Es una sensación física y es desagradable.
El miércoles fue el cumpleaños de pobrehermano mayor. 37 palos. Molimadre nos convocó a cenar en su casa de Madrid. Y allí que fuimos, y como me ha pasado cada vez que he vuelto a esa casa desde que dejé de vivir allí, hace casi 10 años, volví a tener la sensación de incomodidad, ese malestar.
La sensación empieza según llego y doy vueltas para aparcar. Es un hormigueo. Algo no va bien pero no se qué es. Es mi barrio. Hay cosas que han cambiado, han tirado muchas casas antiguas y han construido un rascacielos enorme justo a la espalda de casa de Molimadre. Si te pones debajo y miras hacia arriba da vértigo.
Era mi barrio pero ya no lo es, me causa tristeza. Es ridículo, porque nunca me gustó y tampoco me gusta ahora.
Esa sensación se intensifica cuando subo las escaleras del portal y tengo que llamar, porque no tengo llaves.¿ Por qué no tengo llaves? Era mi casa pero ya no lo es. Entro y ese hormigueo es ya casi doloroso cuando se abre la puerta y allí esta Molimadre. Pero algo no encaja..esa señora con el pelo blanco no debería abrirme la puerta.. la que tendría que estar al otro lado es la molimadre del pasado. De alguna manera rara y extraña, estoy de visita en mi pasado. Cuando me fui de casa de Molimadre en Madrid, me llevé todas mis cosas. Las cuatro mierdas que intenté dejar con la excusa de “ya me las llevaré más adelante”, estaban perfectamente empaquetadas en la entrada de la casa cuando volví del viaje de fin de novios.
- Moli..eso es tuyo. Si te lo llevas bien y lo que no, lo tiro.
- Bueno..ya iré viendo.
- No, no..hoy.
Viví en esa casa durante 28 años y no queda nada mío.
Hace 10 años que dejé de vivir allí, y en estos años he ido de visita como mucho unas 25 veces y sólo una vez me quedé a dormir.
Todo está más o menos igual que cuando me fui.
Cuando llego allí, de alguna manera rara, es como si no hubiera pasado el tiempo. Mi subconsciente espera que la que esté pululando por la casa, sea la Molimadre de hace 10 años y yo vuelvo a ser la que era con 28 años y mis hermanos igual. Me veo desde fuera, desde mi presente..y me siento como hace 10 años..Es muy raro.
El otro día, nos sentamos a cenar y me parecía que ni el ingeniero, ni laz princezas, ni molicuñado, ni minicuñado ni el nuevo bebepanocho encajaban ahí. ¿Qué hacían esos extraños en medio de mi pasado de hace 10 años? ¿ Quién soy yo ahí? ¿ mi yo del pasado sabe lo que voy a hacer en los 10 años siguientes? ¿ Dónde está lo que he hecho en esos 10 años? ¿ Dónde lo encajo?
Cuando salgo de esa casa y llego al coche…de repente soy yo otra vez en mi presente. Soy yo, con 38 años, casada, con dos hijas y con todas las cosas que he hecho bien y todas las que he hecho mal durante estos diez años.
Esa sensación inexplicable de choque con mi pasado, no se produce en la casa de Los Molinos.
Hoy estoy aquí, en Los Molinos.
Duermo en el mismo cuarto de siempre, veo el mismo paisaje por la ventana al despertar, desayuno en la misma mesa y paseo por el mismo jardín, pero aquí soy yo, mi yo de ahora. De aquí no me he ido nunca, sigo aquí, todo lo que he hecho durante estos 10 años ha dejado una huella en esta casa. Aquí no me produce extrañeza ver a la Molimadre del presente. Aquí, todos hemos envejecido, crecido. Aquí encajan laz princezaz, minicuñado e incluso bebepanocho con sus 3 semanas de vida. En el jardín hay columpios, la piscina está vallada, hemos cambiado los muebles, tengo una cama de matrimonio en mi cuarto. Aquí encajo yo con mi vigorexia mis canas, mis alegrías y las penas, mis desilusiones y mis miedos. Aquí encaja el blog. Aquí he crecido o envejecido, que es lo que se hace en la década que va de los 28 a los 38.
En Madrid, sin embargo, no sé quién soy. Estar allí me provoca una sensación rarísima y me produce una inquietud física y mental. No consigo estar sentada tranquila en el mismo sitio, me levanto y paseo por la casa intentando encontrar algún rastro de lo que yo he sido durante esos 10 años y no hay nada.
Así que allí estoy yo, paseando por mi pasado de hace 10 años sin saber muy bien como he llegado hasta aquí. No quiero decir que el tiempo haya pasado volando ni nada de eso. 10 años que han durado exactamente eso...pero ir a esa casa es como si no hubieran existido. Pero si lo han hecho y lo que pasa es que no encajan en esa casa.
Todo está igual que cuando me fui y no hay ningún rastro de mi vida en estos 10 años…es como volver al pasado…como ser yo otra vez con 28 años, antes de irme, antes de empezar a vivir el resto de mi vida. Incluso la ausencia de mi padre es más presente allí. Es como si solo hubiera hecho 4 años de su muerte, los que hacía cuando me fui.
Me siento como si te acostaras un día soltera y sin hijos y viviendo en casa con tu familia…y al despertar tuvieras tu propia familia que te trata como un adulto que sabe lo que hace.
Y no lo sé.
31 comentarios:
Pues sí es raro. A mí no me pasa cuando voy a casa de mis padres. Supongo que porque me fui más joven. Me pasaba algo similar en la casa del pueblo antes de que la arreglaran
Pues a mí nunca me ha pasado eso. No sé, supongo que el que mis padres sean de fuera y que vayamos fines de semana hace que tenga mi cuarto, algunos libros, recuerdos, etc.
Te explicas muy bien, pero eso a mí no me ha pasado.
Vaya volo mi comentario al cielo estelar... me repito.
Que yo estoy en la gloria en casa de la consuelo aunque cuando diga "deja la cazadora en el cuarto del chico" el chico ya no sea yo sino mis churumbeles.
Bueno también decía que este post no me habia gustado nada , pero si lo que vas a decir no es mas bello que el silencio no lo vayas a decir (que decia eldelburro a la puerta del bar.), osea que me silencio (¿callo cayo?)
¿En diez años ,solo has visitado en su casa , a tu madre 25 veces? sólo 2-3 veces al año .Algo decepcionado Moli.
a mi no me parece algo tan extraño , si has ido poco a la casa de Madrid es mas fácil que te sientas mas apegada a los recuerdos de lo que viviste allí , al contrario que en la casa de Los Molinos en la que has estado mas veces y forma mas parte de esos 10 últimos años.
Un besazo
Jos...ya sabía yo que no me había explicado bien. He ido a la casa de Madrid, unas 25-30 veces en 10 años. A la casa de Los Molinos miles..y allí está la mayor parte del tiempo mi madre. De hecho, lo normal es que nos reunamos siempre en Los Molinos..es rarísimo que lo hagamos en Madrid.
Aunque no he experimentado el desasosiego que aquí cuentas (qué bien expresas determinados sentimientos) sí hay lugares e instantes en el Hotel Cabrerator que me desconciertan mucho.
Como si a veces hubiera conexiones muy vívidas con mi pasado, y reconozco que, en segundos fugaces, me entristecen un poco.
Aisn...
Es bien rara esa sensación, y normal. Porque yo también la he sentido, y es como transportarse en el tiempo, solo que tú no quieres, y a tu presente le cuesta acompañarte.
Si lo manejas bien, es útil para desconectar en ciertas ocasiones absolutamente necesarias.
Me ha encantado tu enlace a Los Molinos. Me encanta la zona desde Guadarrama para arriba.
Abrazos
Genial tu descripcion. Seguimos sintiendo lo mismo ahora de adultos responsables que cuando eramos jovenes irresponsables...
Yo nunca he vuelto a dormir en casa de mis padres.
A mi me pasa lo mismo cuando voy de visita a casa de mi mamá y los abuelos. Tengo ya más de 10 años viviendo en otra ciudad, desde que me fui a estudiar y cada que voy me siento cada vez menos parte de ese lugar. Lo raro es que acá es al contrario, mi mamá me recibe como si aún fuera la adolescente de 17 que salió y espera que me comporte de esa manera, por lo que la convivencia suele ser agria...
Saludos! bonito, muy bonito post
Creo que sí sabes porqué te sucede eso, y nos has ido dejando miguitas de pan por el camino para que pudieramos adivinarlo.
Pero creo que no quieres leerlo en este comentario que se volería impertinente y no nos gustaría a ninguna.
Un abrazo y felicidades por Los Molinos, debe ser maravilloso conservar el lugar de tus infancia y seguir dsifrutando de él.
Siempre que sueño que estoy en mi casa, en realidad sueño con la casa de mis padres en Madrid, pese a que hace 14 años que me fui de ahí. Anoche, sin ir más lejos, todo estaba allí, las calles, la puerta trasera del portal, el ascensor... Es extraño de qué forma nos marcan nuestros años de juventud, incluso a nivel subconsciente.
Moli, crack.
Te entra a veces el desasosiego al pensar que esa es, y será siempre, "la casa de tus padres" a pesar del mucho o poco tiempo que hayas llegado a vivir en ella, y acabando por aceptar (no necesariamente con resignación) que esa nunca había sido "tu" casa, del mismo modo que "M" y "C" viven ahora en la casa de sus padres, y algún día tendrán "su" casa...
Me ha gustado mucho, yo lo he sentido alguna vez.
Moli, me da la impresión de que el post se expande, que es el inicio de una historia, de un relato, que vas a abrir una puerta, o a echar a algún niño fisgón de una habitación, y te darás cuenta de que aún está ahí, en ese cajón...
Sensaciones mías. Un saludo.
Los que hemos cambiado varias veces de casa, tenemos la ventaja de no sentir eso. Donde vive ahora mi madre, yo no he vivido nunca (ni dormido ni una sola vez, ni tengo habitación). Sí hay cosas mías en su casa, bueno, nuestras, ya que como vive sola, aprovechamos para que nos guarde aquello digno de ser guardado que no cabe en nuestra casa.
Eso sí, tenemos otros sentimientos al respecto, como el desarraigo. Quizás por eso llevo 15 años (más de lo que he vivido nunca en ninguna parte) viviendo en el mismo piso y sin ganas de cambiar, quizás para que las churumbelas tengan siempre su lugar donde volver (y quizás luego ellas lleguen a sentirse como tú)...no sé. A veces todo es complicado, aunque quieras hacerlo sencillo. Ostras, se nota el efecto lunes.
Me encantan los post para pensar!!!
Sí lo sabes:
"Viví en esa casa 28 años y no queda nada mío".
No te servirá, pero a mí me pasa igual y eso que sí quedan algunas cosas mías.
Creo que lo has explicado de puta madre. El tema de las capas del "yo" es inagotable. Te puedo añadir, porque no has tenido tiempo para eso, que a veces, cuando me encuentro con mi hijo, he perdido la "sensación" de que es mi hijo. Me parece que es "un señor". Y tardo un buen rato de conversación hasta ue se produce el "clic" en mi cabeza.
Por otra parte, semivago habla de un libro de relatos de Papini que son variantes de los problemas del "yo".
Te entiendo perfectamente.
La verdad que yo nunca he sentido nada parecido.
Sin embargo a mi representante (la que me representa en bodas, bautizos, comuniones y similares) le ocurre u ocurría algo parecido con la casa de sus padres en la City. Ella se fue demasiado joven de casa de sus padres y perdió el vínculo con esa casa familiar. No así con la casa de campo en donde nos reuníamos todos los fines de semana y parte de los veranos y la que ella había conocido desde que nació.
Ahora pasado un tiempo prudencial de la muerte de su madre y dado que ni ella ni sus hermanos tienen familia numerosa, ha nadie le interesa quedarse con el "palacete" y se ha puesto a la venta.
La tristeza de mi representante es palpable porque como dice se le va la vida media vida en esa casa....pero bueno, todo se supera.
Me da la sensación de que te molesta que tus cosas(y tus recuerdos) salieran tan fácil y rápidamente de esa casa.Como si no hubieras pasado por allí.
cara-cola
Pues yo lo veo normal. Eso le pasa a quien tiene historia. Mientras eres joven, apenas puedes mirar atrás. Cuando ya eres adulto, hay lugares y situaciones vividas en el recuerdo. Y, según pasan los años, más visitas al pasado se pueden hacer.
Podrán ser de una forma u otra, más agradables o menos, según las experiencias del sujeto, pero son una señal lógica del paso del tiempo.
Joder Moli, que alivio¡¡¡
Pensaba que era el único ser de la Tierra con esa sensación.
No sabes cuanto te agradezco que sientas eso¡¡¡
Un abrazo.
Cada vez mas es la casa de mi madre, mi padre falta, y la siento menos mi casa.
Te entiendo perfectamente y lo has explicado muy bien, demasiado bien, se me ha puesto algo raro en el estómago.
En la casa de mis padres estoy continuamente y no tengo ningún problema, pero en la casa de mi abuela me pasa continuamente, vuelvo allí muchísimas noches con mi abuela y las vecinas. Noto los olores, el fresco del portal, el calor de la acera sentada en el suelo, la anea rota de una silla, las fotos, las medicinas, como huele el armario del pan y en los diez últimos años sólo he ido de visita rápida dos o tres veces. Es como que la casa ha seguido sin mi y sobre todo sin ella...para mi es raro y doloroso
Yo sigo teniendo las llaves de mi casa...bueno, de la que fue mi casa,pero me da no se qué usarlas, de hecho te entiendo, me da no se qué ir, mucha pena, mi habitación sigue tal y como la dejé, incluso el libro que leia nunca se colocó en la estanteri, es muy raro,la verdad, asi que te entiendo.Un beso
Eres muy valiente al analizar y permitirnos compartir las sensaciones que tienes al regresar a casa.
Yo he tenido sensación de culpa durante muchos años por haber tenido sensaciones similares y ahora me siento mejor al ver que a otras personas les pasa lo mismo.
Por otra parte tu manera de exponerlo me parece perfecta. Envidio tu facilidad para escribir.
A mi me pasa lo mismo! Nunca hubiera sido capaz de expresarlo como tu. Es tan extraña la sensacion.
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