Normalmente cuando ves algo desde fuera, siempre te lo
imaginas mejor, más bonito, con más encanto, con secretos y misterios que hace
que lo que tú ves mole mucho pero que te hace imaginar que por dentro será aún
mejor.
En la mayoría de los casos si se da la remota posibilidad de
conocer ese “algo” desde dentro te sueles llevar una desilusión. Visto desde el
otro lado, aquello no es tan chulo, ni
tan divertido, ni tan especial o tan espectacular.
A mí me ha pasado con muchas cosas en la vida…pero con la
Feria del Libro no.
Durante años he ido a la Feria del Libro. Algunos años
emocionada, con pasta y con ganas de comprar y he vuelto sin nada y
enfurruñada. Otros años he ido enfurruñada y he vuelto feliz con libros que no
pensaba comprar y que me habían “llamado”. Otros años he planeado con tiempo mi
excursión para ir entre semana y no pasar calor ni luchar con hordas de gente.
Otros sin embargo me ha pillado el tiempo y he ido el peor día de caloreta con
una muchedumbre increíble que hacía imposible acercarme a las casetas. He ido
sola. He ido con El ingeniero. He ido
con las princezaz en carro, en patinete y andando. He ido con amigos.
Siempre pensé que los libreros pasaban un calor de mil pares
(la mayor parte del tiempo) y que los autores tenían que tener mucha paciencia
para firmar tanto y atender a la gente que acudía a decirles lo que les
gustaban sus libros o las ganas que tenían de conocerles…pero que seguro que
tanto libreros como autores pasaban unos días increíbles.
Jamás pensé que lo viviría desde el otro lado. Ni se me pasó
por la imaginación en todos estos años de pasear por allí. Este año he pasado
al otro lado y ha sido con mucho, lo mejor que ha traído la publicación del
libro.
No he pasado frío a pesar de hacer frío.
No he pasado calor a pesar de hacer un calor de mil pares.
No me he aburrido.
No he pasado vergüenza.
Ha sido una pasada.
No puedo decir más. Sólo escribir aquí un post para agradecer a todos
los que habéis hecho posible estos tres días de firma en la Feria del Libro.
Gracias una vez más a mi lectora que me animó para intentar
publicar. Gracias a todo el personal de La Esfera de los Libros que
incomprensiblemente pensaron que era buena idea publicarme y que me han
acompañado en los tres días. Gracias a Mónica por las patatas del primer día, a
Berenice por las fotos con C firmando y a Mercedes y sus dos perros por venir ayer a conocerme con la caloreta que hacía.
Gracias a Guillermo por pasarse a verme y hacer caso de todos mis mensajes
sobre librerías donde me dicen que se ha agotado.
Gracias a la librería Gaztambide y la librería Punto y
Coma.
Gracias a mi familia que ha sido superpiña y han venido
todos a hacer el frikifan en las casetas y además han comprado. Gracias porque
han movilizado a sus amigos y conocidos para que compraran el libro y vinieran
a la Feria. Gracias a todos mis tíos que se acercaron a verme, orgullosos como
pavos y que me emocionaron mucho. La gente cree que es complicado escribir
dedicatorias a gente que no conoces, pero es mucho más difícil escribirlas para
alguien a quien quieres y te conoce bien.
Gracias a la chusma de Montes que vino en masa a hacer el
payaso delante de la caseta y a comprar el libro. Gracias incluso por el
descojone que os traéis a mi costa en el grupo de wasap.
Gracias a mis amigos de Los Molinos que salieron de Los
Molinos en fin de semana para venir a verme, a comprar el libro, para
emocionarse conmigo por verme allí. Por
supuesto también vinieron a descojonarse
de mi hasta el infinito y poder hacer burla permanente cuando nos vemos “¿Cómo
estás autora?, ¿Vas a emborracharte con nosotros o desde que eres famosa ya no
bebes con chusma? “Hazte una foto con nosotros que luego la venderemos al mejor
postor”. Gracias cabrones.
Gracias a Molimadre que compra libros compulsivamente por
encargo y arrastra a sus amigas a verme. Gracias a Pobrehermano mayor que está
regalando mi libro a todo su club de fans. Gracias a Pobrehermano pequeño y
Molicuñada que me han hecho publicidad entre el sector joven de Los Molinos.
Gracias a Molihermana y Molicuñado que trajeron el otro día a Minicuñado y
Littlered a robarme protagonismo en la caseta.
Gracias al Ingeniero y las princezaz que lo han sufrido y
disfrutado a partes iguales.
Gracias a todos los descerebrados que se han pasado a
conocerme. A la chica que llego el domingo, que llevaba un collar de colores y
me dijo que le encantaba el blog y que ella había empezado uno porque le habían
roto el corazón pero que ahora ya no lo necesitaba. Al (casi) ingeniero que me
lee desde que está en bachillerato, recomendó mi blog a su madre y ahora lo
leen juntos. Al chico alto que se declaró lector en la sombra que vino con su
amigo que me miraba con cara de descojonarse. A la chica que vino a comprar un
libro para su amiga que me mandó un mail hace un mes diciéndome que cumplía 18
años y era el peor cumpleaños de su vida. Gracias a Sara que vino su hija Sara.
Gracias a Hitlodeo que después de 4 años leyéndome vino ayer a ponerme en un
apuro “¿sabes quién soy?”. Gracias a Amelia, Ana María y sancoleur que son muy
descerebradas y han venido varios días. Gracias a Vanesa y al Sr. Granados. Gracias a
María que llego el viernes la primera e hizo el completo: charla, libro y
foto. Gracias a Natalia que llegó una
noche al blog y al día siguiente se plantó en la Feria a conocerme con sus dos
príncipes. Gracias a la profesora de las princezaz que vino a la Feria e hizo
increíblemente felices a las niñas. Gracias a los descerebrados que ya me
conocían, que se han emborrado conmigo, que me escriben mails cada día, que
hablan por tuiter conmigo y que aunque estén hartos de verme han venido estos
días a acompañarme.
Gracias al descerebrado que mandó una
emisaria con un post it con una disculpa por no poder ir a conocerme. Gracias
los descerebrados que no conozco pero que mandaron peticiones por mail a la
librería para que les dedicara el libro. Gracias a los descerebrados que se acercaron a
conocerme y me susurraron “soy fulanito y te leo”. Gracias a los que me dijeron
que soy más guapa en persona. Gracias a los que a pesar de no ser de Madrid me
escribieron para desearme suerte y hablaron de mí a todos sus conocidos
madrileños. Gracias a mi primer lector. Gracias a los que pasaron
por la caseta, les moló el título, me miraron, se rieron y decidieron
comprarlo.
Todos los que he nombrado y mil más que seguro que se me
olvidan han hecho que vivir la Feria desde el otro lado haya sido una de las
mejores cosas que me han pasado en la vida.
La Feria desde fuera es espectacular…pero desde el otro lado es
sencillamente increíble.
Gracias a todos.
Moláis mil.