viernes, 26 de abril de 2013

UNA CASA.


Hay gente que piensa en conceptos abstractos, otros piensan en hojas de cálculo, otros piensan en hechos, en cosas tangibles, otros en ceros y unos y otros tienen el superpoder de no pensar en nada.

Yo pienso en imágenes. Soy muy buena en eso. Cuanto más complejo es un pensamiento o una sensación o una idea más fácil me resulta construirme una imagen mental donde encajar todas las piezas de ese pensamiento, idea o sensación. Con esto quiero decir que no pienso en imágenes las chorradas del día…solo las cosas importantes.

Soy una casa. Una casa grande, con dos pisos, un bonito tejado a dos aguas, grandes ventanales y un porche con sofás para tumbarme a leer y una mesa para escribir.  Tengo un jardín con muchos árboles, mucho verde y a veces se ve el mar y a veces la montaña.
Soy una casa y escribo un blog. La casa es visible, está al alcance de la vista de cualquiera que pase por delante en mi vida diaria. Me ven desde el otro lado de la valla que delimita mi jardín. La casa, a algunos  puede gustarles, puede intrigarles, puede parecerles preciosa, acogedora, pueden tener ganas de ser invitados y pasar a ver que hay dentro.  Otros puede  que consideren que es fea, pretenciosa, absurda, ridícula y un horror y pasen de largo y muchos otros, muchísimos, puede que  ni siquiera la vean y la ignoren completamente.

Luego está la gente que entra en el jardín. Algunos se cuelan y los echo en cuanto puedo, otros consiguen llegar hasta la entrada pero jamás pasarán de ahí. En este nivel está gente con la que trabajas, que conoces de manera casual o que son conocidos lejanos.

Hay otro grupo de gente a los que les abro la puerta y les dejo pasar a la entrada, desde donde se ve algo del interior. Se ve donde está el salón, la cocina y puede que una habitación dónde trabajo. Charlo con ellos en esa zona y pueden hacerse una idea de cómo soy por como tengo decorada la casa…obviamente no soy una loca del terciopelo y los mármoles, ni me planteo la decoración zen como estilo de vida. Hay días que verán que todo está desordenado y otros en los que parece que todo está en perfecto estado de revista, lo ven todo desde la entrada pero no pasan de ahí. En este nivel está casi toda la gente con la que he trabajado en mi vida, me conocen, saben cosas de mi vida, de mi familia, saben donde voy de vacaciones y perciben si un día estoy de una mala leche de flipar y otro estoy tan feliz que soy insoportable…pero pueden perfectamente no conocer nunca el motivo de ese estado de ánimo.

Otro grupo de gente es la que voy dejando entrar poco a poco, primero al salón porque es mi parte más estupenda donde están los sofás cómodos, hay libros, buenas vistas y suele estar medianamente ordenado. Después puede que les pase a la cocina que es un espacio de más confianza y donde todo es más cercano, menos de "visita". Puede que incluso les deje usar el baño de la planta de abajo para que me cuenten sus cosas buenas y las no tan buenas. Pueden pasar años en ese nivel de confianza, pueden pasar al siguiente o pueden romper algo, algo valioso y retroceder al nivel verme desde la entrada.

Después están mis amigos y mi familia, esos que llegan, entran, gritan mi nombre desde la entrada, me buscan por toda la casa y abren todas las puertas hasta que me encuentran. Les da igual lo que esté haciendo, que esté en modo activo o en modo “bichobola”. Han venido a verme y quieren verme y ya está, conocen mis escondites. Pueden incluso llegar, entrar, buscarme, no encontrarme y sencillamente sentarse a esperar que aparezca…y esperarán lo que haga falta.

De todas esas personas que entran en mi casa y la sienten como suya, hay unas cuantas, muy pocas, poquísimas…que son capaces de buscarme cuando estoy metida en la cama tapada hasta las orejas y sencillamente ponerme la mano encima y decirme que todo saldrá bien. Esperan a que me de la gana de sacar la cabeza y también se cabrean, abren la ventana, me sacan a rastras y me dicen: deja de hacer el gilipollas, ponte de pié, vístete y sal. Son las mismas personas que son capaces de soportarme cuando ando por la casa gritando, cabreada, enfurecida y muy hostil con el planeta y son las únicas personas que me regañan, me dicen que no tengo razón, que me equivoco y que no lo estoy haciendo bien….sin temor a que los eche de la casa.

En el último paso de toda esta imagen mental están las personas para las que abro mis cajones más secretos, mis armarios y el desván. Sitios que llevan cerrados tantos años que ni me acordaba que los tenía pero que ahora necesito enseñar. Abro un cajón casi olvidado y le enseño las mierdas que tengo guardadas ahí, algunas espectaculares y otras auténticas miserias que había jurado nunca recordar pero que por alguna extraña razón cósmica necesito enseñarle a esa persona: un cuaderno, una chapa, una piedra, una fotografía, un pensamiento, un recuerdo. No tengo miedo a enseñarlo porque esa persona va a valorarlo como lo que es, como mi jardín secreto que le estoy enseñando y me conoce tan bien que será capaz de valorar lo que sea maravilloso, comprender lo malo y descojonarse conmigo de lo que son mierdas ridículas en plan ¿pero qué es esto que guardas aquí? En mi vida no hay más de 2 personas a las que haya enseñado mis cajones…incluso los que ni siquiera sabía que tenía. Es la gente que me enciende por dentro, no…que hace que me encienda.

Soy una casa y tengo un blog. Leer el blog es verme desde el jardín, ver mi casa desde la valla. A los que le gusta pasan todos los días. Miran, remolonean, intentan vislumbrar algo más entre los árboles y por las noches intuyen algo en las ventanas con las luces encendidas. Oír mi voz o ver mi foto es como si me paseara por el jardín y me vieran en persona, ya no soy como se imaginaban, me ven tal cual soy. Conocerme en persona es una barbacoa en el jardín.

Hoy, mientras pensaba en todo esto en mi absurdo viaje a Mordor, ha saltado esta canción de Bruce que cuenta algo parecido “Secret garden”

miércoles, 24 de abril de 2013

UNA MADRE SIN SUPERPODERES: MOLI DE PROMO

Viernes 14:00

Morenaza y yo compartimos tuper en el club del tuper…suena Dancing in the dark, es mi móvil, un número que no reconozco, sin pensar lo cojo:

- ¿Molinos?
- Fifgug .- intento contestar mientras me trago la ensalada que tengo en la boca.- Si, soy yo.
- Te llamo de la radio valenciana y nos encantaría contar contigo en nuestro programa el domingo.
- ¿Effdominffo?- malditos canónigos.
- Si, a las 10.
- ¿De la mañana?
- No, por la noche.
- Ah vale! Estupendo, pues nada llamadme a casa el domingo por la noche.

Domingo por la noche en Molicasa.

Princezaz acostadas leyendo.

- Chicas, como voy a hablar por la radio por favor os lo pido, las palabras que no entendáis mientras estéis leyendo esta noche las apuntaís pero no os pongáis a gritar como todas las noches.
- No gritamos, preguntamos.
- Si, si gritais: “Mamiiiiiiiiii ¿Qué es ánfora???” “Mamáaaaa ¿Qué es “travieso”? a gritos y hoy no puede ser.
- Valeeeee.

21:47.

-Moli, voy a llamar a mi madre.
- ¿AHORA?
- ¿qué pasa?
- Que me van a llamar de la radio, que es en DIRECTO y no puedo estar comunicando.
- Son y 47 y te van a llamar a las 10 en punto, tengo tiempo de sobra.
- Pero ¿Por qué jugar con el riesgo? ¿Por qué no llamas desde el móvil o mejor..cuando termine?
- Tiene que ser ahora.
- Cojonudo.

21:58 El Ingeniero cuelga justo antes de ser colgado con el cable del teléfono.

22:00 me llaman de la radio. Mientras espero entrar en antena oigo perfectamente como El Ingeniero ha decidido batir unos huevos en la cocina enérgicamente, muy enérgicamente, de hecho la vez que más enérgicamente ha batido huevos en su vida. Suspiro mientras pienso en lo que va a molar la entrevista con ese ruido de fondo tan “cotidiano”…

Tertulia en La Gran Emissió divertida y distentida. Digo 3 o 4 cosas que supongo habrán provocado aquelarres de madres fundamentalistas.

Lunes 22. 16:30.

Llego a la sede de El Mundo, después de jugarme la vida por la carretera y perderme un poco por esa zona de Madrid. Me enfrento a la señorita del control de accesos de Unidad Editorial.

- Hola, soy Molinos ¿puede avisar a RG?
- ¿Molinos?
- Si..¿puede avisar a RG?
- RG..¿su dni?
- ¿El de RG? NI idea..trabaja aquí.
- ¿Pero usted quien es?

De verdad que lo del personal de control de accesos me fascina, a mi me parece una tarea sencilla y amable, y siempre me encuentro con gente que parece que está manejando la Enterprise y sometida a tanta tensión que no es capaz de escuchar.

- Soy Molinos, ¿puede avisar a RG?
- Aquí dice que si viene Molinos hay que avisar al encargado de los encuentros digitales. ¿ Es la misma Molinos?
- Claro.- Alma de cántaro, ¿Cuántas Molinos van a venir en media hora? El mando espacial debe chupar memoria que te cagas.
- Pues entonces aviso al del Encuentro Digital.
- Vale, avisa a quien quieras.
- Que dice el del encuentro digital que has venido antes de tiempo…que tienes que esperar.
- ¡Ya lo sé!! Porque antes quería ver a RG.

Decido sentarme a esperar que salga alguien a buscarme, RG, el del encuentro digital, Mr Spock..el que sea.

- ¿Eres Molinos?
- ¿Es pregunta trampa? Si, soy yo.
- Soy el encargado del encuentro digital…es que has venido antes de tiempo.
- Ya lo se…es que verás..venia a ver..da igual.
- Bueno, pasa y espera aquí.
- ¿Me dices donde está el baño?

Atravieso la redacción de El Mundo que para que os hagáis una idea es como la sección de despachos de Ikea , con muchos colorines y gente muy seria trabajando en silencio sepulcral. No se parece a mi pradera que es más de mueble de castellano antiguo con un ruido de mil pares.

Cuando estoy en el baño en plena operación “chorro”, suena Dancing in the dark, mi móvil, un número que no reconozco. Cuelgo porque pienso que es RG que me está buscando y  que ahora la llamo.

Sigo a lo mio. Suena dancing in the dark otra vez, como RG es amiga…descuelgo…

- Ahora voy…
- ¿Molinos? Te llamo de la Cope.

Pienso…Aborta ya operación “chorro”..estás en un baño con eco y chorrito…y te llaman de la Cope…corta, corta, corta….

- ¿te pillo en mal momento?
- Nooooo…para nada.- le comento mientras sujeto el teléfono, me subo los pantalones y le doy al botón de la cadena justo cuando me doy cuenta de que si hasta ahora la redactora de la Cope (Belén) no sabía donde estaba..con ese ruido de fondo no le van a quedar dudas.

- Es para ver si puedes venir mañana a las 16:45
- Sin problemas, allí estaré.
- Estupendo..nos vemos.

Vuelvo con el encargado del encuentro digital.

- Ya estoy aquí.

Me mira.

- ¿Sabes que te van a hacer una foto, no?
- ¿ Estás insinuando que estoy fea?

El Encuentro Digital fue divertidísimo. Estás en un despachito acristalado que parece también sacado de Ikea, con un ordenador y un teclado. Van apareciendo las preguntas y vas contestando como quieras. Yo lo hice en orden e intenté ir lo más deprisa posible para contestar todas las que hubiera porque cuando yo he estado al otro lado me ha dado mucha rabia cuando solo se contestan unas pocas. Me lo pasé en grande y me reí yo sola con algunas de ellas.

Si alguien se lo pregunta, conseguí ver a RG.

Martes 23. Día del libro. Gran día.

A las 15 horas salgo pitando de los libros de colores para llegar a casa a tiempo de dejar el coche y pirarme a la Cope. Llego a casa. Saco la pluma del bolso, viniendo en el coche, entre otro millón de cosas que ocupan mi mente, me he acordado de que tengo que limpiarla de tinta verde para usar cartuchos negros en la firma. Voy a la cocina, la pongo debajo del chorro de agua, me lleno las manos de tinta verde. No hay dolor. La dejo secando. Me doy cuenta de que llevo mi camiseta de subcampeona muy arrugada. Saco la plancha, la tabla, y me quito la camiseta, en lo que se calienta la plancha, voy al baño a lavarme los dientes, peinarme un poco y pintarme un muy poco. Vuelvo, plancho la camiseta en sujetador con grandes vista al vecino de enfrente. Listo. Me pongo la camiseta, la chaqueta y salgo corriendo. Pillo un taxi: “ A la cope volando”. Voy pensando que llego a tiempo, que increíblemente me estoy convirtiendo en alguien puntual, sonrío satisfecha y un rayo atraviesa mi mente…veo la pluma descansando en la encimera de mi cocina. ¡MIERDA!

- ¡SE ME HA OLVIDADO UNA COSA!- grito provocándole un infarto al taxista.
- ¿Qué?
- Tenemos que volver, pero tengo que estar en la Cope a las 16:30.
- Son las 16:17, yo creo que nos da tiempo…volvemos, subes corriendo y yo te espero abajo.
- HECHO.

Rally por Madrid bordeando el Retiro, llegamos a mi casa, salto del taxi en marcha, entro en mi portal, 3 decenas de rumanos están petando los ascensores con muebles. No hay dolor, subo los seis pisos a la carrera, entro en casa, cojo la pluma, salgo…vuelvo porque me he dejado las llaves puestas por dentro, cierro, bajo corriendo los seis pisos y me meto en el taxi.

- Impresionante…no has tardado nada.
- Corra.- jadeo mientras pienso en que la camiseta va a estar muy bien planchada pero apestando.

A las 16:28 entraba en la Cope con mi mejor sonrisa y el aliento bastante recuperado. En la Cope estuvo muy divertido, Ramón García (me apuesto una mano a que alguien dice capa en los comentarios) estuvo encantador, yo me lo pasé en grande y me llamó “pizpireta” cosa que me hizo mucha ilusión y me hizo visualizarme con trenzas, un vestido de cuadritos y muchas pecas. Todo el equipo estuvo encantador conmigo, bueno y yo con ellos y me lo pasé bien.


Increíblemente llego antes de tiempo, empiezo a preocuparme. Hay carteles con mi foto y mi nombre (mal escrito) en el escaparate y dentro de la librería. Hay montones de ejemplares de “Una madre SIN superpoderes” y me hace muchísima muchísima ilusión. Entro.

- Hola, soy Moli.
- Te he reconocido. Encantados de tenerte aquí. Te hemos preparado este sitio.
- Estupendo.

Saco la pluma, cargo el cartucho y empiezo a pintarrajear mi cuaderno de notas para que la pluma esté preparada en el hipotético caso de que venga alguien a que le firme el libro. Cuando ya está lista, me pongo a pulular por la librería a mirar qué voy a comprarme por el día del libro.

- Perdona..¿me firmas el libro?
- ¡¡Siiiiii!!! ¡Qué ilusión!! Eres la primera..¿Cómo te llamas?
- Soy Sandra, llevaba un rato pero me daba vergüenza acercarme.
- Que guay…pues encantada.

Desde Sandra fue un no parar de gente. Vino “baronesa no se qué” que nunca ha comentado pero con la que hablé de lo infumable que es "La elegancia del erizo", vino Tocamates y por fin nos conocimos en persona y nos hicimos unas fotos guays, vino Ana María a la que no oí cuando me dijo su nombre la primera vez, vino la madre de la “drubia” y prometió mandarme más recomendaciones del libro, vino Ameliaqp que no se parece nada a su avatar ( que huevos tengo, como si yo me pareciera al mio), también estuvo el novio de Laia que a pesar de ser de Barcelona estaba justamente en Madrid y al que habían encargado comprar el libro dedicado, vino una de las tres patas del banco, estuvo Mara y sus piernas, estuvo Hermano Electrón, estuvo Anniehall y sus churumbeles, Bichejo y sus 3 libros para dedicar a otros y el suyo propio con dedicatoria especial, estuvo Zumo de guindas que compró un libro para su jefe que mola, estuvo mi querido Nán que además me trajo un libro para las princezaz, estuvo Ismael que me lee pero vino a comprar el libro para su mujer ( fue el segundo que firmé), estuvo Carmen y por fin le puse cara, estuvo una chica que no me dijo su nombre pero me hizo dedicar el libro a un tal “Sir Brennan de la Hostia”, estuvo Isa que una vez me comentó desde Uganda, estuvo otra chica de la que no recuerdo el nombre pero me susurro “me flipa tu blog” y me hizo muchísima ilusión, estuvo Anónima Marta que intentó venderle mi libro a un señor “ para sus nietos” “soy soltero” y luego por supuesto de mi vida 1.0 estuvieron Molimadre, Molihermana, Pobrehermano Mayor, Pobrehermano Pequeño, Molicuñado, mis tios,  el mejor amigo de mi padre y su mujer,Pablo "solo para las mejores",  Juan y Paloma, Mónica y sus churumbeles, Cari y los suyos, compañeros de pradera y Berenice una de mis adorables editoras de La Esfera. Seguro, seguro que me dejo a alguien porque hubo muchísima gente. El montón iba desapareciendo poco a poco y el tiempo se me pasó volando. En la libreria me trataron de lujo y aguantaron a todos los descerebrados pululando por allí. 

Miré el reloj y eran las 20:20…¿Ya se había terminado?

- ¿Me voy ya?
- Por nosotros te puedes quedar todo el tiempo que quieras.
- ¿He vendido mucho?
- Mogollón…más de 50 seguro..solo quedan los que hay aquí encima. 1,2, 3, 4, 5, 6…
- ¿Sólo quedan 6? ¿Cuántos había?
- Pues 60 o así.
- ¡Qué bien!

Me fui de allí agotada pero feliz como una perdiz porque fue emocionante, divertido y me hizo muchísima ilusión conoceros a todos en persona y veros la cara. Por supuesto me encantó que todos opinarais que soy muchísimo más guapa en persona…aunque dudo del critero de alguno que incluso consideró que soy alta.

Una vez más, gracias infinitas a todos. A los que os pasasteis, a los que no os pudisteis pasar pero os hubiera gustado, a los que desde otras ciudades lo seguisteis por tuiter, a los que intentaron pasarse y no pudieron, a los que se pasaron y no se atrevieron a saludarme y a todos los que hayais sido capaces de llegar al final de este post.

Molais mil.

martes, 23 de abril de 2013

COMPARTIR LECTURAS.

“Es hermoso ver a alguien que lee para varios, o a dos que leen juntos, tal vez el mismo libro o libros diferentes” (Darse a la lectura. Angela Gabilondo)

Cuando te gusta leer, cuando te apasionan los libros, cuando no concibes tu casa sin libros por todas partes, cuando eres incapaz de no ralentizar el paso cuando ves el escaparate de una librería o un puesto callejero de libros, cuando no te planteas acostarte sin leer aunque sea media página por muy cansado, borracho o enfermo que estés…necesitas compartir ese vicio, ese placer con los demás.

Es tanto lo que significa para ti leer y los libros que no puedes guardártelo. Quieres contarlo, compartirlo, enseñarle a los demás la maravilla que es y lo que se están perdiendo en caso de no leer o los tesoros que has descubierto en caso de que los otros sean lectores como tú.

Intentas controlar tu entusiasmo, la delgada línea que separa un entusiasta molón de un puto brasas es muy fina y sabes que si caes del lado del brasismo nadie nunca jamás volverá a hacerte caso. Te muerdes la lengua, te controlas y dices “solo hablo si me preguntan”. …

Compartir lecturas con tus hijos.

Uno de los momentos más increíbles de ser padres (solo superado por el momentazo control de esfínteres) es cuando ves como tus hijos aprenden a leer. Tú no te acuerdas de cómo aprendiste, del proceso mágico por el que las letras dejaron de ser meros símbolos para tener un sonido y luego unirse formando palabras y frases y de ahí historias enteras. Los ves aprendiendo, repitiendo y casi sin darte cuenta aprenden a leer y alucinas.

Hasta ese momento, les has leído cuentos con más o menos éxito, pero lo divertido y excitante de verdad empieza cuando ellos pueden leer y al sentarte con ellos a leer meten sus cabecitas entre tus brazos y dicen: ¿por dónde vas? Uno podría pensar que el placer de leerles un cuento es el mismo cuando no saben leer, pero no. Cuando ya saben, cuando saben que esa historia maravillosa que les estás contando está ahí, que podrán releerla ellos solos si quieren, que saben el secreto para disfrutarla…es muchísimo mejor. Es ahora cuando compartes la lectura con ellos…antes sólo se la enseñabas.

Compartir lectura con tus hermanos.

Si creces en una casa con libros y todos los hermanos son lectores (como es mi caso) la lucha por los libros es feroz. Cada libro que se descubre pasa de mano en mano hasta que ya nadie recuerda quien lo trajo o de dónde salió o quien fue el primero en leerlo. Luchas por los Asterix a la hora de la merienda, por los de Zane Grey para tumbarte a la piscina o por el kindle para seguir devorando Juego de Tronos. Con tus hermanos compartes la voracidad lectora pero no necesariamente los gustos, pero es esa gente con la que puedes estar tirado cada uno en un sofá o en la playa, sentado a la mesa desayunando o metidos en la cama por la noche cada uno enfrascado en su lectura compartiendo ese hábito convertido en vicio familiar.

Compartir lecturas con desconocidos.

Puedes compartir el momento de leer con completos desconocidos: en el metro, en el bus, en el avión, en una sala de espera, en el banco del parque, en la playa, en la piscina, en una biblioteca, brujuleando por una librería y sacando libros y leyendo las primeras páginas para ver si nos “llaman”. En todos esos casos, se comparte el vicio de leer pero no la lectura, uno se pregunta qué estará leyendo el otro, ¿me gustaría eso que está leyendo? O “ni de coña me leo yo eso” o lo mejor de todo “ Yo he leído ese libro…y le va a flipar”.

También puedes compartir lecturas con completos desconocidos abriendo un blog y escribiendo de los libros que te gustan o de los que te horrorizan. Aquí no compartes el momento sino las lecturas.

Compartir lecturas con conocidos.

Cuando quieres regalar un libro a un amigo o cuando un amigo te pide que le recomiendes un libro, buceas en tu memoria, piensas en esa persona y valoras que libro regalarle o recomendarle. Hay libros que se pueden recomendar tranquilamente, los divertidos, los amenos, esos libros que sabes que gustarán casi a cualquiera, pero hay otros…otros que a ti te fascinaron, que te dejaron “marca”y que manejas con cuidado. Te mueres por hablar de ellos pero no quieres que nada los “manche”, por una parte si la otra persona es amigo cercano tienes tentaciones de hablarle de ese libro pero ¿y si no le gusta? ¿Podrás soportar que te destroce ese libro especial? O peor..¿Cambiará tu percepción sobre tu amigo si no ve lo que tú viste en ese libro?

Compartir lecturas y libros con alguien a quien quieres.

Hay libros que forman parte de nuestras vidas. En cierto sentido, cada cual a su modo, cuantos hemos ojeado, consultado o leído. Pero algunos, aunque no tantos, se tejen con nuestra identidad, logrando precisamente que no sea tan idéntica..Y quizá consideramos que cierto libro es el libro sin el cual todo sería distinto. No siempre pensamos que habría de serlo para los demás. Decir su título es prácticamente una confesión, y no descartamos que lleguemos a contarlo, pero sería ya una confidencia. Nuestra relación con él es literalmente amorosa o más precisamente, erótica. Es querido, próximo y siempre nos dice algo. Y nos gusta”. (Darse a la lectura. Angela Gabilondo)


Compartes el momento. Leer tirados en un sofá, en la playa, en un avión, en donde sea. Cada uno un libro. Leer, levantar la mirada y decir: cuando leas esto te va a flipar o te va a horrorizar esto que acabo de leer. En este caso se comparte el momento de leer pero no la lectura, como mucho la lectura será sucesiva…uno lee primero un libro y le dice al otro: tienes que leerlo. El primer lector estará impaciente porque el otro termine, se morderá la lengua para no decir cosas como ¿a qué te está flipando? ¿Cuándo terminas? ¿Terminas ya? ¿Terminas ya?? Pero terminaaaaa para que podamos hablarlo.

Si los dos son muy lectores y muy impacientes…de vez en cuando se puede compartir momento de lectura y libro. Es lectura simultánea, el mismo libro leído a la vez..o casi. Avanzando y pensando..¿le habrá molado esto como a mí? ¿se habrá dado cuenta de esta errata? ¿ se acordará de que el libro que aparece mencionado se lo recomendé yo? Y todo tipo de preguntas.

Lo bueno de estas lecturas es que se comparte el momento, el libro y luego da para horas de charla.

Hoy comparto además de este post sobre lecturas, un post muy especial que he escrito para Una docena de, y que reune una docena de citas que demuestran que todo está en los libros. 

Hoy es el día del libro, salid y comprad un libro. Volved a casa y disfrutadlo.

 
PS: recuerdo que hoy de 18 a 20 horas estaré en la librería Gaztambide, en la calle Gaztambide 6 firmando Una madre SIN superpoderes por si a alguien le apetece el plan.

lunes, 22 de abril de 2013

MATERNITY (CXVII): ¿QUÉ SE PUEDE APRENDER DE 007?


Ayer domingo, en el cineclub de princezaz , empezamos a ver las pelis de James Bond. Al tun tun, la que teníamos grabada “ El mañana nunca muere” con Pierce Brosnan haciendo de agente secreto.

Ver una peli de James Bond con alguien completamente “virgen” (me doy cuenta de que “virgen” y James Bond suena muy raro) en sus aventuras hace que lo veas todo desde una nueva perspectiva. Si además, después de la sesión de cine te vas al parque a leer a Sagan y te encuentras con esta frase “En la television ¿Por qué no usamos los deportes para enseñar ciencia?" y si además de todo eso tienes insomnio por la noche y entras en bucle de pensamientos, es muy posible que acabes escribiendo un post sobre princezaz, James Bond y aprender en la vida.

Sí, estoy loca.

Cuando has crecido viendo pelis de James Bond nada te sorprende ya, te lo crees todo sin preguntar mucho, sin preguntar nada, es entretenimiento puro y duro. Con 7 años la cosa cambia muchísimo.

- Mamá..
- Dime..
- ¿Vamos a poder preguntar?
- Si, claro. A ver, os explico. Este es el agente secreto y es el bueno…todos los demás son malos malísimos.
- Vale.

Empieza la acción absurda con la que empiezan todas las pelis de Bond, un momentazo de tensión con explosiones y malos organizando algo que va James y jode. En este caso, los buenos haciendo el panoli tiraban un misil contra los malos entre los que estaba escondido “Caballo Blanco” que era el nombre en clave de James Bond.

- ¿Quién es caballo blanco?
- James Bond.
- Pero ¿no era 007?
- Si, también.
- Pero vamos a ver este lio: James Bond, 007 y Caballo Blanco. Esto es un follón.
- Mami, a mi me preocupa otra cosa.
- Dime C.
- ¿Cómo sabe el misil dónde tiene que ir?

Descubro que no sé nada de armamento militar, ni de electrónica. Bueno, esto no lo descubro, ya lo sabía, lo que me fascina es que a C le intrigue saber cómo funciona un misil teledirigido. ¿Me interesó a mí eso en algún momento? ¿Cuándo perdí la curiosidad increíble que debe generar el hecho de un misil disparado impacte exactamente donde quieres?

Luego, como en todas las pelis de Bond, sale Bond con una tía. Yo tengo una teoría muy contrastada y es que Bond como amante es regulero, de los de mucho prometer y luego dejarte ¿Ya? Durante años sostuve que incluso era gay porque era muy de besitos al principio y luego no se veía nada, pero en las últimas películas han metido ahí más escenas y se le ve con más ganas e ímpetu pero le veo poco contundente, más en la línea de picha fina voluntarioso. Eso no lo resta atractivo, …siempre es más de antes y de después salir corriendo. Bond es un campeón de la TSNR, eso sí, la crea a cada paso que da.

Por supuesto todo esto no lo verbalicé mientras veía la peli con las princezaz que metidas ya en acción estaban preocupadas por otras cosas.

- ¿Quién es la del pelo blanco?
- Es la jefa de Bond, la jefa de los espías.
- ¡Mola! Una mujer jefe de espías..¿yo puedo ser eso?
- Claro…
- Y Bond le hace caso, claro.
- Claro que le hace caso, las mujeres mandan mejor.
- ¿Las mujeres mandan mejor? ¿Y eso?
- Porque si, las madres mandan más y por eso las mujeres mandan mejor…
- Pero los hombres no hacen caso…a veces.
- Al final hacen caso y además la jefa de Bond que es como una abuela así que manda bien.

Conclusión, las mujeres son buenas jefas.

Bond luego llega a un sitio donde se encuentra con un antiguo “ligue” que resulta que se ha casado con el malo.

- ¿De qué se conocen?
- Eran amigos.
- ¿Amigos de qué?
- Bueno…fueron novios.
- ¿Y porque ella se casa con otro si eran novios?
- Porque Bond no se quiso casar con ella.
- ¿Por qué?
- Así es la vida…
- Si no se casa conmigo yo no lo quiero ni como amigo….
- Pero qué dices!!
- Pero el vestido que lleva ella es bonito…el de la china no, parece de papel de plata.

Bond por supuesto le quita el vestido a la “amiga” que le da otra oportunidad, o no se acuerda de que es picha fina.

- ¡mamá! No lleva sujetador!
- No, no lleva…
- Pero..¿con qué se sujeta las bragas? ¿Se le caen las bragas?

Le di al ff…explicarle a las princezaz que son las ligas no me parecía oportuno, pertinente ni interesante. Incluso consideré la posibilidad de ponerme a investigar en la red cómo funcionan los misiles teledirigidos para reconducir la conversación.

Al terminar la faena, ella sale corriendo con muchas prisas, lo que me reafirma en mi teoría una vez más…

- Mamá…¿por qué no se pone bien el vestido? Se le va cayendo.
- Tiene prisa, cariño.

Después de todo esto comienza la acción propiamente dicha. Siempre es lo mismo, Bond va y viene perseguido por unos y por otros. Coches, motos, helicópteros, tiros que no matan a nadie, peleas…

- Mamá..¿Bond e Indiana son hermanos?
- ¿Hermanos?
- Si, les pasa lo mismo. Todo el mundo quiere matarles, ellos son más listos, corren más y pelean mejor y los dos tienen muchas novias.
- No son iguales..Indiana está siempre sucio y Bond no, Bond está limpio casi todo el rato.

Cierto. James Bond es un tío impecable. Y además, refuerza mi teoría de que un tío con traje y con esmoquin siempre mejora. De hecho no sé cómo no vais todos con traje. “Es que es incómodo”…poneos un liguero y luego me contáis lo del traje. Todo es cuestión de acostumbrarse, que es lo que ha hecho Bond…y está estupendo (sea el que sea) con traje.

- Mamá, me está encantando la película, lo de la moto ha sido superchulo.
- Las motos son muy peligrosas eh…nada de montar en moto.
- Bueno, hay que ir con casco eso ya lo sé. Debe ser que los agentes secretos pueden hacer lo que quieran. ¿Hay chicas agentes secretos?
- Si..la china es agente secreto..¿no lo has visto?
- ¿Si? además tiene el pelo largo…A lo mejor quiero ser agente secreto y profesora.
- Jajajajaja..vale.

En la acción final me despiste un poco pensando que es curioso la percepción del tiempo con respecto a Bond. Cuando era cani, Bond era un señor mayor, muy mayor de hecho. Ahora que he crecido, Bond sigue siendo un señor mayor…¿No debería haberle visto en algún momento de mi edad? ¿Qué edad tiene Bond? Es raro…muy raro.

- ¿Os ha gustado chicas?
- Si..pero no serán todas de barcos, ¿no?
- No.
- A mí me ha gustado, pero sigo sin saber cómo sabe un misil donde tiene que ir.