En mi más tierna y muy desagradable adolescencia desarrollé un síndrome de patito feo muy chulo, que como todo el mundo sabe repele cualquier tipo de aproximación piropeadora. Iba por el mundo pensando que mi hermana era la guapa, mi amiga era la mona, fulanita era la exitosa y yo simplemente intentaba mimetizarme con el medio ambiente.
Me ponía ropa grande, llevaba los hombros echados hacia delante, sacaba chepa, me daba vergüenza tener pecho, no me atrevía a llevar sandalias, ni bikini ni camisetas sin mangas. Básicamente quería ser invisible. Lo conseguía regular y a lo más que llegaba era a algo como: Moli coño, pero que borde eres, porque era incapaz de estarme calladita.
El piropo no era para mí.
Un día, sin embargo, con 16 años, salía del colegio e iba caminando por la calle hacia la parada del autobús
- FELPUDÍNNNNNN…ven aquí…
Con mi educación de colegio de monjas y mi pose de patito feo, seguí caminando tan digna como si no hubiera oído nada, mientras mi cabeza procesaba la información a una velocidad vertiginosa: ¿Felpudín? ¿Felpudín? ¿Yo? ¿Por qué? ¿Qué coño quiere decir felpudín?
Flash…la luz se hizo en mi dulce cabecita.
¿ FELPUDÍN?
Madre mía…que fuerte…Eh espera...felpudín...es horrible pero...¡¡ese tio me ha visto!!! ¡¡Me ha visto!! …mmm...a lo mejor no es tan malo...
Ahí desperté al misterio del piropo.
El piropo mola. Sé que hay una corriente de pensamiento que lo considera machista o degradante para la mujer o cualquier chorrada por el estilo. En mi opinión eso es ser una completa cretina y tener una visión muy reduccionista de lo que es un piropo.
El piropo lo puede decir un hombre o una mujer y puede ser para un hombre o para una mujer.
Cuando alguien te dice un piropo lo primero que hay que agradecerle es que te haya VISTO. Esto parece una obviedad, pero para apreciar si alguien está guapo, atractivo o sencillamente ha dicho algo interesante que merece un halago hay que haberle visto antes, hay que haberse fijado. Que alguien te VEA es siempre de agradecer.
Segundo, ese alguien se toma la molestia de decirte que le parece que estás guapo, atractivo, elegante, estupendo, sexy o que has estado ocurrente. Es decir, no solo te ve, te percibe y se da cuenta de cómo estas o lo que has hecho...si no que hace el esfuerzo de decírtelo.
No todos los piropos son iguales.
El piropo que hace reír.
Vas por la calle y te llaman felpudín. O unas jovenzuelas te gritan que estás estupendo. Te sorprendes, sonríes y sigues andando pensando que cuando lo cuentes la gente se va a descojonar.
El piropo cumplido.
Se dice por compromiso y se percibe como tal. Lo hacemos todos y se hace como reconocimiento al trabajo que te has tomado disfrazándote para bodas, bautizos, comuniones, saraos de empresa que requieran tiros largos y demás fastos. “Qué guapa estás” “Qué elegante”, " Qué bien estás con traje y corbata" .Todo el mundo dice lo mismo, todo el mundo miente y todo el mundo se queda encantado. Este piropo resbala...se olvida según se escucha.
El piropo “tururú”.
Como tú eres tan listo/ ocurrente/ simpático/ inteligente… ¿podías ayudarme/hacerme/conseguirme?
Tururú.
El piropo que cabrea.
Cariño... ¿con qué vestido estoy mejor?
Con los dos estás guapísima.
Obviamente estas guapísima con los dos, por eso te los compraste y por eso te los estás probando. Quieres saber con cual estás mejor y para eso tienen que mirarte...y no vale de reojo. Hay que mirarte y verte.
El piropo inesperado de un conocido.
Este mola mil. Es el que no te esperas, vas con camiseta mugrienta o con el pelo como un gremlin o llegas sudado de correr, o llegas al comedor con la marca de gafas de nadar y un tomate en el calcetín y alguien llega y te dice: Estás guapísima hoy…o Estas estupendo…
Notas tu ego esponjarse...pero antes de dejar que se descontrole...te frenas y dices...eh...que estoy sudado y acalorado, o...pero si tengo el pelo de punta...y entonces miras al otro y se lo ves en la cara...lo dice completamente en serio...y entonces dejas que tu ego se esponje aún más y te quedás más feliz que una perdiz.
El piropo inesperado de un amigo.
Un amigo muy amigo, gente de total confianza, llega un día por sorpresa y te suelta un piropo nada más verte. “Estas todavía más estupenda que la última vez que nos vimos” o “me encanto lo que escribiste” o “me flipó lo que explicaste el otro día”. Estos piropos molan porque ni siquiera tienes que ponerlos en duda...sencillamente sabes que son de verdad y entonces no es que tu ego se esponje que es un efecto de corta duración, es que tu ego crece y crecerá cada vez que lo recuerdes.
De estos, uno que me hizo mucha ilusión, fue NáN..hace poco..me llamo " chica asterisco"...
El piropo hacia atrás.
“No me atreví a decírtelo el otro día...pero estabas guapísima”
“No sabía cómo decirte esto pero que sepas que eres el tío más increíble con el que he estado”
Este mola mil….porque lo une todo...es inesperado, suena sincero (¿Que sentido tiene decirlo pasada la oportunidad de conseguir algo o habiéndolo conseguido ya? ) y además hace reír…
Eres tonto/a..¿porqué no lo dijiste en su momento?