martes, 31 de enero de 2012

NO TE EMPEÑES: NO TE QUIERE

Querida M,

Eres tonta, tonta, tonta.

No puedo callarme más y tengo que decírtelo por tu bien. Estás haciendo el ridículo, estás haciendo un ridículo espantoso y además no te lo puedes permitir y no tienes necesidad.

Sé que me vas a decir: “tú no lo entiendes”, pero sí lo entiendo. Claro que lo entiendo, pero va siendo hora de que alguien te diga la verdad: JJ no te quiere. No te empeñes.

Empecemos por el principio. Ahí estabas tú, tan contenta, con tus cositas, tus museos, tus turistas, tus bares, tus movidas. Molabas. No es que fueras el top de la gama y lo más de lo más pero no estabas mal, tenías tu encanto.

Y llegó él.

Llegó JJ y te puso ojitos. JJ es el típico tío molón, todas quieren estar con él, hace regalos chulos, si estás con él las demás te miran con envidia. Los demás te respetan, te miran y se dan codazos mientras murmuran “qué le habrá dado esa”, “seguro que es una guarra”. Sí, lo sé, todas estarían dispuestas a venderse por estar con JJ.

A ti te había jodido muchísimo que estuviera con B. De cara a la galería y con tu mejor actitud hipócrita decías: me encantan JJ y B, hacen tan buena pareja...pero en el fondo estabas verde de envidia y querías que algo se jodiera, que saliera mal. Te alegraste cuando lo suyo se acabó y JJ se fue con otras y B quedó en el olvido.

Tenías complejo de patito feo y pasabas de JJ. Pero todo era pose, era una actitud defensiva en plan: “Yo paso de JJ…a mi esos tíos no me gustan”, la típica pose de digna patética que no engaña a nadie y que se va a tomar por culo en cuanto te ponen ojitos.

Porque eso es lo que hizo JJ, llegó, buscó a la más fea del baile y consciente de su encanto, te puso ojitos. Y entonces tú sufriste el proceso típico de las gacelas: ¿es a mí? ¿Me está mirando a mí? ¿Seguro? ¿Yo con JJ?..pero si estuvo con B…yo soy poca cosa para estar con JJ, ¿cómo va a estar conmigo?

Y como una paleta, te creíste que aquello era amor verdadero. Empezaste a menear el culito, a ponerte ropa mona, renegaste de tus orígenes, de tus amigos, te cambiaste el peinado…ya te veías teniendo un noviazgo tradicional, de 4 años…para acabar en una gran ceremonia donde todo el mundo te envidiaría y el mundo entero te admiraría. Se lo contabas a todo el mundo, “JJ y yo estaremos juntos en el 2012”…pensabas que si lo decías en alto se convertiría en verdad absoluta.

Pensaste que JJ no iba a hacer contigo lo que con todas, que contigo iba a ser distinto.

Pues no. Contigo es como todas, bueno...como todas no. Contigo se lo está pasando en grande. Ha encontrado a una auténtica gacela, a la reina de las pardillas. 

No tienes dignidad. JJ te rechaza una vez y allí estás tú, como una mema suplicando otra vez “Hazme caso, hazme caso”. Él se deja querer, te dice cosas como “ya veremos”…”déjame que lo piense” y tú te lo crees…y entonces dices “Para el 2012 le parecía precipitado pero para el 2016 seguro que sí”. Y ahí sigues, te cambias de ropa, le regalas cosas, le prometes la luna…y él vuelve a pasar de ti e irse con otra.

Necesitas que alguien te lo diga cristalino.

JJ pasa de ti. No te quiere. No te va a elegir nunca. Deja de entender " a la próxima seguro que si" cuando lo que ha dicho es " Antes me muero que elegirte".

No le gustas a él y no le gustas a sus padres, ni a sus amigos. Deja de pensar de una vez que en algún momento se dará cuenta de lo buena que eres, de lo bien que puedes hacerlo y de que eres su amor verdadero...porque JJ pasa de ti. No te va a elegir jamás.

Te estás poniendo en ridículo y a nosotros también. Estás haciendo tanto el imbécil, prometiendo cosas tan por encima de tus posibilidades, poniendo posturitas tan absurdas que das hasta vergüenza ajena.

Joder,deja ya el tema de JJ que estás muy cansina, coño y eres patética. 

lunes, 30 de enero de 2012

MATERNITY (LXXXIX): JUGANDO

Cuando uno decide reproducirse es inevitable visualizarse haciendo lo que uno cree que son cosas chulas: estar sentada tranquilamente en el sofá mientras tu bebé gorgojea regordete y feliz en su hamaquita mirándose las manitas, cunita o cualquier otra cosa que acabe en ita, mirar arrobados a nuestros hijos mientras se deslizan por el tobogán, empujarles en los columpios, correr por el parque jugando a polis y cacos, estar tirados en el suelo haciendo un puzzle, montando clicks o cualquier otra cosa….en fin..cosas molonas.

Por supuesto y como siempre no tienes ni idea.

Lo primero que hay que saber es el juego es una cosa muy seria.

Lo segundo es que juegas con los niños para que ellos se lo pasen bien. Si tú disfrutas estupendo, pero tú no eres la prioridad. Esto hay que tatuárselo a fuego en la piel, las uñas y toda tu ropa. Si crees que tu diversión es prioritaria vas a despeñarte por el barranco de la frustración.

Lo tercero, eres su padre no su amigo, ni Bob Esponja, ni un animador sociocultural.

Lo cuarto, a jugar se aprende…si te dejan.

De 0 a 2 años.
A esa edad los niños son un coñazo. De bebés interactúan poco aunque a ti que estás maravillado por tu creación te parece que son la pera limonera. No se entretienen solos, no saben y no tienen un concepto del tiempo. Pueden tirarse 10 minutos mirándose las manitas o toqueteando un cuento de cartón o pintando con un rotulador...pero nada más. Es decir, tú no vas a poder leer, ni mirar el correo, ni secarte el pelo en lo que ellos “se entretienen” a no ser que vayas a leer el cuento de cartón, no te escriba nadie y seas calvo. Por supuesto “jugar” con ellos cantando cinco lobitos, leyéndolos un cuento o pintando monigotes a ti no va a divertirte y tampoco alargará la actividad más allá de esos 10 minutos. Hay que pensar que a esa edad no saben jugar, que hay que prestarles atención para ir enseñándoles poco a poco y que tú no vas a tener tiempo libre mientras ellos estén despiertos.

De 2 a 5 años.
Para mí es el momento clave del juego. La mayoría de los churumbeles van a guardería y empiezan el colegio y ya son capaces de fijar su atención en algo durante periodos de tiempo más largos. Si les dejas...claro.

Es el momento además de que aprendan a jugar con sus cosas, que aprendan que pueden hacer con lo que tienen a su alcance. Si les dejas, claro.

Es el momento en el que tú tienes que controlar más tus delirios paternales y mirar los tatuajes que te has hecho con “no juegas para divertirte tú”.

Tus churumbeles a esa edad son capaces de tirarse por el tobogán 234 veces y eso no es malo, lo malo es que quieren que tú estés a su lado “por si acaso se caen” y tienes que estar. Sabes que no se van a caer, lo sabes por lo menos desde la vez 25…o a lo mejor no lo sabes, pero desde la vez 34 empiezas a considerar que si se cayera la opción no sería tan mala porque le cogería miedo y por fin podrías sentarte en el banco o irte a casa. Tienes que aprender que tus churumbeles son capaces de estar en los columpios 2 horas y medias y sí, necesitan que tú estés esas dos horas y media “dándoles”. Y a ellos les parece divertidísimo dedicar horas a pasarte la pelota en el pasillo de casa…actividad que para ti tiene tanta emoción que empiezas a añorar tu despacho.

Tienes que aprender a enseñarles a jugar solos y abstraerte. Por ejemplo, les das los rotuladores, las témperas, las tizas…y hojas para pintar. Déjales que pinten...no te estreses con que se manchen, pinten fuera de la hoja o se pinten unos a otros las caras. No se trata de dejarles hacer lo que les de la gana…No...pero no puedes estar como un sargento. Déjales y la próxima vez les dices: “A ver chicos…no os podéis pintar la cara como Hulk... y la plastilina no se come”. Y vas acotando poco a poco lo que se puede o no se puede hacer, pero si desde el primer momento les sacas un montón de normas con NO...” No Os manchéis. NO manchéis la mesa. No deis patadas al balón. No comáis plastilina”…pues piensan que ese juego, el que sea...es un puto coñazo y no querrán jugar más.

Es el momento de enseñarles a que sí, que vas a jugar con ellos un rato, vas a hacer un puzzle, ayudarles a montar los lego, tomar el té con los cacharritos, cocinar una tarta, hacer figuras de plastilina, luchas de clicks o lo que sea…pero no vas a jugar con ellos todo el tiempo. Tienen que aprender a jugar solos…a entretenerse con sus cosas, a jugar cuando tú no estás o sencillamente no puedes jugar con ellos o estás harto y necesitas un rato para hacer tus cosas. (Si es churumbel único es más chungo...pero no imposible…)

Esto se enseña. Y es tan obvio que no sé cómo hay gente que no lo ve. Si tú te acostumbras a hacer algo siempre con alguien...lo que sea…cuando tienes que hacerlo solo te parece que no sabes, que no puedes o sencillamente es que ni te lo planteas. Asocias esa actividad a esa persona y si esa persona te falta pues no concibes realizar esa actividad. Si tú juegas siempre siempre con tus hijos, si ellos no juegan nunca sin ti...no sabrán hacerlo cuando tú no estés.

A partir de los 5 años.

Empieza la juerga si te lo has currado en la etapa anterior.

Ahora interactúan mogollón. Les apetece hacer todo y jugar a todo.

Son capaces de pasar horas jugando a algo si les mola mucho. Pueden jugar mil horas a los clicks, pintar murales infinitos durante todo un fin de semana, echar partidas interminables al tragabolas, disfrazarse sin parar durante toda una tarde, hacer castillos, autopistas, monstruos y hoyos profundos en la arena de la playa sin sentir calor ni hambre, disfrutar de los columpios sin pánico y concentrarse en un puzzle o en el montaje de un lego hasta conseguirlo.

Todo eso pueden compartirlo contigo o pueden hacerlo solos, si les has enseñado.

Si decides jugar con ellos porque te apetece, tú te lo pasarás bien y ellos lo verán como una fiesta y como una ocasión especial, pero si no juegas con ellos, no pasearán como almas en pena sin saber que hacer…se les ocurrirán mil cosas. Serán capaces de imaginar que una caja de cartón es un coche, que el pasillo es una nave espacial, que la litera es una casa y las mantas son puertas...todo eso se les habrá ocurrido solos...pero tú te descojonarás cuando lo veas y los oigas. Te flipará que sean capaces de imaginar esas cosas, es la época de asombrarte con sus juegos y de pensar " no sé a quien coño han salido..yo no he tenido en mi vida esa imaginación...Dios mío..soy un padre coñazo".

No todo es juerga. En esta época hay que enseñarles a que competir cuando se juega está muy bien pero que si no ganas no pasa nada, hay que enseñarles las reglas de los juegos de mesa y que no hay que hacer trampas ( en teoría), hay que enseñarles a perder y a ganar. Hay que enseñarles a cuidar los juguetes, a compartirlos. Hay que seguir insistiendo en que mola muchísimo jugar pero luego hay que recoger…en fin...esas cosas tan coñazo, tan de padres y que te hacen pensar “dios mio…estoy hablando como mi madre”.

Pero es una época muy divertida, es cuando son capaces de pasarse 3 días “jugando a las bibliotecas”.

Veremos cuál es la siguiente etapa.

sábado, 28 de enero de 2012

4 AÑOS DE BLOG.

28 de enero de 2008

Me aburro. ¿Y si empiezo un blog? Bah... ¿para qué? Bueno, puedo intentarlo. Total no pierdo nada. Escribo cualquier chorrada que se me ocurra y lo dejo ahí. No me va a leer nadie porque nadie va a saber que lo tengo. No pienso decírselo a nadie. Venga, voy a intentarlo. ¿Y qué escribo? No sé ni por dónde empezar.  ¿Te imaginas que me leyera alguien? ¿Y qué comentara? Bah, no creo pero de todos modos da igual. Voy a escribir para entretenerme, para probar si sé escribir algo. Escribir no en plan profesional que eso ya sé que no, pero escribir para contar una historieta. Escribir para contar esas cosas que cuando cuento por ahí la gente se descojona. ¿Y qué cuento? ¿De qué escribo? Nada personal claro, eso me daría vergüenza. Hablando de vergüenza... ¿me dará repelús leerme? ¿Será como cuando me escucho, que directamente me quiero morir del horror? Me aburro, así que venga...voy a probar.

Me muero de la vergüenza como me lea alguien....

28 de enero de 2012


Coño. El aniversario del blog. Mira que lo pensé con tiempo, pensé “debería escribir algo chulo para celebrar los 4 años del blog”. Incluso pensé en estrenar plantilla por el cuarto aniversario. Qué desastre, no he hecho nada.  ¿Y si no escribo nada? Total, nadie se va a dar cuenta del cumpleaños del blog, así que nadie lo echará en falta. Ya, pero es que a mí me molaría escribir algo por esos 4 años. Flipo. 4 años. 932 posts, con dos cojones. Alucino. Bueno y ¿qué escribo por el aniversario? Debería ser algo chulo…mmm... ¿algo sobre porque lo empecé y cómo escribo y todo eso? No, eso ya lo conté en “entrevista con un vampiro”. ¿Algo sobre como molan los descerebrados? Por cierto…voy a mirar ahora mismo cuando usé por primera vez descerebrados…el 3 de diciembre de 2008, pero no aplicado a los que pasan por aquí…fue en diciembre del año siguiente cuando se me ocurrió con mi habitual diplomacia aplicarle ese adjetivo a los que se dejaban caer por aquí. Mmmm...Y ¿qué tal una recopilación de términos “molinescos”? Eso es una gran idea, me mola, pero lo voy a dejar para otro post, para el aniversario molaría algo más personal.  Podría contar cosas sobre todos los descerebrados que he conocido, pero ya se lo que pasa luego, que siempre entra alguno a abuchearme en plan “muy bonito, haciendo la pelota a los lectores para que te hagan la ola y sean como palmeros. Creída que eres una creída”. Mejor no les doy esa oportunidad, aunque la verdad es que no me puedo quejar porque tengo pocos trolls. No debería decir esto porque lo mismo entran en masa ahora. Bueno, entonces... ¿qué cuento? En sábado tengo menos inspiración…menos inspiración y un poquito de resaca, porque claro 3 mojitos y un GT que me atufé en la cena bloguera de ayer no me dejan pensar con claridad. Joder, no se me ocurre nada a la altura. Nada decente para explicar lo que el blog supone para mí, lo contenta que estoy con él y lo que he encontrado gracias a él, aunque pensándolo bien...tampoco tengo porque explicarlo. 

4 años y 932 posts.

Madre mía, que pipiola era.

jueves, 26 de enero de 2012

PRIMER CANDIDATO A PEOR LIBRO DEL 2012: Las crónicas de la señorita Hempel de Sarah Shun-lien Bynum.

Me flipan las ediciones de Libros del Asteroide. Me gusta el formato, el tamaño, los colores de las portadas, los dibujos que las ilustran, las florecillas que decoran las portadas por dentro y me encanta llegar al final y encontrarme una cita y un bonito agradecimiento por parte de la editorial “Desde Libros del Asteroide queremos agradecerle el tiempo que ha dedicado a la lectura de Las crónicas de la Señorita Hempel. Esperamos que el libro le haya gustado y le animamos a que, si así ha sido, lo recomiende a otro lector”. Me parece un bonito detalle y me molan los detalles y además...casi siempre me gustan los libros de esta editorial.

Todo era bonito entre Libros del Asteroide y yo. Teníamos una relación estupenda…incluso en mi caótica biblioteca tenía una balda reservada para sus libros. Son de colores y molan mucho todos juntos. Los miro y suspiro con satisfacción.

Todo era idílico hasta que ha llegado la tal señorita Hempel. Lo sentía antes de empezar a leerlo. Por fuera era como todos lo de Asteroide, atractivo, apetecible, sugerente…un libro al que apetece meter mano enseguida. Apoltronarse, zambullirse en su lectura y disfrutar. Pero con este había algo que chirriaba…una especie de señal...pero decidí ignorarla, a lo mejor estaba teniendo un ataque absurdo de instinto lector.

Decidí pasar por alto del horrible color mostaza pocha.

Decidí pasar por alto de la ilustración con una petarda con moño, falda de tweed, zapatos con pulserita y brazos cruzados sujetando tetas.

Decidí pasar por alto esta horripilante frase de la sobrecubierta “Una de los veinte mejores escritores norteamericanos de menos de cuarenta años según la revista The New Yorker

Decidí pasar por alto de las elogiosas frases de la contraportada “Leer esta historia de amor es un placer. Es capaz de trasladarte en una misma frase del ingenio y la hilaridad a la desesperación y la pena más desgarradoras” ( J. Franzen). O “Un libro maravilloso de esos que nos regalan una sabia mirada sobre la vida diaria” (Los Ángeles Times)

Pasé por alto todo eso porque dije “es de Asteroide no puede ser malo”.
Lo único bueno que tiene Las crónicas de la Señorita Hempel es lo que he contado en el primer párrafo. Todo lo que viene dentro es un completo bluff.

La tal señorita Hempel es una completa cretina. Es mema. Es absurda. Es anodina. Es incomprensible. En una palabra, es imbécil. Desde la primera frase te das cuenta de que es un personaje que te va a sacar de quicio.

No tengo nada contra los personajes imbéciles. Los hay a montones: Ignatius de La Conjura de los Necios O Frank Bascombe de Richard Ford...son personajes absurdos con los que no comparto nada pero son absurdos con peso, pueden ser imbéciles...pero con criterio. La tal señorita Hempel es un despropósito absoluto...toda ella.

Con todo, lo peor no es el personaje, lo peor es que el libro está mal escrito. La supuesta historia (me encantaría saber donde ha visto Jonathan Frazen la historia de amor que tanto alaba en la contraportada) no existe y todo lo que ocurre es incomprensible. La señorita Hempel tiene el mismo sentido de la existencia que una ameba en coma. Es un no ser.

El libro tiene 8 capítulos que por lo visto son relatos y que tienen estos sugerentes títulos: Talento, Cómplice, Coco, Chungo, Travesía; yurt, Satélite y Encontronazo. Se supone que cada uno de ellos está centrado en algo interesante de la tal señorita Hempel…se supone porque interesante no hay nada. Además, la historia va y viene en el tiempo…estás en el presente y de repente la autora da un salto a la infancia…y luego volvemos al presente y otra vez para atrás y así todo el tiempo sin la más mínima gracia, sin condensador de fluzo y sin Delorean.

La historia por si a alguien le interesa. La tal señorita es profesora de lengua o algo así...porque luego también da historia en un colegio de niños pijos, cosa que sabes porque alguien lo comenta, porque en la descripción que la autora hace del colegio podría ser un instituto del Bronx. Es profesora pero en realidad no le gusta, o si le gusta...o no le gusta…o si le gusta…Ella no lo sabe, el lector tampoco y además no le interesa. Tiene un novio durante un rato del libro con el que va a casarse…pero luego no se casa…o si se casa...porque al final está embarazada y se acaricia la tripa mientras pasea mirando un culo precioso de una chica que se gira y resulta ser una exalumna suya. La señorita Hempel vivía en una casa muy grande de esas con habitaciones de servicio y como tuvo una adolescencia complicada…o no...Le dio por escuchar un programa de radio por las noches y un día llamó por teléfono al programa porque le pareció que el presentador le hablaba a ella y resultó que el presentador pasó millas de ella. Y ese mismo día se encontró a su hermano vestido con una malla negra, leotardos y guantes en su cuarto…jugando al Ladrón escondido. Y la señorita Hempel tiene un padre que muere pero antes se había separado de la madre y se había ido a vivir a una caravana, pero luego vuelve y tiene otra hija, Maggie...con la que la señorita Hempel se lleva unos 15 años. Y la señorita Hempel tiene una infancia punki, cosa que por supuesto no te crees ni medio segundo y menos después de ver la ilustración de la portada. Ah…y la señorita Hempel resulta que es medio china… ¿cómo se sabe esto? Pues porque como en la página 160 dicen algo sobre que resulta que su madre es china...asi que ella debe tener algún rasgo y entonces se lanza a algún tipo de digresión idiota sobre la identidad de raza o el hecho diferencial o algo así. El problema es que claro...en la página 160 ya te has imaginado a la tal señorita Hempel y ya no hay manera de achinarle los ojos y plancharle el pelo.

El novio se llama Amit y lo más interesante que cuenta la señorita Hempel de él es que “sus dos mejores amigas le habían visto el pene. Cuando todas ellas estaban haciendo un régimen de adelgazamiento intensivo, se habían metido en el equipo de cross y un día en el que estaban todos tirados en la hierba, haciendo estiramientos, las tres chicas le vieron la punta de pene, que le asomaba bajo el borde de sus pantaloncillos relucientes”. Vergüenza ajena total…”punta de pene y pantaloncillos relucientes" en la misma frase…. ¿pantaloncillos relucientes? ¿Por qué? ¿Por la punta del pene? No sé...me perturba mucho.
En algún momento lo deja con el novio pero nadie sabe por qué…y la verdad es que a nadie le interesa.

Le pasa alguna cosa más completamente idiota como que el profesor de física la besa en unos baños unisex de un pub irlandés pero pasa de ella después del primer lengüetazo, habla con un desconocido por teléfono y le cuenta trolas, vuelve a su casa a pasar su cumpleaños y su madre china y su hermana china le dicen que van a hacer una casa de huéspedes y luego al final...pasea con una gran tripa por la calle y por lo visto se dedica a algo con árboles. Para cuando llegas ahí...lo que quieres es que se cuelgue del árbol.

La autora, que resulta que sí es china o medio china, escribe cosas tan chulas como ésta: “El detalle del cloroformo le inquietaba porque tenía el dramatismo cristalino de una mujer corriendo por la calle con un largo fular de seda arrebolado en torno al cuello”.

Espeluznante. No quiero ni pensar en lo que escribe el autor 21 de menos de 40 años…..