El camino de aprendizaje hacia la bebida es duro, largo y con mogollón de trampas.
Para mi generación, es decir, para los jovenzuelos que ahora tenemos casi 40 palos empezaba hacia los 16 ó 17.
¿Por qué se empezaba a beber? Porque somos monos de repetición y queremos ser aceptados por el grupo, el grupo bebe y todo el mundo tiene que hacerlo. Si, si...ya me sé la teoría, no hay que hacer las cosas porque los demás las hagan, hay que tener tu propia personalidad, gustos propios…blablablablabla….eso habérselo contado a tu personalidad insegura de teenager.
El caso es que empiezas a beber. En mi caso, en Los Molinos, un antro de perversión como otro cualquiera. Allí había dos grandes momentos para beber sin control: la barra libre del Pilón y los "medios" del Colorín.
La barra libre era los miércoles, creo recordar que eran 500 pelas y podías beber toda la cerveza calentorra que quisieras en vaso de tubo desde las 6 de la tarde hasta las 10 y media o así. Visto ahora un plan repugnante…visto en su momento...un planazo. Bebida a mansalva y todas las pandillas de Los Molinos con las hormonas en ebullición concentradas en un antiguo establo con música. Un lugar idóneo para ligar.
Jamás ligue nada.
El otro gran garito era El Colorín. Comenzó siendo un antro asqueroso, el típico bar de viejos de pueblo. Íbamos allí porque ponían “medios”...que como su propio nombre indica es la mitad de una copa con un precio digamos popular.(1) Así que podías atizarte 14 medios...como si el mundo se fuera a acabar mañana, que es lo que crees que va a pasar con 18 años si te vas a casa el primero: todo lo bueno empieza cuando te vas y tus amigos que son unos cabrones te pondrán a caldo nada más pirarte. La amistad adolescente da tannntas satisfacciones.
Uno de mis más idiotas momentos etílicos se produjo a la tierna edad de 17 ó 18. Es tan idiota que he sido incapaz de borrarlo de mi mente. No sé porqué extraño proceso, las chicas de la colonia de la Estación nos enfrentamos en un duelo alcohólico a las chicas de la colonia de La Eras. Una imbecilidad como la copa de un pino, convenientemente jaleada por los chicos de ambas colonias que querían saber “que tías beben más”. El duelo se decidió sentándonos en dos mesas enfrentadas, no recuerdo cuantas por equipo y la mesa llena de tercios de copa. Ganaba quien se los bebiera antes. Las de las Eras cometieron un grave error y fue elegir los tercios de Dyc con Coca-Cola…acabaron potando. Nosotras en un momento de brillantez estratégica decidimos que nos sentarían mucho mejor los martinis con limón…y así fue, nos los bebimos todos a toda leche, ganamos y jamás en la vida he vuelto a tomar Martini.
Después de unos inicios en los que bebes de todo y sin criterio...poco a poco vas eligiendo lo que bebes: cerveza por supuesto, vino por supuesto y luego hay que elegir copa. Yo empecé por el ron con limón y luego me pasé al whisky...también por imitación. Apuesto a que parecía que tenia personalidad hasta que estoy contando esto…en fin.
Con el whisky se pasa de unas marcas a otras según vas teniendo más poder adquisitivo. Al principio bebes Dyc que es como colonia, luego lo mismo Ballantines y luego Johnny Walker…y ahí estás...a tus 30 años tan feliz con tu whisky creyendo que lo sabes todo sobre beber y que siempre beberás whisky.
Y de repente un verano te vas de vacaciones con unos amigos a una casa rural. Y compran bebida para tomar copas por la noche cuando se acuesten los niños y descubres de que a pesar de que tu marido ha sido el encargado de comprar la bebida, para beber hay: ron y ginebra.
- Moli solo tu bebes whisky...no iba a comprarte una botella para ti sola.
- Ya, pero es que el ron es asqueroso de dulce.
- Pues bebe ginebra.
- Es que me da ardor.
- No te da ardor la ginebra que no la has bebido nunca. Te dan ardor las 8 copas que te atufas cuando te pones a beber.
Para mi generación, es decir, para los jovenzuelos que ahora tenemos casi 40 palos empezaba hacia los 16 ó 17.
¿Por qué se empezaba a beber? Porque somos monos de repetición y queremos ser aceptados por el grupo, el grupo bebe y todo el mundo tiene que hacerlo. Si, si...ya me sé la teoría, no hay que hacer las cosas porque los demás las hagan, hay que tener tu propia personalidad, gustos propios…blablablablabla….eso habérselo contado a tu personalidad insegura de teenager.
El caso es que empiezas a beber. En mi caso, en Los Molinos, un antro de perversión como otro cualquiera. Allí había dos grandes momentos para beber sin control: la barra libre del Pilón y los "medios" del Colorín.
La barra libre era los miércoles, creo recordar que eran 500 pelas y podías beber toda la cerveza calentorra que quisieras en vaso de tubo desde las 6 de la tarde hasta las 10 y media o así. Visto ahora un plan repugnante…visto en su momento...un planazo. Bebida a mansalva y todas las pandillas de Los Molinos con las hormonas en ebullición concentradas en un antiguo establo con música. Un lugar idóneo para ligar.
Jamás ligue nada.
El otro gran garito era El Colorín. Comenzó siendo un antro asqueroso, el típico bar de viejos de pueblo. Íbamos allí porque ponían “medios”...que como su propio nombre indica es la mitad de una copa con un precio digamos popular.(1) Así que podías atizarte 14 medios...como si el mundo se fuera a acabar mañana, que es lo que crees que va a pasar con 18 años si te vas a casa el primero: todo lo bueno empieza cuando te vas y tus amigos que son unos cabrones te pondrán a caldo nada más pirarte. La amistad adolescente da tannntas satisfacciones.
Uno de mis más idiotas momentos etílicos se produjo a la tierna edad de 17 ó 18. Es tan idiota que he sido incapaz de borrarlo de mi mente. No sé porqué extraño proceso, las chicas de la colonia de la Estación nos enfrentamos en un duelo alcohólico a las chicas de la colonia de La Eras. Una imbecilidad como la copa de un pino, convenientemente jaleada por los chicos de ambas colonias que querían saber “que tías beben más”. El duelo se decidió sentándonos en dos mesas enfrentadas, no recuerdo cuantas por equipo y la mesa llena de tercios de copa. Ganaba quien se los bebiera antes. Las de las Eras cometieron un grave error y fue elegir los tercios de Dyc con Coca-Cola…acabaron potando. Nosotras en un momento de brillantez estratégica decidimos que nos sentarían mucho mejor los martinis con limón…y así fue, nos los bebimos todos a toda leche, ganamos y jamás en la vida he vuelto a tomar Martini.
Después de unos inicios en los que bebes de todo y sin criterio...poco a poco vas eligiendo lo que bebes: cerveza por supuesto, vino por supuesto y luego hay que elegir copa. Yo empecé por el ron con limón y luego me pasé al whisky...también por imitación. Apuesto a que parecía que tenia personalidad hasta que estoy contando esto…en fin.
Con el whisky se pasa de unas marcas a otras según vas teniendo más poder adquisitivo. Al principio bebes Dyc que es como colonia, luego lo mismo Ballantines y luego Johnny Walker…y ahí estás...a tus 30 años tan feliz con tu whisky creyendo que lo sabes todo sobre beber y que siempre beberás whisky.
Y de repente un verano te vas de vacaciones con unos amigos a una casa rural. Y compran bebida para tomar copas por la noche cuando se acuesten los niños y descubres de que a pesar de que tu marido ha sido el encargado de comprar la bebida, para beber hay: ron y ginebra.
- Moli solo tu bebes whisky...no iba a comprarte una botella para ti sola.
- Ya, pero es que el ron es asqueroso de dulce.
- Pues bebe ginebra.
- Es que me da ardor.
- No te da ardor la ginebra que no la has bebido nunca. Te dan ardor las 8 copas que te atufas cuando te pones a beber.
Y claro, tuve que empezar a beber Gintonic...porque cuando el ingeniero tiene razón, la tiene..aunque me reviente reconocerlo.
Asi que probé el Gintonic. Y me gustó. Me gustó mucho.
Ahora bebo con criterio. Con el mío, pero es un criterio.
Normalmente paso de cerveza y si no fuera por las caras de mis acompañantes: ¿vas a comer con gintonic??? ¿Vas a cenar con gintonic?? ¿De aperitivo un gintonic? No me tomaría ni una. La cerveza empapuza y engorda el cerebro. Cuando bebes mucha, al día siguiente tienes una resaca por engordamiento cerebral, estás lento y espeso, te mueves a cámara lenta y tu pensamiento va como en fotogramas. Muy desagradable. La cerveza no provoca holgura craneal por encogimiento cerebral sino esponjamiento cerebral, literalmente no te cabe el cerebro esponjado en el cráneo. Si te has pasado mucho tienes la sensación de que verás aparecer materia gris por tus orejas.
Tolero alguna cerveza muy fría, antes de comer o cenar y siempre en vaso. Paso de beber en latas.
Vino….mmm...me gusta el vino, pero es supercabezón y da una resaca infernal. Además si luego vas a beber otra cosa, la mezcla es diabólica. Como lo tomas comiendo, no eres consciente de que te has atufado media botella y luego te lanzas al mundo copas como si no llevaras alcohol en sangre y esa inconsciencia la pagas al día siguiente cuando notas al vino y a la ginebra en lucha fratricida por ver quien se hace con el poder de tu resaca. Mal
Considero que he llegado al final de mi camino como bebedora. He llegado a la bebida perfecta, que me apetece siempre y que se preparar. No me da resaca y encima destila glamour.
Yo amo mi gintonic.
Mi gintonic me ama.
(1) Pasados los años, la estrategia comercial de los medios frente a la barra libre se ha revelado como más exitosa. El Pilón cerró y sin embargo Pedrito “ Colorín” dueño del bar de viejunos tiene ahora un emporio de la hostelería en Los Molinos.