lunes, 19 de julio de 2010

VAGA

Podría currarme una justificación del tipo, como soy una tía supergenerosa y no pienso más que en el bien de la humanidad, he decidido abrir mi blog para que cualquier descerebrado pueda escribir lo que quiera y sentir la maravilla del mundo bloggerico.

Podría, pero dudo que colara, los descerebrados son (casi) todos gente inteligente.

Así que lo diré clarito.

Estoy vaga y con el cerebro en stand by, centrado solo en contar los días que me quedan para pirarme. Las ideas para un post aletean por mi despacho pero no acabo de concretar ninguna, así que para no provocar ansiedad en mis lectores se me ha ocurrido esta chorrada: Al descerebrado que deje hoy el comentario más molón, bueno, el que más me mole a mí, le dejaré publicar un post en la sección de “colaboraciones estelares”, de esta absurdez que llevo escribiendo dos años y medio.

Confieso que es la segunda chorrada que se me ocurre en el día, la primera ha sido preguntar a Fede si había alguna remota posibilidad de que me pasara el texto que me debe desde febrero y su contestación ha sido:

Muy remota.
Las cosas buenas se hacen esperar.
Además, quieres poner mi texto en verano????? En plan becario??????


Ala..Aquí os dejo con la responsabilidad.

PS: por si alguien no lo sabe, el tema de las colaboraciones estelares soy YO, pero admito otras ideas, siempre que a mi me gusten, si no, pazo.

viernes, 16 de julio de 2010

OFTEN.- Sunday Drivers

¿Qué vais a ver a quien?
A los Sundays Drivers.
¿ Y quién son esos pavos? Apuesto a que unos perrofalutas jipilongos de esos alternativos que os molan a vosotras.
Joder moli, no seas radical. No todo es Bruce.
Bueno, vale los escucharé.


Y me molaron. Tarde porque se separan, pero da igual.

Ahora han desplazado al modo aleatorio de mi mp3. A. me mandó un cd genial y lo escucho una y otra vez, una y otra vez.



Nunca es tarde para que te guste algo nuevo.


Edc..adicto al spotify..lo mismo te molan.

Gracias A. por el cd.

ESPECIALIZA QUE ALGO QUEDA

A mi modesto entender de persona que lleva currando en la misma empresa 9 años, 7 meses y 16 días, la especialización es una puta mierda. Esto lo sabían ya en el Renacimiento, cuando se apostó por el hombre universal, pero es un sabio conocimiento que se ha perdido, básicamente porque creo que la mayoría de los expertos especializados que hay ahora mismo no sabrían situar esa época en la historia universal ni aunque les amenazaras con cortarles la mano con la que sujetan la tarjeta con su rimbombante cargo.

Cuando en una empresa hay poca gente y todo el mundo hace más o menos de todo, el nivel de responsabilidad e implicación es mayor. Tú haces tú curro pero sabes qué hace el de al lado y además sabes que si el de al lado tiene problemas con su tarea eso repercutirá en el tuyo y por tanto te implicas un poco más. Eres el responsable de la compra de libros en general, los compras y te preocupas de qué hace con ellos el que los coloca y te reúnes con el de la pasta para saber cuántos libros puedes comprar. En resumen, sabes en lo que curras y para qué.

Las empresas van creciendo y los quehaceres se van compartimentando. Cuanto mayor es la empresa más difícil es que una sola persona abarque mucho, más que nada a nivel práctico, de papeleo, reuniones, flujos y todas esas majaderías. Al compartimentarse las tareas, crece el número de expertos y ahí es donde se jode todo. El nivel intelectual de los expertos es inversamente proporcional al número de ellos que haya en la empresa. Si tienes 4, probablemente sean todos buenos…si tienes 40…solo tendrás 4 buenos. Los otros 36 se caracterizarán por:

- Nulo conocimiento de todo lo que se salga de “su área”, familiarmente conocida como “mi tesorooooo”.
- Fabuloso talento para minimizar su responsabilidad: “esto no es de mi departamento”, “yo lo hice bien”, “alguien del despacho de al lado la cagó”, o el siempre efectivo, “a mí eso nadie me lo había comunicado”.
- Un igualmente fabuloso talento para adjudicarse medallas: “yo SABÍA que había que hacerlo así”, “menos mal que estaba yo aquí para ocuparme de esto”, “gracias a Dios que mi departamento funciona”.
- Odio visceral hacia los pocos especímenes de expertos buenos que hay. Estos son aquellos que tienen una visión global de la empresa y que en las reuniones son capaces de desmontar los absurdos argumentos de los demás.

Estas 4 características se dan en todos, pero luego los tenemos de varios tipos.

Experto pululante. Nadie sabe qué cojones hace. Normalmente ha sido colocado por la dirección encajándolo en un bonito arabesco lateral en medio del organigrama. Tiene todos los gadgets del experto: parking, teléfono, coche de empresa, portátil y puede que incluso tenga secretaria, lo único que le falta es contenido a su puesto. Se suele vender como que es un gurú de lo que sea, como qué sabe de todo, pero por supuesto es falso y en cuanto se rasca un poco uno se da cuenta de que no sabe de nada. Su capacidad para generar resultados negativos se puede medir por los paseos que dé por los pasillos.

Experto inesperado. Es aquel que por alguna extraña alineación planetaria y porque normalmente tiene un enchufe alucinante, ha dado la brasa hasta la extenuación se encuentra en un puesto que no se esperaba. Quería ese puesto, pero realmente no sabe qué hacer con él. Sabe que no tiene la capacidad para cubrirlo y que no tiene ni puta idea, así que lo que hace es disimular. Básicamente es un escaqueador nato. Nunca nada de lo que pasa tiene que ver con él. Puede incluso convertirse en el hombre invisible.

Experto tocacojones. Es una variante del inesperado. Tampoco tiene ni puta idea pero en vez de optar por el escaqueo y el disimulo opta por otra táctica. Hacer tan visible que es un cabronazo que la gente se ofusque con eso y no vea que no hay nada detrás. Se trata de dar miedo. Disimula haciendo la vida imposible a su equipo. Delega, delega y delega. Controla horarios, entradas, salidas, si se sale a fumar, si se habla por teléfono y si se navega por internet. Se pone todas las medallas si las cosas salen bien y echa broncas monumentales si alguien la caga, por supuesto nunca él. Jamás coge el móvil de empresa pero es especialista en llamar fuera de horarios de oficina con marrones del tipo: llega un cargamento de libros verdes el viernes a las 9..tienes que quedarte.

Experto despistado. Lo más parecido a esto que hay es el típico profesor de universidad que sabía un huevo y se le notaba pero era un puto desastre dando clase. Este experto es así, sabe muchísimo de libros amarillos, pero pierde los papeles, no se acuerda de los que ha comprado o no, no sabe si tenía una reunión hoy o mañana, se pone a hablar de libros amarillos y acaba contándote su viaje a las chimbabas a comprarlos…Es horrible trabajar con ellos porque son un caos absoluto. Normalmente su equipo se dedica a parchear los huecos que su experto va dejando. El problema de este tipo es que es muy permeable a las malas mañas del inesperado, cuando percibe que la ha cagado suele escaquearse con cosas del tipo: “creo que te lo dije…debo tener guardado el correo por ahí…estoy seguro de que te di ese papel”.

El experto bueno.. De los buenos, buenos, de esos qué dices..Joder, ya me podía haber tocado currar con ellos, y que cuando tienes que despachar algo con ellos da gusto: se hace rápidamente, todos sabemos de lo que hablamos y todos traemos las tareas hechas. Jamás dicen: “eso no es de mi incumbencia” y sin embargo dicen: “vale...veré que puedo hacer y te digo algo, creo que puedo solucionarlo”. Son tipos que saben en lo que trabajan, montan un equipo, distribuyen responsabilidades, adjudican el mérito del buen trabajo a la gente que trabaja con ellos y se comen los marrones cuando ese mismo equipo la caga, para eso ganan más y son jefes. Tienen una visión global del curro y son capaces de ver que si alguien la caga en los libros verdes eso repercutirá en todo lo demás. Ya digo que son escasos pero yo conozco a dos.

Alguno puede creer que son una leyenda urbana, como la chica de la curva y el sentimiento paternal, pero juro que yo conozco a dos.

miércoles, 14 de julio de 2010

Segundo candidato al peor libro del año: UN GRITO DE AMOR DESDE EL CENTRO DEL MUNDO de Kyoichi Katayama

BAZOFIA SENTIMENTALOIDE.

Con eso está dicho todo, pero como es un día genial donde destilo buen rollo y sentimientos de amor hacia la humanidad voy a extenderme un poco más. Al fin y al cabo es mi blog y puedo decir lo que quiera...y además el bueno de Katayama no va a leerme. La verdad es que ni siquiera sé si es un ÉL o un ELLA, me da igual.

¿Porqué he invertido día y medio de mi vida en leer esta mierda? Porque fue un regalo de alguien cercano al que suponía con criterio. Mal hecho.

"No confiar en el criterio de los demás si el libro no me llama" Lo voy a grabar a fuego en mi estantería.

Por partes. El mundo japonés se ha puesto muy de moda, ahora todo lo zen, el fengshui, el sushi, los kimonos, el alisado japonés y todas esas cosas molan. Pues no, eso es una gilipollez. Hay que tener criterio. Es como si te diera igual comer cualquier paella, cualquier mueble castellano te molara o te gustaran a todas horas las sevillanas y el folklorismo patrio. Hay cosas buenas y cosas malas y en literatura pasa lo mismo.

Por supuesto me voy a basar en mi experiencia con esos autores.

Lo primero que leí en su día fue "Tokio Blues" de Murakami, tooodo el mundo hablaba de él, pues vale, a por ello. Y bueno, estuvo entretenido, fue curioso leer algo de otra cultura y no me desagradó. No fue para tirar cohetes pero tampoco tan mal como para que no intentará leer algo más. Asi que cogí "Kafka en la orilla", un tochaco que me aburrió hasta el infinito. Por aquella época todavía no abandonaba libros, así que lo terminé a duras penas. No contenta con eso y por si acaso me había perdido algo de la espiritualidad, el misticismo y todas esas chorradas lo intenté una vez más con: Sputnik, mi amor, también de Murakami. Y ese ya me provocó arcadas de vergüenza ajena con la historia. Creo recordar que era una historia de amor absolutamente idiota en la que te dan ganas de asesinar a la protagonista a partir de la página 20 y cuando llegas al final quieres suicidarte con tal de dejar de sufrir a esa tía tan meliflua. Debo decir que mi problema con Murakami probablemente sea porque a él le encantan las tipas supuestamente misteriosas y a mi me sacan de quicio y además no les encuentro el misterio por ninguna parte, me parecen memas desde que aparecen.

Un horror. Ahora y debido a mi deslizamiento hacia el lado oscuro del deporte a lo mejor me lanzo a leer " En qué pienso cuando corro", pero ya me acerco con cuidado..sabiendo que lo mismo acabo estrellando el libro contra la pared.
Después y por recomendación de alguien ( que no recuerdo..si me lee que reclame su prestigio) leí " Una cuestión personal" de Kenzaburo . Un libro tan duro, tan personal y que te deja tan mal sabor de boca que nunca en mi vida me he atrevido a recomendárselo a nadie. Literatura de la buena pero no para todo el mundo.

Vale, pues con este bagaje, a lo que iba. Como ahora está de moda lo japonés, las editoriales se han lanzado a editar todo, alegremente. ¿ Que se lleva lo que escriben los japos? Pues alegría..¿ qué además tiene un título misterioso que contiene la palabra amor? Pues fabuloso...¿ qué además es finito y lo podemos sacar en bolsillo por 6 euros? Miel sobre hojuelas. ¿ Qué además ha vendido 3 millones de ejemplares? Cojonudo, asi podemos poner en la contraportada algo como " Es la novela japonesa más leída de todos los tiempos"(sic). Un exitazo vamos.

Es una mierda. Una historia tan manida, tan mal escrita, tan llena de falsos sentimentalismo que dan ganas de vomitar desde la página 1. Voy a reventarla..lo digo por si alguien a pesar de mis exabruptos tiene interés en leerla.

Tenemos dos jóvenes japoneses, ella y él. Se conocen en el cole, se hacen amiguísimos, uy..no sé como se enamoran, se besan, ella enferma de ¡¡tachán!!! leucemia, casi chuscan en un viaje absurdo a una isla, ella sufre, él sufre, hablan..él intenta llevarla a Australia antes de que la palme, no lo consigue. Ella palma, él esparce sus cenizas por Australia. Él sufre más, se pasea unas 15 páginas con una caja con cenizas de ella y al final se decide a tirarlas al aire y " las cenizas blanquecinas flotaron por el cielo del crepúsculo como una nevisca. Volvió a soplar el viento. Las flores de cerezo se deshojaron y, mezcladas con los pétalos, pronto dejaron de verse las cenizas de Aki".

Fin.

Que conste que el tal Katayama se tiene por un titán de la literatura porque el pavo cuenta la trama en la página 2: " dentro de aquella urna envuelta en un precioso brocado, ¿ estaba realmente Aki?" . Supongo que pensó, voy a escribir una historia tannnn romántica y de tannnto sentimiento y lo voy a hacer tannn de puta madre que aunque haya contado el final, la gente llorara de emoción e hipará de amor.

Una mierda, una mierda, una mierda. Los dos protagonistas son más planos que un folio, lo que les pasa tiene cero interés y solo estás deseando que se muera para acabar de sufrir...el peregrinaje con la urna por Australia para "volver a la naturaleza como los aborígenes" es ya demasiado. Katayama..casi acabas conmigo, solo vislumbrar el poder escribir este post incendiario me ha compensado del sufrimiento.

Bazofia sentimentaloide de tres al cuarto.

De todos modos creo que queda ligeramente por detrás de este..en el ranking de horrores lectores del año.

Hoy me concentraré en la estantería,necesito que me llame algo bueno.