus hijos y luego “se comunican” comentándola y respondiendo las preguntas, gente que descarga documentales que vió en su dia para compartirlos con sus hijos, gente que se emociona viendo un partido de fútbol con sus hijos en la tele, gente que aprecia un buen anuncio de televisión de uno que es una basura, gente que sabe valorar un buen trabajo televisivo de la televisión basura, gente que sabe apreciar una serie de televisión como una obra maestra, gente que se emociona al ver los Juegos Olímpicos que se celebran al otro lado del mundo y que se ríe con una buena comedia. 

Gente que sabe cuando encender la televisión y cuando apagarla.

Gente que sabe usar la televisión y sabe enseñar a usarla.

De verdad que yo creo que no es tan difícil.

Sobre este tema ya escribí aquí por si alguno le interesa. "De tele"