viernes, 20 de marzo de 2009

MATERNITY (XXI) . EVALUACIÓN CONTINUA.


Estimada Sra. Molinos adjunto le envíamos su evaluación como madre del último trimestre:

1.- Aceptación. Progresa Adecuadamente. Observamos con satisfacción una gran mejoría en este aspecto con respecto a su última evaluación. A pesar de que es posible que esta mejoría se deba a que las niñas están todo el día en el colegio, somos optimistas y pensamos que la independencia de sus hijas con 3 y 5 años le ha servido para tener una actitud más favorable como madre. Aún así creemos que debe controlar sus ataques de furia maternal y expresiones como: “ como os vuelva a ver haciendo eso” o “ ¿Cuántas veces tengo que deciros? o lo peor ¿ Quién me mandaría reproducime?.

2.- Paciencia. Necesita mejorar. Es algo que le llevamos diciendo desde el momento en que decidió ser madre, esa impaciencia es fatal. Entendemos que sentarse a dar de cenar a las princesas a las 7 y media de la tarde y seguir en el mismo sitio y lo que es peor con la misma cantidad de comida en el plato a las 8:45 es frustrante, pero tenga paciencia y sobre todo nada de insultos barriobajeros. No olvide que es un ejemplo para su prole.

3.- Cocina creativa. Notable alto. Hemos comprobado a pesar de contar con la dificultad añadida de preparar comida y cena para su prole, consigue sobresalir sobre la media de madres cocineras y va más allá de los platos tradicionales. Sorprende agradablemente como además consigue que su hija M. lleve una alimentación adecuada a pesar de sus limitaciones alérgicas. Son famosos sus rebozados sin huevo, sus bizcochos sin huevo y sus camuflajes de emperador para que se lo coman las princesas.

4.- Sociabilidad maternal. Suspenso. ¿Cuántas veces le hemos dicho que no se puede ir arrasando a madres que no comparten su punto de vista?. Están equivocadas, lo sabemos, pero no se puede ir por el mundo aplastando a la gente. Su insistencia en ignorar los corrillos de madres a la puerta del colegio puede repecurtir negativamente en las relaciones sociales de sus princesas. Si, ya sabemos por donde nos podemos meter esas relaciones sociales…pero esa no es la cuestión. En el parque su actitud es también muy negativa; parapetarse tras un libro e ignorar a sus hijas no es un ejemplo para ellas. Haga un esfuerzo e intente compartir experiencias con otras madres sin escupirlas.

5.- Previsión maternal. Aprobado raspado. Está muy bien que se acuerde de llevar siempre el kit del perfecto alérgico con el jarabe, la adrenalina y el ventolín, es un acto responsable, pero eso no minimiza el hecho de que como madre su bolso deja mucho que desear. ¿Cómo es que nunca lleva encima kleenex o lo que es mejor toallitas de bebé? ¿Porqué siempre tiene que recurrir a otras madres más previsoras?. ¿ Porqué sus hijas no llevan camiseta interior?. ¿ Y leotardos?. ¿ Qué se cree que no se ponen malas?. Y en el colmo de la maldad..¿porqué nunca lleva chicles ni chuches para ellas?. ¿ No vé que otras madres se llevan la gloria?.

6.- Manualidades. Muy deficiente. Sencillamente no se puede hacer peor, dado que ya ha tenido innumerables ocasiones de mejorar en este aspecto y no ha habido manera, le recomendamos que a partir de ahora ceda esta parte de la maternidad al ingeniero. No sabemos si lo hará mejor que usted, pero obviamente es imposible que lo haga peor.

7.- Coger distancia. Matrícula de honor. Intente disimular la alegría incontrolable que siente cuando puede hacer algún plan sin su prole. Está muy bien coger distancia, saber separarse y hacer cosas sin los niños pero creemos que en su caso le está cogiendo demasiado gusto. Intente controlarse o por lo menos disimule, es un mal ejemplo para otros padres. Es más esta actitud puede acarrearle críticas del tipo “ mala madre” por parte de otras alumnas que han suspendido en esta asignatura y no son capaces ni de bajar a comprar el pan si llevar a los churumbeles en jarras.

Como ve Sra. Molinos, una vez más está usted rozando el suspenso, es innegable su progresión y queremos resaltar una mejora en su actitud maternal pero desde luego le queda mucho camino por recorrer. ¡Ah! y no tome a broma las advertencias de su hija C. “ mami, laz madrez ze pueden cambiar igual que los hijoz??”. Obviamente no es usted buen ejemplo.


miércoles, 18 de marzo de 2009

MÁS BRUCE: FOR YOU

Ha llegado la primavera:
  1. Miro compulsivamente la página de metereología a ver si una ola de frío polar despistada me salva de este desasosiego.
  2. Tengo hambre.
  3. Tengo sueño
  4. Me hostilizo con todo el mundo.

Siempre me quedará Bruce:

Y YO CON ESTOS PELOS

La peluquería ¡qué gran tema!.

Cuando eres pequeño siempre hay un familiar que tiene una vocación frustrada de peluquero y se dedica a cortar el pelo a todo bicho viviente que se deja. En mi caso era mi madre pero conozco otros casos en que ese pápel lo desempeña una abuela. Este familiar venía y ejercía de peluquero cumpliendo las tres premisas básicas de cualquier buen profesional del tema capilar:

- no tenía en cuenta para nada tu opinión.
- Te hiciera lo que te hiciera era evidente que había acertado.
- Era totalmente inmune a críticas, lloros y amenazas de muerte. “ Estás mucho mejor”.

Como eras pequeño y estabas indefenso no te quedaba más que someterse a ese tormento.

Cuando ya eres lo suficientemente mayor como para que solo te puedan cortar el pelo atándote con una camisa de fuerza y sujetandote la cabeza como a Anibal Lecter ese familiar decide que cede su puesto a un profesional de verdad.

Y allá que vas tú ingenuo e inocente creyendo que ahora si que vas a conseguir que te hagan lo que tu quieras y que como además pagas tus críticas causaran efecto. Nada más lejos de la realidad. Es más conozco un caso de una amiga que se plantó en una peluqueria con la orla para enseñarle a la tía lo que no quería que le volviera a hacer en la vida…y la peluquera lo negó “ es imposible que yo te haya hecho eso”.

Llegas a la peluquería y lo primero que hacen es de “poli bueno”. Entras, te saludan, te ponen una batita y con su mejor sonrisa te dicen: ¿ Qué te quieres hacer?. Y tú piensas…joder, esto ya es un avance, me preguntan mi opinión.

Después pasas a la zona lavado. Todo va bien. Te están tratando como te mereces, te lavan el pelo, te masajean, se preocupan de que no te caiga agua en los ojos y sobre todo disfrutas de un tiempo para ti. Estás tan relajada y confiada que cuando la peluquera te susurra algo del tipo “¿ quieres que te ponga este suero activador de la flora capilar que da brillo, tersura e hidrata el cuero cabelludo?” mientras te enseña un recipiente tan pequeño que no cabría ni la uña de tu meñique, no tienes criterio. La peluquera es astuta y te lo enseña mientras te susurra y a la vez te masajea…asi que tu asientes…si, si..échamelo. Total, no pasa nada.

Cuando ya te han ganado totalmente, pasas a la zona corte. Y aquí empieza la zona del “poli malo”.

- Uy..estas puntas hay que sanearlas.
- Uy…hace mucho tiempo que no te haces un buen corte no?.
- Estas capas no te favorecen.


Tú ya estas hundida viendote en el espejo con el pelo chorreando, la toalla sobre los hombros y dándote cuenta de que encima llevas una carrera en la media. Te sientes como la bruja Lola pero sin velas negras. Como ya no tienes voluntad y piensas que peor de lo que estas ahora con esa pinta y las puntas sin sanear no vas a estar, cometes el error de tu vida.

- No sé, hazme lo que quieras, que me quede bien pero no me cortes mucho.

Es decir..te sometes. En cuanto dices la frase y ves la sonrisa de satisfacción del profesional capilar empiezas a sospechar..pero bueno, te queda un resquicio de confianza. Joder, es una buena peluqueria.

Empieza a cortar con tijera, luego coge la navaja, te estira el pelo de aquí, te estira el pelo de acá, gira la cabeza por aquí, agacha, mira arriba…bueno…no se ve mal del todo y además te has echado una capsulita de “flujo reactivador del riego capilar” muy mal no puedes quedar.

Te concentras en tu revista del corazón, viendo casoplones que nunca vas a tener, novios que no quieres tener y recetas que no vas a cocinar….como estás despellejando a todas las que salen retocadas con photoshop no prestas atención y cuando levantas la vista…. eres el pollo calimero!!!!...¿quién es esa tía??.

- ¿Qué te parece?.
- Cómo? Que ya has terminado?
- Si. Estás ideal.
- Pero verás, es que esto no es lo que yo quería. Se me ve la nuca desde la coronilla, parezco el capitan shock de lo que se me ven las orejas y no veo más alla de 3 cm porque el flequillo que me has dejado me llega a la nariz.
- Bueno, es el corte que se lleva, “ desflecado, capeado desigual”.
- Ya, pero es que no me reconozco.
- Mira, la que sabe soy yo. Estás ideal. Y muy cómoda.

Por supuesto valoras la posibilidad de decirle que te lo arregle, pero la única solución es raparte a lo Teniente O´Neill y claro..te quieres mucho pero no eres Demi moore. Te encaminas cabizbaja a la caja pensando en si cuando llegues a casa y te laves el pelo la cosa se podrá disimular…y te dicen: 90 euros.

- 90 euros?..de qué?
- 25 de lavado, 30 de la cápsula de flujoregenerador….
- ¿qué esa mierda valía 30 euros??. Me lo podíais haber dicho.

- ¿lo has preguntado?- dice..mientras esboza una sonrisilla que quiere decir..otra mema.

Y te vas a casa pareciendo calimero y desplumada

Tras muchas experiencias traumáticas hay varias opciones:
  1. -volver a llevar el pelo como cuando tenías 12 años, largas trenzas a los lados que te hagan cara de pan.
  2. - ir cambiando de peluquería compulsivamente con la vaga esperanza de encontrar un peluquero que no te odie.
  3. - ir a por ellos y pedirles cosas imposibles: quiero un tinte que me deje el pelo blanco, quiero un corte rígido que me impida apoyar la cabeza en la almohada, quiero una cresta Cherokee…irás hecha un adefesio igual pero tú lo habrás elegido.

Elegid vuestra opción.

martes, 17 de marzo de 2009

ANTES Y AHORA

Antes
No podías ir a una fiesta en lunes porque te exponías a este tipo de respuesta “ Pero ¿cómo?? ¿también en lunes? ¿ no te parece que ya es suficiente con haber salido el viernes, el sábado y el domingo y haber estado el ratito que has parado en casa durmiendo como una ceporra?. Yo creo que ya está bien, tú verás lo que haces, pero me parece que ya está bien, que te crees que esto es un hotel”.

Ahora.
¿Fiesta en lunes?. Vale. Sincronicemos nuestros relojes para salir pronto del trabajo, pasar por casa, dejar el coche, darle un beso a las niñas, organizar la cena, peinarte un poco y salir

Antes.
¿Qué me pongo?. Esto no que ya me lo han visto, esto no que me hace gorda, esto tampoco que me hace brazacos, esto tampoco que no tengo zapatos con qué ponermelo. Le cojo algo a mi hermana, no me lo deja, vale..la soborno.."si me dejas este jersey te doy mil pelas". Te salía caro pero te veías ideal con ese jersey porque era justo justo lo que necesitabas.

Llegabas a la fiesta y esperabas un efecto por el jersey/causa que te habías puesto. En plan, “que bonito”, “ es precioso” o en el colmo del éxito “estás muy guapa”. Por supuesto llevabas activado tu superpoder “ mirada escrutadoraconectadaconleguaviperina”: fulana repite pantalón, mengana otra vez enseñando las peras y menganito se ha puesto el jersey que me gusta eso es porque quiere molarme.

Ahora.
Lo que me pongo para ir al curro sirve para ir a la fiesta. Me da igual lo que lleven mis amigos, estoy tan contenta de verlos que aunque fueran desnudos no me daría cuenta.

Antes.
El superpoder “meenterodetodoloquepasaenelbar”. Era un superpoder que servía para saber si el que te molaba te miraba, si te miraba uno que no te molaba, si alguien miraba si estabas gorda, si los dos que se estaban enrollando habían pasado a meterse mano, podías vigilar la puerta por si entraba alguien interesante, vigilar la puerta del baño por si entraban parejas sospechosas y mirar a ver si hay alguna posibilidad de ligar con el tío que estaba apoyado en la barra y que para el que hasta ahora parecías ser transparente.

Ahora.
Sólo veo a mis amigos, todo lo que esté más allá del círculo que formamos está en una nebulosa y carece de todo interés. Es más no sé ni como era el bar, ni siquiera soy capaz de recordar si estaba decorado con cocolocos o con naves espaciales.

Antes.
Bebida gratis: emoción suprema. Beber como si te fuera en ello la vida. Sin pensarlo, sin consecuencias, sin preocupaciones de salud. La máxima era: siempre con un vaso en la mano a ser posible lleno.

Ahora.
Mucho tiento. ¿Bebida gratis??..mmm..no sé si me convence, lo mismo es garrafón. Y vale, me apetecen unas copas pero no a costa de mi hígado. En un primer momento bebo con tiento: Venga un tercio…..¿otro??..no, no todavía me queda, no en serio, que no quiero beber más. Mañana tengo que madrugar y luego con la resaca..blablablabla…..

El resultado suele ser sin embargo igual que ANTES..pero pagando. Al final te atizas las mismas copas, vuelves a casa sin pasta y al día siguiente quieres morirte.

Antes.
Bailábamos canciones éxitos en el momento.


Ahora.
Las canciones qué más nos gustan son aquellas con las que nos miramos y nos decimos: " te acuerdas en 1990 cuando bailábamos esto y tu salías con mengana?. No conocemos las canciones actuales.

Antes.
El coloquio postfiesta con análisis pormenorizado de cada mirada, cada modelo, cada conversación y cada postura..dura más que la fiesta. ¿Tu crees? ¿pero que te dijo? ¿ Y pepi con la camiseta reventona?. ¿Te acuerdas del tío del jersey de rayas que me pidió mi teléfono?.

Ahora
Mail postfiesta: “ tios, en lunes nunca más”.