jueves, 19 de julio de 2012

EL ENCUENTRO: CALZONCILLOS DE LA SUERTE CONOCE A BRAGAS FAVORITAS.

Él.
Era un miércoles que parecía viernes.

Era el día y la ocasión para sacar los calzoncillos de la suerte del cajón donde estaban guardados perfectamente doblados: primero los picos laterales y luego el de la huevera.

Sí, eran sus calzoncillos de la suerte. Eran perfectos. Había tenido otros en su vida, era lo bueno de los calzoncillos de la suerte, que por un extraño sortilegio cuando los actuales se desintegraban de tanto usarlos o los perdías en un hotel, unas vacaciones o cualquier otro sitio, enviaban su halo de “suerte” a otros y así siempre podías contar con tener unos calzoncillos de la suerte con los que enfrentarte a la vida.

Durante un tiempo, en su más tierna adolescencia soñó con tener algún día unos calzoncillos largos, con botones, camiseta y manga larga…de un rojo rojísimo como los que llevaba John Wayne en las pelis del oeste. Parecían chulos, parecían abrigados y sobre todo parecían capaces de soportar manchas de todo tipo sin parecer asquerosos…eran los calzoncillos más molones del mundo.

En cualquier caso, los que ostentaban ahora el título de calzoncillos de la suerte, eran tipo bóxer y negros y eran de su talla. Eran de algodón egipcio. Con esto había tenido muchos problemas. Sus otros calzoncillos, los de correr, los de ir a currar en un día normal, los de salir a dar una vuelta, eran de otros tejidos y por experiencia sabia que tenía que tener cuidado. El sudor escrotal es muy traicionero y había algunos tejidos que lo alentaban demasiado. Nada peor que encontrarse la entrepierna escurridiza en medio de una reunión de curro y saber que no era por emoción erótica sino por simple sudor de huevos combinado con una mala elección de tela.

Conocía perfectamente cuál era su talla, cómo tenían que quedarle y si le hacían buen culo...40 años de experiencia le contemplaban desde el espejo mientras se los ponía, tratando con mucho cuidado la goma, no quería darla de sí justo en un día como hoy. Todo tenía que ser perfecto. Estaba estupendo, mucho más que Nadal que seguro que llevaba calzoncillos con costura vertical en la línea interglutear…
Se vistió y salió para su cita más feliz que una perdiz con sus calzoncillos de la suerte.

Ella.

Era un miércoles que parecía viernes.

Habían quedado a tomar algo. Abrió el cajón y sacó sus braguitas favoritas. Tenía conjuntos de lencería, cosas más erótico festivas y más atrevidas, pero no había que pasarse. Mejor empezar por algo discreto, elegante y sobre todo que para ella fuera cómodo y de confianza. Si quemaba su mejor lencería en la primera cita, podía pasar que él creyera que toda su ropa interior era así y tuviera que invertir parte de su sueldo en comprar conjuntos para sus siguientes citas. Mejor optar por algo elegante, sencillo y de confianza: sus braguitas favoritas.

Eran cómodas, pegaban con su sujetador favorito, el elástico no le marcaba nada, no se movían de su sitio y eran de un tejido suave y sexy. Eran perfectas...la única pega es que de tanto usarlas en algún momento pasarían a la categoría de braguitas de estar en casa donde intentaría aguantarlas hasta el momento de pasar a la peor categoría, bragas de regla...pero para eso quedaba mucho todavía y no era el momento de pensar en la regla. Hoy no...Consultó el My days y vio que estaba salvo.

El y Ella.

¡Los calzoncillos de la suerte habían funcionado!- pensó él.

Menos mal que llevo mis bragas favoritas.- pensó ella

Ahí estaban, en el sofá, en esos preliminares que las primeras veces llevan tanto tiempo, molan tanto y hacen subir muchísimo la temperatura. Además de todo eso, esos preliminares provocan todo tipo de inquietudes ¿Si le quito la camisa pensará que voy demasiado deprisa? ¿Si tardo más pensará que voy demasiado despacio? ¿El sujetador será de los de abrocharse por delante o por detrás? ¿Qué tipo de calzoncillos llevará? Por favor que no sean amarillos desvaídos que me lleven a pensar que una “ultima gota” gigante de pis se había extendido por el tejido. Y que no lleven estampados rarunos...ni sean de panguero acalpuqueño. Por favor...con lo bien que besa que lleve algo discreto y que le haga buen culo.

Él no pensaba mucho en la ropa interior de ella. Tenía interiorizado el gen de “por dios que no sea color carne ni se parezca a las bragas de mi madre” pero confiaba en que ella llevara algo bonito, suave y no excesivamente complicado de quitar…con este ritmo de excitación no iba a tener tiempo de entretenerse ni en mirar ni en toquetear...si acaso después.

Fuera la camisa, fuera el vestido…fuera los pantalones. Ella contuvo la respiración… ¿qué habría debajo? Por un momento temió un momento comando...que no llevara nada debajo de los pantalones...o peor...que llevara unos calzoncillos de Dora la Exploradora...o unos enormes y colgones…si era así, rezó para que fuera tan habilidoso como para quitárselo todo a la vez…

..Pero no…había unos perfectos bóxers negros...sin botones ni aberturas rarunas por donde pudiera quedar enganchada o medio salida en una especie de quiero y no puedo que arruinaría el momento. Gracias a dios todo estaba donde tenía que estar...no apuntaba al cielo...alli estaba en todo su esplendor, perfectamente ubicada pugnando por salir…hacia el lugar adecuado.
Era el turno de ella, manejó con mimo el elástico de los calzoncillos de la suerte y se deshizo de las braguitas favoritas….
Poco después….

Calzoncillos de la suerte sonreía pensando…”todavía hay clases, para hacer deporte no sirvo...pero soy un crack”.

Braguitas favoritas pensaba…voy a seguir siendo la favorita durante mucho tiempo…me queda recorrido hasta llegar a ser bragas de regla...

Él pensó...cuando me levante para mear...me siento...paso de que se me caiga la última gota en la tapa y ella piense que soy un guarro y me da vergüenza que escuche el chorro.

Ella pensó...a ver si se levanta al baño y le veo bien el.

Y colorín colorado…este post escrito en parte con algunas de las aportaciones en los comments se ha terminado.

Paul ilustra este post porque hace bonito y porque seguro que en esa foto llevaba sus calzoncillos de la suerte.

miércoles, 18 de julio de 2012

ENSAYO SOBRE EL CALZONCILLO

Tras mis sesudos ensayos sobre los sujetadores y el tanga, ha llegado el momento de dedicar unas líneas a los calzoncillos. Podría parecer que no hay mucho que decir, pero no…es un mundo enorme sobre el que reflexionar.

El calzoncillo es una prenda que cae bien. Es campechana, amable, parece inofensiva. Incluso hace sonreír: dices calzoncillos y sonríes. Pues no os llevéis a engaño: No es tan simple como aparece...todo un mundo se esconde detrás de él. Provoca inquietudes y reflexiones varias si se le dedica tiempo.

En la escala superior de la familia de los calzoncillos está el calzoncillo largo con camiseta añadida y botonadura frontal de color blanco sucio o rosa desteñido. Sólo se ha comprobado su existencia en pelis de vaqueros y únicamente se aconseja su uso si eres Robert Redford o Paul Newman en “Dos hombres y un destino”. O…Lee Marvin…

Dentro del mundo calzoncillo tobillero sé que existen unos para gente que va a la montaña a pasar frio y esas cositas tan “extremas”. Para mí, no cuentan como calzoncillos porque se parecen sospechosamente a las mallas térmicas para correr…así que es ropa de deporte y no valen. Su uso, como en el anterior caso, debería ser muy muy restringido tanto en el tiempo y en las ocasiones como entre los individuos susceptibles de llevarlos.

Después vendría ya el grueso del mundo calzoncillar: bóxers de distinto largo a medio muslo, a la rodilla, slips con una variedad infinita de longitudes, apreturas y anchos de cintura, con tirantes, con unos elásticos como de faja de señora, hay ¡tangas! y hay coqueras…que no son exactamente calzoncillos pero que nos valen para esta lista. No solo hay variedad de forma...también hay variedad de tejidos y de colores: lisos, de colores, estampacos con lunares, con cuadros, de rayas, con superhéroes, con imposibles combinaciones geométricas…todo un mundo de luz y de color.

Para empezar...igual que cualquier hombre cuando se pone un hombre tiene muchísimas posibilidades de mejorar su aspecto físico, cualquier hombre en calzoncillos tiene muchísimas posibilidades de empeorar su apariencia.

¿Por qué?

Primero, saber qué tipo de calzoncillo lleva un tío es complicado. (Descarto jovenzuelos con pantalones cagados a la altura de las rodillas, hablo de tíos, tíos...de hombres). Nada en su apariencia externa da pistas sobre el tipo de calzoncillos que usa (descarto a Nadal que obviamente lleva unos pequeños y apretados). Cuando por fin ves los calzoncillos que usa un hombre, es una completa sorpresa que puede ser estupenda: joder, que bien usa bóxers de cuadritos (o lo que sea) y le quedan fenomenal…o puede ser espantosa: joder...lleva unos como los que usaba mi abuelo pero con spiderman…Mi consejo es llevar ensayada una cara de imperturbabilidad absoluta y sólo en el caso de éxito absoluto sin calzoncillos hacer las correspondientes alabanzas o los chistes adecuados para la ocasión.

Otro problema de los calzoncillos es que parecen fáciles de manejar, parecen accesibles pero encierran una trampa y nunca mejor dicho. A las pruebas me remito, pero en un momento de exaltación erótica extrema…las braguitas salen disparadas sin contemplaciones mientras que el calzoncillo, y más si es del tipo slip, tiene que ser manejado casi como plutonio porque soltar la goma del elástico en mal sitio puede tener repercusiones muy desagradables…exigen mimo y delicadeza a la hora de sacarlos de la escena de acción o su venganza será terrible.

Más problemas. Estamos hartos de ver noticias en las que dicen que la mayoría de las mujeres no saben cuál es su talla de sujetador. Bien. Pues desde aquí lo digo, pocos hombres saben cuál es su talla de calzoncillo…pero les da igual.

Si les están demasiado grandes, tienen la suerte de que con los pantalones sujetándoles no se les caerán y además van cómodos, nada les aprieta, nada les perturba. Ellos están felices y dicharacheros, pero tengo malas noticias; un tío con un calzoncillo grande y colgón perturba muchísimo y si además es de un color indefinido tipo blanco “roto” o amarillo desvaído el efecto antiseducción se eleva hasta el infinito. Si es un bóxer de rayas o cuadritos te dan ganas de sacar la cesta de paja y hacer un picnic usándolo de mantel…

Si alguno está pensando en que entonces siempre será mejor llevar el calzoncillo pequeño se equivoca. Constreñido a un mínimo espacio...todo parece más grande...pero luego hay que mantenerlo fuera de ese espacio. Comprendo que al ir apretado te ves más poderoso, más potente, pero el observador externo piensa: madre mía, ¿como puede tener riego sanguíneo en las piernas yendo así de apretado? O peor si lo que tiene cabe ahí…Dios Mío... ¡es un picha fina! … El mundo está lleno de pichas finas embutidas en calzoncillos enanos…y es otra cosa que no se olvida.

La elección del calzoncillo y la talla es por tanto un tema espinoso. El tipo de calzoncillo que lleva un tio es una incógnita hasta el último momento, una buena elección puede hacerle salir por la puerta grande, pero una mala elección permanece imborrable en la retina. NO digo que sea un tema insalvable..otras “habilidades” pueden hacer olvidar ese mantel a rayas o ese mini slip...pero disfrutemos de las habilidades porque sí y no para anular los efectos antilujuria de la ropa interior.

Por último unas reflexiones breves:

- ¿ cómo se dobla un calzoncillo? ¿ se dobla?
- ¿ Hay que plancharlo?
- ¿ Por qué si un tio se pone el calzoncillo delante de un espejo, una vez que se lo ha colocado..siempre, siempre, siempre..se recoloca la goma, pone brazos en jarras y se gira levemente?
- ¿ El calzoncillo o los calzoncillos?

Y la duda que más me corroe:  para ir al baño ¿ se utiliza la abertura frontal que tiene o es más común sacarla por encima del elástico?

Ya lo dije al empezar…el calzoncillo es un enigma.

lunes, 16 de julio de 2012

SONIDOS

Silencio.

En la casa no se oye ni un ruido. 

Duermo. 

Unos pasos. Se abre una puerta. Arrastra el tope y lo coloca sujetando la puerta. Arrastra los pies. La puerta del baño. La tapa del vater. El agua corriendo. La puerta del cuarto de los niños que se cierra. Pasos bajando las escaleras. La puerta de la cocina. La puerta del armario de las tazas. Cierra el microndas. Ping. La puerta del armario del azucarero. La cucharilla removiendo. Sube las escaleras. Arrastra los pies. Quita el sujetapuertas. Cierra. 

Estoy despierta. 

Me quedan 20 minutos para seguir en la cama. El viento. Pájaros. Por el sonido de las ramas sé si es viento de norte que deja las nubes enganchadas a las montañas o viento que achicharrará. El tren que llegará a menos viente a la estación pasa por la falda de La Peñota.

Me adormezco. 

La puerta otra vez. Pasos descalzos. Otra vez la puerta del baño. El grifo. Ruido de afeitado. La cuchilla contra el lavabo. La cortina de la ducha al deslizarse. Corre el agua. El bote de gel al suelo. Pienso en que no salga nunca, en no ir a currar. Cierra el grifo. Cortina de ducha. Puerta abierta. Pasos que ya no se arrastran. Se cierra la puerta. 

Se me agota el tiempo. 

La puerta otra vez. El tope. Pasos enérgicos. Con zapatos. Las escaleras. La puerta de la cocina. La puerta de la calle. Tuca y Turbón que ladran. " Coño...que pesados sois por la mañana. Fuera". Los aspersores. La puerta del jardín. Se abre el coche. Arranca. Pobrehermano se va. 

Me levanto,  lloro. y comienzan mis sonidos.

viernes, 13 de julio de 2012

EL BLOG, EL BLOG, EL BLOG.

El blog me ha hecho mejor persona. Sé que resulta difícil de creer. Los que me conocen y me quieren pensarán: qué va..sigues siendo la misma tocapelotas de siempre. Los que no me conocen y me quieren pensarán: qué va..seguro que eres así desde siempre, escribir no te hace ni mejor ni peor. Los que no me conocen y me odian y aún así, pierden el tiempo pasando por aquí pensaran: ¿mejor? pues con lo mierda que eres no quiero ni pensar como eras antes.

 
El blog me ha hecho mejor. Me hace mejor. Es una apreciación completamente personal, pero es mi percepción y con eso me vale.

Empezamos por lo más obvio. El blog me ha hecho escribir mejor. Supongo que es como todo, cuanto más practicas, mejor lo haces..( excluyo de este “todo” el correr…). Cuatro años y medio escribiendo prácticamente a diario, me ha hecho mejorar. No quiero decir que escriba bien ahora, ni que todo lo que escribo ahora sea mejor que lo que colgué hace años, pero en general consigo escribir mejor, ordenar las ideas y sacar alguna conclusión. Por otra parte, escribo posts más largos que cuando empecé, no sé si porque tengo más que decir, porque le he cogido el gusto o porque he perdido el miedo y no se cortar.

 
El blog me ha hecho ver las cosas que (me) pasan de otra manera. Alguien me dijo que había desarrollado “ mirada bloggera” y si, puede que sea así. Ahora cuando me pasa algo, cuando leo, cuando pienso, cuando veo una peli, escucho una canción, discuto, me divierto, lloro o lo que sea, siempre puedo pararme y verlo desde la perspectiva del blog. No es que lo piense conscientemente, pero al mirar esa “cosa que (me) pasa” salta el post. No todo lo que me pasa puede ser un post, unas veces porque sé que no podré contarlo, otras veces porque me veo incapaz y otras sencillamente porque no.

El blog me ha hecho leer mejor. Bueno, a lo mejor esto no es consecuencia del blog, pero ahora tengo un sitio donde expresarlo. En los últimos cuatro años he leído muchísimo, y he podido ir contándolo aquí. Además, al tener el blog, mucha gente me ha recomendado libros a los que yo no hubiera llegado sola, así que el blog ha ampliado mucho mi horizonte lector y eso me ha molado mucho. Lanzarme al mundo de los comics, o descubrir a Amelie, o a Amos Oz, o a Houllebecq, Orwell o Koestler, han sido grandes cosas a las que he llegado por el blog.

El blog ha hecho que los que me conocen me vean de otra manera. En el día a día no hay tiempo para contar muchas de las cosas que escribo en el blog. Otras veces hay tiempo pero no la oportunidad o el estado de ánimo o el tono. En el blog escribo lo que me apetece cuando me apetece y el que me conoce, llega, las lee y la siguiente vez que nos vemos puede comentarlo conmigo…para bien o para mal..pero ha/ hemos tenido la oportunidad de que conozca ese pensamiento, esa reflexión o esa completa gilipollez.

El blog me sirve para ordenar mis ideas. Pensamientos que pululan por mi cabeza absurdamente sin ningún tipo de organización y que al agarrarlos para darles una posible forma escrita se ordenan mágicamente. A veces se ordenan y digo: esto es una gilipollez, pero otras veces, se colocan, toman forma, se posan, los escribo y cuando los veo escritos digo: joder..que bien me ha salido y qué razón tengo. Por supuesto hay ideas que tuve hace 4 años que ahora no me convencen tanto pero eso no importa…las cosas cambian..

El blog me sirve para desahogarme. Me indigno, escribo sin control y después me siento mejor..es como una terapia.

El blog me ha servido para agudizar el ingenio. Pensar en nuevas maneras de contar las cosas, en crear personajes basados en la gente que conozco, enmascarar situaciones reales para que sigan siendo identificables pero a la vez resulten equívocas me lleva a intentar ser más ingeniosa. Unas veces no lo consigo, pero otras veces me sale de puta madre.
El blog le ha dado nueva emoción al correo electrónico. Un sobrecito, nuevo mensaje…y nunca sé si será un nuevo descerebrado que me escribe porque le ha gustado, porque no le ha gustado, porque ha escuchado a Bruce y se ha acordado de mi, porque ha visto recetas de celiacos, porque quiere pedirme algo, porque quiere que hable en la radio…lo que sea…pero es emocionante..y mola mucho.

El blog es me sirve para recordar. Por un lado buceo en mis recuerdos para sacar algo que contar y descubro anécdotas que tenía olvidadas o que permanecían ahí en el fondo de mi cabeza sin ninguna utilidad..salen a la superficie y las tengo ahí para cuando hagan falta, vengan a cuento o simplemente me apetezca contarlas. Además, como llevo ya 4 años, hay cosas que han pasado durante este tiempo que probablemente si no hubiera escrito se habrían olvidado..sin embargo aquí están, fijadas para siempre..para bien o para mal.

El blog me ha hecho tener una disciplina y eso está bien para alguien con nula Fuerza de Voluntad, mantener una disciplina de escritura es un logro.

El blog servirá a laz princezaz para conocerme. Algún día leerán todo esto y les horrorizará y le gustará a partes iguales, pero me conocerán más, para lo bueno y para lo malo.

El blog me ha servido para atreverme a hacer cosas nuevas, para descrubrir cosas nuevas, para interesarme por asuntos que ni sabía que existían.

Y lo más importante del todo, aunque parezca una estupidez, el blog me hace tener ilusión cada día…

Asi que sí, gracias al blog he crecido y soy mejor.