lunes, 10 de mayo de 2010

MATERNITY (LI): En el coche con la familia.

Hay dos tipos de viajes en coche con churumbeles.

Aquellos en los que quieres que se duerman y aquellos en los que no quieres que cierren los ojitos.

Los de dormir.

Son aquellos en los que las horas a pasar con ellos en un habitáculo cerrado van a ser excesivas, esto es, más de dos. Te metes en el coche como si te fueras a quedar a vivir 15 días: comida, bebida, juegos, el Dvd portátil, los cds de música infantil, jerséis para que usen de almohada porque tú que habías llorado por quitar las putas sillas infantiles no sabías lo que ibas a llorar cuando tus churumbeles quisieran dormirse en los alzadores y se les quedara la cabeza colgando. Eso sí, el primer viaje te lo pasas sufriendo y dándote la vuelta para colocarles la cabeza, al segundo ya pasas y hasta te ríes cuando compruebas lo flexibles que son, que dan con la cabeza en las rodillas.

Estos viajes, básicamente, consisten en entretenerles hasta que se soban. No es fácil, hay que entretenerles lo bastante como para que no den la brasa antes de quedarse sobados, pero no lo suficiente como para que se pasen de vueltas de animación, se sobreexciten y no haya ni un momento de descanso: ¡¡¡¡máz, máz, máz!!! ¡¡qué divertido!! Si dicen eso, es que te has pasado. El punto medio no es fácil de conseguir…aviso.

Todas las necesidades han de ser cubiertas antes de que se desnuquen: comida, bebida y pis. Las de los padres y las de los hijos. El deposito siempre lleno, si por casualidad hay que parar a rellenar durante el descanso de las fieras..puede ser motivo de divorcio. Si se duermen…NUNCA hay que parar, en el momento que paras se despiertan y ya no hay nada que hacer, no volverán a dormirse. Así que una vez que han cerrado los ojos, la paz se instala en el coche, suena música sin rima, dejas de discutir con tu pareja, es más...dejas de hablar...solo quieres disfrutar del viaje….NUNCA hay que parar…el momento será cuando se despierten y entonces si...hay que parar rápido, lo más rápido que puedas porque querrán ir al baño, estarán sudorosos, les dolerá algo o cualquier cosa que haga que empiecen a hacer ruido y el habitáculo de tu monovolumen se convierta en un sitio demasiado pequeño para contener tanta armonía familiar.

Los de no dormir.

Son aquellos que suponen poca distancia pero que se realizan en las llamadas “horas fatales” por los padres. Los que no tenéis churumbeles no sabéis que eso, los que inconscientemente dijisteis “y ¿si no me pongo el condón, hoy?” sabéis de que hablo. Si. Esas horas que van de las 7 a las 9 y media de la noche: las horas del horror.

Estos viajes suelen ser en domingo, se vuelve de pasar el día o el fin de semana pero hay que acostarse pronto que al día siguiente hay cole. Ha sido un plan chulo con amigos, barbacoa, piscina o lo que sea susceptible de que los churumbeles no hayan parado y los padres tampoco. Todos lo han pasado en grande y disfrutado del día. Llega la hora de volver a casa, unos 50 km, un viaje corto...pero lo suficientemente largo como para que se soben y no queremos que se duerman. Eso sería el horror.

No quieres que se duerman porque eso supondrá graves problemas logísticos a la hora de llegar a casa.

En primer lugar, el desembarco, hay que cargarlos en brazos porque literalmente están derrengados. Además hay que llevar los abrigos o echárselos por encima si es invierno, las bolsas, los patinetes, si has llevado comida, etc. Sacar las llaves y conseguir subir a casa.

Al principio y como eres inocente, te crees que esto es bueno. Crees que podrás obviar las etapas más duras del día: baños y cenas y encamarlos directamente hasta el día siguiente. Por un momento imaginas la libertad al alcance de tu mano...a las 8 y media...los niños sobados y tú y tu pareja con tiempo para lo que sea…amarse locamente o ignorarse locamente.

Luego te desengañas. Eso no pasa nunca.

En el momento que entras por la puerta completamente derrengado por cargar con tu churumbel desde el coche, el niño cual gremlin amaestrado abre los ojos, se espabila completamente y sabes que lo peor está por llegar. Baño, cena y además no tendrá sueño…ves como tu hora feliz..se aleja en el horizonte hasta las 10 ó las 10 y media…y como a la opción amarse/ignorarse con la pareja…se añade la de odiarse.

Cuando sabes todo esto, haces todo lo posible para que no se duerman en ese tipo de viajes: pones carrusel deportivo a un volumen que parece que tienes a Pepe Domingo Castaño sentado en tus rodillas, cantas canciones infantiles como si te fuera la vida en ello, juegas al veo veo aunque sea de noche y solo se vean las luces del de delante, les preguntas el nombre de todos sus compañeros de clase, juegas a “ ¿quien os gusta más Bob Esponja o los gormitis? A pesar de que sabes que vas a terminar en una conversación trampa del tipo “pero ¿gormiti de bosque o de fuego?, les pides por favor que no se duerman…lo haces todo y más….aún sabiendo que no hay nada que hacer, en cuanto te gires para intentar no vomitar del mareo que llevas, se desnucarán y no habrá nada que hacer.

Luego está la opción mi ingeniero.

Se gira y dice: “está prohibido dormirse”. La primera vez que lo dijo casi me da algo del ataque de risa, pero el caso es que a fuerza de repetirlo algo funciona, porque las princezaz siempre preguntan: ¿Noz podemoz dormir? La respuesta es no, y se soban igual, pero ahora lo hacen en la M30 a 400 metros de llegar a casa. Esto supone que al llegar a casa están profundamente dormidas y hay que llevarlas en brazos pero el ingeniero JAMÁS las carga para subirlas. Las saca del coche y las deja de pié: antes de caerse se despiertan….tu cuerpo te avisa. ( obvia decir que debe ser algo que se pierde con la edad..con todo el pedo y 35 años te caes seguro)

Y es verdad, es sádico...pero funciona.

Ayer llegué yo sola, mil bolsas y las dos sobadas. Mi nivel de sadismo fue menor que el de amor maternal y las cargue a las dos, las bolsas y todo hasta arriba mientras me sonaba el móvil sin parar. Llamo al timbre, y sale el hombre de mi vida a la puerta y me dice: ¿SE PUEDE SABER PORQUÉ NO ME COGES EL MOVIL?

Eso sí...las horas del horror se las zampó solito.

viernes, 7 de mayo de 2010

CASI

Hace un mes.
- Me voy a ir con mis amigos un fin de semana montar en bici. Y me da igual lo que digas.
- ¿Un fin de semana a montar en bici? Vale.
- Y si no te gusta..me da igual.
- He dicho que vale, aunque conociéndoos seguro que al final no vais.
- Ya verás como si.
- Tienes tantas posibilidades de que salga ese plan como yo de ligarme a Gerard.
- Ya lo verás. ¿Quién cojones es Gerard?


Hace 3 semanas.

- El fin de semana del 7, me voy a Valladolid a montar en bici.
- Perfecto. ¿Ya tenéis todo?
- ¿Qué todo?
- El alojamiento, a qué hora os vais, el recorrido..esas cosas.
- No, pero me voy a ir. Digas lo que digas.
- Pero si he dicho que perfecto. O ¿quieres que monte una escena para parecer una bruja?

- Ja..para eso no hace falta que montes nada..ama de llaves.


Hace 2 semanas.

- Me voy de viernes a domingo. ¿Qué vas a hacer tú?
- ¿Yo?..mmm..veamos..pues a no ser que me tengas preparada una sorpresa de última hora que consista en que te vas a llevar a las princezaz contigo, me quedaré con ellas. Pero si te las vas a llevar..pues algo se me ocurrirá.
- Ja..que graciosa. ¿Qué vas a hacer?
- Pues me iré a Los Molinos..supongo. Y quedaré allí con Gerard
- El tal Gerard ¿está en la lista con Bruce?
- No lo habíamos puesto, pero si, hay que incluirlo.
- En tu lista tienes dos y ¿yo en la mía?
- No sé..tú sabrás…


Hace una semana.

- Al final me voy el sábado y vuelvo el domingo.
- Vale.
- Así que no sé si iré a Los Molinos el viernes para salir desde allí el sábado o me quedaré en Madrid, pero tú te puedes ir el viernes.
- Vale. ¿Y porque no te vas el viernes?
- Porque lo mismo tengo que trabajar por la tarde el viernes.


Hace 3 días.

- Al final no me voy, porque va a llover y trabajo el sábado por la mañana.
- ¿trabajas el viernes por la tarde y el sábado por la mañana?
- No, trabajo el sábado por la mañana pero es que además va a llover.
- Vale, así que ¿como trabajas el sábado y va a llover se ha cancelado lo de la bici?
- Si…¿qué pasa?
- Nada, nada. entonces..¿qué vamos a hacer?
- Pues no sé…porque si yo voy a trabajar pues te puedes ir con las princezaz a Los Molinos y luego voy yo el sábado.
- Vale.


Ayer a las 11 y media de la noche.

- Al final me voy.
- ¿y eso? ¿no curras el sábado?
- No, curro el viernes por la tarde, así que el sábado por la mañana nos vamos.
- Vale, pues entonces yo me voy a Los Molinos el viernes por la tarde.
- Perfecto, pues ya está el plan. Yo me voy en bici con mis amigos y tú a los molinos. ¿Ves como sí salía?
- Si, se me saltan las lágrimas de la emoción….Gerard es mío….


7:30 de la mañana de hoy.

- Al final no me voy.
- ¿ESTAS DE COÑA?
- No, al final, ayer miré el mail y como va a llover no vamos.
- Vale..entonces..¿cual es el plan?
- Creo que trabajo esta tarde y puede que mañana por la mañana, pero no es seguro.
- Ya..¿y?
- Bueno, y no nos vamos a Valladolid pero a lo mejor quedamos el domingo para ir a montar por no sé dónde.
- A ver..entonces…no sabes si curras esta tarde, mañana por la mañana ni lo que vas a hacer el domingo…¿ QUÉ QUIERES QUE HAGA YO?
- …mmm..ya te he dicho lo que voy a hacer yo…no sé….

Uyyy…lo que más me jode es que casi casi..consigo a Gerard….

jueves, 6 de mayo de 2010

CONVERSANDO QUE ES GERUNDIO

Al hablar con cualquiera es inevitable proyectar lo que te gustaría que el otro dijera. No se hace conscientemente, pero se hace. Mola muchísimo cuando ese “alguien” por algún oscuro e inexplicable proceso, capta esa proyección y te la devuelve. Auster antes de caer por la pendiente de mi admiración, lo explicó mejor que yo.

De todos modos lo normal es que tu proyección le dé al otro en un ojo, le pase rozando la oreja o directamente caiga en un hoyo que hay entre los dos y la conversación sea de todo menos interesante.

Sobre conversaciones fabulosas ya hablaré otro día, hoy voy a las que hay que evitar.


Conversaciones con nivel de comunicación cero.

Los participantes aparentan ser de la misma especie animal pero su nivel de comunicación es el mismo que entre, pongamos por ejemplo, un lémur y una lagartija.

Lémur: me voy a comprar un Q5.
Lagartija: Ah.
Tía, un Q5, que mola mazo.
¿Qué es un Q5?
¿Cómo que es?? Es un coche!!!..
Ah..Un coche..
Un Q5 con tropecientos caballos, llantas nose como, y tal y pascual y todos los extras.
¿Extra de queso también?
¿Qué?
Nada, festival del humor. ¿Y qué marca es?
¿Cómo qué marca es?? AUDI.
¿Audi? Esos son de padre, ¿no?
¿Como que de padre? Es un todoterreno que trae blablablablablabla y es precioso y lo voy a comprar blanco.
¿Blanco? Mi Ibiza mugriento blanco es horrible y el Q5 ¿No? Pues no lo entiendo.


Obviamente el lémur no ha elegido el público adecuado para su proyección sobre su coche. Buscaba una proyección de admiración y se ha encontrado con que la lagartija le manda proyecciones de indiferencia total.


Conversaciones con eco

- El jueves hay reunión en el cole y el viernes médico. Así que nos organizamos para ir cada uno a una cosa, ¿vale?
- Err..vale.
- ¿Vale qué?
- Cada uno a una cosa….
- ¿Qué cosas?
- Err..pues dos cosas.
- Ya...¿quieres que te diga con que letrita empiezan?


Claramente las proyecciones no llegan a su destino. El eco de la propia proyección en interlocutor 1 provoca proyección de sarcasmo.


Conversación competición.

- ¿Qué tal?
- Pues nada, he estado fatal, con problemas de curro, enferma y eso. Lo he pasado fatal, un horror.
- ¿Fatal? Por favor, si yo te contara..yo he estado blablablablablablabla… ¿qué te pasa ahora?
- Que tenías razón, ahora sí que estoy fatal.


La proyección llega pero te la devuelven elevada a la enésima potencia que no es lo que buscabas.


Conversación a evitar.

- Tenemos que hablar.

Ves venir la proyección tan claramente que mejor huyes.

Conversación en la que eres ignorada.

- Hola moli
- Hola JS
- ¿Qué tal?
- Bueno, pues con mucho lío porque además..pasa que…me tienes que solucionar estoy decirme si finalmente haremos esto o aquello con los libros verdes..
- Ya..vale..mira..queria que blablablablablabla.

Ni siquiera te necesitan para proyectar...

Conversación en la que tienes todas las de perder.

- Moli, ¿que te vas a poner para la boda de la semana que viene?
- Pues el vestido negro de las flores.
- Ya….
- Ya ¿qué?
- Ya nada.
- Mamá, por favor..suelta lo que sea que se están poniendo los nudillos blancos de agarrarte a la mesa y aguantarte.
- Conmigo no te pongas condescendiente.
- ¿Condescendiente? A ver, ¿qué cojones le pasa a ese vestido?
- Moli..tacos ni uno.
- ¿QUÉ LE PASA AL VESTIDO?
- Haz el favor de no ponerte a la defensiva ni histérica.
- ¿ME QUIERES DECIR QUE LE PASA AL VESTIDO? ¿ES FEO? ¿ME QUEDA MAL?
- ..nada, si te vas a poner así…nada..pero..
- ¿Pero qué?? ¡Que me vas a volver loca!!
- Sí, claro..y ahora la culpa es mía. No se te puede decir nada...
- ¡¡EL VESTIDO!!!
- Nada, pero ahora que te has quedado en la raspa porque no te pruebas este que blablablablablabla….

Este es el peor caso, las proyecciones de mi madre me acaban convirtiendo en una lagartija que responde con eco...y que por supuesto no llevará el vestido negro.

miércoles, 5 de mayo de 2010

ASI NO PODEMOS SEGUIR.

No lo entiendo. ¿A qué viene esta guerra permanente? ¿A qué viene este hacerme la vida imposible con lo bien que yo me porto?

De todas las opciones posibles os elegí. Valoré lo que había y como ya soy una profesional, me lo tomé muy en serio. Nada de elegir a la ligera. No decidí por mi famosa teoría de “ni tan”, sino que miré, remiré, comparé las características, elegí el color, el tamaño…¡¡joder, si me faltó hacer un Excel!!


Os he cuidado con mimo. Mantengo la funda, os doblo con cuidado, con amor, os seco antes de guardaros, os trato casi casi como si me importarais. Os coloco delante del espejo para que veáis como estáis de estupendas. Me compré un gorro que os hiciera destacar…incluso di de baja a vuestras antecesoras basándome en la endeble excusa de que “necesito algo mejor”.

Aún así, seguíais haciéndome la vida imposible y entonces ¡¡os traje un amigo!! Entendí que os aburríais mirando la raya del fondo, arriba y abajo, un coñazo, la línea azul y mis absurdos pensamientos día tras día, entendí que necesitabais un aliciente.Y os traje un mp3 acuático.


Y vale, veo que no os moló. Yo creí que os molaría, al fin y al cabo, seríais las únicas de la piscina poligonera con un mp3 acuático. Las demás os envidiarían y además tendríais compañía en la funda cuando os guardo en la bolsa. Por no hablar de que disfrutarías de hilo musical que ahogaría la absurdidad de mis pensamientos acuáticos. Jo, si hasta es mono..plateado y naranja.



Vale, pues tampoco os moló. Seguís haciéndome la vida imposible y hasta aquí hemos llegado. No puede ser que os cuide con mimo, os saque de la funda en una ceremonia sin precedentes en los vestuarios del polígono, os dejé apretarme tanto el cráneo, que creo que si no llevara los cascos se me saldría la materia gris por las orejas, para que luego, cuando me meto en la piscina os dediquéis a putearme.


Ayer fue el fin. Me meto en la piscina con toda mi buena intención, los Black Eyed Pies a todo volumen, sé que os gusta, da buen rollo y sirve para coger el ritmo de los 6 primeros largos…pero no..al segundo tengo agua hasta la mitad en el ojo derecho y así es imposible nadar. Intento obviar el picor horrible y no hay manera, intento cerrar ese ojo y nadar abriendo solo el izquierdo pero es casi peor, me concentro en ese guiño absurdo y nado como si fuera un botijo.


Aguanto hasta el largo 4 y paro al final de la piscina, en el lado de los tios. Mala idea, siempre se quedan mirando y preguntan algo sobre el mp3 y así os ponéis más celosas. Vuelvo a apretar la gomita de los cojones y pienso que voy a quedarme sin riego sanguíneo en la coronilla..pero da igual..a ver si consigo llegar al largo 10 del tirón.


Al ritmo de Slip way noto como mis cuencas oculares están a punto de estallar, no sé si aguantaré un poco más, pero lo intento. Tengo un dolor insoportable en el ojo derecho, la goma se me está clavando en el hueso, el cristal se ha empañado y a pesar de eso sigue entrando agua. ¡¡ no es justo..yo solo quiero nadar!!!


Como si me pongo, puedo ser muy bruta, consigo hacer los 50 largos. No hay dolor, probablemente me esté quedando sin córneas al quemármelas con el cloro, pero por mis narices que no me paro más y termino como sea.

Lo conseguí.

Cuando entré en el comedor con los ojos inyectados en sangre, una hendidura craneal nueva y una marca de gafas horrible, pero orgullosa de mi gesta deportiva, lo que me hundió fue ser objeto de mofa por parte de mis compañeros en la fila del autoservicio:

- Joder moli…no te pegues con el agua..que no es para tanto.
- Moli coño..invierte en gafas.
- Moli..venga..no llores que la comida no es tan mala…
- Moli..que mona de mapache…arruga la naricita.
- Moli..¿ de verdad los ojos inyectados en sangre son de la piscina o es un superpoder tuyo para acojonar?


Asi que hemos terminado. A la basura con vosotras. Una cosa es llevar el bañador transparente y otra cosa es ser el descojone del comedor de empresa. ¿ Un mapache?...hombre por favor..que tengo un prestigio.
He decidido solucionar el tema, le he dicho al ingeniero que me compre unas gafas nuevas, a ver si él acierta y le quieren más que a mi.

martes, 4 de mayo de 2010

FEDE

Porque no me acuerdo desde cuando nos conocemos. ¿Cuántos años teníamos? ¿10?

Porque estaba en mi primera fiesta de fin de año y me acuerdo de él mientras le perseguían con un destornillador por haberse enrollado con la novia de otro. ¿Tenías 15?

Porque me regaló una cinta de varios, con una cara Live y una cara Studio, por mi cumpleaños y todavía la conservo. ¿Tenía 16?
Porque salíamos por Madrid, quedábamos a las 5, nos matábamos a botellines en un bar en Castelló y cuando ya no podíamos más nos puteábamos para perder el autobús y llegar a casa tarde. ¿Teníamos 17?
Porque cuando salíamos de El Casino a las 7 de la mañana después de haber bailado So Lonely como si fuera lo último que íbamos a hacer en nuestra vida, me dejaba bajar conduciendo su Citroen AX. “ Yo voy muy pedo y total, tú no tiene carnet”.

Porque encontró a su chica y me gustó. Nos gustamos, y después de mil batallas ahora nos gustamos más. ¿Teníamos 19?

Porque por nuestros santos, en el mes de julio nos regalábamos una tortilla de patata decorada con kétchup. ¿Teníamos 20?

Porque se descojonó conmigo cuando me propusieron ir a la frontera del placer en un viaje fabuloso a Formigal. ¿Tenía 22?

Porque me llamó llorando desde el Santiago Bernabéu cuando murió mi padre y no sabía que decirme. Tenía 24.

Porque me llamó un día y me dijo: nos vamos a esquiar una semana. No tengo dinero, Fede. No te he preguntado eso, mañana te recojo. Fue un viaje genial. Tenía 24.

Porque me dijo: estás guapísima. Hoy ligas seguro. Tenía 25.

Porque un día apareció con su chica en casa, churros, porras y el periódico y me dijeron que iban a ser papás. Tenía 28.

Porque vino a verme a casa cuando nació M. Me abrazó y me dijo: ¿a que no era así como te lo imaginabas? Luego se atizó con el ingeniero y su chica una botella de champán y ninguno de los 3 volvió a trabajar por la tarde. Tenía 30.

Porque le llamé cuando lo estaba pasando mal y le dije: ¿voy a verte? No, no hace falta. Colgué y me fui a su casa. No hay más que decir. Tenía 37

Porque el último concierto de Bruce que fui, fue mejor porque por fin vino conmigo y le encantó. Tenía 38.

Porque me lee siempre y me comenta por mail.

Porque siempre se le saltan las lágrimas de la risa cuando le cuento mis chorradas.

Porque cuando estamos de copas, siempre apoya el codo en mi hombro. “Moli..¿Otro gintonic?

Porque nunca me llama por mi nombre. Siempre por el apellido.

Porque no todo lo que hago le parece bien.

Porque odia el chorizo, las aceitunas y el queso.
Porque por mi cumpleaños me dijo que escribiría algo para el blog. Todavía estoy esperando, pero SÉ que lo hará.

Porque cuando le veo venir por el retrovisor en la M50, siempre sé que no reconoce mi Ibiza mugriento y cuando por fin se fija en mis aspavientos, siempre sonrío y me alegra el día.

Porque es tan descerebrado que me pide a mi consejo para comprarse un mp3.




Porque me descubrió esta canción...y siempre que la oigo me acuerdo de él.

Porque hoy es su cumple.

Esto es lo más parecido a un caminito de chuches que puedo hacerte….¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS FEDE!! Tienes 39.

viernes, 30 de abril de 2010

SE ACABÓ


La putada de la astenia es que llega de repente. Me levanto un día y quiero morirme. Hago esfuerzos por “obviar los síntomas” pero no hay manera. Me arrastro días y días esperando a que termine la agonía.

La parte buena es que un día me despierto y se ha pasado. Vuelvo a ser yo.

Hoy es ese día.

Ayer tuve una conversación surrealista con un amigo absurdo, llamemosle Dr. Chamán, sobre mis procesos mentales y la navaja de Ockham. Me descojoné tanto que se me saltaban las lágrimas, elaboramos unas teorías sobre lo que es moderno y lo que no, que harían las delicias de cualquier psicoanalista y decidimos que los dos somos estupléndidos y fantabulosos.

Tengo un mp3 nuevo. He ido y he vuelto por la llanura manchega cantando a voz en grito todas las canciones que me hacen feliz. De repente ha salido ésta…( me encanta el modo aleatorio, es como yo, totalmente absurdo) y me he encontado cantando esta cumbre del horterismo y de la música moñas mientras me reía a carcajadas. ( Edc..seguro que a ti te encanta).



Mañana tengo un plan bárbaro con los de Montes. Risas aseguradas.

Y además, acabo de darme cuenta de que prometí estar un mes sin beber…y ya se ha pasado…

En el fondo, soy una tia sencilla y cualquier chorrada me hace ilusión.

ESTRENANDO CURRO

A punto de cumplirse una semana en Guantánamo el nuevo curro se ha revelado como una fuente de anécdotas de pareja totalmente inesperado.


Primer problema.

Como ya conté, ahora ya no podemos ir con pinta de “vamos de excursión a la granja”, hay que llevar pinta de ingeniero jefe. Repaso al armario del ingeniero.


- Moli, ¿cuántas camisas de las que hay aquí valen para el nuevo curro?
- …mmm..esta no, esta no, esta tampoco, esta tírala, esta ya sé que le tienes cariño pero no te cabe ni de canto, está tiene los cuellos rozados…mmmm..vale..te sirven para ir a Guantánamo 2..y una es de gemelos así que tampoco. Tienes una camisa para ir a trabajar. Tienes que ir a comprar ropa.
- ¿Me acompañas?
- ¿Yo?..pufff...

Inciso. Odio ir de compras. Nadie se lo cree, pero no me mola. Me aburro, me frustro y me canso. Voy cuando no me queda más remedio y casi siempre vuelvo cabreada. En la prehistoria de este blog, escribí sobre el tema: manual para ir de compras. Fin del inciso.


A pesar de todo, acompañé al ingeniero a buscar un look adecuado. Esto significa un proceso concienzudo de compra, completamente opuesto a mi caos adquisitivo que consiste en: uy..Me mola, está bien de precio, me lo llevo. Con el ingeniero todo lleva un proceso:


- Elaboramos lista sobre qué necesitamos.
- Escogemos área comercial
- Madrugamos.
- Recorremos todo el área comercial fichando lo que puede o no puede interesarnos y memorizamos en qué tienda hemos visto cada cosa.
- Aquí normalmente ya estoy llorando del agotamiento.
- Realizamos otra vez el mismo recorrido pero esta vez probando las prendas escogidas, comprobando precios, tallas. Yo me doy dos mil paseos buscando tallas y demás.
- ¿Lo compro? ¿No lo compro? ¿Lo compro? ¿No lo compro?
- Nunca he llevado una camisa rosa. Ya, pero es que no habías trabajado en una gran empresa de jefe. Para ir a la Nasa las camisas de cuadros estaban perfectas y los vaqueros mugrientos para chapotear en el barro también, y la chupa reflectante..pero ahora ya no.
- Volvemos a casa con todo lo necesario, el ingeniero más feliz que una perdiz y yo agotada.

Oh..Acabo de recordar que Gonzalo escribió un post sobre su estilismo. Aquí está.


Segundo problema.

El ingeniero SIEMPRE madruga mucho. Se cae de la cama a las 6 y 20 de la mañana. Antes tenía que estar en la Nasa a las 7 y media, así que pululaba una media hora por casa y se piraba. Yo aguantaba ese rato con muuucha paciencia, esperando a que cerrara la puerta para poder volver a dormir.

Ahora resulta que se cae a la misma hora pero no se va a hasta las 8 menos cuarto…durante tooodo ese rato hace muchísimo ruido y lo que es peor, cuando por fin elige la ropa, enciende la luz y me dice: ¿ estoy bien así?


- Estás guapísimo como siempre..pero..¿me dejarías dormir un poquito, por favor?

Tercer problema.

- Moli, ¿qué hago con la camisa?
- ¿Echarla a lavar?
- ¿Sabremos lavar y planchar estas camisas y pantalones buenos?
- ¿Sabremos? ¿y ese plural mayestático? Creo que “sabremos” y sino pues al tinte, pero vamos que yo voy todos los días vestida al curro con ropa de oficina y por ahora no he tenido ningún problema..¿o crees que sí?
- Vale, pero creo que voy a comprar un jabón bueno para esta ropa.
- ¿CÓMO? Tendrás valor!!!...llevo años peleando contigo para que dejes de comprar la marca blanca de detergente y tu respuesta siempre era: moli, son todas iguales. Y ahora que es TUUU ROPA…¿queremos Skip?
- No te cabrees, si te estoy dando la razón.
- Eso, encima hazme la pelota.


Cuarto problema y descojone.

- ¿Qué tal? ¿qué tal el día?
- Moli, no voy a durar ni un mes.
- Joder..¿qué pasa?
- Me han encargado que me ocupe del mantenimiento de los gamusinos australes del JS de la nueva empresa.
- ¿gamusinos australes? ¿y tú que sabes de eso?
- Lo mismo que tú. Así que en cuanto se me muera uno…a la calle.
- Bueno, tendrás ropa decente para buscar otro curro.
- Que graciosa eres…
- Papi..yo quiero una mazcota..¿ me traez un gamuzino?
- ¿ Los gamusinos me dan alergia? ¿ Tienen gluten?


Mi compi de coche ( el lémur no, mi compi majérrima con la que pinché hace mil años) me ha mandado un enlace sobre gamusinos, la parte buena es que los gamusinos australes son muy resistentes…la parte mala que los buenos buenos pueden llegar a costar una pasta completamente indecente.

Y esto solo la primera semana. Esto va a ser un descojone.

jueves, 29 de abril de 2010

I ME MINE (III): MIEDO

Todos nuestros miedos son recuerdos de otros miedos, así que lo primero que pensé fue, una vez más, “aquí está”.

El proyecto Lázaro. Aleksandar Hemon


Las cosas que más miedo dan son las que ya conoces. Esas son las que acojonan de verdad.


Las que no conoces crees que te darán miedo, pero es algo abstracto que no acojona tanto. Todos tenemos miedo de la enfermedad, de la muerte, de que a alguien cercano le pase algo malo, de que haya una guerra..esas cosas..pero hasta que no te pasa no sabes lo que es el miedo de verdad.


Una vez que has sentido miedo de verdad, entonces sabes lo que es el miedo con mayúsculas. MIEDO que te paraliza, que te deja con un agujero en el estómago, que te hace temblar las piernas y querer meterte en la cama y taparte hasta que se te pase, dormir hasta que ya no lo sientas. MIEDO IRRACIONAL y que te desborda. MIEDO que no puedes dejar de sentir aunque lo intentes. MIEDO que te sobresalta cuando crees que lo tienes controlado, que te hace abrir la boca para dejar salir lo que llevas dentro e intentar respirar.

Me dan miedo muchas cosas. En realidad voy todo el puto día acojonada por el mundo pero como soy un fraude y además la gente no quiere saberlo pues doy el pego totalmente. Cuando más piensas más miedo tienes. Si fuera un cubo no tendría miedo.


Lo que más miedo me da soy yo misma. Sé perfectamente cómo soy y me doy pánico la mayor parte del tiempo.


Me da miedo lo impulsiva que soy.

Me doy miedo cuando me dejo llevar por mis impulsos.

Me doy más miedo cuando los controlo. Si me los guardo es peor.

Me doy miedo lo independiente que soy.

Me doy miedo cuando sé que estoy mejor sola que con nadie.

Me doy miedo cuando sé lo que tengo que hacer y sé que no lo haré.

Me doy miedo cuando sé lo que no tengo que hacer y sé que lo haré.

Me doy miedo cuando me hundo porqué se que no pararé hasta tocar fondo.

Me doy miedo porque soy perfectamente consciente de lo que soy capaz.

Me doy miedo porque sé de lo que no soy capaz.

Me doy miedo porque no quiero que nadie se me acerque demasiado.

Me doy miedo porque sé que los que me rodean no saben el peligro con patas que soy.

Me doy miedo porque en algún momento acabaran por descubrirlo.

Me dan miedo estos posts.
Definitivamente tengo que dejar de salir entre semana.

miércoles, 28 de abril de 2010

CAMBIOS LABORALES

Antes de que alguien entre en pánico, yo no voy a ninguna parte. Yo sigo aquí.

El ingeniero se cambia y el planeta se ha paralizado.

Todo empezó hace unos meses.

-Moli, me han llamado de una megaempresa para una entrevista.
- ¿Cuando? ¿Cuándo? ¿Cuándo? .-
lo sé, puedo ser terriblemente cansina.
- Mañana, mañana es la entrevista.
- ¿ Mañana? Pero..¿cuando te han llamado?
- La semana pasada.
- LA SEMANA PASADA Y ¿¿ME LO DICES HOY???
-
¿ Qué estas pensando ahora mismo?
- Que seguro que te cogen, que seguro que es un curro guay y que todo va a salir bien.
- Precisamente porque siempre andas con la cabeza por las nubes es por lo que no te he dicho nada. No te montes pelis, ya veremos que pasa.
- ¡¡Bien,bien, bien!!!
- ¿Quieres relajarte? .-
no sé cómo me aguanta.


Preparativos de entrevista.

- Moli…¿qué me pongo?
- ¿ Me vas a hacer caso o voy a hablar para nada?
- Si empezamos así mal…
- Vale, ponte pinta de ingeniero.
- Soy ingeniero.
- Ya, pero con los vaqueros embarrados, la camisa de Carrefour, sin afeitar y las botas de obra..no lo pareces. A no ser que lleves el excell entre los dientes.
- Que graciosa…vale…me cambio.
- Mucho mejor..tienes que llevar pinta de que eres difícil de conseguir para ese curro.
- No sé porqué te hago caso si en tu vida has hecho una entrevista.
- Ñañañañañaña…

Se va y al cabo de 3 horas empiezo a ponerme histérica.

- Moli..soy yo.
- ¿ Qué ha pasado?
- Nada. No ha pasado nada.
- ¿ Cóm que nada? Llevas 3 horas.
- Ya bueno, pues eso. Me han contado que es el curro, la pasta, yo he pedido..blablablabla.
- ¿ Y qué has dicho?
- ¿Qué he dicho de qué?
- ¿ Has aceptado?
- Pero moli!!!
- Joder, yo que sé..la última vez que fuiste a una entrevista y estuviste 3 horas, al salir me llamaste y me dijiste..” me cambio de curro”.
- Bueno, pues ahora no..ya me llamarán.

Dos semanas de agonía. Otra entrevista. Mismo proceso.

- Moli, no te hagas pajas mentales. No me van a llamar.
- ¿Porqué dices eso?
- Porque lo sé.
- No tienes ni idea. Además, estamos jugando al revés. El papel de todo va a salir mal es el mío y el tuyo es el de los pies en la tierra.
- Vale, pero hoy jugamos al revés. Yo soy el pesimista y tú me animas.
- Vale. Pues no digas chorradas, dices que no te van a llamar porque han pasado dos semanas, pero las grandes empresas son así, cien tios que tienen que poner un tick en una hoja y todo va más lento. Eres el mejor para “hacerloqueseaquehaces” en esa empresa y lo sabes.
- Vale. Pero no sé si me quiero cambiar.
- ¿ Cómo que no lo sabes? Ya lo hemos hablado…es mejor curro, más pasta, pasas de ser el puteado a ser el que putea…
- Ya, pero no me dan coche.
- Cariño..¿ no quieres cambiarte porque te quitan el Clio Campus mugriento?
- Si y ¡¡NO ESTÁ MUGRIENTO!! El mugriento es el tuyo.
- Pero cariño..si ese coche ya no nos vale. Más que una joven familia, parecemos una panda de porreros universitarios. Asi que no digas chorradas.

A las 3 semanas.

- Moli!!! Me han llamado!!! Me han cogido!!!
- Ole, ole..muy bien..¿y qué has dicho?
- Que tenía que consultarlo con mi mujer.
- Venga ya…
- Que sí coño.
- Vale, pues ya lo has consultado. Di que si.
- Es que no lo sé…
- ¿ Otra vez el puto coche???

Pues eso, que ya no estamos en la Nasa. Ahora curramos en Guantánamo.

Veremos cuanto tardamos en hacer una comidita de confraternización…..Y hay que comprarse un coche.

martes, 27 de abril de 2010

BRUCE: Something in the night

Dos meses y medio sin dedicarle una entrada.
Me he despistado con Gerard y Don Draper....
El año pasado en Valladolid, con esta canción en directo se me pusieron los pelos de punta, pero no he encontrado ninguna versión en directo decente..asi que habrá que conformarse con esta.



Something in the night.

EL ORIGEN DE MI FRAUDE PROFESIONAL.

Allá por 1998, estaba yo recreándome en mi vida de ocio existencial, cuando recibí una llamada.

- Moli, soy M.
- Hola M. ¿ qué tal? ¿ Qué pasa?
- ¿Tienes algo que hacer el lunes?
- …mmm..¿el lunes? ¿el lunes? Pues lo de los últimos 7 meses, recuperarme de la resaca del domingo y seguir revolcándome en mi autocompasión y si he tenido un polvo de regresión intentar olvidarlo. Lo de todos los lunes, vamos. ¿Por qué?
- Porque tengo un curro para ti. Pagan 75 mil pelas a la semana, gastos pagados. Nos vamos a una bonita ciudad industrial de la periferia de Barcelona. ¿Tienes ropa de trabajar?
- De trabajar ¿de qué? ¿de camarera? ¿de profesora? ¿de reponedora en Día? ¿ de cheerleader?
- Joder moli, de trabajar de oficina, de ejecutiva.
- Algo tendré sí.
- Vale, pues nos vemos esta noche de copas pero por si nos tajamos mucho que sepas que el lunes a las 8 tienes que estar en Barajas.
- Ya, bueno M…pero ¿de qué es el curro?
- Da igual, es facilísimo. Cuento contigo.

Así que nada. Allí estaba yo el lunes a las 8 de la mañana, vestida de ejecutiva, con una resaca de mil pares, revolcándome en autocompasión y preguntándome que cojones iba a hacer en esa bonita ciudad industrial.

Ya subidas en el avión con M. y su jefa, me atreví a turbar el sueño de M. que iba con una resaca más o menos como la mía…


- M..me podrías explicar un pelín ¿qué coño voy a hacer?
- Nada, una chorrada. Vamos a revisar préstamos hipotecarios para una titulización de activos.
- Vale..ahora dímelo en castellano y vocalizando.
- Es facilísimo. Lo cojeras con la gorra y ahora déjame dormir que me muero de resaca.

El resto del vuelo pasé sudores fríos. ¿Qué es una revisión hipotecaria? ¿Qué es titulización? ¿Qué son activos? Madre mía, ¿en qué lío me ha metido esta cabrona?


Cuando por fin llegamos a nuestro destino, la jefa de M. nos presentó con su mejor sonrisa.


- Bueno, pues aquí hemos traído a nuestro equipo de expertos en revisiones para que estén aquí dos semanas controlando y vigilando todo el proceso.


¿Experta? ¿Yo? Sentía como se me helaba la sangre y quería convertirme en un “diminuto” para salir huyendo de aquello. Soy un as fingiendo, pero tengo un límite, podría haber pasado por becaria o algo así..pero “ experta”???....joder, joder, joder…


El caso es que coló. El primer día creí que iba a morir de la tensión nerviosa de poner cara de experta mientras miraba una pantalla y comprobaba unos documentos que no tenían ningún sentido para mí, pero poco a poco le cogí el truco y para el final de la semana era casi una experta de verdad. No me pongo mérito, realmente si tenías dos dedos de frente, un poco de sentido común y sabías leer, no había mucho misterio.


La semana en el extrarradio de Barcelona, se convirtió en dos semanas. Y a partir de ahí y de mi claro perfil de “experta en el tema”, conseguí tener trabajo regularmente durante año y medio más o menos. Me llamaban y me decian: el lunes te vas a no sé dónde dos semanas y allí que me iba.


Dejando de lado que el curro era un coñazo, el caso es que me encantaba la experiencia. Iba de jefa porque al final acabé siendo experta de verdad, viajaba por toda España, (probablemente curré en todos los bancos en los que tenéis vuestras hipotecas…jajajaja), iba a hoteles estupendos, me pagaban todo, ganaba una pasta, estaba ocupada tanto física como mentalmente y eso me permitía no hundirme en la pena suprema que tenía, y lo que más me gustaba de todo: pasaba sola muchísimo tiempo. Curraba 8 horas y luego me dedicaba a pasear por las ciudades, compraba libros, leía, hacia turismo. De vez en cuando ligaba algo, era un curro fabuloso.


Al final se acabó, porque querían alguien de económicas, y yo terminé en los libros de colores, que también es un curro fabuloso, pero no es lo mismo.

lunes, 26 de abril de 2010

MAD MEN

Dejad lo que estéis haciendo. Lo que sea.

Dejadlo todo y sentaos a ver Mad Men.

Mad Men es una serie espectacular. Para el que no sepa de que va, trata sobre una agencia de publicidad en Nueva York en los años 60.
Elementos que tiene para haberme encantado:

- Nueva York. No hay más que decir.
- Un protagonista increíblemente atractivo. Guapo, interesante y va siempre hecho un pincel. NO es un dechado de virtudes, pero me da igual, es más, para muchas cosas es mala persona. Me encanta, en algunas cosas me identifico mucho con él.
- Ninguno de los personajes es bueno ni malo. Son normales, gente corriente que hace cosas malas y cosas buenas, cosas idiotas y cosas inteligentes.
- Un guión fabuloso con unas historias que enganchan.
- Una ambientación tremendamente bien conseguida. Fuman como carreteros, beben como salvajes, ellos son tan machistas que los primeros capítulos te indignas desde tu perspectiva de tia liberada de 2010, ellas se dejan avasallar tanto que tú desde tu pose guay dices: yo no me dejaría….Nadie se preocupa por el cáncer de pulmón, la cirrosis, el sida, o el medio ambiente y sin embargo separarte o divorciarte está muy mal visto.
- Por supuesto hay que verla en versión original.


Ayer se terminó y tengo que esperar hasta verano para ver como sigue la historia.

Me come la impaciencia..como me pasa con todo.


En fin..no sé qué más decir para recomendarla. Cuando algo o alguien me gusta mucho me quedo sin palabras.
Eso me pasa con Don Draper.

viernes, 23 de abril de 2010

A PROPÓSITO DE MI PADRE

Vas por la vida tan contenta, haciendo el panoli y creyendo que todo lo que tienes a tu alrededor está asegurado. Bueno, no es que lo creas, es que no te lo planteas. Sabes que pueden pasar cosas malas, que hay cosas malas que van a pasar pero no les prestas atención. Es lógico, si te pasaras el día meditando sobre lo mal que puede ir todo, estarías paralizado ( vale, yo voy así la mayor parte del tiempo pero eso da igual ahora). El caso es que ahí estás tú, con tus absurdos 19 años y de repente te levantas un día de primavera en Los Molinos, con un pelín de resaca y sentimiento de culpabilidad porque tu madre se va a cabrear y descubres que tus padres no están en casa.

- ¿ Mamá? ¿ Papá? Oye, B..¿ dónde han ido?
- Ni idea, yo me he levantado y ya no estaban. Se habrán ido por ahí a hacer algo.
Algo va mal. Sabes que algo va mal, pero en fin..sigues con tus cosas. Te encargas de tu hermano pequeño que tiene 8 años y empiezas a preocuparte por la comida. Los hermanos mayores hacemos esas cosas.

De repente aparece un familiar y dice: “ vuestro padre no se encontraba bien, así que se han ido al hospital a Madrid, pero no pasa nada, no os preocupéis. Después de comer, recoged todo, Moli tu conduces y os vais a Madrid que ya os llamará molimadre”.

Así que nada. Sigues adelante, haces lo que te dicen. Coges el coche y vas acojonada. Te tiemblan las manos, las piernas. ¿ Qué haces haciendo de padre y madre? Llegas a casa, preparas la cena, e intentas seguir con la rutina.

En algún momento aparece molimadre y dice algo como “ infarto cerebral”…esas palabras no producen ningún resultado en tus neuronas. ¿ Qué es eso? ¿ Qué le ha pasado? ¿ Se va a morir? ¿ Cómo está?

Molimadre intenta explicárlo minimizando la impresión: Se ha levantado esta mañana y tenía medio cuerpo paralizado y no podía hablar bien, pero no os preocupéis que él está bien, incluso se reía cuando le preguntaban como se llamaba y al abrir la boca decía: envolvente. Le van a tener unos días en observación y ya está.
Pero tú sabes que no está, que algo va mal. Que el puto instinto no te falla esta vez, que tu madre está aterrorizada y tú no puedes hacer nada. Y te vas a la cama y todo lo que habías dado por supuesto hasta esa misma mañana se ha ido al garete: tus padres son vulnerables. Es una cosa que todo el mundo sabe, o que todo el mundo llega a saber en algún momento de su vida, pero eso no quita para que ese momento sea muy desagradable.

Los siguientes 15 días fueron una mezcla de “obviemos los síntomas” con “agonía suprema”. Oscilaba entre sigamos como si nada hubiera pasado y a lo mejor así nada ha pasado o pensemos en lo peor que pueda ocurrir y así estaremos preparados para lo que sea.

Y llegó el día.

- Moli, tienes que ir a ver a tu padre al hospital. Va a salir mañana y quiere verte antes de volver a casa.

Y allí que me fui. A un megahospital de Madrid de esos que deprimen solo de verlos por fuera. No sabía que me iba a encontrar, ni que tenía que decir, ni que tenía que hacer, ni como iba a comportarme..no sabía nada. Solo que me temblaban las piernas y que quería estar en cualquier otro sitio menos ahí. Pero como todo el mundo sabe…soy una tipa fuerte..asi que entré.

Y allí estaba. Sonriendo, con sus ojos azules brillantes, su bigote y su calva.

- Hola papá.
- Panes tienes aquí..jajajajaja.- ¿qué?
- Hija, papá ha perdido la capacidad de conectar lo que piensa con lo que habla, asi que ha querido decir, hola Moli pero cuando manda la orden a su boca, no se conecta.- Ah..que alivio. Bueno papá, pues mañana sales. ¿ estás contento?
- Abrizco. Quiero mis calefacter y los capilla.
- ¿Qué?

Riendo, se señaló las zapatillas de hospital y el pijama y deduje que quería algo de ropa..asi que empezamos un intercambio absurdo para conseguir comunicarnos:

- ¿ quieres otras zapatillas?
El movia la cabeza negando.
- ¿ Calcetines?
Negaba otra vez..
- ¡¡ zapatos!!!
Gran sonrisa.
- Vale, los calefacter son los zapatos. Ahora por “el capilla”
- ¿ camisa?..Gran sonrisa
- ¿ Azul? ¿ roja? Ah no, que así no podemos jugar. Vale, traeré tu favorita.
Me sentía como en esa escena de " El jovencito Frankestein".." 3 sílabas...¡¡¡cal man..te!! ......pues eso.




Era acojonante. Un tio de 49 años, ingeniero industrial, dueño de su propia empresa y no podía ni decir su nombre, ni escribir, ni leer. Acojonante. Empezó entonces un proceso de rehabilitación alucinante. Era increíble ver a tu padre haciendo palotes como si tuviera 4 años, y mirándose en un espejo para aprender a vocalizar las letras. Era tan increíble que te daban ganas de reir, pero no podías reírte porque querías que saliera bien, que aunque aquello te pareciera ridículo tenía que funcionar. Y funcionó. Aprendió a leer, a escribir, a contar, a sumar, a restar, a dividir, a hacer integrales, funcionó tantísimo que al cabo de un año pudo volver a trabajar en lo suyo: diseñando instalaciones eléctricas. Creo una nueva empresa y se dedicó a ello con toda su alma.

Durante ese proceso y pasado el acojone inicial, nos reímos mucho. Era divertido hablar con él, nunca sabías donde iba a saltar la palabra nueva. Estabas en la mesa y decía: “ por favor Leoncia, pásame el vasallo”..Leoncia era cualquiera y el vasallo era la sal. O le mandabas a comprar el pan, le dabas una moneda de 100 pelas y te decía: eso es poco, dame millones.

También le cambió el carácter. Siempre había sido divertido y animado, pero siempre había estado preocupado por el curro. Nunca había tiempo para hacer cosas divertidas, todo sería “más adelante”. Después de esto, todo tenía que ser “Ahora”. Aprendió que la vida es ahora, no lo que te ha pasado ni lo que crees que te pasará, asi que si quieres hacer algo o te apetece hacer algo, hay que hacerlo ahora. No se puede dejar para más adelante, porque más adelante no hay nada.

El tiempo para hacer lo que quieres hacer es ahora. El tiempo para pasar con quien quieres es ahora. No vale esperar. Y si algo no te gusta o quieres cambiarlo, hay que hacerlo ahora.

Hicimos miles de cosas, viajamos más que nunca: fuimos a Suiza de vacaciones, fuimos a Inglaterra en un viaje completamente disparatado, fuimos a la playa con él y ¡ se bañó en el mar!, fuimos a esquiar todos juntos, le preparamos un viaje sorpresa a mi madre que se pasó llorando 2 días, fuimos al cine, a exposiciones, volvió a disfrutar de leer, aprendió, cuando nadie sabia, a manejar internet y a programar, recuperó el tiempo para sus amigos, nos reimos como nunca y disfrutó con mi hermano pequeño todo lo que no había hecho con los mayores…
Fue un lujo.

A los 5 años, se acabó, pero eso ya lo contaré otro día.

Esta historia, no es una historia triste, ni de dar pena, ni tiene moraleja, ni nada de eso.

Es una historia que explica como soy.


Mi padre (I) y mi padre (II), por si alguien no sabe de quien hablo.

EL LIBRO Y YO



"Cada libro es una excitante invitación y también un principio anticipado de remordimiento, una promesa de sensaciones, palabras, sabores y mundos, y una advertencia de que no se pueden leer todos los libros que uno quisiera".
Antonio Muñoz Molina


Me encanta leer. Todo el que me conoce lo sabe, bueno..Y el que no me conoce también porque doy mucho la brasa con eso y además ya lo he contado.

Molimadre dice que desde que tenía dos años cogía las revistas y pasaba las páginas una y otra vez, una y otra vez, como si supiera que ponía. Cogía todo lo que había por casa con páginas, lo que fuera. Sin embargo el primer recuerdo que tengo de un libro libro, fue el que me regaló mi madre cuando cumplí 7 años: “Celia lo que dice”. Me dijo: este libro me lo regaló la abuela cuando cumplí 7 años y ahora es para ti”. Lo devoré y luego toda la colección. Ahora cuando abro los ojos en mi cama y miro la estantería que cubre toda la pared de la habitación, veo los lomos azules de la colección de Celia, rodeados de todos mis otros libros y pienso: ahí empezó todo.


Siempre llevo un libro a cuestas, por eso no me gustan los bolsos pequeños, porque no me caben. Si estoy en casa acarreo el libro de una habitación a otra, me levanto y me llevo el libro a la cocina por si suena la flauta y puedo desayunar sola y tomarme el café mientras paso las páginas, lo llevo al salón mientras las princezaz juegan, lo llevo a la cocina por si mientras lo que sea que está cocinando hace chup chup puedo avanzar alguna página más. Cuando salgo de casa, lo meto en el bolso o en el bolsillo del abrigo.

Leo mientras espero a que venga la profesora de C. a echarme la charla, leo mientras espero a mis compañeros de coche en la gasolinera, leo si tengo un rato tranquilo en el curro, leo en mi butaca de leer cuando todo está tranquilo, leo en el jardín, sentada, tumbada, de pié en el metro, en el tren, leo en el banco de Sos donde siempre sopla un viento infernal, leo mientras despega y aterriza el avión.

Leo cuando tengo miedo, cuando algo me preocupa, cuando estoy triste, cuando estoy relajada, cuando estoy hasta los cojones de todo, cuando estoy harta. Leo cuando algo me da pánico.

Leo si me duele algo, si tengo hambre, si tengo sueño. Leo si estoy enfadada con el mundo, leo si estoy súper triste.

Leo siempre antes de dormir, aunque sean 2 páginas, aunque me haya bebido el Nilo, me deuelan los pies de bailar y esté afónica de cantar.

Me encanta despertarme por la mañana, estirar el brazo, coger el libro y leer hasta volver a dormirme o hasta que no me queda más remedio que levantarme.

Siempre sé que voy a leer cuando acabe lo que tengo entre manos, si no tengo algo preparado me pongo nerviosa…y nerviosa soy un puto coñazo, más puto coñazo que normalmente quiero decir.

Si viajo, siempre llevo el libro que esté leyendo y otros dos más..Aunque sea un fin de semana. Nunca se sabe si me voy a quedar incomunicada, si el plan será tan horrible que tendré que fingir enfermedad que me obligue a guardar cama o si podré estar tan tranquila y disfrutar de horas de lectura.

Escribo sobre lo que leo. No lo hago desde siempre. Empecé hace unos 10 años o así, en un cuaderno cochambroso donde escribía cosas horribles que no me pegan nada y que se mezclaban con lo que era el germen de lo que ahora son ahora mis críticas destructivas y mis recomendaciones. En el 2006 empecé a hacerlo más sistemático, me compré un cuaderno chulísimo y me puse más en serio. Escribo lo que me han parecido y las frases que me han dicho algo, que me han producido un escalofrío o una sensación.

Estoy pensando que debería recomendar alguno de esos libros, libros que leí antes de empezar esta tontería del blog. Me mola recomendarlos y acertar.

Recorto reseñas y las guardo hasta que leo el libro. Recorto artículos sobre librerías y sobre leer, los guardo en mi cuaderno. Ayer estuve repasando unos cuantos.

Me encantaría llegar a casa, dejar el coche. Subir andando hasta El Retiro, cruzarlo andando despacio y llegar a la Cuesta Moyano. Repasar todos los puestos con mi lista de libros por si encuentro alguno y dispuesta a que salte la sorpresa y comprar cualquier otro. Luego, subiría andando bordeando el Jardín Botánico hasta Cibeles, para pasear por la Feria del Libro Antiguo de Primavera, me encantan esos puestos. Puedes pasear arriba y abajo, hay gente pero no demasiada y siempre siempre encuentro algo que “me llama”. Estoy pensando que tendría que llevar una mochila para cargar con todo. Después y cuando se hubiera hecho de noche, subiría por Gran Vía hasta la Casa del Libro, sé que en la calle habrá actuaciones y me gusta pasear de noche, mola escuchar música en directo por la calle.


Volvería a casa con un montón de libros. Siempre la misma rutina. Amontonarlos y con mi pluma, escribir mi nombre, la fecha y dónde lo he comprado o quien me lo ha regalado y colocarlo en la estantería de “pendientes de leer”, a esperar su turno, a esperar que al pasar por allí me diga “es mi turno, es mi turno”.

La putada es que hoy no podrá ser. Me tengo que ir de viaje.