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lunes, 10 de diciembre de 2012

DES-PROPÓSITO.



Ayer, el Ingeniero y yo estábamos viendo Salvados, saltaron los anuncios y antes de que nos diéramos cuenta había una tía buena probándose trapitos y diciendo gilipolleces en le tele.

- Pero... ¿este anuncio de qué es?
- Moli, ¿qué más da? Hay una tía que está hiperbuena y con unas curvas increíbles y aquí estamos tan a gusto.
- Tan a gusto tú, a mi me parece una absurda intensa.
- Y eso ¿Qué más da? No la queremos para hablar con ella.
- Ah mira...anuncia ropa...desigual.
- ¿ Desiqué?

Hoy me he visto los tres anuncios para poder despellejarlos a gusto y con ganas. Nada como publicidad absurda y completamente idiota para sacar lo mejor de mí. Es posible que alguien me diga que al hablar de ellos han conseguido lo que querían, pero no, lo que quieren es que yo vaya a comprarme su ropa y eso no va a pasar, porque independientemente de lo horrible que son los anuncios y la imagen que dan, su ropa me horripila, me parece el ejemplo perfecto de cómo la originalidad mal entendida es capaz de alcanzar las más altas cumbres de feísmo estético…

No hay solo un anuncio. Hay tres, habrán pillado una oferta o algún creativo les habrá vendido la idea de que son tan molones que tres versiones eran mejor que una. Da igual, los tres son una completa gilipollez.

Los tres están protagonizados por tías buenas que por lo que parece comparten un cerebro por turnos. Son infinitamente memas, pero como dice el Ingeniero: no se trata de que sean majas, inteligentes y sepan leer. Creo que con que tengan pulso periférico y sepan volver a casa después de que se las tiren es suficiente.

Es decir, la empresa de ropa manda este mensaje:

Nuestras clientas están buenas. Nuestras clientas son gilipollas. Nuestras clientas son oligolérdicas. Nuestras clientas no saben hacer la o con un canuto pero nos da igual si tienen pasta para gastar en nuestros trapos…

Si ves el anuncio sin sonido (haced la prueba) lo que ves es a tres tías inseguras, con una crisis de imagen increíble y muy desordenadas. Son tres tías (buenas) quitándose y poniéndose ropa mientras se supone que se miran en un espejo y se contonean. Basándome en mi experiencia con crisis de imagen, no me cabe en la cabeza el momento contoneo y sé de buena tinta que la mejor manera de solucionar una crisis de imagen l es mirarse lo menos posible al espejo y volver a la idea primigenia, ponerte lo primero que pensaste. EL problema con esa marca de ropa es que es toda tan exactamente igual que es posible que después de tres cambios no recuerdes si te habías puesto el vestido absurdo con dibujitos de flores, la camiseta con la combinación de colores hecha por un daltónico o la falda naif que se supone que te da imagen de “qué mona soy” y que lo que realmente dice es “tienes el gusto en el culo”.

Lo del desorden me sorprende. Vale que la ropa de esa marca es espantosa y parecen trapos, pero las venden como si fueran armiño ¿Os parece bonito tirar esas camisetas de 70 euros al suelo con la cantidad de pelusas que debéis tener por el suelo porque obviamente no habéis barrido en vuestra vida?

Será marketing. Nuestras clientas están buenas, son gilipollas, inseguras y tan imbéciles que destrozan las camisetas sin usarlas y tienen que venir a comprar más exactamente iguales y por el mismo precio desorbitado.

Como este mensaje les debió parecer un poquito contraproducente a los de la marca de ropa, decidieron que las absurdas tías buenas mientras se contoneaban quitándose y poniéndose ropa espantosa pensaran en alto cosas “intensas”, cosas “con mensaje”, cosas “ de altura”. Contrataron a un creativo con gafas de pasta, pantalones pitillo con vuelta en los bajos, camisa con picos y chaqueta de punto ombliguera, lo que viene siendo un gurú.

El gurú creativo llego y dije: Pongamos primero una tía buena con las cosas claras. Que cuente que quiere “acostarse con su jefe porque es muy mono”.

Obviamente el hipster creativo no tiene amigas con las cosas claras (es posible que no tenga amigas de ninguna clase). Primero, ninguna tía en su sano juicio quiere acostarse con un tío “porque es mono” eso es tan de Candy Candy, tan de Melania que da vergüenza ajena. Si tienes las cosas claras, quieres que te empotre un empotrador. Segundo, acostarte con tu jefe es un asco de plan, a no ser que lo que quieras sea quedarte sin curro que dado que eres completamente gilipollas es posible que sea lo que quieras. Tercero, absurda de los cojones, mientras tú tienes un plan y te contoneas...hay otra que se está contoneando con tu jefe encima. Cuarto, hay que ser patética para centrar todos esfuerzos por follar en hacértelo con tu jefe….

El gurú y sus gafas de pasta llega entonces y dice: “Pongamos a otra con las cosas claras que quiera darle un giro a su vida y romper con todo”.

El hipster es un maestro del eufemismo. En este caso lo que tenemos es una intensa que vive en un zulo lleno de plantas y sin espacio para nada porque en su día le pareció buena idea acostarse con un “tío mono que además hace aeromodelismo”. Ahora debe tener toda la casa llena de maquetas y por eso ella tiene el perchero y el espejo encajado entre la puerta y la escalera. Supongo que las escaleras llevan a un segundo piso lleno de vitrinas polvorientas con aviones, por donde se pasean los gatos de ella y huele a incienso. A todo esto, el “mono” está demasiado entretenido con sus maquetas y la intensa de la coleta lo que tiene es lo que viene conociéndose como furor uterino y fantasea con irse a folletear a una playa. Lamentable, sube a darles catchou a los gatos anda…y recoge los trapos.

Finalmente, el hipster en otro rapto creativo dice: hay un mercado sin explotar, un público cautivo al que nunca se dirige la publicidad…pongamos a una lesbiana con las cosas claras que presenta a su novia y hagámoslo con misterio.

El gurú creativo sabe de crear misterio lo mismo que un Teletubbie. Tú ves el anuncio y según dice “cómo les digo que está persona es la correcta” ya sabes como acaba la peli. Que la novia lesbiana tenga pinta de futbolista y salga con una pelota de futbol es tan tan tan tan ridículo que ya da igual hasta que sea una cerda que come  cereales en la cama..
“La vida es chula” es el slogan.

La vida, efectivamente, es chulísima y vosotros, gurús intensos,  sois completamente imbéciles.

lunes, 7 de mayo de 2012

IMPRESIONES PARISINAS INÚTILES



Como gané un premio he tenido que pasar el fin de semana en Paris. El trabajo de los ganadores es agotador. Los ganadores somos gente generosa y sorprendente y sorprendemos a la gente con llamadas que no esperan.

Antes de que os de un colapso, desvelaré que Molihermana fue la agraciada con la generosidad de la ganadora...osea Yo. Molihermana y yo tenemos un pasado común de viajes de fin de semana regalados. Cuando cumplí 25 nos fuimos a Venecia, cuando ella cumplió 30 nos marchamos a Roma…y cuando yo he ganado un premio...lo lógico era ir con ella a Paris.

Viajar con una hermana con la que te llevas bien mola mucho. Si además te descojonas y con solo mirarte sabes que estás pensando lo mismo es un despelote y si además las dos somos igual de malvadas y somos capaces de seguir los pensamientos de la otra aunque tengan un argumento muy retorcido todo es diversión.

Primero vayamos a lo obvio. Paris es precioso, sigue siendo precioso y los franceses saben cuidarlo. Paris es increíblemente caro, lo bueno de ir en un viaje pagado es que eso te da un poco igual… ¿8 euros por una Coca-Cola en un bonito café con Notre Dame a mi espalda? Bueno...venga…si total he venido gratis. ¿23 euros por un sándwich? Venga coño...que aquí no están en crisis. Pero lo que es un flipe son los precios de las casas…es una frikada que hago pero siempre me acerco a las inmobiliarias cuando viajo…lo de Paris es una pasada. Estudios de 11 metros cuadrados que se venden al módico precio de 180.000 €...eso si...trés jolie.

Cuando vas de turista paseando por un sitio como Paris, la fauna que te cruzas es impresionante. La moda es un concepto aparte en el universo del turismo. Basándome en una observación exhaustiva del entorno he establecido varios puntos:

- Los norteamericanos y orientales consideran que en Europa en primavera es obligatorio ir sin calcetines y con camiseta de tirantes. Lo han debido leer en la Lonely Planet porque el hecho de que haga 8º, truene y estén chapoteando en los charcos no les disuade del chanclismo.

- Entre los distintos miembros de las parejas americanas suele haber una amplitud térmica muy perturbadora. Uno de sus miembros (él o ella) suele ir abrigado como para hacer un crucero por Alaska, mientras que el otro va en bermudas y chanclas. Cuando los veo siempre pienso en como conseguirán dormir.

- Los italianos por el contrario siempre van excesivamente abrigados. Elegantes y con estilo pero forrados. Siempre llevan bufanda.

- Tenemos que tomarnos en serio la erradicación del chandalismo para el turismo. Lamentablemente he comprobado que el hecho de que el chándal haya costado 100 euros es considerado por determinados turistas como una prueba de que es una prenda perfectamente aceptable para pasear por la calle y hacerse fotos frente a Notredame. Esta tendencia está cogiendo fuerza y el resultado es que es casi imposible sacarte una foto sin tener a alguien detrás con un fabuloso chándal rojo de marca arruinando el marco turístico. Ahora que lo pienso me sorprende que los franceses con lo suyos que son no lo hayan prohibido.

Fuera ya del ámbito moda, tengo alguna que otra observación inútil.

Sorprendentemente las japonesas fuman como bestias...no se si llegan tarde o van demasiado adelantadas, pero son auténticas chimeneas. Las italianas van ideales pero no saben montar en bici, he visto a varias tambaleándose peligrosamente intentando manejar sus bicicletas y a alguna otra pasando de utilizar los pedales e impulsándose como los niños pequeños. Oh, olvidaba comentar que un italiano jamás se quita las gafas de sol.

Las parejas de nórdicos y de americanos mayores tienen una tendencia muy perturbadora al envejecer. Ellos envejecen con pinta de señoras mayores (rollo Paul McCartney) y ellas envejecen con pinta de leñadores que abren las botellas con los dientes. El resultado es que los ves venir y no sabes cuál es cual.

La vida del turista es increíblemente cansada y el paso museo es agotador, cualquier excusa es buena para pararse. Los músicos callejeros de París han tomado buena nota de este hecho y están estratégicamente colocados para provocar que multitudes de turistas se paren a observarles…ganan más dinero los que se colocan en lugares donde los agotados paseantes pueden sentarse. Por supuesto que más que tocar perpetren cualquier tonada da igual. Una banda de americanos formada por una sección de viento y dos bombos, vestidos todos de color naranja, se dedicó en la tarde de ayer a destrozar varias canciones populares con un considerable éxito de público…sospecho que debieron ganar más dinero que yo en un mes, a pesar de que su versión de Bésame Mucho era con mucho la más espeluznante que he escuchado en mi vida.

¿Qué he hecho en Paris?

Pasear muchísimo, muchísimo. Patear, patear  y patear.

Recorrer la Isla de San Luis con calma, entrando en todas las tiendas y haciendo muchas fotos.

A pesar de que el Ayuntamiento de Paris estaba obviamente en nuestra contra y ha ideado un sistema de alquiler de bicicletas digno de Kafka, Molihermana y yo conseguimos vencer al maldito sistema y alquilar unas bicis para pasar la mañana del domingo recorriendo la zona de los Inválidos, Torre Eiffel, Trocadero, las orillas del Sena, la plaza de la Concordia, la plaza Vendome…un buen rulo.

Pasar una hora en Shakespeare & Co, brujuleando entre los libros tranquilamente. La librería es chulísima y mola mucho. Molihermana incluso tocó el piano que hay en el segundo piso. Para mi gusto habría que limitar la presencia de los dependientes americanos carajipis que pueblan la librería. Los hay de dos tipos: ellos y ellas. Ellos son frikis con gafas al estilo de José Luis López Vázquez en las pelis de los 70 con jerseys de lana con agujeros. Ellas son lánguidas y o bien llevan gorros de lana gordísimos con pinta de ser el hogar de unos 200 piojos o llevan medias rotas. Si les preguntas algo levantan la vista de lo que estén haciendo o interrumpen la absurda conversación que están teniendo sobre Faulkner para mirarte con cara de: “como osas perturbar el ambiente de intensos que tenemos aquí para preguntar algo”. Si no te dejas impresionar por esa mirada y les sigues interrogando acaban cortocircuitando y reconociendo que no saben de qué libro les hablas. Es un placer para mentes retorcidas como yo…aunque sinceramente creo que la librería ganaría encanto con otros dependientes.

He comido sopa de cebolla, croque Monsieur y una crepe de Nutella ante el horror de Molihermana que considera que la gente que toma Nutella en vez de Nocilla no es de fiar…

He estado tomando unas cervezas con el protagonista de uno de los posts que más me gustan.
He visto muchísimos frescos y noruegos..París está lleno de ellos.

Y una vez más he flipado con la Torre Eiffel que me encanta…

Un buen fin de semana.

Muchas gracias a Espasa, todo perfecto.

viernes, 11 de noviembre de 2011

LOS LIBROS DE COLORES

Mi entretenida, fabulosa y casi siempre surrealista vida laboral transcurre en una empresa que compra, hace y coloca en el mercado libros de colores. Por aquí hay mogollón de curris que hacen sus cositas, todas ellas vitales para la humanidad. Hay gente que compra libros verdes, otros rojos, otros los colocan, otros ven si la colocación ha sido chula, otros los iluminan para que queden bonitos, otros encargan libros amarillos a medida, otros por supuesto arreglan ordenadores para que los otros curris puedan hacer su trabajo o brujulear buscando porno y casas rurales…

Tras una doble pirueta con mortal atrás y un complejo arabesco lateral, actualmente me dedico ahora mismo a los libros verdes y los rojos. ¿Qué hago con ellos? Pues recibo toneladas de ellos que tengo que valorar. Algunos ya están hechos del todo, con sus tapas verdes brillantes, o verdes oscuras y todo su contenido listo para valorar. Otros son solo proyectos con espiral y tapas transparentes, sacados en powerpoint y con un plan para terminar siendo un fabuloso libro rojo brillante, rojo pasión.

A diario me siento, leo y valoro.

¿Cómo se valora si un libro o un proyecto de libro de colores conviene?

Primero hay que ver si lo que te cuentan interesa a alguien, más allá del autor y su madre. Esto puede parecer una obviedad pero hay gente con un ego tan increíblemente crecido que cree que una historia autobiográfica sobre sí mismo con un tema tan interesante como verse crecer las uñas mientras mira al horizonte y toca una guitarrita o escribe en un cuaderno pequeño (las guitarras y los cuadernos son de intensos) puede interesarle a alguien. Desde aquí os digo, o tocas la guitarra y escribes en bolas y estás increíblemente bueno…o no le interesa a nadie.

Si el tema es susceptible de interesar a alguien, pasamos a cómo está contado. Y aquí se abre un abanico infinito de posibilidades desde el horror más absoluto que hace que me pegue cabezazos contra la pantalla del ordenador hasta el éxtasis más fabuloso que me hace sonreír como una imbécil durante horas. Ni que decir tiene que los cabezazos están a la orden del día y las sonrisas son un bien muy escaso, escasísimo…casi inexistente.

La mayoría de las veces, tras la lectura fluctúo entre el atractivo del suicidio o las ganas de dar con el autor, perpetrador de ese horror en el que he malgastado mis últimas horas y asesinarle mediante la ingesta de las páginas de su obra. ¿Por qué me mandáis proyectos mal escritos, con faltas de ortografía o con errores de trama tan clamorosos que a veces hasta pienso que son trampa? ¿Por qué creéis que los personajes que hablan como si hubieran tenido un ictus son creíbles? ¿Por qué me engañáis diciendo que es un libro verde de ficción histórica y luego me encuentro con adolescentes depilados que hacen calvos? ¿Por qué me aburrís hasta el infinito?

La única parte buena de los horrores que sufro cada día es que me permiten utilizar mi hostilidad para cosas creativas y molonas como mis notas:

Auténtica bazofia sentimentaloide que solo provoca vergüenza ajena y la inquietud sobre cuanto habrá tardado la familia del autor en renegar de él y cambiarse el apellido”

O

Me provoca asombro que la Señorita Puri haya conseguido financiación para realizar este proyecto y solo puedo pensar en que la señorita puri tiene algún tipo de encanto oculto que por supuesto no se manifiesta por escrito ni está relacionado con el cerebro para sus oscuros propósitos

O

Sin duda lo peor que he leído en mi vida. Esta cumbre de horror que he escalado hoy difícilmente será igualada en próximas fechas. El record del mundo de intensismo horripilante ha sido alcanzado con esta primera obra
A veces, sin embargo y normalmente cuando estoy a punto de ponerme a llorar de impotencia...aparece un libro molón. Uno que me interesa, y que está maravillosamente hecho…y se me caen las lágrimas de la emoción primero y de la pena después.

Algunos de esos libros maravillosos, con sus tapas verdes oscuras, preciosos y llenos de un contenido increíble, interesante, ameno, currado, bien contado y que haría un bien a la humanidad…no me valen. A mi me fascinan, quiero comprarlos, quiero llevármelos a mi casa, ponérselos a las princezaz, adoptarlos, ponerlos en el blog...casi quiero hacerme de fb solo por poder comentarlos….pero tengo que decir que no, y rechazarlos.

Son maravillosos pero no sirven para los clientes de mi empresa de libros de colores. A ellos no les gustan.

Si, ya sé lo que estáis pensando. ¡¡ Cómpralos y así aprenden a valorar algo bueno!!

Ya. Seguro.

Esto es como cuando vas a comprar juguetes para tus niños y ves uno que a ti te fascina, es precioso, educativo, molón y barato ( los juguetes de madera son un clásico de esta categoria). Quieres comprárselo a tus hijos, quieres que les guste tanto como a ti, quieres que aprendan, que les mole…que jueguen con él, que sea su juguete favorito. Quieres que sea un éxito.

Y se lo compras. Lo abren…y les hace más gracia la caja. Y lo dejas en una estantería y de vez en cuando lo sacas a pasear por si les mola y con tu mejor cara de entusiasmo dices: Mirad, mirad… ¿a que es chulo??? Y lo miran de reojo y siguen con lo suyo.

Al final el juguete se hace viejo...pasa de moda…y lo tiras.

Puedes hacer eso con un juguete...pero no dedicarte a comprar juguetes que no les molan por si suena la flauta. Con gran dolor de tu corazón, a veces, tienes que comprar juguetes que te horrorizan...pero a ellos les molan y son felices con ellos.

Pues lo mismo con mis libros de colores verdes. De vez en cuando consigo colar uno que me mola a mí, pero la mayor parte del tiempo tengo que desechar los que a mí me encantan porque no me encajan y lanzarme a comprar libros verdes loro que me espantan pero que a mis clientes les molan.

A esto me dedico. Ha quedado clarísimo, ¿no? 

lunes, 5 de septiembre de 2011

SOBRE LEER..reflexiones variadas.

Empecemos por una obviedad para cualquiera que haya estado perdiendo el tiempo un poco por aquí: me flipa leer.

Desde que tengo uso de razón, que por otro lado es una frase completamente idiota, he estado leyendo sin parar. No sé estar sin leer, no sé estar sin un libro entre manos y otro esperando. No siempre he leído igual y hay muchas cosas que he ido cambiando.

Antes jamás releía..en el último año y medio he descubierto el placer de releer y creo que voy a seguir haciéndolo. Releer tiene casi más riesgo que leer de primeras. En principio y alguien como yo que jamás lee contraportadas y huye de recomendaciones excesivamente entusiastas, se lanza a leer sin expectativas previas..bueno si, uno espera que le guste, le entretenga, le haga pensar…pero no espera jamás que sea un libro que le deje del revés. Eso solo pasa con algunos libros.

Cuando eso pasa es una experiencia para guardar en una caja y enseñársela solo a unos cuantos escogidos. Y esa caja solo la puedes volver a abrir si estás dispuesto a pasar por la desilusión de que un libro que te dejó del revés con 14, 23 o 27…te deje complemente frio ahora. La culpa no es del libro...es como los amantes...o los antiguos amores...tuvo su momento y pasó...pero la desilusión puede ser brutal. Esperas un polvo con fuegos artificiales y te encuentras con un misionero con la ropa puesta.

Por eso releo con muchísimo cuidado y solo cuando concurren otro tipo de circunstancias más allá de mi interés por rememorar esa experiencia.

Otra cosa que no hacía antes era sacar libros de la biblioteca...solo compraba...quería que fueran “mios”. Pero un día, y dado que vivía a 100 metros de una de las mejores bibliotecas de Madrid decidí entrar y desde entonces soy usuaria compulsiva. No he dejado de comprar, pero me mola ir y deambular con mi lista de libros buscando lo que quiero, me mola indignarme con los que no los devuelven a tiempo y me mola cuando uno no me gusta y pienso...la pasta y el sitio que me he ahorrado. Antes de tener mis cuadernos de lecturas no me gustaban los libros de las bibliotecas porque al devolverlos perdía mis páginas con esquinas dobladas…ahora me da igual, copio todo lo que me ha molado y ahí se queda. Además, si un libro me ha gustado muchísimo…acabaré comprándolo por si acaso me da para releerlo.

¿Qué más?

Leer en una pantalla. Desde reyes tengo mi tablet y sí he leído varias cosas en ella. Ahora también tengo un superteléfono en el que también puedo leer. No lo hago. Le veo la utilidad, me resulta cómodo, es cómodo, no me molesta la pantalla y tiene muchas cosas buenas pero si me das a elegir prefiero el papel. En el libro electrónico no puedo doblar las esquinas...y eso me jode. Si, puedo poner una marca, puedo subrayar pero no es lo mismo…una marca hecha en la pantalla no tiene emoción...es solo una marca. Si doblo una esquina, cuando vuelvo a esa página noto la emoción que algo que hay ahí me causó...si la he doblado dos veces busco ansiosamente qué es lo que me llamó la atención, que es lo que me hizo pararme y doblar la esquina. Releo la página conteniendo la respiración, acelerando la lectura según voy avanzando y ¡bang! Ahí está otra vez. Si dejo una marca en la pantalla...esa vuelta a descubrir esa emoción me la pierdo...saltará automáticamente...y sinceramente no es lo mismo.

Me gustan los libros en papel porque si le recomiendo a alguien un libro y me dice que le está encantando...puedo ir a mi estantería, abrir mi ejemplar y ver “Reyes 2003" y sé exactamente en qué momento ese libro entro en mi vida. Con el libro electrónico también, con ver en qué fecha lo agregué a la estantería ya conozco esa información, pero tampoco es lo mismo.

Y el libro en papel puedo prestarlo…puedo darte “mi” libro. No uno parecido, igual, de la misma edición, no. Puedo darte el “mío”, puedes leer el mismo que yo tuve en mis manos y puedes ver mis esquinas dobladas. Por supuesto esto no se hace con todo el mundo, yo lo hago con muy poca gente, poquísima y es otra experiencia que te pierdes con el libro electrónico. Cuando ese libro vuelve a mis manos (en mi casa, después de haber pasado por mis 3 hermanos y molimadre) el libro está manoseado, usado, es mi libro enriquecido por la visión que de él ha tenido la persona a la que se lo he prestado. No es algo tangible materialmente pero sí emocionalmente...incluso cuando me lo devuelven y me dicen: “a mi tampoco me ha gustado tanto”...eso está ahí.

Bueno, pues a pesar de que me mola más el libro en papel no soy una cerril para estas cosas, bueno y para casi ninguna la verdad. El sábado leí varios artículos sobre el futuro del libro, el libro en internet y experiencias “más allá del texto” con el libro. En lo de las experiencias más allá, siempre hay cantidad de intensos y cantidad de tíos que hacen cosas espantosas o auténticas tomaduras de pelo,  pero me he tomado la molestia (bueno...tenia mucha curiosidad la verdad) de bucear en el ELO ( Organización de Literatura Electrónica) y he encontrado algunas cosas muy chulas.

No son libros en papel, ni siquiera son para leer estrictamente, pero a mí me han molado y por eso los dejo aqui.

"The Child"..parece un viodeclip con letras, pero no lo es. Hay que saber leer para seguir lo que cuenta. Me gusta la música también.


"The Sweet Old Etcetera". Este es más interactivo, hay que ir pinchando y toqueteando.


Ya digo que no son estrictamente libros pero me han gustado. Ah, otra cosa por la que no me gusta leer en la pantalla ni siquiera en el curro es porque no puedo usar mi boli rojo y mi boli rojo..mola mil.

miércoles, 23 de febrero de 2011

COLABORACIONES ESTELARES: "Por qué Moli mola mil pero no Dosmil" by E.

Que sí, que la queremos mucho. Que escribe como nadie, y nos partimos el eje, y la molifamilia es casi ya parte de la nuestra. Y que ojalá se decidiera a escribir un libro... si David Safier se ha hecho de oro escribiendo la mitad de bien que Moli con el estilo de Moli, ¿qué no haría Moli?

Pero como según confiesa en su estupendo twitter, está seca de inspiración, aquí viene una colaboración estelar espontánea pero anónima para bajarle los humos (con cariño, eso sí): Porqué Moli mola mil, pero no dosmil.

No mola Dosmil porque somos españoles, ergo envidiosos, Moli. Enseguida nos ponemos verdes de envidia.

Por ejemplo, Moli, presumir de casa en el centro, megacasa familiar en un idílico entorno, otra en Pirineos, aunque sea patrimonio familiar, no mola. Para molar Dosmil, hay que ser de extracción humilde, tipo princesa del pueblo ("¿me entiendes?"). Sugiero cambiar Los Molinos por un piso de VPO en Móstoles, o algo así.

¿Y qué es eso de estar tan en forma? Anda, por favor. ¿Hay algo que te pueda dar más rabia que una persona que corre y nada tanto a diario? (que leyendo algún post hasta te he imaginado con el careto de Cristiano Ronaldo, por Dios). Nada, un ligero ejercicio semanal, y nos sentiremos más identificados y menos mortificados porque esta semana tampoco hemos cumplido el firme propósito de ir a nadar.

Y, por fin, los libros. Para que me entiendas, comentar libros de Auster hace que tu careto imaginario pase de Cristiano Ronaldo a Espido Freire. Los libros densos y cultos, por favor, en privado. Porque (casi todos) tus lectores sabemos que podemos leer a Safier o a Spiegelman, pero cuando te pones a hablar de Dostoievsky en modo gafapasta, sabemos que ahí no podemos seguirte. Esas obscenidades, en casa y en la intimidad.

Ya ves, tampoco es para tanto. Unas pocas correcciones y tus seguidores diremos eso de "Moli, molas Dosmil". ¿O no es cierto, co-descerebados?




Este texto ha sido gentileza de un completo desconocido descerebrado. Que yo sepa jamás ha comentado.

Puntualizaciones:

¿Cuándo he dicho yo algo de una megacasa?
El patrimonio familiar es a repartir entre 4. No hay que olvidar nunca, que si yo fuera en una avioneta con molimadre, pobrehermanos y molihermana...y hubiera que soltar lastre, la primera que caería sería yo. ¿He dicho caería? Quería decir a la primera que empujarían fuera.

Lo del deporte es nuevo. ¿Molaba mil quinientos el año pasado antes de lanzarme por el camino de la vigorexia? En cualquier caso...hoy he nadado 60 largos en 32:43...mejor marca personal de todos los tiempos. Jamás pensé que diría algo así.

Sobre los libros...en fin…ahí no tengo defensa posible. Pero... ¿no compensan los despellejes frívolos de trapos? Eso debería sumar al menos 150 puntos…

De todos modos..soy una inconsciente. Este post va a servir para que todo el mundo me ponga a caldo...fundamentalistas de la maternidad, coach, intensos, absurdos, fans de Espido, de Bumbury, de Nawja, de Bardem, tristes y demás anónimos que consideran que soy chusma...aprovechad esta oportunidad y lapidadme.
Gracias E.

martes, 22 de febrero de 2011

LOS INTENSOS

¿Qué define a un intenso?

Primero de todo, hay que distinguir a un intenso de un apasionado o entusiasta de algo.

Al apasionado cuando le mola algo, se le nota enseguida, lo transmite, lo comunica, se le nota en la cara, en la sonrisa, le brillan los ojos. Un apasionado, no se puede estar callado ni quieto. Necesita comunicarle al planeta que lo que sea que le apasiona le tiene fuera de sí. Probablemente, el planeta no necesite saberlo y podría pasar perfectamente sin que ese tsunami emocional le inundara el correo o los oídos de cháchara entusiasta, pero un entusiasmado es así: un brasas.

Por poner un ejemplo. Me siento a ver mi supercaja de Bruce, de The Promise y estoy tan entusiasmada y tan feliz y tan contenta que tengo que escribirlo por mail o llamar a alguien a contárselo directamente. Necesito saltar en el sofá cantando con toda la piel de gallina. Soy una brasas, lo reconozco, pero mi interés y mi pasión por eso es hacia fuera…irradio entusiasmo braseador. Por supuesto, estos ataques de entusiasmo pasional procuro tenerlos cuando el ingeniero se va a hacer cosas de ingenieros porque él está hasta el gorro de mis tsunamis de entusiasmo.

Un intenso, al contrario de lo que pudiera parecer, no siente bien el entusiasmo. lSabe que eso es una carencia, pero como es incapaz de entusiasmarse y le parece de mala educación serlo en el caso de conseguir un atisbo de emoción, lo que hace es fingir que “siente mucho”. Pero siente hacia dentro…algo en plan…"siento tanto que vosotros chusma entusiasta y superficial no lo entenderíais”.

Un intenso...se muerde los mofletes por dentro precisamente por eso, porque todo es hacia dentro. Esto que me gusta, me gusta tanto que ni siquiera puedo sacarlo fuera y compartirlo. Es demasiado bueno para el común de la chusma. Y se muerde los mofletes.

Un intenso es un snob. Si te apasiona el futbol eres un hincha, si te mola David Bisbal eres un fan, si eres muy fan eres un frikifan…etc. Los intensos eligen bien sus campos de actuación. Suelen fingir que les flipa la poesía, el medio ambiente, las causas humanitarias, las canciones con mensaje, la maternidad como fuente de sentido de la vida...esas cosas.

No digo que todo aquel al que le interesa la poesía, el calentamiento global o los niños de Etiopía sea un intenso. Para nada. Hay mucha gente interesada en todas estas cosas que son normales o apasionados y cuando hablas con ellos te transmiten emoción, ganas e incluso interés por esos temas.

El intenso no hace eso. El intenso guarda su interés como “su tesoro”. Es intenso porque le mola la poesía pero no quiere compartirlo contigo. Su táctica es más de desprecio. “Uy...novelas...yo es que no leo novelas...a mí lo que me gusta es la poesía de principios del XVIII en Bélgica”...

¿"Salir de copas? Uy...no puedo..tengo una reunión para hablar del tema del calentamiento de las piedras en el desierto de Namibia que es un tema que me preocupa mucho"

"¿Llevar a los niños a ver Disney on Ice? Para nada, eso es de masas...yo voy a llevarles a un espectáculo que consiste en ver encender y apagar una vela mientras suena la sinfonía trágica de Mahler para que se acostumbren a la fugacidad de la vida."

Todo esto, los intensos lo dicen muy serios y como si después de 3 meses estreñidos hubieran sentido un peristaltismo de masa en su intestino, que les marcara el momento de sacar de su cuerpo esa bola, pero que ellos van a conseguir abortar haciendo mucha fuerza.

Un intenso ni siente ni padece y por supuesto no caga ni tiene mocos.

Un intenso no tiene sentido del humor. Y vienen de serie sin la capacidad para captar la ironía y el humor negro. Todo se lo toman en serio.

Ser intenso no es para un rato. O se es intenso o no se es. Así que cuando optan por ese estilo de vida no se pueden hacer concesiones al entretenimiento y la frivolidad.

“No entiendo cómo puedes leer el Hola…eso es una pérdida de tiempo...yo solo leo el New York Times

¿leer traducciones? Yo solo leo en idioma original

No entiendo cómo puedes bailar “El venado”..yo solo escucho a Tom Waits”.

¿Eso es Cadena 100? Yo solo escucho Radio 3.

No me jodas, se puede ser serio a ratos y frívolo otros. No todo tiene que hacer girar el mundo. Algunas cosas pueden ser solo para entretenernos mientras gira el mundo.

A un intenso no le ponen los cuernos..tiene relaciones complicadas.

Un intenso no tiene una relación por el sexo solamente..tiene una relación con una conexión especial. Pero no puede explicarte nada de esto porque tú no lo entenderías: eres chusma y un sin sustancia.

¿Qué por qué se me ha ocurrido este tema? Pues porque el otro día, haciendo zapping, vi a una intensa de tamaño descomunal, hablando de una majadería tal que no podía parar de descojonarme, porque además lo mejor...era que se lo tomaba superenserio. Estaba tannn intensa que era de coña.

¿Quién era ella? Espido Freire. Y ¿De qué hablaba? De zapatos.

Dijo tal sarta de absurdeces pretendidamente inteligentes e intelectuales que no podía parar de reírme. No he conseguido encontrar el video, pero era algo así. Iba andando por una zapatería hecha un auténtico adefesio y con un vestido que le hacía las tetas caídas, al lado de una reportera que estaba estupenda (esa es otra...el intenso se puede permitir ser feo porque lo suyo es la belleza interior, el que no se consuela es porque no quiere). Espido iba cogiendo zapatos, a cual más horripilante y diciendo: “este zapato con este tacón… ¿qué nos sugiere? Nos sugiere el sexo...porque si lo miras por aquí tiene punta…pero si lo miras así...es curvo...como las formas de la mujer” y “ esta sandalia...nos dice muchas cosas...las tiras nos recuerdan al sadomasoquismo, el cuero a la dominación y la puntera de acero..a que eres una mujer fuerte”…Espido, a mi todo eso me dice que estás más salida que el pico de una mesa...pero claro, yo es que no soy intensa. ( Al final he conseguido encontrar el video..Espido sale en el minuto 24 por si alguien quiere comprobar que no miento) . Acabo de ver el video otra vez..merece la pena porque se me había olvidado incluir esta gran frase " este zapato nos recuerda a la nuca de una geisha..en periodo de formación"...sin comentarios.

¿Más gente intensa? Nawja Nimri..Esa voz, esa pose…ese rollo “Yo no hago música comercial. Estoy por encima de eso”. Pues muy bien…pero no pretendas que la gente se vuelva loca por comprar tus discos.

¿Más? Bumbury. Se toma tannn en serio y su música es tannn con mensaje y le miras poniendo esa cara y dices. “Pero alma de cántaro...un tío que escribe “no seas membrillo”…no pretenderás que te tome en serio, ¿no?? …

¿Más intensos? Esa gente que cuando tú estás hablando de tus niños y de que estás un poquito hasta el gorro, se ponen de pie, te miran por encima del hombro y dicen: “No entiendo de qué hablas...mis hijos dan sentido a mi vida”….venga no me jodas… ¿dónde tienes el sentido del humor? Una intensa de este estilo es Lucia Etxebarria… que además de intensa es fea…

…mmm…si un intenso es guapo..entonces es misterioso...pero de esos ya hablaré otro día.

martes, 31 de marzo de 2009

ORDEN Y DESORDEN

Tengo fama de ser ordenada y organizada. Confesaré algo, en esto como en casi todo, soy un fraude. He conseguido a lo largo de intensos años de esfuerzo, ocultación y astucia sin igual pasar por ser una tía organizada. Sé que lo he conseguido porque hasta mi madre cuando viene a casa dice:

- “ hija, es increíble, pero venga a la hora que venga siempre tienes la casa ordenada y sin trastos por medio”.

A mi madre le sorprende porque primero es una cosa buena sobre mí que tiene que decir, y eso siempre le resulta digamos “duro” de creer y en segundo lugar le sorprende porque ella es lo contrario.
Mi madre no es ordenada por ambiciosa. Explicaré esto. Mi madre dice "voy a ordenar el armario de las telas" ( si, si, tiene un armario de las telas..pero eso ya lo explicaré en otro momento). Empieza a ordenar y de repente encuentra un retal precioso y dice”voy a hacer unas cortinas para el cuarto de la plancha” ( si, también tiene un cuarto de la plancha), y se encamina para allá a tomar medidas, pasa por el cuarto de estar ( si, también lo tiene y no es el salón), abre un cajón para sacar el metro y se da cuenta de que ese cajón está desordenado. Saca todo el contenido: cuelga fácil, unas libretas, cinta aislante, un bote de pegamento, unas fotos de su último viaje y entonces dice: “estas fotos tienen que ir al album”. Se encamina con las fotos al despacho ( si, si, la casa es muy grande), abre el armario de los albumes y empieza colocar las fotos hasta que se da cuenta de que es la hora de hacer la comida, irse por ahí o lo que sea. Resultado de esta ambición organizadora: todas las telas desordenadas, los álbumes fuera de su sitio y en medio del salón un trozo de tela y un metro abandonados. ¿ Que nos enseña esto?. Para ordenar lo mejor es ponerse metas fáciles: hoy ordeno este cajón. No te dará problemas, serás capaz de hacerlo y te irás con la satisfacción del deber cumplido.

El secreto para parecer ordenada es tener pocas cosas y escondidas. Todo es apariencia. Lo fundamental es la primera impresión. Si llegas a una casa y todo está por medio, aunque luego abras el armario y las camisas estén colgadas por colores…da igual..te llevarás la impresión de que son desordenados. Si por el contrario llegas a mi casa..no hay nada por medio, todo es orden y organización… pasamos por ser una joven pareja ordenada.

ES mentira. Por ejemplo, no tengo ordenados los libros. Mi amigo F. dedica horas a colocar los libros en su estantería, no por orden alfabético ni por temas, ni por colecciones..simplemente los coloca para que “queden bien”, para que estén "ordenados". Desde aquí te digo que es tiempo malgastado. Tú no lo sabes, pero cada vez que voy a tu casa miro tu estantería esperando admirar la colocación de tus libros…y me parece tan caótica como la mía. Yo coloco los libros según van llegando en la estantería que tenga más a mano.

En cuanto a la ropa, eso es el caos. La ropa tiene vida propia y además es mi enemiga. Desde siempre. Cuando era pequeña lo que más temía del mundo era llegar del colegio y al abrir la puerta de mi cuarto darme cuenta de que había agotado la paciencia de mi madre con respecto al desorden de nuestro armario. Todo lo que había en el armario estaba tirado en el suelo. Todo, incluido las perchas. Me daban ganas de ser huérfana de la frustración. Aquello conllevaba horas y horas de colgar, doblar, meter en los cajones, subir a las baldas….un espanto porque sabías que era trabajo en balde. Cuando después de 3 horas de ordenar, daba 2 pasos para atrás y contemplaba el armario esperando ver un resultado digno de revista de decoración…lo que veía era algo así como un Tupper petado de comida..todo apretado, sin organización y lo que era peor sin ninguna posibilidad de mantenerse en ese equilibrio inestable. Cerraba a presión la puerta y esperaba que mi madre aguantara un mes por lo menos.

Ahora que sé que mi madre no tiene potestad sobre mi armario no tengo ese peso sobre los hombros pero no consigo nunca que esté ordenado. Cuando llega el mes de septiembre y quito toda la ropa de verano, coloco la de invierno, intento tener un método; aquí las faldas, aquí los pantalones, allí las camisas, este cajón para camisetas, está balda para jerseys gordos, aquí la ropa de estar en casa. El primer problema es que para aplicar el método correctamente necesitaría el triple de espacio del que dispongo. El segundo problema es que necesitaría no solapar conceptos: el jersey gordo que me pongo en casa cuando hace mucho frío..¿dónde lo pongo?, los vaqueros son de sport pero también me los pongo para venir al trabajo, ¿ la ropa de piscina donde la pongo?. Así que empiezo con un método y acabo rendida a la evidencia de que es imposible.

Y entonces aplico mi método fraude: ordeno solo lo que se ve desde la puerta del vestidor, la primera línea. Lo demás es el caos pero da igual…mi madre cree que soy ordenada y mis hijas también. ¿ Qué más se puede pedir?.

Ahora que lo pienso lo mismo es un superpoder…hacer creer a los hijos que eres ordenado….mmmm…bueno, prefería el brazo de goma, pero no está mal.