miércoles, 8 de julio de 2015

Viaje hacia el Norte

Menos mal que he tenido un momento de lucidez y he decidido hacer antes la maleta. Si llego a decidir ducharme primero ahora tendría que cambiarme entera y volver a la ducha. Qué caloreta tengo, me suda todo. Sudor de canalillo en modo niágara. No entiendo cómo no han inventado un desodorante de canalillo. Inventan Chilly para unos picores que nadie que yo conozca tiene y un desodorante de canalillo que es una necesidad básica no se les ocurre. Sí, se puede usar cualquier desodorante pero lo mismo pasa con las cremas y las hay para cada trozo de piel. 

Bien. Ya está todo. El libro, otro por si acaso. Mierda se me olvida la toalla, la pluma, las sandalias. Otra vez a subir. Menos mal que no me ve nadie, he hecho una maleta como si me escapara de casa, qué contenta estoy de haber comprado un coche ranchera, no tengo que preocuparme del espacio. 

Joder qué calor del infierno. 11:58, rumbo al norte. A ver si hay suerte y refresca. Cerceda, Soto, Manzanares... qué casas más horrorosas se construye la gente. Nunca sé si es que los arquitectos son lo peor o que la gente paga y aunque el arquitecto le diga que lo que se está construyendo es un engendro le da igual. A ver si identifico la casa que papá y mamá querían comprar cuando éramos pequeños. No la compraron porque tenía una terraza enorme sin barandilla que, a nosotros, nos encantó pero era un peligro. Ahora no creo ni que dejaran  construir esa casa y por otro lado mejor que no la compraran. Mi vida sería completamente distinta si hubiéramos tenido esa casa y no, me gusta mi vida. Sería tan diferente que ni siquiera sería Molinos. 

Carretera de Burgos. 35 grados. Las princesas deben estar recocidas en su campamento. Espero que se les pase la gastroenteritis y empiecen a pasárselo bien. No sé si esto que siento es un poco de cargo de conciencia. No, no, no. Es pena porque me da cosa que estén pachuchas de campamento pero no es nada grave, nos hubieran llamado si fuera grave. No le voy a dar más vueltas. ¿Qué día es hoy? 7 de julio, San Fermín.
 "El suelo es el piso, el piso el departamento".
debería escribir en el chat de primos para que R sepa que Rafa Pons está en Buenos Aires y que puede ir a verle al concierto. En cuanto llegue voy a mandar un wasap para pasar lista a ver dónde están todos y que manden fotos. 

"Ya no me asusta el inviernome doy más miedo yo".
A mi tampoco me asusta el invierno, me encanta. 35 grados marca fuera. Qué pesadilla, menos mal que me he puesto vestido y sandalias. Tengo el móvil echando humo de contactos para quedar, yo creo que llego a las 3:15 a Bilbao sin problema. La verdad es que no pensé que iba a quedar con nadie y no me pegan las sandalias con el vestido. Voy a cepillarme el pelo. ¿Habrá una normativa que prohiba cepillarte el pelo mientras conduces? tengo que acordarme de cortarle la etiqueta a este cepillo, a ver si lo saco en público y hago el ridículo. Pero, ¿Qué digo? No voy a peinarme en público. 

Gogoratu. Recuerde. ¡Qué distinto suena! Gogoratu, gogoratu. Ya no se me olvida, como orbela. Me flipan esos caseríos pero no sé porque siempre me imagino viviendo en ellos cuando llueve y no con este sol... "¿Por donde vas?". Parque Gorbeia. Me recuerda a Pinilla y la llama que se perdía en el monte y se convertía en un animal legendario. Bueno, no se perdía, se escondía. Pinilla, que rabia que ya me lo he leído todo. Podría ir a Getxo a dar un paseo...

21 eurazos de peaje. Madre mía, qué pastizal del infierno y además taquicardia. Tengo que trabajar esto, no puede ser que me entre el síndrome del aeropuerto cada vez que llego a un peaje. Siempre lo mismo. Llego y creo que he perdido el ticket, y pienso que me he dejado la cartera en casa y en 2 nanosegundos me imagino dando explicaciones al de la caseta o peor a los 20 coches que están detrás de mi y encima teniendo que llamar a alguien apra que venga a darme pasta para pagar. ¿A quién llamo si ya casi estoy en Bilbao? Y ahí me paro, encuentro el ticket y la cartera aunque claro, parece que un perro a escarbado en mi bolso y tengo todo esparcido por el coche. 

- Entra por Zabalburu 
- Mi coche es azul apolo 
- Ya te he visto con tu pelazo.¿Qué leches es azul apolo? 

26 grados. El Guggenheim y amigos que me dicen "eres exactamente como te imaginaba". Adoro esta ciudad. 

viernes, 3 de julio de 2015

No me liberes

Tengo 42 años. Soy mujer, madre y trabajo. Educo y crío a mis dos hijas junto con El Ingeniero. Estoy divorciada y disfruto de una maravillosa custodia compartida. Soy feminista convencida porque defiendo y me peleo por conseguir que las mujeres tengan los mismos derechos y oportunidades que los hombres. 

Soy mujer con dos hijas y un trabajo y ¡oh sorpresa! no vivo esclavizada por una sociedad patriarcal que me oprime. Repito, no vivo esclavizada y no necesito, ni quiero, ni me interesa que nadie venga a liberarme de mis supuestas cadenas. Y si lo hace por lo menos que cante espirituales negros o un blues....algo menos soporífero que una sarta de sentencias supuestamente enjundiosas y que zzzzzz. 

No quiero que nadie hable en mi nombre, que nadie diga "La mayoría de nosotras parece necesitar ser especialista sobre un tema para plantearnos siquiera opinar sobre él". ¿Qué mayoría? ¿Qué nosotras? ¿Quién eres tú y por qué pontificas así? Me parece bien, estupléndido y fantabuloso que des tu opinión pero qué tal si dices "Yo para opinar sobre un tema tengo que ser especialista". Bien, ya sé porque no dices eso....No hay más preguntas. 

¿Quiere esto decir que nunca he sufrido de machismo en mi vida? Por supuesto que no. Claro que he sufrido machismo y lo sufro pero no ando 24 horas al día mirando a mi alrededor a ver si puedo ofenderme por algo. Hago mi vida, trabajo, escribo, educo a mis hijas, quedo con mis amigos, escucho piropos, me pruebo ropa que me vale, que no me vale, me depilo cuando me apetece, me quito las canas cuando me apetece, leo artículos escritos por hombres con los que estoy totalmente de acuerdo y los comento o no. Tengo un blog y me leen hombres y mujeres y me comentan ellos y ellas. Colaboro en varias plataformas de ciencia y ¡oh sorpresa! somos ellos y ellas y todos cobramos (o no cobramos) lo mismo. Escribo en una revista de "mujeres" y me encanta hacerlo...y también me comentan hombres allí. Leo artículos escritos por mujeres que me encantan y otros que pienso "esta tía es imbécil". Escribo artículos muy indignados contra hombres que dicen estupideces sin pensarlas pero sintiéndolas. Y una vez a un tío que me dijo que si iba a parir a mi hija por las tetas le mandé a tomar por culo y comprobé lo que ya sabía que era un imbécil. Ah, y me bordé mi ajuar. 

Y lo siento, pero si conozco a un hombre en persona después de habernos leído por la red y me dice "Qué bonita sonrisa tienes" no me ofendo. Aunque lo intente muy muy fuerte no consigo ofenderme. No lo veo como un defecto pero hay "nosotras" que por lo visto opinan que vivo tan oprimida que necesito que vengan a salvarme creyéndose Braveheart, la madre sufragista de Mary Poppins y Charlon Heston haciendo de Moises.

"Soy Moises y vengo a salvarte de tu esclavitud, pequeña esclava sin criterio. Vengo a liberarte de tus cadenas". 

Si por lo menos cantaran espirituales negros o tuvieran sentido del humor... 

Querida libertadora, no es que no entienda tu supuesta ironía, no es que esté esclavizada y ande ciega, es que no soy "nosotras". 

PS: este post no representa a nadie más que a mi. 

jueves, 2 de julio de 2015

Norte y sur


Vamos al barro, a la polémica. 

Nos creemos modernos, digitales y diferentes de nuestros padres y nuestros abuelos pero ¿de qué obviedad hablamos  todo el año? ¿De política? Si pero no quiero hablar de eso. ¿De lo cara que está la vida? Sí, pero tampoco quiero hablar de eso. ¿De lo horroroso del tráfico? Sí, pero tampoco. 

¿Del tiempo? Sí. 

"Está lloviendo". "Espectacular tormenta en Madrid". "El cielo cae sobre nuestras cabezas".

Los de Madrid y zona sur del país llenamos las redes con estos comentarios y fotos de la lluvia, los charcos o las granizadas. Enseguida recibimos un montón de respuestas de airados y aguerridos norteños "joder con los de Madrid, llueve y ya estáis todos petando las redes", "pues qué novedad que llueva". 

A ver como explico esto, de Madrid para abajo no somos saharauis pero casi. La lluvia es un acontecimiento en Madrid o Sevilla o Cáceres porque aunque a los del norte os resulte difícil creerlo ¡es muy muy raro que llueva! Cuando vives por aquí te HARTAS de días y días y días y días de cielo despejado y ni una puñetera gota. ¿Os acordáis de vuestras clases de Ciencias Sociales en el colegio y lo de "clima continental"? Vale, pues después ponía "inviernos secos y veranos muy calurosos. Precipitaciones escasas". Todo el mundo sabe que escaso es un eufemismo por "ni de coña". ¿Cuánto sexo practicas? Escaso...No hay más preguntas. 

Por esta razón, porque hemos crecido creyendo que "escasas" era "pocas", porque nos compramos botas de agua y nos morimos antes de poder ponérnolas 4 veces, porque se nos olvida que tenemos paraguas, porque se nos olvida cómo suena la lluvia y sólo porque viajamos sabemos que la lluvia puede ser de muchos tipos, nos fascina que llueva y tenemos la necesidad de contarlo en las redes y pregonarlo. 

Los del Norte os encabronáis. Pero... ¿os habéis visto cuando no hay nubes en vuestras zonas? Que me caiga  muerta ahora mismo,fulminada por un rayo, si no he visto 3 millones de veces la memez esa de "Bilbaínos, no os asustéis, esa bola de fuego es el sol"...o "Euskadi tropical" cuando tenéis 28 grados. 

He dicho "cuando no hay nubes" y no "cuando sale el sol" porque tengo noticias para vosotros. En el Norte todos los puñeteros días del año sale el Sol. Todos. Los 365. Y esa es la diferencia con los del Sur... por aquí podemos estar días y días y días sin ver una nube...y meses sin ver lluvia. 

Los del sur, celebramos las nubes y la lluvia por la novedad y porque nos saca de la rutina meteorológica. Los del norte no sabéis apreciarlo. Os creéis que toda la vida es diversión, incomodidad y sorpresa. ¿Qué día hará hoy? ¿Lloverá por la mañana y por la tarde iré a la playa? ¿Podré salir en chanclas por la mañana y ponerme el chubasquero por la tarde? Hay nubes grandes y compactas, altas y grises, bajas y amenazadoras. Y así pasáis los días entretenidos. 

En el sur funciona así. Ni miras por la ventana porque sabes exactamente que tiempo hace: DESPEJADO...con inviernos crudos y veranos muy calurosos. 

Los del Norte también os quejáis cuando los saharauis protestamos por el calor en Madrid. "Siempre estáis protestando, os querría yo ver con calcetines y botas el 1 de julio". 

Vamos a ver, vamos a ver. Los de Madrid somos saharauis aguerridos. Aguantamos la sequía, los inviernos crudos y el verano extremo y cuando viajamos nos adaptamos a todo... pero tenemos criterio. Sabemos que es mejor sol que lluvia para hacer turismo, que ver llover 40 días seguidos puede convertirse en algo monótono y también sabemos que los del Norte no tenéis ni la más remota idea de lo que es vivir en la boca del infierno. 

El calor en Madrid es "Euskadi tropical" u "Orense extremo" multiplicado por 100. Madrid en verano es como vivir en tu horno arrinconado en una esquina mientras un enorme pavo asado se recuece en su grasa a tu lado. El calor en Madrid en los veranos extremos (que son todos) no te deja dormir, ni pensar, ni sentir, ni vivir. En Madrid el sol te quema si no vas por la sombra, y no hablo de quemaduras solares por no darte protección, hablo de sentirte arder la piel y decir "joder, joder, joder...que se ponga en verde el semáforo o voy a arder". En Madrid, cruzas la calle y el asfalto se te pega a los zapatos, suelta un calor que crees que te va a devorar. En Madrid, a las cuatro de la tarde en medio de La Castellana ves espejismos de agua en medio del asfalto. 

Del calor no se puede huir, puedes tratar de esconderte en casa, hacerte fuerte en la oficina o tratar a vivir en el coche pero el calor te persigue como un Alien y acaba encontrándote. La lluvia es mucho menos letal; te metes en casa y dejas de mojarte. 

El calor extremo es amarillo, pegajoso y se traga en forma de polvo, arena. El calor desespera. La lluvia moja (La araña pica, parezco Gloria Fuertes), resbala y cala pero es verde. 

En Madrid el calor extremo dura 90 días, no una semanita, ni 10 días ni 15. Como poco 3 meses de agonía, de no poder dormir, de sentirte el sudor correr por la cara, los párpados, las aletas de la nariz y cualquier pliegue de tu cuerpo...cualquiera. 

En Madrid es imposible escapar al sudor de canalillo y creedme, es muchísimo peor que los pies fríos o el pelo mojado.

Aguerridos pobladores del norte peninsular reconoced que sois afortunados y dejadnos disfrutar de la lluvia, saltar en los charcos y petar las redes sociales con fotos. Eso, o que el cambio climático os obligue a sufrir sudor de canalillo... entonces,  veréis y oleréis lo que es bueno. 

martes, 30 de junio de 2015

Lecturas encadenadas. Junio

Se termina junio y he retomado el ritmo lector. No dormir y el calor aplastante contribuyen a que lea más. El balance general del mes es: seis libros. Tres escritos por mujeres. Dos ensayos. Un comic. Los resultados han sido desconcertantes.

Empecé el mes con The Gluten Lie: And Other Myths About What You Eat  de Alan Levinovitz. Llegué a este libro a través de un artículo en internet del propio Alan que me llamó la atención y tuitee. Mi sorpresa fue que el propio Alan me escribió después para darme las gracias y ofrecerse a enviarme el libro a mi casa ¡desde Nueva York! Por supuesto, acepté su propuesta y nada más llegar a casa me puse con él. Obviamente, por ser un tema que me toca muy de cerca, la moda de no comer gluten porque es "más sano" y las dietas basadas en supuestas exclusiones de alimentos me tocan mucho la moral y me apetecía leer algo sobre el tema. El libro de Alan es muy muy interesante, ameno, entretenido y se aprenden un montón de cosas que te dejan con los pelos de punta. Es impresionante como si te pones a pensarlo todas las supuestas dietas milagro se basan en lo mismo: un estudio médico del que se "leen" los datos que interesan, un reclamo de un pasado paradisiaco en el que nuestros antepasados vivían felices sin enfermedades que hoy en día nos matan, un alimento maravilloso que lo cura todo y unos cuantos sinvergüenzas que se aprovechan de la gente. Alan Levinovitz recorre la historia de las dietas "sin", sin grasas, sin azúcar, sin gluten explicando todos los estudios, las tretas, la publicidad engañosa y tratando de hacer frente a la actitud de "enfrentamiento" hacia la comida que la sociedad del primer mundo está desarrollando. Es un libro que recomiendo muchísimo y si no leéis en inglés, estáis de suerte porque próximamente se editara en castellano. ¡Ah! Alan habla un español (escribe) perfecto porque trabajó mucho tiempo en Sevilla.


En el Cuaderno de Cultura Científica de la UPV/EHU escribí un post con una de las historias increíbles que cuenta Alan sobre celiaquia y plátanos unida a otra super historia sobre golpes de estado. ¡No os la perdáis!

Salvar A Mozart de Raphael Jerusalamy fue el segundo libro del mes. Había leído todo tipo de alabanzas por twitter y en algún blog y me decidí a pedirlo a la editorial Navona que siempre son encantadores conmigo. Además, está editado en la colección Ineludibles con esas tapas de tela tan preciosas y con tacto rasposo que me encantan.

Todo tenía buena pinta: el tema, la editorial, la colección, el título, el bonito color gris de la portada... pero no pudo ser. En ningún momento conseguí interesarme por la historia del viejo músico Steiner, recluido en un asilo-hospital en Salzburgo mientras la ocupación alemana se consolida y todo su mundo, incluido el famoso festival de música se tambalea y es barrido por la barbarie nazi. Le he estado dando vueltas y puede que el tema no me haya enganchado porque cuando has leído tanto sobre historia de la II Guerra Mundial, con historias reales que son espeluznantes tanto por el horror como por el heroísmo, la ficción se queda corta y resulta superficial. La historia del viejo músico que trama una venganza contra los nazis es como un telefilm de Antena 3 frente al Padrino. Se deja ver pero resbala.

Y llegamos a las mujeres. Empecé con una irlandesa, Edna O´Brien y su Las chicas de campo  regalo de mi amiga Catalina. ¡Mil gracias! Todos los libros que tienen como protagonistas a chicas irlandesas se parecen. Todos tienen el mismo tono, los mismos prados húmedos, las mismas chicas especiales dentro de una familia "normal", muy a menudo un padre borracho y violento, un pueblo cotilla, un futuro ideal que raramente alcanzan y que, en el caso de alcanzarlo, resulta ser un fiasco total... siempre es más o menos lo mismo. La historia de esta novela me ha recordado muchísimo a Brooklyn y a "El color de la leche". Es una novela agradable sin más, se lee rápido y poco más. La protagonista no consigue emocionar al lector y en muchos momentos da pena porque es tan obvio lo que va a ocurrir que da vergüenza ajena verla ir directa hacia ello. 
"Aquel fue el último día de mi niñez".
Sobre la siguiente lectura del mes, La dichosa importancia de la belleza de Amanda Filipacchi, ya lo dije todo hace un par de semanas. Es una novela espantosa, no hay otra manera de definirla. ¿No debería despellejar un libro cuando es tan horrible? ¿Debería callarme siguiendo esa frase tan bonita de "si lo que vas a decir...blablablabla...no digas nada"? Sinceramente creo que no. A la editorial no les ha gustado mi crítica y me lo han hecho saber. Están en su derecho. Y yo en el mío de decir que la novela de Filipacchi es horrorosa, lo peor que he leído en el año.

En mi visita a la feria del libro compré La Utilidad De Lo Inútil de Nunccio Ordine. Un breve ensayo que tenía en mi lista de pendientes desde que el año pasado lo mencionó Fernando Cossio en una charla en San Sebastián. Tenía curiosidad a pesar de que no sabía si iba a resultarme demasiado denso o un aburrimiento. Ha sido una completa sorpresa y una delicia de lectura. Ordine reflexona sobre la importancia de hacer las cosas sencillamente por hacerlas sin que tengan que tener una finalidad posterior, sin que tengan que servir para nada. La inutilidad en la literatura, en las universidades y la ciencia, en el amor. He doblado muchísimas esquinas y copiados multitud de párrafos que seguro que me inspiraran en algún momento. Es un gran ensayo muy recomendable para leer y releer y aprender o, mejor dicho, recordar que podemos hacer cosas en nuestro día a día que no sirvan para nada.

Me encanta esta reflexión en una época en la que todos guardamos nuestra "parcelita" absurda de saber y muchos se consideran expertos y guardan lo que saben como si fuera oro.
"El conocimiento es una riqueza que se puede transmitir sin empobrecerse. Solo el saber -poniendo en cuestión paradigmas dominantes del beneficio - puede ser compartido sin empobrecer. Al contrario, enriqueciendo a quien lo transmite y a quien lo recibe". 
"Como le sucede a los peces más jóvenes, no nos damos cuenta de qué es en verdad el agua en la que vivimos cada minuto de nuestra existencia. No tenemos, pues, conciencia de que la literatura y los saberes humanísticos, la cultura y la enseñanza constituyen el líquido amniótico ideal en el que las ideas de democracia, libertad, justicia, laicidad, igualdad, derecho a la crítica, tolerancia, solidaridad, bien común, pueden experimentar un peligroso desarrollo".  

El mes lo he terminado con otra mujer con la que tengo una relación de "Amor verdadero y absoluto por haber escrito una de mis novelas favoritas" mezclada con ratos de "No te soporto porque eres una intensa, una pedante y un aburrimiento". Estoy hablando de la siempre etérea y envidiada Siri Hustdvedt.

El mundo deslumbrante es su última novela y ha sido regalo de un descerebrado. ¡Gracias! Esta historia se encuentra justo en el extremo de "Siri no te soporto". Es un coñazo supremo, un aburrimiento insportable, una tortura de lectura y además Siri alcanza unas cumbres de pedantismo culturetas que me dan ganas de apedrearla en plan "Jehová, Jehová" de los Monty Phyton.

La historia es idiota (aunque no tan idiota como la de la Filipacchi) pero lo peor no es eso. Lo peor es que Siri copia personajes de otras de sus novelas, situaciones, ambientes, hasta las obras de arte que hace la protagonista se parecen a las que hacia Bill en "Todo cuanto amé". "El mundo deslumbrante" es como la versión en serie B de la gran novela de Siri y hace aguas por todas partes. Las reflexiones filosóficas son enrevesadas y están encajadas a martillazos en la historia, los personajes con un vago (por decir algo) aire Austeriano resultan planos, son como sombras y, en resumen, no hay absolutamente nada aprovechable en toda la novela.

Para cualquier lector de las novelas de Siri es más que evidente que este trabajo no aporta absolutamente nada, es una suma de pequeños trocitos de sus anteriores novelas encajados a martillazos. Una pérdida de tiempo para el lector y para Siri que podía haber dedicado su tiempo a intentar buscar otra inspiración y ahorrarse este trabajo innecesario, tedioso y aburridísimo.
"El nacimiento, al igual que la enfermedad y la muerte, no dependen de nuestra voluntad. Simplemente suceden. El "yo" no tiene nada que ver con ello".
En algún momento del mes leí el segundo tomo de Akira. Por ahora sigo aunque para nada me está entusiasmando.

Y con esto y un bizcocho y recomendando mucho los dos ensayos de este mes... hasta los encadenados de julio.