viernes, 28 de febrero de 2014

Mis 8 derechos del lector de blogs.


Mis 8 derechos como lectora de blogs. A mí me valen.

1.- Derecho a dejar de leer un post.
Nada más empezar, a la mitad, casi al final o tras haber leído sólo el título. También tienes derecho a leerlo hasta aprendértelo de memoria, volver a releerlo y guardarlo en favoritos.Tienes derecho a enlazarlo si es que tu tienes un blog y a escribir sobre ello.  Puedes leer todos los posts del blog o sólo algunos.Tienes derecho a decirle al bloguero "esto no es lo que dijiste hace 500 posts"...

2.- Derecho a sentir lo que te apetezca tras haber leído un post (aunque lo hayas dejado a la mitad).
Tienes derecho a reírte, llorar, emocionarte, pensar, agradecer, ofenderte y por supuesto cabrearte muchísimo. Y lo que sientas es solo tuyo y particular y no tiene porqué coincidir con lo que ha pretendido el autor o con lo que sientan los demás lectores. Tienes derecho a sentir lo que quieras. 

3.- Tienes derecho a hacer tu interpretación de lo escrito.
Puedes pensar lo que quieras de lo que has leído. Puedes atenerte a lo que hay escrito o sumarle tu experiencia, tu conocimiento, tu intuición, tu empatía con el bloguero o tu antipatía. Puedes interpretar lo que quieras...sabiendo por supuesto que esa interpretación es tuya y particular, es tu artefacto mental. Y puedes acertar o estar terriblemente equivocado.

4.- Tienes derecho a que no te aburran en un blog.
No tienes tiempo para perder y lees un blog porque te apetece, tienes curiosidad, quieres aprender o cualquier otro motivo. Tienes derecho a no aburrirte leyendo....y si te aburres tienes derecho a irte y no volver más.

5.- Tienes derecho a exigir corrección linguística, ortográfica y de redacción.
Obviamente no esperas que todo el mundo sea Lázaro Carreter pero el texto tiene que ser comprensible, no agredir gramaticalmente y no ser un desastre ortográfico. Por muy buena que sea la idea, el pensamiento, la reflexión o los conocimientos que el bloguero quiera transmitir, el trabajo de hacerlo comprensible y transmitible es suyo, no del lector.

6.- Tienes derecho a comentar o no hacerlo.
Puedes comentar cuando quieras y lo que quieras.  O puedes no comentar nunca. Puedes ser complaciente, agradecido o educamente hostil. Puedes dedicarte a corregir todo lo que te parece que está mal. Puedes mostrar que no estás de acuerdo y puedes aplaudir con las orejas. Puedes ser muy crítico. Puedes ser breve y conciso o prolijo y disperso. Puedes comentar todos los días o sólo de vez en cuando. Puedes comentar las veces que quieras un post. Puedes comenzar conversaciones con otros comentaristas. Puedes editar y borrar tus comentarios. Puedes estar satisfecho con tus comentarios o arrepentirte. Puedes escribir un comentario y borrarlo. Puedes pedirle al bloguero que lo borre si tú no puedes hacerlo directamente. 

7.- Tienes derecho a que el bloguero lea tu comentario.
Tú has leído (o no) y comentado, tienes derecho a que el bloguero lea tu comentario, aunque no conteste.  Y si hay moderación de comentarios, tienes derecho a que el comentario aparezca en un periodo de tiempo razonable porque el comentario es tu aportación al blog y ES IMPORTANTE.  Y 3 días después no es un periodo de tiempo razonable. 

8.- Tienes derecho a sentir un raro vínculo hacia el bloguero.
No es un amigo, no es un conocido, no le has visto nunca....pero puedes odiarle o tenerle simpatía. Puede sacarte de quicio. Puede hacerte aprender, puede hacerte sentir agradecimiento, pena, empatía, amor, odio, asco o lo que sea y pensar. ¿Por qué me afecta lo que alguien escriba? Y no lo sabrás, pero tienes derecho a sentir lo que sea. Tienes derecho a establecer vínculos con otros lectores incluso aunque odies al bloguero. Tienes derecho a odiar un blog y dedicarte a desprestigiarlo. O puedes incluso desarrollar una especie de adicción...y tienes derecho a desengancharte cuando quieras.


Esta noche me acordé de estos dos posts, los 7 pecados del bloguero y los 8 pecados del lector de blogs.


jueves, 27 de febrero de 2014

Mis 8 derechos del bloguero.


Por supuesto, me los he sacado de la manga, pero a mí me valen.

1.- Tienes derecho a escribir lo que te de la gana cómo te de la gana.
Un blog no es un periódico, ni un portal web ni una revista ni un foro. Es tuyo y puedes escribir lo que quieras y como quieras. Puedes escribir un texto tan largo como los de Jotdown o incluso más (si es que eso es posible) o  puede ser corto. Puede ir en párrafos o sin puntos y aparte. Puedes ser divertido, gafapasta, crítico, irónico, triste, misterioso. Puedes contar toda la verdad, o sólo una parte o elaborar una gran mentira. Puedes enseñar, divertir, hacer llorar. Puedes mostrarte, ocultarte o disfrazarte. Puedes hacer listas. Enseñar recuerdos, tus conocimientos, tus historias, tus pensamientos, tus idas de olla. Tu música, tus fotos. Las cosas que odias, las que te apasionan, aquellas que dominas y también puedes escribir de lo que no sabes. Puedes no opinar de nada u opinar de todo.

2.- Tienes derecho a publicar cuando quieras.
Mucho, poco. Compulsivamente. A cuenta gotas. A una hora fija o sin ningún tipo de horario. Los días impares. Los pares. Una semana sí y otra no. A todas las horas del día. De madrugada. Por la noche. Cuando todo el mundo lo esté esperando y cuando nadie lo espere. Puedes dejarlo sin decir adiós. Puedes borrarlo. Desaparecer. Empezar de cero o no dejarlo nunca.

3.- Tienes derecho a contestar comentarios o a no hacerlo.
Y puedes cambiar de idea en cualquier momento. Puedes contestar a todos, o sólo algunos. Unos días sí y otros no. Contestar sólo los buenos o sólo los malos. Contestar para agradecer y contestar para discutir.

4.- Tienes derecho a estar feliz.
Tienes derecho a que tu ego revolotee cuando un post que a ti te gusta encuentra una buena acogida. Tienes derecho a estar feliz, a bailar alrededor de tu ordenador con los brazos en alto agitando la cabeza. Tienes derecho a sonreír cada vez que recibes un comentario amable, agradecido, entrañable, cariñoso, bonito, motivador, sentido, provocador, inquietante, curioso, especial. Tienes derecho a releer esos comentarios y recrearte en esa sensación. 

5.- Tienes derecho a no ser humilde. 
Si escribes algo, lo que sea, que te ha costado mucho o te ha salido sólo pero de lo que te sientes increíblemente satisfecho y contento, tienes derecho a defenderlo con uñas y dientes. Es tu blog, tu escrito y te parece que está muy bien, así que no tienes porqué ser humilde sino quieres serlo o no te sale. Hay que guardar la humildad para cuando leas lo que han hecho otros y pienses "joder, qué bien está esto....ojalá yo pudiera hacer algo así, ojalá yo supiera hacer eso". En tu blog, la humildad no sirve para nada. Y por supuesto, ser humilde no tiene nada que ver con aprender de opiniones y comentarios. 

6.- Tienes derecho a cabrearte. 
Tienes derecho a enfadarte cuando te das cuenta de que lo que has escrito no estaba bien expresado. Cuando te das cuenta de que te has equivocado. Cuando eres malinterpretado. Cuando te insultan en los comentarios. Cuando te "buscan" en los comentarios para provocarte. Cuando te plagian. Cuando un post no consigue lo que tu pretendías. Cuando sabes que lo has hecho mal. 

7.- Tienes derecho a que te afecten los comentarios a mala leche. 
Más que un derecho es que es inevitable. Tienes derecho a sentirte dolido, a que te duelan los comentarios pensados para hacer daño, para incidir en la herida, para provocarte, para joder. Queda muy bien decir que no te afectan, que pasas, que te da igual...pero no es verdad. Primero tienen que dolerte, porque hacen daño...y luego hay que ignorarlos. Cogerlos y lanzarlos contra la pared. Por supuesto, tienes el derecho de moderar esos comentarios y no publicarlos. Una cosa es que te duelan y otra cosa es hacer el gilipollas.  

8.- Tienes derecho a que lo que escribes sólo te guste a ti. 
Si tiene sentido para ti, si lo que escribes es lo que quieres escribir y te ha servido para lo que sea, lo demás no importa.  

Continuará con la parte contratante de la segunda parte:  "Mis 8 derechos del lector de blogs". 

martes, 25 de febrero de 2014

Vosotras

Nos sentamos después de cenar. Tú M a mi derecha, y C a la izquierda. Os apoyáis en mi y ponemos un corto o dos, según el día y el tiempo que tengamos.

Ayer fue éste. Nos encantó, nos reímos muchísimo.



Mientras nos reíamos y C se limpiaba las gafas moradas de mentira que le gusta ponerse por casa pensaba que estáis muy mayores. Sé que 8 y 10 años no son muchos, pero ya tenéis la edad que quería que tuvierais cuando eráis bebés y me aburría con vosotras. Cuando no veía el momento en que hicierais algo más que ser un cálido bulto al que poder abrazar. Yo no sabía que quería que tuvierais 8 y 10 años...lo sé ahora.

Os acuesto. Os arropo. Apago la luz. Últimas palabras susurradas antes de dormiros: "despiértanos antes de irte", "trae el agua" y salgo de la habitación.

Pienso en vosotras. En mi tiempo con vosotras.

Sois curiosas. ¿Qué es instagram? ¿Cuánto cuesta una casa? ¿Qué es una hipoteca? ¿Cómo se cuecen las judías? ¿Qué es una patria? No puedo contestar a todo, hay cosas que ya no sé, pero lo que no hago es mentiros. Hay veces que creo  que la respuesta no os va gustar, os va a doler o no vais a entenderlo y dudo si contestaros con una generalidad absurda o con la frase "es algo de mayores", pero entonces me arriesgo y descubro que sois personas independientes de mí, con criterio e ideas y que no sois de mantequilla...y os veo encajar mi respuesta, masticarla y seguir adelante.

Me flipais.

Os reís muchísimo. Nos reímos juntas y con otra gente. Hacéis el payaso y me muero de la risa, como cuando M se ha disfrazado después de cenar de "empollona" con mis gafas de directora de cine catalana y los pantalones del pijama por los sobacos... Contáis unos chistes malísimos con los que os troncháis, aunque lo que más os hace reír son mis historias de cuando era pequeña o cuando os cuento las cosas que hacíais de más canijas...

Me desesperáis.

No nos echamos de menos cuando no estamos juntas y me parece estupendo. Nos encanta estar juntas pero también nos mola estar separadas. Me encanta que seáis independientes de mí y me encanta serlo de vosotras. No sé si cuando tengáis 18 esto me preocupará algo más...pero ahora mismo disfruto cada minuto con vosotras y también cada minuto sin vosotras. Y sé que vosotras también.

Me conocéis.

Me conocéis y sabéis que no soy perfecta ni mucho menos. No es sólo que lleve el pelo corto y rara vez me ponga falda o que mi lasaña no sea tan buena como la congelada de celiacos, es que sabéis mejor que nadie todo lo que hago mal y en muchos casos lo sufrís pero me deja sin respiración lo mucho que a pesar de eso me queréis. Incondicionalmente.

Me queréis.

Muchísimo. Y con criterio. Ya no es cómo cuando eráis pequeñas y os preguntaba cuanto me queríais. Ahora os ponéis muy serias, me miráis fijamente y me decís: Te quiero mamá. Es un amor incondicional que nadie más me da.

Os preocupáis por mí. De verdad.

"¿Estás bien?", "Ten cuidado con el coche", "¿Has dormido bien?", "¿Estás triste?" "¿Qué libro estás leyendo?" "¿Ya lo has terminado?" "¿De dónde lo has sacado?" "¿Qué escribes?" "¿Dónde vas?" "¿Con quién?" "¿Qué tal el trabajo?" "No me gusta que estés sola...pero si me dices que es lo que quieres, entonces me parece bien"

Hacéis cosas solas, cosas que antes tenía que hacer con o por vosotras y que ahora os salen solas. Vais y venís del colegio, os abrocháis los cinturones en el coche,  os vestís, preparáis la mochila del colegio, preparáis la mesa del desayuno  la cafetera, os untáis las tostadas...aunque os sigue dando miedo sacar los panes del tostador.

No echo de menos ningún momento anterior. Ninguno. Cada día con vosotras es el mejor y además miro hacia delante y sé que todo lo que venga será mejor. No será fácil ni todo será divertido. Vais a odiarme muchísimo y yo me tiraré de los pelos con vosotras y lamentaré amargamente (una vez más) los impulsos reproductores de mi yo del pasado...pero sé que será mejor, porque siempre ha sido así.

Porque me hacéis mejor. Porque sois especiales. Sois unas personas increíbles y me queréis.

No puedo pedir más.

Bueno sí, que cuando os de permiso para leer el blog...no me odiéis mucho.

lunes, 24 de febrero de 2014

La tv es mentira y la red está llena de listos.


La televisión es MENTIRA. El 90 % de los contenidos de la televisión son mentira. La televisión es manipulación, son  intereses empresariales y políticos, son medias verdades, es espectáculo...es ficción. El que no sepa esto ¿en qué mundo vive? 

Twitter es un nicho de escepticismo, un ecosistema de listos que desprecian la televisión como concepto pero que pasan horas hablando de ella, teorizando. En Tw se santifica lo que se debe ver y se demoniza lo que no. En twitter se pontifica sobre lo bueno en televisión y lo malo.  

Por suerte o por desgracia, la televisión llega a muchísima más gente que Tw y los blogs y la red en general, aunque los que tenemos twitter y blogs creamos que no. 

La mayoría de la gente se sienta a ver la televisión sin superioridad y sin pretensiones. Se sienta y se traga lo que le echan, sin pensar, sin meditarlo, sin darle una segunda revisión. Se tragan lo que sean, algunas cosas les dejan huella, otras no. No hay más. No digo que esto sea bueno, pero es la actitud de la mayoría de la gente ante la televisión y desgraciadamente ante casi todo lo que ocurre a su alrededor. En twitter la superioridad moral y de criterio está a la orden del día. Y se hace una bola de nieve y 20 mil reflexiones de casi todo. 

Évole hace un programa de ficción sobre el 23F, en teoría para demostrar como se puede manipular a la gente y como nos la cuelan todos los días. Ja.  ¿De verdad somos tan ingenuos como para creer que el resto de los programas de Évole no están manipulados, cuentan medias verdades, hay intereses de cadena, empresariales y políticos de por medio? ¿El programa del 23F era mentira y todos los demás verdad? 

Ja.Ja.Ja. 

Como ejercicio de televisión, el programa era impecable: guión, interpretación, narrativa, ritmo, montaje, producción. 

Como ejercicio de programación de la cadena ha sido una apuesta impecable. Día, hora y tema. 

Jordi Évole hace un programa de televisión muy bien hecho. Un programa cojonudo televisivamente hablando pero no cuenta toda la verdad, ni desenmascara nada espectacular. Tiene el mérito de haber conseguido que en un horario de prime time una cantidad considerable de público se siente a ver un programa sobre impuestos, tarifas eléctricas, sistemas electorales, corrupción o cualquier otra cosa....pero NO cuenta la verdad. Cuenta la verdad que le interesa. Elige a los protagonistas, elige las preguntas, elige las tomas, monta las respuestas para que cuenten la historia que él quiere contar. ¿Es esto malo? No es ni bueno ni malo. Es televisión. 

La televisión es MENTIRA. Siempre. Toda.

No sé a qué viene la sorpresa.

El programa de ayer de  Évole   no demostró nada ni fue un ejercicio de nada. Fue simple y llanamente televisión.  No hay más.  Évole manipuló como todos los días y como todos los programas que se emiten ahora mismo. A ver si nos caemos del guindo de una vez.

Lo más verdad que hay en la tele...es la retransmisión en directo de un partido de fútbol.