martes, 15 de mayo de 2012

ENSAYO SOBRE EL ARMARIO



Los armarios son un objeto curioso. La mayor parte del tiempo pasan completamente desapercibidos, no te das cuenta de que están, no se disfrutan como un sofá y  los usas un intervalo de tiempo cortísimo y normalmente durante ese uso estás pensando en otra cosa: llego tarde, no me acuerdo donde he aparcado el coche, tengo que coger la cartera, que no me olvide el móvil…A veces el armario intenta llamar tu atención y entonces hace que un cajón no abra, esconde algo al fondo de una balda o sencillamente no le sale de los cojones cerrarse. Cuando ya está muy cabreado manda el rayo puteador que te taladra el cráneo, penetra en tu cerebro abriéndose paso a codazos y apartando cualquier otro pensamiento e instala en el centro de tu universo este mantra: tengo que ordenar este armario.

Ese rayo puteador te jode infinito. Si triunfa, si no eres lo suficientemente rápido como para esquivarlo o entorpecer su paso con un pensamiento más potente…estás atrapado. Tienes que ordenar el armario.

Inciso...casi todos los hombres son inmunes al rayo puteador de los armarios...pero sin embargo son presa fácil de otro rayo puteador: tengo que limpiar el coche...- Fin del inciso.

El armario tiene mala fama entre la gente desordenada y no debería ser así. El armario es amigo de esa gente, les permite esconder su caos. Imaginaos la casa de la persona más desordenada que conozcáis sin armarios, exacto, un reportaje de televisión de esos que entran en un salón hundiéndose hasta las rodillas en trastos.

Un armario solo está perfectamente ordenado si está medio vacío. El 50 % de capacidad de un armario es el límite para permanecer en perfecto orden de revista. Los armarios de Ikea no son cómodos, ni versátiles ni tienen mucha capacidad: están vacios...ese es el secreto de los suecos. Coge toda tu ropa o todas tus herramientas o todos los juguetes de tus churumbeles y vete a la sección de armarios de Ikea…verás que risa. Prueba con esos que se cierran con cortinita y que parecen tan monos…el descojone absoluto.

Un armario nunca es lo suficientemente grande por dentro ni lo suficientemente pequeño por fuera. Siempre ocupa demasiado espacio y cabe demasiado poco.

Un armario es como el mes de enero, o el de septiembre. Genera buenos propósitos imposibles de cumplir, que realmente crees que esta vez sí conseguirás llevar a cabo: “hoy lo ordeno y a partir de hoy lo mantengo ordenado, siempre es mejor eso que esta paliza que me estoy dando”, “ahora cuando llegue, voy a guardar casa cosa en su sitio”. Esos buenos propósitos duran más o menos lo mismo que la intención de ir al gimnasio todos los días, aprender inglés, llamar a tu madre más a menudo o no comprar un libro más…perdido en el limbo de tu falta de voluntad.

Todos los armarios tienen tendencia al desorden, todos, pero podemos establecer una clasificación de menos a más:

- El armario de las herramientas, bombillas, cables, trastos de pintar y demás murgas de bricolaje. Suele ser territorio de hombres y suelen tenerlo en perfecto orden. Es el único sitio de la casa donde encuentran las cosas a la primera, sin decir la mítica frase “Aquí no está”.

- El armario de los abrigos que normalmente está en la entrada o en algún tipo de habitación que se usa menos. Los abrigos entran y salen durante el invierno y llegado el momento entran y no salen en una temporada. El problema de este armario no es el desorden, es la capacidad. Acumulamos abrigos, chaquetas, chupas, anoraks y demás sin pensar en el volumen que esas prendas tienen y el porcentaje de entrada y salida de prendas no está equilibrado. Entran prendas pero no salen…este armario suele permanecer ordenado hasta que estalla.

- La despensa. Un caos con sistema domina el ecosistema de este armario. Si hay suficientes víveres, suelen organizarse por baldas siguiendo algún tipo de sistema que junta las conservas con las conservas, las cosas de desayuno con la bollería, la leche y el zumo en una balda y la comida “por si acaso” que nunca se come en otra balda. Suele haber en todas las casas algún elemento perturbador que nadie se explica cómo ha llegado “¿de dónde coño ha salido esta lata de berenjenas en vinagre y que hace en la balda del azúcar y la sal? Suele ser un armario que cuenta con las simpatías de los tíos…”qué hay que hacer la compra...con la cantidad de cosas que hay para comer aquí”.

- El armario o “solución de almacenaje” de los juguetes de los niños. Nunca, jamás, nunca, los juguetes son del tamaño adecuado para poder jugar con ellos al tetris y aprovechar todo el espacio disponible. Este armario solo está ordenado por interés y empeño de las madres. La duración de su orden es inversamente proporcional al tiempo que se haya dedicado a dejarlo en perfecto estado de revista…no se conocen casos en que el orden haya durado más de 1 hora.

- El armario de la plancha. Es un ser mítico para los tíos... ¿tenemos un armario de la plancha? Este mola porque puede estar desordenado sin cargo de conciencia.

- El armario de la ropa de cada cual. Este ya permite todo tipo de descojone y descontrol. Una opción es todo ordenado incluso por colores y tipos de prendas. Otra opción es los cajones ordenados y las baldas hechas un cristo o viceversa. O la opción más caótica...todo metido a presión, sin ningún tipo de orden...el armario pasa a ser más bien un escondite...y como todos los escondites tiene sus sorpresas... ¿Que es esto rojo que asoma por aquí? Coñoooo...pero si tenía una camiseta roja superchula...ni me acordaba...eso sí, está pelín arrugada.

Por encima de todos estos y en una categoría diferente está el peor armario de todos, uno que todos odiamos y que es sencillamente imposible de mantener ordenado. Estoy hablando del temido ¡¡armario de los tupers!!!

Es el más cabrón de los armarios. Hay que usarlo siempre como si estuvieras manejando plutonio, cualquier error puede significar el caos. Se debe abrir la puerta con mucho cuidado. Otear el interior hasta encontrar el tuper que crees que necesitas o el lugar donde pretendes colocar el que tienes en la mano. Visualizar la maniobra a realizar y solo cuando tengas claros los movimientos, efectuarlos con suma precisión y cuidado. Cualquier mínimo error en el manejo, quebrará el inestable equilibrio que domina el mundo de los tupers y que es incomprensible para los humanos. Cualquier descuido, provocará un estallido que incluirá un derrumbamiento de las torres de tupers. Si eso ocurre, todos saltarán por los aires, disparados hacia el exterior en un efecto cascada que vaciará el armario por completo y desparejará tapas y tupers provocando sudores frios, mala leche y cabreo supremo en el usuario. Normalmente esta explosión suele ir acompañada del grito: .“se puede saber para qué cojones tenemos tantos tupers. Hay que tirar la mitad”. Por supuesto, no se tira ninguno. Se vuelven a colocar dentro como buenamente se puede en una nueva cumbre de equilibrio inestable, .esperando que el próximo caos le toque a otro.

Por último y para concluir este sesudo análisis solo diré una cosa, desconfío mucho de la gente que tiene los armarios perfectamente ordenados. Alguien que tiene los jerseys por colores, las faldas agrupadas por largos y los pantalones colgados como si no se usaran, no me parece de fiar. Son gente que dedica su tiempo libre a ordenar, a colocar en vez de tirarse a no hacer nada, leer, o lo que sea. Esconden algo seguro  y seguro que tienen  conversaciones aburridas. Ahí lo dejo.

33 comentarios:

ro dijo...

Me han gustado mucho tus reflexiones, como siempre. En especial, lo del armario de la plancha, que no tengo, y que quiero uno, y lo de los tupers, que es el lugar mas odiado de la casa.

Soy de las desordenadas que sin armarios parecería que tengo Diógenes.

Y siempre he desconfiado de la gente con los armarios ordenados, así como los cuartos de baño que parecen no haber sido usados nunca.

BESOS.

Gata dijo...

Me encantan tus ensayos sobre cosas cotidianas... Das en el clavo, joer!
Yo soy bastate caótica con mis armarios, y efectivamente, el más temido/odiado para mí es el de los tupers, seguido del de la plancha.
Siempre me digo a mí misma que tengo que ordenar mi armario... Pero oye, siempre me surge algo mjor que hacer. Hasta que al fin, llega el día... El día que me alcanza el rayo puteador. Ese día no hay escapatoria.
Saludos!

bequipequi dijo...

Pues yo recientemente me he comprado la cama del ikea que tiene debajo unos cajones inmensos que se han convertido en los cajones de "esconder": que he recogido la ropa tendida que no requiere plancha pero no me apetece ordenarla en su sitio y viene mi suegra? La escondo en el cajón! Y como son tan grandes siempre cabe! Sí, soy un desastre, de hecho ya no me queda ropa interior en el cajón de la ropa interior, está toda escondida... Presiento que el rayo puteador está a punto de alcanzarme...

A. Sandler dijo...

simplemente genial!

Ana María dijo...

Ostras, la pelea del armario de los tuppers es ¿y éste con qué tapa va?

xDD

Totalmente de acuerdo con tu última reflexión, un besazo!!!

NáN dijo...

1.- El armario de la foto es una puta mierda de armario que no tiene cabida simultánea para una prima y un primo. Las primeras veces que me tocaron la pilila y toqué rajitas fue con primas hermanas, jugando al escondite, en armarios que permitían que dos jovencillos de 10-11 años cupieran escondidos en un armario. "A la prima bien se arrima / y si es prima hermana, con más gana". Claro que en aquel tiempo no teníamos "educación sexual".

2.- "Inciso...casi todos los hombres son inmunes al rayo puteador de los armarios...pero sin embargo son presa fácil de otro rayo puteador: tengo que limpiar el coche...".

(algunos, ni al uno ni al otro).


3.- "El armario tiene mala fama entre la gente desordenada y no debería ser así. El armario es amigo de esa gente, les permite esconder su caos."

(tienes toda la razón, pero contratar a un japonés de los que empujan a los usuarios del metro de Tokyo sería una ventaja adicional impagable).

¡¡¿Cuándo me vas a poner el vídeo de "The River", para que llore un poco?!

Inés dijo...

Yo soy un desastre en general, una fuente de entropía. Pero hace como 10 años logré ordenar el armario de los tuppers y aún mantiene el orden.

No me preguntes cómo lo hice, pero ahí está. Tapas a un lado ordenadas por colores, tipos y tamaños y los tuppers anidados sin equilibrios inestables.

Sol Elarien dijo...

¡Estoy oyendo a mi marido con lo de tirar los dichosos tuppers!
Aún no he sacado lo de verano pero, para que os hagáis una idea de lo que me espera: http://anoldgrumpandabeautifulperson.blogspot.com.es/2011/12/el-calor-de-diciembre.html
Por desgracia, la realidad es muchísimo peor de lo que soy capaz de describir.

Griselda dijo...

Moli, te doy las gracias: llevo una semana entera intentando esquivar el rallo puteador de ordenar el armario de la ropa y con cargo de conciencia pensando que eso de ser un desastre con la ropa solo me pasa a mí... Y gracias a ti descubro que es algo mucho más extendido de lo que pensaba :)

Echo en falta un armario que a mí me particularmente me provoca sudores fríos: el armario de las cazuelas y las ollas y todos esos cacharros de cocinar. Suele estar en un armario alto porque las que usamos habitualmente están más a mano, y cualquier movimiento en falso puede provocar descalabro y varios puntos de sutura.

TXABI dijo...

Sinceramente, el problema del "tuper-armario" es que, por lo general, se guardan los tuper, cada uno, con su tapa encastaday nu osobre otro en equilibrio inestable, que diría un físico.... La cosa tiene truco: ¿ Has probado a alojarlos, uno dentro de otro, por tamaños ("anidados") y las tapas apiladas en otro lado ?.
Sencillo, ¿ no ? como mucho, podrás tener un par de "montañas" de tuper, o tres (que no se caerán) y una o dos "pilitas" de tapas...
Prueba, prueba...

Anniehall dijo...

Buenísimo, riéndome casi tanto como con el chico Centella.

Nesita, dame un cursillo para que las tapas de los tuppers no salgan disparadas en cuanto rozo una ¡ Por favor!

Sonic dijo...

Genial, como siempre! de acuerdo en todo!

El armario de las herramientas está ordenado, pq pasan más ordenandolo de vez en cuando que usando su contenido!

Mis tuppers están peligrosamente puestos en la balda de arriba del de los platos, con lo que el peligro es constante.. y desde que tenemos los de cristal casi fregamos con casco (la fregadera está debajo del dichoso armario!)

En mi casa pequeñita el armario de los abrigos es una maleta, así que imaginate! se ordena eso cuando se viaja, y se aprovecha para cambiar de verano a invierno y viceversa!

Tita dijo...

¡oh!

Entro aquí a leer escondiendome de mi obligación de buena ama de casa de cambiar los armarios (y ordenarlos de paso) y me encuentro con ésto...ehhhhhhhh

¡ya tengo excusa para no ordenarlo! jajajajaja

(el de los tupers ha sido genial, la culminación!!! Una vez tiré tuppers...me arrepentí en la misma cena)

Oswaldo dijo...

Puedo ver que en el cajón superior del lindo armario de la foto hay tres pares de calcetines. A juego con las tres camisas.
Los interiores se quedaron en casa, con los pantalones...
¡Joder! ¡Que éste está más vacío que armario de hotel para tres días!

Chitin dijo...

O puede q ese alguien tenga los armarios tan ordenados porque paga a alguien para q se lo ordene...no sé, te imaginas el mega-armario de la Preysler o de Letizia desordenado???

_Xisca_ dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Inés dijo...

Anniehall, yo las puse en vertical, entre la pared del armario y una de las montañas. Y al organizarlas por tamaños, normalmente no sale más que la que quieres (o, como mucho, otra más si están muy apretadas).

Al final le haré una foto al armario para explicarlo.

Laia... dijo...

Descojone en el bus patrocinado por la explosión del armario de los abrigos y de los tuppers asesinos (en mi casa, caen atacando directamente a la cabeza).

Para describir mi caos te faltarían el armario de apuntes y libretas viejas que nunca más vsd a usar pero no te atreves a vaciar... Y los de bolsos y zapatos.L, que sufren un ciclo fe vida similar al de los abrigos.. pero estos dos son culpa mia por tener demasiados, lo sé.

Laia... dijo...

Descojone en el bus patrocinado por la explosión del armario de los abrigos y de los tuppers asesinos (en mi casa, caen atacando directamente a la cabeza).

Para describir mi caos te faltarían el armario de apuntes y libretas viejas que nunca más vsd a usar pero no te atreves a vaciar... Y los de bolsos y zapatos.L, que sufren un ciclo fe vida similar al de los abrigos.. pero estos dos son culpa mia por tener demasiados, lo sé.

bequipequi dijo...

Yo tengo las tapas de los tupers en vertical metidas en otro tuper más grande que apenas uso y así, más o menos, vamos tirando...

Alber dijo...

Joder, los de los tuppers lo has clavado!! Nosotros los tenemos metidos al fondo de un armario en cuya primera linea está el tostador. Y claro, yo soy de tostador diario para desayunar y claro, que se engancha un poquito el cable y adíos tuppers. Odio sobre todo los que guardamos de la comida china, estos blancos redondos, porque las tapas se escurren muy facilmente y no se quedan quietas nunca...que buena eres!!!

fandorín dijo...

También hay gente, que tiene pocas cosas, y claro...así cualquiera, no?...TIRA ALGO YA!, antes de padecer Diogenes

Hermano E. dijo...

Estimada Profesora Moli:

Le transmito mi felicitación por su acertado ensayo. Sin embargo hay un punto muy importante que no ha desarrollado.

Indica con acierto que el síndrome ordenarmarios afecta sólo a personas del genero femenino, siendo los varones inmunes. Sin embargo también apunta que los niños, independiente de su género, no sólo no lo padecen sino que incluso tienen una tendencia contraria, favoreciendo la entropía natural de los armarios.

Mi pregunta es: ¿qué hecho o acontecimiento es concomitante con el inicio del síndrome en las mujeres? ¿la mayoría de edad, el matrimonio, el nacimiento del primer hijo,...?

En mi casa estamos muy interesados en conocer este dato, ya que nuestra hija de 21 años no muestra ningún signo de padecer el síndrome sino mas bien al contrario y extiende el desorden no sólo al armario sino a todo el cuarto, para desesperación de mi mujer.

Mafalda dijo...

Todo verdad. Pero es que lo de los tuppers, es taaan real!

Visterilla dijo...

Y la paradoja del desorden en casa y el oden extremo en la oficina? Oh, el cajon... Ese gran desconocido... Odio cuando amontonan los tuppers en lugar de apilarlos: amontonar: grandes sobre pequenios que se desmorona con un leve roce; apilar: colocar pequenios dentro de grandes. Tapas en leja (balda) a parte. Lo clavas, como siempre!
Salud y paz mental! Ohmmmmm
Visterilla

Anónimo dijo...

, disculpa si no continue con toda la "lectura pues no es una de mis "grandes preocupaciones pero si te sirve de algo quiza consideres aniadirlo...

El armario de los abuelos dificil de olvidarlo... con su espejo de luna, espacio para poner en perchas los trajes y en los pequenios cajoncitos la ropa interior como es el camison de ir a dormir y si sos atrevida como lo fui yo, necesitas una silla para llegar a lo alto y encontrar la coleccion de libros de espionaje de tu favorita autora donde nunca la vistes a la pobre anciana con lentes leyendo y siempre bajo sus brazos sentada con sus agujas de lana y el ovillo rezagado en su falda entre sus dos muslos... lo unico que puedo ayudarte es si tienes problemas "abriendo cajones, yo soy alergica al jabon de manos menos para las manos, lo detesto para otras partes del cuerpo pero no para "rallarlo por todas las "direcciones del encuadre de madera y una vez suficiente se abre y cierra en "un abrir de ojos...

Sin suspiros, saludos a tutte le vasque!!

XEIA2410 dijo...

Ostrassss, dos post de armarios casi seguidos.....llevas una semana de arreglos, seguro!!!!
Sí, da un palazo importante, pero cuando aparece el rayo.....sólo de pensar en que tengo que acabar de cambiar el de las churumbelas me da algoooo!!!!!! Sí, la primera fase de sacar unas cuantas camisetas de manga corta, por la pereza puntual de arreglar más, ya lo hice. En cambio el mío, lo tengo tooodo en el mismo. Apretao pero ya sale planchao!!!!
Ah!!!, los armarios antiguos de luna...me chiflan!!! Lástima que hoy día no sirvan de mucho pero tienen un encannnto brutal!!! Y sí, tendríamos que volver a tener mucha menos ropa, pero sospecho que estamos todos con el look huerfanita hasta llegar a la zaparrastrosidad y claro, no se tira ná.
Y termino, que me da el rayo (de este finde no pasa!!!)

El país de Tócame Roque dijo...

Luego está el cajón desastre donde van a parar todas esas cosas inverosímiles que tal vez algún día necesitemos, un clip, una pieza de algo que no sabemos a que pertenece, la linterna, el pegamento, una goma de pollo, fundas transparentes...Un consejo, no tiréis nunca nada, es hacerlo y necesitarlo al día siguiente después de haber estado años sin poderle dar uso

... dijo...

Magnifico post...como casi todos ;)

Por otra parte decirte que ayer vi a Bruce en Gran Canaria...moreno que se va el de aquí y todo....ESPECTACULAR.

Makale dijo...

Me encantan tus reflexiones y como las expresas. En otras palabras... para cuando te vas a paramount comedy a hacer monologos?

Bss.

Rbk! dijo...

jajaja lo que me he podido reir y que razón tienes!!, lo de los tuppers es caso perdido, siempre uso los mismos y no me preguntes cómo, que siempre son los de debajo de toooooda la pila

Anónimo dijo...

La parte de los tupers parece escrita por mí.¡Los odio, los odio, los odiooooo!¡Y al tío que los inventó!

Rosulae

Madamer dijo...

Jjajajj qué bueno, clavao para alguien a quien conozco muuuucho!!

Lo de los tuppers se soluciona jugando a los encajables... pequeños dentro de grandes, como las muñecas rusas... y las tapas todas juntas en el más grande de todos ;)